Mi mejor amiga [InuYasha x Kagome]

Re: Mi mejor amiga [InuYasha x Kagome]

Capitulo XI​

​

Proposiciones. ​

​

—¿No vienes? —le preguntó su esposo.

—No. Tengo una cita con Naraku en la oficina —la joven se acomodo el cabello mientras veía el espejo, se echo perfume.

—¿Puedo pasarte recogiendo? —la miro ansioso pero ella no le prestaba atención, se coloca detrás de esta y pasándole una mano por la cintura le dio un beso en el cuello que hizo que su esposa se erizara.

—No, me dijo que también íbamos a ir a cenar —volteo a ver a su esposo que estaba con el seño fruncido.

—Puedes irte con él de una vez, no sé que haces viviendo aquí —el hombre estaba furioso—. Todo es Naraku, Naraku, Naraku ¿por qué no se casa de una vez con él?

—No seas tontito bebé. Hace más de cuatro años que trabajo en la compañía de Miroku y Kaede. Él conoce unas cuantas empresas disqueras y centro televisivos, periodísticos. Obviamente me pagarían más.

—No sé, me estresa ese tipo, sabes que te tiene ganas Kagome —esta lo miro divertida y paso sus manos por el cuello de InuYasha.

—Y yo te tengo ganas a ti ¿Cómo hacemos con eso? —el hombre se sonrojo—. ¡Me encanta verte así!...prometo recompensarte, tengo un nuevo conjunto de Victoria Secret que se que te va a gustar.

—Eso me parece magnifico —le dio una mirada cargada de deseo y la llevo al trabajo. Después de todos esos años la seguía amando como siempre y para su rabia Naraku no dejaba de frecuentarla. Pero ahora estaba en una disputa, InuTaisho le había conseguido una plaza en la Clínica Ávila, por supuesto como médico…no podría ser Ingeniero Civil.

*** ​

—Buenas tardes, Kagome Taisho —se presentó de manera cortés, Naraku que se encontraba a su lado saludo de la misma manera.

—Un gusto conocerla Sra. Taisho, nos han hablado muy bien de usted —la mujer de cabellos azabaches y ojos chocolates la miraba con frialdad, pero sin perder el toque de cortesía.

—Es cierto, tiene muy buenas recomendaciones. Hablar cinco idiomas, eso es ser bueno —le sonrió feliz un chico de ojos azules.

—Gracias, Sr. Wolf —el hombre le sonrió, estuvo a punto de corregir pero la mujer le interrumpió.

—Sra. Taisho. Sabrá usted que necesitamos a alguien con tiempo disponible, visa y pasaporte. Soy modelo y cantante, sabrá usted que no me puedo parar por nimiedades.

—Lo sé Srta. Kikyo, de echo todos mis papeles están listos. Estoy a su disposición —la vio sonreír. Pero la verdadera prueba venía cuando Kouga comenzó a hablarle en todos los idiomas que sabía, la cita duro horas inclusive fueron a cenar.

—Y ¿pretende usted tener hijos ahorita? —preguntó Kouga en italiano.

—No, aún no. Tenía pensado hacer una especialización en comunicación social ahora que estoy metida en esto, así que un hijo sería un inconveniente —respondió en alemán.

—Me parece bien. Sabrá usted que ya está contratada, sería de muy mal calaña perder a alguien que hable todos sus idiomas, a parte de mi —sonrió mostrando todos sus dientes blancos.

—Me hace incomodar tanta cosa, si al fin y al cabo estamos casi a la misma altura. Envidió sus años de experiencia —contesto un poco incomoda por la sonrisa de aquel joven, no tan joven.

—No se preocupe, tendrá amplitud para ponerse a mi par —y así fue toda la noche.

*** ​

​

Se abre la puerta de departamento.

—¡Llegaste! —le fue a recibir InuYasha, que la tomo por la cintura y le planto un beso apasionado.

—¡Huele rico! ¿Qué cocinas? —le pregunto respondiendo a su beso con cariño.

—Omelet, ya que ¡mi esposa! No estaba tuve que cocinarme yo mismo —sonrió al ver la cara de reproche de Kagome.

—Pero no es justo, tuve que ir a comer comida china…y tú puedes comer un rico omelet de esos que tu haces —fingió llorar mientras se desvestía, dejaba unos papeles sobre la mesa y se colocaba un bata transparente de color rosa.

—Eso te pasa por ir a comer con ¡Naraku! Y no con tu esposito lindo —rió pero su cara se distorsiono por una de pasión al verla en aquella diminuta prenda—. Sabes que me matas cuando te pones esas batitas —la miró con lujuria.

—Lo sé, deberías ver lo que hay debajo de ella —le alzó las cejas volteándose y mostrando un diminuto hilo.

—¡Kagome! —gimió InuYasha de solo verla, se acerco a ella por la espalda y le lamió el cuello—. Tengo que comer —se acerco a su oído y la apego por la cintura—, pero tu serás el postre —jadeó y le lamió la oreja, dejando a una pobre Kagome muy ruborizada.



Gracias a todas (os) por sus comentarios, estoy muy alegre de que lean mi Fan Fic, aquí les dejo otro capitulo.

 

Re: Mi mejor amiga [InuYasha x Kagome]

Capitulo XI​

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Proposiciones. ​

​

—¿No vienes? —le preguntó su esposo.

—No. Tengo una cita con Naraku en la oficina —la joven se acomodo el cabello mientras veía el espejo, se echo perfume.

—¿Puedo pasarte recogiendo? —la miro ansioso pero ella no le prestaba atención, se coloca detrás de esta y pasándole una mano por la cintura le dio un beso en el cuello que hizo que su esposa se erizara.

—No, me dijo que también íbamos a ir a cenar —volteo a ver a su esposo que estaba con el seño fruncido.

—Puedes irte con él de una vez, no sé que haces viviendo aquí —el hombre estaba furioso—. Todo es Naraku, Naraku, Naraku ¿por qué no se casa de una vez con él?

—No seas tontito bebé. Hace más de cuatro años que trabajo en la compañía de Miroku y Kaede. Él conoce unas cuantas empresas disqueras y centro televisivos, periodísticos. Obviamente me pagarían más.

—No sé, me estresa ese tipo, sabes que te tiene ganas Kagome —esta lo miro divertida y paso sus manos por el cuello de InuYasha.

—Y yo te tengo ganas a ti ¿Cómo hacemos con eso? —el hombre se sonrojo—. ¡Me encanta verte así!...prometo recompensarte, tengo un nuevo conjunto de Victoria Secret que se que te va a gustar.

—Eso me parece magnifico —le dio una mirada cargada de deseo y la llevo al trabajo. Después de todos esos años la seguía amando como siempre y para su rabia Naraku no dejaba de frecuentarla. Pero ahora estaba en una disputa, InuTaisho le había conseguido una plaza en la Clínica Ávila, por supuesto como médico…no podría ser Ingeniero Civil.

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—Buenas tardes, Kagome Taisho —se presentó de manera cortés, Naraku que se encontraba a su lado saludo de la misma manera.

—Un gusto conocerla Sra. Taisho, nos han hablado muy bien de usted —la mujer de cabellos azabaches y ojos chocolates la miraba con frialdad, pero sin perder el toque de cortesía.

—Es cierto, tiene muy buenas recomendaciones. Hablar cinco idiomas, eso es ser bueno —le sonrió feliz un chico de ojos azules.

—Gracias, Sr. Wolf —el hombre le sonrió, estuvo a punto de corregir pero la mujer le interrumpió.

—Sra. Taisho. Sabrá usted que necesitamos a alguien con tiempo disponible, visa y pasaporte. Soy modelo y cantante, sabrá usted que no me puedo parar por nimiedades.

—Lo sé Srta. Kikyo, de echo todos mis papeles están listos. Estoy a su disposición —la vio sonreír. Pero la verdadera prueba venía cuando Kouga comenzó a hablarle en todos los idiomas que sabía, la cita duro horas inclusive fueron a cenar.

—Y ¿pretende usted tener hijos ahorita? —preguntó Kouga en italiano.

—No, aún no. Tenía pensado hacer una especialización en comunicación social ahora que estoy metida en esto, así que un hijo sería un inconveniente —respondió en alemán.

—Me parece bien. Sabrá usted que ya está contratada, sería de muy mal calaña perder a alguien que hable todos sus idiomas, a parte de mi —sonrió mostrando todos sus dientes blancos.

—Me hace incomodar tanta cosa, si al fin y al cabo estamos casi a la misma altura. Envidió sus años de experiencia —contesto un poco incomoda por la sonrisa de aquel joven, no tan joven.

—No se preocupe, tendrá amplitud para ponerse a mi par —y así fue toda la noche.

*** ​

​

Se abre la puerta de departamento.

—¡Llegaste! —le fue a recibir InuYasha, que la tomo por la cintura y le planto un beso apasionado.

—¡Huele rico! ¿Qué cocinas? —le pregunto respondiendo a su beso con cariño.

—Omelet, ya que ¡mi esposa! No estaba tuve que cocinarme yo mismo —sonrió al ver la cara de reproche de Kagome.

—Pero no es justo, tuve que ir a comer comida china…y tú puedes comer un rico omelet de esos que tu haces —fingió llorar mientras se desvestía, dejaba unos papeles sobre la mesa y se colocaba un bata transparente de color rosa.

—Eso te pasa por ir a comer con ¡Naraku! Y no con tu esposito lindo —rió pero su cara se distorsiono por una de pasión al verla en aquella diminuta prenda—. Sabes que me matas cuando te pones esas batitas —la miró con lujuria.

—Lo sé, deberías ver lo que hay debajo de ella —le alzó las cejas volteándose y mostrando un diminuto hilo.

—¡Kagome! —gimió InuYasha de solo verla, se acerco a ella por la espalda y le lamió el cuello—. Tengo que comer —se acerco a su oído y la apego por la cintura—, pero tu serás el postre —jadeó y le lamió la oreja, dejando a una pobre Kagome muy ruborizada.



Gracias a todas (os) por sus comentarios, estoy muy alegre de que lean mi Fan Fic, aquí les dejo otro capitulo.