Pétalos de Rosa

Re: *Pétalos de Rosa*

El pasado de Rumiko​

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~6~​

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Aquella noche cinco de las Rosas tenían planeada la reunión con el chico que debían representar desde ese momento y hasta lograr la fama que tanto esperaban, podía decirse que ellos estaban realmente nerviosos, pero para ellas solo era parte de su rutina de siempre, conocerlos, controlarlos y cuidarlos, no eran más que niñeras que velaban por el impecable nombre de su industria…

Todo estaba preparado, una de las jóvenes que aquella noche debía cumplir su habitual trabajo se paseaba por los pasillos de la empresa hundiendo sus pensamientos en las ventiscas de su pasado maldito, sus ojos perdidos en los ventanales, sin sonrisa ni entusiasmo, siempre le pasaba lo mismo cada vez que “Vendía” a alguna joven… desesperadamente necesitaba ver a Atobe.

Rumiko corrió con todas sus fuerzas hasta que llegó a la oficina de los jefes, Loki presenció sorprendido como aquella Rosa se lanzó sobre el chico del lunar en la mejilla con lágrimas en sus ojos y sin más decidió retirarse para dejarlos a solas… Atobe tan solo la abrazó, no pronunció palabra alguna pues ya sabía lo que ella sentía, tan solo podía apoyarla con su presencia, ya habían pasado 10 años desde aquella vez…

En las frías y gélidas calles de Rusia era muy poco lo que una niña de 10 años podía hacer para sobrevivir, casi congelada y al borde de la muerte la pequeña Rumiko fue rescatada por una familia de comerciantes Rusos que atendían un negocio clandestino muy particular… prostituir a jóvenes sin ningún futuro ni esperanza, el dueño de aquel negocio era un sujeto adinerado y robusto, canoso y de grandes ojos verdes, su nombre era Criss, él sabía que aquella pequeña sería una de las chicas que vendería en un futuro, sin embargo para ello debía esperar almenos 4 años a que el cuerpo de la niña se desarrollara un poco más.

Así vivió Rumiko todos esos años, a pan y agua, viendo llegar de todo Rusia y del mundo entero jóvenes que usaban su cuerpo por dinero, muchas de ellas terminaban suicidándose a los pocos meses de lo agrio y desagradable de aquella labor, la pequeña tan solo se había metido una cosa en la cabeza “Debía sobrevivir y escapar”…

Finalmente la fecha acordada había llegado, Rumi había cumplido 14 años, su cuerpo era el de toda una señorita y debido a su virginidad sin duda los clientes pagarían muy bien por ella. Una noche oscura y más fría de lo habitual un hombre de mediana edad había pedido pasar la noche con la nueva joven del “menú”… la joven estaba aterrada, a golpes fue obligada a entrar a aquella habitación y una vez que aquel sujeto se le abalanzó encima con un deseo asqueroso Rumiko uso sus uñas para arañarle y dejarle en la piel la marca de su rechazo… El cliente muy molesto se marchó dejando a la joven sana y salva. El castigo se lo daría Cross eventualmente…

-¿Te crees muy graciosa? Era uno de mis mejores clientes –gritaba Cross golpeándola salvajemente con una correa-.
-No dejaré que nadie me toque –murmuraba ella con la mirada llena de frialdad-.
-Si eso es lo que quieres busca a otras chicas que te reemplacen –comentó el jefe cínicamente-.
-No te entiendo…
-Sencillo… si me traes almenos una chica al principio de cada mes, será un tiempo más que no te pasará nada… si fallas tan solo un mes te venderé al más asqueroso de mis clientes –exclamó él con un tono malicioso-.
-¡Acepto el trato! –vociferó la joven llena de esperanzas…


Después de aquello Rumiko habían sobrevivido dos años más sin profanar su cuerpo, se había vuelto experta en el arte de conseguir y engañar chicas que ocuparan su lugar en aquella carnicería lujuriosa, Cross estaba satisfecho con su trabajo, así que la dejaba a sus anchas mientras siguiera trayendo chicas nuevas al lugar…

Aquél día ella conocería a aquel chico, aquél que cambiaría su vida para siempre…


-Rumiko esta noche se quedará aquí un joven muy importante que quiero que atiendas bien –ordenó el viejo secamente-.
-Pero este mes te traje a la chica acordada –respondió ella en tono de reproche-.
-No te alteres, el no ha pagado por ti ni por ninguna chica, es el hijo mayor de un gran compañero de negocios que debe ser bien atendido…
-Comprendo, entonces no hay problema –la joven se retiró a su habitación-.

Lavó su cuerpo con el agua helada de las tuberías, se vistió decentemente y colmó sus manos con un poco de loción con aroma a Rosas, a la hora acordada se había encaminado a la habitación más lujosa de la casa de citas, ese joven ya la estaba esperando… Al entrar sus ojos se iluminaron con la vista tan hermosa que podía verse desde las ventanas, un exquisito atardecer y un chico de cabello semi largo, de piel blanca y mirada penetrante estaba de pié junto a las cortinas, con una copa de vino en la mano izquierda deleitándose del hermoso paisaje…

-Tu debes ser Rumiko… la sobreviviente ¿O me equivoco? –dijo el joven con una voz sumamente sensual-.
-Así es… y usted… -la voz de la joven fue interrumpida al instante-.
-Atobe Keigo, el futuro presidente del imperio Atobe –acotó el joven lleno de seguridad-.
-Habiendo tantas chicas que podrían darte todo ¿Porque me elegiste a mi? –cuestionó la chica intranquila-.
-No necesito pagar para tener una noche de placer, tan solo quería tener tu talento –comentó aquel mientras se recostaba en su cama-.
-¿Mi talento? –la joven estaba muy intrigada por las palabras de Atobe-.
-Has sobrevivido 6 años en este horrible lugar y nadie te ha tocado un cabello, eres digna de mi empresa –el joven dio un ultimo sorbo a su copa-.
-No te comprendo…
-Vendrás conmigo a Japón, te liberaré de todo esto –concluyó él con una sonrisa-.


Ella no podía creer lo que estaba escuchando, este chico en verdad le estaba ofreciendo su libertad, por un momento su corazón desbordó de ilusión, pero si algo había aprendido bien en aquel infierno es que todo tenía un precio…


-¿Qué quieres a cambio? –preguntó la chica sentándose en la cama junto con él-.
-Como decirlo… quiero que me entregues lo que has cuidado tanto estos seis años… tu cuerpo –la mi rada de Atobe estaba llena de lujuria en aquel momento-.
-Aunque haga eso… Criss no me dejará ir –las palabras de Rumi se ahogaron en rabia-.
-Lo hará, no le conviene desobedecerme… además aún en mi compañía todavía enviarás algunas chicas ocasionalmente a este lugar, la diferencia será que tu vida no dependerá de ello, serás libre…


El silencio se apoderó de aquella habitación, sin duda era lo mejor que podía hacer en aquella situación, entregar su cuerpo… algo que jamás se permitió hacer, ese era el precio de su libertad, tan solo debía estar una vez con ese joven y nunca más tendría que poner un pié en Rusia, su única alternativa estaba clara.


-Esta bien, acepto –dijo la joven llena de seguridad-.
-Correcto, entonces no te tomaré hasta que lleguemos a Japón, para que veas que no hay trampas detrás de esto –Atobe sonreía victorioso, tomó las manos de Rumiko y las besó dulcemente-.
-Gracias… -dijo Rumiko con alivio-.
-Aroma a Rosas, tienes el aroma de mi hermana –el joven Keigo parecía estar perdido en sus propios pensamientos, parecía un joven enamorado en aquel momento, Rumiko lo pudo notar al instante.


El negocio estaba completo, Atobe había pagado una buena suma por la libertad de Rumiko, también había tenido que hacer algunas amenazas pero valía la pena el esfuerzo, en poco tiempo ella se encontraba pisando el suelo de Japón, respirando un aire puro fuera de las nevadas montañas de Rusia… todo era perfecto, el joven la llevo hasta la que sería su nueva casa, hermosa, amoblada y elegante, estaban solos en aquel momento, ella no pudo evitar ponerse nerviosa era hora de cumplir su parte del trato.


-Veo que ya comenzaste a temblar –dijo Atobe mientras se acercaba a ella sensualmente-.
-Es normal –dijo ella sonrojada-.
-No te preocupes te trataré bien –él la había rodeado con sus brazos-.
-Eso espero…


Atobe tomó la barbilla de la joven dándole un dulce beso en los labios, tan delicado que hasta llegaba a rozar en lo elegante y exquisito, Rumi comenzó a sentirse tranquila, él tomó sus manos y aspiró de ellas el aroma que tanto adoraba, aquel aroma a Rosas, luego de eso se apartó de ella y caminó hacia la puerta como si nada.


-¿A dónde vas Atobe? –preguntó la joven intrigada-.
-A casa, tengo cosas que haces –respondió el con una sonrisa-.
-Pero…
-Ya cumpliste tu parte, tu beso fue exquisito –el chico abrió la puerta mientras suspiraba-.
-Si haces algo más imagino que ella se molestara ¿Verdad? –acotaba Rumiko de forma perspicaz-.
-Tienes razón, esa mujer a veces no entiende que solo la amo a ella –concluyó el joven mientras se marchaba-.


Rumiko se quedó sola en aquella casa, sin embargo nunca antes se había sentido más feliz, sin duda había encontrado en Keigo un maravilloso amigo, sin embargo muchas preguntas habían comenzado a rondar su mente… ¿Quién sería aquella mujer con aroma a rosas que le había conquistado?, ¿Qué tenía que ver su hermana en todo aquello?, eran preguntas que sin duda se había respondido con el tiempo pero que había preferido callar como parte de su deuda hacia el…

Nuevamente los pensamientos de Rumiko habían regresado al presente, ya había dejado de llorar y se encontraba junto a Atobe quien también estaba más tranquilo.


-¿Te sientes mejor? –Preguntó el joven un tanto preocupado-.
-Esa cara de preocupado no te va, pensarán que eres una buena persona –comentó la chica entre carcajadas-.
-Tienes razón -comentó él irónicamente-.
-Debo irme ahora, Akira Kamio me espera –la joven tomó sus cosas y se dirigió a la salida-.
-Has un buen trabajo como siempre…


La joven mucho más calmada salió de la oficina y se topó de frente con Maya, ambas se sonrieron con dulzura, de alguna manera ambas se conocían mejor que nadie, no había reproches, Rumiko siguió su camino y la joven Atobe entró para encontrarse con su hermano… Keigo la recibió al instante tomando sus manos y aspirando su dulce aroma… un beso en los labios fue lo siguiente.


-No cambias Keigo –dijo ella con una sonrisa-.
-¿Te he dicho que adoro tu aroma a Rosas? –Preguntó él pícaramente-.
-Mil veces hermano…
-Lo siento, es que me gusta que lo sepas –comentó él mientras la abrazaba-.
-Esta bien, vengo a despedirme, iré a encontrarme con Momoshiro Takeshi.
-Muy bien, te espero para la cena entonces, disfruta tu trabajo –Keigo extendió una bella sonrisa-.
-Es solo trabajo no tengo que disfrutarlo hermano –concluyó la joven guiñando un ojo-.


Maya, Rumiko, Genn, Natsumi y Rai serían las primeras en encontrarse con los chicos que debían cuidar y proteger… para aquel entonces Loki se encontraba caminando por los pasillos de la empresa esperando pacientemente que pudiera regresar a su oficina, una joven venía frente a él con una torre de papeles en las manos, perdidos en sus pensamientos no pudieron evitar chocar y hacer un tremendo desorden… aquel sería el inicio de su historia…

~Continuara~​

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MayOtk​

Para la siguiente veremos el encuentro de tres Rosas con tres tenistas talentosos, más incidentes entre Ryoma y Sakuno y el comienzo de la triste historia de Genn.​

ja-ne ;)
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Re: *Pétalos de Rosa*

Muchas gracias Saki-Chan :) me anima que te haya gustado mi fic, igual a todas las que siguen leyendo mis historias locas las quiero mucho ;) son las mejores... pronto les pondre conti xD

ja-ne

 

Re: *Pétalos de Rosa*

“Temor a sus ojos verdes”



~7~​

La joven un tanto fastidiada comienza a recoger en orden los papeles, Loki le ayuda gustoso, él la conocía perfectamente, pero ella no se había molestado en levantar la mirada para ver de quien se trataba, fue la sonora voz del joven la que le advirtió a la peli-rosa de su presencia… Un gran miedo se filtro a la fuerza en el corazón de Genn…


-Lo siento mucho Genn –dijo Loki en un tono sumamente amable-.
-Debo irme –expresó Genn recogiendo todo apresuradamente-.
-No tienes que correr puedo ayudarte.
-No es necesario –La joven estaba realmente nerviosa-.


Loki trató de acercarse a ella para ayudarle a levantarse del suelo, ella retrocedió al instante, como si un reflejo de su cuerpo la empujara hacía atrás… Loki se sorprendió mucho con el gesto de terror de la chica.

-¡¡¡NO ME TOQUES!!! –grito Genn con todo su ser mientras se iba corriendo-.


Una angustia indescriptible invadió el corazón del chico, quien aún no había podido expiar su horroroso pasado, era normal que ella le odiara, nada podía hacer para ganarse su perdón, en ese momento Loki fue sorprendido por una palmada en la espalda que le procuró el joven Atobe… finalmente él conocía toda la historia.


-No la presiones –acotó Keigo seriamente-.
-Nunca me perdonará, eso ya lo se –dijo Loki con un dejo de tristeza-.
-Yo no estaría tan seguro de eso, tienes un gran corazón pese a ser el heredero de la mafia italiana –comentó el chico de grises cabellos con una gran sonrisa-.
-Por culpa de los métodos de mi familia esa chica ha sufrido demasiado.
-No te preocupes, los Yakuza japoneses son peores y si lo dudas pregúntale a Natsumi –Atobe guío a Loki hasta la oficina y le sirvió una copa de brandy-.


Juntos se sentaron tranquilamente ante la chimenea, el calor que desprendían aquellas llamas era realmente agradable, sin embargo inundaba los pensamientos de Loki de tristes memorias de su pasado…
*
Tan famosas siempre habían sido las románticas calles de París, aquel lugar en donde los corazones desbordados de los enamorados encontraban refugio a todas sus locuras, la fachada de una ciudad de ensueño… sin embargo entre sus sombras éstas familias enemigas siempre habían existido, manejando todos los delitos clandestinos que siempre habían representado a la poderosa mafia italiana, los grandes líderes eran los miembros de la familia “D´Giore”, de los cuales su única descendiente era una hermosa niña llamada “Genne D´Giore”, pese a sus actos criminales y bajos aquella familia desbordaba en amor y generosidad, cada uno de sus miembros era sumamente valioso e importante, después de todo los lazos de sangre eran únicos, confiados de su posición y de los amigos que les rodeaban fueron mortalmente traicionados, todos y cada uno de sus miembros habían sido brutalmente asesinados y como premio la nueva familia cabeza de mafia se había quedado con la heredera de los D´Giore, como esclava, como objeto, como trofeo muestra de su poder y supremacía… desde entonces la pequeña simplemente era llamada Genn y sufría diariamente las peores torturas y humillaciones, tan solo con 13 años la joven había perdido todo anhelo de vida.
*
Los Dellisanti eran los nuevos líderes de la mafia italiana, sus conexiones les habían llevado a extender sus negocios a lo largo del mundo entero… entre ellos algunos muy importantes, con una del las familias mas adineradas de Japón… El único descendiente de esta familia era un joven realmente atractivo y afortunado con las mujeres, un chico de cabello castaño claro y maravillosos ojos verdes, no había mujer que se resistiera a sus encantos o almenos eso era lo que el había pensado hasta aquella noche…


-¡¿Qué rayos haces tonta?! –Gritaba Loki molesto al recibir una bofetada de aquella joven-.
-No… no me toques –decía la pelirosa harapienta y maltratada-.
-¡¡Soy tu dueño, no eres más que un objeto, TU OPINION NO ES IMPORTANTE!!


El joven de 15 años levantando su mano con gran fuerza la golpea en el rostro y los brazos repetidas veces, dejándola adolorida, con sangre saliendo de sus labios y entumecida en el suelo, las lágrimas corrían por sus mejillas hinchadas, mientras que Loki respiraba agitado, tratando de disminuir la vergüenza del rechazo, sus ojos verdes brillaban en odio.
*
Una y otra vez Loki trató de acercarse a Genn y siempre recibía de ella rechazos o simplemente huía despavorida, su miedo se incrementaba a diario, pues él se había ensañado en golpearla y lastimarla, no permitía que la alimentaran o limpiaran, no le ofrecía mudas de ropa o cobijo en las frías noches, él debía enseñarle quien mandaba pero aún así ella le seguía rechazando… el corazón del joven se sentía preso de su obsesión, ninguna otra mujer le satisfacía, ningún otro deseo era suficiente, quería poseerla… pero ella… le odiaba, le temía, prefería estar muerta que permanecer a su lado.
*
Los meses comenzaron a transcurrir, Loki perdió el apetito y las fuerzas, su depresión era muy fuerte, cuestionaba todo lo que había hecho hasta entonces, quizás con amabilidad la hubiera conquistado, quizás si no la hubiera tratado como un objeto… sea como fuera ya había entendido que tenerla por las buenas sería simplemente imposible.


-Si ese es el caso… la violaré –Loki se había perdido en su propia locura-.


Genn yacía tranquilamente en su habitación, tratando de sanar las heridas que aún permanecían latentes en su cuerpo desde la última paliza que le habían dado, Loki entro sin anunciarse, ella lo observó aterrada, la sacó de aquel horrible cuarto por la fuerza llevándola hasta su habitación y aventándola en la cama como un costal de papas, ella lloraba pero el miedo mantenía sus gritos reprimidos en el interior de su pecho… el joven se abalanzó sobre ella quien a duras penas podía defenderse, fue entonces cuando un portazo se escuchó en la habitación…
*
Un joven tomó a Loki de la chaqueta estrellándolo contra una de las paredes, Loki lo observó atónito y adolorido, el chico con rasgos japoneses, de piel blanca y cabello gris oscuro, un lunar en la parte superior de la mejilla derecha y un gran porte de superioridad, sin duda estaba molesto.


-¿Quién rayos eres tu? –cuestionó Loki muy enojado-.
-Keigo Atobe, soy la persona con la que tu padre esta negociando en Japón en este momento –contestó aquél de forma arrogante-.
-¿Y porque me golpeaste?
-Por que estabas lastimando a la señorita –exclamó el joven mientras ayudaba a Genn a ponerse de pié-.
-Ella me pertenece, esto no es tu asunto –dijo Loki hirviendo en rabia-.
-No es cierto ahora ella es mía –Las palabras de Atobe sorprendieron a los presentes-.
-¿Cómo es eso? –preguntó Genn tímidamente-.
-El padre de Loki te obsequió a mí como muestra de agradecimiento. Ya que celebramos buenos negocios juntos –comentó Keigo con una sonrisa mientras se dirigía a la joven-.
-Me obsequiaron… -La joven Genn no sabía si aquello había sido bueno o malo-.
-Si y como ahora me perteneces yo te regalo tu libertad.


Las últimas palabras de Keigo habían llenado de lágrimas e ilusión los ojos de Genn, finalmente era libre, no tendría que soportar más abusos y golpizas… en un impulso de la joven abrazó a Atobe con todas sus fuerzas y éste le devolvió el abrazo gustoso.


-Me recuerdas a mi hermana –dijo Keigo dulcemente-.
-Gracias –respondió la joven dándole un beso en la mejilla-.


Atobe y Genn salieron de la habitación dejando a Loki complemente sorprendido y sin palabras, su mundo se venía abajo, su padre le había corroborado aquella noticia, Genn ya no le pertenecía, de un momento a otro había perdido el rumbo… ya no sabía que hacer…
*
Los negocios de Atobe concluyeron exitosamente, un chico de tan solo 15 años seguía con su viaje alrededor del mundo tratando de lograr el imperio perfecto, y en cada paso que saba sin darse cuenta salvaba el alma de alguna joven desdichada, finalmente estaba en el aeropuerto de París, la joven Genn estaba colgada de su brazo, sonreía felizmente, estaba limpia y arreglada, con un vestido realmente hermoso, zapatos de tacón y un collar de plata que le recordara sus origines en aquella ciudad tan ambigua.
*
Ambos fueron sorprendidos por Loki, quien con ojeras en su rostro, despeinado, mal vestido y arrepentido debía hacer una última cosa antes de perderla, ella había corrido al avión, sin duda no quería verlo.


-No te la lleves –decía el joven mientras se ponía de rodillas-.
-Ella vendrá conmigo hagas lo que hagas –acotó Atobe fríamente-.
-¿Qué puedo hacer para que no me la quites? –Exclamaba el chico de ojos verdes rayando en el desespero-.
-Ven conmigo… abandona tu apellido, abandona esta mafia y forma parte de mi imperio –Atobe sonreía como de costumbre-.
-Si hago eso… ¿Será mía?... –Loki comenzaba a sentirse aliviado-.
-No, ella no le pertenece a nadie, no podrás lastimarla ni obligarla a nada, pero estarás en tu derecho de ganarte su perdón y conquistarla.


Loki asintió con la cabeza y subió al avión de Atobe, sin dinero, sin equipaje alguno, tan solo su voluntar de seguir adelante, de corregir sus errores y de ganarse el tan anhelado perdón de aquella chica… muchos años pasaron desde entonces, ambos eran adultos, sin embargo ella aún le temía a aquellos ojos verdes…


-Por lo menos has mejorado tu actitud desde entonces Loki –decía Atobe entre risas-.
-Deja la ironía, ya admití todos mis errores, tan solo necesito que ella descargue en mi toda su rabia y si tengo suerte quizás me perdone.
-Genn tiene un buen corazón, aunque al ser una Rosa no tiene permitido mostrarlo –concluyó Atobe sorviendo la última gota de su copa-.


Para aquel entonces ya tres chicas habían llegado al hotel donde se encontrarían con sus respectivos chicos, en aquel hotel vivirían los tenistas de las Rosas y solo allí se llevarían a cabo las reuniones y compromisos… Maya se dirigía a la habitación 105, Genn y Sakuno a la 106 y Rumiko a la 107, todas estaban listas para comenzar…


*Habitación 105*


Maya abrió la puerta de la habitación con su propia llave, después de todo el protocolo y la educación en aquella situación no eran necesarios, para ella Momoshiro Takeshi tan solo sería un producto que debía moldear a la imagen y semejanza del estrellato. De repente ella se vio sorprendida por la presencia del chico, recién duchado, con tan solo una toalla que cubría sus partes nobles, el agua aún escurría en su cuerpo bien formado, unos ojos violeta realmente expresivos y brillantes y su típica sonrisa… Maya se sonrojó un instante pero nuevamente recobró la postura y se acercó a él…

-Tú debes ser Maya Atobe ¿Verdad? –Dijo el joven exaltado dándole un apretón de manos a la chica-.
-Si… Así es Momoshiro…
-Momo es suficiente, no me gustan los formalismos, además seremos buenos amigos –comentó el chico alegremente-.
-No lo creo… -ella fue nuevamente interrumpida-.
-Vamos a hablar del trabajo y luego vemos una película, podemos comer pizza tengo hambre –el chico simplemente no dejaba de sonreír… Maya prefirió resignarse-.
-Esta bien… pero ponte algo de ropa –concluyó ella volteando la mirada-.

Momo fue corriendo a colocarse un pantalón, sin embargo omitió el hecho de ponerse camisa, Maya pensó que la situación no había cambiado mucho pero cada vez que trataba de comentarle algo el simplemente sonreía y la interrumpía, por una parte pensó que sería un trabajo difícil, pero por otra quizás y solo quizás sería un tanto divertido…


*Habitación 106*


Genn y Sakuno habían tocado la puerta como mujeres civilizadas y Ryoma las recibió con cara de fastidio, no habían llegado siquiera al recibidor cuando ya había comenzado con sus pesados comentarios.


-¿Y ella que hace aquí? –Comentaba Ryoma refiriéndose a la joven de trenzas-.
-Etto… yo… -La chica estaba realmente avergonzada-.
-Ella trabajará conmigo, te guste o no tendrás que soportarla –dijo Genn de mal humor por lo que había sucedido con Loki en la mañana-.
-Ya veo, mientras lo logre ser una estrella no se me tratará como tal –comentó Ryoma con una sonrisa irónica-.
-Exacto niñito, si me permites necesito el baño, ustedes diviértanse –acotó Genn mientras los dejaba a solas-.


Sakuno se quedó sentada en el sofá sin mover un músculo, estaba demasiado nerviosa, Ryoma la miró fastidiado, aquella actitud le desagradaba, tan solo por molestar comenzó a acercársele, notó como la chica se sonrojaba… la rodeó con su brazo izquierdo, ella comenzó a temblar, colocó su mano derecha sobre el muslo de aquella y no cambiaba su expresión sería del rostro.


-mmm eres aburrida –dijo Ryoma acercándose hasta la oreja de la joven-.
-¿Qué haces? –cuestionó ella paralizada-.
-Nada interesante, no se me antoja nada –susurró el chico de la gorra mientras se alejaba-.
-No entiendo porque me odias tanto.
-Mada mada dane… niñita.


Ryoma se levantó del sofá en lo que Sakuno no pudo evitar llenar su rostro de tristeza, al poco tiempo Genn regresó y comenzaron con el trabajo, aquello sin duda no sería nada fácil.


*Habitación 107*

La joven Rumi había entrado a la habitación sin avisar, por suerte para ella Kamio estaba completamente vestido aunque yacía dormido en su cama, una música a muy alto volumen invadía la habitación, todo estaba vuelto un desastre y el joven Akira se veía realmente deprimido… ni siquiera había querido parase de la cama en días.

-Kamio… -dijo Rumi mientras movía al joven-.
-Ann-chan… -susurró él entre dormido-.


Rumiko por un instante se sintió culpable por el dolor de aquel joven, pero ya no había marcha atrás, ese era su trabajo, se acercó un poco más a él tratando de despertarlo pero no podía, sin duda Kamio tenía el sueño pesado, en poco tiempo él la había rodeado con sus brazos y aún pronunciando el nombre de Ann le dio un beso en los labios a Rumi, ella sorprendida no supo como reaccionar, él despertó finalmente y se vio besando a aquella desconocida… al instante la soltó.


-¿Qué haces? –preguntó Kamio sorprendido-.
-¿YO? ¡Tú fuiste el que me besaste entre sueños! –exclamó Rumi sonrojada-.
-Ah… lo siento –El rostro del chico recuperó al instante su tristeza-.
-Vamos deja esa cara de tonto, debes trabajar, sal de esa cama –sin duda alguna, aquello era una orden-.
-Pero yo…
-Nada de peros, soy tu Rosa y debes hacerme caso, ahora no te convertirás en una estrella para Ann, te convertirás en una estrella solo por ti y para –Rumi jaló al joven y lo sacó de la cama-.


Kamio estaba sorprendido, en aquel momento pensó que Rumiko tenía mucha energía, amaba su trabajo y quería ayudarlo a salir adelante, a fin de cuentas no estaba tan solo, esa chica le haría compañía, Rumi molesta al ver que el chico no movía ni un músculo lo jaló de un brazo y lo llevo al baño, le quitó la camisa y comenzó a quitarle el pantalón cuando este muy sonrojado la detuvo.


-¿Oye que haces? –Dijo el chico con el rostro rojo-.
-Esa cara me gusta más, tienes que bañarte, apestas –la joven sonrió burlonamente-.
-Bien, pero lo haré yo solo, no soy un muñeco y no estoy muerto-.
-Me alegra saberlo –concluyó la chica mientras salía del baño-.


Ella había cumplido la primera parte de su trabajo, devolverle el ritmo a aquel chico, tan fácil como eso, él sin darse cuenta sonreía a causa de las locuras de aquella joven, una luz cálida comenzaba a brillar en su interior y por el momento era más que suficiente.
*
Otras dos chicas habían llegado al hotel, Rai y Natsumi como siempre decididas a dar lo mejor de si, sus pasados muchas tristezas ocultaban, tristezas que sin duda aún seguían latentes en sus corazones y que abrirían paso a nuevas historias…

~Continuará~


MayOtk


En la siguiente veremos el pasado de Natsumi y un poco del presente XD no se lo pierdan...
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