*La verdadera historia de los Echizen*

Re: *La verdadera historia de los Echizen*

Bueno, aquí va el capi que le prometí xD
Espero que les guste :)

‹15›​

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El entrenamiento de esa tarde fue bastante pesado; Stella perdió un tercio de la práctica dando las famosas vueltas del capitán, últimamente había olvidado hacer los ejercicios previos a cualquier entrenamiento que el médico le ordenó por lo que el dolor que sentía en su rodilla era realmente insoportable.
Sakuno la notó rara pero no pudo hacer ninguna clase de comentario ya que con suerte podía respirar bien, Ryoma la estaba haciendo trabajar de sobremanera, específicamente a ella, y realmente le hacía pensar a la chica que quizás se estaba desquitando por lo de ayer o por algún otro motivo que desconocía.
*
El fin de semana al fin había llegado, Ryoma se levantó temprano porque iría a practicar solo; Sakuno también madrugó ya que quería ir por algunas cosas al centro comercial y después dar un paseo; por último Stella, que debía ir a la escuela en donde estudia Yuuta Fuji

- ¿quieres que vaya contigo? -se ofreció Tezuka en el desayuno
- no es necesario, gracias -acotó ella después de haber bebido su té
- está bien -él bajó la mirada algo triste y se echó a la boca un bocado
- bueno, me voy, que tengas un buen día ¡adiós! - dejó su tostada a medio comer y salió corriendo, no se despidió del chico como solía hacerlo siempre
- ¿Qué pasa conmigo? -se preguntó al verse invadido por esa tristeza otra vez, ¿el distanciamiento que ahora había entre Stella y él lo tenía así?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por el teléfono: era Syusuke que llamaba para asegurarse de que la chica iría a encontrarse con su hermano, Tezuka le dijo que se había ido recién, el ojiazul, inclusive al otro lado de la línea, lo notó triste

- ¿Qué es lo que te pasa ahora? -cuestionó Syusuke preocupado
- nada importante -respondió Tezuka cortante
- ¿quieres hablar sobre ello?
- no, de verdad no es nada importante
- hum, estarás ahí en casa ¿verdad?
- si ¿Por qué?
- bien, te veo en un rato más -antes de que Tezuka pudiera replicar, él ya había terminado el llamado.
La acción impulsiva de su amigo lo había dejado levemente fuera de lugar, mas hablar con alguien era justamente lo que necesitaba.

Por su lado, Stella iba tranquilamente camino a la parada de buses, esperó a que llegara el que le servía para ir a St. Rudolph y lo abordó.

Sakuno se encontraba mirando en una tienda deportiva, recordó que necesitaba una cinta nueva por lo que entró a verla; para su sorpresa, se topó con Ann Tachibana, no llevaba mucho sin verla aún así le agradó encontrársela

- que gusto verte, Sakuno -dijo la hermana menor de Kippei con una sonrisa
- igualmente, Ann ¿Qué haces por aquí?
- no mucho, sólo vine a buscar una cinta nueva para mi raqueta -le enseñó la cinta que tenía en la mano
- ah, por supuesto -Sakuno bajó la mirada avergonzada por la pregunta tonta
- jejeje -sonrió divertida, luego dirigió la mirada a su reloj- ¡cielos, se hace tarde! Quedé de verme con Momo, nos vemos después ¡adiós! -exclamó antes de salir de la tienda
- adiós -la siguió con la mirada hasta que se perdió al doblar, tomó la cinta que había tenido Ann y decidió llevársela.

Ryoma estaba golpeando una pelota contra la pared mientras todo aquel que pasaba por ahí se le quedaba mirando sorprendido por su destreza. Uno de los observadores sacaba su raqueta y pelotas, a continuación se puso junto al ojiámbar a paletear; éste sin dejar de golpear la pelota giró el rostro para ver de quien se trataba

- Momo
- hola, Ryoma -lo saludó éste sonriente
No se dijeron nada más, pero comenzaron a competir en quien daba más golpes seguidos. Se aburrieron rápidamente, ya que ambos eran igual de buenos por lo que descansaron un momento para después comenzar un partido

- ¿y Ann? -cuestionó Ryoma después de unos minutos
- dijo que saldría de compras con sus amigas -respondió el ojivioleta sin mucha importancia
- ah -el ojiámbar se giró para coger su raqueta, pero su mirada se fue hacia una castaña de cabello corto acompañada de un pelirrojo con buen ritmo, sin mencionar que la situación en la que se encontraban era bastante comprometedora- Ann -pronunció él y volteó a ver a su amigo esperando que no se diera cuenta de ello, pero ya los estaba mirando
- Ann... ¿Qué hace con Kamio? -dijo Momo apretando los puños dispuesto a salir corriendo para golpearlo
- Momo, espera... no hagas una locura -lo detuvo Ryoma
- ¡dijo que saldría con sus amigas! ¿Por qué está con el bailarín de Kamio? -empezó a forcejear con su amigo para salir tras ellos, pero el peliazulado tenía fuerza- ¡Ryoma, déjame ir a darle su merecido a...! -su frase quedó a medias, acaba de ver aquello que nunca esperaba ver de Ann, no de la chica que amaba, no de aquella que decía amarlo... Kamio acababa de robarle un beso a la hermana de Tachibana y ésta no hizo nada para evitarlo, es más, parecía disfrutarlo.

Momo dejó de forcejear, era como si le acabasen de congelar, se sentía horrible, sentía una presión en el estómago, un nudo en la garganta; seguía viendo como esos dos se besaban, se estaba lastimando, no quería hacerlo pero su cuerpo no reaccionaba...

- ¡¡ANN!! -fue lo único que gritó; todos los que estaban cerca se le quedaron mirando, incluyendo a los de Fudomine, Ann no se la podía creer, Kamio también parecía sorprendido mas sólo bajó la mirada... Ryoma, por primera vez, veía a su amigo hecho añicos

El ojivioleta tenía los ojos inundados en lágrimas, finalmente se dejó caer y comenzó a darle puñetazos a la acera, Ryoma lo detuvo antes de que se lastimara más... Levantó la mirada para ver que hacían los otros dos y sólo vio como Ann salía corriendo y Kamio tras ella.
Como buen amigo, Ryoma acompañó a Momo hasta la banca más cercana, prácticamente tuvo que cargarlo hasta allí puesto que su amigo ni siquiera concebía en donde estaba parado, la impresión fue demasiado abrupta. Jamás se había sentido tan traicionado como en ese entonces... No hizo más que volver a echarse a llorar en el hombro del ojiámbar, estaba destrozado...

Perdón si quedó medio inconcluso, pero es que enconré que estaba muy largo xD
Espero que los disfruten ;p

 

Re: *La verdadera historia de los Echizen*

Omg!*-
¡¡Al fin!!
No recuperé todos los capitulos, pero al menos me va costar menos volver a tomar el ritmo de la historia xD
Gracias por esperar chicas, y bienvenida Kazzie ^^ Que bueno que te haya gustado mi fic :D

Bueno, sin más ni más, les dejo el capitulo y se lo dedico a May-sensei, espero que le guste ^^

«16»​

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Comienza el torneo Regional de la selección masculina.
Ryoma ya se encontraba entregando la nómina de titulares para los partidos, las demás escuelas los quedaban mirando atónitos por semejante aura que emanaban

- ¿pareciera que tuviéramos oportunidad de derrotarles? –cuestionó con el ceño fruncido un chico de St. Rudolph
- tch, si que nos tienes estima –le regañó el chico junto a él un tanto molesto
- pero es que… ¡mira! Se ven invencibles –insistió el muchacho
- descuida, tenemos el partido en el bolsillo –aseguró el otro muy confiado de sus palabras mientras veía al equipo de Seigaku marcharse.

Por otro lado del recinto, un ojivioleta iba muy sonriente camino a las canchas, por dentro seguía desconsolado por su rompimiento con Ann, sin embargo era algo que debía afrontar tarde o temprano. Momoshiro estaba metido en sus pensamientos felices hasta que su mirada se desvía hacia una castaña que estaba de pie frente a una máquina de sodas; ésta al darse vuelta para irse, lo ve y su cuerpo se congela automáticamente

- Ann –dice Momo en un intento de acercarse a ella
- huh –ella no hace más que quedarse ahí de pie, bajó la mirada y sus ojos se inundaron el lágrimas

La situación entre ambos era bastante incómoda, cerca de ahí pasaban las chicas del club femenino de Seigaku, incluso desde donde estaban percibieron el ambiente tenso que los rodeaba

- hola, Momoshiro –dijo una tercera personas saludando al aludido con un beso en la mejilla- ah, Tachibana, tanto tiempo –le dijo a Ann en un tono despectivo
- Atobe –dijo la castaña mirándola con cierto recelo
- bueno, con permiso –miró de reojo a Tachibana mientras se llevaba consigo de la mano a Momo

Ann los siguió con la mirada, algo triste y molesta, y luego se fue a paso lento mientras bebía de su jugo.

- ¿Qué pasa con esos dos? –cuestionó Kumiko intrigada
- ¿Quién era la chica que se llevó a Momo? –le preguntó Stella a Sakuno
- no estoy segura –respondió ésta- pero creo que era la hermana menor de Atobe Keigo
- ¿tiene una hermana?
- si, su nombre es Maya Atobe –intervino Hagashi detrás de Stella- fue la capitana del club de tenis femenino de Hyotei hasta el año pasado, que fue cuando se graduó. Nos dio una paliza en todos los torneos, nos enfrentamos dos años consecutivos, no encontramos en todos los torneos…
- ellas nos ganaron en Kantou el año pasado –continuó Ai Maeda- sin darnos la oportunidad de avanzar a los nacionales
- ¿no pudieron ganar ningún partido? –cuestionó Stella sorprendida
- Hagashi y yo ganamos sencillos 3 y 2 –contestó Ai sonriente- pero fuimos las únicas
- ellas dos desde que entraron al club en primero que siempre las han delegado en esos sencillos, hasta el año pasado, que Naoko se convirtió en la capitana y Ai en la sub-capitana –contó Tsubasa muy emocionada
- para mi no ha cambiado mucho, sencillos dos sigue siendo mío –agregó Maeda
- que lástima que esa tal Maya Atobe se haya graduado –comentó Stella con un deje de desilusión mientras iban camino a las canchas
- ya te habría gustado enfrentarte a ella ¿verdad? –dijo Hagashi
- claro que si
- de todos modos te habría puesto en sencillos uno para eso –comentó la capitana indiferente, su comentario hizo que todas la quedaran mirando, especialmente Stella
- ya lo sabía, tu no habrías podido derrotarla. Y como te gané en los partidos de ranking, era más que seguro que harías algo así –afirmó la rubia en un tono altivo, Naoko sólo sonrió.

Para cuando llegaron junto a los chicos, vieron que también estaban las chicas del club de tenis de Hyotei observando el partido entre su escuela y Akiyama III.
Hyotei llevaba ganados los dos dobles y ahora se estaba disputando sencillos tres, el chico de Akiyama le ganaba 4-2 al de Hyotei, pero éste en un abrir y cerrar de ojos le alcanzó y ganó. Como sólo se necesita ganar tres juegos, aunque se disputen los cinco, para clasificar, Hyotei ya tenía su primera victoria, ahora debían tomarse la revancha con St. Rudolph.

- este es una repetición del torneo de hace dos años –dijo una chica de Hyotei mientras veía al equipo masculino abandonar las canchas
- con la sola diferencia de que Hyotei no volverá a perder con ese club de quinta, además ahora no está Mizuki –la apoyó la chica que estaba junto a ella.


En la cafetería, una peligris de presencia imponente y aire altivo estaba degustando una taza de té junto al muchacho que había salvado hace un momento
- ¿Por qué hiciste eso, May? –cuestionó Momo después de un rato de silencio
- no querías quedarte en esa situación tan incómoda, además te estabas haciendo daño viendo a esa chica que no vale la pena –aseguró indiferente
- yo amaba a Ann –dijo él cabizbajo
- pero ella no a ti, al menos no lo suficiente –respondió Maya tratando de sonar lo menos fría posible
- no sé porque me hizo esto… Si le gustaba Kamio ¿Por qué no salió con él desde un principio?
- porque ese chico venía de una escuela perdedora. Tú eras de Seigaku, tu escuela barrió el piso varias veces con Fudomine, eran indiscutiblemente mejores, incluso más que Hyotei –eso último lo dijo con mucho pesar, no le gustaba desacreditar a su escuela pero ésa era la verdad
- eres muy linda conmigo, May –comentó sonriente, provocando el sonrojo de la chica
- huh, no digas tonterías, sigues siendo mi rival –disimuló su nerviosismo bebiendo de su té, pero ya se le había acabado por lo que Momo se echó a reír. Maya se sonrojó aun más de la vergüenza mas no pudo evitar notar lo guapo que se veía el chico sonriendo, así que ella también se puso a reír.

Aquella escena era realmente tierna; nadie que no la conociera pensaría que Maya alguna vez fue la Reina de Hielo en Hyotei, quizás lo seguía siendo, pero junto a ese chico… sólo con él… su frialdad desaparecía inconcientemente haciéndola sentir tan cálida que daba gusto estar con ella.
Entre tantas sonrisas y tantos pensamientos amorosos, ninguno de los dos se había percatado que se estaban acercando cada vez más… un deseo inexplicable de saberse a que saben sus labios… un capricho repentino tal vez, o quizás unas ganas de siempre… fuese lo que fuese, aquel momento fue sellado con un cálido y dulce beso.

Ojalá lo hayan disfrutado.
Hasta el próximo ^^
¡Nos vemos..!*-​