Nikolah Cruz El choque casi hizo que la pobre Talía perdiera el equilibrio, pero logré agarrarla a tiempo, con la ayuda de sus piernas también, que apretaron mi cuello. La palmeé levemente para indicarle que dejara de hacer tanta presión, que me estaba acogotando. Le sonreí a la chica morocha que se acababa de presentar. — ¡Hola! Soy Nikolah, de la Compañía de Detectives Talía, Nikolah & Mimo.— dije, alegre, mientras le estrechaba la mano.— Sí, somos nuevos. Nuevos entrenadores y nuevos detectives. Me quedé un rato pensando en las últimas palabras que había dicho la muchacha. ¿Hermanos? La verdad que no, no tenía ni idea del apellido de Talía, y hasta dónde yo sabía, había sido hijo único, hasta que mis padres se fueron. Pero también, ¿no éramos todos como una familia? Eso hacía a Talía mi hermana. Mis ojos brillaron. Sí, siempre había querido una hermanita menor. >> ¡Sí, sí! Somos hermanos.— dije, con una sonrisa ancha.— Ella se llama Talía, es algo tímida, además de que este lugar no le trae buenos recuerdos. A ninguno, a decir verdad. Mi sonrisa seguía en mi cara. Obviamente seguía profundamente afectado por la masacre que había presenciado, pero no podía dejar que la pequeña me notara afectado. Si no, ella tal vez se pondría triste. ¡Y eso no es lo que quería! De pronto, mi semblante se puso serio. Había recordado algo, algo que había pasado por alto. Me dirigí hacia la muchacha con la enorme coleta a sus espaldas. — Liza, sé que esto es apresurado, pero ¿quiéres acompañarnos en la investigación? Necesito hablar con una pesona nuevamente, hay algo que se me acaba de venir a la cabeza. Me di luego la media vuelta, y con paso apresurado, me dirigí de vuelta hacia la oficina de Bert, para conversar con Erwin. En el trayecto, Mimo había decidido salir de su pokéball, y simulando que tenía a alguien en sus hombros (pues se ve que había perdido el palito), me siguió como pudo, con sus patitas haciendo todo el esfuerzo posible. Así, llegamos hasta donde se encontraba Erwin, irrumpiendo en la sala llena de cadáveres. En mi impulso, me había olvidado de dejar a Talía afuera. — ¡Erwin! Si mal no recuerdo, cuando te pregunté sobre los sospechosos, dijiste que había más personas descartadas que sospechosos. Y eso se deducía debido al video que había pasado Justice. Sin embargo, esa suposición surge de que el video que vimos haya sido transmitido en vivo, y no una grabación. En el caso de ser lo segundo, el número de sospechosos se amplía sobremanera, y las personas descartadas se convierte en cero. Además de que habías mencionado que algo no te cuadraba cuando estabas viendo los informes de Bert. ¿Puede que sea algo relacionado a eso? >> Sobre el primer video de Justice.
Las habitaciones eran todas iguales... no había nada especial en ellas. Parecían casi propias de un hotel, todas cortadas por la misma tijera, idénticas entre sí... impersonales. Hum... nop. No había ningún registro de un Milotic. —Oh, el video, ¿eh? —Erwin pareció reflexionar profundamente—. Es la única pista que ha dejado Justice. Debido a que fue transmitido justo en el momento adecuado de la investigación, cuando arrinconamos a Albert, y que todo lo que decía Justice parecía ir acorde a lo que estábamos hablando, salta a la vista que el video debió ser una emisión en directo; es la única forma de que pueda haber sucedido como sucedió, al fin y al cabo. >> Por eso digo que hay sospechosos que podemos descartar: todos los que presenciásemos ese video, por lógica, no podríamos ser Justice, ¿no? Al menos eso es lo que se deduce de ese video... en cualquier caso, es lo único que tenemos de Justice, por lo que no estaría de más tenerlo bien presente. >> Obtienes: video de Justice.
Hubert No había nada especial en las habitaciones comunes, al explorarlas me encontré con que eran exactamente iguales, sin relevancia algunas. Entonces decidí que lo mejor era ir al otro lado de las puertas lujosas, donde me encontré con las dependencias de los jefes del P.A.M… Aunque… ¿Quién sería la cuarta persona cuya placa había sido arrancada de su puerta? Era la habitación en la que había visto a Dante, quien en ese momento estaba revisando cosas que había encima de una mesa. —Con permiso —dije al entrar, para que Dante supiera que estaba allí y no provocarle un sobresalto. Tras hacer una rápida observación, fui a revisar la mesilla de noche. Parecía ser un buen sitio para esconder o guardar algo interesante. Contenido oculto
Al abrir el cajón que tenía la mesilla de noche, único lugar donde podría guardarse algo allí... todo lo que encontró Hubert fue una pequeña caja fuerte. La citada caja tenía una combinación para ser abierta, de cuatro dígitos. ¿Cuál sería la combinación...?
Mimi Honda Suspiré. Me alivió sobremanera descubrir que no había registros de Venus en los archivos del P.A.M. Eso significaba que no había sido genéticamente alterada y que probablemente pasaría los mismo con el resto de leyendas. ¿Solo ese Eelektross había sido sujeto de sus experimentos? Eso... me quitó otro peso de encima. No sabía cual hubiera sido mi reacción exacta si aquella teoría se confirmase. Nunca había estado más aliviada de que mis ideas fuesen erradas. —Entonces, el Chatot de Henry...—murmuré, buscando el informe del mismo. Pero no creía encontrar nada que no supiésemos ya.
Hubert —Interesante. Tal y como esperaba, en el cajón de la mesilla había algo. Se trataba de una caja fuerte pequeña. La observé de cerca y, sabiendo de antemano el resultado, intenté abrirla sin éxito. La persona que la dejó allí había tenido la precaución de mantenerla cerrada, aunque me preguntaba por qué la había dejado atrás. ¿Qué tan importante sería lo que hubiese en esta caja? Sea como fuese, debía encontrar en alguna parte la combinación para abrirla. Pero antes de ir a comunicarle a Farrow mi hallazgo, preferí investigar un poco más el misterioso cuarto. Dudaba encontrar la combinación de la caja fuerte, pero no perdía nada con intentarlo. Así pues, revisé el armario. Otro sitio ideal para guardar o esconder. O, inclusive, esconderse.
Dante Miles Fotografías... Las tomó con cuidado para poder verlas con más atención, le parecían curiosas, ninguno de los líderes pareció darse cuenta en algún momento sobre las acciones de esa persona, también el hecho de que todos fueran fotografiados haciendo algo que, claramente los inculparia si no hubiesen sido atrapados, le hacía pensar que, tan siquiera había alguien que no estaba tan de acuerdo con todo lo que pasaba. Su esmero en tener unas buenas fotografías parecía intentar demostrárselo un poco más. ¿Un infiltrado? ¿Planeaba chantajearlos? ¿Mandarlos a la CSG o a otras personas? Fuera la respuesta que sea, se habían asegurado de llevarse tan siquiera uno, en su huida apostaba que se había llevado su placa. Suspiró, dejando las fotos en ese lugar y, al escuchar a Hubert tan solo asintió en silencio, aunque por un momento pareció haber querido decirle algo, aunque, en un último minuto prefirió callar. No creía que hubiera algo que pudiera decirle en esta situación. Luego, aprovechando que Hubert ya había revisado otras cosas, se aproximó a la cama del sujeto.
En efecto, era obvio que las modificaciones que realizó el P.A.M. sobre el Chatot de Henry estaría registrado ahí... pero todo cuanto se encontró allí eran datos que ellos ya sabían: que Chatot pertenecía a Henry, que fue sometido a cambios en sus capacidades de imitación de voces, dotándole de la capacidad de hablar con cualquier voz que haya oído ya, y permitiéndole hablar con voluntad propia, sin necesidad de repetir frases ya dichas. ... pero no aportaba nada nuevo a la investigación. Hubert descubrió, al abrir el armario, que había multitud de trajes, de batas de científico, y demás utensilios típicos de aquel lugar: típicos de un laboratorio, al fin y al cabo. Casi no había nada que pareciese una prenda personal... pero lo que sí que llamó la atención al holder fue encontrar una llamativa placa en una de las batas, rotulando el nombre de la persona que probablemente las vestía. Y, para sorpresa de Hubert y seguramente de todos los demás... no era el nombre de Albert. Decía: "Byron Hopkins". ¿... quién demonios era Byron Hopkins? Obtienes: Cartel de Byron Hopkins. La cama estaba pulcramente hecha, sin ningún tipo de arruga ni nada por el estilo. Las sábanas, blancas, estaban perfectamente dobladas y colocadas... parecía que esa cama no se usaba desde hacía bastante tiempo, ¿eh? ... Tal vez fuese buena idea regresar con Handsome. Puede que esas personas a las que había llamado estuviesen ya al llegar... ¿no? Emily Así las cosas, Emily logró salir de aquella especie de estudio... todo para toparse con un salón común, de una casa cualquiera. Bastante desordenado, había trastos por todas partes, y hasta platos sucios en la mesa. Pero lo que más llamaba la atención... eran los múltiples papeles colgados de todas partes. ¿Qué dem...? Eso sí, no había rastro de ningún hombre por allí. ¿Se habría ido? En fin, en el salón había una puerta que probablemente daría a la calle, y no demasiado lejos de esta había una ventana. La mesa, como ya se ha explicado, estaba llena de platos sucios y otros papelajos. Había también una especie de mueble con cajones y puertas de armario, típico de los muebles usados para sostener la televisión. ¿Debía Emily explorar algo de todo aquello, o mejor seguía mirando por la casa? >> Ir a: Cocina >> Ir a: Baño >> Ir a: Planta superior
Hubert El armario contenía prendas de vestir, donde destacaban las batas de científico y utensilios propios de un laboratorio. Un primer vistazo de estos objetos no aportaba nada fuera de lo común, salvo la ausencia de prendas íntimas para someterlas a análisis. Pero lejos de asumir nada, empecé a mover los trajes y las batas, revisando bolsillos. Pero la prueba no la hallé dentro de una de las prendas, sino sobre ella, en una de las batas: una placa con un nombre escrito en él. ¿El de la persona que dormía en esa habitación, a lo mejor? —Byron Hopkins —leí, mirando posteriormente a Dante, enseñando la bata—. Quizás sea la persona que residía aquí. Aunque si te digo la verdad… Jamás oí hablar de él, en ninguno de los anteriores casos —nuevamente, mi mano fue al mentón. ¿Quién era Byron Hopkins? ¿Tendría alguna relación con Justice? Aunque pensar que él era el propio Justice era demasiado obvio como tenerlo en cuenta. Me acerqué a la mesa que Dante antes había revisado y allí vi unas fotografías grotescas y oscuras, pero que parecían haber sido tomadas sin el consentimiento ni el conocimiento de los líderes del P.A.M. ¿Un traidor? —Creo que ya hemos visto todo en este sitio —suspiré—. Iré con Handsome, quizás pueda orientarnos. Abandoné así la habitación, dejé atrás el pasillo y las dependencias del P.A.M, y me dirigí hasta donde se encontraba Handsome.
Al llegar al puerto nuevamente, Hubert se encontró con que Handsome, en efecto, no estaba solo. Había otras tres personas con él... —Hey, ¡qué hay! —dijo uno de ellos, mano alzada en gesto de saludo y sonrisa de oreja a oreja—. ¡Encantado! Creo que no nos conocemos, ¡eres uno de esos holders, huh! A mí uno me dio una paliza... mi nombre es Pyro. Luego fue otra de los presentes la que habló. —Encantada —musitó, recolocando sus gafas mientras miraba todo con gesto analítico—. Ya veo que este sitio ha sido objetivo de una terrible tragedia. Pero qué triste que dependan de unos adolescentes para su resolución. En fin... ayudaremos cuanto sea posible, como ha pedido Handsome. Soy Oxy. —Hey —dijo, sonriente, el que faltaba por saludar—. No estoy seguro de si nos conocemos... —meditativo, rascó su mejilla, pensativo—. En fin. Soy Irvine, el antiguo campeón de Galeia. A la mayoría de los tuyos los instruí en el inicio de sus aventuras por la región. Luego se dirigió a Handsome. —... aunque no entiendo muy bien por qué nos ha llamado, señor Handsome. El agente se encogió de hombros. —Yo tampoco, realmente —reconoció—. Ha sido Farrow el que me ha pedido que contacte con los Grandes de Galeia. Necesitaba que viniesen algunos de ellos para colaborar... y tenía especial interés en que el Grande de la Lucha viniese, además. —¿Yo? —Irvine se señaló a sí mismo—. Huh... bueno, es cierto que tengo el título de Grande, pero no suelo identificarme mucho como tal, ni actúo normalmente como uno... ¿por qué precisamente yo? Y Handsome se acarició la nuca, tenso. —N-No sabría decirte. Supongo que Farrow tendrá sus motivos... en cualquier caso, chico —se dirigió a Hubert—, ellos tres han venido en representación de los dieciocho Grandes de Galeia... están aquí para ayudar. Eres libre de hablar con cualquiera de ellos cuando lo desees; si no sabes muy bien qué hacer, aquí estaré yo, también.
Ian Lockhart —Uh, ¿Nos conocemos? —pregunté, al escuchar las palabras de aquella chica. No me sorprendía que la mayoría de las personas no me soportasen, pero a ella, en particular, no la recordaba de nada, salvo de estos mismos casos, y difícilmente habríamos intercambiado palabras. —Las leyendas, huh —añadí—. Ya he buscado la octava, que resultó ser "falsa". Y a juzgar por su comportamiento tan particular, dudo que el resto de... ¡Tsk! Tras decir aparta, la chica me hizo a un lado y terminó buscando ella misma. Y me quedé allí, mirando de reojo. Al parecer, tal y como había supuesto,el resto de leyendas no eran más que miembros especialmente habilidosos de su propia especie. La chica se quedó allí, buscando sobre otras cosas, y yo terminé revisando mi pokédex, mirando las pruebas que el resto iba recabando. Duré así unos minutos hasta que algo llamó mi atención. Hubert había encontrado una bata donde al parecer se guardaban las cosas de los líderes de PAM, con un nombre desconocido para nosotros hasta el momento: Byron Hopkins. ¿Quizá...? Volví a mirar a la rubia; estaba en la C y yo necesitaba B, así que estaba claro lo que tenía que hacer. —Aparta —dije con sorna, pescando el archivo y quitándoselo de un tirón de las manos—, creo que tengo algo interesante. >>Byron Hopkins, ¿A caso el también tendría un pokémon modificado?
Mimi Honda —¡Oye tú...!—gruñí cuando sentí como aquel tipejo me arrebata el archivo de las manos. Le dirigí una mirada llena de ira pero no traté de arrebatarle el archivo de nuevo. ¡No éramos niños pequeños peleando por un juguete, no había tiempo para esas estupideces! Pareció estar buscando algo por un momento... pero su búsqueda no pareció dar resultados. Le dirigí una mirada de circunstancias, pero estaba segura de que mi voz tenía cierto tono triunfante cuando respondí. "Imbécil". >>Sin duda, la nada más absoluta es bastante interesante— repliqué—. No vamos a encontrar nada más aquí, creo que es un hecho. Haz lo que de la gana, Ian. >>Yo tengo una promesa que cumplir. Y con aquellas palabras me di la vuelta y tomé el ascensor de vuelta a la superficie. Había visto a Hubert pasar con ciertas prisas... me preguntaba si había descubierto algo.
Hubert Pregunté a un alguacil de la prisión dónde se encontraba Handsome, el cual me respondió señalando hacia el puerto. Serperior aprovechó la salida al exterior para acompañarme fuera de su pokébola, como siempre solía hacer. Por su expresión, también deseaba con fuerzas salvar a Emily… Puedimos comprobar, al llegar al puerto, que el inspector no se encontraba solo. Iba acompañado por tres personas, de las cuales sólo logré reconocer a una, no sin cierta sorpresa. Los otros dos se presentaron como Pyro y Oxy, nombres que sí me resultaron familiares, ya que en su momento me informé sobre los Grandes de Galeia. Por eso mismo no me tomó desprevenido el saber que Irvine también era uno pero, eso sí, verlo allí era lo último que esperaba. —Un gusto conocerles y gracias por venir. Soy Hubert —respondí con una sonrisa tranquila, rascándome la mejilla con un índice. Estar ante entrenadores tan fuertes me resultaba imponente, debía admitir. Luego, me giré hacia el campeón, Irvine. Lo observé por un instante, detenidamente... Pensando... Sintiendo que me generaba un interés que iba más allá del hecho de que fuese el Campeón... "¿Qué estás planeando, Farrow?" Extendí una mano hacia él, esperando estrechar la suya. —Podría decirse que soy un miembro tardío de la Tercera Generación de Holders —reí—. Por eso no estuve en la Escuela Pokémon para recibir tus instrucciones. >>Hemos descubierto cosas terribles dentro de la Prisión —continué—. Espero que podamos resolver esto juntos. [Hablar con Irvine]
Emily Hodges Costó bastante pero finalmente conseguí abrir la puerta y salí de ahí. No se supone que debía ser tan fácil salir de un sitio en el que me habían encerrado... ¿cierto? Estuve un tiempo dentro, esperando por si el señor estaba cerca, pero no aguanté mucho más hasta que salí del estudio finalmente. Lo que me encontré fue una casa bastante desordenada y llena de papeles, de los que tenía cierta idea para que podían servir. No parecía que el hombre siguiese cerca, ¿habría ido a otro piso o habría salido? Quizás fuese peligroso así que tenía que ir con cuidado, él pensaba que yo era su nieta y además estaba castigada... Me acerqué a una mesa, mirando lo que había encima de ella, curiosa.
Dante Miles Yep, era solo una cama, una cama perfectamente hecha y sin usar durante mucho tiempo, aunque habría pensado que por las fotografías expuestas sin ninguna clase de cuidado, la cama también podría haber estado algo desordenada, pero no era el caso. ¿Y ahora que se suponía que...? "Byron Hopkins. Quizás sea la persona que residía aquí. Aunque si te digo la verdad… Jamás oí hablar de él, en ninguno de los anteriores casos." Escuchar la voz de Hubert tan de repente le causó un respingo, por un momento había creído que solo iba a investigar y seguir con lo suyo así que, se había permitido perderse un poco entre sus pensamientos hasta que su voz lo sacó de allí, claro que, cuando se giró a darle su atención procuró que no se notara tanto el susto causado por no esperar aquello no se notara demasiado, ¿Bryron Hopkins? No, el nombre no despertaba en él y aparentemente, a Hubert tampoco así que...¿por qué ese cientifico y pseudo líder no se había visto involucrado en nada pero los demás sí? ¿Y por qué sí dejó su nombre en la bata? Realmente no estaba hecho para hacerse tantas preguntas, solo se confundía a sí mismo. Aun así, si él se había tomado la molestia de decirle eso, quizás podría... no, Hubert era realmente más rápido que su capacidad de decir que demonios debía hacer y ya había visto las fotos que se encontraban en la mesa antes de retirarse y le dijera que iría con Handsome. —...Claro, ahm, ¿suerte? —Hizo una pequeña mueca, la naturalidad no estaba siendo algo que predominara mucho en él en esa situación, más sin perder tiempo también salió de aquella habitación, encontrandose con que Mimi también se había marchado y se acercó a Ian —Creo que no hay nada más que investigar aquí, ¿quieres subir con los demás, Ian?
Nikolah Cruz Me rasqué la barbilla, ante las palabras de Erwin. Vaya, no recordaba bien lo del video. Si había sido en vivo si podíamos descartar a varias personas como sospechosos. Suspiré un poco derrotado. No parecía estar llegando a ningún lado. Todo parecían ser confirmaciones de lo que ya sabíamos, al menos, lo que yo había podido averiguar. Que detective de poca monta estaba hecho. Había alguien de la familia que necesitaba ayuda, y yo no podía hacer nada más que confirmar lo obvio. Agité la cabeza. No tenía sentido pensar en eso ahora. No haría más que empeorar la situación. Así que me cacheteé un poco para despertarme, y me giré hacia Liza. — Muy bien, te arrastré aquí para nada. Me disculpo por eso.— dije, con una sonrisa. Luego, recordé algo.— Hay alguien más con quien todavía quiero hablar. Puedes acompañarme, si lo juzgas necesario. Aunque la primera impresión que te di no fue muy buena, ¿no? Solté una pequeña risotada, me di media vuelta, y me dirigí hacia la playa. Quería hablar con aquel hombre alto, apuesto y con pinta de super detective. Vaya, yo quería verme así. Yo tan solo tenía mi paraguas viejo, que ni siquiera tenía encima. ¿Qué clase de detective era? Tenía que tomar nota de ese hombre. Tal vez podía pedirle que me tomara como aprendiz, cuando todo esto hubiera terminado. Sí, le iba a preguntar. En esos pensamientos estaba cuando llegué a la playa, en dónde no solo me encontré con ese hombre, sino que también estaba aquel otro muchacho (¿Müller era? No recuerdo. El del Serperior. Ese.) y otros muchachos más, que no tenía ni idea de quienes eran. Parecían importantes, por las reacciones que había tenido...Müller, sí, iríamos con Müller. Pero no me interesaban ellos en ese instante. Sino el super detective. Me acerqué a él con reverencia, preguntando con humildad. — Disculpe, señor, pero me preguntaba algo. ¿Podría ser mi...? (no, no, eso no. Ahora no)... Quiero decir, ¿podría decirme sobre el estado de la CSG tras el incidente? Supongo que no habrá quedado especialmente bien, después de todo lo que ocurrió. Mientras le preguntaba, tomaba nota. Sobretodo color caqui, chaleco marrón, camisa blanca, corbata púrpura, pantalones marrones y zapatos. Ese era el atuendo de un detective. Tendría que conseguirme algo así.
Ian "Sin duda, la nada más absoluta es bastante interesante". —Sí, de hecho así es —susurré, cuando se marchó. Que no hubiera nada sobre él lo hacía aún más interesante que si hubiera encontrado algo. Aún así, de momento era cierto que no encontraría nada más en los archivos. Y parecía que el resto ya había inspeccionado todo el lugar. De facto, el propio Dante se me acercó para sugerir acompañar al resto, cosa que acepté de buen grado, asintiendo con la cabeza y dejando el archivo en su lugar. —Sí, me parece que es buena idea. Aunque nos pusimos al corriente el uno con el otro sobre lo que habíamos descubierto, lo cierto es que no teníamos todavía nada relevante. Ya en el exterior, me sorprendí de ver Pyro, Irvine y alguien más junto con Handsome y el resto de Holders. —Qué tal, Pyro —saludé, esperando que aún me recordase—. ¿Son ustedes a quién Handsome a llamado para que nos ayudasen? [Hablar con Pyro]
Mimi Honda Mi sorpresa fue significativa cuando regresé al puerto. Hubert y Handsome estaban allí... pero no estaban solos. ¿Quien era toda esa gente? No los había visto en mi vida ni conocía en lo más mínimo a ninguno de ellos. También estaba ese rarito y la niña que llevaba sobre los hombros a todas partes... Tsk. Pero ni siquiera me fijé en él. —Uh... ¿Hola?—pregunté acercándome—. Oh, como sea... No hay tiempo para formalismos. Imagino que sois la ayuda externa que pidió Farrow. [Hablar con Oxy] Contenido oculto Sigo fangirl por Oxy porque es mi favorita y aaaa la amo (?)
Irvine sonrió. —Oh, genial. Ya decía yo que era raro que no conociese a un holder de tercera generación —luego retomó la seriedad, cruzándose de brazos y reflexionando por un instante—. Bueno, estoy ligeramente enterado de lo que ha sucedido aquí, pero no sé muchos detalles. La verdad es que no sé de qué puedo servir yo aquí... pero en fin, cualquier cosa que quieras comentarme, o si quieres saber mi opinión de algo o mostrarme algo... ¡aquí me tienes! >> Hablarle sobre Justice. >> Hablarle sobre el P.A.M. >> Hablarle sobre el incidente. >> Preguntarle sobre una prueba concreta. Handsome acarició su barbilla. —Bueno, supongo que Erwin os habrá puesto al día mejor que yo, pero... todos los presos del sector sur y norte terminaron muertos. Los del módulo este y los que en ese momento estaban en el módulo oeste se salvaron... y ningún alguacil sufrió daños de ningún tipo. Desconocemos el método utilizado, pero los distintos presos se mataron entre ellos y se suicidaron, con todo tipo de armas. Y las puertas de los módulos se abrieron de pronto, repentinamente, sin motivo aparente, dejándoles salir a todos. >> No puedo aportarte más datos, lo siento. —¡Hey, hablando del rey de Kalos! ¡Tú eres el que me derrotó cuando mandamos ese primer mensaje a los holders! Tío, ¿qué tal todo? Lástima tener que encontrarnos de nuevo en estas circunstancias... >> Sí, nos ha avisado Handsome, pero... no sé, no sé muy bien en qué puedo ayudar, a decir verdad. ¡Bueno, todo lo que queráis contarme o preguntarme, aquí estoy! >> Hablarle sobre Justice >> Hablarle sobre el P.A.M. >> Hablarle sobre el incidente >> Enseñarle una prueba en concreto La mujer alzó sus gafas con los dedos para ver a la chica que se acercó a ella mejor. Pareció analizarla con la mirada, actuando siempre con gestos refinados y sobrebios. —Vaya, una chica con pocos modales, por lo que veo; no van muy acordes con el aire de elegancia que transmites, querida. Pero en fin, no es esta la tesitura idónea para andar haciendo análisis de nadie. ¿La ayuda externa, dices? Sí, se supone que somos nosotros. Pero nadie nos ha explicado cómo podemos ayudar. De modo que... adelante, pregunta. Intentaré ver en qué puedo echar una mano. >> Hablarle sobre Justice >> Hablarle sobre el P.A.M. >> Hablarle sobre el incidente >> Enseñarle una prueba en concreto