[INACCESIBLE] Laboratorios Z-Max, el Valhalla de Gérie

Cayden Dunn [1/5]

La mano quedó en el aire y de puro reflejo ante su reacción la cerré en un puño para luego regresarla a mi espacio mientras lo escuchaba, todavía sin ser capaz de mirarlo, pero cada maldita palabra me atravesó con la fuerza suficiente para quitarme una bocanada de aire del pecho, para cuando soltó que si lo odiábamos ya debía estar pálido, blanco como un papel y tuve de nuevo la sensación de que iba a irme al suelo.

Mentes como ordenadores.

Estaba bien si quería sus sueños pero, ¿por qué pedir más y más y más?

Mentes como ordenadores.

Podía... desconectar todos los cables, ¿no? Era como lo de la checklist, la tinta y el mundo, la casa de muñecas en general. Había rechazado la idea de Zach, había decidido ponerme del otro lado del bando al no ayudar a Neil, digamos, tenía algo de libre albedrío o no sé qué, entonces podía arrancar los cables de todos sus enchufes. De mis enchufes.

Desconectar.

Apagar.​

Detener.​

Se me escapó una risa de lo más amarga, ronca, que se revolvió con el nudo que tenía todavía en la garganta y no miré a nadie mientras hundía las manos en los bolsillos para comenzar a andar hacia el interior de la sala, sin siquiera prestarle atención a los guardias que parecía haber activado el tomatín.

Contenido oculto

1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Nikolah Cruz (1/5)

Le guiñé un ojo a Cay, mientras me encogía de hombros.

— Lamentablemente, es un viaje solo de ida.

Sin embargo, relajé el rostro, pasando a una expresión neutra, en cuanto las puertas del ascensor se abrieron. La habitación en la cual habíamos entrado parecía ser una especie de almacén, a juzgar por la cantidad de maquinaria que había en el lugar. El sótano, si mal no había dicho el niño. Tenía a alguien guardado en su sótano. La verdad que cada vez empezaba a notar lo deformado que era la percepción de lo correcto y lo incorrecto del pobre muchacho. Tener a alguien en el sótano no era algo demasiado bueno, a decir verdad.

La persona que debíamos ver y supuestamente hacernos cambiar de parecer apareció prontamente. Era aquel otro chico que había visto junto al trío en el laboratorio del profesor. Casi no había tenido contacto con él, la verdad. Creo que ni sabía su nombre, aunque prontamente los otros lo mencionaron. Neil, ¿eh? Decidí quedarme a un margen, apoyado contra la pared, los brazos cruzados. No me correspondía entrometerme entre ellos y su amigo.

El tal Neil parecía de verdad feliz con todo esto de la energía. Y según sus propias palabras, él mismo había venido a por más. Torcí los labios. Se había vuelto adicto. Era justamente una de las cosas que le reprochaba a Zach. No conocía su historia, y tal vez de verdad podía engañarse con que necesitaba eso, pero no era así. No lo conocía, pero me entristecía. Había visto adictos durante todos mis años de vagabundo. Las calles estaban llenas de ellos. Y estos compartían muchas cosas con el muchacho que tenía ahora al frente.

El trío intentó razonar con él, diciendo que estaban allí para librarlo de la influencia de la energía dinamax. De más está decir que eso no le sentó bien al pobre. Salió huyendo, mientras gritaba, activando luego lo que parecían los mecanismos de defensa. Cayden se veía especialmente afectado. Tanto, que comenzó a caminar de manera completamente despreocupada, con gesto ausente, siguiendo los pasos del otro rubio, ignorando completamente a los guardias robóticos que habían comenzado a escanear el lugar, buscando amenazas.

Suspiré, me rasqué la nuca, y con varias zancadas, lo alcancé.

— Mira, Cay, no nos vimos mucho más que cuando comencé mi aventura aquí, así que no sé muy bien cuanto todo esto puede afectarte.— dije, mientras caminaba a su lado.— Pero si al menos no levantas un poco la cabeza y prestas un poco de atención, no vas a llegar muy lejos, y todas estas cavilaciones y melancolías no van a servir de mucho.

Le puse una mano en el hombro, tranquilizador.

>> Además, si lo primero que ve tu amigo cuando lo vuelves a encontrar es un rostro todo taciturno y agrio, dudo que quiera cambar mucho de opinión.— comenté, con una sonrisa.

No era momento para tirarse abajo. Al menos, de manera figurativa, pues lo empujé suavemente contra el suelo en un momento, evitando que se chocara contra un guardia. No cuando había robots intentando encontrarnos.

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1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

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Niko: "Escondete, ¿no ves que te van a encontrar los guardias?"
Also Niko: se olvida de esconderse y lo encuentran a él.

 

Cayden Dunn [2/5]

Había seguido caminando como si nada, sin escuchar pasos detrás de mí o algo hasta un poco después. Para cuando Nikolah me habló su voz me sonó como enviada de otro mundo o mínimo de otra habitación, porque tenía la sangre palpitándome en los oídos. Otro que llevaba razón, ciertamente, pero si activaba los enchufes no iba hacer más que seguir yéndome de cabeza, precisamente, a la melancolía que estaba diciendo.

Su mano en el hombro me ancló un poco al espacio que me rodeaba eso sí, sacándome de encima la sensación de oírlo como en otra parte.

—¿Recuerdas cuando Paul nos presentó contigo y Elisa? —pregunté sin alzar la voz—. Digamos que siempre fui agrio.

Pero entiendo el punto.

Iba a responderle algo más pero cuando me di cuenta me había empujado, sacándome del camino de uno de los guardias que había ignorado totalmente. ¿Todos los que habíamos bajado éramos así de idiotas o cómo estaba eso?

—¡Pero idiota, ten cuidado tú también!

Al menos había sonado algo más como yo mismo, eso sí, pero ahora él tenía que vérselas con el guardia quisiera o no, de forma que me enderecé, para seguir caminando, soltando un suspiro claramente audible.

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1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Aleck Graham [1/5]

¿Por qué me lo quieren quitar? ¿Por qué me odian?

En situaciones así, a veces creo que alguien haya arriba, en efecto, no odia, ¿Esta era nuestra única opción? ¿Esto es lo que somos? ¿Es este nuestro destino entonces? ¿Es eso? ¿Pelear entre nosotros? ¿Dejar que alguien aplaste nuestros sueños para luego nosotros aplastar los de los demás? Hay tantas voces ahí afuera, todas y cada una pidiendo algo distinto. Nada nos da el derecho de lo que estamos haciendo, nuestro único derecho es hacer lo que creamos correcto ¿No?

No puedes alimentar a una persona con sueños, no puedes sólo darles más y más, si lo hacen, los privaran de su propia capacidad de soñar, los carcomerán sus propias ambiciones...Pero si es su elección...

En momentos así, deberíamos ser más fuertes, deberíamos seguir adelante, seguir luchando, pero la lucha acabaría teniendo un alto precio.

Tras que el rubio saliera corriendo del lugar, y que me tomara un par de segundos para reconstruir mi sanidad, comenzó sonar una alarma y unos guardias comenzaron a barrer la zona en búsqueda de intrusos. Había que seguir a Neil hasta la otra sala del sótano, pero aun si lográbamos cruzar, si lográbamos alcanzar a nuestro amigo...¿Luego qué? ¿Qué íbamos a hacer?

—Sep...Un empleo mal pagado. — Solté algo sarcástico y cansado, mientras trataba de avanzar por el sótano sin llamar demasiado la atención. Dediqué un par de miradas al resto de los chicos en el sótano, seríamos más fácil de detectar por grupo, así que tal vez sería lo mejor tratar de avanzar por mi cuentas hasta llegar al otro extremo de la sala. Aunque con la suerte que estaba teniendo hoy...

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Dado de 10 caras
1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Cayden Dunn [3/5]

Algo de gracia me hacía realmente que los cabrones guardias me hubiesen pasado por alto ya un par de veces porque aunque Niko me despertó, más o menos, lo cierto es que tampoco estaba avanzando con nada parecido al sigilo pero ni en broma. Fue una estupidez pero me rayó la cabeza con fuerza, haciéndome arrugar los gestos, la idea de que era como ser invisible.
Tenía la mente hecha una desgracia entre mi propio deseo roto, el desastre emocional, el haberle hecho creer al tomatín que lo odiábamos y que seguro Gen debía sentirse traicionado o qué sé yo.

Pero bueno, para eso existía el modo ahorro de energía o el piloto automático.

Tampoco iba a quejarme demasiado de estar avanzando algo más rápido que el resto, porque aunque Gen había pretendido tomar la responsabilidad y todo, ¿qué se suponía que hiciera si no? Ya la habíamos cagado, no quedaba más que hacer y si podía alcanzarlo primero, quizás, solo quizás pudiera dejarle en claro al menos que nunca lo odiamos, que hasta era uno de nosotros. Recordarle a la profesora, la posibilidad de participar en el torneo, no lo sé cualquier cosa que lo convenciera que de que no necesitaba tantos moldes.

Solo unos... quizás.

Ya basta, Cayden.

Inhalé aire con fuerza, llenándome los pulmones en un esfuerzo estúpido por llevarle oxígeno al cerebro chamuscado que me cargaba y seguí caminando.

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1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Cayden Dunn [4/5]

Invisible, invisible, invisible.

Obviamente, estúpido.

Otro tramo del camino que avancé sin dificultad alguna, siguiendo el camino de Neil y escuchando pasos no mucho más atrás, asumí que debían ser Aleck o Gen pero realmente no me detuve a comprobarlo, solo seguí caminando como si me hubieran reducido el tramo a un pasillo tan estrecho que no me dejaba siquiera voltear la cabeza.

Supongo que le debía disculpas a todo el mundo de repente, ¿o no?

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1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Aleck Graham [2/5]

Por suerte la técnica de separarnos estaba funcionando, o bueno, casi, parecía que algunos guardias habían interceptado a Niko, pero no lo estaban sometiendo, así que aun podría deshacerse de ellos, después de todo, aun que casi haya iniciado este viaje a la par de nosotros, no había que olvidar que seguía siendo un entrenador veterano y que había visto situaciones similares a estas con anterioridad.

Me coloqué en cuclillas y seguí avanzando, tratando de enfocar todo mi capacidad mental en no hacer ruido y no en pesar todo lo que había sucedido. Para cuando eche un vistazo al rededor, Gen ya nos estaba alcanzando en distancia, y Cay ya casi hasta llegaba al otro extremo del pasillo, parecía que había dominado la habilidad de permanecer tan increíblemente quieto, que se había vuelto invisible para la vista común.

Era eso...O los propios guardias no querían acercarse a nosotros, después de lo que habíamos hecho ¿Acaso seriamos así de repelentes?

¡Concéntrate, Graham!

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Dado de 10 caras
1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Cayden Dunn [5/5]

Otro tramo incluso más estrecho que el anterior, era un delirio ya pero casi podía sentir las paredes el pasillo aplastándome los hombros, manteniéndome en un solo sitio, incapaz de hacer nada que no fuese avanzar como un maldito muerto viviente.

Había arrancado los cables para no terminar, no sé, llorando en el piso como un estúpido. Fue una cuestión de supervivencia digamos, una respuesta directa al estrés, aunque era combinación de lo más extraña entre el huraño que había sido desde que tenía uso de razón y el idiota en que estaba comenzando a convertirme junto a los dos tontos que me seguían los pasos.

Había desconectado, desactivado, desligado pero seguía avanzando ya no para alejarme de la gente, sino para acercarme adrede.

Daba miedo, la pura verdad.

¿Qué mierda estaba pensando de por sí? Lo estaba demostrando, la gran molestia que implicaba relacionarse con otros, los errores terribles, el daño que era capaz de provocar y el enorme esfuerzo que había que hacer, lo drenante que resultaba. Sentía el terrible de impulso de echar hacia atrás, ocultarme, volver a Sereno con sus ilusiones de hielo pulido y hockey, a mi propio mundo de moldes.

Me estaba tentando.

Tragué grueso, apretando los puños en los bolsillos y pensé en la posibilidad de que lo que acabábamos de hacer, de decirle esa mierda al tomatín pudiese ser algo sin remedio, que no quisiera vernos nunca más de la misma forma que no quería volver a ver la realidad y es que nosotros, si se quiere, éramos parte de esa realidad que él no deseaba, de la que no se sentía parte.

Si pasaba pues me lo había ganado a posta, ¿no? El rechazo.

Y por eso aunque deseaba admiración, ahora estaba por convertirme en un fantasma, invisible.

Un castigo prudente por haber pretendido sacar al chiquillo de sus sueños, arrancarle la única felicidad que había encontrado en Zach y su sistema. Merecía quedarme en la realidad espantosa en la que había hecho semejante cosa imperdonable.

Estaba por llegar al final, ¿y qué iba a hacer realmente?

Contenido oculto

1- Guardias
2- Nada
3- Nada
4- Guardias
5- Nada
6- Nada
7- Nada
8- Guardias
9- Guardias
10- Guardias

 

Mimi Honda

El ascensor comenzó su subida lentamente, casi sin notarse. Recosté mi espalda en la pared. Había miles de cosas dando vuelta en mi cabeza. Las palabras de Destiny antes de marcharse, las de Zach, incluso las de Finn en la Ragnarök se entremezclaban sin orden ni concierto alguno.

La catástrofe a la que Finn hacía mención no podía ser esto. El mundo utópico que Zach pretendía crear para todos. Chance quería usar la energía dinamax para controlar la mente de la gente como un rebaño de Wooloo ignorantes. Pero Zach... Zach parecía ser la cara opuesta de la moneda.

Le dirigí a Liza una mirada de soslayo preguntándome hasta que punto le habían afectado las palabras de Destiny. Después de todo ella me lo había contado en Atracadero, cuando me habló de sus miedos e inseguridades. Siempre había estado enamorada de ella.

¿La realidad a la que tanto quería regresar tenía algo que ver con eso? Parecía haberlo superado. Quizás solo estaba sacando conclusiones precipitadas.

—¿Estás bien?—pregunté.

Y como si hubieran esperado una respuesta, aquellas voces sin rostro provenientes de ninguna partes volvieron a resonar. Eran pensamientos, recuerdos e ideas. La energía dinamax magnificaba y exponía los sentimientos y emociones de Zach. Esos tan profundos, esos que mantenía guardados muy dentro.

Las puertas se abrieron finalmente y llegamos a una sala redondeada presidida por un sofá impoluto donde, bata de laboratorio y audífonos en el cuello, nos esperaba Zach. Lo noté incluso antes de sentarme en el sofá opuesto junto a Liza. Lo había notado en su voz al entrar.

Los círculos violetas, casi negros, que enmarcaban sus ojos claros. Aquellas profundas y antiestéticas ojeras. Estaba visiblemente cansado, exhausto. La presión a la que todo esto lo estaba sometiendo era brutal. Y me sentí estúpida por haber pensado que este niño podía ser capaz de hacer algún mal a alguien. Estaba dejándose literalmente la piel por crear un mundo sin dolor acorde a los deseos de la gente. Escuchaba pacientemente, los moldeaba en su super ordenador y los cumplía como por arte de magia.

Como un Dios misericordioso.

Hacía lo que consideraba correcto. Loable. Cumplía sueños que tal vez nunca se cumplirían de otra forma, se dejaba el alma para que nadie tuviera que volver a pasar por lo que él pasó cuando perdió a su madre.

Pero no, Zach no era ningún dios. Ni estaba jugando a serlo como muchos habían expuesto como argumento para oponerse.

Solo era un crío de catorce años que conocía lo dura y difícil que podía tornarse la vida a veces. Y todo lo que buscaba era hacerla mejor para aquellos que sufrían, que padecían, que necesitaban un milagro. Enfermos terminales que buscaban una esperanza a la que aferrarse, personas que querían volver a ver a sus seres queridos fallecidos, gente que no encontraba sentido a la vida y vagaba como almas perdidas en la niebla.

Todo eso... estaba bien. No había ningún problema en permitir que la gente fuese feliz.

Pero.

—Zach—le llamé entonces y fruncí ligeramente el ceño. Algo de todo eso realmente me crispaba—. ¿Qué pasa con tus sueños?

Lo había oído. Él era el creador de todo y por tanto siempre sabría que todo era falso. Viviría en una realidad plastificada. Siempre sería consciente de la presencia de la energía. Cumplir los sueños y deseos de los demás, hacerlos reales y tangibles pero jamás ser capaz de realizar los suyos... ¿no lo convertía en una especie de mártir?

La situación tenía la contundencia suficiente para atravesarme el pecho con la fuerza de un arpón. ¿Cuál era el punto entonces? ¿Cargar con el sufrimiento de todos y el suyo propio hasta el agotamiento? ¿Y luego qué? ¿Morir sabiendo que hizo felices a mucha gente pero él jamás pudo serlo?

Cerré los puños sobre mis muslos, sobre la medias negras, apretados y tensos.

Era injusto. Era jodidamente injusto. Y me pregunté si ese era motivo suficiente para oponerme a todo.

 

Liza White

Las palabras de Destiny me rayaron la mente con una fuerza abrumadora y el corazón se me comprimió aún más en el pecho, si es que eso era posible. Quise abrir la boca, espetarle que nada de eso era su culpa pero cuando quise darme cuenta, las puertas del ascensor habían vuelto a cerrarse. Paralizada, estaqueada en el sitio agaché la mirada, mordiéndome el labio inferior en un intento por reprimir mis emociones.

"Pase lo que pase, espero que estés feliz, ¿vale?"

"Si eso es lo que crees que necesitas para cumplir tu sueño, o para ser feliz, adelante".​

"Quisiera que pudieras también verlo así".

​

Todo se resumía en eso, ¿cierto? En hacer sacrificios, renunciar a aquello que quieres para garantizar su bienestar.

Si quieres a alguien debes dejarlo ir.

Pero dolía. Arceus, dolía tanto.

El ascensor subió en completo silencio y me abracé a mí misma, buscando calmar el temblor de mis propias manos. Me sentía tan dividida. Era casi como si me hubiesen partido en dos; como si mi mente y mi corazón estuviesen librando una cruenta batalla en mi interior y no pudiese prever su ganador. Lo que quería y lo que necesitaba. La voz de Mimi me llegó como venida de otro mundo y solo me encogí más en mí misma en respuesta. No lo sabía. No sabía cómo estaba, ni qué debía sentir, ni cómo debía proceder.

No sabía nada.

Aún seguía pensando en las voces que acabábamos de escuchar cuando nos adentramos en la sala y tomamos asiento frente a Zach. Todo en él indicaba el terrible agotamiento por el que estaba pasando; sus ojeras, el temblor de sus manos, su expresión cansada y su mirada perdida. De repente se veía tan pequeño y perdido. Tan roto. Y aún así continuó ignorando su propio sufrimiento para volcarse por completo en mí. En mis deseos y anhelos. En aquella realidad impostada a la que me había vuelto irremediablemente adicta.

Agaché la mirada, y mi gesto se ensombreció. Habíamos pasado por tantas experiencias traumáticas. Era imposible que no llegase a afectarnos psicológicamente y aún así no estaba preparada para algo así. Para verme a mí misma dándole la espalda a los holders, a mi familia, siendo lo suficientemente débil como para no saber lidiar con algo así. Como para tirar la toalla por primera vez, sobrepasada por mis propios demonios. Me había convertido en aquello que siempre odié.

Cobarde.

Era una maldita cobarde.

Cuando encontré mi voz al fin esta salió en un murmullo débil. No era difícil adivinar lo asustada que estaba.

—Quiero... volver a ver a Bruno, Zach. Solo a Bruno —respondí finalmente. La voz me tembló ligeramente y el nudo en mi garganta solo se volvió más fuerte a medida que hablaba—. La persona que me mostraste era perfecta. La mirada despistada, la sonrisa sincera, el cabello revuelto y desordenado. Quiero poder volver a escuchar su voz. Escucharle hablar por horas sobre estupideces y poder abrazarle de nuevo. Como si el tiempo no hubiese pasado y jamás me lo hubiesen arrebatado de esa forma. Y, si es posible... Me gustaría estar algo más consciente esta vez. De mi propio sueño.

Alcé la mirada lentamente, con los orbes ligeramente vidriosos... Y le sonreí. Una sonrisa pequeña y triste, pero firme. Había hecho una decisión al fin.

Y dolía.

>>...Quiero verle para despedirme de él. Solo así podré... dejar de culparme por algo que no hice, estoy segura. Quiero escuchar su versión —respiré hondo, desviando la mirada hacia la puerta—. Quizás tan solo tenga un par de minutos, pero será suficiente. Los chicos deben estar subiendo en este momento, y pronto llegarán hasta aquí. Lo siento, Zach... Aún así yo no voy a detenerte. No me corresponde a mí hacerlo, pero es porque confío plenamente en ellos que quiero someterme de nuevo a esta ilusión. Porque sé que no será para siempre.

>>Y si no lo consiguiesen, si no llegasen hasta aquí... Bueno, supongo que entonces seguiría soñando —solté el aire por la nariz, en una risa ligera y vacía—. No concibo una realidad donde no consigan lo que se propongan. Son demasiado tozudos como para algo así. ¿Cierto, Mimi?

Le dirigí una mirada de soslayo entonces, fugaz. Confiaba plenamente en ella y en los chicos, no había más. Y aún si no se atrevía a detener sus planes al final, estaría bien con eso. Porque era su propia realidad y la aceptaba como tal. Suspiré, sobrepasada, agotada, y me levanté del sillón con cierta pesadez. No podía irme sin hacer algo antes, no después de escuchar esas voces.

De saber cuánto ansiaba poder ver a su propia madre.

>>Pero antes de eso... —me acuclillé frente a él, sosteniéndole la mirada en silencio. Sujeté sus manos entre las mías, suave, como si el más mínimo roce pudiese llegar a romperlo en mil pedazos. Las sentí temblar ligeramente y apreté los labios con fuerza por un instante—. Prométeme que si hay algo, la más mínima posibilidad que pueda hacerme ayudarte a que veas tu propia ilusión, aunque sea por un instante, me lo dirás.

Busqué sus ojos de nuevo, remarcados por las ojeras y el agotamiento extremo, y apreté sus manos ligeramente. Quizás era un consuelo vano, pero era todo lo que tenía.

Esperaba que fuese suficiente.

>>Prométemelo. No es justo, Zach. Que des todo de ti sin recibir nada a cambio. Yo también quiero ayudarte.

 

Lucas Diamond

Cuando subimos a la planta, Zach nos habló a través de una pantalla, para explicarnos todo su plan. Usar la energía dinamax, pero para un buen fin, ¿eh? Nos mostró asimismo imágenes de todos los líderes de gimnasio, siendo felices con sus sueños cumplidos. Pero... Ugh, ¿todo era tan fácil? ¿Lo mejor sería simplemente aceptar y dejarnos hacer? Ser un sujeto pasivo en tu propio desarrollo y evolución... Era una idea que se me hacía aterradora, aunque ni yo mismo supiera por qué. No me gustaba, y no lo entendía. Todo... Todo parecía bueno, ¿no?

Mis amigos comenzaron a pronunciarse, cuando el chico acabó. Liza quería esa realidad. Nos pedía que no la privásemos de esa realidad. Porque así era: todo era real. Destiny era real, sus recuerdos lo eran. ¿¡Por qué narices no podía evitar tener prejuicios acerca de todo aquello!? Sería estupendo poder ser campeón, hablar con mis pokémon, cualquier cosa.

Pero... si todo lo que deseasen me lo concediesen, ¿no estaría perdiendo muchas cosas por el camino? Nunca habría conocido a los demás holders. Mi vida estaría determinada a ser de una forma, de algún modo. No tendría emoción para mí. No me sentiría yo mismo.

¡Y es más! ¡Los deseos de la gente podrían llegar a ser contradictorios incluso!

Ugh...

—Zach... Yo no estoy de acuerdo. yo no quiero mi vida resuelta por la energía dinamax. Pero no soy quién para privarle a Liza de su deseo. No soy quién para privar a la gente de sus deseos irrealizables.

>>Lo siento, pero yo no quiero formar parte de esto. En otras circunstancias, no dudaría en oponerme a ti. Pero simplemente ver que Liza desea esa realidad, ¡que la propia Destiny ha formado parte de esa realidad! No... No puedo oponerme. Me iré, ¡pero más te vale cuidar bien a la gente! O tendrá que venir a parar lo que aquí empezaste.

Me di la vuelta, y cogí el ascenso hacia la planta baja, hacia donde ya había ido Destiny. Zach... ¿por qué hacía todo esto, aún sabiendo que él quedaría al margen del sistema, de esa forma? Sus sueños nunca podrían realizarse. Como si fuera un eco, comenzaron a resonar por todos lados los pensamientos de Zach. Sus deseos.

Lo ignoré, al igual que quería ignorar todo esto.

—Destiny, estás aquí aún... Parece que nos vamos solos, ¿no?

 

Tanto Emily como Ian, cada uno en una de las plantas a las que podían acceder, derrotaron a aquellos guardias por su cuenta. Y, con la amenaza fuera, lograron seguir buscando la tarjeta. ¿Sería verdad que estaba ahí? Si era el caso, Zach realmente estaba jugando limpio... y pensar que, tal y como dijo, sería facilísimo para él controlarles a ambos y eliminar esa amenaza...

Como fuese, el que tuvo éxito fue Ian. En la planta 2 había, en efecto, una tarjeta. Tan pronto como la pasó por el lector del ascensor, nuevos botones aparecieron. ¡Ahora tanto Emily como él podrían acceder a más plantas! Venga, vamos... debe haber otra tarjeta en alguna de dichas plantas.

>> Planta 2
>> Planta 3
>> Planta 4
>> Planta 5
>> Planta 6
>> Planta 7
>> Planta 8
>> Planta 9
>> Planta 10

Contenido oculto

Emily:
100 Todos

Ian:
100 Todos

***

Mientras tanto, en el sótano, Aleck, Cayden, Givan y Nikolah intentaban salir de aquella sala y seguir a Neil, pero los guardias eran bastante ágiles, y la mayoría terminó siendo atrapados. El único que logró llegar sano y salvo al final del recorrido fue Cayden. El resto... no corrieron tanta suerte.

Así, dos miniguardianes se toparon con Nikolah...

MINIGUARDIÁN A: Acero
Lvl. 21
Salud: 120/120
AP: 100/100
Ataque: 90
Defensa: 70
Ataque especial: 90
Defensa especial: 70
Velocidad: 80 (<60)
Habilidades pasivas:
-Alerta (si queda con menos de 30 Ps, activará una alerta que llamará a más guardias)
Habilidades activas:
-Miniláser (40 Potencia, Psíquico, especial, -10 AP)
-Garra furiosa (40 Potencia, Acero, físico, -10 AP)
-Doble luz (20 Potencia, especial. Golpea dos veces, la primera siendo de tipo Hada y la segunda de tipo Siniestro. -20 AP)
-Doble zarpa (20 Potencia, físico. Golpea dos veces, la primera siendo de tipo Acero y la segunda de tipo Lucha. -20 AP)
+60 experiencia


MINIGUARDIÁN A: Acero
Lvl. 21
Salud: 120/120
AP: 100/100
Ataque: 90
Defensa: 70
Ataque especial: 90
Defensa especial: 70
Velocidad: 80 (<60)
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-Alerta (si queda con menos de 30 Ps, activará una alerta que llamará a más guardias)
Habilidades activas:
-Miniláser (40 Potencia, Psíquico, especial, -10 AP)
-Garra furiosa (40 Potencia, Acero, físico, -10 AP)
-Doble luz (20 Potencia, especial. Golpea dos veces, la primera siendo de tipo Hada y la segunda de tipo Siniestro. -20 AP)
-Doble zarpa (20 Potencia, físico. Golpea dos veces, la primera siendo de tipo Acero y la segunda de tipo Lucha. -20 AP)
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... otros dos con Aleck...

MINIGUARDIÁN A: Acero
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AP: 100/100
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... y otros dos con Givan.

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-Miniláser (40 Potencia, Psíquico, especial, -10 AP)
-Garra furiosa (40 Potencia, Acero, físico, -10 AP)
-Doble luz (20 Potencia, especial. Golpea dos veces, la primera siendo de tipo Hada y la segunda de tipo Siniestro. -20 AP)
-Doble zarpa (20 Potencia, físico. Golpea dos veces, la primera siendo de tipo Acero y la segunda de tipo Lucha. -20 AP)
+60 experiencia


***

Lucas, mientras tanto, bajó al vestíbulo, a la planta baja. Las puertas esperaban para ellos allí, abiertas, y la chica reaccionó con sorpresa al ver a Lucas. Esbozó una ligera y entristecida sonrisa al verle.

—Ah, Lucas. Ya veo, otro que rechaza el plan pero no se opone, ¿eh? ¿Lo has... hecho por Liza? Uhm. Yo, la verdad, no sé qué decir. No entiendo por qué, es complicado, pero... siento que lo que debo hacer es oponerme al plan de Zach. Quizá porque es tan bonito todo que me cuesta creer que sea verdad, y... me da la sensación de que tiene que haber algún problema. De que, como es tan utópico, no puede ser bueno. Y por más vueltas que le doy Zach contraataca cualquier duda que tengo con una lógica tan aplastante que... quizá me equivoco, ¿no? Y quizá sí que no hay nada malo en ello. Yo qué sé, ¡estoy hecha un lío! Anda, vámonos, y... que sea lo que tenga que ser. Al menos me quedo tranquila sabiendo que pase lo que pase, estará en buenas manos.

Y así, ambos caminaron poco a poco hasta acercarse a la puerta que les sacaría de los laboratorios.

Pero no pudieron.

Una estruendosa alarma comenzó a sonar entonces, y el brillo rojo inundó la zona, parpadeante. Un rojo diferente al de la energía dinamax; era el rojo de una alerta de seguridad que se había activado de repente, sorpresivamente. Cerrándose las puertas, Destiny y Lucas quedaron atrapados allí. Y pronto cuatro guardias comenzaron a rodearles. Destiny, confusa, miró a su alrededor.

—¿Q-Qué es esto? ¿Qué está pasando? ¡Agh, Lucas, cuidado! ¡Yo me encargo de estos dos!

Mierda, ¿¡y ahora qué!?

GUARDIA DE EMERGENCIA A: Acero
Lvl. 71
Salud: 160/160
AP: 150/150
Ataque: 200
Defensa: 100
Ataque especial: 200
Defensa especial: 100
Velocidad: 160 (<120)
Habilidades pasivas:
-Alerta (si queda con menos de 40 Ps, activará una alerta que llamará a más guardias)
-Hiperconcentración (+50 AP máximo)
Habilidades activas:
-Bláster (20 Potencia, Psíquico, especial, golpea tres veces, -35 AP)
-Lluvia de energía (x Potencia, Acero, especial. Gastará todo el AP que le quede, siendo la potencia tan alta como sea dicha cifra)
-Hachazo de energía (70 Potencia, Acero, físico, -30 AP)
-Fulgor brillante (40 Potencia, Hada, especial, golpea a todos los nemigos. -25 AP)
-Acumular (sube en 10 puntos su ataque y ataque especial de forma permanente, y, además, recarga su AP en 50 puntos)
+120 experiencia

GUARDIA DE EMERGENCIA B: Acero
Lvl. 71
Salud: 160/160
AP: 150/150
Ataque: 200
Defensa: 100
Ataque especial: 200
Defensa especial: 100
Velocidad: 160 (<120)
Habilidades pasivas:
-Alerta (si queda con menos de 40 Ps, activará una alerta que llamará a más guardias)
-Hiperconcentración (+50 AP máximo)
Habilidades activas:
-Bláster (20 Potencia, Psíquico, especial, golpea tres veces, -35 AP)
-Lluvia de energía (x Potencia, Acero, especial. Gastará todo el AP que le quede, siendo la potencia tan alta como sea dicha cifra)
-Hachazo de energía (70 Potencia, Acero, físico, -30 AP)
-Fulgor brillante (40 Potencia, Hada, especial, golpea a todos los nemigos. -25 AP)
-Acumular (sube en 10 puntos su ataque y ataque especial de forma permanente, y, además, recarga su AP en 50 puntos)
+120 experiencia


***

Mientras todo aquello sucedía, en la planta 29, Zach había estado escuchando a Liza y apuntando todo lo que decía con detalle, pero... cuando la chica le tomó las manos y le dijo aquellas palabras, sus ojos, grandes, se abrieron mucho y la miraron. Pero pronto los desvió, y apartó las manos rápidamente.

En casi un suspiro, dijo:

—... olvídate de mí. Este es mi sueño: lograr que todo el mundo que sufre pueda ver sus sueños cumplidos, y que los seres queridos perdidos vuelvan. Lograr que nadie tenga que pasar por un dolor tan grande que no se pueda soportar. Y lo he conseguido, así que... mis sueños están realizados. No necesito nada más. Además. Alguien tiene que hacer esto, y ya decidí hace tiempo que sería yo, porque nadie más podría. Nadie más tenía por qué tomar este papel. Yo lo he decidido hacer, así que lo llevaré a cabo hasta el final. Es mi decisión... no formar parte del "sueño" que estoy creando. E igual que le permito y permitiré a todos elegir si quieren o no, yo he elegido no formar parte de él.

Y, de nuevo, las voces resonaron:

Si mamá estuviese conmigo...

... pero hay dos opciones. O que no esté con nadie, o que esté con Eileen.

Ella lo merece. Más que yo. Ella tuvo que cargar conmigo.

... quiero... ver a mamá... pero... pero...

Zach zarandeó la cabeza, tomando aire conforme se levantó.

—... bien. Con estos datos podré recrear el sueño de nuevo, Liza. Espero que esta vez sea incluso mejor que la primera, ¿sí? Puedes... podéis esperar aquí, si queréis. Tardaré poco. Tengo un ascensor privado que lleva al ordenador, así que-

Pero fue interrumpido. Interrumpido por el sonido estruendoso, y el rojo intenso. Y, alarmado como su laboratorio, miró en todas direcciones, incrédulo.

—... ¿huh? ¿Qué está pasando...?

Pronto corrió hasta una pared, y tecleó un par de cosas en la misma. En ella se proyectó entonces una imagen, y pudo ver al intruso que había provocado eso. Había... alguien, un hombre, corriendo por los pasillos del Laboratorio y destrozándolo a su paso. Y la cara de Zach mostró entonces el verdadero horror. Estaba... completamente en shock, tanto, que tardó unos segundos en reaccionar. No fue hasta que el intruso se acercó a la cámara que le enfocaba y mostró su rostro cuando Zach reaccionó.

—¿F-Finn? ¿Qué hace él aquí? T-Tché, no, no, no, ¡no! Tengo q-que desactivar la seguridad. Vuestros amigos están aquí, y... por culpa de Finn, ahora quizá corren peligro. ¡Eh! —gritó, al pulsar un botón que pareció activar la megafonía. Por la expresión de Finn, parecía claro que ahora podía oírle—. ¡Finn! ¡No sé cómo has logrado salir del sueño ni qué estás haciendo, pero te ruego que pares! ¡Estás activando todos los sistemas de seguridad, y aquí hay gente inocente ahora mismo! ¡N-No puedo desactivar la seguridad inmediatamente, así que por favor, lo que quieras hacer, házmelo a mí, pero deja el laboratorio! ¡Si tienes un problema, sube a la...!

Pero Finn, severo, miró con puños apretados a la pantalla y habló. Su voz se escuchó en todas partes.

—... temía que pasase esto, Zach. Lo sabía, sabía que... iba a pasar. Dime una cosa, ¿es por tu madre?

—¿H-Huh?

—Es por ella, ¿no? Porque se marchó y... la perdista. Si hubiese estado a tu lado, dime, ¿habrías hecho esto? ¿Podría haberse evitado que creases este... mundo?

—N-No es eso... yo...

Pero Finn volvió a intervenir.

—Zach, sé que crees que haces lo correcto, pero tienes que tener cuidado. Tú solo no puedes con esto. Es demasiado para ti. No solo te va a afectar personalmente, sino... a todo el mundo, a la larga. Si creas este mundo ideal tuyo, el mundo dependerá de ti. La gente dependerá de ti. Y tú solo no puedes mantener todo esto. La energía dinamax regalará sueños a la gente, pero también las volverá adictas. Adictas a tus sueños. Y cuando, más tarde o más temprano, llegue el día en que no puedas seguir concediéndoselos, y la energía desaparezca... sea porque Eternatus no pueda sostenerlo más o porque tú no puedas seguir gestionándolo, ¿qué pasará? Que todo el mundo quedará inválido. Incapaz de discernir imaginación de realidad. Incapaces de aceptar que lo que llevaban tiempo viendo ha desaparecido. Incapaces de aceptar pérdidas. Y acudirán a ti. Pidiendo más. Como adictos.

—C-Cállate, ¡yo puedo hacerlo! ¡Yo tengo que hacerlo!

—... muy bien —dijo, cerrando los ojos, Finn—. Pero, ¿de verdad puedes, Zach? Mírame a mí. Aquí me tienes. Soy un fallo en tu plan.

—¿U-Un fallo...?

—¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué no estoy "soñando"? ¿Sabes por qué? Porque no sabes nada de mí. Y lo que crees saber es... erróneo. Por mucho que apliques parte del control mental, no puedes... no puedes usarlo para extraer mis sueños. Porque mi mente está rota. Así que, ¿qué harás conmigo? Yo soy un fallo, alguien que se sale de tus planes. Alguien a quien nunca podrás concederle sus sueños, porque... nunca podrás lograrlo con esos métodos. Así que... ¿qué pretendes hacer conmigo? ¿Cómo arreglarás esto?

—Y-Yo... si me cuentas, yo... siempre que quieras, podré darte tus sueños. Podré hacerlos realidad.

Finn, extrañamente... sonrió.

—Claro que puedes. Pero... no así. Lo siento, Zach. No me dejas más remedio.

Alzó el puño, y, entonces... la imagen se cortó. Zach no pudo resistir la impresión, y cayó de espaldas, ojos muy abiertos, desencajados. Pronto extrajo un aparato de comunicación y habló, con voz entrecortada, a través de él.

—C-Colin, ¿Colin? ¿M-Me oyes? ¡Encuentra a Finn! ¡Detenle, él es el que está causando esta alarma en el lugar! ¡Y-Yo voy a desactivar las medidas de seguridad mientras tanto!

Miró a su alrededor, y, entonces, visiblemente agobiado, se dirigió a Liza y a Mimi.

—Chicas... odio tener que deciros esto, pero nuestra reunión tendrá que esperar. ¿Podría... pediros un favor?

>> Con el sistema de seguridad disparado ahora mismo, los guardias se van a descontrolar. La imagen de Finn era de la planta 23... y va ascendiendo. N-No sé cómo ha logrado acceso hasta ahí pero... en la 25... a-ahí está... Eileen... ¡p-por favor, id allí y detenedle! Con esta alarma activa, el ascensor está bloqueado incluso para mí, así que no puedo desbloquear los accesos a las plantas. Tengo que ir arriba, al ordenador, y deshabilitar la seguridad, y... eso va a suponer tiempo. Colin irá desde abajo, así que, si vais desde arriba, quizá... podáis parar a Finn. P-Por favor, p-por Eileen... ayudadme. Ayudadla. A ella y a vuestros amigos. Todos... están aquí.

S-Se le veía tan desesperado... aquello, en realidad, no era ninguna amenaza para su "mundo" ideal, no más de lo que lo eran Emily e Ian en su ascenso. Todo su estado de preocupación y ansiedad se debía a su preocupación por la integridad de los que se encontraban en la torre. De los chicos de Gérie, de Ian, Emily, Lucas, Destiny, Nikolah, y... claro, también de su hermana, que, aparentemente, estaba ahí.

Así, subió en un ascensor privado. Mientras Zach desactivaba la seguridad, Finn no iba a dudar en seguir ascendiendo, ¿eh? Y no sabían bien cuáles eran sus intenciones, así que... tendrían que bajar, manualmente, planta a planta. Y solo podían bajar a las dos inmediatamente inferiores. Tsk.

>> Planta 28
>> Planta 27

 

Nikolah Cruz

Torcí los labios al ver que había atraído la atención de algunas guardias. Bueno, al menos había evitado que se encontraran con Cayden, a quien ya veía alejándose a la distancia. El problema era que ahora tenía dos robots de los cuales encargarme, que parecían bastante robustos.

MacAndino fue el primero en salir, listo para repartir palazos. Vega lo siguió, sonriendo confiado. Al parecer, desde que uno se había sacrificado por el otro, habían tomado bastante confianza. Hasta hace unos días se odiaban. No lograba entender a mis pokémon, la verdad.

>> Desarme x1 -> Miniguardián A; Patada Baja x1 -> Miniguardián A

(Los dos se llaman A, le pego los dos al primero (?)


THWACKEY: Planta
Lvl: 19 (50)
Salud: 160/160
AP: 88/100
Ataque: 103
Defensa: 90
Ataque especial: 58
Defensa especial: 72
Velocidad: 90 (<68)
Habilidades pasivas:
- Espesura: potencia de habilidades tipo planta x2 cuando sus PS bajan de 1/3.
Habilidades activas:
-Doble Golpe (20 Potencia, Normal, golpea dos veces, físico, no puede usarse dos veces en un ataque doble. -20 AP)
-Desarme (30 Potencia, Siniestro, físico, elimina el efecto del primer objeto equipado. -12 AP)
- Malicioso (baja en un 25% la defensa física del rival durante dos turnos. -15 AP)
- Mofa (impide al rival usar movimientos no ofensivos por 2 turnos. -20 AP)
-Hoja afilada (30 Potencia, Planta, físico, -8 AP)


TIMBURR: Lucha
Lvl. 13 (50)
Salud: 158/158
AP: 95/100
Ataque: 92
Defensa: 58
Ataque Especial: 26
Defensa Especial: 44
Velocidad: 40 (<31)
Habilidades activas:
-Destructor (20 Potencia, Normal, físico, -5 AP)
-Malicioso (-25% defensa rival por dos turnos, -15 AP)
-Patada baja (20 Potencia, Lucha, físico, -5 AP)
-Lanzarrocas (30 Potencia, Roca, físico, -8 AP)