Colectivo Palabras de Febrero

Titulo: Zapato
Colectivo: Reality Group
Personajes: Chuck y Verushka
Palabra: Zapato
Palabras: 139

Chuck miró a Verushka con ésa sonrisa que a ella le encantaba y a su vez odiaba, demostrándole confianza.

—No te entrará —dijo muy segura de ésas palabras—. Es muy pequeño, creí que era grande.

Chuck gruñó, tratando de meterlo.

—No entra bien —mencionó él, gimiendo—. Maltrata en la punta y duele mucho atrás.

Allegra oía detrás de un árbol, excitada, imaginando cosas que no eran.

—Tienes que sacarlo y volverlo a meter, así te aliviará al sacarlo —dijo Verushka cruzando sus piernas.

Chuck lo sacó y respiró profundamente.

—Bien hecho, Bartholomew; yo te había dicho que no usaras ése zapato porque no te entraría. Pero nunca me haces caso.

—¡Cállate! ¿O prefieres que te calle yo con un beso? —la agarró de la mano y la levantó con su fuerza, hasta que quedase pegada a él.

 

Titulo: Duelo Digimon
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Bridget y Ayumi
Palabra: Guerra
Palabras: 299
Notas: No recuerdo mucho de YGO, así que…

—Date por vencida, Ayumi —mencionó Bridget con una enorme sonrisa en sus labios.

—¡Jamás! No me daré por vencida tan fácilmente —miró la pantalla con el puntaje; ella llevaba 500 puntos y Bridget 2000 puntos.

—Entonces sufrirás las consecuencias —rió maquiavélicamente, o al menos eso creía ella, ya que su risa era totalmente estúpida y fingida.

Observó sus cartas, viendo que poseía en ellas a Angemon, el ángel guardián.

—Coloco a Angemon, el ángel guardián, en modo de ataque —y puso la carta en el tablero. De ella salió un hermoso ángel, con un báculo sagrado, preparado para atacar—. Angemon, ataca a Gatomon.

El ángel atacó al pobre gato blanco que había en el campo de batalla con su báculo.

—¡No! —gritó Ayumi, viendo como Gatomon desaparecía e iba directamente al cementerio de cartas.

Los puntos de la joven bajaron a 200.

—Yo coloco a Angewomon en modo de ataque, para que destruya a tu Patamon.

En el campo salió un nuevo ángel, pero era mujer y llevaba un traje muy sugerente. La mujer lanzó una flecha directo a Patamon, quien desapareció como lo había hecho Gatomon.

Bridget: 1000
Ayumi: 200

—Por último, activaré ésta carta trampa que permanecía oculta, para volver al campo a mi Gatomon.

Bridget rió, cubriéndose la boca con sus cartas.

—¡Qué tonta eres! Cuando dos ángeles están en el campo de batalla, Angemon pasa a ser MagnaAngemon —el ángel musculoso cambió su forma; ahora poseía una armadura sobre su cuerpo y sus alas eran más gruesas—. ¡Destruye a Angewomon!

El otro ángel desapareció y los puntos de la del cabello rosado quedaron en cero.

—Eres una perdedora; yo he ganado la guerra.

Claro, desde el principio se sabía que ganaría la guerra, pues era otro de los sueños de la joven Lorenzetti.

 

Titulo: Pinta caritas.
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Bridget&Allen, Ellie&Bastian, Ayumi.
Palabra: Oferta
Palabras: 346
Notas: Es como si hubiese pasado varios meses desde que entraron al digimundo y todo está en paz, así que están en NY, paseando. Los demás también están allí, sólo que no los mencioné; solamente a Ayumi porque para ese entonces a Bridget ya le cae bien. Hay que recordar que Bridget (en el colectivo) la odia a ella, mientras que Ayumi ni está enterada de ello y no le presta atención. Así que no es un odio mutuo.
La corta escena entre Ellie&Bastian la amé; además quería ver las facetas de ésos dos (Bastian-Allen) como novios, jijiji.

Los niños elegidos caminaban por la ciudad de Nueva York. Bridget estaba agarrada del brazo de Allen, mientras éste mantenía sus manos en los bolsillos del pantalón. Los demás caminaban detrás, mientras conversaban.

—¡Mira Allen! —exclamó Bridget corriendo hasta donde se encontraba un payaso, pintándoles las caras a los niños que se acercaban.

—Hoy hay una oferta, dulce chica; pintaré dos caras al precio de una —informó el payaso mostrando su enorme sonrisa.

Un grito de emoción por parte de Bridget aturdió a los presentes. La joven mimada miró a sus compañeros, para escoger a uno de ellos y aprovechar la oferta.

—Tú —mencionó, señalando con su dedo índice a Ayumi.

—¿Ah? ¿Por qué yo? —se quejó, pensando en una excusa—. Lo siento, pero debo ir en este mismo instante al baño —y dicho aquello salió corriendo del lugar.

—A mí ni me mires —gruñó Bastian, cruzado de brazos—. Dile a tu novio, ¿no?

Ellie rió suavecito. Allen tragó saliva, observando un cartelito que había por allí.

—Bastian, tienes razón. —Tomó nuevamente a su novio del brazo y le sonrió dulcemente—. Allen, pasemos nosotros.

El joven fulminó con la mirada a Bastian, por su increíble idea; éste le contestó con una sonrisa de medio lado.

Allen asintió y se sentó al lado de Bridget, frente al payaso.

—Yo quiero que me hagas unas mariposas en las mejillas —dijo, sonriendo, para después girar el rostro y ver a su chico—. ¿Y tú?

Allen miró a Bridget por un momento; por qué ella le hacia hacer cosas que a él no le gustaba, además, ella le pedía las cosas como si fuesen ordenes, y él odiaba eso. Pero la amaba y por eso cumplía sus caprichos para hacerla sentir bien. Sonrió.

—Puede ser cualquier cosa —respondió.

El payaso agarró el pincel y comenzó con Bridget.

Ellie jaló de la camisa de Bastian, para llamar su atención.

—¿Qué ocurre?

—Yo también quiero pintarme la cara contigo, como Brid y Allen —miró el suelo, avergonzada por el atrevimiento.

Un leve sonrojo invadió el rostro del joven.

 

Título: Exigente.
Palabra: Insaciable.
Colectivo: Reality Group.
Personaje: Chuck Van der Woodsen/ Electra Schwarkopzky.
Sinopsis: Chuck era muy exigente... mucho. Pero especialmente para algo en lo que él era absolutamente insaciable.

Exigente​

Chuck Van der Woodsen era la clase de personas que te entregarían una lista de requisitos y una planilla antes de acostarse contigo. Electra bufó hundiendo su navaja y fileteando una manzana. ¿Quién carajos querría acostarse con un tipo que está jodidamente bueno? Ella no.

—Oh, no, claro que no —negó hablando sola, sin percatarse de la presencia del dueño de sus pensamientos.

—¿Claro que no dejarías pasar la oportunidad de meterte entre mis cobijas? —rió el moreno, la ruso-americana le siguió el juego.

—Por supuesto que no, y menos si me traes a mi compatriota —mumuró con una sonrisa socarrona.

—Primero tengo que hacerte un casting a ver si eres lo suficientemente buena en la cama. Soy insaciable —admitió el Van der Woodsen siguiendo con ese juego que se estaba tornando extrañamente serio.

Electra bufó nuevamente... Siempre lo hace cuando se molesta, pensó Chuck. La pelirroja se levantó, tirando la manzana y guardó su navaja.

Chuck era muy exigente... mucho. Pero especialmente para algo en lo que él era absolutamente insaciable.
Aunque... Si Chuck era exigente... Electra lo podría ser aún más. Se giró, y le sonrió con sensualidad, luego susurrándole en el oído:

—Lo siento, Chuck Norris, créeme que yo te hice el casting cuando me infiltré en el baño de chicos... Y tu micrófono no me hace cantar.

 

Título: ---
Palabra: Hospital.
Colectivo: Deja vú.
Personaje: Evangeline Cold.
Sinopsis: ---

¿Una palabra para describir lo que sentía en ese preciso instante? Miedo. Terror. Frustración. Ignorancia. Confusión. Incredulidad. Molestia. ¿Era sólo una? Es que sentía tantas cosas. Sólo tuvo fuerza para tomarse el rostro entre las manos y llorar sin decir nada, sin siquiera jadear o sollozar; lloraba de frustración y de miedo. Lloraba como nunca pudo llorar por querer ser fuerte y demostrar que no necesitaba nada más.

Sintió unos brazos que aprisionaban su cuerpo con fuerza, dándole una valentía y un valor que jamás había sentido. Levantó el rostro, encontrándose con esos ojos profundos y oscuros, que ocultaban tantas cosas. Se sintió segura.

Miró las paredes del hospital, no sabía dónde estaba, tampoco le importaba. Sólo sabía que tenía mucho por hacer y una nueva vida qué construir.

 

Título: Be my Valentine.
Palabra: Corazón.
Colectivo: Lernen Miteinander zu Leben.
Personajes: Alexander Gray / Alice Marie Rose.
Sinopsis: La francesa abrió con pudor la notita, encontrándose con un pequeño corazón rojo de papel y una frase que le arrebató el alma.
Nota: No sé cómo manejé los personajes, no me maten aún.

BE MY VALENTINE​

14 de febrero, suspiró Alice rememorando que ese día suponía el clímax del romanticismo en ese colegio. Abrazó su mochila mientras caminaba viendo a jóvenes parejas agarrados de las manos, besándose tímidamente, intercambiándose regalos y chocolates dulcemente.
Sintió envidia, una sana envidia.

Miró el reloj, que estaba a punto de dar once campanadas, anunciando que empezaría su clase de filosofía. Entró al salón, sin importarle estar sola allí, eso le serviría para alejarse un tanto de ese ambiente que empezaba a agobiarla.

Caminó hasta sentarse en su pupitre, girando el rostro y encontrándose con la cabellera oscura de alguien a quien conocía muy bien: Alexander Gray. No se inmutó en saludarlo o tratar de llamar su atención, tal vez estaría pensando en algo importante y no quería molestarlo.

Metió la mano en la gaveta de su escritorio, dispuesta a sacar el cuaderno que siempre guardaba allí (para evitarse un poco de peso extra en su mochila). Lo puso en la mesa, entonces una notita salió volando y cayó a sus pies. Extrañada la recogió, pensando en que debía ser una equivocación.

Sus manos le temblaban y tragó saliva. La francesa abrió con pudor la notita, encontrándose con un pequeño corazón rojo de papel y una frase que le arrebató el alma.

“Be my Valentine”

La castaña giró el rostro hacia su derecha, con el corazón latiéndole a mil por hora. Miró su rostro, el de él. Y esa mueca pícara parecida a una sonrisa le dijo más que cualquier cosa.

 

Título: Así de superficial.
Palabra: Zapato.
Colectivo: Lernen Miteinander zu Leben.
Personajes: Elizabeth Hawke /Megan Webber.
Sinopsis: La morena alzó una ceja y bufó. La gente podía ser tan superficial…
Nota: Viejos tiempos de LML.

ASÍ DE SUPERFICIAL​

Miró su reloj, el tiempo se le estaba pasando extremadamente lento. Había accedido de mala gana acompañar a Elizabeth Hawke al centro comercial ese fin de semana que no tenían nada que hacer. Miranda Brandom había salido sin decir nada, muy temprano por la mañana; mientras que la francesita Alice alegaba no sentirse muy bien.

Megan no era la clase de chicas que se dejaban manipular, pero Alice le había pedido por favor que acompañase a la inglesa para evitar que ésta armase un escándalo y armara una guerra en contra de ella.

Suspiró cuando vio salir a la platinada del probador. Era el quincuagésimo vestido que se probaba en lo que iba de día.
Dio un giro, el vestido se elevó levemente con la gracia de una modelo.

—Me queda divino, ¿no es cierto? —sonrió la Hawke.

Acto seguido se propuso mirarse al espejo en busca de alguna imperfección que evitase que comprara la prenda. La morena alzó una ceja y bufó por lo bajo. La gente podía ser tan superficial…

Se preguntó si Elizabeth podría tener un zapato en vez de cerebro en la cabeza…

Así de superficial era.

 

Titulo: Santas por tres
Colectivo: Lerner Miteinander zu Leben
Personajes: Todos, los que están actualmente.
Palabra: Desastre
Palabras: 529
Notas: Inspirado en el video de la canción “lolita” de Belinda.

Alex y Erick se dirigían a su nuevo empleo; era una tienda de dulces y artículos para fiestas, dentro de un centro comercial; llevaban aproximadamente una semana y sólo asistían por la tarde, cuando tenían libre. El rubio atendía la caja, mientras el moreno al público. Abrieron el local y entraron.

Tres chicas caminaban por el centro comercial, observando las tiendas de ropas, que les hacia obligar entrar Elizabeth cada vez que veían una.

—¿No es por aquí el lugar en donde trabajan los chicos? —preguntó Megan, para después darle un sorbo a su bebida.

Alice asintió, recordando las veces que ambos chicos le mencionaron la tienda en donde estaban trabajando.

—Vamos con ellos —ordenó Elizabeth saliendo de la tienda que minutos antes había entrado. Las otras dos le siguieron

—Mamá, mamá, quiero de éste caramelo —decía una niñita de seis años jalando el vestido de la mujer, mientras señalaba unos caramelos redondos de distintos colores.

Alex agarró el frasco enorme en donde permanecían los caramelos, lo abrió y se lo extendió a la niña para que sacase los que quería.

—No, son muy grandes —dijo, cruzándose de brazos—. ¡Quiero éstos! —gritó, acercándose a una vitrina donde habían unos dulces.

Alex caminó hasta donde estaba la niña y sacó los que ella señalaba.

—Mejor quiero un helado, mamá —dio la vuelta y agarró la mano de su madre; ésta se encontraba hablando por teléfono y ambas salieron del lugar.

En ése instante, Elizabeth, Alice y Megan entraron a la tienda; Alex frunció el ceño, y Erick rió recordando lo que había ocurrido hace poco con su amigo.

—¿Desean algo? —preguntó Alex acercándose.

—Chicas, elijan lo que quieran que yo pago —propuso Elizabeth. Megan le miró con una sonrisa picara, y Alice veía sus zapatos.

Megan cogió la mano de Alice y la arrastró hacia uno de los pasillos. Elizabeth penetró por el de al lado.

—¿Esto qué es? —preguntó Megan riendo al ver un tubo colorido, grande y grueso.

—Es un confeti —respondió Alice, viendo como su amiga lo agitaba duro para después abrirlo y, de éste, salieron muchos papelitos picados de distintos colores.

Elizabeth estaba en la sección de “bolas de caramelos” donde había muchos caramelos en círculos de distintos tamaños. La joven podía observar a las otras dos chicas mediante los estantes. Abrió lentamente un frasco y cogió muchas bolitas duras, que al masticarlas se volvían chicles; luego, las lanzó por arriba para que les pegase a Megan y Alice.

—¡Oye! —se quejó Megan, respondiendo a la maldad de Elizabeth, pero lanzándole, en vez de bolitas, los tubos del confeti.

La albina agarró un frasco entero de caramelos y los echó por el suelo, en donde se encontraba Alice y Megan; éstas bailaban por el efecto que aquello causaba.

Alice, por impulso, tomó un spray y roció a Elizabeth con lo que salía del envase, que eran cosas largas que parecían espaguetis.

Las tres chicas reían mientras jugaban con los artículos de aquella tienda, haciendo un desastre total y poniendo los nervios de puntas de ambos chicos, que no sabían qué hacer para detenerlas. Lo que sí sabían era que estarían en problemas con el dueño.

 

Título: Juego.
Palabra: Timidez.
Colectivo: Bands War.
Personajes: Julieta Sheenan / Ryan Wolfe.
Sinopsis: —Julieta, no te comeré… Bueno, no de forma tan literal —alegó, luego rió con su voz ronca. La rubia se sonrojó nuevamente bajando sus ojos por el cuerpo semi-desnudo del muchacho y sintió desfallecer.
Nota: Mi pareja favorita <3 Posible (muy probable, absolutamente) OoC, pero quería hacerlo asdfasdf… Lo que sale durante clases de matemática.

JUEGO​

El baterista rozó “accidentalmente” el cuerpo de la joven con sus ágiles manos, ella no sabía que había algo de planificado en ese accidente. Qué inocente, exclamó Annie mentalmente, viendo el juego que se traía entre manos el Wolfe.
Los cabellos platinados bailaron al compás de la brisa cuando el muchacho corrió y tomó entre sus brazos a la Sheenan, luego alzándola en el aire.

—July, hace calor: bañémonos en la piscina y juguemos al tiburón —pidió el baterista. Annie abrió los ojos de par en par sin perder un segundo de vista de la situación.

—¿El… tiburón? —repitió la rubia extrañada.

—Sí, el tiburón —volvió a hablar Wolfe, sabiendo que ella conocía a la perfección el juego.

Una sonrisa maliciosa surcó los labios del platinado cuando vio las mejillas de la bajista teñirse de rojo. Esa timidez puedo quitársela rápido, cruzó veloz por su mente ese pensamiento; luego se arrepintió porque se sentía como un sadicón.

Se fijó en el semblante dubitativo de la fémina. Enarcó una ceja y se levantó, posándose en la punta de la piscina.

—Julieta, no te comeré… Bueno, no de forma tan literal —alegó, luego rió con su voz ronca. La rubia se sonrojó nuevamente bajando sus por el cuerpo semi-desnudo del muchacho y sintió desfallecer.

¿Cómo decir que no? Se mordió un labio.

Annie, quien desde hacía rato no perdía vista de la situación, alzó una ceja. Julieta Sheenan estando con Ryan perdía la timidez; y éste el pudor… Si es que alguna vez lo tuvo.

 

Título: Morir de amor.
Palabra: Sobredosis.
Colectivo: Deja Vù.
Personajes: Evangeline Cold & Alexandre Williams
Sinopsis: “Sobredosis, ¿tú?” “¿Yo? Amor”.
Nota: ---

MORIR DE AMOR​

Lo había visto pasar, siendo uno más del montón, sin nada que lo hiciera destacarse o sobresalir por sobre los demás. Pero sabía que era él, lo podía sentir. Tomó su bolso, dejó un billete de 20 y varias monedas en la mesa; salió al bullicio de la gente haciendo sonar sus tacones de aguja.

Él, por su parte, sabía quién era ella aún sin haberla conocido nunca. Sabía que ella era como él; eran iguales, aunque diferentes. Estaba allí, frente a él, como la había visto en su mente tantas veces sin la posibilidad de sentir su calor. Se acercó hasta ella, un poco más, oliendo su perfume de lavanda.

—Sobredosis, ¿tú? —preguntó.

—¿Yo? —bajó la mirada, pensativa— Amor.

Alexandre por un momento no le creyó, pero algo en sus ojos le hizo aceptar aquella respuesta. Era la primera persona que conocía que había muerto de amor y volvía a nacer; sonrió por lo bajo: hacía tiempo que había dejado de creer en las casualidades.

 

Título: Un perfecto príncipe
Colectivo: We have a baby ~~
Personajes: Erick Lutherman, Bianca Bianchi Romano
Palabra: Corazón
Summary: Por suerte, él no se dió cuenta del sonrojo que cubrió sus mejillas en ese momento. Supuestamente, ella estaba dormida.
Palabras: 352

Un perfecto príncipe​

Inocentemente y sin darse cuenta de lo que pasa a su alrededor, ella duerme. Su cara refleja tranquilidad y le da un aspecto tierno.

A su lado en la cama, él la observa memorizando todos los detalles que puede en tan poco tiempo. Está cansado y lo sabe, por eso, quiere acordarse bien de cada detalle de ella.

Su rostro sin maquillaje ni ninguna emoción fingida. Sin nada que no sea natural y verdadero.
Su cuerpo, que puede observar mejor que nunca gracias a lo transparente de su camisón y a que no se cubrió con las sábanas, parece pequeño y frágil a su lado.

Por un momento, sucumbe a la tentación que supone tenerla en la cama a su lado, a solas y sin testigos de nada, y le acaricia la mejilla, nervioso. La mano baja sin darse cuenta y en unos segundo, bajo su palma, nota los latidos tranquilos y reposados de la italiana.

Sus ojos se fijan en sus labios y recuerda como, esa misma tarde, ella dijo que él sería un perfecto príncipe azul. Como después le sonrió y le tomó de la mano, cambiando repentinamente de tema.

Dijo que él sería perfecto. Pero, ¿Por qué nunca se había fijado en él? La respuesta a su pregunta viene de inmediato y es un nombre.

“Thomas”

Claro, es normal. Él es -aparte de un insoportable- un galán de primera categoría. Lo que seguramente busca ella.

Pero sus ojos van de nuevo al cuerpote Bibi y a sus labios. Sonrojado sin saber por qué, la tapa con las sábanas y deposita un beso en sus labios, con el corazón latiéndole a mil por hora.

Se da la vuelta en la cama dándole la espalda, pero no dura mucho rato y la vuelve a mirar.

Ojala, algún día, se atreva a decirle lo que siente por ella.

Erick cierra por fin los ojos, dispuesto a dormir, y, para suerte de Bianca, no se da cuenta de cómo sus mejillas han tomado un suave tono rosado. Es ella quien abre los ojos ahora y sonríe, articulando en silencio una sola palabra

“Gracias”

 

Título: Pastillas
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Ellie Knowledge, Bastian Reed, Gabumon, Biyomon, Julieta Sabin.
Palabra: Corazón
Palabras: 544
Notas: Para Sele~~
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Peligro, era la palabra perfecta para describir la situación. Un paso en falso, un tono inapropiado o una pregunta inadecuada podrían desatar un triste final para cualquiera de los niños elegidos.
Lamentablemente, Biyomon había sido la primera en caer, y ahora sufría las consecuencias, pluma a pluma. Julieta cuidadosamente tomó de los hombros a Agumon, segura de que sería la próxima victima si no mantenía distancia.
Por que, peor que una mujer en sus días, era un Bastian con dolor de cabeza. Y eso estaba, plumíferamente comprobado.
Gabumon dio un paso al frente, con intenciones de acercarse al joven Reed. Quizas un acto muy valiente, a la vez que muy tonto. Sin embargo, era algo que se esperaba del incrédulo digimon.

—Quiere suicidarse, va a acercarse a Basszilla —murmuró Sabin en un tono bajo, esperando no ser escuchada por Bastian.

Gabumon sonrió ampliamente, y levantó su brazo en señal de saludo.

—¡Bastiaaan~! ¿Qué tal si…?
—No —le cortó el elegido. El digimon estaba por insistir con la larga charla que tenía en mente, pero otro “No” rotundo del joven lo hizo rendirse.

Se dio la vuelta y con la cabeza cabizbaja, volvió con el resto del grupo. Patamon y Gomamon le dieron unas palmaditas en la espalda, pues ambos sabían lo que se sentía ser rechazado o ignorado por su propio niño elegido.
Ellie observó al castaño desde donde estaba. Por lo que podía ver, el dolor de cabeza le estaba siendo insoportable a esas alturas..
Llevo su mano al bolsillo de su falda y extrajo una pequeña caja. Sonrió para sus adentros, se sentía bien al pensar que alguno de los medicamentos que trajo le iban a servir a alguien. Respiró hondo y soltó un suspiro, para luego llevar su mano libre a su pecho. Con sólo pensar en acercarse a él, bastaba para que su corazón latiera tan rápido como para salir de allí en cualquier momento.
Lentamente avanzó para llegar a donde estaba el adolescente. Se paró frente a él y se armó de valor para poder hablar claramente.

—Bastian…—murmuró por lo bajo, pero de forma clara. Reed alzó la vista, con el ceño fruncido, provocando que ella se intimidara—T-ten… —un rubor se hizo presente en sus mejillas, mientras extendía su mano para darle la cajita—Son pastillas para los dolores de cabeza.

El inglés notó como la mano de Knowledge estaba temblando. Seguramente, su gesto de disgusto la estaba incomodando, pensó.

—Gracias —pronunció, intentando no sonar enojado. Tomó la caja de pastillas y notó como una leve sonrisa se dibujaba en los labios de Ellie antes de irse a ayudar a su Biyomon a recoger sus plumas.

Volteó la mirada, con intenciones de ocultar un leve rubor. Encontrándose con la cara de Gabumon, quien sonreía de oreja a oreja, como quien había descubierto algo. Reed simplemente le fulminó con la mirada, esperando que así se borrara esa sonrisa. Pero no fue así. Suspiró, seguramente en poco tiempo tendría a su digimon molestándolo con algo tipo “¡Bastian se sonrojó! ¡Bastian se sonrojó”
Mientras, Ellie sonreía para sí misma, pensando que él no podía ser tan malo como parecía.
Pero por su lado, Reed pensaba en pedirle más pastillas para el dolor de cabeza pues, seguramente, las iba a necesitar.
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Tachán~

 

No lo hice antes... DE PAJERA! xD
Título: Por siempre jamás y para toda la eternidad
Colectivo: Digimon Evolution
Personajes: Ellie(Patchouli) Knowledge&Julieta Sabin
Palabra: Timidez
Palabras: 375


Se acercó a la jovencita de cabello rosa que comía un poco más alejada de los demás –además de Bastian y Allen, pero bueno, uno a la vez- para invitarla a acercarse. Cuando estuvo a un metro y medio, más o menos, Biyomon se dio la vuelta y saludó a la rubia alegremente, mientars que su dueña simplemente seguía comiendo, escondiendo un leve sonrojo.

—Oye Ellie, ¿no te sentirías más cómoda comiendo con todos? —preguntó sonriente, como siempre.
—La verdad… estoy bien aquí —respondió suavemente.
—Oh… y, ¿te molesta la compañía?
—Bueno, no…
—¿Entonces podría sentarme? —cuestionó entusiasmada.

Ellie asintió y Julieta se sentó rápidamente a su lado. Por lo que había observado, era una muy buena persona, pero demasiado callada para ella. Le gustaría que se abriera un poco más, al menos con ella que era una persona muy confiable; que dejara a un lado toda esa timidez de una vez. Entonces recordó como era ella cuando pequeña, qué era lo único que quería. Sonrió ampliamente, por lo que su compañera la miró sorprendida, aunque no lo notara.

—Ellie, ¿quieres que seamos mejores amigas para siempre eternamente y jamás para toda la eternidad? —habló a una velocidad supersónica mientars tomaba una de sus manos. Ella le entendió a pesar de todo, cosa que causó que se sonrojara. Asintió.

La sonrisa de Julieta se volvió dos veces más grande que lo normal, y sus ojos empezaron a brillar. Todo era “normal” hasta que Ellie sintió un aumento considerable de la temperatura a su alrededor. Tardó unos momentos en darse cuenta de que la rubia la estaba abrazando fuertemente.

—Entonces ya está arreglado, seremos mejores amigas por siempre y jamás —dijo extendiendo su meñique. Por instinto, Ellie hizo lo mismo, pero no tenía ni idea de lo que significaba eso. El ver la enorme sonrisa de su nueva amiga la hizo sonreír levemente también.

Biyomon, que observaba toda la escena desde la primera fila, lo disfrutaba como si de una película se tratase. Ella también estaba feliz, porque ahora Ellie tenía alguien con quien hablar y en quién confiar: una amiga humana.

—Estoy segura de que esto ayudará a hacerla menos tímida —pensó sonriente el digimon rosado, que seguía deleitándose con el abrazo entre las chicas.

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Nota: Tan lindas~