Isla Caballete

Hubert

Tyranitar volvió a internarse entre las nubes de blanca arena con el fin de hincar sus dientes cargados de electricidad al rival. Sin embargo, la tormenta de arena incrementó su densidad durante unos segundos. En cuanto volvió a disiparse, noté que la silueta de Slowbro había desaparecido y que mi pokémon se alzaba como una montaña en medio del hostil clima. Extrañado por la ausencia del oponente, regresé al tipo Roca/Siniestro a su pokébola, ante lo cual la arena recayó lentamente sobre la Isla. El cielo azul, el sol y el mar pudieron ser vistos otra vez. Frente a mí se hallaba Lucas, pokébola en mano.

—Buena batalla, Hubert —me dijo, confirmando así mi sospecha de que la batalla había llegado a su fin—, pero no estuve a la altura. ¡Ya combatiremos en otra ocasión, y prometo que para entonces habré mejorado la suficiente para ganarte! —y se despidió cerrando el puño, con una mirada que me recordaba a valientes guerreros.

Le vi alejarse con una sonrisa. Llevaba bastante tiempo deseando conocer su habilidad como entrenador. Con la curiosidad ya saciada, la experiencia me había dejado una buena sensación.

—Eres bueno —dije, mientras comenzaba a caminar en dirección contraria—. Tendré que tener cuidado contigo, en nuestros próximos encuentros —en tanto recitaba estas palabras, dos luces rojas parecieron derramarse de entre los pliegues de mi camisa. Serperior y Maractus volvieron a salir. Al sonido de las olas, se sumó el alegre murmullo de maracas.

Casi al mismo tiempo, una sombra siniestra nos cubrió. Cuando alzamos la cabeza, lo vimos a Brendan alejándose por los cielos, al grito de: Chicos me voy a Tempera, sería genial que me alcanzaran pero no se qué planes tengan, de igual manera cualquier cosa nos llamamos al Holomisor, ¿vale? ¡Nos vemos! Por toda respuesta, lo despedí con una mano en alto. Lo cierto es que no iba a seguirlo, pues tenía un plan mucho más importante en mente.

Miré hacia el último lugar donde se encontraba Effy y vi que se encontraba junto con Mimi y Emily. Me llamó la atención la presencia de varios pokémon liberados. Las chicas se encontraban en una actitud pensativa mientras los miraban. Volví a sentir curiosidad

—Vayamos a ver… —propuse, mirando a mis pokémon. Serperior asintió con serenidad y Maractus bailó.

Así, nos acercamos hasta el grupo.

 

—Hm, mucho pokémon psíquico… si Ethan tiene algún siniestro, estarías es problemas Emi —comenté al ver sus elecciones y notar que la mitad de su equipo era psíquico—. Pero por otro lado, si tiene fantasmas, luchadores o venenosos, tendrás una clara ventaja… todo depende del equipo que formo él, pero si no lo ves hace mucho tal vez él haya cambiado su estrategia…

>> En cualquier caso, lo único que podemos hacer de momento es concentrar nuestro entrenamiento en los seis que vas a usar en este combate, y ponerlos en la mejor forma posible para que derrotes a Ethan. Y comenzaremos ahora mismo.

Tomé una pokebola y la lancé por los aires. De ella emergió la contraparte de Gardevoir, el elegante Gallade, que se situó ante los presentes con su calma característica.

—Pero tranquila, Emily, porque nosotras no vamos a enfrentarnos en combate… —le advertí—. Este entrenamiento será un tanto diferente… elije al primer pokémon que usarás.

 

Y al final, muchas cosas habían transcurrido desde que me había quedado sentado, lejos del alcance de las pequeñas olas que tocaban la arena esperando a que algo importante o interesante pasara.

Terminó la investigación, luego casi inicia una pelea entre Lucas y Hubert pero Mimi la interrumpió, llegó Brendan nuevamente y se unió a Mimi luego de que Hubert escapó nuevamente a la batalla, llegó Emily por segunda vez a la isla..y luego paso a estar un tiempo con Mimi y Brendan, otra batalla donde ganó Mimi, la llegada de Effy en la isla entre otras cosas.

Y con lo ocupada que estaría Emily ahora con lo que veía, tampoco valía mucho la pena seguir quedándome aquí sentado, suspiré y poco a poco me fui levantando de la arena, sacudí mis jeans y moví levemente a Staraptor para indicarle que ya era tiempo de irnos. Mi pokemon poco a poco se fue levantando con cierta pereza y se sacudió levemente para después extender sus alas un poco, indicándome que ya estaba listo.

Miré levemente al lugar donde estaban todos reunidos y sonreí un poco, aunque dudaba que vieran que salía de la isla era bueno saber que Emily estaría con ellos, me acerqué Staraptor para subir en el y finalmente abandonar la isla caballete hacia otro destino.

 

Mimi Honda

Contuve un dramático bostezo.

—Me aburro...— comenté, criticando implícitamente la estrategia/entrenamiento/o lo que quiera que fuese que Effy hacía—. Si no vas a enfrentar a los pokémon en combate, ¿cómo piensas entrenar?

Mientras decía esto, visualicé la silueta de Hubert caminar hacia nosotras desde el otro lado de la playa. ¿Hm? Enarqué una ceja, escéptica. Ahora no era momento de hacer aquello que tenía pensado hacer si es que pensaba o no hacerlo... ¿Ah...? ¿Q-qué estaba diciendo? ¡Ugh! ¡Fuese como fuese debió haber dejado la batalla contra Lucas para otro momento!

Rayos... Aquello me había molestado realmente. ¿Cambiar algo tan importante como una declaración por un absurdo combate? ¡Sólo a él podía ocurrírsele algo así!

Descrucé los brazos, sin embargo, y aguardé en silencio hasta que el entrenador nos alcanzó.

"¿Por qué has tardado tanto?"— pregunté, pero ninguna palabra salió de mis labios.

Amenizado el ambiente por el suave susurrar de las maracas de Maractus, Hubert y yo cruzamos miradas.

 

—Comprendo… —respondí, ignorando olímpicamente el comentario por lo bajo de Mimi para concentrarme en el entrenamiento.

Me había enfrentado en batalla a Espeon y Gardevoir, y sabía que eran una fuerza de cuidado. No había tenido el gusto con Gothitelle, pero era un pokémon en su última etapa y si Emi lo había elegido era porque estaba bien entrenado. Pero este Luxray… no se veía tan feroz como el Luxray de Mimi, sí, necesitaba más entrenamiento. Y sabía exactamente como entrenarlo.

—Hm, sí, se como mejorar un poco a Luxray —declaré, sacando otra pokebola—. ¡Jolteon, yo te elijo!

>> La habilidad especial de Jolteon hace que ningún ataque eléctrico le haga daño… quiero que Luxray ataque a Jolteon con todo su poder eléctrico, su máxima potencia, veamos hasta donde puede llegar y si es capaz de dañar aunque sea un poquito a Jolteon…

 

Mimi Honda

Tsk.

Miré a Effy de soslayo, ceñuda. ¡Me ignoró! ¡Me había ignorado! ¿Cómo osaba...? ¿Cómo podía estar enamorado Hubert de una persona tan molesta? Apreté los puños con fuerza, irritada. Sin embargo, antes de poder replicar semejante afrenta, mi mirada se centró en el Luxray de Emily. Sí que se veía bastante flojucho en comparación con Raiden... Diablos, ¡no había aceptado quedarme a ayudar para no hacer nada más que servir de espectadora!

— Raiden, sal aquí— dije, liberando al tipo eléctrico de su lujo-ball. En comparación con el de Emily, no sólo se veía más fuerte y vigoroso, sino mucho más grande. Después de todo era uno de mis mejores pokémon, y aunque se sentía algo cansado por la batalla contra Brendan sus ojos seguían brillando con férrea determinación. Alcé la vista y miré a Effy—. ¡Ya veremos quien ayuda más al Luxray de Emily, Effy! ¿O también vas a ignorar un desafío como este?

 

Hubert

Mis ojos se cruzaron con los de Mimi. No me inquietó verla molesta porque era algo a lo que me acostumbraba conforme pasaba más tiempo con ella. La intriga se asentaba en qué le generaba la molestia; había terminado mi batalla contra Lucas y me había vuelto a acercar a Effy, ¿entonces qué ocurría? Pero, sin más, mi única a respuesta a su expresión fue una amable sonrisa, acompañada de un encogimiento de hombros.

Maractus, encantado por la presencia de tanta agua, se fue a correr las olas, en tanto que Serperior permaneció a mí lado, como siempre. Prestamos atención a lo que decía Effy. Al parecer, la reunión consistía en un entrenamiento especial para Emily. En esos momentos, estaban por probar el poder de Luxray haciendo que lanzara un poder eléctrico contra Jolteon, para ver hasta dónde podía resistir con su habilidad de absorber electricidad. Pero Mimi, fiel a su estilo, liberó a su propio Luxray y desafió a Effy “para ver quién ayudaba más a Emily”. Tuve que reprimir la sonrisa.

De pronto, otro destello se desprendió de mi camisa. La luz roja se formó sobre mi cabeza, hasta adquirir una forma pequeña, la silueta de un cachorro de lince. Tuve que reaccionar rápido para cazar a Shinx en el aire. La pequeña pokémon eléctrico dejó escapar una exclamación de gusto, pues llevaba tiempo sin salir a tomar un poco de aire fresco. Y al parecer, también la motivó el hecho de conocer a los imponentes Luxray de Mimi y Emily. Los miró a ellos primero, y después me miró a mí, sonriente.

—¿También quieres ayudar? —le pregunté con cariño, posándola en el suelo— Bueno, imagino que algo podrás hacer…

 

Después de unas cuantas vueltas por Ciudad Tempera finalmente Flygon levanto el vuelo y decidió regresar a la calidez que inspiraba Isla Caballete, por mi estaba bien puesto que muchos de nuestros amigos se encontraban en la orilla de la isla, justo antes de divisar la gran masa de arena y palmeras que era la isla, unos cuantos rayos rojos emergieron para hacer una de sus típicas carreras, la velocidad de Flygon no se comparaba con la de Hydreigon sin embargo ambos decidieron avanzar a gran velocidad.

Por otro lado el pequeño que salio para colocarse en mi hombro fue Poochyena con su pelaje dorado tan elegante y pulcro.

—Bien... a Toda velocidad Flygon! Esfuérzate al máximo Hydreigon!— exclame apoyando a los dos pokemon dragones mientras se vatian cara a cara, cabeza a cabeza y en un final cerrado se dio la sorprendente noticia que había sido un empate, Flygon seguramente se vio algo retrasado por culpa mía y de Poochyena pero parecía no importarle, ambos dragones se dedicaron a juguetear en el cielo de la isla y muchas veces unas sombras oscuras tapaban a los presentes, pues el tamaño de ambos pokemon demasiado juntos si que lograba dar una gran sombra.

Yo por mi parte me acerque a los chicos con Poochyena en brazos, note a algunos muy ocupados pero un poco mas alejada se encontraba Mimi, me acerque a la chica y le salude con la mano que tenia libre.

 

Mimi Honda

Pero Effy tampoco respondió ante mi desafío. Fruncí el ceño aún más, terriblemente molesta. ¿Qué... rayos...? ¡Ugh! Pero de nuevo, cuando estaba a punto de replicar ante su total falta de atención, algo me detuvo. En el suelo sobre la arena, Hubert acababa de posar un pequeño y adorable Shinx. Recordaba cuando Raiden era así, una bola de pelos que apenas si podía sostenerse en pie, y no pude evitar que un calor nostálgico me inundase el pecho.

La pequeña avanzó hasta los pies de Raiden, tropezándose con sus patas al caminar. No parecía muy grande... ¿A qué nivel estaría? Concentrada por completo en no tropezar, chocó de frente contra el imponente Luxray que era Raiden. Extrañado pero sin darlo a entrever, mi Luxray bajó la cabeza y los intensos ojos ambarinos de ambas evoluciones se encontraron por vez primera.

¿Ah?

La expresión serena del mayor, sin embargo, se mantuvo inalterable hasta que la pequeña sonrió. En ese momento, como una acción desfasada a tiempo, Raiden se limitó a desviar la mirada con un ligero rubor en las mejillas.

Le puse la mano en la cabeza.

—¿No es adorable?— le pregunté a mi pokémon de un modo casi confidencial. Él me dirigió una mirada de circunstancias—. Imagina algún día un puñado de mini Raidens caminando por ahí. Aww, ¿a que es lindo? De pura raza, claro. Nada de Dittos, un Honda no puede permitirse machar su sangre de un modo tan vulgar. Dime, ¿no te gustaría ser papá tarde o temprano?

Raiden abrió los ojos como platos, sorprendido. ''¿P-pero qué dices?'' parecía estar comunicando. Me miró como si fuese un fantasma, y con una ligera gota de sudor frío retrocedió un paso prudencial, separándose de la pequeña Shinx de Hubert lo máximo posible.

Poniendo los brazos en jarras, yo sólo me limité a suspirar.

—Pero que soso eres...

 

Note que Mimi había ignorado mi saludo y no era para mas, la chica rubia estaba hablando con su Luxray, el pokemon con el que había luchado hace poco.

—Que cosas le insinúas al pobre pokemon Mimi, parece que hubiera visto al mismo Giratina por la cara que puso...— comente con una risa y le arroje una galleta en forma de pila a Luxray, de las mismas que comía Plusle por lo tanto debían de gustarle.

Me acerque un poco mas con Poochyena en brazos y este se le quedo viendo a Mimi con ese par de ojos azules, brinco de mis brazos justo a los de Mimi.

—Parece que no solo a Rufflet le agradas— comente con una ligera risa.

 

Mimi Honda

—¿Ah?— musité al notar una nueva presencia a mi lado.— ¿Brendan?

Raiden se acercó a la galleta con cierto recelo, la olisqueó y... no se la comió. No me sorprendió, de hecho. Un Luxray con tanta clase como él nunca aceptaría algo por debajo de su comida para pokémon premiun, preparada por los mejores chefs de toda Sinnoh. En su lugar, la galleta fue a parar al estómago de la pequeña Shinx, que la devoró gustosa.

Cuando me volví de nuevo para mirar a Brendan y comunicarle aquello, me topé con un par de profundos ojos azules. No tuve tiempo de procesar la situación. Un pokémon desconocido saltó a mis brazos tal y como lo había hecho Rufflet tiempo atrás. Lo hizo con tanto ímpetu, de hecho, que a punto estuvo de tirarme de espaldas.

—¡Wah!— exclamé, sorprendida. Cuando miré con más atención, vi que se trataba de un Poochyena de pelaje dorado. Su cola se meneaba frenéticamente de lado a lado, antes de acercarse y plantar un pegajoso y húmedo ''beso'' en mi mejilla. Eww...—. P-parece que a todos tus pokémon les agrado hoy...

Reí ligeramente, luchando contra el impulso de sacar un pañuelo del bolso y limpiarme el rostro.

 

No me percate de quien se había comido el bocadillo que solte para Luxray ni tampoco de que otras cosas pasaban en la isla puesto que una imagen hizo que todo se esfumara en un parpadeo.

Mimi con Poochyena en brazos, el pequeño pokemon dorado con mucha alegría lamió su mejilla, sin embargo Mimi había sonreído de una forma cálida y linda...? Espera que? Borre esa idea de mi mente de unos cuantos pestañeos y regrese a mi sonrisa habitual, note su mejilla algo babeada así que rebusque en mi mochila un pañuelo.

Me acerque y le entregue el pañuelo junto con una sonrisa cálida mientras mi mirada se centraba en ese par de ojos azules

—Toma, lamento lo de Poochyena, es demasiado cariñoso— comente con una ligera risa y alce a Poochyena en mis brazos mientras lo levantaba por los aires y este exclamaba su nombre con gran diversión y cariño.

 

Llegué rapidamente a la Isla Caballete, gracias a mi muy útil Golbat. Según había revisado, era lo más cerca que estaba de la Calle Victoria. Lo demás debía recorrerlo por mi cuenta. Miré alrededor: estaba la chica que me había gritado la otra vez en el edificio, hablando con un chico.

Me dirigí hacia ellos. No queria molestar, pero...—¿alguno de ustedes podría prestarme un pokémon que me llevara a Pueblo Lápiz? La Calle Victoria queda muy lejos, y quiero cortar distancias...

 

—Mimi, no se trata de quien ayude más a Emily —le respondí finalmente, un tanto irritada ya de las constantes provaciones por parte de la Honda—. Estamos tratando de ayudar a Emily las dos, nada más, no es una competencia esto.

Y abrí la boca para seguir hablando, pero fui interrumpida al observar lo que sucedió a continuación, que me dejó sin habla. El Voltio Cruel de Luxray había hecho retroceder considerablemente a Jolteon; sonreí de lado. A pesar de que Luxray parecíá ser el más agotado de los dos (porque Voltio Cruel causaba daño al usuario también), el impacto del ataque había sido suficiente para hacerlo retroceder un poco. Y eso era lo que necesitaba.

—¡Excelente, Emily, Luxray! —los felicité, aplaudiendo suavemente con las palmas de mis manos—. Eso es lo que buscamos… aumentar la fuerza de Luxray. Con entrenamiento y esfuerzo sé que podremos mejorar… y ahora ha llegado el momento de poner ello en práctica, y prepárate Mimi, porque aquí es donde entras tú…

>> Emily, ha llegado el momento de que comience la parte más dura del entrenamiento, y ello comienza con un cooperativo. Ahora mismo, pelearás contra Mimi y yo. Hubert o Brendan, estoy segura de que alguno de ellos no tendrá problema en ser tu compañero… pero prepárate, porque esta es tan solo la primera parte de lo que se viene…

 

Mimi Honda

Mientras tomaba con cierta sorpresa el pañuelo de Brendan, oí a Effy responderme al fin. ¡Como si quisiera escuchar ahora lo que tenía que decirme! Y sonaba irritada además. ¿Por qué irritada? ¡No era ella a quien estaban ignorando tan olímpicamente! ¡No tenía derecho alguno a molestarse!

— ¿Quién ha dicho que sea una competencia?— la interpelé, ignorando momentáneamente a Brendan y al chico que acababa de acercarse—. Simplemente estoy diciendo que yo podría ayudar a Emily con su Luxray mucho mejor que tú. Un Jolteon que absorbe electricidad, ¿de veras esperas que pueda hacerle alg-?

Tuve que callarme. Mi voz quedó sumida en un silencio profundo ante la escena que se había sucedido ante mis ojos. El Luxray de Emily había hecho retroceder a Jolteon. ¡Realmente lo había hecho! Era toda una hazaña, teniendo en cuenta que Raiden no había podido hacerle el más mínimo daño la última vez.

Las palmas de Effy disiparon el silencio.

—¡Excelente, Emily, Luxray! —decía—. Eso es lo que buscamos… aumentar la fuerza de Luxray. Con entrenamiento y esfuerzo sé que podremos mejorar… y ahora ha llegado el momento de poner ello en práctica, y prepárate Mimi, porque aquí es donde entras tú…

¿Eh? Aquello captó de súbito mi atención. ¿Dónde entraba yo...?

>> Emily, ha llegado el momento de que comience la parte más dura del entrenamiento, y ello comienza con un cooperativo—continuó. Claro, como no... Era obvio que tendría que combatir tarde o temprano. Sin embargo, mi expresión fue todo un poema ante sus siguientes palabras.— Ahora mismo, pelearás contra Mimi y yo.

—¿Yo?— pregunté de súbito, pasmada e incrédula.

No escuché nada más. ¿Effy... y yo? ¿Combatiendo juntas? Pero eso... eso era... Inconcebible, teniendo en cuenta que me odiaba. ¿Por qué no elegir a Hubert como pareja en lugar de a mí? Y aún peor... ¿Cooperativo? ¡La última vez que había combatido así no había salido nada bien! También me había enfadado con Alpha. Y también Emily había venido a consolarme después.

...

Emily... La miré allí, junto a Luxray. Todo esto era por ayudar a Emily, nada más. Y me estaba empeñando en ser un auténtico dolor de cabeza. Sólo queríamos ayudarla a mejorar para que pudiese vencer a ese tal Ethan. Viéndolo así, suponía que podía hacer el esfuerzo.

— Como sea— dije finalmente, resoplando. Alcé la cabeza y sonreí con determinación—. Hagamos de esta una batalla para el recuerdo.

 

—Ah?— me sorprendí por como se habían dado las cosas tan rápido, un chico que ni conocía se había acercado haciéndonos preguntas, Effy retando a un combate a Emily y su compañera seria Mimi, por lo visto no se llevaban nada bien y solo quedabamos Hubert y yo sobrando pero se me ocurrio una idea muchisimo mejor.

—Haremos esto una batalla de 3 contra 3, los chicos contra las chicas... sera mucho mas interesante de esta forma... No creen?— exclame abrazando a Hubert y al chico nuevo.

Realmente no conocía al chico nuevo aunque a Hubert lo conocía bastante bien junto a su equipo de batalla.

—Que dicen, el chico pasivo, el nuevo y el niño dragón contra ustedes tres...— comente con una sonrisa —Dos pokemon por persona, un total de 6 contra 6 de forma cooperativa...

 

—Etto...¿Q-que?—pregunté. Esto era completamente nuevo. ¿Preguntar por un aventón y de repente estar completamente comprometido en una batalla? Nope, no era común.

Mi cara no tardó en ponerse roja de verguenza, pues aunque conocía a casi todos los que estaban allí - a excepción de cierta rubia a la que solo había escuchado gritar, y al chico que me había invitado sin tregua - sentía que me estaba metiendo en algo...privado. Esperaba no molestar.

—P-pero...¿que dices? ¿sueles meter a la gente en estas cosas sin conocerlas?—pregunté al chico, aún avergonzado, y pasé a saludar a los que conocía. La amiga de Liza, que se la había llevado a Ciudad Óleo la primera vez que nos vimos. También estaba Effy, y el chico al que había visto con ella un año antes, que según el chico extraño debía de llamarse Hubbert. Terminé saludando a los pokémon tipo electrico, y Emperador salió de mi ball a hacerse el interesante. Vaya creído.

 

—Si algo así, es divertido no?— pregunte con una gran sonrisa —Y bien, cual es tu nombre compañero de batalla?— le cuestione pero cuando me di cuenta del gran pokemon que había salido a acompañarle me percate de una cosa.

—Vaya! un Empoleon! yo también comencé mi viaje con un tipo agua, mira esto... adelante Swamp!— y de un rayo rojo una imponente figura acuática emergió rugiendo y golpeando el suelo, reconoció rápidamente a casi todos los presentes y se acerco para saludar y estirar su brazo hacia una aleta de Empoleon en gesto de saludo, solte a ambos chicos y me acerque a Swampert para abrazarlo, tenia un fuerte vinculo con mi pokemon inicial eso no lo podía negar.

Poochyena por su lado fue a plantarse justo al lado de las chicas, por lo visto había traicionado a su propio entrenador pues al parecer el apoyaría a las chicas en la batalla, mientras tanto en el cielo ambos dragones escucharon batalla y emergieron del cielo para plantarse a lado mio y de Swampert rugiendo preparados.