La IrOnÍa De DoS mUnDoSs (InuxKagxSesshxInvitadosEspeciales)

Re: La IrOnÍa De DoS mUnDoSs (InuxKagxSesshxInvitadosEspeciales)

OMG! dudas xD okas okas aqui voy xD

sesshomaru le dice asi a izayoi la madre de inuyasha por que como es humana y el es un demonio puro no me llego otra idea la cabeza xD

pero ahi les va el dato OJO eh^^

no se le bajo la presión, tanto dolor le había sofocado que no pudo contenerse ya que su sueño aun le persigue^^U
inuyasha odia a sesshomaru por que lo defiendio tanto y este nunca le hizo mucho caso que ahora no logra comprenderle y le llena de dolor el pensar lo que hizo por el.

sesshomaru no sabe por que odia tanto a su hermano pero le es una dicha que alguien sufra lo mismo que el y como inuyasha ya no esta solo, quiere destruirle lo que le guia^^ a y kagome le mintio a inuyasha con la "baja de presión" ya que si le decía que habia visto a sesshomaru como un ser debil, no sabria como actuaria inuyasha.

listo^^

byebye!^^

 

Re: La IrOnÍa De DoS mUnDoSs (InuxKagxSesshxInvitadosEspeciales)

eh aquí la conti de mi fic^^

igual es pequeña, pero me esmere en hacerla y como hago el fic cada dos días xD

pues se me hará normal^^

aqui les va^^:


Capitulo 1 parte 2:



“¿Podré ayudar a Sesshomaru alguna vez? ¿Por qué pienso sobre ello? Yo amo a inuyasha… yo le amo”


-¿Pasa algo Kagome?- unos ojos llenos de preocupación se reflejan en aquella mirada desconcertada y agraciada.


-Estoy bien Inuyasha- una sonrisa se posa en aquella muchacha de cabellos azabaches, mientras se dirigían a la escuela, mas la mirada del joven que la acompañaba no dejaba de mirarla con una severa preocupación.


-¿Qué miras?, ¿Tengo algo en el cabello?- le mira con esa misma sonrisa


-Kagome… si hay… algo que pueda hacer para…-


-¡Kagome! ¡Inuyasha!- hermosa tez blanca, un cuerpo bien formado, el pelo hecho una cola alta, dulce sonrisa, ojos chocolates y adornados con sombras en rosa, piernas largas y piel brillosa.


-¡Sango!- la mira con una sonrisa llena de paz y saluda


“¿Qué querrá decirme Inuyasha? ¿Acaso le importaré demasiado?, Inuyasha…”


-Vamos o llegaremos tarde a la escuela, además, Miroku espera, desde hace más de una hora- la alegre sonrisa renace a una enamorada, las mejillas tornan a un rosa, y el latir del corazón se agita por momentos.


-Pe… Pero Kagome, yo quería decirte- se muerde un labio, no podía decirlo frente a la otra mujer que los acompañaba.


“Inuyasha… ¿Tanto significo para ti? ¿Por qué no puedo serte leal? ¿Por qué?”

-Descuida ya me lo has de decir después de clases- suelta su mano y le mira por unos segundos.


Su corazón sentía partirse en dos, tanto dolor le causo su hermano, y ella pensaba ayudarle, se sentía protegida por Sesshomaru, le agradaba la compañía del ser que jamás le demostró emociones a su hermano.


La chica comienza a correr hasta el salón mientras ambos chicos confusos la ven.


-¡Me adelanto!- grita desde la gran distancia, un corazón culpable, ¿Por qué pensar en el hermano de tu novio?


“Inuyasha… ¡No quiero lastimarte! ¡No puedo engañarte! ¡Te amo demasiado! Te amo”

El aire comienza a irse, su corazón palpita fuertemente, esos ojos de soledad, la soledad inmensa de aquel chico al que ama, su única luz, ella. Un gran peso tras su espalda, un error y acabará con una vida, una vida inocente que la necesita como su aire.


-¿Por qué no puedo dejar de pensar en tú hermano cuando me necesitas? ¿Por qué me amas más que yo a ti? ¿No eras tú quien me cambiabas por Kikyo? ¡Inuyasha eres un tonto!- las lágrimas, la culpa, las emociones recorren su cuerpo explotando en lágrimas salinas del destino.


Cae de rodillas cabizbaja, la mirada de tristeza infinita, él la necesitaba, no había tiempo para sentirse culpable, para reír o llorar, él la necesitaba, no había tiempo para saber de su vida, una promesa es una promesa.




**************************************************




-Cortamos Inuyasha- tez fría, ojos vacíos y perdidos, no hay alma en ella más que un poco de calor, hermoso mirar, fija en decisiones, odio y amor en su corazón prevalecen.


-¿Por qué lo dices Kikyo? ¡¿Por qué?!-descontrol infinito en aquel niño que comienza a ser hombre.

-Inuyasha, sabes que yo… que yo…- se muerde el labio con dificultad, quería llorar, mas no debía hacerlo, la rabia le consumía.


“Inuyasha no merece perdón, ¿Cómo pudo venderme a su hermano? Me traicionaste”


-¡Ya no te soporto! ¡Ya no sé si puedo seguirte amando!- lágrimas de dolor y rabia, una daga sobre el cuello del muchacho


-Kikyo, ¿Por qué me dices eso? ¿Por qué?-un hombre no sabe llorar, hasta que prueba el dolor de la distancia, la soledad y las pérdida de su felicidad.


-¿Cómo lo puedes preguntar Inuyasha?... ¡eres un imbécil! ¡¿Por qué dejaste que Sesshomaru me tuviera?!-


¡PLAF!


La mejilla ahora rojiza de aquel chico, asomaba una confusión inmensa, ¿Venderla? ¿Cómo pudo decirle eso? ¿Su hermano?


-¡No metas a mi hermano Kikyo! ¡¿Cómo te atreves a culparle?!- la furia le llega, ¿Su hermano? ¿Por qué lo metería? ¿Será solo una excusa?


-¡El me dijo que tú jamás me amaste y que me usaste! ¡Eres un maldito! ¡¿Por qué me engañaste?! ¡Por tu culpa! ¡Por tu culpa mi padre me ha querido casar con Naraku!- golpeando fuertemente su pecho, llorando, llorando desconsoladamente- ¡Por tu culpa estoy embarazada de Naraku! ¡¿Por qué me hiciste amarte así?!-


“Si no me hubieras usado, no hubiera bebido tanto para olvidarte, desgracie mi vida por ti, ahora me casaré con quien no amo, Inuyasha eres un maldito ¡maldito demonio a quien amo!”


-¡No metas a mi hermano! ¡Yo te amo! ¡¿Cómo puedes dudar de mi amor?! ¡Kikyo!- la besa de golpe, la furia le consume, desea tanto no terminar con ella, su soledad le regresa de golpe, el golpe duro de la vida.


¡PRASH!


Cae de golpe contra la pared, la mirada de rabia de aquella muchacha


“¡¿Por qué me besas?! Me haces sufrir, maldición, te amo, ¡pero no puedo estar contigo! Ya es muy tarde para pedir perdón”


-No te quiero ver jamás Inuyasha, ¡Jamás!- corriendo en dirección contraria, corriendo sin salida alguna, el amor y el miedo a que sea una confusión, la mentira que la llevo a la desgracia, el odio hacia un hombre que llego muy tarde a dar la explicación…


-Kikyo, ¡Kikyo!- cae de rodillas desganado, la mirada de odio, la mirada de odio de esa mujer.


“Mi hermano me mira así siempre ¿ya no me quiere ver en verdad? ¿Estaré solo toda mi vida? Madre, te extraño tanto, desearía sentir tus caricias y tus besos, la soledad me abraza, la única mujer que eh amado me ha dejado, aun no sé porque”


-¡¿Por qué?! ¡¿Por qué soy tan imbécil?! Mi hermano me odia, mi padre ha muerto, ¿por qué mis amigos no son suficiente?, no quiero morir solo, ¡no quiero!-se abraza sus piernas, el dolor y miedo le consumen, “bastardo” la palabra que le define, la palabra que lo marca.


Amor… el amor maldito que te da el paraíso y luego te lo quita como una serpiente venenosa.


-No estás solo Inuyasha- una sombra se divisa en aquella niebla voraz, la dulce voz que siempre anhelo escuchar-A un me tienes a mí, quizás Kikyo se ha ido, pero todo estará bien, no te abandonaré jamás-


Un cálido abrazo, una chica llena de ternura, su mirada de tristeza, lágrimas acompañan su agonía.


“Kagome… ¿Lloras por mi? ¿Por qué me dices lo que quiero escuchar? ¿sientes lo que yo siento?”


-No te dejaré jamás Inuyasha, yo te acompañaré siempre, tu y yo siempre- el cálido abrazo, la fuerza aumenta, lágrimas tibias de preocupación infinita.

-Ka…Kagome- un susurro del viento, el corresponder el abrazo.

“Esas palabras, ¿Las protegeré siempre? ¿Por qué me apoyaras tanto? Perdóname Kagome, no puedo amar a nadie más todavía”

-Yo sé que lo que te ha dicho Kikyo aun no lo comprendes, pero yo estaré a tu lado para que sobrepases la marea, te cuidaré y esperaré a que me ames, no pido que me ames aun, soy tu mejor amiga y los amigos se ayudan y esperan con paciencia- una sonrisa con ternura infinita, una ayuda, una vida.

“¿Lees mis pensamientos? Tus palabras me hieren y me curan, Kagome, ¿Por qué eres tan buena conmigo?”

-¿Es una promesa?- corresponde el abrazo con la mirada pérdida, el corazón se le iba y lentamente revivía, un mal paso y todo se perdería.

-Te lo prometo Inuyasha- susurra recargando la cabeza de Inuyasha en su hombro y abrazándolo mientras acariciaba su largo cabello platinado.

-Kagome… ¡¡¡KIKYO!!!- un grito devastador, el dolor le parte el corazón, la culpa llega como una daga que perfora en su ser, ¿Él era el culpable del sufrimiento y desgracia de Kikyo?, eternas lágrimas salinas explotan dentro de sí, abraza con fuerza a Kagome, como si su vida dependiese de ello y así era, sentía un peso terrible eh infinito.

Nadie le había dicho que jamás le dejarían, que estarían a su lado siempre, nadie le culpo de su desgracia como lo había dicho esa mujer, lastimado, hecho pedazos no le quedaba más que llorar y seguir llorando.

-Te lo prometo Inuyasha, no te dejaré jamás- soportando el dolor y la fuerza impactante de aquel chico, no había tiempo de pensar en ella, Él la necesitaba, la necesitaba más que nunca…


****************************************************************************


-Inuyasha, no puedo abandonarte jamás, te lo eh prometido y lo mantendré para siempre- apretando su falda con fuerza usando las dos manos, alguien dependía de ella; ella no estaba lista, la esperanza se iba lentamente ante ese gran peso.

-Kagome, ¿Qué haces aquí?- ojos ámbar penetrantes, sonrisa fulminante y carente de sentimiento, fija ante lo que más desea, la manzana que ha caído del árbol, la manzana dorada, el punto débil de su hermano el “bastardo”.



Continuará^ ^…

 

Re: La IrOnÍa De DoS mUnDoSs (InuxKagxSesshxInvitadosEspeciales)

Hola!^^ ya vine con la conti^^

pido un favor:

las que lean mi fic y no posteen por favor haganlo =( me duele muchisimo ver mi fic con solo una amiga que postea ._.
me deprime y me cuesta seguirle^^

si desean seguir viendo el fic, les suplico que se esfuersen por postearme, aunque no les agrade mi fic =(
critiquen si quieren mas no solo lean y se vayan despues^^

byebye!^^



Capítulo 1 parte 3 (última)




“Está llorando… ¿Estará bien? ¿Por qué debería importarme un insignificante mujer? ¿Por qué debería?... ¿por qué?”


-Sessho…maru- viéndole con lágrimas de dolor en los ojos,el imenso dolor y la misma duda de siempre ¿por qué está cuando le necesito? – “¿dónde estoy? A decir verdad, no me fije a donde iba cuando corría, je, que torpe soy” Perdóname Sesshomaru, yo estaba…-


-No importa, si no quieres decir la razón- intentando comprender el por qué, dándose la vuelta intentándose perder, no ser un estorbo.


“Pero ¿Qué demonios hago?, es el momento, debo aprovecharlo, debe ser mía”


Pensamientos caprichosos de la vida, deseos impuros sobre una chica, abuso de la moral, la inocencia peligra, la culpa le domina, la llave maestra para obtenerla.


-Sesshomaru discúlpame, no debí molestarte, por favor…- intenta tomar el brazo, más este es inexistente.




**********************************




Las sirenas, el sonido de estas se fortalece, los niños y el herido van juntos, el carro es apagado de inmediato por el agua de los bomberos…


“esa voz, una dulce voz, es acompañada por otra desagradable… conozco la primera voz, ¡mi hermano! mi adorad… No… ¡el maldito bastardo!”


El despertar repentino, ambas miradas de inocencia preocupada, la tercera mirada de indiferencia, el nuevo inquilino de la ambulancia, el odio consume, la manzana de la discordia, la tentación de ambos hermanos comienza, la inocencia y el orgullo resurgen, la niña, la victima del juego del destino y la discordia del capricho.


-Debemos cortarle el ante brazo, se está en gangrenando, si prosigue así, deberemos cortarle todo- vendando las quemaduras de aquel ser, la piel carcomida por el fuego, la sangre regándose con lentitud.

-¡¿El brazo?! ¡Hermano!- desesperación, miedo de su reacción, despedirse de algo invaluable, ¿gangrena?


-Inuyasha, tranquilo- una mano se posa en el hombro del chico, una sonrisa serena ¿Por qué estaba ella allí?


“¿El brazo eh? Je… no hago buen equipo con mis pesadillas, me arde el cuerpo, siento que me carcomen, ¡arg!, maldita sea, es como el ácido, mil agujas sobre mi piel”


“¿Por qué no puedo moverme?, estaré ¿Inconsciente? ¿Qué mas tragedias me pasarán? Al menos conozco a la maldita dueña de mis pesadillas, la que su muerte me controla, me desvela y me lleva al mismo infierno”


-Kagome, gracias por ayudarme, apenas me conoces y ya me compañas, gracias- lágrimas recorren sus mejillas, la imagen de su hermano, una escena devastadora, extrañas rasgaduras en los brazos, en sus mejillas, en su cuerpo, una media luna en su frente, peculiar juego del destino, cruel y traidor, confuso y risueño.


-No importa, solo me perderé la ceremonia de inauguración- una sonrisa de inocencia, una pequeña gracia sobre su mirar, la paz, la armonía, la dulzura de su voz.




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-Pe…perdóname Sesshomaru Sama- la culpa agrándese, el ser miserable le guía, recordando la desgracia ajena, una desgracia que no se compara.


-Descuida, ese brazo no existe más, a si que deja de molestar-


“¿Qué demonios me pasa?, debo aprovechar que está delicada, no debo ahuyentarla, sí, así es, debo hacerte mía Kagome, mía y de nadie más, yo te destruiré en mis manos, y el bastardo lo pagará, pero ¿Por qué me interesa el bastardo? Debería ser insignificante, maldición…”

-Claro, te dejo de molestar- la poca gratitud, el dolor crece, el maltrato le adormece la risa, ahoga su esperanza, la miseria agranda voraz.


-Kagome – la mirada le sigue, se da la vuelta y la acerca por la muñeca, la mira a los ojos, su mirar penetrante, fijo, desea solo una cosa por ahora, destrucción absoluta.


-S… ¿Sí?- leve sonrojo se asoma, la sangre le hierve levemente, el ser as hermoso la tiene, cada vez más cerca, los recuerdos se pierden, la culpa se agudiza en el subconsciente.


-¿Quieres acompañarme un rato? A esta hora no te dejarán pasar a estudiar- leve sonrisa, le suelta la muñeca, la forma orgullosa, el ser divino ante la humana insignificante.


-Creo, que tienes razón, no me dejarán pasar- sonrisa cálida, dulce voz, linda intención.


“¿Por qué me mira así? Las personas son extrañas, sus emociones estúpidas”


-Estamos en el parque central, ¿Quieres un helado ya que estamos aquí?-


-Me gustaría demasiado Sesshomaru- se acerca a él con timidez, el miedo se asoma, un ser superior a ella, la miseria se extingue, las dudas retruenan, ¿Qué sentirá por su hermano?




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-¡Chicos! ¡Aquí, aquí!- ojos azul marino, sonrisa peculiar, alto, pelo largo hecho una cola, ropa casual.


-Miroku, ¿no ha llegado Kagome?- confusión, desesperación, el ser que ama no está en el lugar prometido.


-No, aun no llega Inuyasha, no la eh visto venir- la duda contagia, ¿Cómo no llego?, mira a la otra mujer, la cual comparte la misma confusión.


-Tal vez se sintió mal Inuyasha- una sonrisa fingida, las cosas podrían empeorar con el pasar del tiempo, la lógica avanza ante la chica


-Sango, Kagome ¿Está bien verdad?- se muerde el labio confuso, hace un momento su amada estaba intranquila, la inquietud, sí, la inquietud le domina.


-Te lo aseguro Inuyasha, no creo que le pase nada malo- “espero” no estará en peligro, es muy inteligente como para perderse-




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*¡La mataste! ¡Es tú culpa maldito! ¡Tú culpa!*


“No fui yo, ¡No mataría a nadie! No a ella, jamás la mataría a ella… la amo”


-La amo…- dudas en su ser, ¿amar?, ¿a quién?, el subconsciente avanza, lo que más desea se expulsa, el susurro, el murmuro de la verdad.

-¡Sesshomaru! Estás pálido- la tristeza, ahogo inmediato, el corazón desquebrajarse lentamente, caída inmediata, respiración faltante- ¿A quién amas?-


-A nadie- reacciona de golpe, palabra suelta por el descuido, la duda le llega- No importa lo que haya dicho, no amo a nadie


“¿amar? Odio esa palabra, fue la culpa de mi padre, fornico con una estúpida mujer, mi madre murió por su maldita culpa, el bastardo fue la desgracia, la caída de mi madre, su caída”


La mano hecha puño ahora, el dolor y la ira le guían, la venganza sonríe a la esquina, la inocencia se perdía lentamente en la agonía.


-Solamente tengo baja la presión- sonrisa fingida, el sonrojo de una chica, el abuso de la sabiduría- ¿Acaso te preocupaste por mí?-


-Sí, debo hacerlo, somos amigos- sonrisa de nobleza, las intensiones sin excusas, la sonrisa de su amiga, solo desea eso.

-¿Amigos? Lastima- la falsa máscara del dolor, desilusión controlada, la culpa su mejor arma- Ya que, me gustas Kagome, cuando te vi en el hospital, tu dulce sonrisa, ese mirar único en ti-


“Es perfecto, pronto serás mía, pero ahora que lo pienso ¿No fue eso lo que me agrado de ésta chica?, su ternura infinita, ¡¿Qué?! No… no siento amor por nadie as que por mi”


-¿Te… guste?- confusión y dudas, respiración agitada, la sorpresa no acaba, el golpe de la vida, la ingenuidad no termina.


-Así es Kagome, estoy furioso, odio a mi hermano, lo odio- aprieta su mano con fuerza, la furia se desata.

Una mano, calidez naciente, sobre su mano es posada, la duda regresa, ¿aquella chica la ha calmado?

“¿Qué hace? ¿Por qué toma mi mano? No debería importarle mi dolor”

-El odio solo daña, destroza tu alma, me duele verte así- toma su mano, un beso en ella se posa, el beso de tristeza eh indulgencia, el dolor se va.

“¿Por qué me ha besado?, ¡Eso no cambia mi odio! ¡Maldita seas mujer! No vuelvas a tocarme con confianza ciega, no quiero sentirme débil, ¡no!”

Arrebato de mano, la incomprensión y la furia, extraña mezcla creada, la duda aparece en un por qué de la vida.

-¿Qué decides Kagome? ¿Estarás a mi lado?- la irá le consume, la calma siniestra, la furia guardada, la reprensión, el dolor lastima, hiere y mata cual veneno.

-Lo lamento Sesshomaru, amo a Inuyasha, le amo, y no quiero perderle- sonrisa segura, el gran peso no importa, él la necesita, la necesita más que nunca, dicha y desgracia, bendición y maldición.

-Bien, entonces no perderé contra él, algún día te besaré- se posa a sus labios un dedo, la sonrisa a medias, no hay ficción.

“¿Pero que dije? ¿Estaré fingiendo? Tontería, estoy fingiendo y nada más, más admiro su lealtad”

-Sesshomaru…- el sonrojo y la intriga, ¿Amor? ¿Amistad? Siempre se ha sentido protegida por el hombre que no ama.

-Vamos, te llevaré con Inuyasha- se levanta con formalidad, la gracia siempre es digna de él.


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-¿Una carta?- la duda le consume, una carta en su casillero a encontrado, justo a la hora de salida.


Carta:

Inuyasha, me di cuenta de que eh cometido el error más grande de mi vida, siempre te eh amado, deje a Naraku, perdí al bebe en un accidente, no sufras, no sentí dolor, aun no le conocía, solo deseo estar a tu lado, lo supe siempre, tu eres con el que deseo pasar mi vida.


Siempre tuya:

Kikyo

Pd:

Te espero afuera de la escuela, justo al toque, no tardes porfavor.


-Kikyo… ¿Aun me amas?- la sorpresa le invade, la duda llega, el amor perdido renace, dolor, el infinito dolor prevalece y las lágrimas perdidas ya no pueden callarse, quizás el odio y amor hagan la lucha, lo más preciado se pierde.

Las alas de la discordia aparecen, la manzana caerá en las manos de otra serpiente, el amor pasado regresa, viejos recuerdos amanecen.


Próximo capítulo:

“El amor es ciego”

Continuará^ ^…