Yo cuidaré de ti. (ShikaTema)

Capítulo 11: Regresarás a mí.



El sol comenzaba a salir y la chica del pelo rosa abrió lentamente los ojos y observó la habitación vacía y sin ningún ruido a su alrededor.

Se había quedado durmiendo toda la noche en su oficina, tenía unas ojeras terribles, se notaba que había pasado una noche pésima. No podía sacarse de la cabeza la conversación que había tenido con Sasuke aquella noche.

No podía hacer lo que él le pedía, aunque quisiera. Temari era una persona cercana a ella y Shikamaru también, quizás los ancianos se enterarán de todas formas, pero prefería que no fuera por ella.

De repente la puerta sonó, pero a ella ni siquiera le dieron las fuerzas como para pararse así que solo pudo decir: “adelante.” Lentamente la puerta se abrió y a paso lento se adentró el rubio de los ojos azules.

—Naruto… —pronunció la chica de los ojos verdes sentándose en el sillón.

—Sakura, venía a verte. No estabas en la sala del hospital así que me preocupé —dijo el chico mientras se acercaba a ella y le tocaba la frente con su mano.

—¿Por qué haces esto, estúpido? —dijo algo enojada mientras se quitaba la mano del rubio de encima

—¿Te duele algo? —Su cara notaba preocupación —tienes una cara terrible.

—No es nada, es solo que… —se detuvo y pensó unos momentos lo que diría.

—¿Qué?

—Sasuke vino anoche y me pidió que le dijera a los ancianos del consejo la relación que hay entre Shikamaru y Temari —dijo un poco cabizbaja sin cambiar la expresión de cansancio de su cara.

—¡¿Qué?! ¡Condenado Sasuke! Supongo que no lo harás —le regañó Naruto mirándola fijamente.

—Su oferta me tentó, no te miento, pero no lo haré —subió su mirada para observarlo, estaba mirando algo enfadado

La puerta se abrió rápidamente y para la sorpresa de ambos jóvenes era el joven de pelo negro. Su cara era seria y algo agotadora, como si no hubiese dormido nada.

—¡Condenado Sasuke! ¿Qué es lo que pretendes? —Gritó Naruto apuntándolo con la mano —¡¿es que crees que todo el mundo debe girar en torno a ti?!

—Cállate, Naruto —el chico del pelo negro avanzó hacia la fémina y le frunció el ceño al rubio —ya no necesito de tu ayuda, Sakura.

El rubio observó a su compañera quien permanecía inmóvil observando al chico que tenía delante de ella. Sus ojos se notaban temerosos y dudosos de responder a lo que él decía.

—¿Qué harás? —dijo el rubio mientras lo observaba sin entender a qué se refería.

—Ya no necesito informarle nada a los ancianos, ella volverá a mí por si sola.

—Temari no hará algo como eso —la chica de los ojos verdes respondió como acto reflejo a lo que él había dicho

—Espera y verás.

Dicho esto Sasuke procedió a salir nuevamente de la habitación dejando al rubio con su compañera algo asombrados. Se observaron durante unos momentos sin decir nada.

—Supongo que hay que decirle a Temari y Shikamaru esto —dijo Naruto mientras miraba fijamente a la chica que tenía en frente.

—Lo sé…



El sol ya había salido completamente y los pájaros comenzaban su vuelta matutina de la mañana.
Abrió los ojos lentamente y se levantó un poco, observó todo el lugar y luego se quedó fijamente mirando el cuerpo del hombre que estaba recostado al lado de ella.

No era un sueño, él de verdad estaba con ella. Se veía tranquilo durmiendo, pero rápidamente se despertó.

—No me habías despertado —dijo él sentándose al lado de ella.

—No quise hacerlo, estabas muy tranquilo… —respondió mientras observaba el cielo.

Se miraron fijamente por unos segundos y la rubia pudo darse cuenta que poco a poco el moreno se ruborizaba.

—Es hora de irme a trabajar —las palabras salieron algo flojas de la boca del moreno y lentamente se iba poniendo en pie.

—Se me había olvidado que ahora eres responsable —respondió la rubia en todo sarcástico mientras se levantaba

-Irás a…-las palabras del moreno fueron interrumpidas por las de ella para explicarle un poco más detallado el panorama.

—Iré a hablar con Sasuke, creo que por lo menos debo terminar todo esto de una buena manera —su voz no era tan convincente como otras ocasiones.

—Está bien, te veo en la tarde —dijo mientras le daba un cálido abrazo, de esos donde le expresaba que no quería soltarla nunca más.

Lo vio salir de la habitación tranquilamente y dando un bostezo, tal como lo había visto hace años atrás.

Una pequeña sonrisa de lado se dibujó en su cara y procedió a caminar hacia el baño para lavarse la cara, después de todo él no era el único que tenía cosas que hacer.

Tomó las llaves que había dejado encima de la mesa y luego se encaminó a la puerta.

Caminó vagamente por unos minutos hasta que decidió pasar por el parque.

La rubia subió las escaleras del parque lentamente y al llegar arriba se dio cuenta que él estaba parado observándola fijamente.

Se detuvo y dudo por unos momentos, pero luego decidida termino de subir la escalera y se paró a su lado esperando a que él dijera algo, pues ella no sabía ni siquiera que decir.

—Sasuke, lamento lo de la última vez —las palabras salieron lentas y su voz delataba lo nerviosa que estaba.

—Deberías dejar de decir lo siento por todo. Yo no te lo diré —dijo frío y despectivamente; típico de su forma de ser —le he dicho a los ancianos que un amigo estaba enfermo y no podías dejarlo solo, después de todo a ellos les gustas mucho y este matrimonio promete— él la observó esperando a que dijera un “No”, pero no encontró respuesta.

—Sasuke yo… —su voz era como un hilo, realmente le costaba decirlo, pero tampoco él la dejaría decir nada que no fuera un acepto.

—No te dejare —la miró seriamente y pudo ver la expresión de su cara, era como si le hubiese caído un balde de agua fría —Sé que tu corazón está dudando, realmente me aferrare a ti y también sé que no me necesitas en lo absoluto, pero yo si te necesito a ti. A decir verdad…no estoy seguro de si es un simple capricho o de verdad te necesito para mi futuro —las palabras de él no parecían caerles exactamente como quería a Temari quien simplemente oía en silencio —pero lo que sí sé es que no te dejare ir.

—No me hagas esto, por favor —comenzaba a tener un pequeño cargo de conciencia, no sabía si era por dejarlo o si tenía rabia por lo que él decía —Si haces esto me sentiré muy mal.

—No tienes por qué hacerlo, porque al final regresaras a mí.

La cara de la fémina estaba atónita a lo que escuchaba, estaba loco…ella no volvería a él ni menos ahora que por fin estaba feliz.

El chico del pelo negro comenzó a bajar las escaleras para marcharse y al bajar un par de escalones volteó la cabeza.

—Tú regresarás a mí, quieras o no.

Bueno hasta aquí los dejo!!! C:
1.- ¿Qué hará Sasuke?
2.- ¿Qué hará Shikamaru?
3.- ¿Qué estará pasando por la mente de Temari?
Espero que les halla gustado y como siempre digo, toda crítica es muy bienvenida! ^^

 

Capítulo 12: Conversación de hombre a hombre.


Sacó las llaves de su bolsillo y abrió la puerta desganado, típico de él cuando llegaba a su oficina de trabajo. Lo primero que vio al entrar en la habitación fue a él, sentado en su escritorio con los codos apollados en la mesa y con la cabeza hacia abajo.

Ya sabía de antemano que era lo que él hacia ahí.

El hombre del pelo negro levantó la vista y observó por unos minutos al moreno que venía llegando, sin duda conversar con él sería más éxitoso que conversar con otra persona. Sabía que el moreno no se negaría a lo que él le diría.

Dio un bostezo.

Esto era más de lo que él podía aguantar, pero ya no podía echarse para atrás. Se sentó en frente de él y lo observó esperando a que comenzara a hablar.

—Seré rápido, Shikamaru —dijo a medida que bajaba los brazos de la mesa—, deberías dejar a Temari de una vez.

Las palabras resonaron en su mente. No iba a hacerlo y dejar que él se quedara con ella a su cuidado, sería una estupidez. La única persona que tenía derecho a elegir era ella misma.

—Sabes que no haré tal cosa.

Su respuesta fue seca y cortante, cosa que a Sasuke no le agradó mucho. Se levantó y lo miró fijamente, pero a él pareció no afectarle en absoluto.

—¿Sabes que es lo mejor para ella, cierto? —se detuvo un segundo para mirar la expresión del moreno que parecía algo desconcertada, como si no comprendiera lo que estaban hablando—. Si de verdad quisieras cuidar de ella la dejarías ir.

La expresión en la cara del moreno cambió por unos intantes, ¿intentaba estorcionarlo o algo por el estilo? Él había estado en muchas misiones donde habían intentado convencerlo para soltar información y esto, por lo que veía, no era nada de otro mundo.

—No la dejaré. Si tú piensas que sabes lo que es mejor para todos, ¿por que no desapareces ya? —no balbuceó ni lo pensó dos veces antes de decirle tales cosas.

—Tú sabes que la que saldrá perdiendo es ella.

El moreno se inclinó hacia el escritorio, las conversación estaba tomando otro curso. Algo no estaba bien, algo que el hombre que estaba en frente de él sabía perfectamente y que lo usaría en su contra, de eso estaba seguro.

Ahora el que volvía a perder era el moreno nuevamente.

—No es justo para ella dejarlo todo —dijo el chico del pelo negro a medida que se acercaba al moreno—, no es justo que ella tenga que esperar todas las noches preocupada si su novio llegará vivo o no.

El moreno arqueó las cejas, esto era de verdad ridículo, por lo menos para él. Sabía que cualquier cosa mal dicha él podría usarlo en su contra y eso no sería nada bueno.

—Estas exagerando

—No lo estoy —estaba serio y algo frustrado, se notaba en su cara que esto lo estaba haciendo enfadar—, lo estas tomando muy a la ligera, Shikamaru.

—¿A qué quieres llegar —por lo general el moreno era muy pacifico, pero esto ya estaba agotándolo— Dime de una vez cual es el maldito problema.

—Escucha, yo no le diré nada a nadie de lo ocurrido. Sería una deshonra— se acercó un poco más al moreno hasta sentarse al frente de él como en un principio—. Tú no pierdes nada, eres un anbu de élite, todo el mundo sabe que tienes éxito en lo que haces.

—¿Y eso qué?

—Temari es la embajadora de la aldea de la Arena, aparte de ser integrante de los anbus también es jefe en grupos especialistas de élite— el moreno todavía no comprendía a qué quería llegar Sasuke con todo esto—. Para que ella pueda estar contigo tiene que dejar todo eso, tú sabes que un anbu no puede renunciar hasta cumplir la edad acordada, en cambio ella es jefa de anbu puede hacer lo que se le de la gana, ¿crees que es justo que ella lo deje todo por ti?

Los ojos del moreno bajaban al suelo, sabía que tarde o tamprano le dirían algo así. Él no quería terminar con el éxito de Temari así como así. Ella era fuerte y conocida en muchos países porque aparte de ser la hermana del Kazekage tenía diferentes cargos que la hacían una Kunoichi muy fuerte.

Él tenía razón, no es justo para ella, ni para nadie.

—En cambio yo —siguió hablando el chico del pelo negro sacando a Shikamaru de sus pensamientos—, estoy dispuesto a dejarlo todo por ella. Yo estoy dispuesto a tomar el cargo de jefe de la armada ninja e irme a la aldea de la Arena.

—Eso es por lo que quieres a Temari —la voz del moreno volvía a ser seca y distante—, solo quieres el puesto de jefe, y como el jefe es Gaara te conviene estar con su hermana.

—Eres bastante listo.

—Eres un bastardo —estaba muy enojado, como jamás lo había estado. La situación no era justa para nadie, pero si había alguien que saldría ilesa de todo sería Temari, él podría salir mal al igual que Sasuke en el peor de los casos, pero ella... ella estaría bien...

—Piensalo —se levantó de la silla y se dirigió a la puerta—, estaré a las 8 de la tarde en la torre.

Dicho esto Sasuke salió sin dejar rastos de él en el pasillo. Era un maldito, sabía exactamente como manipular a la gente, ahora el moreno no estaba en condiciones de contradecirle.

La tarde comenzaba a caer y aún no sabían que hacer o que decir. Estaban los dos, uno en frente del otro.



Observaron con detenimiento la situcación y luego de algunos segundos comenzaron a discutirla. Si le iban con el cuento a los ancianos no conseguirían nada, incluso empeorarían las cosas, pero había una persona que podría comprender. Sin duda esa persona era la más indicada para arreglar este alboroto.

—Creo que deberíamos ir de inmediato —dijo la peli rosa mientras se encaminaba a la puerta—.¡Pero Sakura-chan, no he comido nada! —dijo el rubio mientras la seguía—, debería alimentarme antes de ir.

—No seas idiota esto es más importante —ella tenía la razón, este asunto era mucho más importante que un tazón de ramen.

—Vale, vale.

Ambos salieron rápidamente de la oficina y caminaron a toda velocidad por la aldea.

Lllegaron a la gran torre que estaba en medio de la aldea, subieron las escaleras corriendo y entraron de golpe a la oficina principal.

La mujer rubia de los ojos color miel se levantó de golpe al sentir la entrada bulliciosa del rubio y la chica de los ojos verdes.

—Naruto, Sakura, ¡que diablos hacen aquí! —dijo dandole un golpe a la mesa—, me han dado un susto...


1.- ¿Qué dirá Tsunade?
2.- ¿Qué hará Shikamaru?
3.- ¿Qué dirán Sakura y Naruto?
Los dejo hasta aquí, hasta que tenga tiempo de vovler a escribir y ahora leeré fics! C:

 

Capítulo 13: ¿Encuentro arreglado?

La mujer rubia observó a los dos jóvenes parados mirándola fijamente, algo sucedía, algo de lo que ella no se había enterado; hasta ahora.

—Siéntense.

Fue todo lo que dijo y se sentó en su escritorio nuevamente, en el mismo de donde se había parado del susto anteriormente. Ambos jóvenes se sentaron al frente de ella en dos sillas diferentes.
Ambos se lanzaron miradas cómplices antes de decir alguna palabra.

—Tsudane-sama, seré sincera —la chica de los ojos verdes sacó el habla mientras la rubia se mantenía con ambas manos encima del escritorio—. Shikamaru y Temari se quieren, mucho, pero como ya sabe, ella se suponía que estaba con Sasuke y él quiere obligarla a un matrimonio arreglado.

A todo lo que la chica de los ojos verdes dijo el rubio solo asintió con la cabeza dando a entender que lo que decía su compañera era cierto y estaba totalmente de acuerdo.
La mujer de los ojos color miel se llevó las manos había la boca y bajó la cabeza mientras reflexionaba un poco sobre lo que Sakura le decía.

—La verdad es que no quiero dejar que eso pase, es cierto que tenía mucho aprecio por Sasuke pero… —su voz se cortó por un momento y luego volvió a tomar aire para seguir hablando— yo sé que usted puede detenerlo, no lo hago por él, lo hago por Temari…

La Hokage se mantenía en silencio mirando el escritorio de forma seria y neutral, sin poder despegar su mirada de ahí.
El rubio de los ojos azules comenzaba a aburrirse de esperar la respuesta de la mujer que se mantenía al otro lado del escritorio.

—Escucha anciana, los viejos del consejo quieren el matrimonio Uchiha Sabaku No, ¿comprendes? Con eso el imbécil de Sasuke ya tiene un punto a favor —Naruto observó directamente a la mujer que parecía sumida en sus pensamientos sin escucharlo—. Hey, anciana, ¡¿vas a permitir una injusticia como esa o es que nunca te has enamorado de verdad?!

Los ojos de la Hokage se pegaron en los del chico de los ojos azules el cual se veía bastante enfadado. El rubio se había cruzado de brazos y su mirada había subido hacia el techo dando a entender que estaba indignado.

La chica del pelo rosa no podía creer lo serio que se había puesto su compañero, pero de alguna manera eso hacia las cosas mucho más fáciles.

—Díganle a Temari que quiero hablar con ella —dijo la Hokage mientras levantaba la mirada hacia los jóvenes que aún estaban sentados al otro lado del escritorio—, yo veré este asunto.

El chico de los ojos azules no estaba muy convencido de lo que decía la mujer que estaba en frente. El rubio arqueó las cejas y la observó expectante esperando una explicación de lo que ella haría respecto al tema.

—¡Ve y dile lo que dije! —fue todo lo que dijo con un tono desafiante y una mirada asesina.

—Como diga, su majestad —respondió el rubio mientras se paraba como acto reflejo y agarraba la mano de su compañera para sacarla rápidamente de la habitación.


Caminaba despacio, no quería llegar y verla; ver su rostro iluminado con el brillo de sus ojos verdes azulados. Aún revotaban en su mente las palabras de Sasuke, aquellas egoístas y egocéntricas palabras que lo dejaron entre la espada y la pared. La verdad es que él sabía que ella lo quería de todo corazón, que quería estar con ella, pero más allá de eso, más allá de los sentimientos, más allá de lo que pensaran…estaba ella, estaba su seguridad, su bienestar y su futuro. Él había prometido cuidarla, pero ahora no sabía qué hacer, si cuidar de su futuro como ninja o cuidar de sus sentimientos haciendo que perdiera todo lo demás.

La decisión no era nada fácil.

Estaba llegando al parque, el lugar donde se encontrarían.

Los árboles empezaban a botar sus hojas, avisando que el otoño estaba llegando, las nubes azules acompañaban al sol que estaba más brillante que nunca.

En el costado del parque, cerca de los columpios y sentada en una banca estaba ella. Su cabello rubio brillante se movía con el viento provocando que su flequillo golpeara su cara suave, sus ojos observaban expectantes a una pareja jugando con su pequeño hijo.

De pronto algunos pensamientos le cruzaron por la mente, una familia. Eso sería algo muy complicado para ellos si querían algún tipo de futuro, él era anbu, su vida corría peligro siempre y ella viviría preocupada de como estaría él, esperando a que llegara, cuidando de los niños…eso no sería justo para nadie.

Los ojos de ella volvieron y se fijaron en él, se paró rápidamente y se apresuró a abrazarlo. Él pasó sus manos por su cintura haciendo que ella acomodara su cabeza cerca de su hombro, amoldándose perfectamente en su pecho.

—Temari… —su voz sonaba algo seria al igual que su mirada hacia ella, cosa que a ella le preocupó— necesito decirte algo.

—¿Qué sucede? —dijo esperando a que él le respondiera de forma que nada grave halla pasado

—Quiero que vallamos a la torre principal —no se sentía seguro de lo que decía realmente, pero lo haría, no tenía otra opción—. Iremos y le diremos la verdad a los ancianos, no quiero que se enteren por otros, yo mismo lo haré y les diré que estoy contigo.

Los ojos de la rubia se abrieron asombrado algo dudosos, pero luego de algunos minutos saco una sonrisa y se la dedicó.

Le tomó la mano, lo abrazó muy fuerte y luego lo miró a los ojos.

—Como quieras, vago.

Caminaron de la mano hasta llegar a la torre, entraron en ella y se pararon en frente del ascensor esperando a que llegara abajo.

Los ojos del moreno estaban pegados en la puerta del ascensor y cuando por fin se abrieron sus puertas observó pacientemente a la mujer que tenía a su lado, se notaba algo nerviosa… la soltó para dar un paso hacia adelante, pero cuando ella pudo estar dentro del ascensor él se quedó atrás.

—Se me ha quedado un formulario en la entrada, es sobre trabajo. Lo buscaré y llegaré en seguida, solo espera… —dijo mientras bajaba la vista— estarás bien.

Dicho esto el moreno se dirigió a la entrada y al darse cuenta de que ella ya había subido por el ascensor se encaminó hacia la salida…

Ella iba bastante nerviosa, no sabía cómo sería la reacción de los ancianos al enterarse de todo, pero se sentía segura y ansiosa después de todo.

Salió del ascensor y a paso decidido se encaminó a la habitación. Abrió las puertas grandes de color café que estaban en frente del ascensor, las puertas se abrieron sin más esfuerzo y ella entró lentamente, observó a los tres ancianos que estaban atentos a su llegada.

Para su sorpresa ellos tenían sonrisas en sus caras, quizás sería más fácil conversar del tema con ellos.

De repente una voz y silueta familiar la sumió en presión.

-Te dije que volverías a mí.

Sasuke.

Él estaba aquí, ¿pero por qué? esto era una trampa de él, estaba segura de aquello.

—Pero tú, no puede ser… ¿Dónde está…? —no logró terminar cuando él la interrumpió.

—Él te trajo hasta mí y tú aceptaste, ahora siéntate y diles a ellos que estás contenta de ser mi pareja
—dijo con palabras arrogantes mientras apuntaba a los ancianos.

Bueno, espero que les halla gustadoo, cualquier crítica es bienvenida y toda opinión también.
Les dejo las preguntas:
1.- ¿Qué creen que hará Tsunade?
2.- ¿Está todo arreglado por Shikamaru?
3.- ¿Qué estará pensando Temari?

 

Capítulo 14: El principio del fin.

Él la tomó de la mano y la arrastró hacia el asiento que le correspondía. Ella no pudo hacer nada, aún estaba tratando de asimilar lo que estaba sucediendo: Shikamaru no la había traído a la torre para decirle a los ancianos que la amaba, sino para arreglar su boda con el Uchiha.

Estaba realmente confundida, desconcertada. No podía creerlo ni sabía tampoco que hacer o decir.
Los ancianos la observaron de pies a cabeza mientras se sentaba, fijándose atentamente como Sasuke le tomaba la mano sin que ella se opusiera, ni siquiera estaba en condiciones de decir no.

Después de muchas preguntas que apenas contestó no o sí, (a las que Sasuke había tenido que responder, de manera que ella no quedara como una mujer que no tenía ganas de comprometerse o cómo lo mismo, una chica que no tenía ni siquiera ganas de responder) los ancianos le hicieron la última y definitiva pregunta.

—Dinos, Temari —la anciana llena de arrugas con un peinado tomado y muchas canas le dirigió la mirada fijamente— ¿Cual crees que es la mejor fecha para el matrimonio?

Sintió la presión de la mirada de Sasuke pegada en ella, esperando que dijera la fecha más cuerda y más cercana posible.

Por más que quisiera ayudar a Sasuke no quería decir algo, solo quería irse, a su país, estar sola; lo necesitaba más que nunca, lo necesitaba más de lo que necesitaba a Shikamaru en ese momento.

—Lo siento, Sasuke… —las palabras salieron como un hilo de su boca— no puedo —dirigió la mirada a los ancianos algo arrepentida para luego agregar—, no puedo ni quiero casarme, lo siento.

No dijo ni porque ni como lo había decidido, simplemente lo dijo y ya. Los ancianos no se hicieron de rogar y solo dijeron “no te preocupes, si cambias de opinión hazlo saber” cosa que ella nunca haría.
Se fueron. La verdad es que le daba miedo la reacción de Sasuke, él no les había dicho nada de Shiakamru a los ancianos del consejo, eso lo agradecía, pero lo que ella acababa de hacer no lo dejaría pasar sin más.


—¿Estás loca? —dijo mientras se ponía en pie— si yo no puedo ser jefe de la armada, tú no estarás con él.

—Descuida no estaré con él y ya está decidido que tú eres el próximo jefe de la armada.

Dijo mientras se ponía en pie con la cabeza agachada y avanzaba hacia la puerta para irse.
Antes de que pudiera salir por la puerta grande él la tomó del brazo.

—¿A que te refieres con que ya se eligió el próximo jefe?— preguntó preocupado mientras no le quitaba los ojos de encima a la blonda.

—El próximo jefe eres tú… —sus ojos subieron para observarlo mientras se soltaba de la mano de él— yo le dije a Gaara que eras el más calificado para la tarea. La verdad me sentía culpable por dejarte de esta forma así que le dije que te diera la oportunidad.

—Buena decisión —dijo arrogante mientras la dejaba ir viendo como su silueta desaparecía por la puerta.


Se sentía decepcionada, enojada y muy triste. No podía creer lo que le había hecho, no se lo esperaba de él, nunca se hubiera esperado que él le hiciera algo como eso.

De pronto le dieron ganas de golpear algo, se sentía inútil, estúpida; estúpida por ser tan ingenua, por haber creído en cada una de las palabras de él, por haber creído que él de verdad se quedaría a su lado.
Tomó aire y lanzó un suspiro.

Comenzó a caminar rápidamente hasta donde él estaría, el parque.

Pasó rápidamente por donde había estado hace unas horas, pasó al lado de aquella familia que estaba con sus hijos; que había estado contemplando maravillada, vio como las hojas caían a sus pies.

Lo vio.
De repente se dio cuenta que él ya había percibido su presencia, el moreno se puso en pie y se quedó parado observándola fijamente esperando a que ella le dijera algo.

La rubio solo se acercó de un aventón, alzó la mano y le dio una cachetada de lleno en toda cara a lo que el moreno no dijo nada, solo la observó en silencio, aquellos ojos verdes azulados se habían tornado oscuros y húmedos.

—¿Dijiste que no?

—¡¿Y qué mierda querías que hiciera, que abrazara a Sasuke felizmente y realizáramos una linda unión para el resto de nuestras vidas?! —su voz era desafiante y su mirada, (a pesar de estar muy triste) era asesina.

—Temari, yo lo hice por ti… —el Nara bajó la cara tratando de no verla a los ojos.

—¡Temari nada! —gritó, llamando la atención de algunas personas que pasaban por ahí en ese momento— ¡tú no entiendes, no tenías idea!

La mirada del moreno subió y se dio cuenta que la mirada de Temari ya no era asesina, esta vez se notaba indefensa, algo sola, nunca la había visto tan frágil, ahora se sentía más imbécil que nunca. Se había prometido cuidarla y ahí se encontraba ella, algo desesperara y desamparada y notó como una lágrima solitaria caía por su mejilla.
Se maldijo por hacerla llorar.

—Tú no sabías… no sabías lo mucho que te amaba, no sabías cuantas cosas estaba dispuesta a darte, no sabías que a tu lado me sentía alegre… —dejó de hablar por un momento para dar un sollozo y luego subir nuevamente la mirada— ¡tú no sabes nada! Me dejaste sola, sola con todo por delante, me dejaste de la misma forma como lo hiciste hace años atrás cuando esperé a que me detuvieras y no me dejarás ir…

Shiakamaru estaba lastimado, tanto como ella. Estaba triste por él, por ella; por ambos.

—Temari, yo nunca quise…

Cuando subió su mirada se dio cuenta que la rubia se había llevado una mano a la boca en señal de no soportar más, de querer dejarlo todo e irse.

—A tu lado me sentía segura, capaz de todo, capaz de enfrentar cualquier cosa que se me levantara por delante. Me sentía con toda la fuerza necesaria para enfrentar a Sasuke y a cualquier otro que se interpusiera —.Su voz de a poco se quebró entre sollozos.

Él acercó su mano a su cara intentando consolarla, pero ella la apartó inmediatamente y dio dos pasos atrás, dando a entender que no quería ni siquiera que la tocara.

—Temari, escucha —se había cabreado, ella estaba siendo egoísta, sabía que no llegaría a nada, pero de todas formas necesitaba decírselo—, mi forma de ganarme la vida es complicada, no quiero que vivas pensando si me sucedió algo o no. No quiero que mi pesar se convierta en el tuyo, no quiero que mis problemas se transformen en tu dolor. No quiero decepcionarte por no poder ser lo suficientemente fuerte como ahora. No quiero que mi fracaso se transforme en una carga para ti, quiero que tengas a alguien de alto rango, absolutamente todo, lo hago por ti…

La rubia no quería escucharlo en absoluto y ni siquiera cambio su cara de enojo hacia él, solo se limitó a observarlo de manera fría y distante, pero el moreno no soportó más y la tomó de los brazos bruscamente, su cara denotaba frustración y enojo, algo que a la rubia la intimidó por un momento, nunca antes él la había intimidado.

—¡Tú eres la que no entiende que cada una de todas las cosas que hice, lo hice para cuidarte, porque te amo —, realmente estaba furioso— no entiendes nada!

Dicho esto el moreno solo bajó la mirada y se dio la vuelta caminando hacia quién sabe dónde. Temari observó cómo su silueta desaparecía a medida que iba avanzando y una lágrima cayó por su mejilla.


Bueno lo dejo hasta aquí por que soy mala jejeje (6)
Espero que les halla gustado y me den su opinión ^^ toda crítica es bienvenida e.e
1.- ¿Qué pasará con Shikamaru?
2.- ¿Qué hará Temari?
3.- ¿Cómo creen que terminará todo?

 

Capítulo 15: Conversaciones importantes.

Estaba parada, sola.

De pronto el parque había quedado vacío, él ya no estaba y todos se habían ido dejándola a ella con la soledad. Se pasó la mano por la mejilla para secarse la lágrima que minutos antes había caído de sus ojos.

Se dio la vuelta para encaminarse al hotel donde se hospedaba, caminó algunos segundos por el parque en completo silencio. De repente levantó la vista y vio que hacia ella se dirigían Sakura y Naruto a toda prisa.

Rápidamente se pasó la mano bruscamente por la cara he hico un gesto de saludo hacia los dos chicos que se aproximaban a ella.

—Temari-san, Tsunade quiere verte —dijo la chica del pelo rosa tomando aire.

—Ya sabes, quiere hablar del tema de Shikamaru —la voz del rubio sonaba despreocupada, restándole importancia. Estaba con las manos juntas en la cabeza mirando hacia otro lado—. No es que me meta, pero deberías ir y decirle que haces lo correcto.

La rubia bajó la cabeza, agradecía el gesto de sus amigos y compañeros, pero ya no sabía si le hacía falta o no. Trató de esconder lo decaída que se sentía y solo dio una sonrisa de medio lado.

—Iré ahora mismo.

No dijo ni una sola palabra más y desapareció de la vista del par de jóvenes mientras ellos la observaban caminar.


Ambos se dirigieron pensativos a la oficina de Sakura. Temari no se veía bien, pero de todas maneras sabía que Tsunade sabría qué hacer en el caso de que las cosas no fueran bien.

Entraron en la habitación y se sentaron, sin decir nada, estaban cansados; habían estado el día entero caminando por la aldea buscando a Temari, yendo de un lado a otro sin parar.
La puerta se abrió lentamente y al ver quién se aparecía por la puerta ambos chicos se pararon de sus asientos. Venía como siempre, serio y frío, sin mostrar sentimiento alguno o alguna expresión.

—¡¿Qué quieres tú ahora?! —gritó eufórico Naruto mientras lo apuntaba con el dedo.

—Simplemente vengo a decirle a Sakura que lamento haberla puesto en medio, eso es todo

Los ojos de la chica del pelo rosa estaban asombrados, él estaba normal, despreocupado y su voz sonaba como si le estuviera restándole importancia a lo que decía.

—¿Y qué pasó? —Sakura se preguntaba eso en su mente una y otra vez al igual que Naruto.

—Ya no hay ningún tipo de relación entre Temari y yo, aunque le dijo a los ancianos que no quería un matrimonio ella convenció a Gaara para que yo fuera el jefe de la armada, como ves, de todas maneras terminé siendo el triunfador— su voz era arrogante, a pesar de que estaba pidiendo disculpas, no tenía ni la intención ni el querer hacerlo.

El rubio observó con furia al que un día fue su compañero de equipo, queriendo darle con puños, pero no lo hizo, trago saliva, dio un suspiro y se volvió para mirarlo de frente.

—No, Sasuke, tú no eres ningún triunfador

—Naruto… —Sakura no sabía a qué se refería ni que quería lograr con una disputa con Sasuke ahora.

—Eso es lo que tú piensas —Sasuke observó por encima del hombro a Naruto sin darle la mínima atención.

—Tú serás un triunfador cuando el egoísmo no limite tu capacidad de amar. Cuando confíes en ti mismo,
aunque todos duden de ti y dejes de preocuparte por el que dirán. Cuando sepas distinguir una sonrisa de una burla, y prefieras la lucha que la falsa victoria, como la que tienes ahora. Cuando actúes por los demás y no solo por ti. Cuando puedas ser pobre sin perder tu riqueza y ser rico sin perder tu humildad. Cuando sepas perdonar de la misma estúpida y despreocupada manera como ahora te disculpas. Cuando camines frente a los demás sin olvidar que son personas iguales que tú. Cuando enfrentes tu errores tranquilamente como enfrentas tus aciertos. Cuando dejes de buscar la respuesta en las cosas que te rodean, sino en tu corazón. Cuando aceptes tus errores, cuando no pierdas la calma, entonces y sólo entonces… ¡Serás un triunfador!, ¡Antes jamás!

El chico del pelo negro ni dijo ni una sola palabra a pesar de que estaba muy sombrado del comportamiento del rubio, no sabía cuándo se había vuelto tan maduro. Se dio la media vuelta sin siquiera hacer una mueca y cerró la puerta lenta y silenciosamente.

La mujer del pelo rosa que estaba igual de asombrada que Sasuke no sabía qué hacer ni decir, estaba atónita.

—Naruto… a mí no se me hubiera ocurrido todo eso —dijo mientras lo tomaba del hombro.

—Jeje, lo saqué de un libro, pero he estado bien, ¡de verás! —se cruzó las manos por encima de la cabeza y le dio una gran sonrisa a su compañera.

—Ya sabía yo que tú no cambias —dijo mientras se sentaba de golpe en el sillón—, de todas formas, gracias, Naruto.

Ella le concedió una sonrisa a su compañero que, a pesar de ser un tonto, le había apoyado en todo este embrollo.

Caminaba lentamente sin poder sacarse de la mente la cara del moreno al decirle de golpe aquellas palabras que le habían llegado como un balde de agua fría: “¡Tú eres la que no entiende que cada una de todas las cosas que hice, lo hice para cuidarte, porque te amo!

Esas palabras rebotaban en su mente una y otra vez. Tenía algo de rabia, pero se sentía culpable, culpable por haberle echado toda la culpa sin escuchar su historia, no sabía qué hacer ni sentir, menos ahora que estaba sola.

Caminó sin ánimos de nada y menos quería oír los reclamos de la Hokage por armar la revuelta y hacer lo indebido.

Entró con paso lento a la torre sin querer entrar en aquella habitación, no sabía que le dirían, pero tenía que asumir lo que fuera que viniera así que tomó aire de donde pudo y dio un paso adelante abriendo la puerta de la oficina.
La mujer rubia de los ojos color miel estaba sentada observándola secamente, como si estuviera esperando a que pasara por la puerta.

—Escucha, temari… —dijo Tsunade mirándola fijamente— eres libre.

—¿Disculpe?

Al parecer la rubia no comprendía a que se refería la mujer, estaba algo confundida, cansada y algo deprimida.

—Ya te lo dije, eres libre. La libertad es un regalo y hoy quiero compartirla contigo, decide lo que quieras hacer con tu vida sin remordimientos— la voz de la mujer sonaba segura y directa—, aquí yo soy la ley, y no te impediré nada ni dejaré que alguien te impida.

—Gracias, Tsunade-sama- bajó la mirada y luego volvió a subirla para dirigirse a ella—. Ya tengo una decisión...

Bien lo dejo hasta aquí, espero que les guste
1.- ¿Qué les pareció el discurso de Naruto?
2.- ¿Cuál es la decisión de Temari?
3. ¿Que hara Shikamaru y donde estara?
4.¿ Alguna parte favorita o estoy muy latera?
jaajajaj Bueno y por ultimo, el discurso de Naruto esta guiado en realidad por un libro, pero solo algunas palabras jejej :B

 

Bueno es triste traerles el final, per que le vamos a hacer aqui va....

Capítulo 16: ¿Cual es mi verdadera felicidad?


La mujer de la gran delantera miró a la blonda seriamente esperando a que ella le dijera su decisión, la cual, ella ya sabía o creía que era.

—Me iré, Tsunade-sama —dijo mientras observaba por la ventana—. Pero esta vez me iré a otro país a ejercer otro tipo de tareas, necesito conocer más y salir de lo común por un tiempo.

—Está bien, Temari —dijo la mujer mientras se apoyaba con los brazos en la mesa—, si eso es lo que quieres, puedes hacerlo. Eres libre ahora de hacer lo que quieras con tu vida, nadie dirá nada.


El moreno caminó lento, como si de ir al parque se tratase.
No tenía ninguna intención de ir donde aquella mujer y menos para hablar de misiones. Lo único que quería era irse, a su casa, a su habitación, a su cama, dormir y dormir y dormir. No quería seguir pensando en ella y en toda la pelea que habían tenido.

Sin duda nunca habían peleado así, nunca… hasta ahora.
Entró despacio, derrotado y afligido.

—Valla, un poco más y voy yo misma a buscarte por toda la aldea —dijo la mujer de los ojos color miel mientras se paraba de su asiento—, no me meteré en tus asuntos personales, pero creo que por ser uno de los más cercanos y de los mejores chuunin deberías dejar a la ex embajadora en la entrada.

Aquellas palabras retumbaron en su mente como un balde de agua fría. ¿Se iría? ¿Tan de repente?, sin duda esa idea no le agradaba, pero ya no había más que conversar al respecto, ya todo había pasado y él, no haría nada. Nada en absoluto.

—Hay un montón de chuunin de los mejores y muy cercanos a la embajadora —su voz era directa y fría, muy extraño en él—, pídeselo a uno de ellos. Hoy tengo libre.


El moreno salió de la oficina directo a su casa, no quería saber nada más y se dirigio a su casa.

No quería verla irse, no quería perderla una vez más, sabiendo que la última vez él la había dejado ir y esta vez no sería distinta, pero aun así, no haría nada. Solo quería que ella estuviera bien.

Entró en la casa y lo primero que vio fue una carta debajo de la puerta, reconoció la letra en seguida así que sin decir una palabra se dirigió a la habitación y se dispuso a leerla.

"Shikamaru, la verdad creo que fui dura contigo, lo siento.


Solo te escribí porque pensé que al menos pensé que debía decir adiós. Estoy a punto de irme a un lugar lejano en donde no estás, me pregunto qué tan feliz puede ser un mundo sin ti, y para ti en un mundo sin mí… me pregunto cuan feliz serás. ¿Qué puede ser la verdadera felicidad? La felicidad que no quiero perder, eres tú. Pero sé lo difícil que era para ti estar con Sabaku No Temari. Así que he decidido irme.


¿Cuándo regresaré? No creo que pueda decir cuando… pero definitivamente volveré. Y si para ese entonces, tú felicidad soy yo y mi felicidad eres tú, entonces, te encontraré de nuevo. Como si te hubiera visto por primera vez.


Se despide, Temari."


¿Está bien dejarla ir así como así?

La pregunta se la hacia él mismo una y otra vez. La verdad no sabía exactamente que quería, si quería verla irse o la retendría. Cualquiera de las dos era complicada.



Llevaba una caminata lenta, como si apresurarse fuera lo último que quisiera. Tenía la mirada fija en el suelo, no quería mirar no la gran puerta de la entrada ni a nadie mirando como dejaba la aldea.
Simplemente veía sus pies y sus piernas. Estaba cansada, de todo, de todo lo que estaba ocurriendo, solo quería llegar rápido a su destino para quedar tranquila. Para sentir como se sacaba un peso de encima.
Observaba como avanzaba en el camino, hasta que… hasta que ya no eran solo sus pies lo que observaba, observaba otros. Unos que estaban exactamente en frente de ella, no quería levantar la vista, fuera quien fuera, no quería verle antes de irse. A nadie.

Pero tuvo que hacerlo. Casi por instinto.

Subió la mirada lentamente hasta tomarse con los ojos negros y su respiración agitada. Notaba cansancio y nerviosismo, las dos cosas al mismo tiempo.

—¿Qué haces aquí? —no sabía que más decir, fueron las primeras palabras que se le vinieron a la boca y sin pensarlo lo dijo.

—¡Oye, tú! —su voz era firme, ronca y sonaba como si de regañarla se tratase—. ¿A dónde crees que vas sin mi permiso? —mantuvo sus ojos firmes a los de ella, sin quitarle la vista de encima y afirmando más la voz.

—¿Qué? —estaba estupefacta, nunca se lo imaginó hablándole así y menos a ella, ahora si comenzaba a irritarse.

—¡No te vayas! —Fue todo lo que dijo mientras observaba como la cara de la rubia cambiaba rápidamente— He pensado un poco. Y no puedo dejarte ir así. En un mundo sin ti, no puedo ser feliz. Así que… no te vayas.

—¡Oye, vago estúpido! —subió la voz de tono, después de todo ella siempre tenía que hablar más firme que él. Así debía ser— ¿Crees que me voy cuando dices “vete” y vengo cuando dices “ven”? ¿Acaso soy yo esa clase de chica?

—Tsk, entonces te estás haciendo de rogar, ¿eh? —No, no iba a dejar que ella lo sobrepasara— entonces si quieres ir, solo inténtalo.

—¿Crees que no puedo?

Intento seguir caminando, pero él se lo impidió expandiendo sus manos para retenerla.

—Muévete —le ordenó la rubia, pero él solo la tomó de las muñecas mientras algunos aldeanos los observaban con detenimiento—. Suéltame.

—No puedo hacer eso en lo absoluto —sus ojos no se despegaron de ella en ningún momento—. A partir de ahora, no te volveré a soltar. Quieras o no.

Una pequeña sonrisa salió de la boca de Temari. Estaba feliz, casi tan feliz como cuando lo había vuelto a ver. Pero no se iba a dejar mandar por él tan fácilmente.

—Suéltame —esperaba su reacción, pero él solo mantenía sus ojos en su cara, sin decir ni objetar nada. Hizo un gesto de decepción y luego le habló bajando el tono— Ahora se supone que es cuando me agarras por la fuerza sobre tus hombros…

Una sonrisa salió de la cara del Nara, sin duda ella nunca dejaría de sorprenderlo.

—Eres una problemática.

Dicho esto, no hacía falta ninguna palabra más. Solo quedaba ese beso, tan anhelado por los dos, ese que ahora los uniría y no los volvería a separar.


Bueno espero que me den su opinion, si les gusta o no el final que le di ;D
Espero que les halla gustado!