Ojos Miel

Re: Ojos Miel

Gracias por seguir la historia chicas, aqui les dejo otro pedacito:
Era ya la hora de salida, ella estaba sentada en una banca cerca de la puerta de salida, sus compañero estaban sentados en el mismo lugar, pero un poco más alejados, todos hablaban de distintos temas, ella no participaba en ninguna discusión.
No se atrevía siquiera a mirarlo, desde que sabía que él se había enterado de lo que ella sentía por él, le costaba mucho entablar conversación con el chico, las cosas definitivamente no marchaban igual que antes, le dolía, pero sabía que poco a poco todo iría volviendo a ser como antes; o al menos, eso esperaba.
Volteó, y se quedó mirando aquél perfecto perfil, de una nariz recta y unos hermosos labios; el chico volteó al sentir aquella mirada que lo examinaba.
Las mejillas de la chica se encendieron.
-¿Por qué tan callada?- le dijo dándole una sonrisa que la hiso estremecer.
-Pe… perdón- dirigió su mirada rápidamente hacia otro lado- Es sólo que… estaba… pensando- agachó su cabeza para que él no mirara su abochornado rostro.
- oh… y, ¿En qué pensabas?
- Pues… verás…- se quedó callada unos segundos y luego siguió.-Te… quería hacer una… pregunta.
Matt la miró con ojos curiosos, sin embargo, parecía saber sobre qué sería la pregunta de Myrem.
-Dime
-¿Te… te parece bonita Beth?... es decir, ¿Te gusta?
El chico le dio una risa socarrona y después le contestó:
-Pues, sí, creo q es bonita…
Ella palideció al escuchar aquella respuesta y se encogió en su asiento.
-Ah…- fue lo único que pudo responder.
-… sin embargo, no me gusta, sólo me cae bien- terminó su respuesta Matt sonriendo abiertamente a la chica.
Ella volvió a alzar la mirada para encontrarse con una brillante sonrisa y unos hermosos ojos, una sonrisa le iluminó el rostro; hasta que… Matt seguía a alguien con la mirada, Myrem trato de encontrar aquello que miraba Matt, era una chica. Era alta, blanca de piel, con unos hermosos ojos, un cuerpo perfecto y un sedoso y radiante cabello castaño, realmente era una chica bella, era dos años más grande que ellos dos, se llamaba Berenice.
Volvió a mirar a Matt, sus ojos brillaban mirando aquella chica; y pensó “Oh, niño, te enamoras de imposibles, como yo” suspiró y le dieron ganas de abrazarle pero se contuvo, desde aquel día que el chico se había molestado por que lo tocó, ella trataba de no hacerlo.

=CAPITULO X= “!Auch¡”

Era jueves, la campana para indicar el receso sonó y todos salieron del salón; estaban en los últimos mese de clases y ya todos se conocían muy bien, tenían ya hábitos y ése día tocaba jugar Futbol, pero Myrem también había llevado su balón de basquetbol para jugar por la mañana y a la hora de salida.
-Myrem, ¿Me podrías prestar tu balón de básquet para que juegue?- Le pidió una de sus amigas, Karen.
-Claro
-¡Gracias!
Karen salió corriendo con el balón y se fue a jugar con Aibsa.
Myrem, en tanto, corrió a buscar a Matt y a los otros chicos para jugar con ellos futbol. Estaban bastante divertidos, jugaban junto a la puerta de salida de la escuela porque los chicos más grandes siempre acaparaban la cancha de futbol y ellos preferían no pelear.
-¡Niños!, dejen de golpear ya puerta y váyanse a jugar a otro lado.- gritó enojado el prefecto.
-Maldito prefecto…- protestó Matt.
-Vamos niños, no se enojen, mejor, vallamos a jugar a la cancha de basquetbol que esta desocupada.
-Está bien, vamos- accedieron todos.
Trataba de quitarle el balón a Matt, no podía, al fin se resigno y se quitó de su camino haciendo que le marcara un gol, miró hacia dónde Aibsa y Karen jugaban y fue hacia ellas.
-¡hola chicas!, déjenme un tiro ¿sí?
-¡Claro, es tu balón!- le contestaron ambas.
Se preparó, brincó, lanzó el balón, y cuándo caía un pié se le dobló y quedó tendida en el suelo.
Sale, espero les siga gustando la hitoria, ya casi termina la primera parte!!!!

 

Re: Ojos Miel

Aqui les dejo otro peadcito, gracias por seguir mi historia, ¡¡¡chicas!!!

Se preparó, brincó, lanzó el balón, y cuándo caía un pié se le dobló y quedó tendida en el suelo.
Las tres reían, incluyendo a Myrem.
-Myrem, ¿Por qué te caíste?
-¿Estás bien?- dijeron entre risas imaginando que la respuesta a aquella pregunta sería un seguro “sí”.
-Pues… me duele un poco el pie, pero no se preocupen, no es nada.
La chica trató de levantarse ayudada por sus amigas, pero cuándo apoyó el pié un intenso dolor le hiso nuevamente desvanecerse. Sus amigas se asustaron, ella siempre resistía a las caídas.
-¿Estás segura de estar bien?
-Mejor vallamos con alguien para que te revise.
-No, no s preocupen, no es nada, ya se me pasará, solo necesito descansar un momento.
-Ok- respondieron sus dos amigas ayudándole a caminar poco a poco hasta una banca que estaba ahí cerca.
Se quedaron un tiempo las tres sentadas, ellas trataban de distraerla, pero el dolor era constante y no cesaba ni por algunos minutos.
Tocó la campana para entrar a clases.
-Bien, vallamos a lavarnos las manos- Dijo Myrem tratando de no mostrar el dolor en su rostro.
Caminaban muy despacio hacia los baños, de repente el balón se le fue a Karen, que lo llevaba botando y llegó a los pies de su primo Andy; éste lo miró y lo pateó con todas sus fuerzas, el balón pasó volando la cerca de la escuela y quedó en la calle.
Myrem estaba muy enfadada, no aguantaba el dolor de su pié y no pudo contenerse.
-¡Ve por ése maldito balón, antes de que te alcance y te golpee!- gritó con todas sus fuerzas y sus ojos se entornaron.
-E... está bien- dijo tartamudearte su primo.
Fue al baño, lavó sus manos y trató de tranquilizarse un poco; regresó y su primo le entregó su balón, caminaron nuevamente poco a poco, hasta llegar a las escaleras que conducían a su salón, cada escalón era como un clavo que se le enterraba en el tobillo, el dolor era ya insoportable y cuándo por fin tocó el último escalón, las lágrimas se escurrieron de sus ojos.
-¿Qué te pasa, estás bien?- le preguntaban sus compañeros y amigos.
-¡Oh! Si, si, no se preocupen, es que me duele un poco el tobillo.
-¿¡Un poco?! Si estas, súper pálida- le dijo Beth acercándose a ella.
-¡Está bien!¡No aguanto más el dolor del tobillo!- El llanto se apoderó de ella.
Llegó rápidamente su asesora, alguien la había ido a llamar.
-¡Oh! Myrem, ¿qué tienes?, déjame revisarte- le dijo mientras le quitaba el tenis.
La profesora luego de quitarle el tenis y la calceta miró que su delgado y blanco tobillo estaba completamente hinchado, estaba zafado, se veía cómo se había separado un poco un hueso de otro.
-¡Auch!, creo que tendremos que llamar a tu mami- dijo dando una mirada severa al pie de la chica.
La chica sólo asentía con la cabeza ya que el llanto no le permitía hablar.
La profesora salió regresando muy rápidamente con una pequeña venda con la que envolvió el tobillo de la chica. En unos pocos momentos llegó su madre.
-Es que me caí jugando y me lastimé- le dijo antes de que hiciera ninguna pregunta.
- Y, si tanto te dolía, ¿Por qué subiste?- le preguntó su madre asombrada.
Myrem se encogió de hombros y comenzó a reírse.-No lo sé- dijo con lágrimas en los ojos.
-Bien… ya veremos cómo bajarte.
Comenzó su madre a guardar todas sus cosas en su mochila, y algunas que no eran suyas, también.
-Madre, ése lápiz no es mío- le dijo sonriendo.
-¡OH! Pues no sé- le dijo también riendo.
Cuándo terminaron de recoger todas sus cosas un chico alto de grandes ojos café entro al salón, todas las chicas se quedaron mirándolo, era bastante apuesto.
-¿A ti es a la chica que voy a cargar?- dijo dirigiéndose a Myrem.
-sí, por favor.
-Ok.
La tomó por la cintura y la sostuvo entre sus brazos, en ese momento era la chica mas envidiada de la escuela, él era uno de los más guapos y ella estaba entre sus brazos, pasaron junto a Matt y éste sólo los miró con recelo.
Sale adios, luego paso a dejar otra parte

 

Re: Ojos Miel

=CAPITULO XI= “Fin del ciclo escolar”

Pasaron varios meses, todo era divertido nuevamente, se llevaba muy bien con Matt, además ahora Beth, también era una de sus mejores amigas.
Varias veces las regañaron por estar jugando con Matt a lanzar bolas de papel al cesto de basura, o al ventilador, o por molestarse entre ellos, por mandarse papelitos, entre otras cosas, pero principalmente, por platicar; también platicaba mucho con Beth, que era la que ahora también le contaba muchas cosas a ella; varias veces las habían regañado por interrumpir con el rumor de sus platicas durante clase así que habían optado por un nuevo método, comunicarse por mensajitos en una pequeña libreta que originalmente era para anotar tareas.
-Hola- Escribió Myrem.
- Hola- le respondió su amiga.
-¿Cómo estás? ¿Qué me cuentas?- habían veces que hacían preguntas bastante tontas, dado que estaban a unos cuantos metros de distancia y se preguntaban que hacían o como estaban, pero tal vez eso era costumbre o por educación, bueno, el punto es que les gustaba escribirse mensajes.
-Nada interesante- respondió nuevamente Beth.
-¿Para quién es ésa carta?- le pregunto a su amiga luego de ver un trozo de papel de color en el cuál escribía.
-Para Isaí.
-¿Y qué pasó con Logan?
-Nada, dice Amy que sigue queriendo conmigo…
-Oh… ¿y, qué te dice el amor?
-Pues… me encanta Isaí pero, me dijo que NO.
-Sé lo que eso se siente- mientras escribía ésa frase miró al chico que se sentaba frente a ella y suspiró.
-Voy a ir a su salón a darle la carta.
-Está bien.
Beth se levantó y pidió permiso para ir al “baño”. Después de unos segundos regresó.
-Y bien…- le preguntó Myrem.
-Ya se la di y no me dijo nada. Pero, bueno, ya basta de mi, ¿qué tal tu vida, cómo estas?
-Pues… algo triste.
-¿¡Por qué!?
-Lo de siempre….
-Matt…
-Sí, exactamente…
-Y… ¿qué hiso ése tipo?
-Existir…
-Jajaja, ya en serio…
-Pues… se enojo por conveniencia, quería que le hiciera un trabajo, pero no lo hice.
-¿Y por eso se enojo?
-Si
-Es un maldito, lo voy a matar, el realmente no se merece que lo quieras tanto cuando es un patán que cree que se merece todo, ¡ah! Ya mándalo a volar y olvídate de él.
-Pues… es que no puedo, lo quiero demasiado.
-Bueno, está bien, como quieras, es tu problema.
-Es que… no se… no me quiero mortificar.
-Está bien…
-Bueno, cambiando de tema… creo que me iré de la escuela para el próximo año.
-¿¡Qué?!- la chica no escribió aquella expresión, volteó a ver a la chica diciéndola bastante admirada.- ¿Por qué no me lo habías dicho?
-Es que… me lo acaban de decir ayer- Le contestó la chica embarazosamente- Tal vez le diga a Matt que me gusta…
-¿En serio? Y ¿Cómo piensas hacerlo?- le preguntó algo asombrada.
-Pues… no sé, para empezar quiero saber si realmente me voy.
Myrem se volvió hacia el chico y sonrió. “Cuánto me gustaría decirte todo esto que siento dentro de mi” pensó, pero aún así temía expresar sus sentimientos.
Estaba por la tarde conversando con su madre, de repente se acordó de preguntarle sobre si se saldría o no de la escuela.
-No, ya estas inscrita, ¿No decías que no te gustaba esa escuela?
-Eso pensé antes de conocerla, pero no se deben juzgar las cosas antes de conocerlas.
-Está bien- contestó sonriente su madre.

Estaban ya en el último día de clases, todos estaban formados en grupos por salones y ordenados para tener la última ceremonia de aquel ciclo escolar, se acordó de informarle a sus amigos la buena nueva de que se quedaría en la escuela.
-¡Hey!, chicos- les llamó. Al instante se acercaron Beth, Garrett y Aibsa.
-¿Qué sucede?- Le preguntaron.
-Me quedaré en la escuela.
Los tres gritaron y le dieron fuertes abrazos a Myrem.



Falta mucho de éste ultimo capitulo, diganme si kieren la segunda parte de "OJos miel" soloe spero q me digan que si para poder empezar a pasarla oks??? chau!!!

 

Re: Ojos Miel

Continuacion:


Los tres gritaron y le dieron fuertes abrazos a Myrem.
-Eso es genial, amiga.- Le dijo con una resplandeciente sonrisa Garrett.
-Sí, que bueno- afirmaron las otras dos chicas.
-Bueno… entonces, Matt tendrá más tiempo para valorarte y darse cuenta que te puede querer- le dijo Beth.
-Bueno, eso sí, la pregunta es… ¿Cuándo?- la chica suspiró al mencionar la última pregunta.
-No lo sé amiga, no lo sé, pero algún día será.
Se quedaron calladas por unos momentos, estaban sumergidas en sus pensamientos, de repente Aibsa y Myrem voltearon a verse al mismo tiempo, se sonrieron.
-Y pensar que hace algunos meses estábamos también aquí paradas, una al lado de la otra, sin conocernos, temerosas de la escuela, pensando en qué sería de nosotras en esta extraña escuela; y ahora, míranos aquí a las dos pensativas recordando el primer día de estancia en esta, que ahora nos parece una maravillosa, anhelando poder regresar el próximo año y estar una al lado de la otra…
-Si, que maravillosa es la vida, ¿No crees?
-Sí.
Se miraron los tres amigos, Garrett, Aibsa y Myrem.
-Ustedes siempre serán mis amigas- afirmó Garrett mirándolas a las dos y tomándolas por los hombros.
-Claro, nosotros siempre seremos amigos- se sonrieron los tres.
Se llevó a cabo la ceremonia y después de ésta la escuela se fue quedando vacía, solo estaban ahí Yoly, Myrem y…. Matt.
Myrem se quedó mirándolo, era tan lindo… sonrió un momento, estaba indecisa por despedirse de él y desearle unas buenas vacaciones, se acercó a él, estaba a punto de dirigirse a él cuándo la otra chica se le adelantó.
-Matt…- dijo Yoly, mientras Myrem la miraba con ojos entornados.
-¿Mande?- preguntó él que estaba distraído.
-Te voy a extrañar mucho, espero que pases unas excelentes vacaciones, ¿sí?
-Sí, gracias- respondió amable, pero desconcertado.
Myrem se había puesto roja de celos, esas palabras le hubiera gustado que salieran de su boca, pero le daba miedo la reacción que fuera a tener Matt.
-Matt…- volvió a interrumpir el silencio Yoly.
-¿sí?
-¿Podría darte un abrazo?
-Aha- respondió el chico más desconcertado.
La chica se acercó a él y le dio un fuerte y largo brazo mientras Myrem los fulminaba con la mirada. Estaba cada vez más roja, le hubiera gustado tener algún arma muy destructiva y reducir en ese instante en cenizas a aquella chica que estaba abrazada de Matt, pero lo único que podía hacer en ése momento, era mirar, o tal vez no. Se levantó de el lugar dónde estaba sentada, se acercó poco a poco a ellos y entonces…. Sonó el claxon de su carro, tomó su mochila y se fue.
Lo único que pudo decir antes de salir fue:
-Adiós Matt, adiós Yoly, pásenla bien…- suspiró aquello era lo menos que podía hacer.

Por fin terminó el día, estaba muy cansada, le daban muchas preguntas vueltas en la cabeza, aún así, se acomodó en su cama y se quedó profundamente dormida.
Estaba en su escuela, era el fin de clases, terminaba la ceremonia de graduación.
-¡Myrem!- la llamó alguien, era la voz que nunca confundiría, una voz que le acariciaba los oídos, una voz que le hacía soñar, era la voz del chico que más quería Matt.
-¿Sí?- Preguntó sonrojada.
-Sabes… me gustaría pasar los últimos momentos del ciclo escolar contigo.-Le dijo con una suave voz. Poco común en el chico.
-A… mi también- contestó con las mejillas enrojecidas y con voz temblorosa.
Se sonrieron mutuamente y sus ojos se perdieron en aquel mar de miel, caminaron abrazados por todo el patio y luego se decidieron a ir a charlar al jardín trasero de la escuela. Se sentaron junto a la fuente sobre el húmedo pasto, el chico acariciaba su rubia cabellera.
-Oye Matt… - interrumpió el silencio la chica.
-¿Qué pasa?- pregunto sonriente el chico.
-Hay… algo que… eh querido decirte durante todo éste año.
Se miraron a los ojos, el chico dejó su cabello y luego ella continuó.
-Sabes… desde el momento en que te vi, me dejaste impactada, con esos ojos tan lindos que tienes, por tu forma de hablar por tu forma de ser, por todo, por el simple hecho de ser como eres…me enamore de ti. Y desde entonces no te puedo sacar de mi mente, eres todo, mi vida corre a tu alrededor. Estar contigo están especial, verte a los ojos es sentirme en el cielo, siento mucha felicidad de estar contigo, a tu lado, es algo que no creo que nadie más me pueda hacer sentir.- A cada palabra sus mejillas se tornaban un poco más encendidas, no lo podía mirar a los ojos, temía la reacción que tuviera el chico así que tenia la vista clavada en el suelo. El chico la tomo con delicadeza de la cara para que se miraran a los ojos, la chica se puso aún más nerviosa y roja, el chico le sonrió.- Y pues… yo te quería decir que... te…-Aquellas palabras las dijo muy lentamente, pero antes de que pudiera terminar la frase, el chico puso un dedo en sus labios en señal de que permaneciera callada, Myrem se desconcertó y lo miró fijamente.
-No hace falta que lo digas…- le dijo en un susurro.
Se acercó poco a poco a ella, sus labios se juntaron en un suave beso, después de separarse se miraron fijamente, la chica le sonrió, lo abrazó y se quedó recargada en su pecho, un profundo silencio invadía el lugar, una inmensa felicidad, una gran dicha.

Se veía a una chica profundamente dormida fuertemente abrazada a un cojín, con una hermosa sonrisa marcada en su rostro y una amarga lágrima recorriendo su mejilla. Aquel sueño le emocionaba, sin embargo sabía que era sólo eso… un sueño.
Bueno... aqui termina la primera parte
de "Ojos

 

Re: Ojos Miel

SEGUNDA PARTE
Capítulo I
“Regreso a clases”
Las vacaciones de verano se pasaron muy lentamente, cada día lo contaba ansiosa para ver nuevamente a aquel chico que no podía sacar de su cabeza desde el día en que por primera vez lo miró, aquel chico de lindos ojos miel… Matt.
Todos los días durante poco más de un mes salía a la calle emocionada con la esperanza de ver al chico, al menos de lejos; sin embargo, siempre regresaba decepcionada de no haberlo encontrado. Sólo una vez lo había mirado de lejos en un almacén, sus manos se enfriaron y palideció, sólo lo vio por unos momentos así que le pareció algo exagerada su reacción, pero se dio cuenta de que lo que sentía por él, era realmente fuerte.
Sin embargo, después de esos largos días, el tiempo se había pasado y por suerte, para ella, por fin regresaban a clases.
Despertó muy contenta aquél lunes ocho de agosto, era bastante temprano, pero aún así, se apuró para “no llegar tarde a la escuela”, se vistió contenta con aquel uniforme que un año atrás le había parecido anticuado y que ahora portaba con orgullo, era una falda azul marino, una blusa de gran cuello un suéter gris o café, (el color de ese suéter era un enigma que no había resuelto…. Y sigue sin resolver). Recordaba aquel año pasado como las lágrimas habían brotado por sus ojos por el temor de entrar a una nueva escuela, y ahora, un año después, se vestía deprisa y alegre por llegar a aquél lugar que tanto miedo le había dado.
Se estiró y bostezó para desperezarse.
-Por fin de regreso a clases- se dijo mitrándose al espejo- Nuevamente veré a Garrett, a Aibsa, a Beth, a Yoly, a Gem, a Vivi…(una sonrisa se pintó en sus labios) pero principalmente, podría estar con Matt.
Su mirada se perdió unos momentos en el infinito, pensaba en el, en todos los recuerdos buenos y malos que había tenido en el ciclo escolar pasado.
“Toc, toc”
Alguien tocaba la puerta.
-¿Qué pasa? Ya estoy lista.
-Está bien Myrem, venía a despertarte pero veo que ya te has levantado.
-Sí, gracias mamá-
Se peinó de dos medias coletas y ordeno sus cabellos, quería verse bien, excelente, perfecta, para su primer día de clases.
Subió a su camioneta al igual que su padre y su hermano que pasaba a quinto grado (segundo de prepa). Iba cantando contenta en su mente mientras pensaba “Matt, Matt, ya te quiero ver, ya te quiero volver a encontrar, amigos ya quiero estar con ustedes”.
Llegaron a la escuela en lo que a ella le parecieron horas, bajo de su camioneta, se despidió de su padre y se fue lo más rápido posible hacia lo que sería su nuevo salón, subió las escaleras hasta que se encontró con un letrero que decía “2° “A”” entró y se encontró con una de sus compañeras, Patt.
-Hola- le saludó.
-Hola Myrem, ¿Qué haces aquí?- le pregunto
-¿Qué hago aquí?
-Si tu ya no estas en el “A”.



aki le dejo grax bye

 

Re: Ojos Miel

-Si tu ya no estás en el “A”.
Se admiró por escuchar aquello, se quedó pasmada, no sabía que contestar, Pat debía estar bromeando.
-¿qué?- preguntó atónita.
- Que tu ya no estás en este salón, si no me crees, lo puedes verificar observando la lista que está pegada en la puerta, no está tu nombre.
La chica se apresuró a leer la lista que le indicaban, en efecto ella no estaba en esa lista, paso varias veces la mirada sobre ésta, más fue inútil, encontró los nombres de Aibsa, de Matt pero el suyo, no.
-¿Entonces?- le preguntó aun atontada- ¿En dónde estoy, es decir, en que salón?
-Como es obvio en el 2°”C”, ahí van los de mejor promedio. ¿Qué esperabas?
-¿Eso qué?, yo no quiero estar ahí-protestó.
Dejó su mochila en un rincón del salón que no estaba segura de pertenecer a éste.
-Está bien, pero para que lo compruebes, vamos.- le insistió Pat.
Caminaron hasta llegar delante de otro salón en donde se leía 2°”C”.
Se acercó a leer la lista de alumnos que estaba en la puerta, no había duda ni equivocación, su nombre era el tercero de aquella lista, estaba en ése salón.
-¿Lo ves?- le dijo Pat.
-Insisto, debe de ser un error- Estas palabras las dijo muy poco convincente ya que ahora también ella estaba convencida que no era un error.
Sonó la campana y todos fueron a formarse al patio de la escuela para hacer honores. Le contó a sus dos amigas con el mismo nombre “Karen” lo que había sucedido.
-… Y entonces vi que mi nombre estaba en la lista del 2°”C”
-¡No puede ser! Quieren llevarte con… ¡esos!- dijo señalando a un contingente de alumnos perfectamente formados, hablando en voz muy baja, todos portaban adecuadamente el uniforme, era el grupo modelo.
Se miraron nuevamente completamente aterradas con sólo pensar a Myrem formada ahí como un robot ó algo parecido, un clon de los demás chicos.
Terminaron los honores, no sabía qué hacer, había dejado su mochila en 2°”A”, sin embargo, ahora que lo pensaba, había una gran posibilidad de que realmente la hubieran cambiado de salón, su promedio era el más alto de su salón y ahora más bien, estaba segura de que no había ningún error.
Cuando se dirigía con Karen a su salón, se acercaron a una profesora…
-Disculpe miss- dijo tímidamente- creo que ha habido un error porque… no aparezco en la lista de 2°”A” si no en la de 2°”C”.
-¿Error?¿Cómo crees? No niña, es que si s tas en la lista de 2°”C” es porque es ahí dónde te corresponde.
Miró a la profesora horrorizada- Pe… pero.
-Ven, yo te acompañaré a tu nuevo grupo.
Fueron por su mochila a su antiguo grupo, y después se dirigió a su nuevo salón acompañada de la profesora.
Se plantaron frente al salón y tocaron a la puerta.
El profesor de física les abrió la puerta, todos en el salón la miraban sin hacer ningún comentario.
-Adelante- dijo el profesor, que acomodaba sus cosas para iniciar su clase.
Entraron, no se escucho absolutamente ningún ruido.
-Bien, sólo vengo a dejar a Myrem a su nuevo salón- índico la profesora que la acompañaba.
-Está bien- contestó el profesor a cargo.
La chica miró hacia todos lados, sin ver ninguna cara conocida decidió bajar la mirada e irse a sentar en el lugar más apartado del salón.
Comenzó el profesor a pasar lista, ella no escuchaba, hacía garabatos en su libreta, lo único que se podía leer entre algunos rayones sin forma alguna era la letra “M” escrita varias veces y de diferentes formas.
-¿Miriam?- dijo el profesor- ¿Está bien dicho?
-No, es Myrem- dijo algo molesta.
-Oh si, si disculpe señorita.
Se escucharon algunas risitas por lo bajo que interrumpieron aquel sepulcral silencio.
El profesor siguió pasando lista- Garrett ¿Quién es Garrett?
De pronto alzó la vista, no estaría sola en aquel salón. Buscó en todos lados y luego dijo- No vino.
-Está bien. Gracias. –contestó el profesor.
“! Uf¡ Ya no estaré sola, estará Garrett”- Pensó y por primera vez en el día una sonrisa se marco en su rostro.
El profesor al fin terminaba de pasar lista.
-Y finalmente… Beth. ¿Se encuentra presente Beth?
No solamente estaría Garrett con ella, estaría también Beth, eso la calmo un poco, ya no se sentía sola.
Salió después de tres largas y aburridas clases a su receso, la esperaban en la puerta del salón Karen y Stephan, sacó el balón y las tres bajaron rápido por las escaleras.
-¿Y qué tal tu nuevo salón?- Le preguntó Karen.
-Pues… mejor cuéntenme ustedes cómo les ha ido…
-¿Así de feo esta tu salón?- Le preguntó Stephan.
-Pues es que….- se quedó callada un instante y luego respondió con la cabeza baja- Aún no me llevo con nadie.
-Oh… ahora te entendemos- le respondieron.
Alguien las interrumpió.
-¡Hey Myrem! Hola, ¿como estas? Vamos a jugar, ¿No?- Le dijo Matt alegre ya con el balón en las manos.
-Sí, vamos.- le contestó sonriéndole.
Durante todo el receso olvidó que ya no estaba en el mismo salón que Matt y jugaron tranquilamente todo el recreo, ella mirándolo feliz a cada instante y él, únicamente concentrado en el balón.
Aquellas últimas cuatro horas de clase le parecieron eternas, lo único que quería era salir para ver a Matt, sólo escuchaba a los profesores, tomaba notas y garabateaba de vez en cuando el nombre de “Matt”.
Se quedó pensativa un instante y luego en voz casi inaudible susurro:
-Matt, cuánto voy a extrañar no tenerte junto a mí- suspiró lastimeramente y vio la banca que estaba enfrente de ella, hacia un año Matt en su salón, había sido cambiado frente a ella y ella se había quedado perdidamente enamorada del chico.
Al fin aquel día de clases terminó.
En cuánto llegó a su casa les comentó a sus padres sobre su cambio de salón, pero ellos en vez de apoyarla para que la regresaran a su segundo “A” apoyaron la idea del nuevo salón.
No sabía qué hacer o con quién hablar, así que le llamo a una amiga que lo había sido desde hacía mucho tiempo y que aunque ahora se encontraba lejos era uno de sus mayores apoyos.
Marcó el teléfono y llamó Julie
-¿Bueno?- le contestaron del otro lado.
-Hola, ¿Julie?
-¿Myrem?
- ¿Como estas, amiga?
-muy bien, ¿y tú?- mintió.
-Oh, genial, ¿que ha sido de tu vida?
-Pues veras… por ahora tengo un problema y necesito hablar con alguien.
-Ya sabes que para eso soy tu amiga, cuéntame…
Le contó toda su vida desde primero, que amaba a Matt, los problemas que había tenido y su nuevo salón.
-Oh… ya veo… pero lo único que puedes hacer es abrirte con los chicos del nuevo salón y hacerte su amiga, apuesto a que les caerás bien, vamos, confía en ti, eres una chica super.
-Gracias- le dijo Myrem ya desahogada.
Colgaron el teléfono después de casi una hora de hablar pues aparte de que Myrem le había contado toda su vida, también Julie le había contado muchas cosas.
Estaba dispuesta a seguir aquellos consejos, trataría de socializar con los otros chicos del salón no podían ser tan malos como lo creía.



Aqui les dejo el final de éste capitulo espero que les guste adios!!!

 

Re: Ojos Miel

CAPITULO II “Siguiendo el consejo”.
Al otro día, le fue mejor desde un principio, ya habían llegado de sus vacaciones Garrett, que era uno de sus mejores amigos desde hacía un año, y Beth, que aunque nunca fue extremadamente allegada a ella, era su amiga y le había contado ya varias cosas antes.
Platicaban los tres sentados juntos muy felices, las clases ya no habían sido tan aburridas como el día anterior, y sólo les quedaba Inglés para antes de salir del salón al receso.
-Espero que nos siga tocando con la miss Joy- Dijo Garrett, ella, había sido una buena profesora con ellos el año anterior.
-Sí, nosotras también- le respondieron mirándose Beth y Myrem.
Myrem no era mala en casi ninguna materia, si no, no la hubieran cambiado de salón al segundo de “los altos promedios” pero el ingles era la materia que más difícil le parecía.
Sin embargo, no tuvieron tanta suerte, entró el profesor, era un nuevo profesor, intercambiaron miradas de curiosidad y escucharon la presentación del nuevo maestro, tenía un nombre extraño, Olaff, según lo que escuchó, pero lo que realmente les impresionó y preocupó era que únicamente hablaba en ingles, ni una sola palabra de todo lo que había dicho había sido español y además parecía que todos los de ahí entendían perfectamente, todos reían de sus bromas, todos, excepto Garrett, Beth y Myrem que miraban perplejos tratando de entender todo lo que decía pero sólo algunas palabras eran las que captaban y no agarraban el hilo de la conversación.
El profesor indicó que hicieran algún trabajo y todos se pusieron a escribir.
-¿qué tenemos que hacer?- le preguntaron Beth y Garrett a Myrem.
-No sé exactamente, no estoy segura.- les respondió preocupada.
-¡Oh!- Garrett se veía preocupado mordiéndose las uñas.
-Ya sé, hay que preguntarle a alguien- dijo Beth.
-Si- afirmo Myrem.
Se miraron los tres chicos y poco a poco la sonrisa se fue desapareciendo de sus labios, no conocían a nadie de allí más que entre ellos tres y ninguno de ellos tenía idea de que era lo que el profesor les había pedido.
-Pregunta tú- le dijo Beth a Myrem.
-No, pregunta tú, tú fuiste la de la idea.- respondió
-Pero tú fuiste la que no entendió
-¡Tú tampoco entendiste!
-Ya lo sé, entonces, que pregunte Garrett.
-Estoy de acuerdo.
-¿Yo? ¿Yo por qué?- protestó Garrett.
-Porque necesitamos saber que hay que hacer- contestó Myrem sonriéndole.
-¡Ash!- Miró molesto a Myrem y antes de que se pudiera acercar a alguien un chico pelirrojo se acercó a ellos.
-Hola, me llamo Derek- Se presentó el pelirrojo.
Otro chico se acercó, éste era bastante alto y moreno.
-Y yo soy Max- les saludó también sonriente.
-Hola- saludaron los tres simulando que trabajaban aunque no tenían ni la libreta abierta.
-¿Necesitan ayuda?- preguntó Max percatándose de su problema.
-Este…- se miraron.
-Creo que no tienen idea de que hacer- dijo Derek aguantando la risa y mordiéndose la lengua.
Myrem frunció el entrecejo-¡Claro que sabemos que hacer!
-Ok ¿Puedo ver tu libreta?- Se burló Derek
-Pues… no…- Myrem bajó la mirada con la cara completamente roja.

-¡Ja! ¿Lo ves? ¡No tienen idea!- Dijo Derek.
-Está bien, te agradecería que me ayudaras con esto- Le dijo Myrem con un poco de resignación.
-Jaja, está bien. A eso era a lo que venía, a ayudarte, vi que tenias problemas- le dijo sonriente antes de comenzar a explicarle.
Beth ya estaba escuchando la explicación de Max, mientras Garrett los miraba con los ojos muy abiertos tratando de entender algo de lo que explicaban.

Desde aquel día en que esos dos chicos les ayudaron, Beth y Myrem se comenzaron a llevar bastante con ellos. Después fueron conociendo poco a poco a los demás, Majo era una chica divertida que después, al igual que Max y Derek, comenzó a jugar basquetbol con ella y sus demás amigos. Había un “grupito” que le llamaba mucho la atención, estaba integrado por Andy, Pau, Vero y Deborah, ésta última era la chica más inteligente del salón y parecía que todos se llevaban bien con ella; a Myrem realmente le daba igual, no era una chica que le callera mal pero tampoco le parecía que pudiera ser algún día una de sus mejores amigas.
Apenas llevaban una semana de haber vuelto a clases y ya se había acostumbrado a aquel tranquilo grupo, que aunque era bastante callado a comparación del anterior, le parecía agradable. Su salón era bastante pequeño y apenas y podían entrar todas las butacas en aquel pequeño cuarto, así que todos se pusieron de acuerdo y le pidieron al director del colegio que les diera un salón en el edificio que un año antes se había construido; para la sorpresa de todos, el director, accedió.
Muy alegres todos los del 2°”C” se trasladaron a su nueva aula que era bastante espaciosa, como un gran hexágono, solo habían en medio dos largas filas con sillas y mesas individuales en donde se sentaban. El único problema de aquél cambio de salón fue que Garrett quedó a un extremo de la fila de adelante, mientras que Beth y Myrem en la parte de en medio de la segunda fila, aunque siguió llevándose muy bien con ellas y ahora Derek y Max estaban sentados a lado de ellas, de hecho Derek estaba en medio de Myrem y Beth y eso ayudo para que después se hicieran muy buenos… ¿amigos?
Espero que les guste este nuevo capitulo
gracias por sus comentarios
bye bye!!!

 

Re: Ojos Miel

Aqui les paso a dejar un nuevo capitulo despues de mucho tiempo, FELICES FIESTAS!
=CAPITULO III=
“Corazón Confundido”
A pesar de que ya estaba a gusto en aquél nuevo salón y tenía dos nuevos muy buenos amigos; aún extrañaba estar cerca de Matt… Todavía hablaba con él y seguía jugando basquetbol siempre que tenían la oportunidad, pero se sentía alejada de él, ya no hablaban diariamente y a todas horas, ya no jugaban y se molestaban en clases, ahora tenía limitado el tiempo que lo veía.
Tenían clase de “la materia cultural” y tenían que escoger entre tres materias, arte (pintura), teatro ó música, ella ya lo tenía más que decidido, el año anterior Matt no se había cansado de decir que quería que terminaran las clases de dibujo para entrar a música y aprender a tocar la guitarra.
Sonó la campana y varios profesores subieron al salón.
-Bien, éste año, ustedes tendrán la oportunidad de escoger entre cualquiera de éstas tres materias…- Explicó una maestra alta y delgada- Las materias son como ustedes saben, Música- se presentó un profesor moreno de gafas y otro más viejo, no sabían por que dos profesores se habían presentado.-Teatro,-prosiguió y se presentó una profesora con cara de pocos amigos que les mostró una sonrisa forzada, no se le antojaba en lo más mínimo entrar a aquella asignatura.- Y … arte que es impartida por mi…- terminó la profesora sonriéndoles amablemente a todos los alumnos.
-Aquellos que se quieran inscribir en mi área, van a escribir sus nombres en una lista y me la entregarán al final de la clase- dijo la profesora de teatro con cara de bull dog.
Los otros profesores dieron las mismas indicaciones y su nombre encabezó la lista de “Música”. Se dispersaron todos según lo que habían escogido, los de dibujo fueron al “salón de usos múltiples” y los de teatro al 2°”B”, mientras que los de música permanecerían ahí y llegaron los demás que habían escogido tomar música como su “materia cultural”, y claro, entre ellos iba Matt.
Una sonrisa iluminó su rostro y los ojos le brillaron, estaba sentada junto a Derek y Max ya que Garrett y Beth se habían inscrito a dibujo.
Ya que todos habían tomado lugar ( Matt a dos lugares de Myrem) el profesor de música comenzó a hablar.
-Éste año, como ya se habrán dado cuenta, habrán dos profesores que impartirán ésta materia- Dijo el moreno joven de gafas- Yo, en lo personal les enseñaré un poco de teoría, y en cuanto al otro profesor se guiara únicamente en la práctica. Ahora, los que quieran ser alumnos de otro profesor, háganme el favor de levantarse.
Todo el salón, con excepción de muy pocos, se levantaron. El profesor frunció el ceño.
-No todos podrán estar con el otro profesor, así que sean razonables.- Los regañó indignado.
Derek y Max decidieron quedarse con el profesor de teoría y práctica, pero Myrem Aibsa y Matt prefirieron quedarse únicamente con la práctica.
-¡Qué bien, estaremos juntas en esta materia!- Le dijo contenta Aibsa.
-Sí, ¡Genial!- Le contestó Myrem también alegre.
Derek la miraba algo triste, se acercó a él.
-¿Qué pasa?- Le preguntó preocupada.
-Nada, es sólo que creí que estarías en el mismo grupo que yo…- Le dijo con la mirada baja.
-¡Oh! No te preocupes, además todo el día estamos juntos- Contestó con una cálida sonrisa la cuál el chico le devolvió.
-Sí, tienes razón-le contestó ya más alegre.
Al otro día llegó como siempre, se sentó junto a Derek y se puso a platicar, Derek era un chico pecoso muy agradable, hacerla reír era su especialidad aparte de que era muy inteligente, sus ojos eran marrón y sus labios eran delgados con algunas pecas que a Myrem le llamaban mucho la atención, su cabello era de un rojo encendido.
Ella solía recargarse en él y tomar su mano para unir las pecas, era algo muy divertido ya que nunca lograba unir todas, a él le gustaba abrazarla de vez en cuando, sus abrazos le hacían sentir mejor siempre que estaba triste. Él parecía disfrutar mucho también de su compañía.
Salieron a receso y se puso a hablar con Garrett; Beth casi siempre se reunía con otras chicas, Sam, Amy, Lizz, Leia y un chico del cuál no conocía su nombre, aunque les hablaba, no era muy amiga de ellos, con la que había hablado era con Sam, era una chica muy simpática a veces, ya que cambiaba muy rápidamente su temperamento, era alta de negros rizos.
-Oye Garrett…- dijo Myrem.
-¿Qué pasa?
-Nada, es que… ¿Tú crees que me llevo algo… diferente con Derek?
-Te refieres a ¿Por qué… le gustas?- dijo despreocupado el chico.
-¡Ash! ¿Por qué dices eso?- Sus mejillas se encendieron y volteó a otro lado tratando de fingir indignación.
-Pues lo digo porque es verdad.
-¡Claro que no! Yo lo quiero pero sólo porque es mi amigo y apuesto a que él piensa lo mismo de mi- Dijo mientras una sonrisita pícara se dibujaba en su rostro.
-Jaja, eso dices…
Después de aquella conversación, se sintió bastante confundida con respecto a los sentimientos que tenía respecto a Derek, no se imaginaba sintiendo algo por alguien que no fuera Matt. Había una parte de ella que quería dejarse llevar y ver qué pasaba con Derek, además, aunque no lo había aceptado, sentía que Derek también sentía algo especial por ella; pero había otro lado de ella que se negaba completamente a traicionar a su amor por Matt.
Ésa noche, su cabeza sólo se concentraba en intentar decidirse por alguien, Matt o Derek; e hiso lo único que podía hacer en un momento como aquel, escribir.
“Corazón confundido”
¿Qué es más difícil de entender?
Que el amor de una persona
Cuando crees que la puedes querer
Llega de repente alguna otra.
¿Qué puedo yo escoger?
Cuando mi corazón está confundido
Si de un lado tengo un sueño
Y del otro a un amigo…
¿Qué escoger?¿Qué escoger?
Cuando tengo dos caminos
Cuándo uno es de intentar
Y el otro tal vez lo imagino.
Si por un lado tengo
Una hermosa sonrisa conmigo,
Unos tiernos abrazos de amigo,
Y una mirada de abrigo.
Más del otro a un amigo
Que conozco de más tiempo
Y que desde aquel entonces
Dejó mi corazón cautivo.
¿Qué, qué puedo escoger?
Cuándo no sé si alguno
Realmente me pueda querer.
Está mi corazón confundido
Por no saber a quién amar,
Más todo eso poco a poco,
Ellos lo decidirán.
Tal vez no sea lo mejor
También el alma se equivoca
Más espero hoy poder probar
Alguna de aquellas bocas.
Para mí el verdadero amor
Se da cuándo vez a alguien
Cuándo lo puedes mirar
Y sabes que no va a fallarte.
Terminó de escribir aquello y luego con letras grandes y adornadas escribió al final de la hoja dos palabras… “TE AMO… MATT.”

 

Re: Ojos Miel

Perdonen, pero ya no me dará tiempo de escribir más asi que aki les dejo una parte del siguiente capitulo.
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=CAPITULO IV=
“Una decisión firme”
Era Septiembre y comenzaba el otoño, las calles se veían tapizadas de hojas amarillas, había encontrado ya muchas cosas agradables en ése salón, su nuevo salón 2°”C”; sin embargo no dejaba de extrañar el ver a Matt, ahora sólo le miraba en el recreo, y no era muy agradable, a Majo le gustaba darle fuertes abrazos de “amigos”, algo que a Myrem no le parecía en lo absoluto; pero aún así se aguantaba. Ella sabía que Majo también estaba enamorada del chico, ya que en algún momento se lo había confesado, de hecho en una ocasión, cuando una de sus amigas (Vivi) consiguió una foto del chico y se la dio a Myrem, Majo trató a toda costa de conseguir la misma, pero afortunadamente para Myrem, no la consiguió.

Ya era la hora de salida y se encontraba con sus amigas Karen jugando basquetbol, reían todas contentas, ya era tarde y casi todos se habían retirado a sus casas.
De pronto vio a Gem venir corriendo hacia ella (para quienes no recuerdan, Gem era una amiga suya que había conocido el año anterior e iba en el 2°”A”), parecía tener algo muy bueno o muy malo qué decirle ya que se le veía muy apresurada para poder contar lo que traía entre manos.

-¡Myrem!¡Myrem!¡Tengo algo que decirte!- Gritaba completamente trastornada.

-¿Qué pasa? ¿Por qué tan agitada?- La detuvo y la miró a los ojos.

-Myrem, es mejor que te diga esto en privado, ¿Está bien?- Le dijo casi en un susurro.

Myrem volteó a ver a sus amigas y les hiso una seña con sus manos de que regresaría en un momento. Caminaron para alejarse un poco.

-¿Y bien, qué es aquello tan importante que tienes que decirme?- Le preguntó con mirada profunda Myrem a aquella chica que tenía delante.

Gem parecía bastante nerviosa.
-Es que hoy… no sé cómo decirte, es que…- tomó aire para tranquilizarse.

-Dime, vamos, si es tan importante…

-Es que Monick se le declaró a Matt y pues Matt parecía contento y dijo que lo iba a reflexionar, pero tal vez si tu le dices lo que sientes por él, tal vez entonces, cambien las cosas.-Explotó y la voz se le fue acabando a cada palabra que decía, terminando casi en un susurro.

Myrem se quedó sin habla, parecía procesar poco a poco la información que le habían dado, se sentía lastimada, nerviosa. Monick nunca había sido su gran amiga, sin embargo la había apoyado siempre con respecto a Matt, la había creído tal vez una amiga más cercana aunque no una de las mejores.

-Y… ¿Qué hago?- respondió al fin la chica con la voz ahogada por las lágrimas que retenía.

-¡Pues confiésale lo que sientes por él!

-Pero… ¿cómo?... es que… me da pena- Sin embargo ella tenía más miedo que pena.

-Olvida la pena, es más, envíale un mensaje ahora mismo- le sugirió Gem.

No le pudo contestar, en ése momento su papá acababa de llegar por ella y tenía que irse, no sabía qué hacer. Tomó su mochila.

-Gracias- la miró con los ojos inundados en lágrimas.- Adiós.

-Adiós- contestó Gem y vio como Myrem corría hasta la salida-¿He hecho bien?- se preguntó.

Myrem subió a la camioneta con su padre, estaba un poco aturdida y aún no podía hablar.

-¿Cómo te ha ido?- preguntó su padre.

-Bien- contestó cortante.

Su padre la miró y escrutó su rostro, después hiso un ruido y no volvió a preguntar nada más.

Myrem sacó su celular, lo único que podía hacer era confesare a Matt su amor; comenzó a escribir escogiendo muy bien cada letra que utilizaba, las lágrimas le hacían borrosas las letras.

-Hola Matt. Oye, te… quería decir algo, espero que no te moleste: Tu sabes que desde hace ya algún tiempo… tú… tú…- le costaba trabajo confesar aquel sentimiento- pues… me gustas, realmente no creo que sea un secreto exactamente, y no ha sido la forma más correcta por la cual te enteraste, ya que no ha sido por mí, pero… es más que eso, más que me gustes, más que cualquier otra cosa… es que…¡te amo!. Y… perdona que te lo diga pero, realmente me es muy difícil seguir guardándolo y… no sé qué más decir, te amo…Pd: No te enojes.

Terminó de escribir el texto y envió el mensaje, llegó a su casa aún algo distraída, comió sin saber qué comía, su mente se hallaba completamente fuera de sí misma, terminó lo que había en su plato y fue a revisar su celular. Su corazón se aceleró, había un mensaje… le daba miedo leerlo, pero no podía dejarlo así, abrió el mensaje y leyó.

-Gracias por lo que me dices, pero yo solamente te quiero como amiga, y pues, no, no me enojo, realmente no tendía por que hacerlo.
Terminó de leer y ya sin poder contenerse un poco mas se vio empapada en lágrimas “yo sólo te quiero como amiga”, aquellas eran las peores palabras que podía escuchar del chico que amaba, aquella frase se le había clavado en el corazón y lo desangraba; no supo ni cómo ni por qué o para qué, pero contestó el mensaje.
-Perdón, realmente perdóname, yo sé que tú sólo me vez como tu amiga y realmente no te pido que seas algo más porque creo que… no te merezco y… no sé, ya no sé lo que estoy escribiendo, perdóname si mis palabras te molestan, créeme que lo menos que quiero es verte enojado, no lo soporto, tu silencio me lastima más que cualquier cosa, ya lo he vivido y no lo quiero volver a vivir. Perdóname por amarte tanto.
Envió el nuevo mensaje que acababa de escribir, se acostó en su cama y abrazó a su oso de peluche favorito, tenía algunas lágrimas en los ojos que rodaban por sus mejillas.
Se puso a escuchar música y sintió como nuevamente su celular vibraba alertándole de otro mensaje.
-No es que no me merezcas, es sólo que no me gustas y solo seremos amigos.-leyó.
Las lágrimas siguieron escurriendo de sus ojos y poco a poco nuevamente contestó.
-Gracias, te quiero mucho y gracias por tu amistad, recuerda que siempre podrás contar conmigo para cualquier cosa.
Envió nuevamente el mensaje y siguió escuchando su música; una canción en especial le hiso sentir identificada y en voz muy baja, casi inaudible cantó el estribillo de aquella canción
-♪Me callo por que ha ganado la razón un nuevo corazón… pero pase lo que pase… y aunque otro me acompañe… en silencio te querré, en silencio te amaré… tan sólo a ti…♪
Y pasó toda la tarde acurrucada en su cama, alguna que otra lágrima se escurrió silenciosa por sus rosadas mejillas.

 

Re: Ojos Miel

Hola, pues, no he tenido mucho tiempo de seguir pasando mi fic hehe pero bueno, aqui les dejo una parte de la continuacion
bye!!
=CAPITULO V =
“Una fecha importante”
Habían pasado ya varias semanas desde aquél día en el cuál le confesó sus sentimientos a Matt, nada al menos parecía, había cambiado, él seguía jugando con ella en receso, la otra chica que supuestamente también le había declarado su amor al chico parecía haber corrido con la misma suerte que ella, todo era casi exactamente igual pero ahora ella se sonrojaba cada vez que lo veía y no se atrevía a hablarle a menos que él lo hiciera primero. Un día en clase de música, se había quedado contemplando a Matt cómo aprendía a tocar guitarra, su mirada se clavo en él, lo miraba como quien viera un ángel, sonreía de estar viendo aquello que a ella le parecía hermoso, entonces él se percato de que lo miraban, volteó y le dio una sonrisa, ella no pudo contestarla, volteó lo más rápido que pudo hacia otro lado y notó como sus mejillas se encendían.
Ése año habían entrado nuevos chicos y chicas a primero y Matt y Max, principalmente, se habían hecho muy amigos de dos chicas e especial Hana y Valeria. Las dos a Myrem le parecían chicas realmente insoportables, vanidosas, odiosas, sangronas, los chicas que tal vez hasta hora más odiaba. Los celos que le invadían al verlas con Matt le hacían hervir la sangre y odiarlas un poco más, para Myrem el jugar a lado de Matt era algo muy especial y significativo, aunque también solían jugar Max, Derek, Logan y sus amigas Karen, sabían que a ella le gustaba acercarse a intentar robarle el balón a Matt solo para estar unos centímetros más cerca y verlas a ellas jugar en ése papel le hacía rabiar.
Derek seguía siendo el chico lindo, gracioso y amigable que había sido desde que conoció, le ayudaba a veces en su tarea, e inglés principalmente, jugaba y platicaba con ella, le hacía sentir bien. Ya que el inglés no era su materia preferida ni en la que le iba mejor, sus padres decidieron enviarla a clases particulares, ahí conoció a Olliver , él era un chico apuesto, alto, de cabello castaño, ojos grandes y destellantes color café, su sonrisa era perfecta, le gustaba mucho reír y decía admirar a Myrem, algo que siempre le hacía sonrojar, disfrutaba ir a aquellas clases además le ayudaron a mejorar.
Comenzaba Octubre y con ello sus preocupación de regalarle algo o no a Matt, ya que su cumpleaños era en ese mes. Estaba en el salón sentada entre Derek que platicaba con Max, y Beth.
-Beth ¿Crees que debería regalarle algo por su cumpleaños a Matt?
A Beth nunca le había caído muy bien Matt, ya que decía que era un chico presumido al que le gustaba utilizar a Myrem, y en parte, tenía razón. La miró un instante y luego respondió:
-Puedes… aunque… ¡No es tu obligación!
-Sí, eso ya lo sé, pero… yo lo digo porque… ¿crees que se enoje?
-¿Enojarse? ¡Pues sería muy tonto si se molesta de que le regales algo!- respondió alterada Beth.
-Bu… bueno… pues yo lo decía porque… como tú lo sabes, después de lo que le dije de que me gusta y todo eso… puede que lo tome mal…- dijo Myrem tímida.
-Pues no creo que sea tan tonto. Además, no me parece que se lo merezca, después de todo, ya has hecho muchas cosas por él.
El último mes a pesar de no estar en el mismo salón que Matt se las había ingeniado para copiarle varias tareas de distintas materias, algo que a Beth le había molestado.
Myrem no insistió y se quedó pensando, quería darle algo a Matt para su cumpleaños, pero no muy significativo para que le hiciera pensar mal; se quedó sentada en su silla viendo el paisaje de la ciudad que se observaba desde la ventana de aquél salón. Se quedó así unos minutos hasta que sintió que alguien le picaba las costillas y comenzó a reír por las cosquillas, era Derek.
-¿En qué piensas, eh?- Le preguntó escrutando su rostro y sentándose frente a ella.
-En… nada- le sonrió amable a aquellos ojos marrón.
-Creí que pensabas en… Matt- Hiso una voz empalagosa y puso los ojos en blanco al decir aquel nombre.
Aunque aquello era verdad, no era capaz de asentir, así que lo único que hiso fue sonreírle.
-Derek…- murmuró
El chico estaba muy atento a cada sonido así que escucho perfectamente.- ¿Sí?
-¿Cuándo es tu cumpleaños?- preguntó distraída.
-En Mayo…
-Ah…- respondió de igual manera.
-¿Por qué la pregunta?
-No lo sé… para saberlo… supongo- le sonrió con aquella sonrisa que indicaba que estaba pensando en otra cosa y no quería decir nada más.
Se recargó en el hombro de Derek, su aroma era algo extraño de él, olía como a “niño” pensaba ella, era algo peculiar, agradable, algo que le gustaba de él, lo miró y le sonrió de nuevo, después siguió absorta en sus pensamientos.
Sonó la campana de salida, recogió sus cosas y se retiró del salón aún pensando, Aibsa se le emparejó y comenzó a hacerle la plática.
-Te he notado rara, ¿Qué tienes?
-Nada- dijo Myrem sin pensarlo.
-Myrem, realmente te conozco y sé que tienes algo- le dijo deteniéndose.
-Es que…- pensó como decirlo- no sé qué regalarle a Matt en su cumpleaños.
-Es eso- Respondió Aibsa mientras una sonrisa se dibujaba en su cara.
-Si… bueno es que hace unas semanas le confesé “todo” a Matt…
-¿Qué?- Se plantó frente a Myrem con los ojos muy abiertos.
-Perdón que no te lo haya dicho nada antes es que… hace mucho que no hablamos- se disculpó sonrojada.
-Pues cuéntame, ¿Qué pasó?
Myrem le contó todo a Aibsa con lujo de detalle.
-Y bueno… eso fue lo que pasó y por eso no sé que regalarle…- terminó al fin Myrem después de hablar sin descanso por varios minutos.
-¡No te preocupes!
-¿No?
-¡Dale una tarjeta!
-Pe.. Pero…- no sabía qué responder, no sabía cómo sería la tarjeta si es que se la daba.
-Yo la compraré por ti ¿Está bien?
- ¿Harías eso por mi?- le dijo esperanzada.
-¡Claro! Para eso somos amigas- le respondió sonriente mientras Myrem le agradecía de corazón.

Por fin llegó el día del cumpleaños de Matt, Myrem no había visto la tarjeta de felicitación que Aibsa había comprado, fue corriendo a buscarla en cuanto sonó la campana de receso.
-Aibsa, Aibsa, la tarjeta, ¿la tienes?- le gritó en cuanto la miro.
-Oh… sí, claro, espera un momento.
Fue corriendo hacia su mochila y comenzó a sacar diversas cosas de la misma, libros y libretas volaban por los aires.
-¡Aquí esta!- dijo al fin ante la desesperación de Myrem, parecía increíble que la tarjeta estuviera en perfectas condiciones- me agradó y la compré, creo que es linda ¿no?- Le estrechó un sobre de color azul celeste, Myrem la abrió y saco una tarjeta de su interior que decía: “Feliz cumpleaños, éste es un vale por abrazos y besos para éste día, si no se ocupa lo antes posible, los besos se harán mas concentrados”. Las mejillas de Myrem se sonrosaron nuevamente.
-¿No crees que… le… mo… moleste?
-¡Será tan tonto!- dijo su amiga ofendida.- Si no se la quieres dar de frente, solo ponle dedicatoria y yo se la entrego.


¡Prometo pasar pronto lo que sigue!