"Tabú" Shounen-Ai

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Seeeee sorry por la espera niñas... la siguiente conti sera un trio sexy... AtobexYuushixJiroh... muajajajaja pasaran muchas cosas tiernas y sexis *¬* pronto... pronto...

 

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Hola niñas, aqui les traigo esta conti súper tierna de tres chico mega bellos, AtobexJirohxOshitari... jejejeje, para sacar dos historias en una xD espero les guste.


*Vigésima Tercera Historia*


“Bello Durmiente”


Sus sueños… tan dulces y relajantes, tan artísticos, aquel joven siempre vivía sumido en ellos, angelical y pacifica era su apariencia cada vez que cerraba sus ojos para descansar, piel blanca y tersa, un cuerpo ligero, rizos brillantes a la luz del sol y suave respiración, nadie podía evitar observarlo al pasar junto a él, después de todo el joven Akutagawa siempre había emanado un aura de paz.
*
En los brazos de Morfeo se sentía protegido y cálido, un tierno ángel meciéndose en las alas del viento provocando hermosas sonrisas en aquellos que le veían dormir, aquel pequeño joven, tan alegre y a la vez tan tranquilo tenía un poder misterioso que sanaba el corazón de las personas que se le acercaran, sin embargo el ignoraba aquello completamente… después de todo el únicamente se dedicaba a dormir con armonía.
*
Tan solo él en todo aquel colegio seguía siendo el mismo pese a las muchas dificultades que el Hyotei estaba experimentando, era el único que aún podía recostarse en el suelo sin preocupaciones para dormir hasta ser regañado por alguno de sus sempais, en aquella ocasión había sido Oshitari a quien se le había encargado el buscarlo y despertarlo… tarea que en principio le molestaba bastante.


-No entiendo como alguien puede dormir tantas horas al día –refunfuñaba Oshitari al divisar al pequeño Jiroh entre jardineras del patio-.


Oshitari se acercó a Jiroh y comenzó a moverlo a ver si despertaba, sin embargo aquello le resultaba imposible, el pequeño de rizos estaba profundamente dormido… suavemente Yuushi procedió a golpearle el rostro con palmaditas pero aquel no reaccionaba, le habló levantando la voz pero nada funcionaba… el joven peliazul comenzaba a sentirse frustrado…
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Sentándose junto a Jiroh comenzó a respirar profundamente, aquel lugar era bastante silencioso y tranquilo, la respiración de aquel bello durmiente era relajante, sin darse cuenta la tensión en el cuerpo del peliazul comenzaba a desaparecer… sus ojos se posaron graciosamente sobre el dormilón, se veía realmente atractivo… un pensamiento pícaro comenzó a invadir su mente, si hasta ese momento nada le había despertado quizá era posible divertirse con él.
*
El joven quitándose los anteojos comenzó inspeccionando a detalle cada centímetro del cuerpo de su bello durmiente, se veía tan frágil y vulnerable, con sus manos fue acariciando sobre el uniforme la forma de su silueta hasta enredar sus dedos en aquellos claros rizos de cabello, con sus labios besó sus mejillas, bajando con firmeza hasta el cuelo y bordeando la parte superior de su pecho con la lengua, el pequeño tenía un sabor agradable pensaba Oshitari mientras anhelaba mucho más…
*
En poco tiempo había hozado quitarle la camisa, ahora sus manos rozaban con fuerza el torso desnudo del pequeño, sus mejillas se había enrojecido, la expresión de su rostro se mostraba extasiada más aún así no despertaba, pensaba que todo aquello era parte de su sueño…
*
Los dedos de Oshitari fueron cambiados por sus labios, tan húmedos y deseosos fue besando lentamente los brazos, el pecho y el abdomen del pequeño, acariciando con sus manos fuertes las caderas y muslos del pequeño por entre sus pantalones, inspeccionando sus partes intimas hasta el punto de percatarse de algo verdaderamente enternecedor…


-Eres tan estrecho… ¿Nunca has estado con un hombre verdad Jiroh? –Se preguntó para si mismo el sempai en una sonrisa-.


Las ganas de poseerlo le invadieron cada fibra del cuerpo, sin embargo sabía que el hacerlo sin su consentimiento le traería problemas, un dolor tan agudo le despertaría al instante y lo último que necesitaba era verse comprometido en otra relación sin sentido, su corazón no resistiría verse aún más alejado de Atobe…
*
Aquel último pensamiento lo había devuelto a la realidad, ya estaba cansado de refugiarse en los brazos de cualquier niño inocente que le brindara ternura, el lo sabía tan solo amaba a Keigo y eso jamás cambiaria… vistiendo nuevamente al pequeño prosiguió a darle un dulce beso en la frente, estaba tan cerca de él y a la vez estaba tan lejos, aquella suave respiración que le golpeaba el rostro le invito a besarle en los labios, después de todo hasta entonces no lo había hecho…


-Ma… Marui-Chan –susurró el pequeño entre sueños…


Oshitari sorprendido se alejó al instante con una sonrisa, ya había hecho suficiente, despertarlo sería cruel en aquel momento, por lo que prefirió marcharse silenciosamente, por algún motivo su corazón se sentía seguro y tranquilo.
*
En el camino de regreso a las canchas de topó con Atobe, quien le dirigió una mirada de enojo, se había tardado demasiado en buscar a Jiroh… Oshitari simplemente le dijo que era imposible despertarlo apartándose de su vista avergonzado por lo que había pasado, si se hubiese quedado más tiempo con el pequeño Atobe los habría encontrado y todo habría llegado a su fin… una angustia terrible se apoderó del joven de lentes al instante, haría cualquier cosa por conservar a su prometido.
*
Keigo por su parte fue a donde Jiroh se encontrada, pensaba que no podía ser tan difícil despertarlo, al chocarse de frente con la imagen del pequeño una brisa fresca le invadió, se veía tan tranquilo y feliz mientras dormía… pero aquello no era excusa para saltarse las prácticas por lo que decidió acercarse a él lentamente.
*
Ni moviéndole, ni hablándole, ni siquiera golpeándolo lograba traerlo de vuelta a la realidad, Atobe llegó a pensar que debía ser muy bueno su sueño para no querer salir de él…
*
En un último esfuerzo trató de levantarlo para llevarlo a la cancha sin embargo un aroma proveniente del cuerpo del pequeño le frenó al instante, dejándolo caer nuevamente al suelo, no podía equivocarse, el aroma de Oshitari estaba impregnado en toda la piel de bello durmiente, fue en aquel momento cuando su corazón se desquebrajó nuevamente en mil pedazos, cayendo al suelo recostado junto a Jiroh, con un par de lágrimas que se asomaban por sus ojos.


-Hasta cuando Yuushi… hasta cuando estaremos así –se reprochaba Atobe mientras lloraba-.

Jiroh aún sin despertar yacía frente a él, había comenzado a observar directamente sus labios con intriga… Quizás Oshitari ya le había besado, esa idea rondaba sus pensamientos con fuerza, sin embargo aún así no había logrado despertarle…


-¿Acaso no seré suficiente príncipe para ti?... Oshitari… -susurró Atobe mientras se acercaba al rostro de Jiroh casi hipnotizado-.


En un dulce beso Keigo se sumergió en los labios de Jiroh, de un momento a otro sus lagrimas habían dejado de fluir, se sentía tranquilo, para su sorpresa el pequeño dormilón comenzó a moverse por lo que Atobe se separó al instante casi de un salto temeroso de ser atrapado en su imprudente acción… Finalmente cual cuento de hadas Jiroh despertó gracias al beso de un príncipe.


-Mmmm, tuve un buen sueño –dijo el pequeño mientras se estiraba-.
-¿Eh? ¿Qué soñaste? –cuestionó Atobe nervioso-.
-No lo recuerdo bien… creo que alguien me besaba –comentó Jiroh inocentemente-.
-Ya veo, es mejor que vallamos a la cancha es hora de entrenar-.
-Capitán… ¿Estaba llorando? –preguntó mientras se acercaba al rostro de Atobe peligrosamente-.
-No… eso… no te acerques tanto –exclamó Atobe sonrojado-.


Jiroh inexplicablemente abrazó a Atobe con fuerza ignorando las palabras de su capitán, el corazón de aquel comenzó a latir con fuerza, sin embargo sin saber porque sus tristezas comenzaban a desvanecerse.


-Si tanto le quieres debes ser sincero Capitán –comentó el pequeño sin soltarle-.
-Yo no soy suficiente para él –respondió Atobe devolviéndole el abrazo-.
-Estás muy equivocado, tu podrías ser el príncipe soñado de cualquier persona en este mundo, eso nadie lo duda –Jiroh sonreía dulcemente-.
-Gracias Jiroh…

Estos dos jóvenes después de descargar sus penas regresaron a la cancha tomados de las manos, ambos sonreían dulcemente, sin duda habían encontrado un buen amigo y confidente, Oshitari al verlos emanar tanta alegría no pudo evitar sentirse celoso por lo que frente al resto de todo el equipo caminó hacia ellos con decisión y separó sus manos de un arrebato.


-¿Qué haces Oshitari? –preguntó Atobe enfadado-.
-¿Cómo rayos lo despertaste? –Cuestionó Yuushi en tono de frustración-.
-Como un príncipe lo haría –acotó Jiroh inocentemente-.
-No digas tonterías –exclamó el pealiazul sumamente enojado-.
-¿Qué rayos te sucede Yuushi? –Atobe comenzaba a preocuparse-.
-¡Que tu eres mi prometido y estoy cansado de verte con otros chicos! –Impuso Yuushi mientras sujetaba a Keigo de la cintura-.
-Eso debería reclamarte yo a ti… después de todo yo nunca he sido suficiente para ti-.


Jiroh aprovecho el momento para alejarse de aquella pelea de enamorados, de alguna manera sentía que todo iba a salir bien por lo que dormir resultaba más atractivo para el que presenciar todo aquello.


-¿Qué no eres suficiente para mi? –El público estaba realmente sorprendido en ese momento-.
-Así es… por eso te vas con cualquier kohai que se te pase por enfrente –reclamó el joven del lunar en la mejilla-.
-¡Eso no es cierto!... eres Keigo Atobe, ¿Cómo puedes decir que no eres suficiente para mi? Si eres el joven más imponente esta ciudad, por el contrario yo nunca me he sentido a tu altura –reprochó Yuushi con lágrimas en sus ojos-.
-¡¿Entonces es eso? ¿Acaso eres idiota? No hay nadie mas importante para mi que tu!… -grito el capitán de Hyotei con todas sus fuerzas-.


Con aquella confesión todo el equipo se sentía tranquilo, finalmente aquellos dos muros de hielo se habían sincerado con ellos mismos, finalmente eran seres humanos, tenían permitido equivocarse, tenían permitido dudar y tenían derecho a temer…


-No vuelvas a enredarte con nadie mas –dijo Atobe en tono de orden-.
-Tu tampoco –murmuró Yuushi sonriente-.
-Te amo…
-Yo también te amo… Keigo…


En un abrazo interminable, en medio de un beso apasionado dos corazones que se habían separado procuraron unirse nuevamente para no volver a separarse jamás, mientras tanto Jiroh estaba sumergido en sus propios sueños esperando la llegada de su verdadero príncipe…


“Sin más, ni más la vida continuaba”


***Y es así como los miedos se derrumbaron y como el amor prevaleció ante todas las dificultades, ahora era el turno de Morfeo soltar de sus brazos al pequeño Akutagawa para dejarlo en manos de su futuro… tan suave como el viento, tan dulce como una melodía de cuna era el amor verdadero que estaba a punto de florecer…***




MayOtk

 

Re: "Tabú" Shounen-Ai

xD juaz... jejejejeje, pensandolo bien ya no quedan muchas historias para terminar este fic, bueeeeno como sea les diré que la siguiente será Jiroh x Bunta *-*... sweet... espero les guste

;)

 

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Hola nenas, sorry por la espera, este fic llegará a su fin muy pronto, tengo nuevos proyectos en mente... como sea disfruten ;)



"Vigésima Cuarta Historia"



*Mundo de sueños"





Soñar… tan sublime es alcanzar más allá de tus pensamientos las fantasías más anheladas, en su propio mundo, donde los colores del cielo se mezclaban en una amalgama de matices, en donde las gotas de lluvia eran dulces, donde los árboles siempre eran color rosa, ese era el mundo en el que aquél joven adoraba permanecer… No es más… que el mundo de sus sueños.
*
Las horas y los días podían pasar desapercibidos siempre que estuviera durmiendo, todo lo que le rodeaba de pronto se volvía menos importante, cualquier lugar era propicio para aquello, las aceras, los parques, la escuela… el mundo entero era su cuna y el viento los brazos que le arrullaban.
*
Días divertidos y soleados, días fríos y nevados, todos los días en un sueño diferente, el mundo perdía su monotonía y se tornaba cambiante… Jiroh entre sus pensamientos inconcientes se había construido el mejor de los refugios.
*
Las mariposas doradas y plateadas iluminaban las noches, las nubes de espuma eran cálidas al tacto, el cuerpo era ligero al punto de poder flotar y sentir de cerca entre los dedos el color del arco iris que surcaba los cielos incluso oscuros… podían verse entre las calles como jugaban las hadas, podía verse como hablaban los peluches, un mundo maravilloso que no marcaba límites en donde el joven Jiroh podía vivir tranquilamente sin que nadie le perturbara… sin embargo, pese a toda la magnificencia que le rodeaba por alguna razón siempre se había sentido solo, ciertamente entre sus sueños nunca había aparecido nunca antes algún ser humano que le hiciera compañía, de alguna manera comenzó a pensar que aquel mundo solo estaba hecho para él.
*
Pese a su permanente soledad el joven adoraba permanecer dormido, pudiendo tocar las estrellas con las manos, pudiendo caminar sobre las aguas y sonreírle a los peces, saltando entre las montañas y viendo como las aguas de los ríos cambiaban su color tempestuosamente… color rosa, color azul, color verde… agua de aromas y sabores distintos, a fresas, uvas, manzanas… era su mundo fantástico…
*
Aquella como tantas otras tardes Jiroh llegó al patio trasero de la escuela luego de las prácticas de tennis del día, no estaba agotado sin embargo como de costumbre un sueño intenso le agobiaba, no era más que su deseo de acurrucarse bajo alguna sombra el que le impulso a llegar al pié de un garn árbol , quitándose la chaqueta a duras penas cayó en el suelo rendido y antes de darse cuenta ya se encontraba en el mundo de sus sueños… o almenos eso parecía…
*
Los ojos del dormilón se vieron sorprendidos por imágenes que nunca antes había visto, su mundo había cambiado drásticamente… las nubes se mostraban de un color rosa pálido… sin duda era algodón de azúcar, el viendo se sentía dulce, los árboles despedían un aroma a chocolate y sus hojas eran de caramelo, habían fresas por todas partes y la nieve que caía del cielo no era más que crema batida…
*
Jiroh corrió impresionado observando los rincones de aquel mundo nuevo… las aguas del río se habían vuelto mermelada, las montañas de flan, las estrellas malvaviscos, hasta el suelo estaba hecho de galletas… Aún más incomprensible que su propio mundo de sueños…
*
El césped parecía ser coco rallado, un cúmulo de aromas dulces se adueñaron del ambiente… Jiroh no pudo hacer más que seguir aquel camino de galletas… la nieve de crema paró de un momento a otro… y una lluvia de chispas de chocolate comenzó a inundar los suelos azucarados, una imagen sorprendente paralizó al chico de los ojos carmín por completo… al final del camino había otra persona…
*
El curioso Akutagawa corrió velozmente y mientras más se acercaba más seguro estaba de que era aquél quien había cambiado su mundo, un cabello rosa muy particular, ojos color lila, piel blanca y reluciente, una flamante sonrisa… de golpe la explosión de una goma de marcar se hizo presente en el momento en que sus miradas se cruzaron.

-¿Marui Bunta? –cuestionó el joven Jiroh muy sorprendido-.
-Jiroh-Chan… -musitó aquel con una sonrisa-.

Un leve silencio se hizo presente, Marui se sentó en el suelo, al pié de un gran árbol de chocolate… instintivamente Jiroh se sentó a su lado…

-Lamento haber cambiado tu sueño… era realmente hermoso –dijo Bunta un poco apenado-.
-El tuyo también lo es –dijo aquel un tanto sonrojado-.
-¿Qué puedes hacer en este lugar? –Cuestionó el pelirosa con una vivaz sonrisa-.

Jiroh pensó por un segundo y su rostro se iluminó en alegría, tomó las manos de Bunta y juntos salieron corriendo, al borde de un acantilado saltaron sin miedo ni reservas, sus cuerpos se elevaron en el aire, eran tan livianos que el viento los arrastraba sin destino alguno, Bunta en variadas ocasiones se detenía a comerse las estrellas o las nubes… nunca había probado nada tan dulce, al menos hasta aquel momento… Jiroh reía constantemente, nunca antes le habían acompañado en aquel mundo tan maravilloso…
*
Bañados en chocolate, cubiertos de azúcar, ya nada les apenaba o avergonzaba, las horas trascurrieron en su aventura soñada… finalmente terminaron recostados sobre una gran nube de algodón contemplando la luna que al parecer estaba hecha de pastel…

-Quiero morderla –dijo Bunta en una carcajada-.
-Puedes hacerlo, en este mundo todo es posible-.
-¿En serio? ¿Cualquier cosa? –Preguntó el pelirosa en una pícara mirada-.
-Eh… si… cualquier cosa –respondió el pequeño totalmente sonrojado-.
-En ese caso…

Bunta, con la suavidad que le caracterizaba en sus acciones se acercó al pequeño tocando con sus dedos el rostro tembloroso de aquél, lentamente se fueron acercando hasta que se vieron unidos en un apasionado beso, más dulce que cualquier cosa que hubieran probado en aquel mundo de fantasías, sin darse cuenta los dos jóvenes yacían envueltos en un cálido abrazo, sus besos fueron haciéndose infinitos de modo que el cielo se fue llenando de brillantes corazones… La nube se deshizo de golpe y ellos comenzaron a caer con velocidad, sin embargo aquello no pareció importarles… su beso era mil veces más exquisito que cualquier fantasía, el simple hecho de precipitarse a tierra no era motivo suficiente para apartarse…
*
Propio de un mundo soñado el aire no les hacía falta por lo que fue un beso extremadamente largo, extremadamente dulce… un suelo esponjoso los atajó de golpe, un suelo de gelatina que los impregnó al momento de un delicioso sabor a fresas… su beso continuaba… entre caricias sin medida mantuvieron sus cuerpos enredados hasta que finalmente todo a su alrededor comenzó a desvanecerse… era hora de despertar…

-Bunta… no te vayas –exclamó Jiroh entristecido-.
-Pero… Jiroh…-.
-Quédate conmigo en este mundo… por favor –los ojos del pequeño se habían llenado de lágrimas-.

Marui se acercó a él con una sonrisa y pasando sus labios por el rostro de aquel saboreó las lágrimas del pequeño… aquel no pudo hacer más que sonrojarse.

-Tus lágrimas son tan dulces como tus besos-.
-Bunta…
-Preferiría que tu vinieras conmigo –acotó el pelirosa seriamente-.
-¿Dónde? –cuestionó el pequeño inocentemente-.
-A nuestro verdadero mundo, donde podemos herirnos… donde pueda sentir tu verdadero sabor y tocar tu verdadera piel-.
-Nuestro verdadero mundo… pero… ¿Estarás conmigo? –Jiroh temblaba temeroso-.
-Siempre estaré contigo… así que por favor despierta a mi lado todos los días…

Jiroh se dejó llevar por las palabras de Bunta y cerrando sus ojos se dejó besar por última vez en aquel mundo sueños… al abrirlos nuevamente estaba en un lugar completamente diferente… sin duda se trataba del patio de la escuela, ¿Solo un sueño? una tristeza le invadió de golpe hasta que escuchó a sus espaldas el ligero reventar de una bomba de chicle…
*
Jiroh volteó entusiasmado y se encontró con la dulce mirada del pelirosa, no tardó mucho tiempo en arrojarse a sus brazos con una enorme sonrisa.

-Gracias por venir conmigo –dijo Bunta guiñando un ojo-.
-De esta manera si me gusta despertar –susurró el pequeño acurrucándose en el pecho de su compañero y aspirando felizmente el dulce aroma que le caracterizaba-.

“Sin más, ni más la vida continuaba”

***Tan maravillosos sea el mundo de los sueños como lo es el mundo real cuando dos corazones se entregan mutuamente con el dulzor de sus almas… tan propio de cada uno de ellos, ser verdaderamente felices en un mundo verdaderamente perfecto…***

MayOtk... ;)

 

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Nenas bellas, les aviso que la proxima pareja será la última de Tabu... será Yukimura x Sanada... a petición de Geni, se que me quedaron algunas al aire... sobre todo las del Shitenhouji, Jin x Dan, Sengoku x Jin, Ryoma x Kintarou, y Niou x Jagyu... esa ultima me hubiese gustado hacerla *-*

En fin... lo dejo hasta aqui porq tengo otros proyectos con Gris jejeje xD y porque ya muchas chicas que pidieron parejas perdieron el hilo de las historias.

JA-NE