Frente Parque Batalla

Mimi Honda

Acaricié la cabeza de Genji cuando se apoyó en mi pierna, feliz con los cuidados. El gigante de planta cerró los ojos y soltó una especie de arrullo.

—Aunque necesitase algo más de la tienda—le dije al jardinero—, no podría comprarlo ahora mismo.

Llevé una mano a mi cadera y esbocé una sonrisa confiada. Quizás sería una batalla dura, pero lo daríamos todo. No iba a conformarme con menos de eso.

>>Estamos listos. Terminemos esta ronda de combates.

 

El jardinero le abrió la puerta hacia el último de los cuartos y, para su sorpresa, esta vez ella era la primera en llegar. Así se quedó uno o dos minutos a la espera hasta que un repentino sonido vino del otro lado anunciando la llegada de su rival.

Esqueletos y flechas.

Eso fue lo último que vi la última vez. No lo sabía, pero el éter de mi vida no se escaparía de mi cuerpo de manera tan sencilla. Estaba aferrado a mí con un contrato irrompible, aparentemente. Pero esperaba despertarme en otro lugar.

Creí que sería en medio de las luces taciturnas de lámparas de gas que generaban sombras aterradoras, potenciadas por los movimientos de las nauseabundas ratas cubiertas en escaras y ampollas rebosantes de pus que llenaban las calles adoquinadas y cubiertas por hedor a húmeda podredumbre mezclado por el nauseabundo olor de las armaduras y sus antiguos portadores en descomposición. Todo eso fue reemplazado por el aire fresco de una bosque de césped verde y rebosante en vida donde a lo lejos podía ver una cueva extenderse al frente de grandes edificios de arquitectura anómala y discordante con los espeluznantes castillos victorianos a los que acostumbraba.

Pero lo más curioso fue mi primera impresión con esas criaturas: Me aterré. Pensé que sería su presa y busqué cuidarme con mis confiables hojas solo para enterarme de que estaba desarmada. El miedo se convirtió en pánico mientras observaba las zarpas de esa mantis verde afilarse entre sí o los picos de esos pequeños mamíferos violeta secretar un aceitoso líquido que reconocí como veneno. ¿Era mi fin de nuevo? Eso fue lo que más sorpresa me causó: No.

Eran criaturas amables, lo supe al instante que la bola gorda y rosada me compartiera lo que parecían ser deliciosos bayas del bosque de un tamaño bastante más grande al de las frutas que conocía. Tiempo después me enteraría que eran los animales de este mundo y que se llamaban Pokémon confirmándome que definitivamente esto no era Edén. No habían no muertos, esqueletos, peste, ni mal. Solo un mundo soñado, una utopía, donde estas bestias pseudomitológicas convivían con los humanos e incluso cooperaban para una especie de deporte llamado "Combates pokémon". Y yo terminé uniéndome. Ahora soy lo que se llama "Entrenadora de Pokémon".

No fue de manera voluntaria, sino mi última opción. Confirmé que podía aliarme con los pequeños que me cuidaron y llevarlos conmigo en cápsulas especiales que parecían funcionar con una especie de magia llamada "Tecnología de Pokéballs". No la entendía del todo, pero era lo que cualquiera con mis... Aficiones, desearía. Lástima, ese pasatiempo mío era mucho más complejo ahora. No solo yo podía aprovecharme de ello para mi sustracción de tesoros valiosos ajenos, sino que también los mismos dueños de aquellos y quienes ejercían la ley tenían esas armas a su favor. Terminé descartándolo tras solo un par de golpes apenas exitosos; no valió la pena tanto esfuerzo y sufrimiento para el botín que me llevé.

Y ahí entró esto de las peleas pokémon para salvarme. No era lo mismo, pero cada vez que enfrentaba a otro de estos "Entrenadores", podíamos apostar algo. Dinero, objetos, incluso algunos salvajes accedieron a apostar a sus propios compañeros a cambio de la posibilidad de llevarme a un lugar íntimo; pobres. No sabían que se quedarían como Exeggutor sin cocos de intentarlo; Pero no les dejaría llegar a eso de ninguna forma.

Y así, básicamente, terminé aquí. Con una profesión, si se le podía llamar de alguna manera, honesta y en medio de la lucha para vivir tranquila de esto. Eso me hizo afrontar el desafío de los edificios batalla, y me decanté por el parque de primeras. Me ayudaría a no exponer mis cartas, pues no usaba mis propios pokémon, y a la vez tenía ese tan increíble sistema de luchar por arrebatar al otro entrenador de sus tesoros.

Eso último fue lo que me retuvo con el jardinero, a quién siempre tenía visto de reojo por la mala vibra que daba, administrando recursos antes de ir por mi último escalón para la paga.

—Lo tengo todo ya. Más te vale esperarme con mi paga cuando regrese.

Así me aparté de la zona de intermedios para entrar finalmente a la pequeña arena de batalla que habían montado.

Cuando Mimi pudo ver claramente a su contrincante se encontró con una chica morena con largos rizos castaños tomados en una coleta larga que descendía por su espalda. Vestía como muchos entrenadores guay optando por colores azul marino repartidos en una primera capa y medias que eran montadas por una chaqueta anaranjada y una falda con un reborde del mismo tono, respectivamente. En su rostro destacaba su nariz levemente respingada y que guiaba por el puente a unos ojos dorados que examinaban entrecerrados de arriba a abajo a su rubia contrincante. Tenía una mirada intensa y afilada como la de un felino que miraba una presa.

Contenido oculto

—Ésta va cargada hasta arriba—Dije de inmediato, en un tono algo elevado y que claramente fue audible.—. Me encantará tomar tu mochila después de esto—Saludé.—. Soy Charlotte, pero trata de no recordarlo si no sabes perder.

A estos entrenadores les encantaba presentarse antes de combatir. Había aprendido con el tiempo que no hacerlo hacía más difícil obtener apuestas, así que finalmente terminé adaptándome. A día de hoy seguía sin gustarme.

Contenido oculto

Sonaba confiada, pero estaba respaldada por las chispas y rugido que su compañero emitió apenas tocó el piso del campo de batalla.

—Ya estoy deseando contar cuánto llevas encima.


ELECTIVIRE: Eléctrico
Habilidad: Electromotor: Aumenta en 2 niveles su velocidad si recibe un movimiento eléctrico. No se aplica cálculo de daños.
Salud: 150/150
Ataque: 183 (60)
Defensa: 67
Ataque Especial: 145 (50)
Defensa Especial: 85
Velocidad: 165 (<124) (70)
Amistad: 87/99
- Voltio Cambio (38 Potencia, Eléctrico, especial; cambia de pokémon tras golpear. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 2/2)
- Terremoto (50 Potencia, Tierra, físico. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 4/4)
- Onda Trueno (Paraliza al rival. Prioridad: 0) (Usos 3/3)
- Lanzallamas (50 Potencia, Fuego, especial; 1/5 de quemar al rival. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 3/3)
- Danza Lluvia (Invoca lluvia por 5 turnos. Prioridad: 0) (Usos: 2/2)

 

Mimi Honda

Cuando llegué a la arena allí no había nadie. Era... extraño. Era la primera vez que me pasaba algo así. Esperé por algunos minutos y entonces, ella apreció.

Se trataba de una joven de mi edad, quizás un poco más mayor. Sus ojos eran afilados y agudos y de alguna manera me recordaban a los de un Luxray.

Aunque la habilidad de estos para ver a través de todo no parecía tenerla muy desarrollada.

Enarqué una ceja con escepticismo cuando hizo ese comentario.

¿Perdón?

La ironía fue tal que me hizo soltar una risa por la nariz.

—No contarás mucho—saqué mi monedero y lo agité. No sonó—. Claro que esto no es todo lo que tengo, pero no necesitas saber eso.

Y si lo que pretendía era tomar a uno de mis Pokémon, tendría que pasar por encima de mí.

—Mi nombre es Mimi. Recuérdalo cuando lo que llevas tú esté en este monedero.


VENUSAUR: Planta/Veneno
Habilidad: Espesura: doble potencia de ataques tipo planta cuando sus PS bajan de 1/3.
Salud: 125/190 (15)
Ataque: 82
Defensa: 132 (49)
Ataque Especial: 164 (60)
Defensa Especial: 145 (11)
Velocidad: 125 (<94) (45)
Amistad: 99/99
Movimientos:
- Bomba Lodo (63 Potencia, especial, tiene 1/5 posibilidades de envenenar al rival. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 1/3)
- Drenadoras (Infecta al rival; cada turno perderá 1/8 de los PS máximos por turno, cantidad en la que se curará el atacante. Desaparece si el rival cambia. Prioridad: 0) (Usos: 4/4)
- Gigadrenado (63 Potencia, Planta, especial, recupera 1/3 del daño causado. RC: 1, Prioridad: 0) (Usos: 2/2)
- Síntesis (Recupera la mitad de vida al usarlo; 2/3 si se está bajo sol; 1/4 bajo otros climas) (Usos: 1/2)
- Somnífero (Duerme al rival 2/3 veces) (Usos: 2/2)

 

Charlotte.

Oír sobre su monedero me hizo poner todos mis sentidos en alerta. ¿Sus palabras? Una trampa seguro; Yo misma haría eso en ocasiones pasadas. Por eso mis ojos se abrieron como platos, expectantes a su gesto, y sentí como esa deliciosa adrenalina subía por mi cuerpo. Me calentaba y ponía a latir mi corazón como una bomba de alta potencia llevando cada onza de mi sangre por todo mi torrente. Sentía como se acumulaba pasando por mis yugulares antes de hacer arder mi rostro con la lujuria máxima de quien estaba a punto de conseguir su más anhelado deseo... Solo para ser repentinamente ahogada en el desolador frío de una cubeta fría.

—¿¡¡¡Huuuuuhhh!!!!?

No me cabía en la cabeza que ella tuviera esa hucha vacía. La expresión de sorprendida, shockeada por la frustrante realidad, no se me quitaba del rostro aun con el rápido movimiento de mis globos oculares. ¿Cómo era posible? Rubia, bien vestida, de ademanes refinados y de nombre pomposo. No tenía sentido que estuviera sin nada... Al menos en el mundo real sería así. Aquí en el parque...

Ver a su compañero... ¿Eso era un sapo con una flor en la espalda? No paraba de sorprenderme la basta variedad de criaturas en este mundo. Pero más importante: estaba tocado. No en las últimas, pero se notaba un desgaste fácilmente reconocible. Ni aquí, ni en Éden, los enemigos eran invencibles. Todos tenían un aprovechable punto débil que perforar con mis dagas.

—Ya que no tienes ni para pagarme la visita, tendré que conformarme solo con la paga de ganar mi cuarta ronda—Ah, pero me quejé de todas maneras. Chasqueé la lengua antes de decidir pelear.—. Vamos, gigantón. El sapo es de clase naturaleza; vamos a lanzarle una Onda Trueno y detener sus movimientos.


ELECTIVIRE: Eléctrico
Habilidad: Electromotor: Aumenta en 2 niveles su velocidad si recibe un movimiento eléctrico. No se aplica cálculo de daños.
Salud: 150/150
Ataque: 183 (60)
Defensa: 67
Ataque Especial: 145 (50)
Defensa Especial: 85
Velocidad: 165 (<124) (70)
Amistad: 87/99
- Voltio Cambio (38 Potencia, Eléctrico, especial; cambia de pokémon tras golpear. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 2/2)
- Terremoto (50 Potencia, Tierra, físico. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 4/4)
- Onda Trueno (Paraliza al rival. Prioridad: 0) (Usos 2/3)
- Lanzallamas (50 Potencia, Fuego, especial; 1/5 de quemar al rival. Prioridad: 0, RC: 1) (Usos: 3/3)
- Danza Lluvia (Invoca lluvia por 5 turnos. Prioridad: 0) (Usos: 2/2)