No querrás quedarte solo

Re: No querrás quedarte solo

Hooooooooolaaaaaaaa y ¡holitaaaaaaaaaa!!!
Lamentamos haber tardado tanto en poner conti, pero nos hes muy complicado a Luz y a mi ponernos de acuerdo para escribir la conti.
Pero bueno aquí venimos con otro capi.
Queremos agradecer a todas las que os leeis el ff porque nos dais animos a seguir con este espeluznante ff.
Allá vamos



Cap. 5 La llamada


Las criaturas rojizas no se entretuvieron más tiempo en avanzar veloces hacia esa indefensa presa que tenían antes sus ansiosa mandíbulas.

Los chicos y Sakuno fueron reculando poco a poco hasta chocar con las paredes de una casa. Tezuka pensaba tan rápido como se lo permitían sus neuronas, pero no encontraba una forma para escapar de allí. El joven científico buscó en los ojos de sus compañeros una señal que le indicara que uno de ellos tenía un plan, pero el miedo que reflejaban sus rostros le daba a entender que no había solución posible.

Tezuka se colocó delante del grupo, creía que era su deber protegerlos como líder del grupo. Ryoma escondió a Sakuno detrás de él y ella se abrazó con fuerza a su espalda atemorizada. Momoshiro y Eiji se pusieron alrededor de Shishido con tal de protegerlo. Todos estaban listos con sus armas preparadas, querían luchar hasta el final de sus vidas, no querían rendirse, pese a tenerlo todo en su contra.

Las horribles criaturas estaban cada vez más cerca, parecía que podían notar su calido aliento en sus cuellos.

De repente se escuchó un fuerte ruido, seguido por el silbido del viento, como si algún objeto cortara el aire a gran velocidad. Al instante se escuchó un fuerte impacto y una fuerte luz cegó a los chicos.

Lo siguiente que notaron los chicos y Sakuno fue como una fuerte onda explosiva presionaba sus cuerpos contra la pared que tenían a sus espaldas.

Tezuka fue el primero en reaccionar, se levantó del suelo. Lo veía todo borroso, se quitó las gafas y pudo ver que sus lentes se habían roto por el fuerte impacto.

Se giró rápidamente en busca de sus compañeros. Ryoma estaba tumbado en el suelo protegiendo como podía a Sakuno. Tezuka se acercó a él para comprobar que éste estuviera consciente. Él se movió lentamente y se reincorporó. Ryoma tocó a Sakuno, pero esta no reaccionaba.

-Tezuka, ella no reacciona- le dijo Ryoma a Tezuka.

Tezuka se acercó a la muchacha y comprobó su pulso.

-Aun está viva, solo está inconsciente- le comunicó.

Ryoma se levantó del suelo y cogió el cuerpo inmóvil de la muchacha entre sus fuertes brazos.

Momoshiro y Eiji ya se habían levantado y estaban ayudando al herido Shishido que cada vez estaba más débil.

-¿Qué ha sido eso?- preguntó Kikumaru mirando a su alrededor.

Todas las criaturas yacían ahora en el suelo carbonizadas. Delante de ellos una persona se acercaba con paso decidido. Éste en sus manos llevaba una granada y en su espalda podía verse un rifle.

-¿Quién eres tú?- preguntó Tezuka.

-Fshhhhhhhhhh- respondió el desconocido.

-Kaoru Kaidoh ¿Qué haces tú aquí?- dijo Momo frunciendo el ceño, aquel muchacho no le agradaba para nada.

-Escuche vuestra conversación por radio y supuse que estaríais aquí- respondió Kaidoh con indiferencia.

-Víbora, no te necesitamos para nada aquí, nosotros solos nos valemos- dijo Momo muy molesto con aquel individuo.

-¿A quien has llamado Víbora, inútil?- le preguntó muy molesto Kaidoh.

Parecía que entre sus miradas salieran rayos. Aquellos dos se repelían y los demás no sabían como reaccionar ante aquella fuerte aversión entre los dos.

Los dos empezaron una pelea de miradas hasta que Tezuka intervino con su habitual autoridad.

-Será mejor que dejéis de pelear, no es seguro quedarnos aquí- ordenó Tezuka.

-Fshhhhhhhhhhhh yo me voy- dijo Kaidoh con seriedad alejándose del grupo.

-No puedes marcharte, debes ayudarnos, serás de gran ayuda- dijo autoritario Tezuka.

Kaidoh se quedó mirando a Tezuka. A Kaoru no le agradaba mucho aquel tipo tan autoritario, pero sabía que solo no iba a sobrevivir mucho tiempo. Así que se acercó al líder del grupo y se dieron un fuerte apretón de manos como señal de la entrada de Kaidoh al equipo.

El coche de Tezuka había sufrido las consecuencias de la explosión, dejando como único rastro de su existencia sus cenizas. Por eso el grupo de chicos junto a Sakuno se vieron obligados a robar un coche familiar lo suficiente grande como para que cupieran todos los integrantes del grupo.

Esta vez el trayecto de vuelta no fue tan estremecedor como el anterior, al parecer la explosión había ahuyentado a las bestias de ojos ensangrentados. Una vez entraron en la casa de Tezuka, Momo y Eiji llevaron al herido en una de las habitaciones de la primera planta para que descansara. Ryoma tumbó a Sakuno en el sofá de la sala de estar y se prometió quedarse con ella hasta que ésta recuperara la consciencia.

Tezuka se disponía a curar la herida de Shishido cuando el teléfono de la casa sonó, asustando a todos los presentes con su ruido estridente.

Kikumaru lo cogió con cierto temblor en su mano.

-Di..diga- pronunció muy desconcertado.

-Pásame con Tezuka- pronunció una voz femenina desde el otro lado del auricular.

-¿Quién es?- preguntó Kikumaru.

-Pásame con Tezuka, por favor- insistió.

Kikumaru sin comprender le pasó el auricular Tezuka.

-Tezuka al habla, dígame- dijo éste con mucha seriedad.

-Kunimitsu, que bueno hablarte, ya pensaba que se te habían comido- dijo la chica con voz seductora.

-Arisa Baisotei, no pensaba hablar contigo otra vez- dijo Kunimitsu con una leve sonrisa en su rostro- ¿Qué quieres?

-Estoy en el interior de la ciudad- dijo ella con más seriedad.

-¿Pero tu no estabas en Londres?- preguntó Kunimitsu.

-Volví, pero veo que escogí un mal momento para hacerlo- bromeó Arisa.

-¿Para que has vuelto?- preguntó Tezuka muy serio.

-Te echaba de menos- dijo de nuevo con tono seductor.

-Deja de bromear, ¿Qué haces aquí?- volvió a insistir intentando controlar el sonrojo que pretendía salir a flote en su rostro.

-Eso ahora no tiene importancia. Yo junto a otras chicas estamos encerradas en esta ciudad, no tenemos armas y mucho menos alimentos, quiero que nos ayudes- le pidió ella con seriedad.

-De acuerdo, pero ¿Dónde estáis?- preguntó Tezuka.


-Eso no te importa Kunimitsu, nosotras iremos donde ustedes, mañana temprano ¿sigues viviendo donde antes?- le preguntó ella.

-¿Aun te acuerdas?- interrogó Tezuka.

-Como olvidarlo después de lo que pasamos allí- dijo de nuevo con tono seductor.

Tezuka no soportaba más aquella conversación y colgó a la muchacha, no quería que ella notara por teléfono el nerviosismo que recorría su cuerpo. Sus compañeros que lo observaron se quedaron un poco extrañados por el temblor de sus manos y el sonrojo que apareció en su pálida tez.

-¿Quién era?- preguntó Momo con picardía.

-Nadie que te importe- respondió él con seriedad.

-¿Entonces por qué tan nervioso?- preguntó Kikumaru riéndose.

-Por nada, mañana vendrá alguien, así que estaos preparados- les ordenó Tezuka a los muchachos.

Nadie cuestionó sus órdenes aunque todos seguían pensando en quien sería aquella mujer que había puesto tan nervioso a Tezuka.

Todos aprovecharon la noche para descansar a excepción de Ryoma que se pasó la noche en vela para vigilar a Sakuno.


Esperamos que os haya gustado.
¿Que relación tienen Tezuka y Arisa?
¿Cuantos supervivientes más quedarán todavia en la ciudad de Barcelona?
¿Lograrán sobrevivir?
Todo esto y mucho más en el siguiente capi.
Cuidaos
Adioooooooooooós y ¡adiositooooooooo!!!

PD: Esperamos no tardar tanto con el siguiente capi.