Pétalos de Rosa

Re: Pétalos de Rosa

Hola nenas, después del descanso de Cz aquí les traigo conti... un par de piezas más de este rompecabezas... muy pronto todos los pasaros serán develados... gomen por la espera ;)


~20~

~Mundo de dinero~
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Dentro de los retazos de un mundo de cristal, tanto los adultos como los niños habían tenido siempre la obligación de seguir con las normativas impuestas por su propia socialidad consumista, y es que quizás desde el momento de su nacimiento ya todo su futuro y sus esperanzas se encontraban cruelmente decididas… sin la voluntad de elegir su propio destino o la oportunidad de conocer el verdadero amor más allá de un previo compromiso matrimonial convenientemente arreglado por la progenie… así debía ser… los niños ricos rodeados de todos los juguetes habidos y por haber difícilmente tenían a alguien sincero con quien jugar… Desde la primera vez que abren sus ojos se encuentran con la luz de un mundo de mentiras y pretensiones…
*
El joven Atobe ya lo sabía, apenas al cumplir tres años su hermanita menor vino al mundo, aquella a la que llamaron Maya Atobe… aquella que no había comenzado a llorar cuando ya tenía una lista de prometidos, para el inocente pequeño de cabellos grisáceos la existencia de aquél nuevo bebé resultaba innecesaria y absurda… después de todo una familia de ricos únicamente requería de un heredero.

-No se para que nació –murmuró el pequeño Atobe sumamente enojado con su madre que cargaba al bebé en brazos.
-Keigo, tu eres el heredero de la familia, pero ella es nuestro seguro –musitó aquella mujer muy convencida de sus palabras.

¿Seguro?... por supuesto, toda familia rica debía tener un As bajo la manga, en caso de que su compañía quebrase o se vieren en problemas financieros, tener a una hija hermosa comprometida o casada con otra familia adinerada les sacaría de las dificultades que pudieren presentarse… asquerosa… aquella idea le pareció al pequeño Keigo sencillamente asquerosa.
*
Los años embargaron a la familia Atobe con la mayor de las glorias, así como también a otras grandes familias de prestigio, la pequeña Ayame, la preciosa Nyumi, se habían convertido en las amigas irremplazables de Keigo, por lo que verlas en la mansión de los Atobe no era de extrañar para nadie… desde su pedestal de cristal aquellos tres niños buscaban escapar constantemente del destino que les habían marcado.

-Este día me lo he pasado genial, pero debo irme a mis clases de piano –agregó dulcemente la joven Nyumi, en aquel entonces todos contaban con escasos ocho años.
-Ehhh tan pronto… vamos si se que te encanta estar con Keigo mucho más tiempo –dijo entre risas la pequeña Aya, sin duda el corazón del grupo.
-Déjala tranquila Aya… Nyu se esta preparando para ser mi esposa así que no molestes –musitó Keigo con gran egocentrismo en sus palabras.

La pequeña Nyumi se sonrojó abiertamente ante en comentario, sin embargo lo sabía, desde esa fecha sabía de su compromiso con Keigo y aunque aún no fuera oficial ella lo esperaba con ansias… de alguna manera a Keigo tampoco le desagradaba la idea, al menos hasta aquel entonces.
*
La jefa de las mucamas se presentó ante los dos niños restantes con gran angustia en la mirada, algo terrible había sucedido, los padres de Aya la recogieron al poco tiempo, los señores Atobe tenían malas noticias.

-¡Esto es grave! ¡Demasiado grave! –exclamaba el padre de Keigo con gran preocupación.
-¿Qué sucedió padre? –cuestionó Keigo intentando simular interés.
-Keigo tu hermana menor ha muerto en un accidente… -susurró su madre con la mirada ensombrecida.

Maya Atobe había muerto… la pequeña hermana de Keigo había muerto… era una noticia que debía generar un profundo dolor en el corazón de aquella familia, sin embargo otras eran las preocupaciones, Keigo ni siquiera se molestó en cambiar el semblante de su rostro, no lloró, ni siquiera se sintió triste con aquello, después de todo su hermana siempre había estado en el exterior y pocas veces la había visto, no habían cruzado ni una sola palabra sincera en sus vidas y de ser cierto desde su nacimiento al joven le resultó completamente innecesaria y absurda su existencia.

-Tan solo perdimos nuestro seguro ¿Cierto?... no se preocupen la familia Atobe tiene suficiente conmigo y cuando me case con Nyumi seremos indestructibles –musitó el pequeño joven con frialdad.
-¡No entiendes lo grave del asunto Keigo… tu abuelo lo dejó claro en el testamento, los herederos de la fortuna serán los dos hermanos Atobe!… -exclamó desesperado el padre del joven…
-Entonces sólo búscale un sustituto… después de todo casi nadie recuerda a Maya, cualquier niña de cinco años estará bien –musitó el joven del lunar retirándose de la habitación.


No hubo luto, ni noticias, todo fue impecablemente oculto tras los mantos corruptos del dinero, la idea del pequeño Keigo le había resultado bastante atractiva a los señores Atobe… fue cuando Keigo cumplió sus nueve años que una nueva Maya fue presentada en sociedad. Era una niña tan bella y educada, con tan sólo seis años se había convertido en el reflejo perfecto de los Atobe, aunque Keigo sabía perfectamente que tan solo era una farsa… al verla llegar de la mano de su madre, vestida elegantemente de blanco, con un par de coletas que sostenían su hermoso cabello largo entre azul y plateado, con una piel de porcelana pálida y aquellos hermosos ojos azules el pequeño pensó que habían hecho un buen trabajo en pulirla… la primera pieza de baile de la noche sería por supuesto entre el cumpleañero y su linda hermana.
*
La nueva Maya caminó firmemente ante el publico y tomó la mano de Keigo con delicadeza, ya lo había visto antes en fotos en su arduo entrenamiento para encajar perfectamente en el roll de una reina, sin embargo en persona era mucho más encantador, el joven la rodeó con sus brazos y ella se sonrojó levemente, sus ojos conectaron un par de segundos y ella pudo contemplar como un frío le recorría la espalda, él se sentía terriblemente solo… aún así podía seguirse viendo como el príncipe perfecto.

-Mucho gusto en conocerte –susurró la joven cerca de la oreja del chico.
-Pueden escucharte, ten cuidado con lo que dices –acotó él sin perder la sonrisa del rostro.
-Lo sé… pero no te preocupes aprenderé a fingir tan bien como tu…
-¿Qué dices? –el joven detuvo su baile al instante con aquellas palabras.
-Eres muy bueno al engañar a todos los presentes, al demostrar una felicidad que no posees o al ignorar la soledad que te agobia –se notaba en la mirada de la joven cierta nostalgia.
-Tienes seis años… ¿Qué puedes saber tú? –cuestionó él un tanto enfadado.
-De soledad se bastante, después de todo siempre he estado sola…

Un hueco comenzó a formarse en el corazón del joven de hielo, la nueva Maya resultaba ser mucho mas honesta y natural que la anterior, sin duda se había criado con sufrimiento y dolor todos aquellos años, después de todo fue tan fácil comprarla y entrenarla para su vil propósito… Keigo sonrió, quizás su primera sonrisa sincera y ella sonrió con él… desde entonces Keigo jamás volvió a sentirse sólo.
*
Los años comenzaron a transcurrir desde aquel momento con un poco más de color para los hermanos Atobe… la hermosa Nyumi había empezado a sentir que su dulce príncipe con cada día se volvía las frío y distante, veía reflejado en sus ojos una emoción distinta, una alegría genuina y es que cada vez que su hermana aparecía en el panorama podía observar como las sonrisas se volvían lo habitual, tras reflexionar lo difícil de los años futuros, en un auto sacrificio optó por estudiar en el extranjero, al menos hasta que tuviera la madurez suficiente de enfrentar aquello, desde ese momento muchos años pasaron antes de que los ojos de Nyumi conectaran con los de Keigo nuevamente…

-Al fin cumples los dieciséis años Keigo… ha pasado mucho tiempo –comentaba alegremente Aya mientras sorbía un poco de te.
-Así, es… me preguntó que estará haciendo Nyumi –agregó el chico un tanto nostálgico al ver frente a ellos una tercera silla vacía.
-Sigue preparándose para ser tu esposa.


Un silenció los embaucó por un par de segundos, Keigo puso mala cara casi al instante y Aya sabía perfectamente el porque de aquella repentina apariencia, aunque el heredero Atobe no quisiera aceptarlo estaba más que claro para algunos… la melodía de un violín comenzó a escucharse en el ambiente, tan dulce y exquisita como el viento los adormiló a ambos sobre la mesa.

-¿Maya es quien toca? –cuestionó Aya saliendo del letargo.
-Así es… -dijo Keigo en un suspiro con la mirada perdida entre las cortinas.
-Ella también se prepara para ser una buena esposa –agregó la joven pícaramente.
-¡Ni de broma! –grito Keigo inconciente de sus palabras, la risita cínica de Aya lo descubrió completamente… el joven se vio en problemas en aquel momento.
-Vaya pero que hermano más celoso.
-Es natural para un hermano cuidar de su hermana –expuso el joven rápidamente tratando de componer su descuido.
-No te preocupes no le diré a nadie… pero… ten cuidado con esos sentimientos Keigo.
-Preocúpate más por ti… tu prometido regresará mañana a la ciudad.
-Así es, él es sumamente dulce y tierno, parece un niño, pero me gusta mucho –comentó la joven en una gran sonrisa.

Podía decirse que Aya era una de las pocas niñas ricas verdaderamente feliz por su vida prefabricada, sin embargo fue mas que evidente que su prometido no pensaba lo mismo, un joven dulce y amable, heredero de un respetable imperio había tenido gran miedo del destino que le esperaba, de un matrimonio sin amor, de no poder representar los intereses de sus padres, de no poder ser el hombre que todos esperaban y tristemente encontró en el suicidio la mejor de las soluciones, una muy deprimida y triste Aya se juró a si misma encontrar al hombre más fuerte entre los hombres antes de volver a enamorarse… para su mala fortuna Choutarou estaba muy lejos de ser lo que ella buscaba.
*
Poco tiempo pasó antes de que los padres de Keigo murieran en un repentino accidente y sin más el joven de grises cabellos tomó posesión de su fortuna al cumplir la mayoría de edad, su relación con su hermana entre las sombras había cambiado completamente, se había tornado en un amor verdaderamente sincero y sacrificado, entre dulces palabras, entre sexo ocasional y entre un gran abismo social que los separaba pasaron muchos años amándose a escondidas… Keigo decidió darle la vuelta al mundo como habitualmente lo hacía para despejar su mente y para reclutar a las personas necesarias a su imperio…
*
El presente los embaucaba nuevamente… Keigo, Nyumi y Aya se encontraban tranquilamente en el jardín de la mansión Atobe degustando una suave taza de té… muchos años les habían costado regresar a aquél lugar.

-Esto me trae nostalgia –susurró Keigo al sentir la brisa chocar contra su rostro.
-Ha pasado mucho tiempo –agregó Nyumi en una bella sonrisa.
-Pero igual es agradable regresar a los lugares que alguna vez nos hicieron felices –dijo Aya en un suspiro.
-Te ves muy alegre esta mañana… seguramente mi hermano te complació esta noche –comento la joven picaramente.
-Pues si… pero no riegues la voz.
-Pero ahora que lo pienso Choutarou se parece bastante a ese prometido que tuviste hace años Aya –comentó Keigo curiosamente.
-Tienes razón, quizás es por eso que Chou-Chan me atrae.
-Pero recuerda que son dos personas distintas al fin y al cabo… Choutarou te quiere de verdad –comentó Nyu segura de sus palabras.
-Cuando las cosas se pongan difíciles él huirá… es un niño después de todo…

La dulce melodía del violín de Maya se hizo presente en todo el jardín, el rostro de Keigo se iluminó al instante de una gran alegría, después de todo no había otra música que apaciguara su alma tanto como aquella… una sonrisa sincera se hizo presente.

-Hay cosas que nunca cambian –dijo Aya muerta de la risa.
-¿De que hablas? –cuestionó Keigo muy sonrojado.
-Bueno, como sea, esta vez estoy dispuesta a pelear –musitó Nyumi guiándole un ojo a Keigo con sensualidad… el joven se sonrojó aún más.
-¡Da igual!... sigamos hablando de negocios por favor…

El joven metió su rostro entre los papeles tratando de huir al repentino ruborizar de sus mejillas… normalmente Keigo no se comportaba de aquella manera pero Nyumi siempre le había ocasionado una sensación de bienestar que no podía negar, quizás y solo quizás las cosas comenzarían a cambiar poco a poco…

~Continuará~


~May Atobe~


Bueno nenas nos vemos en la siguiente XD no se de que va a tratar aún pero imagino que les contaré un tanto más de Gris y Syusuke...mmm... a si claro XD también el lanzamiento del nuevo equipo de tennis star *-* ja-ne
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