Violencia...

Re: Violencia...

Capítulo 6: Juicio, ¿Eiji?

La noche ya había pasado… unos pocos rayos se acercaban por un ventanal que daba directo a la cama en donde se encontraban ciertas personas, la más joven (recuerden que Sakuno tiene 16 recién cumplidos, y Ryoma, los cumplió hace rato) se levantaba perezosamente, quiso salir de la cama, pero unos brazos la tenían sostenida de la cintura, impidiéndole salir.

-¿Uhm? Ryoma… Ryoma…
-…-Se movía pero seguía dormido.
-Ryoma… Ryoma aceme caso.-Pidió suplicante.
-¿Qué?-Dijo somnoliento.
-Quiero salir, y tus brazos me tienen prisionera.-Dijo divertida.
-¿Uhm? Lo siento.-La soltó.

Se levantó de la cama perezosamente y se desperezo, estirándose, Ryoma la observaba con cautela, veía como se estiraba dejando ver algo de su ropa interior, ya que el pantalón de dormir le quedaba algo suelto, pero no tanto. Cuando menos lo pensó, Ryoma, Sakuno ya no estaba en la habitación. Se le habían pensado miles de cosas, sumergido en su mundo, que no se dio cuenta que la chica se había ido de la habitación.

Aprovecho para irse cambiando.

Sakuno y Ryoma estaban por irse pero, la joven, paró en seco al ver a su abuela.

-Abuela.-Susurró.
-¡Sakuno, hija!, ¿estas bien?-Preguntó abrazándola.
-S-si, estoy bien.-No salía de la impresión al verla, por el simple hecho que no le quería contar todo por lo que había pasado.
-Sakuno, siento haberte dejado sola, si hubiese sabido que tu padre volvería, créeme…-No la dejaron terminar.
-Abuela, no importa, nadie pudo prevenirlo.-Mientras le mostraba una sutil sonrisa.
-Sakuno…-Pronunciaba la mujer mientras derramaba lagrimas.
-Ya abuela, basta.-Dulcemente decía ella.
-Sakuno… -Interrumpía Rinko.- Sumire, será mejor que se lo digas.
-¿Decirme que?-Interrogaba la menor, mientras arqueaba una ceja.
-Sakuno, hija, bien sabes que lo que hizo tu padre estuvo mal, esta de mas decirlo…-Trataba de comunicarle una noticia poco agradable, pero prefirió empezar con eso.
-Abuela, sin rodeos por favor.-Decidida pedía.
-Sakuno, Tu padre…-Decía pausadamente.
-¡Abuela habla!-Había perdido la paciencia.
-A tu padre le iniciaremos un juicio.-Sentenció.
-…Ya veo.-Hizo una pausa.- Abuela, tengo que irme o llegaré tarde a la escuela.-Dijo cabizbaja.
-Esta bien, ve.

Sakuno salió junto con Ryoma, no pronunció palabra alguna en el transcurso del camino.

Mientras tanto en la casa de los Echizen, el clima era algo espeso, Sumire se dio cuenta de la actitud de su nieta, al igual que los demás, Rinko y Nanjiro.

-Entiéndela Sumire, después de todo es su padre.- Afirmaba Nanjhiro, al ver la expresión de asombro de Ryuzaki, al ver a su nieta así… así de decepcionada.
-Si, pero… después de todo lo que le hizo…-Un momento de silencio.-Tienes razón, después de todo es su padre.

Esa charla siguió tratando de buscar soluciones a problemas y respuestas a preguntas que habían surgido los últimos días.

****

-Ryuzaki…, Ryuzaki… ¡Ryuzaki!-El profesor del área de matemática la estaba llamando desde hace rato.
-¿Uhm? L-lo siento.
-Ryuzaki, es la tercera vez que la llamo, y veo que no está prestando atención a la clase.-La miro ferozmente.-Por favor, retírese del salón.
-P…Pero…, ahh…-Suspiro.- De acuerdo.-Se levantó para retirarse.

Se encontraba distraída… sumergida en su propio mundo, tanto así que no había notado la presencia de un acompañante, que para el ya era común que lo sacaran de esa clase.

-Sakuno.
-¿Uhmm?, Ryoma.
-¿Estas bien?
-Si, mejor que nunca. No molestes Echizen.-Se paro, y se fue caminando.
-¡Sakuno, espera!-La alcanzó.- ¿Qué diablos te sucede?
-Lo siento… no debí contestarte así… pero entiéndeme por favor.
-¿Quieres salir a caminar un rato?
-Bien.

Salieron a caminar por el patio de la escuela, era claro, Sakuno por más que odiara a su padre, no estaba feliz por el juicio que le iban a iniciar, podrían levantar cargo en su contra, pero… por un lado era lo mejor.

-¿Mejor?-Dijo el joven después de un rato en silencio.
-Si, si.-Dijo sin muchos ánimos.
-Todo va a salir bien.-Consoló mientras la abrazaba.
-Ryoma, tengo miedo.-Mientras se aferraba más a su abrazo.
-Todo va a estar bien.
-Esto es una pesadilla de la cual no voy a despertar más.
-Esto es la vida real, no un sueño.-Dijo frió.
-Gracias por matar mis esperanzas.-Dijo inflando los cachetes.- Jaja, oye Ryoma…-Dijo separando se de él.
-¿Qué pasa?
-Mmm… nada, olvídalo.
-Bien.-Acepto sin curiosidad alguna, Sakuno se había separado ya de él, quedando uno al lado del otro.

La hora de clase había pasado rápido, ninguno de los dos volvió a pronunciar palabra alguna, se habían distanciado un poco, estaban en la misma banca sentados, pero separados al mismo tiempo.

El timbre.

Ese sonido indicó, la salida de todos los alumnos. Sakuno se paró al ver como sus amigas venían hacia ella, sin antes dedicarle una mirada dulce a Ryoma.

Se marchó, dejándolo solo.

-¡Ryoma!
-Hpm…-Se dio vuelta para ver quien era.- Momo.-Susurro.
-Oye Ryoma. A que no sabes lo que me entere.-En un tono neutro dijo.
-¿Qué?-Secante preguntó.
-Lo miró con el rabillo del ojo por su contestación.- Sabes… tu noviecita tiene un candidato.-Le dijo con cierta picardía.
-No es mi novia.-Entre dientes.
-Ajá, si claro, Ryoma.-Hizo una pausa.- ¿No te gustaría saber quien es?
-Lo miró con cierto desconcierto, ante las palabras del moreno.-Uhmm…-Musitó.
-¿Quieres o no?
-Como quieras.-La verdad era, que quería saber.
-Bien, tú lo conoces muy bien, y debes saber que el es un mujeriego y que consigue lo que quiere y…-No llegó a terminar.
-Ver al grano. ¿Quieres?-No le gustaban los rodeos.
-“Veo que le gusta jiji” Eiji.-Escupió al fin.

Eiji… Conocido por ser uno de los mas amigables, pero también mujeriego, sus ojos color chocolate, cautivaban a mas de una, se podría decir que era más sensible que Ryoma, al terminar una relación, pero eso no dejaba el que le gustaran las chicas. Sakuno, seria su próxima “presa”, por así llamarlo. No lo permitiría, ¡no! Ryoma Echizen no permitiría que lastimen a Sakuno. Un momento… ¿De aquí a cuando se interesaba por ella?

Le gustaba… Pero… de una manera diferente a las demás, era otro tipo de cariño, no era lo mismo que sentía por las demás, a ellas, tan solo las quería por un momento, y porque no, para una noche…

-¡Eu! Ryoma… Ryoma…-Pasaba la mano al frete de la cara de su compañero, para ver si reaccionaba.- oye Ryoma, la noticia no era para tanto… ¡Ryoma!-Terminó gritando
-¿Por qué gritas Momo?-Preguntó incrédulo.
-Te afecto la noticia, ¿Verdad?-El de pelo verdeció lo miró extrañado.- Te gusta Ryuzaki, ¿verdad?-Dijo en forma de suspiro.
-Vacilo un poco en su respuesta, en realidad no la había, ¿Qué sentía por ella?- N…no.
-Dudaste Echizen, dudaste.
-No dude.-Trató de defenderse.
-Si claro, como digas.

¡Genial! Ahora el príncipe estaba dudando sobre lo que sentía. De su cabeza no salía su aroma, la sensación que tenían sus labios, su piel tersa, lo bien que se sentiría tenerla junto a el en la cama…ALTO, ¿desde cuando tenía los pensamientos pervertidos al igual a los de su padre? Oh no… las posibilidades de ser adoptado se desvanecían, no cabía duda, su padre era Nanjiro…Suspiro al verse con estos pensamientos y decepciones…

Hola! jeje, espero que les guste la contuniación de hoy ^^. Voy a aclarar algo, los ojos de Eiji NO son celestes, si no color marrón. Bueno eso y decirles que mi otro ff la continuación estará antes de el viernes, ._. es que me di cuenta que taba algo feo y lo modifique :D.. En fin.. no digo más nada y me retiro. Hasta la próxima.

 

Re: Violencia...

Capítulo 6: Carrera, no te quiero ver, llanto.

La jornada había pasado rápido… los alumnos aliviados al oír el último timbre, salieron disparados hacía la salida del instituto.

-Sakunooooooo.-Gritaba una chica.
-Tomoka, estoy a tu lado corazón.-Se quejaba la pelirroja mientras se tapaba los oídos.
-Jiji, es que… bueno… yo que sé, tenía ganas de gritar.-Se excusaba divertida.
-Tú siempre tienes ganas de gritar.-Intervenía Ann.
-¿Dijiste algo Tachibana?
-Chicas, me gustaría quedarme a escuchar su conversación, pero me tengo que ir, las veo mañana. ¡Chau!-Gritó lo último, ya que estaba lejos.

Corrió en dirección de la salida del colegio, espero que Ryoma saliera, tardaba mucho y su paciencia se estaba agotando, estaba frustrada de tanta espera, aunque no había pasado tanto, para ella si.

-“Maldición Echizen, cuando te vea juro que…”

Una bocina la saco de su pensamiento. Su abuela.

-¡Kya!-Dio un salto hacia atrás.- Abuela. ¿Desde cuando tocas bocina?, me asustaste.
-Sakuno, llama a Ryoma y sube al auto.-Ordenó, haciendo caso omiso a lo que había dicho su nieta con anterioridad.
-Pero…-No pudo seguir.
-¡Ahora!
-Ya voy, hay Dios que genio.-Murmuró mientras se iba a buscar a su compañero.

¿Dónde estaría?, busco por todos lados, salones, baños, preguntó a todos los que quedaban y no sabían de él, esto ya le empezaba a preocupar.

-“Las canchas de tenis”-Pensó en un momento.

Dicho y hecho él estaba ahí, con raqueta en mano pegándole a una pelota.

Corrió hacia donde se encontraba.

-Hasta que al fin te encuentro amigo.-Dijo algo agitada.- Mi abuela…-Tomó aire.- Dijo que vallamos al auto rápido.
-¿Uhm? ¿Tu abuela vino?
-Si, pero vamos rápido.- Le respondió mientras lo agarraba del cuello de la remera.
-Espera, Sakuno, espera.
-¿Ahora que?
-Mis cosas mujer, ¿Tanto apuro tienes?-Reprochó mientras se soltaba del agarre de esta.
-Echizen.-Suspiró.- ¡Apúrate, mi abuela me regañará y no quiero!
-Mujeres.-Refunfuño.

Lugo de un rato, los dos jóvenes se dirigieron hacia donde se encontraba el auto de Sumire, pero antes de entrar al auto fueron regañados por la tardanza, al parecer tenía mucha prisa.

Una vez dentro del auto, Sakuno pudo notar que su abuela conducía a una velocidad, que no era habitual en ella.

-Abuela, ¿Por qué vas tan rápido?
-Sakuno, Ryoma, pónganse el cinturón.-Contestó, volviendo a hacer caso omiso a las palabras de su nieta.
-Abuela, ¿Por qué vas rápido?-Volvió a indagar mientras se colocaba el cinturón.

No respondió.

Sakuno se extraño ante la actitud de su abuela, ella no solía ser así. Miró a Ryoma algo confusa, este tan solo se encogió de brazos, dando a entender que tampoco entendía lo que pasaba.

Pasaron algunos minutos, y Sakuno se dio cuenta que no iban a ninguna parte, daban vueltas y vueltas, como si alguien los siguiese.

-¡Que rayos! ¡Abuela basta, vas muy rápido!-Exaltada le dijo, levantándose un poco del asiento.
-Sakuno, has silencio.-Ordenó cortante.

Luego de esa orden Sakuno se sentó pesadamente en el asiento, inflando los cachetes en forma de capricho. Pasaron algunos minutos y la situación no cambiaba, su abuela seguía “corriendo”. Decidió mirar hacia atrás, quedó estupefacta al hacerlo. “Él”, fue lo único que susurró. La expresión de su cara cambió radicalmente, a una más fría, tenía cierto brillo en los ojos de dolor. Se volvió a dar vuelta acomodándose mejor en el asiento que ocupaba.

-Era el ¿No? ¿Porque no me lo dijiste antes?-Interrogo, en un susurro audible, con seriedad en sus palabras la joven castaña.
-Sakuno guarda silencio.-Tajante pidió la mayor.
-Ahora si que no me callo nada.-Dijo en modo desafiante, sin dejar contestar a su abuela.- Detén el auto por favor.-Pidió entre dientes.
-No Sakuno, no lo haré.
-Hazlo, confía en mí.

Sumire lo pensó unos cuantos minutos, detuvo el auto.

La menor no vaciló en bajar del auto.

Estaba ahí, el que tanto daño le había hecho, el que tantas noches hizo que llorara, el que la abandonó y ahora perseguía. Ahí estaba.

-¿Qué quieres pa…Kontaro?-Se retractó.
-Sakuno hija.-Se acercó un poco hacia ella.
-Alto.-Advirtió con su mano en alto.- Mantén distancia.-Ordenó.
-Sakuno…-Trató de sonar dulce.- Yo… de verdad lamento todo lo que ha pasado, no...-Fue interrumpido.
-¡No te quiero escuchar, no quiero escuchar tus disculpas, todo es mentira papá, todo!
-Pero hija…
-¡No papá! ¡No!.-Contestó mientras sus ojos se tornaban brillosos.
-Sakuno hija…escúchame por favor.-Pidió en suplica su padre.
-¡No, no quiero escucharte más! ¡Quiero que te alejes de mi y que no me busques más!-Dijo en tono desesperado.- Papá…no te quiero volver a ver.-Susurró con la cabeza gacha y algunos mechones cubriendo su vista.
-Sakuno, entra al auto por favor.-Pidió su abuela.

No se resistió y entró nuevamente al auto. Se recostó melancólica sobre la puerta ya cerrada del mismo. Su compañero la miraba de reojo, extrañado, no lloraba, pensó que iba a hacer eso, sin embargo no lo hizo.

-Sakuno: ¿Estas bien?-Preguntó ocultando su interés y mirando hacia el frente.
-Se levanto un poco y se dio media vuelta para mirarlo.-Si, estoy bien.-Esbozando una falsa sonrisa.
-Llora, si quieres llorar.-Dijo en seco.
-Sabes… mi mamá siempre me decía que llorar era lo mejor, pero ya no lo creo cierto.-Lagrimas pequeñas empezaban a caer de sus ojos.- Me siento débil al hacerlo, creo que todos estos años he vivido en una burbuja de la cual nadie me saco hasta la muerte de mi madre, creo que desde ese momento crecí a la fuerza, antes lo veía todo rosa.-Las lágrimas se empezaron a pronunciar mas.- hoy en día veo todo en negro, las cosas que antes me gustaba hacer…ahora simplemente las odio, todo en lo que alguna vez creí, se desmoronó.-Miro hacia el techo mordiéndose los labios y sonriendo.- Tal vez me lo merecía, tal vez eso me pasa por no mirar mas aya de mi nariz. Talvez ¿No?-Lo regresó a mirar.
-Ryuzaki…-Susurró.
-Ryoma…-Susurró ella, mientras apoyaba la frente en su pecho.- ¿Tan malo fue estar en una burbuja? ¿Fue tan malo? No lo entiendo.- Término diciendo ya ahogando sus palabras con las lágrimas que recorrían su cara.
-Sakuno…-Susurró mientras la abrazaba y acariciaba su cabello.

Unos instantes después se adentró al auto Sumire, los miró por unos momentos a los dos que estaban abrazados, miró a Ryoma, ya que al parecer Sakuno se había dormido, le sonrió, este tan solo la quedó mirando.

En el resto del camino, fue en absoluto silencio. Tan solo hablo una vez Sumire, para pedirle a Ryoma si no la ayudaba a llevar a su nieta a su habitación, refutando terminó por aceptar.

Mis comas! saqué mucho, asi que Espe, espero que tengas consideración sobre mi xD, jeje, mentira si tenes que corregir hacelo, en fin... no se que más decir así que me voy, chau!
pd: si se fijan en alguna foto, los ojos de Eiji si son marrones y en otras celestes... conclusión = a eiji le cambian los ojos de color drasticamente xD