—Yair y Mitsuki no me aceptan combates, Mizuki se fué a Kanto por una semana —respondí y miré a la orilla, efectivamente Brendan estaba tirado en la arena— Pues, no sabía que estaban aquí
—¿Quieres combatir conmigo? —le propuse con una sonrisa y miré también a Brendan, quien estaba muy callado. —Este tío no se mueve ni aunque le persiga una manada de tauros...—reí divertida.
(En estos segundos no puedo, sorry xD mas tarde) —Lo siento, será mas tarde —añadí cabizbajo y miré a Haxorus detrás de Brendan, a punto de hacer una de sus bromas— Cuidado
—Bueno, pues más tarde tienes disponibles a dos contrincantes. —me señalé alegre y me monté en Samurott para surfear en él hasta la orilla. —¡Vamos Rojo, vente!
—¡Yija, arre tortuga cañonera! —grité emocionado, y en señal, Blastoise dió una vuelta y disparó sus cañones a máxima presión dejando atrás a Liza y Samurott rápidamente—
Al acercarse tan rápidamente Rojo y Blastoise, no pude evitar perder el equilibio y caí de nuevo al agua. —¡Dejad ya de tirarme al agua! —exclamé pataleando dentro de ésta y Samurott se limitó a reir y cogerme de la camiseta para llegar a la orilla finalmente. —Aleluya...
—Cría. —le corregí con una sonrisa y me levanté sacudiéndome la arena. —Y ya no me afecta que me lo digan, es más, sé que soy una cría por mis comportamientos así. —reí.
Me reí un poco, fué gracioso, me senté en la arena y contemplé la isla, me era especial en este lugar por varios motivos —Dime, ¿Qué has hecho últimamente?
—Pues veras, no mucho mi estimado...— reí y le di una palmada en gesto de broma, era una conversación entre Liza y el y yo simplemente me aleje un poco, Umbreon, Lucario, Gallade y Flygon estaban algo raros últimamente.
—Vamos Brendan, no seas antisocial —le dije al chico al verlo alejarse, el pequeño Kirlia miraba asombrado a su par evolucionado—
—No me llames Einstein, no soy tan listo, bien, aquí voy, se sienten mal por perder a su entrenador original, tenían una amistad estrecha con él, ¿Entendido? Y no quiero volver a tocar este tema, no quiero herir a Liza —respondí—
—Gracias Rojo.—sonreí mientras me acercaba a los chicos y me sentaba en el suelo mientras miraba a los pokémon originales de Bruno.
—De nada muchachos —volví a responder mientras Mismagius examinaba a Brendan como si fuese una víctima de sus bromas—