Mazmorra Guarida Gamma

La cama que revisó Hubert estaba justo junto a la máquina. Parecía tener varias particularidades... para empezar, tenía restos de correas o algo similar, una especie de cinturones para asegurar la cama o... o para retener al pokémon que estaba dentro de ella y obligarlo a estarse quieto. No obstante, eran precisamente "restos" porque, escalofriantemente... tanto las sábanas como lo que se presumían como algún tipo de correas estaban parcial o totalmente quemadas.

Añadida a las pruebas los Restos de cama con correas

 

Mimi Honda

... Nada. Nombres y más nombres de pokémon. Me mantuve un par de segundos leyendo los informes con la vista, en silencio... y aunque sentí una especie de pálpito cuando me crucé con los nombre de ''Panpour'', ''Pansear'' y ''Pansage'' decidí ignorarlo y dejar la carpeta con un suspiro de resignación. Ugh... demasiada información trivial para mi cerebro. Que desperdicio...

—Ni modo...— musité con pesar, desganada, antes de alzar la vista y cruzarme con la figura de Effy. La entrenadora estaba frente al pc prendido, no lejos de mi posición. La luz fría y vacilante del monitor se reflejaban en su rostro y le otorgaban un aspecto ciertamente espeluznante. Fantástico. Aunque me costase y más aún tratándose de Effy, era momento de ser sociable.

—¿Y bien?— pregunté pues, cruzando mis brazos y apoyando mi espalda contra la mesa—. ¿Averiguaste algo?

 

Me forcé a apartar la mirada del monitor; estar tanto tiempo mirando la pantalla y tan de cerca era dañino para la vista. Levanté la mirada y me encontré con Mimi, que se había acercado a preguntar si había logrado averiguar algo. Decidí explicarme un poco antes de referirme a la ficha descubierta.

—Steve descubrió que la carpeta de "pacientes" estaba protegida por una contraseña de cuatro letras, pero no examinó la otra carpeta de archivos —le expliqué a la Honda—. De modo que decidí revisar la otra carpeta, "trabajadores", y he tenido suerte; no había contraseña, por lo que pude acceder.

>> Al principio no encontré nada en particular, eran fichas de trabajadores que pasaron por este lugar cuando aún funcionaba, nada fuera de lo ordinario… pero esta ficha me llamó la atención.

Señalé entonces la pantalla, donde la foto de Lyanna Glenn, hermosa y sonriente, aún se encontraba en primer plano. Mimi la miró y luego volvió a mirarme a mí, lo cual interpreté como una señal de que podía seguir hablando.

—A diferencia de todas las demás fichas, la de Lyanna no está clasificada por su puesto de trabajo. De hecho, no está clasificada para nada —tomé el ordenador y le mostré lo que quería decir, mostrándole que la ficha de Lyanna estaba apartada de toda categoría que la juntara con sus compañeros de trabajo—. Y eso no es todo… mira bien su ficha, está incompleta a comparación con las demás, casi vacía. No hay mucho más sobre ella que su nombre y la foto… y todas las demás fichas están completas. No me puedes negar que es un poco extraño… ¿quién será esta mujer?

 

Mimi Honda

Y no me equivocaba, Effy había tenido muchas más suerte que yo. Escuché sus palabras con atención, intrigada y escéptica a partes iguales. Ahora que lo recordaba, Steve había mencionado el tema de la carpeta misteriosa y del ordenador con anterioridad, pero no lo había recordado hasta ahora. Una carpeta protegida por una clave de seguridad... ¿qué era tan importante como para requirir de contraseña? Esto no hacía más que ponerse más y más misterioso...

>> Al principio no encontré nada en particular,—decía— eran fichas de trabajadores que pasaron por este lugar cuando aún funcionaba, nada fuera de lo ordinario… pero esta ficha me llamó la atención.

—¿Hm?— pregunté.

Effy señaló la pantalla del viejo pc. Se trataba del informe de una muchacha joven, de brillantes ojos castaños. La ficha estaba casi incompleta y no contenía dato de interés alguno. Nada de nada. Ni curriculum... ni nada. Era un papel blanco prácticamente incompleto con sólo un nombre y una foto.

Lyanna Glenn...

Un brillo de duda se instaló en el fondo de mis pupilas. No podía tratarse de una paciente, era obvio que en el centro sólo trataban pokémon. Pero entonces... Tal y como decía Effy, ¿qué...?
Fue justo en ese momento cuando las palabras de Steve retumbaron como una maza entre las paredes de mi mente. ''...y también una horrorosa grabación donde un sujeto decía que iba a hacer eso "siguiendo órdenes de arriba" y donde una mujer parecía estar en contra, pero... no se sabe qué pasó con ella. Al final de la grabación se oía un golpe súper fuerte y a ella gritando, así que... bueno, las posibilidades son tétricas.''

—Effy— la llamé, con una expresión de circustancias—. ¿Recuerdas lo que dijo Steve? ¿La cinta que mencionó con la supuesta grabación de un asesinato? Había una chica, se oía la voz de una mujer, un hombre y después un fuerte golpe... ¿Y si no es concidencia que la ficha esté incompleta? Es decir... ¿Y si esta chica es la misma de la grabación? Explicaría porque no hay más datos sobre ella... ¿Y si alguien quiso borrarla del mapa para siempre?

 

Escuché la teoría de Mimi con cautela, procesando debidamente la información… volví a mirar la foto de Lyanna antes de finalmente apartarme del ordenador.

—Tiene sentido —acepté finalmente una vez ella terminó de hablar—. Steve dijo que esa mujer probablemente no tuve un final muy agradable, a juzgar por lo que oyó al final de la grabación… en ese caso, puede ser que el hombre que se oye en la grabación quisiera borrarla del mapa por completo… incluyendo todo registro de ella. Sí, tienes razón, eso explicaría porque esta ficha está tan incompleta… pobre mujer…

Aún no podíamos confirmarlo, por lo que era imperativo buscar más pistas si queríamos comprobar la teoría de Mimi. Miré alrededor; no había mucho más en el laboratorio. Estaban los archivos que Alpha y Mimi habían visto, la mesa donde Steve había encontrado la grabación, los planos que Steve había mencionado anteriormente, y finalmente un armario que Alpha había abierto para descubrir nada más que polvorientas batas viejas.

—No parece haber mucho más por aquí… —dije, mirando el lugar—. Tal vez sea mejor probar suerte en la habitación que mencionó Hubert, a lo mejor encontró alguna pista más, porque en este laboratorio no parece haber nada más, a menos que podamos descubrir la contraseña para la otra carpeta de archivos.

 

No tuve que recorrer mucho para advertir que la más llamativa era la cama que se ubicaba frente a la máquina. O mejor dicho, los restos de una cama que había sido invadida por las llamas. Apenas sí se podían distinguir las sábanas y… unas correas. De esas que se utilizaban para mantener inmovilizados a los pacientes…

¿Habrá sido obre de un pokémon de tipo fuego?

O… ¿habían quemado a alguien inmovilizado en una cama? Me invadieron desagradables recuerdos de la Mansión del Gran Pantano. Para hacer la cosa más siniestra, corroboré que en el armario de la habitación también había objetos calcinados

Regresé al laboratorio, donde volvía a encontrarme con los demás.

—Creo que han estado realizando experimentos con los internados —declaré con tono grave, al ingresar—. En la máquina de la habitación, encontré un registro de ritmo cardíaco del último paciente que estuvo aquí. Presentaba una hiperactividad enfermiza y, a juzgar por los parones que sufrió, lo estuvieron sedando. Debajo había un dato que decía: T-02/00 —hice una pausa antes de seguir:— Y frente a la máquina encontré los restos de una cama, con sábanas y correas quemadas. En el armario también hay objetos calcinados… Por cierto, ¿el de aquí ya lo revisaron?

Mientras hablaba, investigaba el armario del laboratorio, aunque de momento sólo encontré ropa vieja.

 

Mimi Honda

Suspiré, apagando el monitor.

—Adelántate— le dije a Effy, sacando mi pokédex/holomisor del bolso—. Yo llamaré a Emily para ponerla al corriente de todo lo que hemos descubierto hasta ahora. Ella fue a la Compañía Óleo, así que quizás pueda arrojar algo de luz sobre todo esto...

Sin embargo, antes de que pudiera siquiera encender el aparato, Hubert entró como una exhalacación en el laboratorio. Se le notaba visiblemente alterado, como si acabase de ver un fantasma. Su ingreso fue tan apresurado, de hecho, que a punto estuvo de chocar contra Effy. Alcé la vista, intrigada y preocupada por igual. ¿Qué demonios pasaba ahora?

—Creo que han estado realizando experimentos con los internados —declaró. Mi expresión palideció de súbito, sentí que aquella misma mano helada me aferraba como una garra el corazón. ¿Qué...? Currupción, asesinato... ¿y ahora esto? ¿En que clase de película de terror nos habíamos metido sin saberlo?—. En la máquina de la habitación, encontré un registro de ritmo cardíaco del último paciente que estuvo aquí. Presentaba una hiperactividad enfermiza y, a juzgar por los parones que sufrió, lo estuvieron sedando. Debajo había un dato que decía: T-02/00. Y frente a la cama encontré los restos de una cama, con sábanas y correas quemadas. Y en el armario también hay objetos calcinados…

Añadió una pregunta a la que yo no contesté, pues me mantuve estática un par de segundos, tratando de procesar la situación y el torrente de información que había recibido en tan poco tiempo. ¿Experimentos con los pokémon ingresados? ¿Pero qué...? Sacudí la cabeza con fuerza, tratando titánicamente de despejarme.

—¡Sea o no sea así no podemos probarlo!— le respondí, sobreponiéndome al terror y la rabia que me invadió en segundos—. ¡Oh, vamos! El pokémon enfermo pudo sufrir algún tipo de convulsión, estar rabioso e histérico... ¡Es obvio que el personal sanitario no podría tratar a nadie en un estado de conciencia tan extremo! ¿No es normal que lo sedasen? Y las correas y sábanas quemadas... ¡Sencillamente pudo tratarse de un pokémon de fuego!

>>Aún no podemos probar nada, ¿bien?— finalicé, algo más tranquila— Sólo hacer hipótesis y conjeturas. Diablos, Hubert... Ya es lo bastante siniestro barajar la idea de un posible asesinato como para pensar también algo así...

 

Comencé a sacar cuentas. Lo del veneno y el potencial asesinato a la mujer estaba más o menos cubierto. Pero esa habitación... hay algo que falta. Armario calcinado, la cama aparentemente también estaba quemada cuando la medio pasé a ver al ir a la habitación, y Alpha encontró un cartel partido a la mitad que decía "Pan...". ¡Pero claro...!

—¡Momento! —intervine—. Aún hay algo que hacer en esa estantería...

>>Esa habitación tenía objetos calcinados en el armario, y al parecer la cama también estaba medio quemada. Alpha encontró un cartel a medias que decía "Pan...". ¡Intenten buscar a Pansear en ese registro! Alguna cosa debe tener este pokémon para que hayan tantas pistas regadas de él...

 

Mimi Honda

Y en medio de la confusión general, se impuso la voz de Steve.

>>Esa habitación tenía objetos calcinados en el armario—empezó—, y al parecer la cama también estaba medio quemada. Alpha encontró un cartel a medias que decía "Pan...". ¡Intenten buscar a Pansear en ese registro! Alguna cosa debe tener este pokémon para que hayan tantas pistas regadas de él...

¿Ah?

—¿Un cartel que decía ''Pan''?— pregunté con curiosidad, volteándome hacía Alpha—. ¿Por qué no dijiste nada, eh?— le espeté con clara molestia—. ¡Ugh! ¡Podríamos haber acabado hace siglos con esto!

Entonces... ¿El pálpito que sentí al leer los nombres de Pansear, Panpour y Pansage en el registro de pacientes no habían sido sólo imaginaciones mías? Oh, Arceus... ¡Mi sexto sentido era mejor de lo que había pensado en un principio! ¡Tenía tantas razones para sentirme orgullosa de mí misma!

Caminé rápidamente hasta la mesa y rebusqué entre la carpeta de archivos.

—A ver... Letra P... letra P...— musitaba, pasando hoja tras hoja con mis dedos—. Panphy, Pansage... ¡Aquí está! ¡Pansear!

Y procedí a leer en voz alta el informe.

 

Mimi debía haberse confundido al leerlo, pues no figuraba ningún Pansear en el registro... lo más parecido, que sería probablemente lo que ella confundió, era un Panpour ingresado. El documento estaba escrito a mano.
Ese Pansear ingresó hacía algo más de un año, en una fecha cercana por días a la del cierre de la clínica. El entrenador figuraba como "Pour". En el diagnóstico, aparecía lo siguiente:

"Padecimiento: síndrome de disforia de tipo.
El sujeto presenta una ansiedad exacerbada y un estado taquicárdico insostenible. Necesario tratamiento de contención y vigilancia constante. Podría presentar conductas y habilidades inusuales, o temperamentos violentos.
No se sabe la causa de dicho síndrome.
Enfermera a cargo del cuidado: Lyanna Glenn"

Añadido a las pruebas el Informe médico de Panpour

 

Por otra parte, Hubert miró entre la ropa del armario. Ahora que sabía más... se fijó en algo. Había batas de médico y trajes de enfermero y enfermera de todo el mundo, cada uno con su seña identificativa. Pero no estaba el de Lyanna Glenn. ¿Por qué?

Añadida a las pruebas el Uniforme de Lyanna.

 

Mimi Honda

Sin fijarme demasiado en el nombre del pokémon, comencé a leer.

—Padecimiento: síndrome de disforia de tipo— empecé con un tono sereno, modulado, que fue agravándose con cada frase leída. Mi expresión palideció, pero en el fondo sentí cierto alivio al comprobar que las sospechas de Hubert eran infundadas. Nada de experimentos, para seguridad de mi equilibrio mental—. El sujeto presenta una ansiedad exacerbada y un estado taquicárdico insostenible. Necesario tratamiento de contención y vigilancia constante. Podría presentar conductas y habilidades inusuales, o temperamentos violentos— continué, sosteniendo la hoja con más fuerza a medida que mis ojos se movían con rapidez sobre el texto. Un escalofrío me recorrió la espalda—. No se sabe la causa de dicho síndrome. Enfermera a cargo del cuidado... Lyanna Glenn"

Detuve la lectura en ese momento. Un chorro de adrenalina corrió por mis venas y mis ojos se abrieron a causa de la impresión. Arceus... ¿Lyanna Glenn? ¿La enfermera fantasma? ¿La joven que supuestamente había sido víctima de un asesinato? ¿Qué significaba todo esto?
¿Qué tenía que ver el último pokémon ingresado en el centro en estado de histeria, con un enfermera sin pasado?

Fruncí ligeramente el ceño, contrariada.

—¿Qué rayos...?

Por un instante, el silencio se apoderó del cuarto.

 

—¿Qu-qué es lo que quieres, Snorlax? ¿Me vas a ayudar a subir? Pero... ¿Vas a poder? —dudé por unos instantes, viendo las dimensiones del tipo normal—. Bueno, está bien. Si lo consigues te daré un par de galletas que tengo guardadas.

El pokémon aplaudió (o lo intentó), y luego con una de sus manos señaló su espalda para que subiese. Efectivamente, consiguió subir y llegar a la ventana. Lo que no sé es cómo no se cayó la torre...

Contenido oculto

Luego empiezo a inspeccionar, que tengo que leer mucho y no me da tiempo xD

 

Snorlax.

Cuando al fin subieron al edificio, Snorlax y Lucas caminaron hacia el pasillo, y éste último prosiguió a buscar algo en su mochila, mientras un emocionado Snorlax aguardaba impacientemente por su recompensa. Y entonces, el entrenador sacó una bolsa de galletas.

...

¿Galletas? ¡Hey!, ¡ese no había sido el trato! Lo que él quería era el Sandwich de pavo. El oso dormilón se sentía completamente estafado.
El pokémon dormir miro con seriedad e indiferencia al entrenador, levantó su brazo... y lo empujó al suelo. Así sin más. Nada de anestesia ni drama. Todo fue así, rapidito, de manera descarada. Lucas cayó inconsciente, puesto que ese grandulón tenía fueeerza.

Sonriente, Snorlax hurgó en la mochila y al fin encontró su preciado Sandwich de pavo. Feliz, se saboreó la boca y se dirigió al laboratorio, dejando al inconsciente Lucas tendido en el suelo.

Steve Stone.

Quedé intrigado pero igual confundido. ¿"Disforia de tipo"? ¿Y eso qué significa exactamente? Pero entonces, antes de que pudiera darle vueltas al asunto, otra cosa se me vino a la cabeza...

Volteé a mirar a todos lados, había alguien que faltaba por aquí.

—Oigan, ¿nadie ha visto a Snorlax?
—¡Laaaaax!

No fue sino sólo decir eso para que apareciese el oso dormilón, pero andaba con... ¿un sandwich de pavo en la mano?, ¿pero qué?

—Espera... ¿de dónde sacaste eso? —lo interrogué inquieto—. No me digas que de la cocina de éste lugar, si es que hay cocina, porque no quiero imaginarme de que hacen la carne en un lugar tan siniestro como éste....

Snorlax negó con la cabeza y apuntó al pasillo. Yo, confundido, volteé a ver y encontré un cuerpo tendido en el suelo.

—¡Oh, por Dios! —exclamé alarmado—. ¿Estará muerto?

Fui corriendo súper apurado hacia el pasillo. Quizá mi respuesta sonó extrema, pero vamos, ¡con tanta cosa extraña que me he cruzado en este lugar ya me espero cualquier cosa! Llegué agitado a donde el cuerpo, y vi a un rostro que se me hacía familiar, pero no lo recordaba muy bien. Proseguí a tomarle el pulso, y afortunadamente todo estaba en orden.
En cuestión de segundos, llegó Snorlax terminándose su sandwich.

—Un momento... ¿no será que noqueaste a este chico y le robaste su comida o sí?

El oso dormilón se encogió de hombros, haciéndose el desentendido. Esa respuesta me bastó para saber que el pokémon dormir era completamente culpable.

—¡Snorlax...!

Para evitar algún regaño, Snorlax se dio media vuelta y encontró una almohada en una estantería. La tomó, y la puso debajo de la cabeza del chico. Yo le lancé una mirada juzgadora, no era eso a lo que me refería.
El oso dormilón lanzó un suspiro, y se llevó a Lucas a su hombro izquierdo para llevarlo al laboratorio.

—¡No lo vayas a dejar en el suelo!, ¿eh? Mínimo en una silla al cuidado de los otros.

Cuando el pokémon dormir finalmente entró al laboratorio, yo miré hacia todos lados. Estaba solo, y necesitaba hacer algo urgente. Proseguí a encender mi Holomisor y grabé el siguiente mensaje audiovisual:

—¡Hola! Quizá no sea el mejor momento, porque bueno, estamos en medio de un caso súper macabro, pero no pude aguantarme más. Quisiera disculpas por haber sido tan esquivo hace un rato atrás, poniendo un montón de escusas alocadas de por medio. La verdad es que...

Decidí tomarme unos segundos de silencio. Esto no era sencillo, menos porque era primera vez en mi vida que hacía algo así.

>>La verdad es que me sentí un poco raro al verte con Dante en esa habitación... —continué—-... a oscuras, los dos solos, en una cama. Fue extraño. Y bueno, es primera vez en mi vida que siento algo así, quizá hace un par de meses no hubiese pasado, pero ahora hay algo distinto, Liz. No sé muy bien que es, o quizá sí, pero no es muy fácil de decir. Quizá es eso que llaman... ¿celos? Bueno, no sé. El punto es que quería disculparme por eso, y ojalá podamos hablar luego de que toda esta locura del mar evenenado sea resuelta. ¡Espero que todos estén bien por allá!

Apreté el botón de stop. El mensaje estaba listo para ser enviado, así que fue apretar un par de botones y el mensaje audio-visual fue enviado a Liza White.

 

Poco a poco empecé a recuperar la visión. No tenía ni idea de qué había pasado, pero me encontraba sentado en una silla en una habitación que no me sonaba para nada. Había un montón de cachivaches inútiles que no entendía, pero lo que más me llamó la atención es que Snorlax se encontraba a mi lado. ¿Snorlax? ¿De dónde había salido?

—Ho-hola... ¿Qué hacemos aquí? ¿Me has secuestrado? —pregunté muy confuso—. No me acuerdo de nada —el tipo normal solo se marchó por el pasillo, sin hacer declaraciones—. ¡Eh, espera, no me dejes aquí atado! —grité intentando forcejear con... ¿el aire? ¡Pero si no estaba atado, solo sentado!—. Ay, ¡qué susto! Voy a seguir a Snorlax, a ver a dónde me lleva.

La puerta que daba acceso al pasillo mostraba la antigüedad del edificio. Una vez cruzada, pude ver un par de objetos en el suelo, los cuales ignoré, y un cartel. ¿Qué era lo que ponía? ¿Eso era un número? ¿Cual era? Lástima no tener un pokémon de fuego ahora...

 

Mimi Honda

Suspiré.

¿Qué era todo esto? Empezaba a marearme... Si tan sólo supiésemos donde más buscar...

Con un sonoro ''¡Plaf!'' estrellé el archivo de Panpour contra la mesa donde se encontraba Alpha, molesta por su pasividad. ¡Estábamos juntos en esto! ¿No? Esperaba que ese ruido bastara para que despertase de una maldita vez. ¡Rayos! ¡No quería volver a dirigirle la palabra! ¿Quién se creía que era para hacerme sentir así? Tan... sola... Tan... impotente. ¡No podía solucionar nada si él no ponía de su parte! ¡Idiota!

Fue entonces cuando Snorlax entró por la puerta, transportando un cuerpo inerte en su costado izquierdo. Sí, el Snorlax de Steve entró por la puerta con un cuerpo humano en el hombro. ¿Q-qué demonios...? ¡Más sorpresas no, por las barbas de Samurott! Esa gorra roja tan cutre y esa bufanda que había causado furor entre los entrenadores de Sinnoh no me pasaron precisamente desapercibidas. Ese joven era...

—¿Lucas?— pregunté extraña y sorprendida a partes iguales. ¿Qué hacía Lucas en ese estado? Snorlax lo soltó pesadamente sobre una silla, como un fardo. La delicadeza y el tacto no eran sus mejores cualidades, al parecer. No pude mover músculo. Apenas segundos después, sin enterarse de nada, el pobre Lucas despertó. Su expresión daba a entender que seguía ido. Tan idiotizado estaba que ni siquiera reparó en nosotros.

—¡Eh, espera, no me dejes aquí atado! —exclamó entonces, forcejeando con unas cuerdas imaginarias cuando Snorlax dejó la habitación. ¿Es que acaso había pasado tanto tiempo en el agua putrefacta que había acabado intoxicado? ¿Por qué había tardado tanto en llegar? ¿Y qué pintaba Snorlax en todo eso? Fue entonces cuando se levantó y desapareció por la puerta detrás del pokémon normal. Sin más. Como un sonámbulo.

¿Qué dittos había sido eso?

Parpadeé un par de veces, anonada.Y entonces estampé la palma de mi mano contra mi rostro en una muestra clara de incredulidad y frustración.

—¡Ugh! Voy a por él— comenté entonces, dejando escapar un suspiro—. No sé que demonios le pasa, pero puede ser peligroso dejarle solo por ahí... Idiota... Es idiota... Le dije que no tardara y eso es lo primero que hace... ¿Qué le pasa?—añadí entre dientes, antes de salir por la puerta del laboratorio y aparecer en el pasillo. Sin embargo, nada más pasar las puertas dobles de la sala, vi que Lucas ya no estaba allí. Miré a un lado... al otro... nada. Sin embargo, si escuché una voz. Una voz extrañamente familiar.

>>''La verdad es que me sentí un poco raro al verte con Dante en esa habitación...''

¿Con Dante? ¿En una habitación? Aquello llamó mi atención de forma irremediable, no pude evitarlo. Me sentía como en una película de detectives mala y me pegué a la pared de espaldas, desplazándome por ella en un intento de no ser detectada. Aquella era la voz de Steve y venía de la habitación contigua. ¿Con quién hablaba...? Avancé así hasta que alcancé la esquina sin hacer ruido alguno, despacio. Presté por completo atención cuando la voz del entrenador se hizo más clara. Quizás no era muy adecuado espiarle, lo sabía... pero no era momento para moralismos ahora.

>>''... a oscuras, los dos solos, en una cama— continuó. Mi rostro enrojeció de golpe. ¿E-en una cama...? ¿A solas...? ¡Que obsceno!—. Fue extraño. Y bueno, es primera vez en mi vida que siento algo así, quizá hace un par de meses no hubiese pasado, pero ahora hay algo distinto, Liz.''

¿Liz...? ¿Liza? Aquello volvió a captar mi atención. ¿Liza estaba con Dante en una habitación?

>> ''No sé muy bien que es, o quizá sí, pero no es muy fácil de decir. Quizá es eso que llaman... ¿celos? Bueno, no sé. El punto es que quería disculparme por eso, y ojalá podamos hablar luego de que toda esta locura del mar envenenado sea resuelta. ¡Espero que todos estén bien por allá!''

Y se hizo el silencio. ¿Celos...? ¿Liza? ¿Dante? Me llevé las manos a la cabeza, abrumada. ¡Aaargh, iba a volverme loca con tantas incógnitas! ¡Un momento...? ¡No sería...! Eché un vistazo rápido al interior de la habitación. Steve se veía aliviado después de aquello, como si se hubiese sacado un peso de encima. Y esa expresión de tranquilidad... el leve rubor en su mejillas... Parecía... Parecía como si.... Mi corazón dio un vuelco. ¡Espera! ¡¿A Steve le gustaba Liza?! Un paso en falso me hizo rozar una de las botellas del suelo con el pie. Lastimosamente y porque la suerte me era muy esquiva, este simple golpe se oyó con perfecta claridad.

—¡Tsk!— maldije entre dientes, antes de retroceder y regresar a paso rápido al laboratorio.

Si escuchó aquel ruido... Steve jamás llegó a verme.

 

Snorlax no tardó mucho en llegar hacia la ventana, y luego hubo un pequeño forcejeo, pues Snorlax no cabía en la ventana. Tuve que lanzarme y apoyarme en la misma para entrar, y luego guardé a Snorlax en la pokeball. Así, pues, estuve dentro del edificio.

 

Al fin el chico llegó arriba, a lomos de... ¡Snorlax! ¿¡Ese era el Snorlax que me acababa de subir!? ¡No podía ser verdad, si se acababa de ir por la puerta!

—¡Eh, oye, ¿ese no es el mismo Snorlax que me ha empujado antes?! No, no puede ser. ¡No puede ser! ¡Dime que no es verdad! —mirando a todos lados retrocedí un par de pasos, algo asustado, para luego pedirle de vuelta mi MO—. Em, oye... ¿Me puedes pasar la MO? ¡Pero mantén alejado a ese pokémon, no quiero que me vuelva a pegar! —el tipo normal se apartó y pude acercarme al entrenador algo más calmado—. Encantado de conocerte, me llamo Lucas Diamond. Oye... Ese Snorlax parece muy fuerte. Antes uno, que espero que no sea este, me ha dado un golpe tan fuerte que hasta me desmayé —enseguida mi mirada se volvió al pokémon, que parecía mucho más sereno que el otro.

>>En fin, ya que no parece que me vaya a hacer daño y se ve tan fuerte. ¿Qué te parece si tenemos una batalla? S-sé que es un poco precipitado, pero investigar me pone de los nervios y si no no me concentro— titubeé un poco en esta última afirmación—. Entonces qué, ¿aceptas?

 

Dudé un poco— ¿Snorlax? No se que otro Snorlax habrás conocido, pero el mío es una monada—expliqué—y no estoy seguro de querer una batalla, ya que acabo de salir de una...

De repente, Snorlax salió de la pokéball y miró hacia Lucas con determinación: estaba decidido a pelear—Está bien—decidí—que sea un 2v2.

 

—¡Perfecto! Intentemos no desordenar esto mucho... O bueno, más, porque desordenado ya está. ¡Empieza tú, Tangrowth!


TANGROWTH: Planta (Potente)
Clorofilia: adquiere un punto extra de agilidad al salir al campo en sol.
Semilla Milagro: potencia de movimientos de tipo planta potenciados en x1,5
Salud: 200/200
Fuerza: 210
Resistencia: 175
Agilidad: 1/1 (50 de Velocidad)
Movimientos:
-Poder Pasado (60 Potencia, Roca) (Usos: 4/4)
-Polvo Veneno (Envenena al oponente) (Usos: 2/2)
-Protección (se protege de cualquier ataque sin gastar puntos de agilidad) (Usos: 2/2)
-Latigazo (105 Potencia, Planta) (Usos: 3/3)