Long-fic Volver a Confiar (kagXinu)

Re: Volver a Confiar (kagXinu)

Hola, gracias por sus post! kagXinu, seguiré tu consejo, nop quiero que se les haga un fastidio leer mi Fic, asi que sin más.. Aquí les va la conti!....

Capitulo 4: Inuyasha.

Ya habían pasado algunas semanas desde que tuve ese "enfrentamiento" con el idiota de Sesshomaru, ya no trabajaba allí por que el muy canalla me despidió, lo que para mí fué todo un alivio, Sango se molestó mucho conmigo por dejarme sabotear por el peliplateado arrogante, pero yo solo no le hacía caso, de todas maneras, ya estaba cansada de tanto trabajo.
-Kagome vístete rápido, acuerdate que hoy vamos a conocer a los amigos de Miroku!- exclamó Sango.
-¿Y desde cuando tanto interés por saber con quién se junta Miroku?
-Bueno, que cuando Miroku dice "amigos" en verdad quiere decir "amigas"- musitó un tanto enfadada Sango.

FLASH BACK:

Luego de que salí del edificio del pedante de Sesshomaru, me encontré a Sango dandole la espalda a Miroku, quien lucía una marca en su rostro, ya era obvio saber que esa marca era la de la mano de Sango.
-¡Es usted un pervertido!- añadió Sango sin mirar al joven de rostro colorado.
-Sanguito me malinterpretas! Yo solo quería quitarte una pelusita...
-Sí claro, eres un desvergonzado.

Estaban tan concentrados en su discución, que no se percataron de que yo ya me había montado en el auto. Allíb estaba yo, asustada de lo que podría hacerme Sesshomaru, cuando escuché a Miroku decir que la llevaría a conocer a unos amigos. Sango no quería ir al principio, pero con la cara de cachorrito abondadonado de Miroku aceptó.

END THE FLASH BACK.

Busqué en mi armario alguna prenda con la que vestirme para la ocación, tenía rato buscando, hasta que me desidí por un hermoso vestido negro con escote, me llegaba unos 3 dedos debajo de las rodillas, solté mi cabello, apenas me puse un poco de maquillaje y un simple brillo en los labios, unos tacones no muy altos y me alisté a salir con Sango, quien llevaba un vestido un poco mas cubierto que el mío, color carnecí y una coleta alta, con unos tacones un poco mas altos que los míos.
Miroku dijo que nos pasaría buscando, y así fue, nos montamos en su mustang color verde y partimos hacia un restaurante no muy lejos del apartamento.
Miroku y Sango estaban delante tomandose de las manos y diciendose lindas palabras entre susurros, yo iba detrás de ellos observando por la ventana la cantidad de luces que desprendía la hermosa ciudad de Tokyo, hace semanas no dejaba de pensar en aquel muchacho que me alzó en sus brazos y me sacó de la boca del lobo por así decirlo, me había esforzado por encontrarlo durante todo este tiempo, pero lo único que había logrado saber era que el tenía ojos hermosos y dorados, y eso era por que yo los había visto.

-¡Llegamos!- anunció Miroku.
Esto me había sacado de mis pensamientos. ¿Cómo lo encontraré?, cuando lo vea, ¿sabré que es él? ¿Me recordará?.. Ah, las dudas empezaban a llenar mi cabeza, provocando en ella un leve dolor.
El mesero nos había señalado nuestra mesa, que tenía 6 sillas, por lo que la mesa era bastante amplia, y estaba en una de las esquínas. Pasamos 5 minutos allí, los cuales a mi me parecieron una eternidad, Sango y Miroku no paraban de hacerse piropos y darse besos. ¿Por qué estaban así? Y justo delante de ella, que estaba sola ahora.
-¡Hola Miroku!- se escuchó una voz´.
-¡Hola Houjo!- saludó Miroku dandole la mano mientras este se sentaba, por alguna extraña razón este no dejaba de mirarme con lijuria, lo cual me incomodó.
-¿Hay algún problema?- pregunté nerviosa por la mirada del joven.
-¿Ah, Qué?, disculpa, mi nombre es Houjo Tokedo.- expresó el chico besando mi mano.
-Mucho gusto Houjo- saludé ocultando mi nerviosismo hacia aquel muchacho que no dejaba de mirar mis pechos.
-Hey Miroku!- saludó un joven de cabellos negros grisaceos amarrados a una cola alta. -¿Que no vas a saludar?.
-Koga! vinistes al fín, ya me extrañaba que llegaras tarde.
-Lo que pasda es que tuve que resolver unos pro... Hola dulsura!- dijo mirandome y tomando mi mano para besarla.
-Mi nombre es Koga Wolf- musitó sin siquiera dejar mi mano.
Por algúna razón, en esa reunion el cebtro de la atención parecía ser yo. Lo que me incomodaba ya que nunca me gustó tanta atención.
-He Lobito! dejala en paz! ¿No ves que la asustas?- interfirió de modo burlón un joven de cabellos largos platibados y de piel blanca.
-No molestes bestia- musitó el moreno ante el comentario del joven que ahora estaba parado frente de el con una mirada oculta, debido a una gorra que traía puesta.
-Ya ya muchachos, no hay por que pelear- salío Miroku tratando de parar el enfrentamiento.
-¡Tú no te metas libinoso!- gritaron al unisono.
Estaban armando un espectáculo, por lo que desidí parar la plea.
-Ok ya basta, no tienen que armar un escándalo.- dije molesta.
-Deberían de hacerle caso..- bufó Miroku en un intento de apoyarme, pero fué atacado por las miradas asesinas de Koga y el joven con quien peleaba.No me quedó otra opción mas que tomar al joven Koga por la muñeca y sentarlo. Al ver esto, el peliplateado se sentó dejando salir un -¡Keh!.
Lo que fé el resto de la cena fué muy tranquila, solo una que otra mirada con lujuria por parte de Houjo, las repentinas declaraciónes de el joven Koga y los bufidos del joven cuyo nombre no sabía.
-Oye, ¿cual es tu nombre?- pregunté al joven de cabellos platinados.
-Keh! ¿Para que quieres saberlo?
-Vamos, no seas grosero con la señorita y dile tu nombre.- reprochó Miroku en tono de burla.
-Oye bestia.. ¿Por que no te quitas esa estúpida gorra?- dijo Koga.
-Keh! no molesten..
-¡Vamos! Quitatela- animaba Houjo.
El joven poco a poco se quitó la gorra, dejando al descubierto su brillante flequillo plateado, su cabello ciertamente era de un color extraño, nada común, la única persona que conocía con ese característico color de cabello era a Sesshomaru. Tal vez, ¿Eran familia, parientes quizás?. No, no podía ser, era totalmente improbable, en los 3 años de casados que tuvo con Sesshomaru nunca olló hablar de un hermano o primo, su madre siempre afirmó que era hijo único.
-¿Te pasa algo Kagome?- preguntó Sango.
-El.. ¿Miroku cual es su nombre?- musité refiriendome al joven de cabellos plateados.
-Bien bien, ya basta. Mi nombre es Inuyasha.- recalcó el joven dirijiendome la mirada, en ese momento me percaté del color de sus ojos, dorados como el sol. De un momento a otro me sentí volar en su mirada, en esos ojos tan apasionantes y llenos de triztesa a la vez.. ¿Habrá sido el el joven que la rescató? Y si era el.. ¿Por que no la había reconocido?
¡Quién era Inuyasha realmente?

Hola! bueno, hasta a qui les dejo la conti! espero que les guste, les avisare cuando ponga la proxima conti!
Adiosito!

 

Re: Volver a Confiar (kagXinu)

Capitulo 5:

La velada transcurrió en risas y carcajadas, Miroku recibió un par de buenas cachetadas fruto de coquetear con la mesera, Houjo y Inuyasha jugaban como dos niños pequeños a quién comia más, y Kouga se la pasó toda la noche conversando conmigo, en fín, no hubo problemas. Ya era tarde, por lo que debía irme a casa a dormir, mañana empezaría a buscar un empleo, no podía quedarme con Sango toda mi vida, asi que me excusé y me levanté de la mesa, no sin antes despedirme; El jóven Kouga se ofreció a llevarme, pero yo no estaba muy a gusto con él, por lo que desidí que me iría sola, no estaba segura de cuando Sango saldría de ese restaurant, ella estaba pasandola en grande, y Miroku se encontraba coqueteandole a cuanta mujer y mesera se le pasaran por el frente.
-Es un auténtico mujeriego- musité para mi mísma.
Salí del lugar, y me senté en la acera, la verdad, es que la conmosión que sentía en ese momento me carcomía por completo.
¿Quien era ese jóven de maravillosos ojos dorados, y por qué no me quería rebelar su nombre?
-Se parece tanto a Sesshomaru- agregué.
-¡Pero que te pasa Kagome. Nos prometímos no volver a mencionar ese nombre!- resonó en mi cabeza una diminuta vocesita.
-¿Y tú quién eres?- respondí.
-Soy tu conciencia. ¿Quién más podría ser eh?
-Pues no sé, jamás te había escuchado.
-Claro que si me haz escuchado, yo soy quién te dice cuando algo está bien o mal.
-Y dime. ¿El es el muchacho que me rescató?
-Hey hey.. Mas despácio. Yo no tengo las respuestas a todo ¿sabes?
-Está bien, lo siento, es que la duda me está matando.
-Niña, yo solo estoy aquí para aconsejarte, no creo que el pueda ser, pero si tu lo crees por sobre todas las cosas, debes luchar para saber la verdad, solo tú puedes hallar la repuesta a tus dudas.
-Gracias vocesita. Eres muy buena.
-Lo sé..- dicho estó la voz se fué, dejandome con la enorme duda.
Pasé alli un largo rato, creo que fuéron unas cuántas horas, la calle estaba completamente sola, no había ni un alma, solo penúmbras acompañada de una sospechosa neblína.
-Eh Kagome! ¿No te haz ido? ¿Cuanto tiempo llevas allí sentada?- gritó Houjo desde la entrada del restaurant.
-Ah, ya voy! esperenme!- todos nos subimos al auto de Miroku, había mucho espácio, por lo que entramos todos facilmente. Adelante estaban Miroku conduciendo, Sango en el asiento del copiloto acompañada por Houjo, y detrás para mi suerte estaban Kouga e Inuyasha, ambos a cada lado mío.
-Hola Kagome. ¿Tienes frío?- dijo Kouga con un tono un tanto seductor, pero sin embargo no funcionaba conmigo.
-No gracias jóven Kouga.- dije en tono un tanto nerviósa por la mirada que aquél jóven me brindába.
-¿Segura? si lo deseas puedo prestarme mi chaqueta, está haciendo mucho frío la verdad.
-Ya te díjo que no lobucho. ¿Por qué no la dejas en paz de una vez? Que no ves que no le importas en lo más mínimo!- recalcó Inuyasha con un tono un tanto molésto.
-Chucho insolénte. ¿Y atí que te importa? ¿Qué acaso te gusta Kagome apestóso?
-Cállate!!
Era increíble, esos dos peleando por mí cuando ni siquiera me conocían, aunque era lindo ver a dos hombres obviamente apuestos peleando por tí, pero igual era algo malo, podía parar en algo grave.
Definitivamente, no volvería a salir con ningúno de los dos, y si lo hacía, me aseguraría de que estuviesen a kilómetros de distancia uno del otro.
-Oye Miroku. ¿No tienes miedo de que se caigan a golpe esos dos aquí?- pregunté a Miroku en modo de susurro.
-No te preocúpes Kagome, esos dos se han peleado desde que tengo memoria, Pero nunca llegan a los gólpes.- aseguró Sango, lo que me hizo sentir mas tranquila.
Estábamos en la vía, todavía faltaba para llegar al apartamento, cuando el auto de Miroku empezó a fallar, por lo que túvo que estacionar, al parecer se desprendió uno de los cables que pasan electricidad al motor, y por si fuese poco, la batería murió por así decirlo.
Miroku estacionó en una estación de gasolina, la cual trabajaba las 24 horas, asi que mientras Miroku con la ayuda de Houjo y unos mecánicos que hallí se encontraban, nosotros, oséa Sango Kouga Inuyasha y yo nos sentamos en la acera a hablar y a quejarnos del sueño y el frío.
-Maldición, ese Miroku es un total idióta. pero que estupidéz estacionarnos en este sitio tan peligróso.- masculló Inuyasha con cara de pocos amigos.
-Por que perro apestóso. ¿Tienes miedo de que te roben?- reprochó Kouga en tono burlón.
-¡Kouga!- llamé su atención.
Koga inmediatamente se paró impulsado a tomar mis manos con su rostro muy cerca del mío.
-Que pása bella Kagome ¿Ya tienes frío, te doy mi chaqueta?
-No es necesario jóven Kouga...- confesé con verguenza. (con una típica gotita ánime)
Kouga solo se acercó a mi róstro más y más, casi en un roze de lábios, yo estaba congelada, y jústo antes de que pudiese besar mis lábios Inuyasha lo empujó, callendo al suelo.
-¿Qué no entiendes idióta?- masculló el peliplateado enfurecído.
-¿Qué es lo que te molesta bestia?. ¿Qué Kagome halla querído besarme tanto como yo a ella?
-Te estás aprobechando de Kagome, miseráble, voy a hacerte pedazos si vuelves a ponerle un dedo encíma!
Inuyasha estába que explotaba, estaba furióso, Sango solo veía la escena, sorprendída, según ella Inuyasha solo reaccionaba así cuando alguien se le acercaba a su ex novia Kikyo.
-¿Kikyo?- dudé.
-Si, Kikyo era la antigua novia de Inuyasha, en la secundaria, el no dejaba que nadie se le hacercase, nisiquiera sus amigos, tanto que ella se artó y le cortó. Fué hace poco que se la encontró con un joven muy guapo la verdad.- aseguró Sango perdida en el recuerdo de ese sujeto.
-Amiga, creo que el estar con Miroku te está haciendo daño.- aseguré.
-Si, pero volviendo al tema, Inuyasha no solo se volvió muy celoso, si no que no se fijó en ninguna otra mujer. De eso ya 3 años amiga.
Continuará....

Bueno.. hasta aquí les dejo la conti!! espero que les guste!! perdónen la tardanza!!
Besitos su amiga
KaguraANNA::_ AnnaKagome.

 

Re: Volver a Confiar (kagXinu)

HoLa a todas! Perdonen por no haber puesto conti antes, ya aLguna de ustedes saben eL por qué, de antemano agradezco a todo aqueL que postee, me dan fuerzas y entusiasmo para seguir adelante! *La primera cursiLeria deL dia* bueno, alLi Les va!




Capitulo 6: Recuerdos incesables.
¿A Inuyasha lo dejó su novia del Instituto? No puedo creerlo, es decir, Inuyasha podrá ser un grosero, altanero, idiota malhumorado, busca pleitos y un insocial, pero no por eso deja de ser un jóven muy guapo, el es alto, con un porte masculino que volvería loca a cualquier mujer en la faz de la tierra, con esos hermosos y profundos ojos dorados y ese largo cabello platinado, su muy bien formado cuerpo de hombre y esa voz tan hermosa que posee… Es simplemente perfecto.
¿Pero qué estoy diciendo? Inuyasha es un jóven rebelde y desatento, no volveré a meterme con ese tipo de hombres, ya tuve suficiente con estar casada con don orgulloso. Sesshomaru era exactamente como Inuyasha cuando yo lo conocí. Rebelde y libre de hacer lo que se le plazca, con los mismos ojos, esa misma mirada orgullosa, ese porte masculino que me volvió arena en sus pies, ajena a cualquier otro hombre, tanto así me tuvo comiendo de la palma de su mano que terminé por casarme con él.
Todavía me acuerdo cuando por un accidente tropecé con aquél hombre…
FLASH BACK:
Para ese entonces yo estaba en el instituto, estudiaba periodismo en el último año de la carrera, corría si cesar a mi próxima clase, si me retardaba me anotarían en la carpeta, y yo no quería eso, así que me apuré a llegar al salón 023 para comenzar la clase, pero no me di cuenta por dónde iba, por lo que no tarde mucho en tropezar con un jóven alto de cabellos plateados.
Enseguida caí al suelo, de hecho me di duro contra este, en cambio el muchacho no se movió ni un centímetro. ¿Cómo era posible que yo fuese la única que me hiciera daño?
-Deberías de ver por dónde vas- resonó una voz grave en el pasillo.
-Lo siento mucho. Es que estoy retrasada para mi clase… De hecho, ya es muy tarde.- musité con desilusión.
Pasaron los segundos y yo seguía allí sentada en el suelo, de todos modos ya era tarde y el profesor con el que veía clases era muy estricto. No iba a dejarme pasar después de un retardo. Mientras que él sólo estaba allí frente de mi mirándome, como preguntándose algo, siguieron pasando los minutos, los cuales me parecían eternos, los pasillos estaban solos, estábamos él y yo en la soledad de pasillos vacíos.
-¿Vas a pararte? ¿O te quedarás allí sentada toda la mañana?- dijo con un tono muy tranquilo.
El extendió su mano y me ayudó a levantarme, era muy alto, de piel blanca, tenia brazos fuertes, no le costó en lo más mínimo levantarme del suelo usando nada más que su brazo izquierdo. Las facciones de su rostro eran finas, jamás en mi vida había estado en presencia de alguien tan hermoso como lo era aquél jóven arrogante.
-Kagome. Me llamo Kagome Higurashi.-
- Sesshomaru Taisho. ¿Qué hacías corriendo como loca por los pasillos?
-Es que… Estudio periodismo y la verdad es que se me había hecho tarde para recibir mi clase, así que corrí.- musité en un tono divertido.
Él sólo mantenía su expresión seria, nunca lo vi expresar alguna emoción que no fuese molestia o superioridad. Jamás vi a Sesshomaru sonreír como una persona normal, supongo que no era feliz a mi lado, supongo que solo me usaba como a un objeto, un objeto que al volverse viejo era necesario cambiar, como lo hizo conmigo.
-Saldremos de aquí. ¿A dónde deseas ir?- Me preguntó sin mirarme.
-¿Salir? ¿A dónde saldremos? No nos dejarán salir, nos detendrán.
- Depende de ti a donde saldremos. Además, no será un problema salir, yo hago lo que se me plazca.
Debí haberme negado, debí decirle que no desde el primer momento, pero era una adolescente tonta, estaba perdida en su mirada, absuelta a lo que me pidiera, me sentía bien a su lado, tal vez ese fue mi error, irme con él, la primera de muchas aventuras juntos, no pude negarme.
Fuimos a la plaza, no quedaba muy lejos del instituto, Sesshomaru evadió a los porteros y salimos sin problema, yo no solía hacer esas cosas, tal vez su intrepidez fue lo que me enganchó a él, no podía dejar de mirarlo, y el no dejaba de mirarme tampoco, caminamos sin rumbo, observando los árboles, el clima era un tanto nublado, no tardo mucho en llover, hablamos de muchas cosas, el era dos años mayor que yo, pero no importó en lo más mínimo, estábamos tan a gusto que no nos dimos cuenta de que estábamos debajo de la lluvia, me cubrió con su chaqueta, estábamos tomados de la mano, fue instantáneo, sólo una mirada rápida seguida de un delicado rose de labios, de sus manos tomando mi rostro profundizando el beso, fue largo, nos separamos por falta de aire, yo solo respiraba con dificultad, ese había sido mi primer beso, robado por un muchacho al que conocía hace unas cuantas horas, pero fue maravilloso, el mejor contacto.
Yo estaba totalmente sonrojada, parecía familiar de un tomate, no podía dejar de tocar mis húmedos labios, estaba perdida en la magia del momento, no podía creer lo que acababa de hacer. En cambio él me miraba con aquel fuego en sus ojos, tomó de nuevo mi mano y empezó a caminar acercándose a mí. Solo me basta decir que parecíamos novios.
Luego de dejarme en casa el desapareció durante unas semanas, me sentía como una estúpida, estaba avergonzada de lo que había hecho. ¿Besarme con un extraño en medio de la lluvia? Genial, era fantástico. De la forma horrible.
Estaba en La última de mis clases, después de ese dia me iría de viaje al extranjero, así que no tenía muchas esperanzas de volverlo a ver, pero para mi sorpresa, el me vio primero.
-¿Quieres salir?- fue Lo primero que me dijo, no hubo un “hola” o un “¿te encuentras bien?” solo hubo silencio y un abrazo por parte de él. Y eso fue lo que pasó en nuestro reencuentro, fuimos a comer un helado y a caminar sin rumbo, como en nuestra “primera cita”, si eso que tuvimos la primera vez fue una cita, claro…
El me pidió ser su novia, yo estaba súper feliz, la verdad es que era muy guapo, y el que se interesara en mi era una sorpresa. Poco después me dijo que era hijo de un famoso empresario, y que el instituto en el que estudiaba le pertenecía a su padre. Fue un noviazgo maravilloso, nunca conocí a toda su familia, solo a su madre y a su padre lo vi en el periódico. Nunca supe que tuviese o no hermanos o hermanas.
END THE FLASH BACK
-Kagome… ¿Kagome te encuentras bien?- preguntó Koga.
-Sí, no te preocupes, estoy bien.- respondí un poco perdida, todavía sigo pensando en Sesshomaru.
-Keh! ¿Siempre te pones así? ¿Tan boba?- exclamó Inuyasha en tono burlón.
-Inuyasha es obvio que no sabes tratar con mujeres.- agregó Miroku con cara de depravado, tocando a Sango como de costumbre donde no se debe.
PLAAFF!! *cachetada*
-¡Pervertido! Libinoso desvergonzado.- Gritó Sango molesta por la acción de Miroku.
-Nunca aprenderá.- exclamamos al unisono.
-Perdoname Sanguito, es que mi mano esta maLdita!- exclamó Miroku sobandose su ya notoria cachetada.
Los hombres que se estaban encargando de arreglar eL auto pronto lo lLamaron.
Miroku fue a donde los mecánicos que tenían su auto, y para alegría de todos lograron repararlo, eran las tres de la madrugada y tenía mucho sueño, menos mal que el puesto de auxilio en el que paramos trabajaba las 24 horas, o si no estaríamos parados en la autopista. Cuando de mujeres se trata, Miroku es un experto, pero en mecánica y en carrocería es todo lo contrario.
-¡Bien! Ya podremos irnos a casa. ¿No Sanguito?- exclamo Miroku con cara de pervertido, a lo que Sango respondió con otra cachetada y un “pervertido”.
Todos nos reímos y nos montamos en el auto, la verdad es que verlos a los dos en esas condiciones nos animaba, sobre todo por el hecho de que Miroku siempre terminaba con un insulto y la marca de una cachetada, pero para su suerte, después de unas horas, o tal vez menos, se besaban y todo volvía a la normalidad, claro está hasta que este volvía a hacer de las suyas..
Continuará.........
hasta allí se Las dejo jiji!