No había terminado de pensar lo anterior y se apareció un Torkoal en frente mío, como para probar lo equivocada que estaba.
Un sigilosa Slugma pasó por al lado mío, y aceleré el paso por miedo a que éste reaccionara violentamente.
Un Spinda se encontraba dando vueltas sobre su propio eje, evidentemente mareado, y me comenté internamente lo raro que era ese pokémon.
"Ya estoy a mitad de camino" me dije a mi misma, consultando la pokedex como si fuese un simple mapa… ya no faltaba mucho para cruzar este volcán.
Un Growlithe salvaje comenzó a gruñirme y a enseñarme los dientes… liberé a Blastoise, y al ver los imponentes cañones de mi pokémon inicial el cachorro de fuego se echó a correr de regreso al volcán.
Un Numel similar al de Yair pasó no muy lejos de nosotros… me pregunté si aquí había capturado al suyo ese entrenador...
—Ah, por fin… —musité, vislumbrando finalmente la salida del lugar a una ruta… me preguntaba a donde llegaría. Nunca había explorado por aquí, de modo que seguí avanzando sin detenerme.
Volé hasta el volcán Barniz, un instinto que no comprendía me había hecho venir hasta aquí, quizás el hecho de extrañar a viejos amigos... O quizás ganas de combatir. —Uhh, recuerdo bien claro este lugar—decía, mientras caminaba por el lugar, junto a Natu. @Bruno EVF @Gold-Kun @Twilightwolf Kyle
Aterrice en el crater del Volcan..un espectaculo digno de ver segun yo. Por otro lado libere a Flame el cual se puso a gusto volando bajo por el lugar.
Llegué junto a mi pokémon a este carismático lugar. --¿Son cosas mías, o aquí hace calor?-- pregunté a Espeon, y este negó dándome la razón
Entre pasos sin rumbo pude ver a un viejo amigo.—¡Hey, Alf!—saludé. Antes de que pudiera acercarme percibí a otra figura conocida, era Destiny.
Los travesía de Pidgeotto nos había dejado en Ciudad Barniz, donde los pokémon que pelearon contra los de Alpha fueron curados inmediatamente en el Centro. Luego de aquella fugaz parada, Serperior y yo hicimos una pequeña escala en un café de la ciudad; unos viajeros a mis espaldas hablaron de este peculiar Volcán, al que mi inicial y yo no dudamos en ir a explorar, por curiosidad e investigación. Aquí nos encontrábamos los dos, ahora. Mi saco pendía bajo mi brazo y la camisa estaba arremangada hasta los codos. Viajaba de pie sobre el cuerpo flotante de Claydol, para tener una visión más amplia del lugar... —Tengo un presentimiento —comenté a Serperior, tras unos cuántos metros de exploración...
Escuche el apodo que solo Ukita me lo daba y me gire. ¿como me vio desde alla abajo? — ¡HOLA!— le grite desde el crater
—¡Jaja baja de ahí Alf!—le grité contento de verlo, seguro ya estaba en alguna especie de entrenamiento contra la lava o el fuego. Alpha siempre queriendo fortalecerse más y más.
Gritos... Como no... Gritos... --No hay silencio ni un momento...-- dije mientras Espeon suspiraba también
— ¡Flame!— Grite, mi pokemon escucho y se acerco a mi. Yo de inmediato lo monte y empezamos a bajar donde el entrenador del Venusaur
—No estaba equivocado —dije de pronto, haciendo sombra sobre mis ojos con la mano. Había escuchado las voces de Alpha y el entrenador de aquel Croconaw shiny, Ukita. Tiempo sin verlo... No obstante, no lograba distinguir figura en la distorsión y el vapor del volcán. —¡Quién anda ahí! —llamé a viva voz.