de Inuyasha - La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

el final de mi fic ^^



El cuarto estaba iluminado por velas, pues más que cuarto, parecía esta compuesto de paredes esculpidas de roca prima. Tal y como una cueva, una lúgubre ventana simplemente adornaba el rojizo paraje, y cuando entró fueron los primeros detalles que notó.
Sus pasos resonaban rápidos y frágiles, como si su cuerpo en parte se desplazara colgando y a penas con un leve empujoncito al piso ya se desplazara un gran trayecto.

Observó el techo, no convencido del todo si era por nerviosismo, curiosidad o solo quisiera estirarse. Como fuese, se decía propiamente, daba impresión la altura y las figuras de demonios con garras y gestos que observaban desde arriba, vigilantes a la mediana puerta. Arregló sus cabellos con desdén, como si de algo que siquiera se percatase se tratara. De pronto el frío se fue y se detuvo en seco cuando vio algo que tanto esperaba ver de golpe, luego de tanto tiempo y paciencia, allí estaba, la primer señal de que después de mucho tiempo y agonía, ella estaba cerca.

Encima de un largo lecho esculpido de las raíces propias del suelo, se elevaba galante y cómoda a la vista una cama de tres plazas, con sábanas gruesas y color bordó. No observó más detalle mientras se acercaba analizando el vestido que hacía contraste, era largo y con muchos pliegues. Sus tonos subían de calor, desde el azul claro base hacia fuera con las capas oscureciéndose.

La tela era suave, aunque para nada fina. Lo supo porque la rozó, la tocó en pocos segundos pero analizándola puntillosamente, como solo su persona podría. Sin embargo, cerrado por el propio escudo que con el tiempo había sabido protegerse de sí mismo, su mente aparentaba virar lo que ese vestido allí apoyado le gritaba, parecía tener los oídos tapados, estaba ahí parado solo en la oscuridad, sin nadie alrededor y esperando nada de todo lo demás.

Concentrado, él se volvió una imagen blanca en medio de una luz rojiza, sus cabellos largos casi hasta la cintura, ya que estaban tomados con una coleta a la altura de su nuca, le daban ese aire místico que nadie más podría igualar. De hecho era único, de eso no había dudas algunas, de entre todos los demonios del lugar, y que últimamente habían parecido amontonarse, aun no había nadie que lo igualara en ninguno de sus aspectos, así ella lo había pensado una y otra ves, inclusive en los sucesivos encuentros con su abuelo, siquiera él lo igualaba.

Sus pasos fueron tímidos y titubeó de la impresión en el marco de la puerta. Ese sentimiento… ese ronroneo al verlo. No podía evitarlo… ¿Por qué se sentía así al verlo? Muchos años habían pasado, y ella había seguido cambiando. No envejecía, pero sus cabellos solían cambiar de largo y color, ahora más largos y azulados, con mechones algo dorados. Sintió su mano al frío contacto con la roca, cuando su peso trastabilló torpemente y bufó reprendiéndose por esas reacciones, simulando a una adolescente enamorada, que nunca fue pero ahora formalizaba.

Sus miradas se cruzaron y apoyo su otra mano sobre su pecho, un nudo en su garganta cerro del todo su mente, ahora era él y solo él, nada más.

-sesshomaru-llegó a decir entre medio de una respiración algo entrecortada, extrañaba ver esos ojos brillantes en la densa luz que venía de ningún lugar.

Sus ojos parecieron resplandecer aun un poco más, dando la leve impresión de que sus orbes se habían abierto apenas unos centímetros más cuando escuchó su propio nombre ser pronunciado entrecortada y como nadie lo podía llegar a decir. La miró de arriba abajo, y allí, ella como nunca nadie más la había visto, estaba parada con su cuerpo completamente empapado cubierto solo por una leve tela que apenas cubría su escultural y largo físico.

-Kagome-dijo el ahora clamando su sorpresa y viéndola con una mirada fría pero a la ves para ella cálida –estas… ¿te encuentras bien? –preguntó el, su voz era firme pero ella lo conocía de alguna manera más que ningún otro.

Sintió su corazón acelerado, y agradeció sin darse cuenta miles de veces la gratitud de la vida por darle una segunda oportunidad con ese ser hermoso y alto, erguido y orgulloso en su porte. Caminó unos pasos y se abalanzó torpemente a él, lo abrazó fuertemente por la espalda, como si quisiera unirse y no separarse más de su cuerpo. Ella era un poco más baja que él, y apoyó su cabeza en su hombro, inclinada sobre él. Este se quedo unos segundos quieto, hasta que algunas gotas de agua cayeron sobre su pecho y como si despertara de un transe, la abrazó cariñosa y posesivamente, cubriendo toda la espalda de la chica con sus brazos.

-sesshomaru –llamó ella y lo miró separándose, su mirada brillaba como solía hacer de antaño, él la miró prestándole atención y como si las palabras sobrasen, ambos entendieron lo que el otro sentía.

La alegría del rencuentro era tal que ambos no podían evitar sumergirse en sus propios planteos y pensamientos, hundidos en los brazos del otro. Ella miraba la pared donde una ventana, única en el cuarto, mostraba un frío bosque inmerso en la oscuridad de la eterna noche, mientras las hojas bailaban suavemente con el viento que por poco soplaba, mientras él miraba la puerta donde ella había salido. Estuvieron así, sintiendo los latidos del otro como si de ese paso acompasado del tiempo dependieran sus propias vidas, y cuando ella se movió hacia atrás, él la dejó ir y se miraron una vez más. Esta ves ella se sentó frágilmente en la cama, quedando solo él de pie.

-no sabes como te extrañé, mi sesshomaru. Me alegra que hayas vuelto a mi…-dijo mirándolo con amor, mientras sentía que sus manos puntaban… no podía evitar sentirse así ante él, en cualquier momento iba a explotar, pero qué opinaría el –¿cuanto tiempo paso?

-ciento veintiocho años –se escucho de los labios del hombre que la miraba ahora algo indiferente, como perdido en sus resoluciones, a tal velocidad que ella lo miró curiosamente, extrañada. Cuando él vio que ella reía entre dientes, frunció levemente su cejo. Esta al comprender tal acción, volvió a tomar pie, y lo abrazó, esta ves tomándolo por el cuello y poniéndose cómicamente en punta de pie.

-no imaginé que sería así cuando nos viéramos… -dijo ella, que parecía haberse recuperado y tenía su cuerpo pegado al de él mientras de un tiron arrojaba la cinta que ataba el cabello del chico al piso, y con ambas manos mezclaba los cabellos del mismo –me gusta más suelto –dijo ella apoyando su rostro en el de él mientras tomaba el aroma del hombre.

Este sintió el agarre y como si de un reflejo tratase, coloco su mano en la cintura de ella. Cuando escucho estas palabras, el con la otra mano la alejo un poco y tomó su rostro entre su mano, colocándola frente a frente a la de él.

-no vuelvas a alejarte de mi –y dicho esto, bajo su rostro de un movimiento y dejó caer sus labios estrepitosamente en los de ella, que inmóvil quedó pensante en esta frase, pero luego no tardo en corresponderle. La pasión entonces izo su aparición, y fuera de la reacción que ambos extrañamente habían basado en miradas y pocas palabras, ahora los dos se amaron como aquella lejana ves (matense, no hay lemon :P) y cuando ambos habían acabado, ella no podía dejar el cuerpo de su amado, y estaba ahora acostado sobre él, robándole apasionados y luego suaves besos, interminablemente hermosos, ambos felices y hasta sonriendo de ves en cuando.

Ese día, que como siempre sumergido a la noche había pasado como si de un suspiro tratase, ella le había dicho solo unas pocas palabras a sesshomaru, cuando finalmente se separó de él y se coloco a su lado.

-es una lástima que en este lugar no se puedan tener hijos… -dijo acariciando el pecho desnudo de sesshomaru mientras observaba las ropas de él tirada cerca de donde había quedado el vestido que se iba a poner

Este la miró y suavemente se acerco y le robo un par de besos. Aun susurrándole de cerca, haciendo que ella sintiera su respiración, la abrazo de costado

-podemos intentarlo… pues mi sangre es puramente demoníaca.

-así es la mía –dijo ella y el le sonrió dejándola helada

-entonces no hay problema –dijo el como si nada mientras la mirada lascivamente –solo falta de practica.

Ella abrió su boca en señal de sorpresa antes de arrojarse como bestia enjaulada sobre él y volvieran a lo suyo.

Así lo vio la abuela, que aunque no viera realmente nada, había estado escuchando murmullos y suspiros de la lejanía, sonriendo ante las miradas de los demonios que pasaban y con regocijo sentían la energía liberada.

-me alegro que sean felices al fin, ellos como nadie más aquí.

-estoy de acuerdo, los demonios aquí abajo suelen separarse de sus vidas antepasadas y ser tristes en su soledad, para ellos fue todo lo contrario –dijo mientras la abrazaba de atrás y ambos miraban la ventana

-pocos son los afortunados –dijo la mujer haciendo una mueca similar a una sonrisa –pocos…

-como nosotros…

-así es Hades, como nosotros dos.

&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&&

Doscientos años en el mundo mortal habían sucedido cuando en el infierno finalmente bajaron los últimos demonios. Ahora el ingreso era exclusivamente humano, y se trataban de almas cada ves más sanguinarias, por lo tanto mejor vista para el festín que eternamente se daban los demonios.

En ese tiempo, los días en el infierno circulaban diferentes, en principio porque no había día y tampoco noche, era un continuo tiempo congelado, o un correr avanzado según quién lo calculara. Fuera de los detalles, Kagome y Sesshomaru estaban caminando por los alrededores de los bosques de las tierras del Sur, donde si se subía rectamente a tierra, se llegaría a algún paraje de África. En estas tierras, las almas eran paganas y se llevaban bastante bien con los demonios, la moda de adorar a Hades, o el Demonio principal, como lo llamaban, se estaba expandiendo y los pocos demonios que quedaban parecían esparcir esta doctrina.

-sesshomaru –dijo ella, que iba cargada de su brazo

-¿Mm? –solo accedió mientras doblaban en un árbol

-aun me molestan esas torturas… es feo ver esas cosas…

-vamos Kagome, ¿no disfrutas el olor a sangre fresca en la mañana? –Dijo el con sarcasmo y ella le dio un pequeño golpe en el brazo –bueno, pero igualmente ellos no mueren. Además ya conoces la historia de cada uno y…

-…lo se, se lo tienen merecido. Pero nunca tuve la necesidad…

-si, si, las ansias, la sed de sangre humana. Pero para mi parecer, es algo más, te molesta especialmente porque…

-no lo digas, que me siento algo mal ya…

-Kagome –dijo deteniéndose y parándose delante de ella -¿te sientes mal? Te llevare a nuestro cuarto y saldremos luego si lo deseas, no es cuestión…

-no, no…-dijo ella apoyando sus manos en el pecho del hombre-deja de protegerme tanto hey… no soy tan débil, ¿lo sabias?

La miro expectante hasta que recibió lo que esperaba, que ella lo besara. Una vez terminado los rituales que solían hacer cada ves que hablaban, volvieron a retomar camino hacia donde iban

-bien, tal ves sea por lo que tu dices, y esté más sensible, no sé, nunca estuve así… tu sabes…

-embarazada… no es una palabra maldita… además, es comprensible que te sientas mal, es el sexto mes y son dos niños… si quieres volver…

-basta –ordeno ella cansada –dije que estoy bien, Sessh… solo que… me molesta

-bien –dijo y mientras caminaban ella lo miro sorprendido

-bien, ¿Qué?

-ordenaré que no torturen más a los humanos hasta que nazcan los pequeños –dijo con una resolución que hasta puso pálida a la pobre Kagome

-sesshomaru! ¿El calor te ah afectado o que?, es como pedirle a los ángeles que no vuelen… solo por… capricho mío… -respondió más nerviosa al ver la mirada decidida de él enfocada hacia delante

-tranquila, ya llegamos –dijo mientras la abrazaba por detrás y le acariciaba el estomago –no sabes lo sensual que te ves –le susurro, dándole más escalofríos a la dama de los incontables años

-que maldito eres, lo haces apropósito ¿cierto?

-por supuesto –dijo ya casi entrando – pero eso no quita que lo vaya a hacer. Hades…

Kagome se quedo helada, al ver la rojiza figura respondiendo al llamado y parándose de la amplia mesa en que muchos entes estaban reunidos y miraban expectantes

-sesshomaru, Kagome… un gusto señores… y felicitaciones por tan especial noticia… -dijo Hades, de rojizos cabellos mientras se paraba delante de los dos –Kagome, ¿estas bien?

-yo… yo…

-Hades –dijo sesshomaru, dejando del todo congelada y nerviosa a Kagome-ella se siente mal, ya sabes que esta embarazada y el olor a…

-sesshomaru –dijo agudamente ella, volteándose y quedando frente a el…

-¿si? –pregunto sin inmutarse

-olvídalo, estoy bien. –dijo ella mas calmada viendo que ya la mirada de él no tenía ese impulso de poder que solía tener representando su terquedad. Entonces él la abrazó estratégicamente, dejando la cabeza de ella sobre el pecho de él

-lo se, Kagome. Te decía Hades, dejen de torturar a los humanos porque a ella no le gusta.

De pronto la sala quedo en silencio… todos se miraron y luego a ellos, y de la nada, las risas se expandieron por todo el lugar. Kagome se separo brutamente de él, algo colorada de frustración, vergüenza y excitación, lo que más molesta la ponía. Pero siquiera quiso voltearse cuando se digno empujar a sesshomaru para correr a la puerta. Este vio esa reacción en sus movimientos, y la tomo de ambos brazos y tranquilamente la volvió a abrazar, las risas seguían extendiéndose cuando ella noto que el pecho de sesshomaru también subía y bajaba aceleradamente y sentía un susurro en su pecho. ¿También estaba riendo?

Entonces se separo más de prepo que antes, y casi cayendo se dio cuenta que todos reían…

-Sessh… sesshomaru!!! Acaso es esto una broma!?? –dijo ella al borde del llanto, el la miraba mientras se reía entre dientes, y cuando la iba a volver a abrazar ella se corrió tan brusca que cayo de rodillas

-calmate, Kagome, no fue para…

-¡¡¡rompí bolsa!!!

-Kagome… -dijo sesshomaru abalanzándose sobre ella y poniéndola de pie mientras algunos demonios susurraban y Hades iba a la puerta –espera, te llevare a nuestra habitación…

-Sessh… pero… se suponía… es muy pronto… -se quejo ella, ya alzada tomándose de las ropas de él

-tranquila –dijo la abuela de sesshomaru –era de esperarse que fueran más prematuros –mientras hablaba miraba de soslayo a Hades, que esperaba a que taparan bien a Kagome

-¿porque? –pregunto él sin dejar de mirar fijamente a su mujer, que estaba algo colorada

-fácil… con los poderes de ambos, y siendo los youkays seres puros… era de esperarse que alimentándose de ella crecieran más rápido… todo estará bien, ¡vayan! –dijo y así salió Sessh.

En la habitación, finalmente Kagome y algunas mujeres demonios que estaban asistiéndola, trabajaban para dar a luz. Antes de que saliera el primero, Kagome mando a llamar a sesshomaru, quien entro como rayo a la habitación. Esta lo vio, radiante y entusiasmado observando todo como niño en juguetería.

-no… no puedo… -dijo y entonces el la tomo de las manos –es mucho Sessh…

-shh porque dices eso, eh?...-dijo mirándola cariñosamente –con todas las batallas, este dolor no debe ser mucho para ti…

-pero… es que con toda la energía con la que se han alimentado… no te dije… nada pero estoy muy débil…

-lo se-dijo el sorprendiendo a Kagome y dejándola en silencio –pero cariño… tú eres la youkays más poderosa de todas… la que ah llegado más allá que ninguno, fuiste humana, fuiste yokuay, eres las dos, tienes poderes espirituales, me venciste en batalla, venciste al mismo a tiempo a dos de los peligros más grande del mundo… ¿crees que no podrás con esto? Créeme, entre nosotros dos, la más poderosa de todas y todos, mas que yo, siempre serás tu. Tu eres el ser más poderoso, porque siendo lo que eres, lograste lo que ninguno mas.

Luego de estas palabras, Kagome termino siendo convencida de que podía, y queriendo, pudo. Primero nació una bellísima y larga niña de cabellos rojizos (no, no le fue infiel con Hades, pero ella cambia de color los cabellos y la hija también je) y ojos dorados, y el segundo fue un fornido bebé varón con cabellos plateados como el padre pero los ojos violetas y brillantes, con la mirada de la madre. Esa misma noche según la abuela que percibió que el sol ya se había escondido, los bebés fueron dados a conocer al señor de esas tierras y nombrados Akun y Ayemí. Esa noche, la pareja descansaba agotada sobre la cama, mientras los bebés dormían en los pesebres.

-¿como crees que crecerán en un mundo como este?

-dudo que haya seres mas puros que ellos, si nacen y crecen entre demonios. Serán los más poderosos.

-siento tu orgullo, amor. Me alegra que estés feliz con ellos, son hermosos.

-como tu, no podrían ser de otra forma –dijo él besándole en la frente

-te amo, ¿sabes? Desde el momento en que te vi. Al principio me recordabas a tu abuelo, pero eres todo lo contrario, único y lo más hermoso que conocí en mi vida –dijo abrazándolo mientras él apoyaba su cabeza en la de ella –y ¿sabes que mas? Tienes un buen punto, hice algo que nadie mas izo…

-¿que cosa?

-me gané tu amor.



espero les haya gustado y me dejen de pedir conti xD

la pomy, su amiga

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

muchas gracias!! me emocionaste.... ;)

bueno ahora atenta que despues voy a poner dos nuevos fics!! y te kiero ver ahi eh?

me alegra que te haya gustado este cap, lo escribi en un arranque de locura inspiracional xD

la pomy

 

Re: La Fuerza Mas Poderosa (sesshxkag)

muy amables ^^ pero NO voy a hacer un capitulo mas jejeee... tyengo que poner otro fic nuevo y para eso necesito cerrar este jaja... dejenlo dormir en paz!!!

gracias por los alagos, espero verlas a todas en mi nuevo trabajo

la pomy