Oscuros sentimientos

Re: Oscuros sentimientos

¡Hola a todos!

perdón por la demora , he sido una desconsiderada , espero que les guste el capitulo!

Disclaimer: Los personajes de esta historia son propiedad de J.K Rowling . Esto es puro entretenimiento y no me reporta beneficio económico alguno.


Parejas: Tom Ryddle/Ginny Weasley , Harry Potter/Hermione Granger , Ron Weasley/[[Luna]] Lovegood , Draco/Pansy

Advertencias: leve e imperceptible OoC

Aclaraciones de lectura:

-Letra normal: dialogo, relato.
-Letra en cursiva: pensamientos de los personajes.





<CENTER>¡Este fic contendra 2 temporadas! ¡disfrutenlo!</CENTER>






<CENTER>Disfruten de la función.
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dedicado a Patri_Selene</CENTER><CENTER></CENTER><CENTER>Feliz Cumpleaños mi niña! que la pases lindo! </CENTER><CENTER></CENTER><CENTER>-----
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-----</CENTER><CENTER></CENTER><CENTER>Cap 7.- </CENTER><CENTER> </CENTER><CENTER> </CENTER><CENTER></CENTER><CENTER></CENTER>

Y ahí estaba. El libro que según lo que Ted había dicho había estado guardado por 5 años. Ginny lo había puesto en un pequeño mueble al lado de su cama antes de acostarse a dormir. Pero la curiosidad la invadía. Era media noche y lo único que pasaba por su mente era verificar si era cierto lo que su amigo le había dicho sobre la cicatriz de Harry. Algo en ella se lo impedía, no quería ver la página 153 por varios motivos. No obstante cuando menos lo pensó sus manos estaban dando vueltas a las páginas de color amarillo del libro titulado "Heridas tenebrosas y sus leyendas" ​

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Esa misma noche, pero a cientos de millas de Hogwarts, se iba a celebrar una junta de mortífagos en la residencia de los Malfoy.

-¡Guarden silencio, gatos roñosos!- exigió de muy mal humor Bellatrix, una mujer delgada con la cara demacrada, fruto de los 15 años en la prisión de Azkabán.

-¡Pero si aquí no hay gatos!- desmintió uno de la media docena de hombres que se encontraban sentados alrededor de una mesa.

-¡Me refería a ustedes, ignorantes de…!

-¿Para qué demonios querías que se reunieran en MI casa los mortífagos, Bella? Si este lugar es muy valioso como para tener a ellos aquí- espetó de mala gana Narcisa Malfoy, quien acababa de llegar a la mesa tomando asiento mientras los demás soltaban murmullos de desaprobación por su comentario.

-Bueno los llamé a la casa de mi hermana para avisarles que últimamente ya no he visto al Señor Tenebroso- explicó dirigiéndose a todos- y eso para mí es muy extraño- finalizó quedamente con los brazos recargados en la mesa, los dedos entrelazados y su cabeza apoyada en ellos.

-Eso no es extraño, Lestrange- dio un mago de nombre Dolohov- ¿Crees que el amo va a andar de aquí para a allá sólo para que lo veas?- Hubo algunas risas de parte de los mortífagos.

-Muy gracioso, Dolohov- las risas seguían (y lo que más se escuchaba era la carcajada de Narcisa), así que Bellatrix subió el tono de voz- Pero me preguntaba si alguien últimamente ha hablado con él- todos callaron- ¿Y bien?... ¿Nadie?- dijo con una voz falsamente dulce y dirigiendo una mirada penetrante a todos los mortífagos- ¿¡Entonces dónde está!?- gritó golpeando la mesa con ambos puños y poniéndose de pie- Se supone que debemos estar informados de que él está activo, y por lo visto nadie ha sabido de él en estos últimos meses, ¡Eso es inaceptable!- los mortífagos se miraron entre sí suplicando con la mirada que alguien hablara para romper ese silencio tan incómodo.

-Estás loca- sentenció Rosier.

-Que no tengamos noticias de él, no significa nada, Lestrange… estás exagerando las cosas- dijo Avery.

-Entonces dime ¿¡Qué crees que ocurre!?

- Tal vez esté trabajando solo y no quiere que nadie se entere- comentó Amycus, otro mortífago agresivo e inquieto- No sería la primera vez.

-Si estuviera haciendo eso, nos hubiera dado órdenes

-No si no quisiera… -empezó a explicar Avery pero fue interrumpido violentamente por Bellatrix.

-¿¡Insinúas que no nos tiene confianza!? ¡Eso lo creo de ustedes! ¡PERO YO SOY LA MORTÍFAGA MÁS FIEL QUE TIENE! ¡DEBIÓ DE DECIRME LO QUE PLANEABA!

-Pensé que habías reunido a todos aquí para decirnos algo de suma importancia, pero veo que sólo te querías quejar porque el Señor Tenebroso no te habla de lo que piensa hacer- le dijo la mujer rubia a su hermana. Ésta última tenía la cabeza baja respirando sonoramente. De repente Bellatrix subió la cabeza.

-¿¡No te das cuenta de que el amo aún puede caer en manos del Ministerio!?- le reclamó Lestrange- ¡Si él cae, el reinado que hemos estado preparando se destruirá! ¿Entiendes lo que eso significa, Narcisa?- Sin embargo, la esposa de Malfoy no contestó.

-¿Quieren calmarse ustedes dos?- sugirió Dolohov- Si el señor Tenebroso no nos ha dicho nada ni aparece por ningún lado debe ser por una buena razón y no porque simplemente nos haya querido jugar una broma… ¡Así que ya deja de exagerar las cosas, Lestrange!

-¡No exagero las cosas!- se defendió Bellatrix- ¡El amo no aparece por ningún lado y eso es por una razón! ¡Si a ustedes no les importa, de acuerdo, pero yo lo voy a buscar hasta saber lo que ocurre!

-¡No hagas eso Bellatrix! ¡Cabe la posibilidad de que él esté a la mitad de algo muy importante y que tu vayas a estropear las cosas!

-Concuerdo con Narcisa, Lestrange, tú no debes ir a ninguna parte- dijo Avery

-¡Yo sé lo que hago, sólo déjenme en paz!- gritó casi histérica y tomó su varita- ¿Nadie está conmigo?- les preguntó a los mortífagos que la miraban muy serios- Bien… ¡Al diablo con su ayuda!- Bellatrix se disponía a salir de la casa pero en ese momento se abrió la puerta dejando a la vista a un mago de estatura normal, delgado y con capa negra y el cabello grasiento.

-¿TÚ?

-Sí, yo… gusto de verte, Lestrange- saludó Snape con una mueca al ver cómo Bellatrix se ponía pálida de verlo.

-¿Qué haces aquí si yo no te invité?

-¡Yo le pedí que viniera, Bella!- saltó Narcisa. Bellatrix volteó a verla con evidente odio reflejado en su cara.

-¿Para qué? ¡Él no tiene ningún derecho a…!

-¿Estar en mi casa?- inquirió con una sonrisa fingida- Perdón Bella, pero yo me reservo el derecho de quién entra aquí y quién no- Bellatrix hizo rechinar sus dientes y Snape decidió hablar.

-¿Para qué es esta… esta absurda junta?

-No lo acabo de comprender, tienes que preguntarle a Lestrange, Snape- dijo Amycus un poco divertido.

-Aaaaaaah… Entonces debe haber sido por una total tontería- mencionó. Algunos rieron, otros dirigieron sus miradas a Bellatrix, quien evidentemente estaba conteniendo las ganas de lanzársele encima a Snape, pero se limitó a cerrar los ojos y poner una mueca.

-Bueno, si el amo es un asunto tonto para ti…- empezó a decir la bruja, pero Snape la interrumpió

-¿Qué pasa con él?

-¿No te has dado cuenta GRANDÍSIMO TONTO?

-Vaya Lestrange, hoy no estás de humor- ironizó Snape

-¡DESAPARECIÓ! ¡NADIE LO HA VISTO DESDE EL VERANO PASADO! ¡Pero sé que a ti no te importa, porque esta noticia significa que puedes ayudarle a Dumbledore todo lo que quieras porque no recibirás un cruel y merecido castigo por parte del Señor Tenebroso!- le reprochó Bellatrix furiosa.

- Te equivocas Lestrange- le dijo tranquilamente Snape. Los demás mortífagos y Narcisa los miraban muy atentos- De hecho ya me comienza a parecer extraño que el amo no nos haya hablado para hacer algo importante.

-¿En serio?- preguntó Bellatrix sorprendida al ver que Snape compartía su inquietud.

-En serio. No obstante el Señor Tenebroso sabe lo que hace y no creo que esté en peligro. Pensar en esa posibilidad es tan ridículo como pensar que Potter es "El Elegido"- los mortífagos rieron por el comentario de Snape.

-Tú no sabes… no entiendes… ¡Me preocupo por él! ¡Me recompensará por eso y a ustedes los castigará, ya verán!- amenazó Bellatrix.

-Qué patética te oyes… pareces una niña pequeña que va a correr con su padre para que la defienda- se burló Snape

-¡Me las vas a pagar…!- Bellatrix levantó su varita

-¡Ni se te ocurra atacar a alguien dentro de esta casa!- le dijo Narcisa apuntándola con la varita. Lestrange bajó su brazo e inmediatamente se marchó tras un portazo.

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Ginny estaba llorando. Había leído la página que Tom le había dicho y ahora ya no dudaba. Lo que provocó que ella se sintiera sumamente desdichada era que según el libro la persona debía tomar una poción que provocaba un dolor tan insoportable que se prefería el dolor de un crucio. Tenía que hablar sobre eso con Ted.

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La mañana de ese sábado era muy fresca. Harry se había despertado desde muy temprano para preparar el campo de quidditch, ya que ese día tendrían entrenamiento. Al terminar de acomodar las pelotas se dirigió al Gran Comedor para desayunar.

-¡Hola Ron!... ¿Y Hermione?- preguntó al no ver a su amiga con el pelirrojo.

-No lo sé- contestó indiferente- Una vez que terminemos de desayunar nos vamos directamente al campo de quidditch para la práctica, ¿de acuerdo?

-Sí, sólo desayunaré cereal, en realidad no tengo mucha hambre- dijo Harry acercándose un pequeño plato que estaba ligeramente retirado.

-¡Hola Harry, hola Ron!- los saludó Luna

-¡Hola Luna!- contestaron ellos al unísono.

-Hoy tuve un sueño muy raro ¿Ustedes nunca han tenido uno de esos sueños proféticos?- Harry y Ron se miraron con el entrecejo fruncido. A Harry esa pregunta le recordó a la profesora Trelawney.

-No… creo que nunca- contestó Ron

-Yo tampoco- mintió Harry, pues no quería contar de nuevo el sueño donde él era una serpiente y atacaba al señor Weasley

-Bueno… es que son muy raros pero escúchenme…

-Luna, mejor nos dices eso después, ¿no?- sugirió Ron- Ahora no me siento muy animado- Luna se extrañó por el comentario de Ron- No lo tomes a mal- se apresuró a añadir.

-Ya entiendo… te peleaste con Hermione, ¿no es así?- Ron bajó la cabeza y siguió comiendo- Eso explica que no esté por aquí

-Luna… por favor- dijo Harry lanzándole una mirada de: "Ya cállate, no lo estropees más"

-Hum… miren esto- la rubia sacó de su bolsillo un hermoso collar de oro con un dije de Saturno, y los anillos de cristal

-¡Vaya! ¡Qué hermoso!- exclamó Ron admirando la joya

-¿De dónde la sacaste Luna?- inquirió Harry

-De mi bolsillo

-Me refiero que cómo lo conseguiste- dijo levemente irritado.

-Ah… es una larga historia… en fin, toma Ron- Luna le tendió el collar al joven- Para que se lo des a Hermione y ya no estén peleados; no me gusta verte así- Ron la miró estupefacto. Era muy raro que alguien regalara un objeto de semejante valor sólo para no ver triste a una persona. Harry también no pudo dar crédito a sus oídos.

-¿En serio, Luna?- preguntó

-Claro Harry. Tómalo, Ron- repitió.

-¿Qué es eso, Luna?- preguntó Hermione quien se acercó al Gran Comedor.

Estaba detrás de la Ravenclaw.​