- La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

iba a poner la conti y pum! se cae CZ
Bueno, aca les traigo la compu ;) y espero que cuanod vuelva a mi casa haya muchos post xD

Capitulo 4 “Revolución”

Al finalizar la fiesta, se le dio hospedaje a los nobles extranjeros. La mayoría fue a los castillos de los nobles autóctonos, pero la Familia Real de Tessaiga se hospedó en el castillo real, como era de esperarse. Eso significaba una oportunidad para Inuyasha de aclarar las cosas con Kagome. A la hora del desayuno, ambas familias se reunieron en el comedor principal. Pero Kagome no desayuno con ellos.
-¿Dónde esta la señorita Kagome, madre?-pregunto Rin
-Kagome se ha levantado algo enferma, así que prefirió quedarse descansando-contestó la Reina
-No puedo creer que Naraku tenga una amante con tanta impunidad, su familia hasta parece tenerla como otro miembro familiar-susurró Izayoi a su esposo
-Amor, siempre te quejas que cuando la gente no da la cara y hace las cosas a escondidas, pues mira, parece que esta familia no se esconde nada. No digo que este bien ni nada, pero ¿no crees que estas siendo algo contradictoria?-dijo Inu Taisho
-¿No será que tú tienes una amante?-bromeó Izayoi, su marido solo río.
Inuyasha los escuchó, pero no dijo nada. Por las reacciones que Kagome había tenido, parecía asegurar que nunca se había acostado con Naraku. Es más, dudaba que si quiera alguna vez hubiera besado a alguien. Él no quería dejarse llevar por rumores de pueblo, pero si tanto daño le hacía Naraku, ¿por qué seguía a su lado? ¿Qué razón tenía para quedarse? ¿Acaso si tenía algún interés en su rey? Le era casi imposible imaginarse a Kagome como una chica fácil que no tiene vergüenza en ser la amante ‘secreta’ del rey, a sus ojos era demasiado inocente y pudorosa. ¿O sería que la noche anterior, le había mentido al decir que se iba a dormir y en realidad tuvo relaciones con su rey y por eso esa mañana estaba tan cansada que no podía levantarse? Miró a Naraku, y lo vio con semblante cansado. Negó con la cabeza para alejar esas ideas raras, seguramente Naraku estaba cansado por la fiesta. Y quizás Kagome no quería verlo a él y por eso no se había levantado. O quizás era otra cosa ¡Tenía tantas dudas! Pero definitivamente no creería nada hasta que no se lo dijera Kagome o tuviera una prueba concisa.
-Y esta jovencita Kagome, me temo que no tuve oportunidad de conocerla, ¿Quién es?-preguntó Inu Taisho
-Es la hija del general, si mal no recuerdo-dijo Sesshomaru
-Así es, y su madre era Duquesa-dijo Naraku
-Pensé que solo la familia Real vivía en este castillo-dijo Sesshomaru recibiendo una mirada asesina de su hermano menor
-El general es un gran amigo de la familia, pero su puesto es muy codiciado y lamentablemente su carácter ha ayudado a hacerse de variados enemigos. Su esposa y su hijo menor fueron asesinados en un ataque de sus enemigos, y Kagome salio gravemente herida en esa ocasión. Es por eso y por los largos ausentamientos de su padre que para seguridad de Kagome, ha venido a vivir con nosotros al castillo. Y nosotros la consideramos una más de la familia por su puesto-dijo Naraku con carácter apacible.
-¿El general esta fuera en estos momentos?-preguntó Inu Taisho, más por intereses políticos que otra cosa
-Si, esta en una expedición en el noroeste del reino, hay sospechas de intento de revolución-dijo Naraku
-¿Revolución?-preguntó Inuyasha
-Me temo que extraños manejes hechos por mi padre, el antiguo rey, han dejado una grave crisis en el reino. Lamentablemente nos esta costando reestablecer el orden y los campesinos son los más afectados. El pueblo esta descontento, pero tenesmo fe en que podremos solucionarlo lo más pronto posible, y esa es otra de las razones por la que es tan importante evitar una guerra con Hirakotsu, mi reino no esta en las condiciones económicas para enfrentar un evento así, y la población tiene suficientes problemas.
* * *
Partirían en unas horas, según fueron las palabras de su padre. Estaba aburrido, así que decidió dar una vuelta por el castillo, y de paso quizás tener un nuevo encuentro casual con Kagome. Pronto sería la hora de almorzar, así que ella debió haberse levantado. La puerta de la cocina estaba abierta, los cocineros estaban buscando el almuerzo por lo que en esos momentos no había nadie. Pero el lugar no estaba tan vacío como creía. Allí estaba la pequeña princesa del reino, intentando levantar una bandeja llena de frutas y comida. La vio tambalear e inmediatamente le quitó el peso de la bandeja antes de que se cayera.
-Esto es demasiado para que lo levante una pequeña como tú-dijo Inuyasha en tono juguetón
-Lo siento, quiero llevárselo a la señorita Kagome, no ha bajado en todo el día y seguramente ha de tener hambre.-dijo Rin
-¿Con que a Kagome? Ven, te acompaño así te ayudo-dijo Inuyasha ensanchando la sonrisa, la oportunidad perfecta para saber cual de los tantas habitaciones era la de Kagome.
-¿Usted y la señorita Kagome son amigos?-dijo Rin mientras caminaba guiando a Inuyasha
-Si, nos conocimos hace poco-dijo Inuyasha sin borrar su sonrisa arrogante
-Ah…-dijo con desilusión Rin-¿solo son amigos? ¿No hay nada más entre ustedes? ¿Está seguro?
-Creo que aun eres muy pequeña para andar preguntando esas cosas-dijo Inuyasha. Rin resopló
-¿Por qué nadie quiere contarme? Cuando le pregunté a la señorita Kagome me contestó lo mismo.
-¿Ah si?-dijo Inuyasha
-Si, pero si me preguntan mi opinión, me parece que extraño que siendo ‘solo amigos’ se encierren en una habitación!-dijo Rin
-No se de que me hablas jeje-dijo Inuyasha nervioso, ¿los había visto?
-Los adultos siempre dicen lo mismo cuando no les conviene una situación-dijo Rin- ¡Los vi a anoche! Se encontraron en una de las galerías y luego la Señorita Kagome lo jaló dentro de una de las habitaciones
-Solo estábamos charlando, Rin, como dos personas adultas-dijo Inuyasha
-Pues entonces ¿por qué luego la Señorita Kagome salió llorando? No sabe el susto que me dio cuando pensé que iba a mi cuarto, si se entera que estaba dando vueltas por el castillo a esas horas se enfadaría mucho! Pero se fue a su habitación, y hoy justamente no ha bajado a desayunar, yo no creo que solo hayan ‘charlado’-dijo la Princesa
Inuyasha maldijo por dentro, para la edad que tenía esa muchacha era demasiado perspicaz. Sonrió al pensar que seguramente había tomado esa actitud por influencia de Kagome. El problema era que los había visto. Pero él también era astuto, su sonrisa pasó a una de victoria, Rin ya no sería un problema
-Pués si no le dices nada a nadie, yo no le diré a Kagome que estaba despierta a esas horas-dijo Inuyasha
-Me parece un buen trato-dijo Rin-esta es la habitación de la Señorita Kagome.
Inuyasha sabía que estaba mal entrar a la habitación de una Señorita sin permiso, pero no podía dejar que Rin levantara la pesada bandeja, además de que no perdería la oportunidad. Entraron y vieron que la dueña de la habitación aún dormía. Dejó los alimentos en una mesita de madera, ni si quiera miró a Kagome, debía disimular en presencia de Rin. Pero una vez que la pequeña se fue y que le había hecho creer que él iba a buscar a su hermano, pegó media vuelta y volvió a la habitación. Abrió la puerta lentamente, temiendo que Rin lo escuchara, y una vez que hubo espacio suficiente entró. Allí estaba su doncella, acurrucada como un gatito durante una noche de tormenta, durmiendo aunque el sol pronto estaría en lo más alto del firmamento. Mientras veía su rostro angelical, en su mente se mezclaban imágenes de la discusión de la noche anterior, y todos los rumores que había escuchado. Necesitaba hablar con ella lo antes posible, aclarar las cosas. Se iría pronto, y no quería que las cosas quedaran mal con Kagome. Poco a poco y sin darse cuenta, su objetivo se iba desviando. Ya no estaba tan seguro de querer ‘conquistar’ a Kagome. No era por los rumores, eso sería algo que juzgaría después de hablar con ella, pero por alguna razón no quería que Kagome fuera solo una conquista más. Ella le caía bien, tenía una buena actitud, adoraba esa mezcla de carácter, inocencia y bondad que ella irradiaba. Quería que fueran amigos, no solo amantes de una noche, y aunque no negaba que cada vez que daba un paso moviendo las caderas en una forma tan ingenuamente seductora lograba despertarle un deseo insaciable de tenerla entre sus brazos, también sabía que quería forjar un vínculo más fuerte con ella. Tenía pocos amigos, poseía una tendencia a creer que los demás solo lo querían por ser el príncipe y por eso no le interesaba socializar más de lo necesario. Pero Kagome era diferente, ella vivía entre la realeza pero parecía tener la simpleza de una campesina. A pesar que esos costosos vestidos que usaba en las fiestas le calzaban endemoniadamente bien, parecía estar incomoda. Estaba seguro que ella era de vestirse con vestidos cómodos, con escote recatado y falda llovida, que le permitieran un buen movimiento. “Kagome” susurró con intención de despertarla. No podía seguir esperando para hablar con ella. Pero la chica no hizo ademán de haberse despertado. Se acercó un poco más y su mano se dirigió al hombro de la azabache. Recién entonces fue cuando vio un pequeño detalle, y su mano se detuvo en seco. Había una marca en el cuello de Kagome. Conocía ese tipo de marca, era esa que hace un amante desenfrenado que no puede esperar más para poseer el cuerpo de la mujer a quien marca. Es como una prueba tangible de que quién esta marcada tiene dueño. ¿Quién le pudo haber echo esa marca? A su mente solo vino un nombre, que fue suficiente para hacer su sangre rabiar en furia. Naraku. Entonces Kagome le había mentido, si se había acostado con Naraku. Y seguro lo había echo más de una vez. Estaba seguro que se la había echo durante la fiesta, lo habría notado cuando ella fue a recibirlos el día anterior, horas antes del evento. ¿Habría sido cuando Naraku se la llevó al jardín? Entonces recordó la mirada de suplica Kagome mientras el Rey la arrastraba por el salón. Sería…que Naraku la obligaba a acostarse con él? Porque para él ya era un hecho de que Kagome era amante de su rey. Pero Kagome era una mujer con carácter, estaba seguro que no se dejaría domar fácilmente, ni si quiera por Naraku. Quizás por eso no escapaba, por eso se quedaba junto a Naraku. Con el ceño fruncido miró por última vez a Kagome y se fue. No podía creer que ella le hubiera mentido. Y que creía que podían ser amigos.
* * *
Sus ojos marrones miraron la ventan por quinta vez, ya se estaba cansando de esperar. Se recogió el largo pelo negro, y se revolvió el flequillo con esperanza de aminorar el calor que la abatía. Debió haber llevado su abanico. A sus 21 años, sin estar casada y bastante metida en política para ser mujer, estaba dispuesta a pelear por el bien de la gente que quería pero tenía un pequeño obstáculo: El Rey.
-Kikyo, que sorpresa verte por aquí-dijo Naraku al entrar en su despacho
-Naraku-musitó la joven con ferocidad
-Pareces enojada, cariño, ¿problemas para conseguir esposo?-dijo Naraku
-Sabes a que vengo a hablar-dijo Kikyo
-Otra vez con el mismo tema, te aseguro que obtendrás la misma respuesta-dijo Naraku sentándose tranquilamente
-¡Por dios! ¿Acaso tu ambición no tiene límites? Eres el rey, la gente de tu pueblo está muriendo de hambre! Tienes que hacer algo para remediar esta situación-exigió la joven
-Kikyo, Kikyo, cuando vas a entender que no importa que tan fuerte grites o cuantas veces vengas a hablarme, no voy a desistir en mi plan? Que tú padre se encargue de la organización del reino no significa que tengas derecho a reclamarme a mi sus malos manejos-dijo Naraku
-Primero que nada, no es mi padre, es mi padrastro, y segundo que él hace lo que puede, pero tú te gastas demasiado dinero en tu plan para apoderarte de los cuatro reinos. Debes hacerte cargo de tu reino y dejar de derrochar dinero en fiestas y lujos innecesarios.-dijo Kikyo
-No lo haré-dijo Naraku implacable
-Si no lo haces, corres el riesgo de una Revolución. Si el pueblo se vuelve en tú contra tendrás muchos problema-dijo Kikyo
-Un grupo de campesinos desorganizados jamás podría ganarle al ejército real, además de que nunca podrían pelear con el estomago vacío-dijo Naraku
-No subestimes a tu pueblo, Rey Naraku-dijo Kikyo con la mirada feroz
-Espero que no estés pensando encabezar una Revolución, Kikyo, sería una lástima que una belleza como tú muera sin haber sido poseída por ningún hombre-dijo Naraku acercándose a ella
-No me toques-dijo Kikyo evadiendo aquella mano que osaba querer acariciarla-¿Aún crees que podría acostarme contigo? Que seas el rey no significa nada
-Te pareces tanto a Kagome, y a la vez las dos son tan diferentes-dijo Naraku
-No lo sé, quizás un día sea Kagome quien encabece una revolución y no yo. Esa muchacha ha sufrido con la desdicha de tener que vivir en el mismo techo que tú, no sé que relación tienes con ella pero estoy segura que la tienes junto a ti con amenazas
-Ya sabes como me gusta jugar sucio
-Ten cuidado, un día Kagome ya no se quedará en las sombras temerosa de tus intimidaciones, y al igual que tu pueblo podría querer matarte.
-Kagome no es capaz de matar a nadie, ella es demasiado pura
-Quien sabe, no olvides que ella te odia
-¿Haz estado hablando con ella?-preguntó el rey levantando una ceja
-Por favor, se nota en su mirada, todo el tiempo esta alerta, en cada oportunidad que tiene se aleja de ti, y pone una mueca de desprecio ante el más mínimo roce. Esa chica te odia, Naraku.
-Tal vez, pero me odie o no, terminará en mi cama, sabes que siempre consigo lo que quiero. Pero no te preocupes, querida, tú también terminarás despertando a mi lado muy pronto
-Antes me mataría a mi misma-dijo Kikyo con desprecio
Naraku iba a contestar, pero la puerta se abrió dejando ver a un joven con el cabello alborotado y la respiración agitada
-Rey Naraku, tenemos informes del general-dijo el joven soldado al ritmo en que recuperaba el aliento

Continuara...

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

¡INUYASHA BAKAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
¿Cómo se le ocurre sacar conclusiones sin siquiera preguntar?
Es que tan lejos que llegó para que ahora nadamás así de por sentado que KAgome es amante de Naraku (y lo peor del caso es que ni lo es¬¬)

¡Me da coraje! Yo que pensé, ahora sí va hablar con ella y quizá hasta un beso haya y mira con lo que sale ese tonto!!!!!!!

Izayoi es muy dura, qué mujer tan recatada, qué bueno que el marido le recalca sus propias incongruencias.

Mmh, tenía que aparecer kk ¬¬, pero espero que le vaya muy mal por meterse contra Naraku xD

¿Y qué son esas noticias del padre de KAgome? Chín, te pasas, lo dejas en lo más emocionante¬¬

Apúrate Sofi que ya quiero saber qué es. Con tal de que no sea que lo hirieron o que algo le pasó. NOOOOOOOOOOO ¿POR QUÉ ME DEJAS CON LA INTRIGA?????????

Ok, me calmo. Bueno, te mando un besote y un abrazote y espero pronto tu siguiente capítulo amiga!!!!!!!!!!!!

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Chicas, Chicas, ¿todabía no aprendieron que en mis fics Kikyo es buena? No quiero que nadie la insulte ¬¬
Bien, estoy escribiendo la conti. Les digo que estoy un poco triste, me acabo de dar cuenta de la cantidad de gente que se fue de CZ, gente que era muy amiga mia y que estoy segura que se fueron por las nueva politicas. No, chicas, no! No hay que irse! eso es ser cobarde! hay que quedarse, hay que pelearla, poner el pecho a la bala! No hay que dejar que nos saquen de nuestro lugar. CZ es algo muy preciado para mi, fue quien me introdujo a la literatura y gracias a este foro hoy puedo escribir y mostrarselo a la gente. CZ me dio mucho, y creo que a más de una tambien. No hay que irse, si se van se pierden amigos y es como admitir que perdieron, eso esta mal! ¿Porque les digo todo esto? Porque deberian saber que mi estado de ánimo influye ENOMERMENTE en la redacción de la conti, asi que no se que saldrá xD. Quizas la termine para hoy, quizás para mañana

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Y para los que querian saber que paso con el General! Aca esta la conti!!


Capitulo 5 “Primer paso hacía la conquista”

-¡Maldición!-gritó Naraku golpeando su escritorio
-Parece que tu futuro ya no se ve tan próspero-dijo Kikyo, mientras le hacía señas al joven soldado sin que Naraku lo notara
-Me retiro-dijo el joven
-El general era una pieza clave para ganar la guerra…-dijo Naraku
-Pues ya escuchaste lo que el joven dijo. Solo vi al general una vez en mi vida, pero fue suficiente para ver que era un buen hombre. Yo creo que él ya sospechaba todo esto que tramas. No pudo soportar el hecho de que estaba engañando a su ejército y a su pueblo, y por su astucia sabía que si él se rehusaba lo torturarías para que te obedeciera, yo creo que tomo la decisión más sensata. Perdiste al mejor estratega de los cuatro reinos, y todo por tu avaricia-dijo Kikyo
-Kikyo, vete de aquí antes de que descargue mi furia contigo-amenazó Naraku y la joven prefirió hacerle caso
* * *
-¡Kagome!-llamó el joven soldado al encontrar a la muchacha
-Hoyo, ¿que haces aquí? Pensé que estaba con mi padre…-dijo Kagome
-Lamento ser yo el portador de malas noticias, Kagome, pero tu padre me encargó darte esto-dijo Hoyo entregándole un carta con el nombre de la joven
-¿Qué es esto?-preguntó Kagome, Hoyo negó alegando que no sabía-déjame sola, Hoyo
-Pero Kagome…-quiso protestar el joven
-Por favor, Hoyo, dijiste que era una mala noticia y quiero leerla sola-dijo Kagome
-Esta bien, pero me quedaré por los alrededores-dijo el joven y se fue
Con dedos nerviosos abrió el sobre encontrándose con un papel amarillento y la caligrafía de su padre.

Kagome:
Naraku me engañó, de haber sabido de su plan desde un principio jamás me hubiera convertido en general. El maldito a quien alguna vez llamé Mi Rey ha estado utilizándome para sus propios objetivos. La razón por la que nuestro pueblo muere de hambre y dolor no es por los supuestos manejos de nuestro antiguo rey, el honorable Rey Onigumo, sino porque Naraku utiliza el dinero del reino para su oscuro plan. Quiere apoderarse de los cuatro reinos, sin importarle cuantas personas mueran en el transcurso. Sin que nadie lo sepa he hablado con el Rey de Hirakotsu, y me ha asegurado que no tiene ningún interés en comenzar guerra alguna. Deberías haber visto su cara de sorpresa cuando se lo pregunté. No sé de qué forma lo hará, pero planea inventar una guerra contra Hirakotsu, en donde matará a los reyes de Tessaiga y Kazaana. Según el acuerdo con Tessaiga, al morir el rey es Naraku quien pasa al poder. Y en el caso de Kazaana, para que el Príncipe Miroku asuma debe casarse con la princesa Rin. Una vez que la corona este sobre la cabeza de nuestra princesa, mandará a asesinar al Príncipe Miroku, y siendo que Rin es muy pequeña para gobernar, una vez más será él quien quede al mando. Cuando tenga el control de los tres reinos, atacará a Hirakotsu quien no tendrá más opción que someterse a su poder. No quiero ni imaginar las muertes que esto provocará, y mucho menos lo que sería vivir bajo el poder de Naraku cuando su ego se expanda de manera infernal si su plan resulta. No quiero ser cómplice de todo esto, pero si me opongo al rey podría hacerte daño a ti. Eres lo más preciado que tengo, Kagome, jamás dejaría que algo te suceda. Doy mi vida por la tuya, y la razón por la que te he contado todo esto no es para que organices un movimiento popular en contra del Rey o intentes vengarte de nada, es solo para que entiendas la razón de mi partida. No volveremos a vernos, pero estoy orgulloso de decir que confío en que mi niña podrá arreglarse solas sin su padre. Porque mi niña ya es una señorita. Nunca dejes que nadie pase por encima de ti, sin importar que seas mujer o tu edad. Tú vales mucho más que muchas otras personas que se refugian en sus títulos de nobleza y sus contactos. Que nadie te subestime, ni si quiera Naraku. No huyas del castillo, estas segura allí, y la Princesa Rin te necesita. El plan de Naraku es imparable, yo no puedo hacer nada desde donde estoy ahora, y no quiero que tú te expongas al peligro. Naraku no te hará daño, estará demasiado ocupado en su malévolo plan. No me busques, pequeña, para cuando leas esta carta me habré ido de este mundo para siempre. Le contaré a tu madre y a tu hermano en la mujer que te has convertido, y desde el cielo te estaremos cuidando. Esperó que falte mucho tiempo para nuestro próximo encuentro, y quema esta carta después de leerla, nadie debe saber que sabes del plan.
No estés triste, princesa, todo estará bien. Tú estarás bien. Con todo mi amor, Tu Padre.
Las lágrimas no se arremolinaron en sus ojos como hubiera pensado. En su garganta no había nudo, en mente no había sufrimiento. Se había guardado todo en su corazón, congelándose en la frialdad de su mirada, ahora no tenía tiempo para llorar. Cuando perdió a su madre y a su hermano aprendió que si uno se consume en su tristeza los demás pueden aprovecharse de ese momento. Quizás si en aquel tiempo no se hubiera bloqueado en lágrimas se hubiera dado cuenta cuando llegaron los hombres de Naraku a llevársela al castillo real. Para cuando reaccionó, estaba en su nueva habitación con su padre despidiéndose de ella, diciéndole que volvería en unos meses, para luego volverse a ir semanas después. Ahora era diferente. Ella era diferente. En aquel entonces tenía apenas 12 años, pero ahora, varios años después, podía decir que era más fuerte. Mucho más fuerte. Sí su padre ya no estaba, entonces ella tendría que hacerse cargo de la situación. Ella era la hija del mejor estratega de las Tierras de Shikon, tenía que pensar en algo. Primero que nada tenía que ver si el Rey de Tessaiga ya se había ido, sería bueno hablar con él. Dudaba en que el rey en persona la recibiera, sobre todo por los rumores que hay sobre ella que le habrían creado un mal prejuicio. Pero quizás podría hablar con Inuyasha. Ellos estaban peleados, pero sabía que él la escucharía si le decía que era de urgencia, solo había sido una pelea sin mucha importancia. Corrió a la puerta principal, donde vio la carroza esperando por la familia real. Le dijeron que los reyes estaban en la sala principal, despidiéndose de Naraku. Eso sería un problema, no podría hablar si Naraku estaba ahí. Pero en al sala solo estaban los Reyes, eso quería decir que los príncipes estaban en otro lugar. Tenía que encontrar a Inuyasha.
* * *
¿Qué culpa tenía él de que su madre se olvidará su ‘preciada medalla’ en la habitación? Podrían haber mandado a un sirviente a buscarla pero ¡No!, lo mandaban a él, porque un sirviente podría robarla y decir que no la había encontrado. Escucho unos pasos, alguien se acercaba corriendo. Se dio vuelta a ver quien era, y vio a una joven aparecer por una de las galerías. Perfecto, para ayudar a su mal humor además debía encontrarse con esa.
-¡Inuyasha! Te…he…estado…buscando…-dijo Kagome con la respiración entrecortada, su mirada se mantenía seria.
-Kagome…-dijo Inuyasha sorprendido al verla
-Necesito hablar contigo, es urgente-dijo Kagome
-Pues que lástima porque yo no quiero escucharte-dijo él
-Entiendo que estés enojado por lo de anoche. Lo siento, ¿de acuerdo? Sé que me porté como una niña, no debí haberte juzgado así, pero me arrepiento. Por favor, tienes que escucharme, es urgente-dijo Kagome
-No es por la discusión, Kagome. Eso fue algo sin importancia. Pero me mentiste, eso no lo perdono-dijo Inuyasha mirando de reojo
-¿Eh? Yo no te mentí, Inuyasha-dijo Kagome confundida
-Ahí vas otra vez haciéndote la inocente. Ya deja de actuar Kagome-dijo Inuyasha con desprecio
-No te entiendo
-¿Tengo que explicártelo? ¡Ya deja el teatro! Ya sé que sí eres la amante del rey. La verdad eso no me importa, no son mis asuntos, pero yo pensé que eras mi amiga pero me mentiste ¿Qué pretendías? ¿Acostarte conmigo también? Sabes, lo hubiera hecho si me lo hubiera dado a conocer en un principio, no era necesaria tanta actuación.
-¡Yo no soy la amante de Naraku!
-Pues la amante de alguien eres, sino ¿cómo explicas la marca en tu cuello?-acusó el príncipe
-No, Inuyasha, yo puedo explicarlo-dijo Kagome posando su mano sobre la marca-No es lo que crees, yo-…-
-No te gastes, Kagome, no quiero seguir escuchándote-dijo Inuyasha
-¡Bien! No me creas, pero escúchame! No vengo a hablar de nuestros asuntos personales, esto es algo importante!-dijo Kagome
-¡No inventes más excusas! Dije que no quería escucharte. Tú presencia me enferma, espero que nos podamos ir pronto de este lugar.
-Pero Inuyasha
-¡Te dije que te callaras!-ordenó Inuyasha
-¡No me grites!-contestó Kagome
-Puedo gritarte todo lo que quiero, yo soy un Príncipe y tú una cualquiera. Sabes que si quisiera podría mandar a matarte
-Si no me escuchas tendrás otros problemas en los que preocuparte
-¿Me estas amenazando, encanto?
-¡Claro que no! Por favor, Inuyasha, escúchame, esto va más allá de nuestros problemas personales
-Ya resígnate de una vez, Kagome, no voy a acostarme contigo, deja de buscar excusas
-¡Ja! Ya quisieras que me acueste contigo-dijo Kagome, sintiéndose herida en su orgullo
-No, gracias, jamás me rebajaría al nivel de acostarme con una cualquiera como tú
-Parece que anoche no estaba exagerando, de verdad te dejaste llevar por esos malditos rumores
-¡Tienes un mordiscón en el cuello y dices que son solo rumores! ¡¿Hasta cuando vas a mentir?!
-Eres un idiota, Inuyasha. Se nota que nunca te ha faltado nada en la vida, que tienes el poder de eliminar a cualquiera que se atreva a hablar mal de ti, que nunca tuviste que hacer algo que no querías para que no lastimaran a tus seres queridos. Eres igual que todo el mundo, te dejas llevar por lo que dicen los demás, y no quieres que te expliquen las cosas, tienes miedo a que te saquen de tu burbuja. Fue un error venirte a pedir ayuda a ti-dijo Kagome con la misma mirada fría de cuando terminó de leer la carta de su padre
-Hablas como una victima, Kagome, ese es tu mejor personaje, ¿verdad? Hablas como si alguna vez hubieras sufrido todo lo que acabas de decir. No mientas, Kagome, es obvio que cualquier cosa que necesites solo tienes que pedírselo a Naraku y todos tus problemas se solucionaran en unos minutos. ¡Deja de mentir!
-¡Yo no miento!-dijo Kagome
-Señorita Kagome, Príncipe Inuyasha, ¿Por qué pelan?-dijo una voz infantil
-Rin…-dijo Kagome-No, no estábamos peleando
-Si lo estábamos-dijo Inuyasha cruzándose de brazos y recibiendo como respuesta una mirada asesina
-Solo son cosa de adultos. Rin, ¿Por qué no vas con Kaede y le preguntas si pueden ir a dar un paseo al campo?-dijo Kagome
-Pero me prometió que hoy iríamos a cabalgar juntas-dijo Rin
-Lo siento, pequeña, surgieron algunos inconvenientes. No te enojes, pero si voy contigo solo te arruinaré el día, no estoy de humor-dijo Kagome
-Pero usted siempre está de humor-protestó Rin
-No hoy, pequeña. Anda ve. Iremos otro día, y luego iremos al lago en la noche a cazar luciérnagas, ¿quieres?-dijo Kagome
-Esta bien, pero es una promesa-dijo Rin desilusionada antes de irse
-¿Tanto te deprime pelearte conmigo, linda?-dijo Inuyasha detrás de ella
-Mi vida no gira en torno a ti, tengo otros problemas en que preocuparme-dijo Kagome sin voltear
-Pues deja de preocuparte, solo díselos a Naraku y él los solucionará-dijo Inuyasha
-No molestes, Inuyasha-dijo Kagome empezando a caminar
-¿Vas a correr a refugiarte en Naraku?-se burló el ambarino
-Eres un infantil-fue todo lo que dijo la azabache
Sin que Inuyasha lo viera, una lágrima resbaló por la mejilla de Kagome. La única que permitió salir. Había perdido a su padre, se peleó más con Inuyasha y con eso se quedó sin su apoyo, y había decepcionado a Rin. Y todos sus problemas tenían una misma raíz. Naraku. Una mirada congelada ocultaba sus sentimientos, estaba sorprendida de no haberse quebrado en lágrimas, y por un lado estaba orgullosa de su fortaleza. Solo se preguntaba hasta cuando soportaría, porque ese sería un día largo. Más de lo que ella creía. Primero que nada, debía enfrentar a Naraku.

Continuara ^^

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡konichiwa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Continualo Esta Buenisimo, De Verdad.

Odio A Ese Naraku, No Lo Soporto, Me Gusta El Papel Que Le Das A Kikyo (le Queda Mejor) Y Por Los Demás Me Encanta.

Espro La Conti, Bisitos Di Cadamelo Pada Ti, Sayonara

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

NOOOOOOOOOOOOO!!!!! No manches!!!!! Por qué le tuvo que pasar semejante cosa al padre de Kagome???????? Bueno, al menos se pudo dar cuenta del plan de Naraku, pero no sé, hubiera armado alguna buena revuelta para que no se consumara su plan, no sé algo :-S

Es terrible y ahora sí que Kagome está en un grave aprieto, para colmo de males se le ocurre pedirle ayuda a inuyasha y ese baka sigue sin creerle nada ¬¬ Al menos Rin llegó y un respiro pudo tener de esa acalorada discusión con inu!!!!!!

Espero con ansias el siguiente capítulo, ya quiero saber qué hará kagome ahora que conoce detalladamente el plan de naraku y que no cuenta con inuyasha!!!!!!!!

Por cierto, espero que eso de que no te gusta que insulten a kk no lo hayas dicho por mí, a mí me cae re'gorda, pero no la insulto, simplemente no me cae xD y lo digo con todo respeto a las fans de la miko.

AH y sí es terrible que medio mundo se fuera del cz, en realidad yo también me había ido, justamente por lo que dices, pero si regresé a publicar y leer fics aquí es por que hay varios con muy buena calidad, como los tuyos, que sería bueno que también publicaras en otros lugares, como mera sugerencia!!!!!!!!!!

BESOS Y PON LA CONTI PRONTO Y NO TE DEPRIMAS, ASÍ TENGAS UNA ÚNICA LECTORA NO DEJES DE ESCRIBIR POR NADA DEL MUNDO, YO TE LEERÉ SIEMPRE!!!!!!!!!

 

Re: - La Protegida del Rey [Inu&Kag] -

Me encantaria invitarte Cath, a todas! pero creo que seria algo complicado xD, ya sabes, las distancias jaja. Que bueno es tenerte d enuevo por aqui ^^
Y Leti, si habia considerado postear mis FF en otros lugares, pero soy muy vaga xD, si alguien quiere llevarlo a otro lugar solo tiene que pedir permiso, pero yo creo que no lo haré de pura vagancia xD
Gracias a todas por el apoyo y los post ^^ pronto traeré la conti