- La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Mañana parto de neuvo de vaije como les habia dicho, me voy a visitar a mi abuela que cumple 80 años =)
Pero antes de irme les dejo la conti! ¡Naraku avanza en la conquista!

Capitulo 6 “¡Desaparece!”

-Huyes como un cachorro asustado-dijo Naraku viendo a Kagome parada detrás del sillón-y ciertamente tienes la mirada de un cachorro asustado
-Tú eres el que gruñe todo el tiempo, no me compares con tu especie-dijo Kagome buscando otro lugar para refugiarse al ver que Naraku rodeaba el sillón.
-Me encanta cuando te pones mordaz y abandonas las formalidades-dijo Naraku sonriendo de lado
-Sabes, a las mujeres nos gusta tener nuestro espacio personal, así que por favor deja de acercarte!-dijo Kagome corriendo detrás del piano
-Kagome, Kagome, ¿te acuerdas de esa charla que tuvimos acerca de mis límites? Parece que esa molestia se deshizo de si mismo, así que no sigas huyendo, te atraparé y podré consumar lo que hace tanto tiempo espero. Ya no tienes a tú padre para que te proteja, resígnate, preciosa.-dijo Naraku, cansándose de perseguirla por toda la habitación
-Deshacerte de ese límite te costó la pérdida del mejor estratega de los cuatros reinos-dijo Kagome, empezaba a verse acorralada
-Es un alto precio, pero me las podré arreglar. Ahora ven aquí, preciosa, no voy a hacerte daño
-Que mentiroso eres-dijo Kagome con una mirada fulminante, pero se paralizó al ver a Naraku frente a ella, ¿Cuándo se había acercado tanto?
-Atrapada-dijo Naraku poniendo sus brazos a los costados de ella mientras se relamía los labios
-Maldición-murmuró por lo bajo la azabache
-Shhh, una señorita no debe decir blasfemias-la regañó el rey
-Y un rey no debería serle infiel a su esposa-contraatacó la joven
-Ya veo de donde aprendió Rin ese molesto espíritu rebelde. Las mujeres deben ser sumisas y complacer a lo hombres, no darles dolores de cabeza-dijo Naraku posando su mano en el hombro de la azabache
-Pensé que mi rebeldía era lo que más te gustaba-dijo Kagome aplastándose contra la puerta de mármol
-Tú eres mi amante, debes ser rebelde para poder enfrentar a la sociedad-dijo Naraku sonriendo arrogante
-No soy tu amante-dijo Kagome con enfado
-A partir de hoy, lo serás
-No te atrevas-dijo la muchacha advirtiéndole con la mirada cuando sintió que el rey empezaba a deslizar la manga de su vestido
-Cállate, yo soy quien manda aquí-dijo Naraku
-Ya quisieras-le dijo Kagome y abriendo la puerta detrás de ella salió corriendo mientras Naraku intentaba no perder el equilibrio
-Maldita Zorra-dijo Naraku
* * *
El Rey Inu Taisho arropó a su esposa deseándole dulces sueños. A su lado, su hijo menor le decía a su madre que pronto se recuperaría. Sesshomaru se mantenía algo alejado, dándole la privacidad necesaria, después de todo la Reina no era su verdadera madre. Izayoi había mostrado síntomas de estar enferma durante el viaje de regreso al castillo. Pensaron que era por los movimientos de la carroza y el mal estado en que la lluvia había dejado a los caminos de tierra, pero la reina no se había recuperado aún, así que decidieron llamar al médico real, a pesar de que la mujer aludía de que no tenían de que preocuparse. Sesshomaru recordó cuando su madre había muerto, en ese entonces él tenía 4 años. Miró a la reina, su aspecto febril le hizo recordar la cara de su progenitora en sus últimos momentos de vida. Cerró los ojos intentando quitar esas imágenes, no quería recordar eso. Por dentro, muy en el fondo, temía que su hermano menor tuviera que pasar por lo mismo que él y que su padre sufriera la misma tragedia por segunda vez. Cuando su madre enfermó lo habían ilusionado con que pronto se mejoraría y que no debía preocuparse, pero eso nunca pasó. Desde entonces desconfiaba de los médicos, y se ponía demasiado paranoico con el menor síntoma. Tras apagar las velas, los tres hombres salieron de la habitación dejando descansar a la reina. El rey le sonrió a sus hijos y luego despareció tras la puerta. Inuyasha se dejó caer en el sillón con un suspiro cansado, estaba bastante pensativo últimamente, en su cabeza no dejaba de rondar esa última discusión antes de partir de Ah-Un. Recordó la mirada de Kagome, en los pocos encuentros que había tenido con la muchacha notó que ella era muy expresiva con los ojos, pero en su última mirada, después de la discusión, no vio nada. Sus ojos no le mostraron ninguna emoción, ni enfado ni tristeza ni conmoción, nada. Por otro lado, ¿Qué sería eso que quería decirle? Parecía bastante empecinada enhablarle. Pero él no podía simplemente olvidar aquella mentira. Se había ilusionado con esa falsa amistad, le molestó saber que había sido engañado tan fácilmente. Entonces recordó lo que había escuchado de los guardias reales que los escoltaron hasta la frontera: “¿Escuchaste lo que sucedió? El General murió hace unos días, se suicidó.” ¿Tendría algo que ver con lo que Kagome quería decirle? O quizás por eso ella tenía esa mirada. Pero más importante: ¿Por qué se habría suicidado?
-Sesshomaru… ¿crees que haya una guerra con Hirakotsu?-preguntó Inuyasha
-No lo creo, para eso tendría que haber algún tipo de provocación de alguno de los dos bandos, y aunque Kazaana y Tessaiga no pasan una crisis como la de Ah-Un, ningún de los tres reinos están preparados para una guerra de tal magnitud. Mucho menos Hirakotsu que aún se repone de la guerra con los tishkos-explicó Sesshomaru
-Pero…si hubiera una guerra, nosotros tendríamos que ir-dijo Inuyasha
-Somos lo príncipes, nosotros más que nadie debemos estar en la primera fila del ejército, junto a papá-dijo Sesshomaru
Una guerra no era lo que había planeado al principio del año cuando su madre le dijo que era bueno empezar el nuevo ciclo con objetivos claros, pero si el deber llamaba debería calzarse la armadura e ir a defender su reino. Pensó que hacía mucho que no entrenaba, y se preguntó si su maestro Totosai tendría la tarde libre.
* * *
Agradeció mentalmente a esos mensajeros de Kazaana que venían a hablar con Naraku y mantuvieron al rey encerrado en su despacho todo el día. Ahora debía centrarse en que hacer. Sabía el plan de Naraku, pero ella sola no podría hacer nada. No pudo hablar con el Rey Inu Taisho, y no sabía si esos mensajeros eran de fiar como para intentar enviarle una carta al rey de Kazaana. ¿Qué hacía? Su padre había puesto toda su fe en ella, porque ella sabía que aunque él lo había negado, le había contado el plan con la esperanza de que hiciera algo. De algún lado había heredado su actitud.
-Papá…-susurró pero después sacudió bruscamente la cabeza, no era momento de ponerse melancólica
-Kagome-dijo una voz sobre ella. Miró hacía arriba y se encontró con una hermosa mujer que la miraba como si la estuviera analizando
-Kikyo…-dijo algo intimidada por esos ojos marrones. La mujer miró a los lados asegurándose de que estaban solas y arrugó el ceño
-Tu padre te envió una carta antes de matarse, ¿verdad?-dijo Kikyo sentándose a su lado
-Si…-dijo Kagome suavizando la mirada
-¿Decía algo del plan de Naraku?-dijo Kikyo, Kagome notó que parecía alerta
-¿Tú sabes del plan?-dijo Kagome sorprendida
-Yo también tengo mis contactos. Asumo que si lo sabes, pero de seguro no lo conoces completamente, sino no estarías aquí-dijo la mujer dando un suspiro
-De que hablas-pregunto Kagome empezando a asustarse
-La princesa Rin, ¿Dónde está?
-Esta con Kouga y Ayame, le están enseñando plantas autóctonas del reino
-Tienes que tomar a Rin y llevártela-dijo Kikyo-deben desaparecer
-¿Por qué?-preguntó palideciendo
-Para inducir la guerra, Naraku mandó a secuestrar a un príncipe de cada reino, y luego dirá que ha sido culpa del bando contrario como forma de provocación.
-Entonces es así como provocará la guerra entre los reinos…-dijo Kagome para si misma-“Un príncipe de cada reino, eso quiere decir que Inuyasha…”
-Preparé un caballo, ve por Rin y desaparezcan, no puede verlas nadie-dijo Kikyo
-De acuerdo-dijo Kagome
-Toma, mandé a que te diseñaran esto para cuando llegara este día-dijo Kikyo entregándole una caja
-¿Qué es?-dijo Kagome
-Ropa, como la que usan los hombres pero adaptada al cuerpo femenino. Te será más fácil moverte con esto, pero me temo que no tengo para Rin. Naraku viene planeando esto hace mucho, pero nunca dijo cuando empezaría, y como Rin esta en crecimiento no pude saber que talle sería cuando este día llegara-dijo Kikyo
-Yo me ocupo… y gracias por todo-dijo Kagome
-Vete-dijo Kikyo asegurándose una vez más que nadie las vigilaba.-Ah, y Kagome. Lamento lo de tu padre
-Gracias-dijo Kagome sin detenerse. Estaba bastante apurada.
Llegó a su habitación y quitó la ropa de la caja. Lanzó un par de blasfemias al tener problemas para quitarse el vestido, en su apuro lo descosió un poco pero no se detuvo en detalles. La ropa que le había dado Kikyo consistía en una camisa blanca de mangas largas que se ensanchaban a medida que llegaban al final. La remera era larga con dos tajos a los costados, le llegaba a medio muslo, y tenía una especie de cinturón de cuero en la cadera que marcaba el nacimiento de los tajos. Unas calzas ajustadas de color azul y botas negras. Por último, una capa con capucha color azul. Sin duda Kikyo sabía del plan desde mucho tiempo atrás. Se recogió el pelo con una cinta y salió del cuarto vigilando no ser vista. Logró llegar a la entrada, donde un caballo marrón con una mancha negra arriba de los ojos la esperaba pastando. Atado a la silla de montar encontró un arco y un carcaj con flechas. Sonrío de lado mientras subía al caballo de un salto, Kikyo había pensado en todo. También había una bolsa con dinero y dos dagas. Partió rumbo al lago Shichinintai, según había escuchado ellos estarían allí.
-¿No se suponía que venían a enseñarle a Rin las plantas autóctonas?-preguntó al ver a Kouga y Ayame sentados bajo un árbol. Estaban abrazados, demasiado juntos como para negar que algo hubiera pasado entre ellos
-Eh…Rin se durmió, y etto…-dijo Ayame
A Kagome le brillaron los ojos, esa era la oportunidad perfecta. Los miró arrogante, y ellos se prepararon para alguna burla.
-Hey, yo me quedó con Rin y ustedes vayan a pasar un tiempo a solas-le susurró guiñando un ojo
-Pero…-dijo Kouga
-¡Que se vayan! Además, no quiero que hagan esas cosas en presencia de Rin-dijo la azabache
-¡No hicimos nada!-dijeron los otros dos al unísono
-Shhhh, váyanse antes de que Rin despierte y nos ahorraremos explicaciones
Kouga y Ayame se miraron, estaban demasiados conmocionados como para preguntar por el extraño atuendo de Kagome. Al final se terminaron yendo, mitad por que querían y mitad por que Kagome los echó.
-Bien…-dijo Kagome al aire, vio que Rin dormía en la sombra de otro árbol
Se acercó a despertar a la pequeña princesa, debían irse antes de que llegaran los hombres de Naraku. Pero antes de que su mano alcanzara el hombro de la niña, unos ruidos detrás de ella la alertaron. Se dio vuelta y se encontró con 5 hombres de mirada dura que la observaron de arriba abajo. Vestían como forasteros, pero pudo reconocer a uno de ellos, eran del ejército. “Maldición” musitó y desenfundó las dagas. Era ahora cuando vería si todos los esfuerzos de su padre por enseñarle a defenderse habían servido de algo.
-Que tenemos aquí-dijo quien parecía ser líder enarcando una ceja

Continuara ^^

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Espero ser la primera en postear!!!!!!!!!!!

Leti se pone a escribir como loca su comentario antes de que alguien le gane!!!!!!! Se da cuenta que son las 12:31 de la madrugada y le baja el ritmo, quizá nadie revise ahorita!!! y se confía, espera que no le ganen xD

¡Qué denso! Por un momento pensé que Naraku sí conseguiría de Kagome lo que quería. Lástima que no lo logró ¬¬

Me dejó muy triste que Sesshoumaru viera morir a su madre tan joven, a los 4 años, pobrecito!!!

Inuyasha no ha entrenado!!!! holgazán ¬¬ seguro que no lo había hecho por andar buscando quién sabe qué con las mujeres xD

¡Naraku mandó a secuestrar un príncipe de cada reino! ¡Qué felicidad! ME encanta que sea tan inteligentemente malvado!!!!!!!

¿Será que secuestran a Inuyasha? ¡Que emoción!

Uy, quiero ver en acción a Kagome, quiero ver cómo deja medio muertos -o mejor aun, muertos xD a esos soldados-

YA QUIERO LA CONTI!!!!!!!!!!!!!!!

Pero va a demorar, pero bueno, cuídate mucho y que te vaya muy chido en tu viaje!!!!!!!!!


BESOS Y QUE TE DIVIERTAS!!!!!!!!!!

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

¡Hola!

Siento mucho no haver posteado antes ( :( ) Me perdì varias contis , que ya terminè de leer .La verdad , me sorprende el como trato Inuyasha a Kagome ... no digo que la creyera ( aunque deberìa de hacerlo ) pero si al menos escucharla .Me dio mucha pena la carta que le dio su padre .Pero hay una cosa que no me ha quedado clara y que me gustarìa que me la aclarases ... ¿ como muriò ? es decir , por lo que escucho Inuyasha se suicidiò , ¿ es verdad ?
Bueno en definitiva que me encantaròn las continuaciones y espero que lo continues pronto
Suerte

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Si, efectivamente se quito la vida viendolo como la unica forma de escapar de Naraku sin poner en riesgo a Kagome

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

ah yo no crei que el general se suicidaria!!!! O.O
yo crei que nada mas se habia escondido o algo asi..
rayos.. no!!! pero mira que buen padre le toco a Kagome.. T-T
Ese si que es amor del bueno como dicen xD

Ya se.. me tarde mucho en volver.. pero pues.. no pude venir antes.. estaba como que castigada U__U puff..

bueno, ya nos leremos luego!!! ^-^

Atte:
[MyNaH]
"MERRY XMAS!!!!!!!!!"

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Capitulo 7 “Primera etapa: completa”

Era un 5 contra 1. Cinco soldados del ejército real entrenados para matar a sangre fría contra la hija de 16 años del difunto general. Para su suerte, los hombres no pensaron que tendrían problemas así que no llevaron armas de fuego, para cada uno portaba una espada. Frunció el ceño y apretó los dientes, dudaba poder salir bien de esa.
-Se supone que el ejército protege a la princesa-dijo Kagome poniéndose en posición de ataque
-Se supone que las mujeres usan vestidos y no dagas-dijo el líder
-Srta Kagome, ¿que está haciendo?-preguntó Rin despertando por las voces
-Rin, promete que no gritarás-dijo Kagome
La niña la miró confundida, pero sus ojos se abrieron de sorpresa al verla correr hacía esos hombres. La batalla comenzaba.

* * * ​

-Ya pueden respirar-dijo la joven cuando el humo verde se disipó
-Muy bien, Tsubaki, lograste dormir al príncipe-dijo un hombre de aspecto fornido
-Mis hechizos y pociones nunca fallan. Puedes ver la prueba de eso en mi cuerpo, ¿Cómo crees que me mantengo joven?-dijo la mujer
-Si no fuera porque nos conocemos de pequeños, juraría que mientes, pero sé que tienes la misma edad que yo y aun así pareces una quinceañera. Tendrías que prestarme alguna de tus pociones-dijo el hombre sonriendo de lado
-Mis pociones no son baratas, Hakudoshi, no importa que seas un viejo amigo-dijo la mujer-ahora dame mi dinero
-Negocios son negocios-dijo el aludido entregándole una bolsa con abundantes monedas de oro
-¿Qué harán con el príncipe?-preguntó la mujer mientras se aseguraba que estuviera la cantidad acordada
-Eso no es asunto tuyo, Tsubaki-dijo el Hakudoshi endureciendo la mirada. Luego miró a sus hombres-soldados, prosigan
Al dar la orden, 4 hombres se dirigieron hacía el príncipe de Tessaiga que yacía inconsciente en el suelo y lo ataron de pies y manos
-Llévenlo a la carroza y váyanse, los alcanzaré luego-ordenó
-¿Acaso quieres estar a solas conmigo?-preguntó Tsubaki insinuante
-No digas tonterías. Es solo que mi trabajo aquí aun no ha terminado, pero el tuyo sí así que puedes irte

* * * ​

¿Desde cuando las mujeres eran tan violentas? En un momento estaba sentado junto a la mujer más sensual que había visto y al otro ella desenfundaba una cuchillo escondido e intentaba matarlo.
-Maldición, ¿porqué me atacas?-dijo el hombre esquivando el cuchillo. Él no estaba armado, y no podía golpear a una mujer. Definitivamente estaba en desventaja.
-Eres el príncipe de Kazaana, se me ha dado la orden de secuestrarte-dijo la mujer dando un giro
-¿Quien?-preguntó el joven de ojos azules alejándose
-Hirakotsu-respondió la mujer esquivando el golpe del pelinegro
-Me temo que no podrás tú sola, encanto-dijo el príncipe
-No estoy sola, Miroku-dijo la mujer
-Buen trabajo, Kagura, nosotros nos ocuparemos a partir de ahora-dijo un hombre saliendo de su escondite
-¿Qué se propone Hirakotsu con esto? ¿Acaso quiere volver a meterse en otra guerra?-dijo Miroku al verse en apuros
-Haces demasiadas preguntas-dijo el hombre-la gente curiosa me exaspera
El príncipe Miroku iba a responder, pero alguien lo golpeó por detrás haciendo que cayera inconsciente
-Pensé que habías dicho que lo terminarías rápido-dijo Kagura viendo como el príncipe caía después de que lo golpeara

* * *​

Amaba esa paz que tenía el bosque de las afueras del palacio. Su padre siempre le decía que no debería alejarse, pero en esos momentos estaba enojada con él así que no le importó adentrarse en la vegetación. Otra vez habían discutido, siempre por el mismo tema. En momentos así era cuando extrañaba a su madre, ella sabía como calmar a su padre. El problema era que ella ya estaba entrando en edad de casarse, y cuando se convirtiera en Reina de Hirakotsu necesitaría a un rey que gobierne a su lado. Pero ella no quería casarse a las apuradas, primero tenía que encontrar a esa persona especial. No quería un matrimonio arreglado para tener que pasar el resto de su vida fingiendo ser feliz. Pero su padre no quería escucharla y ya había comenzado a mover sus contactos en busca del candidato ideal. Al final, siempre terminaban peleando. Pero su enojo se difumino al escuchar unos sollozos.
-¿Qué sucede, Kohaku?-preguntó al ver a su hermano escondido
-Nada-dijo el joven eludiendo la mirada de su hermana mayor
-Entonces porque lloras-preguntó la joven enarcando una ceja
-No seas tonta, Sango, los hombres no lloran-dijo Kohaku quitándose todo rastro de lágrimas
-Vamos, puedes decirme que sucede-dijo la mayor con una sonrisa maternal
-Promete que no le dirás a nadie-dijo el niño
-Lo juro
El joven príncipe dio un suspiro antes de hablar, pero las palabras no salieron de su boca cuando quedo petrificado al sentir algo filoso sobre su cuello. Levanto la vista y vio que un hombre tenía a su hermana atrapada.
-¿Que…sucede…?-preguntó sin saber que hacer
-Déjenlo ir, yo soy la heredera al trono, conmigo será suficiente-intentó negociar Sango
-Oh, eso lo sabemos. Pero necesitamos a tu hermano para asegurarnos de que no pondrás resistencia alguna. No le haremos daño, siempre y cuando tú hagas todo lo que decimos-dijo el hombre
-Bien. Pero déjenlo ir-dijo Sango
-No seas impaciente, princesa, ahora camina.-dijo el hombre empujándola
Sango le envió una última mirada a su hermano y con la boca dibujo un “no llores”. El niño seguía sin moverse, aún momentos después de que el hombre lo soltó siguió inmóvil. Cuando por fin reaccionó, vio que uno de los hombres había dejado caer su espada. O quizás la había dejado allí apropósito. Se acercó lentamente, como si fuera a saltar en cualquier momento, y la observó aún temblando. En el mango había una araña de ojos violetas. Él conocía ese dibujo, era el emblema de Ah-Un. Tomó la espada y corrió hacía el palacio.
-¡Padre! ¡Sango fue secuestrada!

* * *​

-Sesshomaru, ve a ver que le pasa a tu hermano-dijo el rey
El príncipe tiró de las riendas de su caballo haciendo que se desviara. Habían decidido salir a cazar para levantar un poco los ánimos que habían decaído desde que la reina enfermó. Se detuvieron en un claro del bosque a descansar y almorzar, Inuyasha dijo que iría al río a lavarse las manos. Pero ya había pasado bastante tiempo sin que regresara. Sesshomaru entendía la preocupación de su padre, desde hacía rato que tenían el presentimiento que los estaban siguiendo. Cuando llegó al río no encontró a su hermano, pero le llamó la atención ver una gran cantidad de huellas. Había un extraño olor en el aire, y vio tirada una capa la que reconoció como la de su hermano. Cerca de ella unas marcas en la tierra indicaban que alguien había estado tirado. A un lado, estaba escrito “Hirakotsu”.
-¿Una declaración de guerra?-se preguntó
* * *
Bajó la cabeza resignada. Había sido muy ingenua. Era imposible que pudiera luchar con esos 5 hombres a la vez, y al mismo tiempo poder proteger a Rin. Por lo menos pudo hacerles algunas heridas, pero la pelea no duró mucho. Uno de los hombres se escabulló y atrapó a Rin, amenazando con matarla si no se detenía.
-Maldita zorra…-balbuceó uno tomando un pañuelo y colocándolo en su mejilla para detener la hemorragia
-Pensé que estaban entrenados para resistir el dolor sin quejarse-se burló Kagome
-¡Cállate!-respondió golpeándola en el estómago
-¡No la lastimen por favor!-dijo Rin sollozando. El hombre que golpeo a Kagome levantó la mano, pero un grito de Kagome lo detuvo
-No te atrevas a dañar a la princesa-dijo la azabache
-¿O que me harás?-preguntó burlón
-Naraku-dijo Kagome desconcertando a los hombres-El los envió, ¿verdad? Ya entiendo, así es como va a provocar la guerra. Seguramente él les dijo que no lastimaran a la princesa, ¿o me equivoco?
-La zorra tiene razón, Renkotsu, cálmate-dijo el líder
-¿Qué haremos con ella?-preguntó el más bajo de todos los hombres apuntando a Kagome
-Naraku dijo claramente que no debía haber testigos. Podríamos matarla pero…
-No la maten, por favor, no la lastimen, déjenla ir-rogó Rin
-Deshacernos del cuerpo sería un problema, y parece que la princesa le tiene afecto. ¿Quién eres?-preguntó el líder
-Soy Aome, la niñera de la princesa-mintió Kagome. Rin la miró interrogante pero no dijo nada.
-Estas bastante armada para ser una simple niñera-dijo el hombre de la herida en la mejilla
-Es mi prioridad el cuidado de la princesa, debo estar preparada, no?-respondió Kagome
-Suficiente. Llévenla junto con la princesa-dijo el líder
Fueron llevadas a una carroza donde le taparon los ojos y las ataron de pies y manos. Rin lloró hasta que se quedó dormida, Kagome intentó calmarla pero no sabía que decirle. El típico “todo estará bien” no parecía funcionar y no podía abrazarla por las ataduras. Después de 1 hora de viaje las desataron de los pies y las llevaron caminando durante un tramo, luego otra vez en carroza. Por fin llegaron, cuando le quitaron las vendas de los ojos vieron ante ellas un enorme castillo, parecía abandonado. Las encerraron en uno de los tanto cuartos en el piso más alto, de esa forma si intentaban escapar tendrían un largo recorrido hasta la salida. Un vez que se encontraron solas se quitaron las ataduras de las manos la una la otra y se abrazaron fuertemente. Rin volvió a quebrarse en lágrimas mientras Kagome la mecía y se sentaba en la vieja cama. Cuando Rin quedó dormida, exhausta de tanto llorar, ella dejó caer sus lágrimas en un llanto silencioso. Estaba asustada, no sabía como saldrían de esa, y la responsabilidad cargaba en su conciencia. Si tan solo hubiera llegado un poco antes a buscar a Rin, si no hubiera perdido tanto tiempo hablando Kikyo, si no se hubiera detenido frente al espejo a ver su nuevo atuendo, si hubiera corrido más rápido, quizás hubieran podido escapar. Sentía que le había fallado a su padre, a Kikyo, a Rin, a su reino, a Hirakotsu, a Kazaana y a Tessaiga. Podía imaginarse a Naraku sentado en su despacho con esa sonrisa odiosa y a su lado un soldado diciéndole “La primera fase ha sido completada, mi Rey”.

* * *​

Los reyes de Tessaiga, Ah-Un y Kazaana iban rumbo a un encuentro de emergencia en un punto límite entre los tres reinos, mientras el Rey de Hirakotsu se reunía con sus concejeros. Las noticias volaron rápido, y los rumores de diferentes versiones se expandieron en los cotorreos populares. Los pobladores de cada reino parecían prepararse para la inminente guerra, comprando provisiones extras, haciendo que la alta demanda provocara escasez y con eso elevamiento de precios. Las madres buscaban refugios para sus hijos, los hombres alistaban su equipamiento de combate mientras aguardaban a ser llamados por el ejército. Algunos tenían miedo de ir a luchar, otros estaban ansiosos de defender el orgullo de su reino.
Kikyo caminó apurada por las galerías del palacio real, en el jardín vio a Ayame llorando mientras Kouga intentaba consolarla a pesar de que él también se veía desolado, pero no les prestó mucha importancia. Tenía prisa. Sabía cual sería el próximo movimiento de Naraku, pero no sabía que hacer para contraatacar. Al parecer Kagome había fallado en la misión, y ella también había sido llevada con la princesa, o quizás había sido asesinada. Se sintió culpable por haberla entrometido en eso, temía que algo grave le hubiera pasado, pero su mirada fría no dejo entrever su preocupación
-Lady Kikyo, conseguimos lo que nos pidió-dijo un hombre de larga trenza
-Bien, Bankotsu. Nos encontramos en el lugar de siempre a las 5. Asegúrate de que nadie te siga-dijo Kikyo sin detenerse para disimular

Continuara...^^

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Chín, Kagome no pudo con los 5, me decepciona ¬¬

Pero bueno, para estar ella sola no estuvo tan mal. Pobre Rin, tan inútil xD

¡Secuestraron a Inuyasha!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Sí!!!!!!!!!!!!!! Que felicidad!!!!! ¡Qué emoción!!!!!!!

Y Sanguito linda como siempre tratando de proteger a su hermanito hasta en las situaciones más terribles!!!!!!!

¡Ya se están preparando para la guera!!!!!!!!!!

Sí!!!!!!!!!!!! GUERRA!!!!! SANGRE, MUERTOS!!!!!!!!

Ya me emocioné de más xD

Estaré esperando ansiosa lo que sigue amiga!!!!!!!!

¿Cómo te fue? Espero que bien y que te hayas divertido mucho!!!!

BESOS!!!!!!!!!! Y CONTI PRONTO!!!!!!!!!!

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Waaa!!
Que wapo que estuvoo!!

Hay una cosa que no entendí...
¿Alguien fue asesinada?? o.o

Y diciendo la verdad.. me has dado una sorpresa..
No esperaba que esta conti fuera asi...

Espero que puedas continuarlo prontoo!!
Está muy interesantee!!

Beesoos!!
y cuidatee! =)