Escuché mi nombre ser nombrado por aquella profesora; observé a mis compañeros y mi vista se posó en Ery y la vi golpetear la mesa con impaciencia, reí, ya que yo también lo hubiese hecho. Definitiva e independientemente la casa que me tocara me tenía que prometer que intentaría hablar con ella y aquel chico. Me dirigí con paso veloz a donde se encontraba la profesora y aquel sombrero misterioso. Me puse frente al sombrero, al fin podía verlo frente a frente y era algo interesante de poder mirar más de cerca. Me senté en el taburete, observé por última vez en dirección de Ery y aquel chico que nos acompañaba en el bote y entonces sentí que algo cubría mi cabeza, era el peculiar sombrero, el cual tapo parte de mi rostro, cubriendo mi visión. Lo sentí moverse encima de mí, lo que sentía era algo indescriptible y cada vez más me llenaba de curiosidad sobre ese sombrero y este mundo lleno de magia. Estaba claro que no podía leer los pensamientos... pareciese que pudiera sentir lo que había dentro del corazón de cada uno de nosotros. Aún no lo tenía del todo claro. Yo quería descubrir muchas cosas de este lugar. Me quedé esperando a que él hiciera su elección mientras se movía un poco encima de mi cabeza, de alguna manera me relajó aquel tenue movimiento.
—Hmm… ¿estás segura de que no puedo, para usar tus palabras, leer tus pensamientos? —susurró misteriosamente el sombrero en su oreja—. Pero vaya… ¿qué haré contigo? Hmm… sí, puedo ver tanto su corazón como su mente, pero eso no ayuda a aclarar esta situación… pero hay algo seguro; veo bondad en ambos frentes. Sí, sí… creo que… hmm… ya se, mejor que seas… >> ¡HUFFLEPUFF! La muchacha se quitó el sombrero a la vez que el Gran Comedor estallaba en aplausos nuevamente. Tras ver a la alumna dirigirse a su respectiva mesa, la profesora McGonagall le echó otro vistazo al pergamino en su mano. —¡Miller, Hikari! Contenido oculto @Lu Heart
Contenido oculto Hikari Tras escuchar mi nombre alce la cabeza, ¿ya me tocaba?, ¿t-tan rapido? no habia otra Miller aqui no?, bien hikari, tranquilizate es tu turno, llevas buen tiempo esperandolo, no lo arruines. —"Solo me coloco el sombrero y este elegira mi casa, no es mucho"—pensé mientras me acercaba a aquel sombrero—"¿Que cosas nuevas me esperan ahi?" Al llegar, me sente en aquel taburete con mi vista a aquel gran sombrero, note como la profesora me lo colocaba tapando completamente mi vista, no podia evitar temblar un poco, ¿por emocion o miedo? ambos seguro. —Lista—murmure a aquel sombrero esperando la respuesta de a donde me tocaria ir.
—¡Ja! —exclamó el sombrero de repente, haciendo sobresaltar un poco a la niña. Luego su voz regresó a ser aquel tenue susurro—. ¿Conque lista, eh? ¿Y qué tal si te dijera que te toca en la casa de las serpientes? Astucia, inteligencia, audacia… sí, todo está aquí, en tu cabeza… ¿o los leones? Sí, tal vez tu mentalidad corajuda y valiente pueda resaltar en la casa roja y dorada… pero no, no, no es nada de eso lo que te define del todo a ti… puedo verlo con claridad… hmm… pues entonces, que sea… >> ¡HUFFLEPUFF! Hikari imitó la acción de la chica que fue antes que ella, quitándose el sombrero y marchando hacia la mesa de los tejones, la cual aplaudía más intensamente que cualquiera de las otras. Una vez que ella se ubicó en su casa, fue el turno del siguiente estudiante. —¡Moorse, Ricky! Contenido oculto @rapuma
Ricky Moorse La chica que había compartido el bote con él y Ery era destinada a otra casa dentro del castillo: Ricky sintió nervios, él no quería pertenecer a otra casa que no sea junto con Ery. Cuando la profesora McGonagall le nombró, se sobresaltó. Tosió y dio un paso al frente; caminó hacia aquella silla, mirando con un poco de recelo al sombrero parlanchín: ¿lo mordería? No estaba seguro, pero ahora lo comprobaría. Se sentó en la silla y miró las velas que flotaban, olvidándose por unos pocos segundos su situación.... hasta que la penumbra que proyectaba el sombrero nubló su vista.
—Jo jo jo —rió el sombrero suavemente en la oreja del muchacho—. Tranquilo chico, no voy a morder; la violencia es el argumento de los tontos, yo prefiero ir por el lado de la inteligencia y las palabras. Hmm… veo bastante, sí; un muchacho prometedor, sin duda, está todo aquí, en tu cabeza, y sé exactamente donde debes ir para desarrollar tus capacidades al máximo… sí, tengo el lugar perfecto para ti… >> ¡GRYFFINDOR! Ricky se apresuro en reunirse con Dylan, Ery y Jane en la mesa de la casa Gryffindor. McGonagall, haciendo gala de su excelente memoria, no tuvo necesidad ya de mirar el pergamino para saber el orden; ya se había aprendido todos los nombres y sabía a quién le tocaba a continuación. —¡Pierre, Jean! Contenido oculto @Alisse Madness
Ery Colle Miró hacia Lumi, fue una pena que no compartieran casa y su tristeza se notaba en su mueca; pero bien lo decía aquel sombrero, el sólo sigue lo que hay en la mente y corazón, y eso es algo que no se puede ignorar; dejó atrás su mueca y sonrió hacia Lumi, sabía que vendría el momento donde la conocería mejor. Al instante volteó nuevamente al centro cuando escuchó el nombre de Ricky, esperó con sus manos apretando sus rodillas, para calmar las ansias de querer levantarse para observar mejor; la espera no fue grande y el resultado fue favorable; Ery instintivamente quizo levantar las manos para festejar olvidando que estaban en sus rodillas; golpeándolas debajo de la mesa; un fuerte golpe que provocaría moretones los cuales odiaría después, pero que por el momento no significaba nada; así que levantó sus manos celebrando que Ricky había sido elegido en la misma casa que ella.
Jean El gran comedor era tal cual me lo imaginaba, o incluso mejor de lo que mi madre lo había contado, caminamos juntos en grupo hasta la parte que nos asignaron, los demás alumnos nos miraban, toda la atención sobre nosotros. Nos dieron una grata bienvenida, y la tensión se sentia cuando nos iban a asignar nuestra casa, nos iban llamando uno por uno, hasta que llegó mi nombre. Un nerviosismo sin sentido recorrió mi cuerpo, todas las miradas se posaban en mi, di un par de pasos al frente y me sente donde todos lo hacían y el sombrero se poso en mi, esperaba la respuesta ansioso.
—Hmm… que muchacho más curioso… —musitó el sombrero en su oreja en cuanto cubrió su visión, en aquel murmullo que sólo quien lo llevaba puesto podía oír—. Sí, curioso, curioso… tienes buenas cualidades, muchacho… crudas y aún necesitan desarrollarse, sí, pero cualidades al fin y al cabo… sí, está todo claro aquí, en tu cabeza… sí, sí, mi decisión está tomada, serás… >> ¡SLYTHERIN! Hubo una conmoción de aplausos nuevamente. La casa de las serpientes, que hasta ahora había recibido la menor cantidad de alumnos, festejó la selección de Jean con mucha energía. El muchacho dejó el sombrero y fue a sentarse al lado de Daniel Brown, donde fue felicitado por varios alumnos mayores de la casa Slytherin. —¡Scott, Airin! —llamó McGonagall, una vez que los aplausos fueron debidamente callados. Contenido oculto @Void Izumi
Hikari —"Hufflepuff, ¡Bien!" Me diriji hacia la mesa de mi respectiva casa, en esta los estudiantes apludian con entusiasmo por la llegada de una nueva estudiante. Una sonrisa nerviosa se escapo de mis labios al escuchar tantas felicitaciones, despues volvi mi atencion a los alumnos faltantes hacia sus respectivas casas. En la mesa en la que estaba yo, habia una chica castaña y la niña del cubiculo del tren, ¿quien mas se nos uniria hoy?. Me habia convertido en un tejon, y hare lo que pueda por mantener el nombre de mi casa en alto. —"Me pregunto como estaran Yuka y las demas mascotas"—me desvie del tema de las elecciones al recordar los equipajes, ¿habran llegado bien al castillo?.
Tras llegar al comedor, el sombrero fue llamando a los alumnos poco a poco, en eso escuché que decían mi nombre, por lo que levante tan rápido como pude. Al levantarme las miradas de todos se dirigieron a mí, eso causo que me pusiera más nerviosa de lo que estaba, solté un suspiro intentando tranquilizarme, y me dirigí a donde estaba el sombrero. Cuando llegué, me senté en el taburete, como hicieron los demás alumnos, ahí noté como una profesora me colocaba el sombrero, estaba algo nerviosa, ya que el sombrero empezará a decir como era en breves
Evelyn Alcé la cabeza con una gran sonrisa en mi rostro al oír que el sombrero seleccionador había escogido a dos nuevas integrantes para la casa Hufflepuff, y no pude evitar alzar la mano de lado a lado para llamar la atención de ambas, cada una en el momento en que la seleccionaron. Las chicas acabaron sentándose en el mismo lugar en el que Raven, la primera nueva tejona y yo nos encontrábamos, facilitando así el poder conversar con ellas. Se veían bastante amigables y a una de ellas ya la conocía de vista, así que no podía estar más contenta de tenerlas como compañeras de casa. —¡Encantada de conoceros, chicas! Yo soy Evelyn, y me alegra mucho el hecho de que vayamos a ser compañeras de casa. Seguro seremos buenas amigas —me presenté ante Lumi y Hikari, si mal no recuerdo. Así las había llamado la señorita McGonagall, ¿verdad? Desvié la vista por unos momentos mientras ambas se colocaban en sus asientos luego de ser aplaudidas por la muchedumbre y se dio paso a los siguientes estudiantes. La fila cada vez era más y más pequeña pero mi vista se centró en una niña en particular que aún seguía allí, a la espera de ser llamada. Me daba lástima no poder estar ahí con ella, se veía que estaba nerviosa porque le tocase al fin. No obstante y a pesar de no poder hacer nada, cerré los ojos por unos instantes y le mandé todas mis buenas vibraciones con ese gesto, esperando que funcionase de alguna manera. "Vamos Kara, que ya queda poquito..."
—Hmm… Durante un breve instante, el sombrero se quedó callado. Airin se preguntó si sucedía algo malo, pero justo en ese instante aquella prenda mágica reaccionó. —Hmm, qué haré contigo… Airin Scott, es difícil definirte… tienes cualidades que cualquiera de nuestras cuatro casas apreciaría… hmm, pero creo saber… sí, sí, mejor que sea… >> ¡RAVENCLAW! La joven fue a reunirse con los demás cuervos en la mesa a la que había sido asignada. Una vez se retiró y los eufóricos aplausos de la mesa Ravenclaw fueron silenciados, McGonagall llamó al siguiente estudiante. —¡Statch, Sam! Contenido oculto @EN Auditore
Sam Y escuché mi nombre, luego de una espera que se extendió más de lo que pensé la profesora había pronunciado mi nombre. Subí un poco dubitativo, mientras me acercaba al taburete. "Entonces esto fue lo que sintió mi hermano..." me dije mientras respiraba profundamente para calmar mi ansiedad un poco. Me subí al taburete por un instante vi la enorme cantidad de personas que me observaban en las mesas: "¿Podrá leer lo que esconde lo más profundo de mi mente?" Me pregunté de forma inconsciente mientras esperaba a que me colocarán el sombrero.
—La respuesta corta es sí —respondió el sombrero a lo que se preguntó por dentro Sam—. La respuesta larga… hmm, cómo decirlo… la mente no es algo que se "lee", como un libro que se abre y se cierra por mero capricho; mientras tu mente esté abierta, yo podré saber lo que sientes, lo que piensas, incluso si tú no sabes que lo sientes o piensas… mi magia no es ninguna broma, joven, yo puedo verlo todo… sí, sí, lo veo claramente… hmm, elección difícil, de eso no hay duda… amable, gentil, pero para nada dócil… astuto, de eso no hay duda… sí, no lo niegues, está todo aquí, en tu cabeza… pero si, está claro, tu destino es… >> ¡SLYTHERIN! El muchacho se quitó el sombrero y fue a unirse a Daniel Brown y Jean Pierre en la mesa de las serpientes. Una vez que Sam se colocó en su nueva casa, McGonagall procedió a llamar al siguiente alumno; ya la cantidad de estudiantes que faltaban era bastante más reducida, finalmente la ceremonia parecía estar llegando a su final… —¡Stone, Victoria! Contenido oculto @Miss Phantomhive
Victoria Stone Hogwarts era grandioso, tal y como mis padres me lo habían explicado. No me sorprendía. Hacía honor al renombre que tenía. Observé con extrema calma todas las decoraciones del lugar, intentando tener el oído atento a los repartos de las casas. Por lo que escuché ninguna casa se había quedado sin alumno nuevo lo cual era una excelente noticia. Una vez capté que los apellidos de los alumnos empezaban ya por "S" decidí centrar mi completa atención a la profesora McGonagall pues en relativamente poco tiempo me debían llamar. ***** Y así fue, en cuanto mi nombre fue pronunciado empecé a caminar hacia el taburete dónde me senté ante la atenta mirada de los estudiantes. Esperé a que me colocarán al Sombrero con una sonrisa. "El prestigioso Sombrero Seleccionador..." pensé inevitablemente.
—Hmm… —musitó el sombrero en cuanto le tocó examinar los pensamientos de aquella curiosa jovencita—. Hmm… hmm… sí… sí, puedo verlo… hmm… vaya, vaya, ¿qué es esto que oigo en tu cabeza? Interesante… sí, creo que mi decisión está tomada… será… >> ¡GRYFFINDOR! Victoria se apresuró a quitarse el sombrero una vez su casa fue revelada, y se apresuró en sentarse en la mesa de los leones, cuyos estudiantes recibían con energía a su nueva incorporación. McGonagall se aclaró la garganta y el Gran Comedor enmudeció de inmediato. —¡Tyler, Adam! Contenido oculto @Noir
Contenido oculto: Se me olvidó (? Sí, se me olvidó que iban a hacer una promesa, ahahjsahas :C Así que... sí, algo hecho a prisas para que Adam se vaya tranquilito (??? Un mini post horrible pero útil (? Soy una obsesiva compulsiva de los spoilers (? Emma Tyler~ "Hermana." Adam me llamó, y yo posé mis ojos en los suyos, sintiendo cómo soltaba mi mano. Pero, a pesar de ello, sonreía. Sonreía feliz. "Pase lo que pase en este lugar, prométeme que te esforzarás en ser una gran maga. Y yo también lo haré. ¡Hagamos que mamá y papá se sientan orgullosos de nosotros!" Ante sus palabras alzó su dedo pequeño, como... ¡sí! ¡Una promesa del meñique! Sonreí emocionada ante tal acto, y rápidamente junté el mío con el suyo. Me fijé en nuestros dedos entrelazados, y recuerdos vinieron a mí. Promesas... nuestras más sinceras promesas. Ya no me sentía nerviosa. Ya no tenía miedo. No, no pasaba nada. Empezar con buen pie es lo que debemos hacer. —¡Lo prometo!
Adam Tyler Y justo en el momento que soltamos nuestros dedos, la voz de la profesora se alzó por encima del silencio generalizado. ''¡Tyler, Adam!'' ¡Ese era mi nombre, era mi nombre! El corazón se aceleró en mi pecho y mi sonrisa se ensanchó aún más. Me sentía orgulloso y maravillado de encontrarme en un lugar tan fantástico como este. ¡Y estaba a punto de conocer personalmente a aquel asombroso sombrero parlante! ¿Dónde iría a parar? ¿En que mesa me sentaría? Inspiré profundamente. Sabía que después de mí sería el turno de Emma, y le sonreí de nuevo tratándole de infundirle ánimos. Era el momento. — Pase lo que pase, es una promesa—. dije sonriente, y revolví su cabello con mi mano derecha. Era algo que solía hacer muy a menudo, como un juego para aliviar la tensión del ambiente—. Suerte, Em. ¡Y mucho ánimo, ya verás como todo sale genial! Y sin añadir nada más me encaminé hacia la tarima. ¡De cerca, aquel sombrero era mucho más increíble de lo que pude ver desde abajo! ¡Y mucho más grande! No pensé mucho más. ¡Era una experiencia maravillosa, mágica! Pero tenía miedo, y estaba nervioso en el fondo. Eran muchas experiencias nuevas para un pobre chico de granja como yo... Traté de mostrarme tranquilo por mi hermana, y cerré mis párpados. Lo último que vi antes de que mi vista se oscureciera, fueron los ojos ilusionados de Emma.
Ricky Moorse Se sobresaltó al oír la profunda voz del sombrero; era una voz hipnotizante, casi poética. Tragó un nudo de saliva y esperó impaciente la decisión con los ojos cerrados. La respuesta fue tan rápida que lo desencadenó le pareció que iba en cámara acelerada; su vista volvió de un momento a otro y tuvo que parpadear para acostumbrarse a la luz de las velas; los gritos y aplausos lo aturdieron. Se levantó de la silla por instinto y buscó con la mirada a la gran mesa que de ahora en más compartiría lugar con Ery. Caminó con prisa hasta que llegó a la mesa con una sonrisa enorme: saludó a todos con un movimiento de la mano y se sentó junto con Ery. —Pensé que íbamos a estar en mesas diferentes— dijo con una sonrisa enorme, no pudiendo contener su emoción. Luego la mesa estalló en virotes y chiflidos; otra alumna había sido asignada a su mesa y Ricky aplaudió con energía, mirando a la nueva integrante.
