Torre de los dragones

Salamance y yo seguimos ascendiendo por la torre, hasta que me pareció ver una leve luz arriba de nosotros.

—¿Será acaso una salida?... —me pregunté.

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—¡Esta torre es eterna! ¡No tiene final! —grité desesperada, mirando hacia delante—. ¡Hubert! ¡Ian! ¡¿Están por allí?!

No me llegó respuesta… rayos, debían estar mucho más adelante… aparentemente, aún me quedaba mucho por recorrer...

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Esperaba terminar pronto con ésto, porque faltaba poco para el comienzo del Torneo Acrílica.

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—Vamos Dragonite, no podemos ser lentos ahora… ¡a toda velocidad hacia la cima!

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Poco faltaba ya para la salida, de eso estaba seguro. Aunque claro, aún no era capaz de vislumbrarla.

—¡Están todos bien hallá atrás?

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(¿Qué pasó con eso de "dos renglones mínimo"? e.e)

 

Recordé la Medalla Témpera que decoraba mi bolso, ya había formado parte de un torneo… pero había dependido sólo de mí y mis pokémon, ahora tendría un compañero… hablando de eso, me preguntaba quien sería mi compañero...

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Una voz lejana se hizo oír sobre las ráfagas de la velocidad... Me sonreí al reconocer su tono... Effy nos estaba alcanzando...

—¡Te esperamos en la cima! —grité en dirección a mi espalda.

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¡Al fin la distinguí! Aunque se encontraba a varios metros de altura, sí que era capaz de ver la salida.

—¡Apresurate, hombre! —le grité a mi compañero.

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Sonreí al reconocer esa voz que me llegó, débil debido a la distancia, pero me llegó y la pude oír claro como el cristal, esa voz la reconocería donde fuera…

Aceleramos el paso casi instantáneamente.

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—¡Ya estoy pronto a alcanzarte! —vociferé esta vez hacia el frente, desde donde Ian, convertido en un punto humano, me apuraba.

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Salamance, alegre por poder salir de allí, incrementó su velocidad aún más, llegando a la de un Jet super sónico.

—¡Ésto sí que es velocidad!

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Ese dragón era muy rápido, era evidente el buen entrenamiento que Ian había otorgado a la cuestión de su velocidad. Serperior era mucho más rápido, eso sí.

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Contenido oculto

Fueron dos frases separadas por una elipsis juanjo (?)

Clefairy claramente se estaba aburriendo del viaje, pero a la vez no parecía tener ganas de regresar a su pokebola, a pesar de que su idea de diversión probablemente no era volar a mil millas por hora a bordo de un Dragonite…

Sin embargo, no hice nada al respecto más que ordenarle a Dragonite que acelerara, los muchachos no podían andar mucho más lejos...

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—¿Enserio? —le pregunté—. Porque yo te veo cada vez más y más lejos. —le dije a Hubert a la distancia.

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Tenía la impresión de que ya estábamos a mitad de camino… no esperaba un letrero, pero esa impresión tenía. Sin embargo, no nos detuvimos, no había tiempo que perder...

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—Por lo menos Ditto no correrá peligro conmigo —dije, guardando la empanada en mi morral.

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Me puse a pensar en el Torneo Acrílica para pasar el rato hasta llegar a la cima… ¿quién podía a llegar a ser mi compañero? Me puse a analizar posibles opciones y combinaciones en mi cabeza...

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Salamance comenzaba a mostrar signos de cansancio, así que salté de él, lo regresé a su pokebola y en su lugar saqué a Ho-oh, cayendo sobre él antes de desplomarme al vacío.

—Vamos Ho-oh. --exclamé, sin prestar atención a Hubert.

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Escribí algo en una de las hojas de mi libreta, una nota destinada a Effy que rezaba: "El entrenador del Hada Soñadora te desea una pronta llegada a la cima"

Solté la hoja, que quedó inmediatamente atrás. Sonreí, esperando que Effy pudiera recibirla sin problemas.

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—Vamos a buscar, las esferas del dragón, un gran secreto se oculta allí, ¡La fantástica aventura del radar, no tiene igual!...

Sí. Éstaba tan aburrido que comencé a cantar. Al menos el final estaba cerca.

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