Violencia...

Re: Violencia...

Capítulo 9: Hora de confesar (Primera parte)

Aclaraciones:

"bla, bla, bla" : pensamientos

***: cambios de escena

---: cambios drásticos de escenas


-Bien, ya es hora de irnos.-Se dijo a si misma, parándose de la cama.

Salió de la habitación y se adentró al auto junto con su abuela. El camino fue tranquilo, aunque se notaba un aire denso por parte de las dos.

En la cabeza de Sakuno no paraban de pasar imágenes de ella y su padre, de cuando chica era. Diversión se veía en ellas, pero de un momento al otro todo era oscuro. La furia en los ojos de su padre al golpearla.

“Malos recuerdos…”

Fue lo único que pensó en ese momento

Lágrimas pequeñas se dejaban escapar por sus orbes castaños, para luego perderse en su boca. Torpemente se las secaba a medida que caían.

Ya casi llegaban, faltaba alrededor de veinte minutos para que comenzaran, pero se iban a encontrar con los Echizen.

Se encontraban en una sala distribuidos en dos asientos largos color marrón. Se escuchaban murmullos de parte de los tres mayores y dos de los jóvenes, los otros dos ni miradas, ni palabras. Si, eran ellos, Ryoma y Sakuno.

Todavía faltaba mucho para que todo comience. Y a alguien le estaba agarrando hambre.

-Abuela ya vuelvo, voy a la cafetería. “Si es que acá hay”.-Comunicó la castaña.
-Claro, pero que Ryoma te acompañe, te podrías perder al no conocer el lugar.-Le respondió su abuela.
-Pero… -Intentó protestar.
-¿Ryoma la acompañas?-Haciendo caso omiso a el intento de reproche de su nieta.
-Hpm.-Respondió con fastidio.
-Vamos Ryoma, acompáñala. Después de todo es tu novia.-Intervenía Nanjiro.
-No lo es.- Molesto le respondió.- Vamos Ryuzaki.-Dándose la vuelta.

Caminaron por los pasillos en busca de una cafetería, pero no había, lo más cercano que había eran maquinas de café… bueno, no quedaba otra.

-¿Vas a comprar o no?-Preguntó el peliverde con frialdad.
-Es que…-Se quedó mirando la maquina.
-¿Que?
-Es que no me gusta el café.-Dijo con inseguridad en sus palabras.
-¿Café con leche?-Sugirió con una pregunta.
-Jamás lo he probado.-Afirmó con sinceridad.

Ryoma se acercó hasta la maquina de café, colocó la moneda y el vaso en su lugar y esperó a que la maquina sirviera el liquido que había pedido.

-Toma.-Dijo dándole el vaso.
-Lo quedó mirando algunos segundos.- Gracias.-Con miedo empezó a tomar el café.
-¿Y?-Indagó al ver que no decía nada.
-No está mal… pero igual no me gusta.-Dijo tirando el vaso ya vacío.
-Bah.-Bufó Ryoma.

Sakuno se recostó con cansancio sobre la pared que estaba cerca de ella, entrecerró los ojos, pero los volvió a abrir al sentirse observada,

-No quiero ir a declarar.-Confesó.- Me enteré que iban a estar las hijas de mi padre, al igual que su esposa. Me preguntó si las querrá. Espero que si, espero que las quiera más que a mi, que las cuide y que no las haga sufrir; al fin y al cabo son mis medias hermanas. Que lindo, siempre quise tener a alguien menor que yo; bueno… pero no de esta manera.-Terminó diciendo con desilusión.
-…-Pensó en decir algo pero se retractó.-Ya tenemos que ir, vamos.-Dijo al mismo tiempo que miraba su reloj.
-Ajá, vamos.-Incorporándose contestó.

***

Faltaban solo minutos más para que seguramente la llamaran. Estaba sentada en una silla, que se encontraba fuera del tribunal, estaba en una habitación aparte totalmente nerviosa, apretaba sus prendas con las manos y las piernas no las dejaba de mover. Desde esa sala se podían escuchar murmullos de una voz gruesa. “Debe ser mi padre” pensó acompañado de un suspiro.

-Señorita Ryuzaki… Ya es hora.-Decía uno de los abogados.
-S-si, claro.- Algo nerviosa se levantó de la silla.

Se encaminó hacia la puerta seguida de uno de los abogados. Tomó aire y apretó los puños para luego entrar a la siguiente sala. Se veían bastantes personas, pero a muchas de ellas no las conocía. Estaba Su padre al frente con las manos en la frente con dos abogados a su costado. Su abuela estaba del otro lado del salón que, al igual que su padre con dos defensores. Entre la demás gente, del lado de su padre, se encontraban dos niñas pequeñas y una señora. “Seguro su esposa e hijas”, pensó algo desanimada. Hacía la otra punta estaba los integrantes de la familia que la había acogido en su casa. Al primero que vio fue a Ryoma, su semblante era serio. Fue del único que se percató, ya que la sacaron de sus pensamientos y observaciones.

-Sakuno, siéntate en el estrado por favor.- Ordenó con amabilidad el juez. Ella aceptó con la cabeza.
-Sakuno te haremos unas preguntas y necesitamos que nos contestes con la verdad.- Explicó un abogado. Ella lo miró un poco dudosa pero aceptó con la cabeza.- Acá nadie te va a juzgar por lo que digas, así que no te preocupes.- Aseguró al verla dubitativa.-Empecemos…-Susurró el defensor.
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-Ryoma ¿me lo prometes?-Dijo desde su cama.

Todas las imágenes de ellos dos se le pasaron por la cabeza. Cuando la encontró, la imagen de su rostro al regalarle aquel peluche, cuando durmieron juntos, todas las veces que lloró en sus brazos. Como decirle que no, pero él viajaba demasiado como para prometer algo así, la quería y no lo negaba, pero… ¿que contestarle? ¿Como había llegado hasta esa situación? ¿Como?


y ahí ta la conti :) Disfrutenla ;)

Jeje, si me equivoque al escribir Inugome ^^U, la oración, sería asi: Dos lágrimas corrían al costado de sus ojos. Intentaba calmarse pero se le hacía imposible

 

Re: Violencia...

Capítulo 10: Hora de confesar (segunda parte)

Antes que nada aclaro que Debo, me dijo que no podía subir el capítulo desde su computadora, así que me lo dijo a mi (su primo). Ah y me dijo que les recomendaba que lean el capítulo escuchando la cación "Because of you de Kelly Clarkson", y que iba a ser probable que hasta dentro de un tiempo no iba a poner continuación por problemas familiares que implicaban que viaje de la cuidad.

-Ryoma ¿me lo prometes?-Dijo desde su cama.

Todas las imágenes de ellos dos se le pasaron por la cabeza. Cuando la encontró, la imagen de su rostro al regalarle aquel peluche, cuando durmieron juntos, todas las veces que lloró en sus brazos. Como decirle que no, pero él viajaba demasiado como para prometer algo así, la quería y no lo negaba, pero… ¿que contestarle? ¿Como había llegado hasta esa situación? ¿Como?

**Flash back**

Las preguntas empezaron a bombardear a Sakuno, quien miraba de ves en cuando a Ryoma como si tratando de buscar en el la respuesta se tratara. Estaba conteniendo las ganas de llorar desde hace rato, suspiraba de vez en cuando para no afligirse. No veía la hora que aquella tortura acabase. Ya habían pasado, más de dos horas declarando, no tenían compasión en ella.

-Sakuno la última pregunta.-Esta le miró más relajada al saber que sería la última.- ¿Qué le dirías a tu padre?

¿Cómo, había escuchado bien? ¿No le podían preguntar eso? ¿O si? Aquella pregunta la descolocó completamente. Pensó varios minutos en su respuesta, miró a su padre. Sus manos estaban en su cara como tratando de ocultarse de todos. “Lo siento papá, pero debo decir la verdad” Pensó. Suspiró y con miedo respondió.

-¿Qué le diría a mi padre?-Susurró, de repente todos pusieron más atención en ella.- ¿Cómo se atrevió a dejarme sola?-Se preguntó mirando hacía su frente, hacia su padre.- Se fue ni bien mi mamá se murió, es como si nunca le hubiese importado, eso fue lo que demostró ese día. Me abandonó, y se fue con otra, con una cualquiera que encontró por ahí. Mi mamá te amaba papá a pesar de todo ella te amaba.-Tragó en seco.- Todos los recuerdos que tenía con respecto a tu persona… se desvanecieron, todas las veces que me demostraste cariño, todas las veces que me dijiste que me querías. ¿Dónde se fue todo eso papá, donde? Lo tiraste y no te importó lo que yo sintiera. ¿Recuerdas aquel día que mi madre lloró porque no te vallas? Yo intervine abrazándome a tu cuerpo para que no nos dejes, ¿Y que hiciste, que me hiciste? Me golpeaste.- Pronunció entre dientes, cerrando con fuerza los ojos y haciendo que lágrimas cayeran de ellos.- Te descargaste conmigo, ¡me dejaste una cicatriz o lo olvidas!- Levantó un poco la voz haciendo sorprender a los demás.- Todavía la tengo.-Dijo más calmada.- ¿Acaso pensaste en el daño que le harías a mi cuerpo? Que por culpa de eso tuve que faltar más de un mes a la escuela porque no me podía ni parar. ¿Pensaste en eso alguna vez? Y recordame donde estuviste todo ese mes, mientras mi mamá velaba por mí, para que no me pasara nada más para que mi fiebre baje, decime ¿Dónde estabas?-Lo miró con furia, este solo bajó la cabeza.- ¿No lo recuerdas? Pues yo sí, perfectamente, ¡estabas con tu amante!-Se paró del estrado alarmando al juez.- Papá, hace unos días dijiste que no era tu intención golpearme.-Dijo parando en secó al frente de su padre.- Siempre me decías lo mismo que jamás era tu intención golpearme, sin embargo lo seguías haciendo, todas los días. A veces no me dejabas parar del dolor.-Empezaba a llorar más fuerte.- Hace unos días me trataste peor que a un perro, tengo todavía las marcas.-Su padre la miraba con dolor, ella se sacó el suéter que traía de pronto.- ¡Mira lo que me hiciste! ¡¿Y aun así quieres que te perdone, que vuelva a ser todo como antes, que volvamos a ser la familia que arruinaste?! ¡Me abandonaste o es que acaso lo olvidas! ¿Cómo puedes pretender que te crea? Ya he caído muchas veces y por estúpida, porque confíe en ti papá. ¡¡Eres un hipócrita, no me puedes pedir que te perdone, no quiero verte más no quiero, lárgate de mi vida, no quiero saber nada tuyo ni de tu estúpida familia!! -Decía mientras se acercaba más a la mesa donde estaba su padre.-

Ryoma veía la escena igual que todos los demás, desde su asiento, sorprendidos y al mismo tiempo afligidos. Una que otra persona derramaba una lágrima, pero el miraba todo con seriedad, sabía que iba a pasar si no la detenían. La vio casi abalanzándose hacía su progenitor. La detuvo y la tomó entre sus brazos mientras ella trataba de safarse y seguía diciendo cosas a su padre. El juez reaccionó diciendo que sacaran a la menor de la habitación.

-Te odio papá.-Terminó por decir mientras era agarrada con más fuerza.

Trataron de sacarlos a la fuerza pero una mirada feroz de parte del ambarino los intimido, los guardias solo los siguieron hasta la salida. Solo ellos habían salido los demás habían quedado adentro de la habitación. Pudo notar la mirada de rencor de parte de la actual mujer del padre de la ojicarmín al salir de la habitación.

Sakuno ahora estaba privada en llanto, en un llanto muy fuerte, entre los brazos de Ryoma. El último solo la abrazaba, sentía las lágrimas de Sakuno en su camisa, la camisa era lo que menos le importaba, lo que se sorprendió fueron las lágrimas.

Había pasado más de un hora. El veredicto todavía no había sido dado, Sakuno seguía llorando ahora un poco más calmada. Esto lo desesperaba.

-Sakuno deja de llorar.-Pidió con un poco de prudencia.
-N-no puedo Ryoma, no p-puedo.-Contestó entre sollozos.- Me duele Ryoma, me duele que me haya hacho esto.-Levantó la cabeza para verlo, las lagrimas salían si remordimiento alguno de sus ojos.- Ryoma… yo quería mucho a mi papá, te juro que lo quería…-Sus palabras fueron selladas con un beso.

No sabía que decirle, tampoco que pensar. Solo la besó, un beso tierno, un rose de labios, pero beso al fin. Sakuno lo miró sin entender muy bien. Solo le sonrió, sus lágrimas pararon poco a poco. Él la abrazó, besando su cabeza, ella se sentía protegida en los brazos de él, pero… ahora estaba en duda que sentía el de cabellos negros hacía su amiga. Si sentía algo por ella: ¿Cómo explicarle a él que ella no sentía nada mas haya que un hermosa amistad? ¿Cómo explicarle que a ella le gustaba Eiji? ¿Cómo?

 

Re: Violencia...

Capitulo 11: Veredicto... la promesa.

Cuatro personas salieron de aquel cuarto, seguidas de más. Los dos jóvenes se pararon al verlos acercarse.

La mayor de todos, se acerco hacia donde estaba su nieta; la miró por unos cuantos segundos y la abrazó con fuerza dejando a la menor sorprendida.

-¿Q-que pasó?-Preguntó con evidente miedo.
-Separándose un poco y poniéndose a su altura.- Sakuno, la custodia tuya es mía. Tu padre…-Se pauso, al no saber como explicarle.
-¿Mi padre que?-Preguntó de manera seria.
-Tu padre, no te podrá ver. Se le prohibió; al menos hasta que se rehabilite.
-¿Rehabilite? -Preguntó extrañada.
-Si Sakuno, lo de tu padre no es normal. Tendrá que ir a charlas grupales. ¿Entiendes a que me refiero verdad Sakuno?
-Si.-Terminó por contestar algo desanimada.

Todos se fueron hacia los autos, mientras iban hacía allá, Ryoma mantenía abrazada a Sakuno del hombro. Haciendo que los demás sacaran conclusiones que no eran.

Ambas familias se adentraron en los dos autos, Rinko, Sumire, Ryoma y Sakuno en uno; y Nanjiro, Ryoga y Nanako, en otro.

En el camino, ambas mujeres (Rinko y Sumire.) iban hablando, mientras los dos adolescentes de atrás ni siquiera se miraban.

“Y pensar que la quiero y no se lo puedo decir”

Palabras que pensaba el príncipe al observarla ya dormida sobre la puerta, a Sakuno.

-Llegamos, Sakuno…-Pronuncio bajando el tono de su voz, su abuela.-Se durmió.-Terminó susurrando con una sonrisa impresa en sus labios al verla.
-¿La llevas?- Preguntó Rinko dirigiéndose a su hijo, quien trató de refutar.- Vamos cariño, no seas malo con tu novia.-Si algo odiaba es que lo confundieran con su novio, aunque la idea no le desagradaba. Terminó por aceptar.

La manera que Sakuno había puesto a dormitar, no era muy favorable para alzarla. La única manera era alzarla agarrándola de las axilas, y así lo hizo. La alzó como a una niña pequeña, Sakuno por “instinto” enrollo sus piernas a las caderas del que la alzaba y con los brazos rodeo el cuello de este para luego apoyar su cabeza en un hueco entre el cuello y el hombro del chico.

-Papá…-Murmuró adormitada, haciendo que Ryoma pare de pronto a unos cuantos centímetros de subir las escaleras que daban al cuarto. Hizo caso omiso y volvió a tomar su caminar. Muchos en la sala se quedaron algo aturdidos al escuchar las palabras de la menor… pero no le dieron mucha vuelta al asunto,

Ya estaba, la había dejado en su cama y la tapó, con una frazada como lo había hecho con antaño. Estaba dispuesto a irse cuando alguien lo agarro de la camisa.

-Se dio vuelta despacio.-Sakuno…-Susurró.
-Ryoma.-Dijo ella con miedo y sin soltar su camisa.
-¿Qué sucede?-Pregunto entrecerrando los ojos con cansancio.
-Ryoma: Jamás te irías de mi lado, ¿verdad?, como lo hizo mi padre.
-No, no lo haría.-Afirmó con seguridad.
-¿Me lo prometes?

**End flash back**

¿Ahora? ¿Ahora tenía que responder?, mejor dicho, ¿Qué tenía que responder? Él mismo podía escuchar voces en su interior peleando por que responder, la más fuerte le decía que no, mientras la más débil y poco audible le decía lo contrario.

-Te lo prometo.-Le dijo sin mirarla a los ojos, desvió la mirada.
-Gracias…-Dijo con hilo de voz al mismo que lo soltaba y lo dejaba ir.

¿Habría hecho bien en prometérselo? Solo el tiempo lo dirá…

Venditos sean los disquets xD, jeje... bueno yo se que es corta pero prefería ponerles algo a no ponerles nada :3 aparte me gustó mucho hacer este cap :3... amm... bueno como que con esto concluye la primera de las tres partes de la historia :3... bueno muchas gracias por los animos a todas y por esperar :3... :o bueno me voy porque no he dormido en dos dias y vere si puedo conciliar el sueño... hasta la próxima chicas ;)
pd: se dieron cuenta que arriba de todo estan los personajes de PoT de Seigaku? :3 re tierno no?