"Tabú" Shounen-Ai

Re: "Tabú" Shounen-Ai

Me bañé xD y mientras comía terminé la conti, gomen por la espera estos tres meses que vienen serán horribles para mi, pero luego estaré mucho más ligera... creo... pero en fin palante es lo que importa, aqui les dejo esta triste historia, espero la disfruten ok :) se les quiere... byebye...


*Vigésima Historia*


“De un salto al dolor”


Aquella arrogancia que había envuelto su mundo no se había desvanecido en absoluto, pese a sus muchos temores, pese a sus cientos de amantes, siempre terminaba haciendo lo mismo… ya casi era un protocolo que tenía que seguir al pié de la letra al terminar una relación y empezar otra, para finalmente volver a caer en los brazos de Atobe, el joven de anteojos y cabellos azules lo sabía perfectamente, su vida se había convertido en un ciclo infinito.
*
Sin embargo aquellos días habían sido bastante alegres, su nueva pareja era muy amena y vivaz, lo había sido desde el principio, Oshitari aún recordaba con melancolía aquel día en donde ese pequeño de cabellos rojizos se le había declarado exaltadamente, con un grito agudo y un fuerte salto hacia sus brazos del cual no pudo desprenderse… Desde entonces estaban juntos, ya habían pasado dos meses.
*
El verlo cada día en las canchas sin duda le traía recuerdos gratificantes como los de aquella soleada tarde…


-¿Para que querías verme aquí Gakuto? –cuestionaba Oshitari un tanto indiferente-.
-Es que… es que yo… -el pequeño pelirrojo no despegaba su mirada del suelo-.
-Habla de una vez, se me hace tarde-.
-Espera un momento… no te muevas desde este lugar –pidió suplicante el joven acróbata-.


Oshitari un tanto fastidiado hizo caso de las palabras del pequeño, al poco tiempo se sorprendió mucho al ver lo que sus ojos le mostraban, Gakuto había subido a la azotea del edificio que yacía frente al parque… estaba en el borde del quinto piso y pese al peligro mostraba en su rostro una enorme sonrisa.


-¡¿Qué rayos haces? Eso es peligroso, baja ahora mismo! –gritó Oshitari asustado-.
-Esta es la única manera en que puedo decírtelo –exclamó Gakuto un tanto nervioso-.
-No te entiendo… baja por favor ¿Qué quieres decirme? –Preguntó Yuushi levantando aún más la voz-.


Gakuto se hecho algunos pasos hacía atrás y tomando impulso corrió hacia el borde del edificio dando un peligroso salto en el aire, Oshitari se asusto mucho al verlo caer, pensó que se mataría al chocar contra el suelo, sin embargo era indudable la belleza de aquel salto, las piruetas que el joven acróbata hacia en el aire parecían ser parte de una exquisita pieza de baile, antes de caer Gakuto se sujetó fuertemente de las ramas y de un alto árbol para finalmente aterrizar ligeramente en la grama del parque… Oshitari caminó hacia él con una sonrisa…


-¿Qué rayos piensas tonto? –Preguntó Yuushi mientras le jalaba de la camisa-.
-Esta libertad que siento al volar, la adrenalina que recorre mi cuerpo al saltar y el miedo de equivocarme… lo necesito todo para decirte… para decirte que te amo –decía Gakuto con el aliento entrecortado-.


El joven pelirrojo aferrado del brazo de su compañero recibió un fuerte abrazo por parte de aquel, estaba aliviado porque no le pasara nada al pequeño en aquella caída, cautivado por su hazaña Oshitari le beso en los labios dulcemente y desde entonces el pequeño saltarín había sido sublimemente feliz…
*
De un salto al presente Oshitari se vio sorprendido por aquel pequeño que siempre le hacía sonreír, como de costumbre había llegado a aquel lugar saltando a los brazos del amor de su vida, el joven de anteojos ya se había acostumbrado a recibirlo…


-No cambias Mukahi –decía el joven de anteojos con una sonrisa-.
-Bésame Yuushi… te extrañé mucho.


Oshitari tomó al joven de cabello rojizo suavemente por sus mejillas y rozó sus labios con ternura en un cálido beso, Gakuto sentía como sus piernas temblaban como de costumbre, simplemente no podía evitar sentirse en las nubes permaneciendo a su lado, aquella tarde transcurrió felizmente, el pequeño llevaba días deseando ir al parque de diversiones y solo por aquella ocasión Oshitari decidió complacerle, después de todo esa era su manera de enmendar sus culpas, aquellas culpas que siempre terminaba olvidando al regresar a los brazos de su prometido Atobe Keigo… finalmente la noche llegó a su final y como debida tradición la feliz pareja se encontraba deslumbrando un maravilloso paisaje desde el túnel de los enamorados, un paseo entre flores y estrellas que creaba el perfecto ambiente para el amor verdadero.
*
Finalmente aquel par de chicos yacían frente a la casa de Gakuto, Oshitari acostumbraba dejarlo en su puerta amablemente darse un dulce beso y marcharse sin decir palabra alguna, su temperamento era todo lo que le permitía hacer, sin embargo aquella noche todo había sido diferente, Gakuto se vio rodeado por los fuertes brazos del peliazul, sonrojado totalmente no pudo hacer más que corresponder a aquél salvaje beso, sin duda Oshitari se sentía más culpable que en ocasiones anteriores.
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En una torpe caminata llegaron a la habitación, aquello ya lo habían hecho con anterioridad, Gakuto era realmente indefenso ante él, por lo que nunca se pudo resistir, desde la primera noche que salieron juntos como pareja Oshitari lo había orillado a hacer el amor de forma apasionada, satisfecho el peliazul sabía que había sido el primer hombre en la vida del joven acróbata.
*
Entre besos y caricias se dejaron llevar suavemente, Oshitari de sentó en un sofá de la habitación dejando que Gakuto se sentara sobre su regazo, mientras que con sus blancas piernas rodeaba al peliazul por la cintura, abrazados fuertemente no podían parar de besarse, en poco tiempo Mukahi le quita los anteojos a Yuushi con delicadeza y se encuentra con el brillo ininterrumpido de sus ojos, con una sonrisa le acaricia los brazos tiernamente y desabrochando los botones de la camisa deja su pecho varonil al descubierto…
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Tan sonrojados ambos ante el encuentro, tan apasionados eran sus actos, cada segundo era perfecto, sin embargo la felicidad no podía durar para siempre… Gakuto comenzó a acariciar con desespero la piel de Yuushi, su pecho, sus brazos y por último su espalda, aquella sensación le asustó demasiado… Gakuto se puso de pié de golpe, alejándose de su confundido compañero, el joven acróbata rodeo al peliazul inspeccionando con sus ojos cada detalle hasta que finalmente se encontró horrorizado con aquellas marcas en la espalda, las mismas marcas que recién había sentido con sus manos, Oshitari en su arrebato lo había olvidado, los arañazos que Atobe le había procurado la noche anterior…


-Esas marcas… -Gakuto no podía hablar de la conmoción-.
-Lo lamento –dijo fríamente Oshitari-.
-¿Quién te las hizo? ¿Cómo fue que…?
-Fue Atobe, me las hizo anoche –comentaba el peliazul mientras se levantaba y se colocaba los anteojos-.
-¿El y tú?... –Gakuto no entendía lo que estaba sucediendo-.
-El es mi prometido, lo lamento de verdad –Para aquel entonces Yuushi ya se había puesto la camisa-.


Oshitari mantenía en el rostro aquella expresión fría y desinteresada mientras que Gakuto se había desplomado en el sueño con el corazón completamente destrozado, sin duda Yuushi había jugado con él todo aquél tiempo y nada podía hacer para cambiar las cosas…


-¿Lo amas? –Preguntó Mukahi con lágrimas en sus ojos-.
-Si, lo amo –respondió Yuushi de forma indiferente-.
-¿Solo fui un juego para ti? –Cuestionó el pequeño clavando su mirada en el suelo-.
-Piensa lo que quieras –concluyó Oshitari mientras se marchaba-.


Gakuto se quedó en su habitación toda la noche llorando arrodillado en el suelo, con aquella traición y toda esa tristeza que le inundaba el alma, Oshitari caminó las calles de Japón completamente desorientado, con la mirada perdida en un camino sin fin que siempre le llevaba al mismo lugar, ya estaba agotado, despedirse de Gakuto de aquella manera, tener que ser tan cruel con sus seres queridos lo tenía hastiado, las lagrimas cubrieron su rostro completamente mientras veía pasar las horas de la noche desde la banca abandonada de aquel parque… Ya era bastante tarde cuando finalmente Atobe apareció junto a él…


-Es muy difícil verte llorar de esta manera –dijo el joven de cabellos grises oscuros mientras se sentaba-.
-Estoy cansado de esto Keigo –susurró Oshitari con la mirada perdida en el cielo-.
-Si, te comprendo –Keigo comenzó a secar cuidadosamente las lágrimas de su compañero-.
-Déjame romper este ciclo por favor, te lo suplico –Oshitari había abrazado a Atobe con fuerza-.
-Aún no puedo hacerlo, dame un tiempo más… necesito poner mis sentimientos en orden.
-Te estaré esperando –El chico peliazul se había puesto de pié y se había marchado silenciosamente-.
-Tu y yo necesitamos que alguien sane nuestros corazones antes de estar plenamente juntos Yuushi… espero que no dejes de amarme hasta ese momento –concluyó Atobe mientras le veía partir.


Una noche larga y sin contemplaciones se habría paso entre todos aquellos corazones que malheridos debían continuar con sus vidas, los sueños de Gakuto estuvieron impregnados de momentos felices que jamás volverían, los sueños de Atobe estaban enturbiados de miedos y temores que le retenían y los sueños de Oshitari simplemente nunca llegaron a florecer… otro amanecer finalmente llegó.


“Sin más, ni más la vida continuaba”


***Dos prometidos que comenzaban a romper las sendas de felicidad de sus seres más cercanos, debían encontrar la sanación antes de poder entregarse completamente, un pequeño malherido que sentía que sus piernas ya no podrían saltar más allá de sus sueños, le habían cortado las alas y pasaría mucho tiempo antes de que pudiera volar nuevamente, o al menos eso era lo que pensaba, su historia a penas estaba comenzando***



MayOtk




Wiiiii para la siguiente Gakuto x Eiji *-* ja-ne

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