?Mudo Sentimiento?

Re: •Mudo Sentimiento•

•Mudo Sentimiento•
“Sangre derramada”

La muchacha miro con impaciencia el reloj que estaba colgado en la pared sobre la pizarra, mientras el profesor terminaba de resolver un ejercicio de matemáticas, suspiro expectante, el palito del reloj se movió y entonces sonó el timbre que anunciaba el fin del día en el colegio.

-Hasta mañana jóvenes- dijo el profesor monótonamente

-Hasta mañana profesor-respondieron los alumnos automáticamente.


Kagome tomo su bolso dispuesta a marcharse.


-¿Kagome tan luego te vas?, nos toca hacer limpieza en el salón- recordó Yuka observándola inquisidoramente.

-Es que mi mamá dijo que tenía que llegar luego a la casa, me tenía que mostrar algo…

-¿Algo?- Eri alzo una ceja mientras con una mano sostenía la escoba de forma perezosa.

-Lo siento amigas, de verdad…-puso una cara de niña desvalidas tratando de hablar el corazón de las tres muchachas.

-Esta bien, dejen que Kagome se marche, podemos terminar las tres esto en unos minutos- dijo consiliadormanete Ayumi, mientras sonreía gentilmente a la morena.

-Esta bien- suspiraron al unísono las otras dos- pero después nos tienes que contar de que trataba.

-Sip, gracias.

El camino a casa se le hizo extremadamente largo, en su cabeza pasaban las posibilidades de que sería ese “algo” que le dijo su mamá, ¿algún regalo? ¿Otro gato? ¿Un perro? ¿Nueva casa? ¿Otro trabajo? ¿Chocolates? ¿Un viaje a la luna?, esta bien, el viaje a la luna era demasiado fantástico, y demasiado caro, sip, demasiado caro por sobre todo.

Abrió la reja y luego la puerta, no se molestó en decir que había llegado, escuchó unas risillas leves en el living y se dirigió a el, quedó paralizada ante la escena, su madre besándose acaloradamente con un hombre.

-ma…ma-logro decir no muy fuerte, pero lo suficiente para que la escucharan.

-Cariño- la miro totalmente avergonzada pero con una amplia sonrisa- que bueno que llegaste-le estiro su mano- ven, es esta mi sorpresa.

-¿sorpresa?- las ideas chocaron en su mente… ese….algo…ese algo….”algo”…

-él es mi novio, Wakanade Yuhiro, y vivira con nosotros desde ahora.

Kagome abrió sus ojos enormemente y le falto levemente la respiración, lo miro de una forma más detallada por primera vez y un escalofrió le recorrió la espalda, un escalofrío de alerta.

-Mucho gusto Kagome, puedes decirme Yuhiro simplemente.- y le besó la mejilla, en donde Kagome con su proximidad tembló ligeramente y su cuerpo impuso una barrera inminente sin saber el porque.

Era alto, de seguro debía medir sobre el metro ochenta, parecía tener unos cuarenta años, de buen estado físico, pero una mirada fría con destellos que le hacían sentir algo de miedo.

Su madre al ver que no reaccionaba se asusto un poco.

-Se que debí decírtelo con anterioridad cariño, pero quería que fuese una sorpresa para ti, ambas hemos estado demasiado tiempo sola- acarició su cabeza con semblante preocupado.

-N…no te preocupes mamá… papá murió después que yo naciera, hace catorce años ya, tiempo…. Tiempo suficiente…-miro al hombre- Si el Señor Wakanade te hace feliz, yo…estaré bien…-“creo” se dijo para si-permiso tengo tareas- y les dio una sonrisa tímida y falsa.

“Esos escalofríos en mi interior eran solo el inicio de lo que sucedería más adelante, una advertencia… que debí haber echo saber a mi madre, pero no lo hice…yo no lo hice.”​

​

Al principio la muchacha no se acostumbraba a la presencia de ese hombre, que se veía bueno, sin embargo las apariencias suelen engañar vez cara, pero no vez corazón.

Los días transcurrieron sin mayores sobresaltos, y la presencia de él ya se le hacía algo más familiar, aun que no solían cruzar más de cinco palabras en breves diálogos, pero su madre se veía feliz, y eso era lo que para ella valía más que cual quier cosa.

Dos meses, tres meses, cuatro meses, la felicidad en ambos corazones femenino se había comenzando a extinguir, todo se había vuelto un infierno, de manera drástica y dolorosa.

Su madre amaba a ese hombre de una forma devota y prácticamente humillante, sin embargo él, había mostrado su verdadera faceta, su verdadera cara, su verdadero corazón, sus verdaderas intenciones.

Un aficionado al Alcohol, drogas, un brutal golpeador sin limitaciones, sin miramientos.

La primera vez que mostró esa forma de ser, fue cuando cenaban amenamente, y después de haberse bebido una botella de wisky solo, pidió que le sirvieran más.

-Pero cariño, ya has tomado bastante.

-¡Quien te crees para ordenarme lo que debo tomar!- gritó eufórico.

-pero…

-¡Cállate!- le tiro prácticamente la copa enzima- y ¡Sírveme!

Kagome trato de decir algo pero Wakanade la fulmino con la mirada, el ya familiar escalofrío avanzó por cada vértebra de su espalda y presintió que ya nada sería lo mismo o parecido y menos cuando…

-¡Sírveme te digo!- con el rostro totalmente desconfigurado, cerro el puño y lo impacto contra la mejilla de la mujer.

El grito que dio la madre sonó extremadamente doloroso, extremadamente triste.

-Como has podido-le enfrentó Kagome con ojos asustados pero una actitud imponente.

-No me hables así Kagome- dijo con demasiada tranquilidad y mirándola asquerosamente de arriba hacia abajo- que a ti te puede ir peor-sonrió de forma perversa y cínica.

Los días transcurridos después de aquel echo y solo fueron aumentando de mal en peor, y el llegar a su casa se volvía un verdadero tormento. Un gran desaliento.

-Kagome no pueden seguir así, deben denunciarlos-fue lo primero que dijo Sango al escuchar lo que había pasado en la cena, y en los siguientes días.

-Pero le dije a mamá, y no se que le pasa, esta empecinada en que ella tiene la culpa de su actitud… no se que hacer… yo- las lágrimas se derramaron sin que lo pudiera evitar- trato de abusar de mi- hipo y balbuceo cosas sin sentido- no se de donde saque fuerzas pero lo empuje lejos y me encerré en mi habitación… Sango… ¿Qué haré?

-hay que denunciar- insistió.

-pero mamá…no puedo hacerlo, ella se enojaría muchísimo si hago eso, ya me lo advirtió.

-Kagome…

-tengo miedo… demasiado miedo a ese hombre.

El año paso tan lento, tan agrio, sin sabor y con dolorosos momentos que aumentaban cada vez más, su madre ya casi ni salía de la casa porque su rostro vivía moreteado al igual que su cuerpo, pero seguía mostrando una sonrisa y ojos de amor cuando lo veía.

-¿Me ayudas a limpiar la casa Kagome?- le dijo su madre con voz cariñosa- quiero que cuando llegue Yuhiro, este todo limpio, como debe ser.

-mamá- esas cuatro letras fueron pronunciadas con pesar, con tristeza y desconsuelo.-Si… te ayudo.

-Primero limpiaremos mi habitación.

Ambas subieron al cuarto que ahora era compartido por ese hombre sin moral ni corazón.

La niña empezó a pasar la aspiradora por debajo de la gran cama cuando esta choco con algo. Kagome apago la aspiradora y se tiro en el suelo para ver con que había topado la aspiradora, una caja, introdujo sus manos bajo la cama y saco la caja con cuidado, luego la abrió. Su estupefacción la inmovilizo por unos momentos.

-mamá… ¿Qué hace esto aquí?

La mujer la miro con horror.

-No, no, deja esa arma como estaba, si sabe que se movió la pistola es capaz de matarme a golpes, me lo advirtió, me lo advirtió, me lo advirtió…

Kagome apegó su espalda contra la pared, a lo lejos podía escuchar a su madre aun susurrar un “me lo advirtió” no, no, este no era el tipo de felicidad que se imagino que tendría su madre, esto no era lo que busco encontrar al no decir su opinión a primera vista frente a ese tipo, ¡No!, ¡Eso no era lo que imagino!, ¡No lo era!

-que miserable vida tenemos ahora- se atrevió a decir.

-¿Qué dices Kagome?- se giro la mujer de rostro pálido con graves zonas moradas en su rostro- él nos da comodidad, vivimos mejor ahora, no pasamos hambre ni nada parecido, y yo se que en el fondo nos quiere, de verdad, el nos quiere….nos quiere.

Parecía que trataba de creer en que eso era así, su madre había cambiado, su madre ya no sonreía de verdad, su madre ya no se quería a si misma, su madre era un vil objeto, su madre ya no era la mujer fuerte que hace un año atrás, su madre era ahora alguien débil que tenía miedo de todo y que no se atrevía a hacer nada… ¿y ella? Ella había caído en lo mismo, el mismo miedo, la misma intranquilidad e infelicidad, la inseguridad.

La puerta se abrió de pronto y el rostro imponente y severo de Wakanade dio su aparición, primero observo a Kagome que parecía mirarlo con un odio extremo y luego a la mujer que al verlo con dedos nerviosos trataba de esconder el arma.

-Muéstramelo- fue lo único que dijo, pero con una autoridad tremenda, la madre tembló de miedo solo al escuchar su voz.- ¡Que me lo muestres!

Obedeció con la cabeza gacha.

-que te dije de la pistola cariño-esa voz tan cínica y agria- ¡Que te dije!

La tomo bruscamente de un brazo frente a Kagome y comenzó a golpearla mientras la mujer trataba de disimular sus gritos de dolor, de su posición Kagome solo podía ver los pies de su mamá moviéndose a cada golpe, y los puños que iban impactando en distintas zonas del cuerpo.

Con lágrimas en los ojos se abalanzó sobre él para que dejase en paz a la mujer que alguna vez fue fuerte y alegre. Pero de respuesta fue lanzada lejos de un puñetazo.

-¡Ya te llegará a ti!- le grito mientras seguía tratando como saco de boxeo a su supuesta “compañera” y la volvió a mirar con esos ojos descarados.

Su mamá ya no parecía quejarse… ¿qué acaso la estaba matando de verdad?... indecisa y sin saber que hacer, observo el arma tirada a unos metros de ella, sin pensar en lo que hacía con cautela se deslizo hasta el lugar, y tomo la pistola con inseguridad, en breves segundos y con mente desesperada se impuso frente al hombre.

-¡Déjala en paz!- le gritó mientras las lágrimas rodaban por sus mejillas y le temblaban las manos, al ver que alrededor del cuerpo de su mamá se apreciaban manchas de sangre y de la boca también-¡Déjala maldito bastardo!... ¡Déjala YA!

Yuhiro cambio su facción en el rostro al descubrir que por su descuido la muchacha le apuntaba con el arma, y lo peor, era que jamás le ponía seguro a esa pistola…

-Tranquila Kagome- súbitamente se suavizo…-Tranquila… si a tú mamá le encanta que le pegue…te lo aseguro.

-eres una mierda- dijo ida la muchachita- quiero matarte...-se sorprendió ante sus propias palabras- quiero hacerlo…quiero ver tu cuerpo sin vida… quiero verte suplicando porque no lo haga… yo quiero eso…yo lo deseo más que nada en el mundo…-las lágrimas aumentaron y su vista se nublaba por momentos- eres una mierda- repitió, sintió que se desvanecía por un instante

En ese momento Wakanade trato de arrebatarle el arma y ella asustada apretó el gatillo… el sonido ensordecedor de la pistola y a continuación una bala certera en el corazón por la proximidad del cuerpo, la sangre salpico de inmediato manchándola a ella. Asustada tiro el arma lejos mientras se desplomaba el hombre a sus pies.

-ahora lo estas viendo…-alcanzó a susurrar, y sangre salía de su boca por montones…

Por largos instantes su cabeza no entendía lo que había echo, pero cuando lo asimilo se abrazó a si misma, no supo cuanto tiempo pasó, solo se abrazo, y un frío la rodeo, luego se acerco a su mamá, y puso su oído en el pecho de ella… el corazón no latía, con desesperación trato de probar el pulso en la muñeca, pero nada… en el cuello… nada…

-mamá…-susurró-mama… ¡Mamá!- el grito desgarrador- ¡Maldita sea no me dejes!, No, ¡el no puede hacerlo!, el no… ¡el ya murió mamá! ¡Mamá! ¡Despierta mamá! ¡Seremos felices! ahora… ¡AHORA!... ¡Mamá!- se echo sobre el cuerpo inerte de su querida madre y no hizo otra cosa que llorar, por largas horas… por eternas horas, perdió la noción y solo lloro.

El teléfono sonó…y sin aun asimilar bien todo lo que había sucedido contestó.

-Buenas… noches…

-Kagome.

-Sango… lo maté…y ella… esta muerta también… también…

Fueron las últimas palabras dichas por Kagome, inmediatamente llego la policía, y los médicos forenses, por más que intentaron que Kagome les contara lo sucedido no pudieron conseguirlo…

“Después de eso me fui a vivir con la familia de Sango… y no volví a hablar, no quería hacerlo, no tenía fuerzas, no tenía ganas, no quería nada, solo morirme para estar con mi mamá, y la idea del suicidio se me pasó más de alguna vez, era tentadora… pero no lo hice por el apoyo que me dio Sango y su familia…”

Las lágrimas rodaron sin miramiento y él sin saber bien como hacerlo, la abrazo…

-Lo siento, Kagome…

Ella solo hizo un “m” como tratando de decir algo… y sollozo, lloró, y gimió de dolor, de pena y amargura como hace años no lo hacía mientras se refugiaba en algo parecido a un cálido abrazo.

Continuará.
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Gracias a todas por el Apoyo n_n

 

Re: •Mudo Sentimiento•

XDD!! well hace tiempo que nu veo telenovelas XDD!!

lo se, a mi me gusta escribir cosas dramaticas pero igualmente más comedias o cosas divertidas pero reconozco que este cap por sobre todo =[
me salio bien triston u__u

Seh, lamentablemente a veces la ira, la pena, la rabia y la desesperación nos lleva a decir y hacer cosas que no pensamos... experiencia propia, aun que no se asusten nunca me ha pasado algo asi, mi papa esta vivo y es un amor con migo *-*

Gracias por el elogio de la redaccón y el nombre del cap y el tema en si, y agradesco que lo valores sobre todo el "tema que toque", creo que hay muchas mujeres y niñas que deben soportar los maltratos y abusos ya sea de familiares o personas agenas, y para mi eso es intolerable, como dije arirba no veo mucha telenovelas xD!! Jojoj, pero si veo muchos documentales de mujeres donde en sus vidas le han pasado mil y una.. y por casualidad uno nunca sabe si alguien que esta leyendo esta historia este teniendo un caso parecido y darle a entender que ¡Hey quierete a ti misma y haste valer! n-n


Quize citar tu post, porque me gusta tu forma de críticar mi historia y creeme que eso ayuda a que uno se supere, cual crítica obviamente de manera debida siempre sera bien recivida para mi :)

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Gracias por el Apoyo chicas, finalmente ustedes son las que me alientan a seguir.

Solo un favor. *ojito* cuando posteen no pongan solo
"conti"
"conti"
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porque eso hace Spam y a mi me llega el reto =(...

Besitos! :beso:*neko