Un Suskirt pasó por mi lado, moviendose sobre el agua como si no pesara nada. Rayos, yo también quería poder caminar sobre las aguas. Aunque mejor no, después alguna gente rara diría que yo era hijo de Arceus y me convertía en una religión...no se de donde salió ese pensamiento. Al fin llegué a la orilla, y pude descansar. ¡(20/20)!
Seguimos a Emily y las tres finalmente llegamos al comienzo de la ruta. Era una ruta llena de agua a muy bajo nivel; se podía caminar, pero hacerlo no parecía ser una tarea sencilla, y no era tan profunda como para requerir que un pokémon nos llevara haciendo surf o algo por el estilo. —Bien, aquí estamos… la Ruta 313 —comenté en cuanto alcanzamos a Emily, observando un pequeño grupo de Masquerain que volaban sobre nosotras y se perdían de vista—. Hmm, dudo que aquí encontremos algo más que pokémon de tipo agua o bicho… en cualquier caso, ¡andando! Contenido oculto @Amane @Noir
Mimi Honda En cuanto alcanzamos a Emily y nos detuvimos frente la ruta 313, mi rostro mudó de color. Parpadeé un par de veces, anonada, mientras sentía como si el alma se me cayera a los pies con estrépito. ¿Esta... era una de esas rutas tan geniales que nos llevaría a la Sede del Gran Campeonato de Galeia? ¿Un lodazal mugroso? No... no podía ser posible... ¿verdad? Era una broma, ¿no? ... Un Tympole salvaje saltó desde los juncos que rodeaban el lodazal, asustado, y se zambulló en el agua negra de la ruta. Yo tragué saliva con dificultad, y miré a mi alrededor, pálida como un fantasma. Ahora que rememoraba las palabras de Effy, mi decepción fue sustituida por miedo. ¿Pokémon tipo bicho, acababa de decir? ¿qué rayos...? —¿D-de verdad que tengo que entrar ahí?— pregunté entonces, mirando el agua pantanosa con auténtico pavor.— ¿No hay un camino más corto y más... seco? ¡Effy, esto es tan horrible! ¡No quiero hacerlo! >> ¡Emily!—sin una palabra más tomé la muñeca de la entrenadora, mirándola a los ojos con el temor pintado en ellos—. Q-quédate a mi lado por si aparece uno de esos bichos salvajes... ¿b-bien? Volví a tragar saliva con dificultad, asqueada y temerosa, y entrando en el agua lodosa arrastré a Emily tras de mí.
Y allí estábamos. Las tres chicas delante de la esperada ruta 313. — Cuanta agua... — murmuré, y entonces vi a Poliwhirl salir de su pokéball. Me miró con ojos emocionados y yo solo pude asentir. El pokémon necesitaba disfrutar del agua en algún momento, era consciente de ello, así que... ¿qué mejor manera que aprovechar aquella ruta para eso? Cogí a Espeon en brazos y me dispuse a entrar en la ruta justo cuando sentí una mano agarrando mi muñeca. >> ¿E-eh? S-sí, claro... — murmuré totalmente confusa. Me tomó tan desprevenida que me tuve que dejar llevar por Mimi, aun sin procesar lo repentino que había sido aquello. [1/20]
—Oh vamos, no me digas que la gran Mimi Honda le tiene miedo a un poquito de agua y un par de Caterpies —comenté lo suficientemente alto para que ella me oyera. Sabía que, para que alguien tan orgullosa como ella hiciera algo, bastaba con decirle que no podría lograrlo para que se lo pusiera como meta principal, para demostrar que el otro se equivocaba. Era fácil de entender esa mentalidad, por supuesto, porque mi mente funcionaba de manera algo similar, si soy sincera. Noté que Emily había liberado a su Poliwhirl… se me ocurrió que a uno de mis pokémon también podría gustarle este lugar, por lo que tomé una de mis pokebolas y la lancé por los aires. —¡Vamos, Golduck! —exclamé. El pokémon tipo agua emergió de su esférico, hizo una pose, y se unió a nosotras en la caminata. Di mi primer paso hacia el agua lodosa, siendo la primera en adentrarme a la ruta, y pronto nos pusimos en marcha a través de la ruta.
Mimi Honda ''Oh vamos, no me digas que la gran Mimi Honda le tiene miedo a un poquito de agua y un par de Caterpies''. —¡La gran Mimi Honda no le tiene miedo a nada! ¡No digas estupideces!— repliqué con las mejillas enrojecidas ante el jocoso comentario de Effy. Aferré mi agarre en la muñeca de Emily y tiré de ella—. ¡Vas a ver ahora! Así, sujetando a Emily para paliar mi miedo de algún modo, pasé corriendo el trecho que nos separaba del agua. Pasé corriendo incluso por el agua, sin importarme si me mojaba mis preciosas bailarinas negras, ni mis medias de lino bordado hasta donde Effy se encontraba, un par de metros por delante de nosotras. Fue entonces que me percaté de lo estúpida que había sido. ¿Por qué me dejaba llevar así por comentarios como esos? ¡Era obvio que era precisamente lo que Effy quería! ¡Ugh! Iba a protestar, molesta, cuando me percaté de como el agua mugrosa se colaba por dentro de mis zapatos, por debajo de mis medias y me rozaba la piel. Eww... levanté la pierna y me miré a mí misma con una mueca de profundo desagrado, deseando estar en cualquier lugar menos en ese. En determinado momento, incluso, también sentí como algo me rozaba sinuosamente el tobillo de la pierna contraria, y la sangre se me congeló en las venas antes el sólo tacto. Mi corazón dejó de latir. Tomé aire y... —¡Kyaaah~!— chillé—. ¡Algo me ha rozado la pierna! ¡Algo me ha rozado! ¡Hay algo en este agua mugrosa! >> ¡Effy, sácame ya de aquí!
Giré la cabeza hacia los lados numerosas veces, mirando a las chicas. Ciertamente la relación de las dos podría definirse como algo de "provocaciones", pues vivían a base de eso. Y no me quejaba, era realmente interesante y divertido pero... ¡yo no debía estar en medio de ellas! Mi muñeca no tenía la culpa de todo aquello, ¿verdad? — Está bien, Mimi — dije con una sonrisilla nerviosa — No hay nada extraño aquí, como mucho será un pokémon o una rama... algo por el estilo — seguí hablando en un intento de quitarle las preocupaciones y animarla. Aunque en el interior sabía que seguramente ni me había escuchado. [2/20]
—Oh vamos, tampoco es para gritar así… seguramente fue un Tympole o un Poliwag que pasó por al lado tuyo —comenté en respuesta, poniendo los ojos en blanco ante el chillido de Mimi. Emily, buena como sólo ella podía serlo, se dedicó a sonreír e intentar tranquilizar a Mimi. Golduck y Poliwhirl se adelantaron, divertidos en el agua; Golduck parecía estar corriendo una carrera pero Poliwhirl no se daba cuenta, pues éste último simplemente disfrutaba de aquella ruta que la Honda parecía detestar tanto. —No es un camino muy largo… y la siguiente ruta es un bosque sin nada de agua, con la mayor variedad de pokémon de toda Galeia según he oído —comenté, sin dejar de avanzar—. Así que intentemos terminar con este camino cuanto antes…
Mimi Honda ¿Una rama...? —Ya, ¿p-pero y si no lo es?— repliqué mirando a Emily y a Effy alternativamente, pálida. El corazón me latía a ritmo de una marcha macabra. Después de aquello fui incapaz de moverme por aproximadamente un minuto. Eché un vistazo a mi alrededor... tragué saliva de nuevo y moví la pierna derecha tentativamente... el pie se me hundió casi por completo en mitad de ese lodo asqueroso que cubría el fondo—. ¡Agh! ¡Effy, si logro salir de aquí con vida juro que voy a matarte!
Volví para ver justo como Mimi metía su pie en la parte evidentemente más profunda del fango. No pude evitar una pequeña risa ante su reacción; honestamente, ni que fuese mi culpa que hubiese tanto lodo por aquí… pero bueno, ella quería ser una entrenadora pokémon. Esta era la vida de un entrenador pokémon, quiérase o no, así que ya iba siendo hora de que se acostumbrara. —¡Tendrás que alcanzarme primero para ello! —dije con optimismo, tomando una pokebola—. ¡Vamos, Blastoise! Mi pokémon inicial se irguió en el acto al salir de su pokebola. Me ubiqué sentada en su hombro, lejos y a salvo de esa agua lodosa que Mimi parecía odiar tanto, y el tipo agua comenzó a avanzar a grandes pasos a través de la ruta. [4/20]
Mimi Honda —¡Tendrás que alcanzarme primero para ello! —exclamó alegremente—. ¡Vamos, Blastoise! Liberó a su pokémon en ese momento, un Blastoise enorme y corpulento que la cargó sobre su hombro. Miré a Effy si dan crédito a mis ojos— primero— y con pura rabia después. La sangre era fuego líquido en mis venas a esas alturas. —¡Serás...!— ladré, apretando furiosamente los puños—. ¡Raiden, sal aquí! Lancé la lujo-ball al aire, y el tipo eléctrico se materializo triunfante en mitad del lodazal. Gracias a la conductividad del agua, su cuerpo despedía pequeñas chispas, pero nada potencialmente peligroso. Emily y yo montamos sobre su lomo—a las malas, porque estaba molesta y estando así no me paraba a preguntar si la gente quería hacer o no las cosas—, y protegida del agua mugrosa, señalé a Effy con un amenazador dedo índice. >> ¿Olvidabas que a los Luxray les encanta el agua?— le pregunté, más burlona que molesta—. ¡Ahora verás si te alcanzo! ¡Raiden, adelántala! Con un rugido apremiente, el tipo eléctrico pasó chapoteando por delante del Blastoise rival. Me volví justo a tiempo para, desde mi posición, sonreírle a Effy entre burlona y victoriosa.
En poco tiempo me vi montada en el enorme Luxray de Mimi en una carrera para alcanzar a Effy. Reí. No pude evitarlo, reí con tremenda alegría. Esas dos no iba a parar nunca y, por raro que pudiese parecer, aquello me resultaba terriblemente divertido. — Vamos Raiden, ¡tú puedes! — dije con ánimo, golpeando levemente el lomo del tipo eléctrico. Pasamos al lado de Poliwhirl, quién miró al pokémon con admiración. Contenido oculto Post rápido, que ya salgo para clase xD [3/20]
El Luxray de Mimi no tardó mucho tiempo en alcanzarnos, y mucho menos aún en pasarnos. Al cabo de unos minutos el tipo eléctrico había tomado la delantera, dejándonos atrás para verlo avanzar. Vi que Blastoise se disponía a acelerar para intentar alcanzarlo, por lo que decidí detenerlo. —Tranquilo, Blastoise… todo marcha bien ahora —le comenté al tipo agua—. ¿No lo ves? Ahora ella avanza por el lodo sin problema, todo porque le dije que no podría hacerlo más rápido que yo. Se ha metido tanto en superarme a mi, que se ha olvidado de sus propios miedos… eso es genial en cierto modo, ¿no? >> Además, no hay motivo por el cual cansarnos ahora mismo… disfrutemos del camino, ¿sí? —Blas toise…
Mimi Honda Ahora que había adelantado a Effy gracias a Raiden y ella se había quedado atrás, caminando tan lentamente como antes, me pregunté por qué no había dicho nada o había sacado un pokémon aún más rápido para adelantarme. ¡Effy era así, Effy hacía esa clase de cosas! Le dirigí una mirada de soslayo, extrañada, y después volví la vista al camino. —Hmm...— murmuré pues, preguntándome en silencio si era esto lo que había pretendido en primer lugar. Ahora no me mojaba, eso era obvio... y tampoco se me metía ese asqueroso lodo dentro de los zapatos, aunque mis medias estaban manchadas de tierra. ¿Es que me conocía tan bien?— Tsk. Tan problemática... Soplaba una brisa suave, casi veraniega, que creaba suaves ondulaciones sobre la superficie del agua. El sol brillaba en lo alto, implacable... se reflejaba en el agua lodosa y hacía sentir el ambiente como el infierno. [4/20]
Eché hacia atrás la cabeza, cerrando los ojos con suavidad. Se sentía tan bien estar fuera, en un lugar desconocido con personas queridas. Era una de las mejores sensaciones que podía llegar a sentir desde que empecé la aventura. Aquella sensación de... plenitud. Sonreí. — Una buena ocasión merece un buen día ¿eh? — murmuré casi de forma imperceptible, sintiendo los rayos del sola calentando de forma leve mi rostro. [4/20]
Suspiré mientras veía un grupo de Shellos pasar por debajo de los pies de Blastoise. No quería expresar mi acuerdo con Mimi en voz alta, pero aquel camino era largo, largo y tedioso… teniamos que hacer algo al respecto, pero no tenía idea de qué… —Cuando lleguemos a la siguiente ruta podemos detenernos a almorzar —comenté, aunque las otras dos se habían quedado atrás y sólo los tres pokémon de agua que me acompañaban podían oirme—. Preparé unos bocadillos antes de salir de Ciudad Témpera, creo que hay suficientes para todos… Golduck y Blastoise intercambiaron una mirada que no pude descifrar al oír que había preparado comida… oh, claro, pobres, debían estar muriéndose de hambre. Seguramente no podían esperar hasta probar las delicias que había preparado para ellos.
Mimi Honda Raiden caminaba entre el agua lodosa con tranquilidad. Aunque su expresión era serena e impasible, en el fondo sabía que debía estar disfrutando del agua lodosa que teníamos debajo. Todo se sentía tranquilo, aburrido... y caluroso. Si iba a ser así todo el camino hasta la ruta 314, se iba a ser insoportable. Eternamente insoportable. —¡Me muero de calor!— me quejé, dejando caer la cabeza—. ¿Queda mucho más para llegar? [5/20]
Fruncí el ceño para ver mejor hacia el horizonte. — Hum... no logro ver el final de la ruta — comenté poco después, estirándome levemente — Pero no te pongas así Mimi, disfruta del momento~ — llevé mis manos hacia la parte trasera del cuello y volví a cerrar los ojos para que mi piel captase más luz solar. Era cierto, hacía calor, pero era algo soportable a mi parecer. [5/20]
Mimi Honda Pero no te pongas así Mimi, disfruta del momento~ —¡No puedo disfrutar de un momento tan horrible!— le espeté a Emily en repuesta, dejándome caer sobre la cabeza de Raiden—. Ah~ Este sol es lo peor para una piel tan sensible como la mía... La brisa meció al viento las plantas que rodeaban el lodazal... Todo era silencio, la paz sólo era perturbaba por el chirrido de algún pokémon tipo bicho oculto entre los matorrales que nos rodeaban. Un momento... ¡¿b-bicho?! Ignoré ese pensamiento cuando antes. —¡No me era grato en lo absoluto concebir la terrible idea de que hubiese bichos asquerosos acechándonos desde algún lugar!— y suspiré pesadamente. >> Ojalá tuviese una sombrilla de esas de mano para protegerme del sol...—continué—. ¿Por qué las dejaría en Sinnoh? Va a ser terrible si acabo quemándome...
Una pequeña sombra pasó entonces revoloteando sobre nuestras cabezas, descendiendo poco a poco hasta estar al nivel del agua. Observé al pokémon tipo bicho descender a rozar el agua lodosa con fascinación, mientras Blastoise seguía avanzando. —Vaya, es un Masquerain… —murmuré, sacando mi propia pokedex. "Masquerain, el pokémon globo ocular. Este pokémon intimida a sus enemigos con los ojos que tiene dibujados en sus antenas, que suelen darle aspecto de estar enfadado. Si estos "ojos" están medio cerrados y con aspecto triste, es muy probable que esté a punto de llover." —Ahora que lo pienso, no cuento con ningún pokémon tipo insecto en el equipo —dije, más para mi misma que para alguien en particular—. ¿Qué tal si cambiamos eso? ¡Golduck, pasa a la acción! ¡Ataca a ese Masquerain con Aqua Jet! El pokémon de agua, captando inmediatamente hacia donde iba esa conversación, ya estaba preparado para la acción. Golduck se lanzó al ataque con un potente Aqua Jet que dio directo en el blanco y lanzó a Masquerain por los aires. El tipo bicho/volador, enfadado, arremetió con un Rayo Burbuja contra Golduck en lugar de huír… sonreí; me gustaba un pokémon que presentaba pelea.
