—Leer la mente… una frase tan burda y vulgar, típica más de muggles que de magos… pero supongo que se aplica… El sombrero se había colocado y ahora le era completamente imposible a Ery intentar ver a sus compañeros del bote; de hecho, apenas si podía ver algo, pues el Sombrero Seleccionador le ocultaba a sus ojos casi todo el Gran Comedor. Sin embargo, le siguió hablando al oído en aquel tono de voz que sólo ella podía oír. —Hmm… vaya caso más curioso… una chica con astucia e inteligencia, claramente, pero… sí, puedo ver no sólo tu mente, sino también tu corazón… ¿acaso es una contradicción lo que veo? Sí, una joven prometedora… pero no sólo por una mente que Rowena y Salazar apreciarían, sino por lo que veo en tu corazón… un corazón digno de… >> ¡GRYFFINDOR! La joven fue recibida con una marea de aplausos ante el grito del Sombrero Seleccionador. Jane Aoyama y los demás leones aplaudín con entusiasmo. Ery se quitó el sombrero, se lo entregó a McGonagall, y se apresuró a unirse a la mesa de más a la izquierda. La bruja procedió con el siguiente nombre: —¡Frenerich, Melinda! Contenido oculto @Bruno EVF
Melinda Finalmente, tras el paso de una niña rubia a la que habían llamado por el nombre de Ery, la profesora McGonagall pronunció el mío. Como me encontraba prestando atención, el llamamiento no me tomó por sorpresa. Mi única reacción fue soltarme los cabellos, que se derramaron brillantes sobre mi espalda. Así, el sombrero cabría con más comodidad en mi cabeza. Tras esto inicié un calmado pero firme caminar hacia la tarima donde reposaba el taburete. Sentí la mirada de los demás estudiantes, aunque ni me inmuté por ello. Tomé el Sombrero Seleccionador con delicadeza, recorriendo con la yema de mis dedos su textura áspera. Me senté con suavidad en el taburete y me lo coloqué. Era demasiado grande para la cabeza de una niña, de modo que mis ojos quedaron completamente cubiertos. No obstante, me fue indiferente este aspecto, y simplemente esperé las palabras que el Sombrero tenía para decirme.
—¡Ja! —exclamó el sombrero—. ¡Otra Frenerich! El sombrero se tomó unos instantes, como jactándose de lo pronunciado y recordando a la vez el pasado, antes de proseguir en esa voz audible sólo por la chica que tenía la prenda mágica sobre su cabeza. —Tus hermanos han pasado por aquí… pero vaya, debo admitir que lo que veo aquí, no es una copia de lo que he visto antes… no, no, eres intrigante en una manera diferente a la que lo fueron tus hermanos, de eso no hay duda… francamente, una sorpresa… puedo verlo todo aquí en tu mente, niña, por más que creas que todo está oculto bajo una capa de calma y seriedad… nada se me escapa a mí… sí, ya sé lo que haré contigo… >> ¡RAVENCLAW! McGonagall le retiró el sombrero de la cabeza a la muchacha, que se puso de pie y se dirigió hacia la mesa de los cuervos a sentarse junto a Danielle y Andrew, que aplaudían junto con los alumnos de cursos superiores. La profesora luego miró su pergamino antes de llamar al siguiente estudiante. —¡Holder, Evelyn! Contenido oculto @Liza White
Melinda El estallido de siempre hizo vibrar el gran salón después de la asignación de mi casa. Cuando el sombrero me fue retirado de los ojos, vi desde una perspectiva más elevada a los estudiantes de Hogwarts aplaudiendo con entusiasmo, entre los que destacaban aquellos que formaban parte de la mesa de Ravenclaw. Me sonreían, gustosos de tenerme entre sus filas; ver que me dedicaban esa curva en sus labios se sentía bastante extraño, pero imaginé que me acostumbraría. Hice una pequeña inclinación de cabeza hacia la profesora McGonagall antes de bajar de la tarima y dirigirme hacia mi respectiva mesa, donde varios chicos y chicas invitaban a sentarme con ellos. No obstante, reconocí entre aquellos rostros jubilosos, a los de las dos personas que ocuparon el bote que estuvo a punto de ser aplastado por el carruaje, en el Lago Negro. Compartiría clases con ellos de ahora en adelante, además de ratos en la Sala Común, por lo que me pareció adecuado acercarme a conocerlos. Tomé lugar junto al chico. —Un placer estar en la misma casa que ustedes, Andrew y Danielle —saludé con educación, sin abandonar la seriedad.
Evelyn La ceremonia de selección estaba siendo realmente interesante, y no dejaba de aplaudir una y otra vez a los alumnos que fueron finalmente nombrados y ubicados en sus respectivas casas. Se podía notar entre los restantes esa intriga y ansiedad por saber al fin la tan esperada información, y yo no me quedaba atrás. La lista se iba acortando peligrosamente y pronto llegaría mi turno; podía sentir mi corazón golpear fuertemente contra mi pecho, nerviosa a más no poder. Estaba segura de que todo iba a ir bien, pero la emoción hacia esa espera un tanto tortuosa. "¿Que hicieron en mi ausencia ustedes dos?" Sentí un toquecito en mi espalda y tanto yo como Sam, que se encontraba expectante de la ceremonia no muy lejos de mí, nos giramos a ver de quién se trataba. Una gran sonrisa se asomó en mis labios, pero justo antes de poder decir nada oí mi nombre de la voz de la señorita McGonalgall. Mi corazón dio un vuelco y rápidamente me giré para asentir a su llamado, haciéndola saber que estaba presente. Antes de dar cualquier paso en dirección a la tarima me giré hacia Kara de nuevo sin perder la sonrisa de emoción que no era capaz de borrar, y la abracé con fuerza por unos instantes. —Prométeme que si no logramos quedar en la misma casa, seguiremos siendo buenas amigas, ¿vale? —fue lo único que salió de mí una vez me separé de ella. Di un paso al frente y la miré por última vez antes de guiñarle el ojo en señal de complicidad, divertida—. Deséame suerte. Tal y como hicieron los demás me dirigí sin temor hacia el taburete, observando de vez en cuando las atentas miradas de los allí presentes sin inmutarme y me coloqué finalmente aquel enorme sombrero, depositándolo suavemente sobre mi cabellera rubia. No podía ver nada, por lo que opté por cerrar los ojos y suspirar para calmarme del todo, dejándole el resto al sombrero seleccionador.
Ricky Moorse No esperó que Ery quisiera estar junto con él en la misma casa. Sonrió con nervios, ¿acaso sería así el sentimiento de haber obtenido una amiga? Aplaudió con energía cuando el sombrero seleccionador había asignado a Ery a la casa de Gryffindor. Él no tenía mucha idea qué significaba cada escudo de aquellas insignias, es más, su madre nunca le había hablado cuál había sido la casa de ella dentro de Hogwarts, quizá para no darle esperanzas de pertenecer a la misma estirpe, ya que su destino podría variar, todo dependía del sombrero. Siguió con la mirada a Ery y le hizo un gestito de "ok" con su dedo, levantando el pulgar con el puño cerrado.
Daniel Brown Tras escuchar con atención al gorro, eché un vistazo a las cuatro mesas, buscando con la mirada la de mi casa. Slytherin... ¿habría mucha gente allí? Por ahora, nadie del primer año, cosa que tampoco me molestaba. Nuevos estudiantes iban subiendo a la tarima mientras yo me acercaba a mi asiento. Al llegar a la mesa, me senté en un sitio algo apartado del resto, no quería hablar con nadie. Escuchaba con atención a qué casa mandaba a cada alumno, así como sus nombres. Melinda a Ravenclaw, ¡bien! No estábamos en la misma casa. Volví a mirar a mis compañeros de mesa, todos mayores que yo, —¿Y tú qué miras? Olvídame —le dije a uno de mis compañeros de mesa, cuya vista se había quedado clavada en mí
Kara Willson Noté como Evelyn me había sonreído con emoción cuando me vio, sabía que iba a estar nerviosa porque probablemente ella seguiría, yo en cambio no sentía ese nerviosismo por ahora por el simple hecho de que mi apellido iniciara con una "W"... aunque eso significaba que ni Sam ni Evelyn estarían conmigo cuando yo pasara con el sombrero... sabía que iban a estar en sus mesas apoyándome pero no tendría quien me calmara los nervios. ¡Holder, Evelyn! Y sí, tenía razón, ya la habían llamado para que cruzara pero antes de que se ella se fuera se giró y me abrazó con fuerza, cosa que correspondí al instante, para que supiera que la estaba apoyando en ese momento como nunca antes. Prométeme que si no logramos quedar en la misma casa, seguiremos siendo buenas amigas, ¿vale?. Deséame suerte. — Siempre, lo prometo Evelyn — dije con una sonrisa una vez que nos separamos de ese abrazo — ¡Mucha suerte! — exclamé un poco alto para que ella me escuchase, ya que ya había comenzado a irse. Mucha suerte...
Hikari La ceremonia de eleccion habia comenzado, y el gran comedor se indundaba de aplausos cada vez mas por los nuevos integrantes de cada casa, la siguiente al parecer era Evelyn, una de las chicas de aquel cubiculo. —"¿Donde me tocara quedar?—me preguntaba centrando mi vista en aquel sombrero. No sabia cuando me tocaria pasar, pero por lo visto iban llmando a los estudiantes alfabeticamente, no sabia los apellidos de los otros niños asi que solo me quedaba esperar. Espero poder adaptarme a mi nueva casa.
Andrew Como no tenía noción alguna de las casas y lo que representaban, no supe qué pensar de la que me asignaron. Danielle estaba en Ravenclaw, "al menos tendría alguien con quien hablar" me dije. Pero antes de que terminara de evaluar mi situación, los aplausos y vítores del Gran Comedor me sobrecogieron. Miré a la profesora McGonagall, quien me devolvió una leve sonrisa y me señaló la mesa de mi nueva casa. Asentí con una gran sonrisa y me puse de pie. Cuando llegué hasta la mesa, me hicieron un espacio al lado de Danielle. Le sonreí y me senté sin poder quitarme esa sensación de felicidad. Nunca me sentí tan bienvenido desde que estuve en el Teatro ambulante. Esta vez fue Melinda Frenerich la que fue seleccionada y como al resto, recibieron con muchos aplausos y clamores a la nueva Ravenclaw. Cuando se acercó a la mesa me corrí un poco para cederle asiento. —Un placer estar en la misma casa que ustedes, Andrew y Danielle —dijo con expresión seria pero educada. —Ni que lo digas, estoy muy emocionado —respondí mirando a los alumnos mayores en nuestra mesa—. Espero que nos llevemos bien, Melinda.
Ery Colle Sonreía al llegar a la mesa de su ahora casa, miró aquel escudo en las túnicas de aquellos quienes le daban la bienvenida, rojo y dorado; colores cálidos dignos de la sensación que sintió al entrar a Hogwarts; y el león, un animal digno únicamente de historias en libros; miró a Jane, la primera en ser nombrada para la casa de Gryffindor, asintió hacia ella, y rápidamente volteó a buscar a Ricky, al encontrarlo al fin, vió su pulgar en alto; sinceramente Ery no sabía el significado de ello pero lo repitió hacia él, pensando que era algo que indicaba "buena suerte".
Danielle Abbadie. Y otra chica fue seleccionada en la casa, Melinda tras sentarse al otro lado de Andrew dijo, de forma muy educada, que seria un placer estar con nosotros en la casa, a lo que el chico respondió que se encontraba emocionado y que sus expectativas de ser compañeros era que nos llevemos bien. Le sonreí con educación a la chica, tomando silencio que se había formado como una oportunidad de hablar —Un gusto conocerla, señorita Melinda —como siempre un tono educado y amable —. Al igual que Andrew, también deseo que nos llevemos bien.
—Hmm… que chica más particular… vaya, llena de energía y vitalidad, puro espíritu, puro corazón… hmm, ¿qué es esto que oigo en tu mente? Ah, ya comprendo… sí, sí, mi intuición era correcta, aunque raramente no lo es… sí, lo supe desde un principio, tu destino es… >> ¡HUFFLEPUFF! Evelyn recuperó la visión cuando la profesora McGonagall le quitó el sombrero, al mismo tiempo que el Gran Comedor volvía a estallar en aplausos. La joven bruja se apresuró a la mesa de Hufflepuff, donde Raven Clearwater y los demás tejones la recibieron cálidamente con aplausos y felicitaciones. De inmediato, McGonagall prosiguió con la selección, llamando a "Hollister, Lydia" a que sea seleccionada. La muchacha subió a la tarima con pasos calmados y elegantes, se sentó y se colocó el sombrero. Pasados unos veinte segundos, el sombrero exclamó "¡RAVENCLAW!" y la joven fue a sentarse en la mesa de los cuervos. La profesora volvió a leer el siguiente nombre en su pergamino. —¡Horan, Dylan! Contenido oculto @GalladeLucario asumirá el rol de este personaje a partir de ahora, ya que Alexa me ha dicho por privado que no podrá conectarse y seguir participando del rol, y como él no pudo llegar a las incripciones cubrirá el rol de este personaje :3 Adelante @GalladeLucario , ¡te toca ser seleccionado!
Melinda Alcé una mano para llamar la atención de Hollister , de ahora en más nuestra compañera de casa, y le hice sitio a mi lado cuando noté que se había acercado lo suficiente como para que nuestra presencia no pasara desapercibida. En el tiempo que tardó en aproximarse a la mesa de los cuervos, ofrecí a Abbadie y Aldridge la debida respuesta a sus palabras: —De igual manera, tengo fe en que mantengamos una relación amena y reconfortante —los miré fijamente—. Honestamente, para mí es un alivio encontrarme en esta mesa: mi familia esperaba que acabara en Slytherin, como todos los que llevan mi apellido. Y yo no suelo llevarme bien con los que guardan relación con esa casa. Mi encuentro con el Llorón era un claro ejemplo de lo que decía.
Dylan Alcé la cabeza de repente. ¿Habían dicho mi nombre? ¿Fue así? ¡Dios mío, dios mío, me tocaba, me tocaba! De un salto me levanté y me puse en pie, y caminé nerviosamente hacia el taburete. Miré mientras me dirigía allá a mis compañeros. "Me pregunto en qué casa acabaré", me dije. Me senté con lentitud sobre el taburete y coloqué el sombrero en mi cabeza. Mi corazón latía con fuerza. Creo que cerré los ojos por inercia; como si así todo fuese a ser más rápido, o algo, no lo sé. La cuestión es que ya solo quedaba oír cuál era mi destino en aquella escuela que era Hogwarts.
Vi a mi compañera de bote Ery sentada en la casa que aquel sombrero seleccionador le había asignado; el otro chico del bote le hizo una señal con el pulgar, algo bastante curioso de poder apreciar. Sin lugar a dudas a ambos los quería conocer mejor, todo dependería de que nos tocase en la misma casa. Uno tras otro los alumnos iban pasando y aquel sombrero dictaba sus respectivas casas. No podía evitar sentirme emocionada y cuestionarme en qué momento llegaría mi turno. Me quedé observando a la persona que ahora era su turno para que se le seleccionara. No se le veía el rostro pero pude percibir un toque de nerviosismo con emoción; sonreí al pensarme yo de esa manera.
Contenido oculto Holi :C Lamento mucho haberme perdido en todo el viaje (? Como algunos ya saben, tuve mudanzas y eso u_u No volverá a pasar, prometo rolear más y más, y esforzarme ;u; a pesar de ser total novata Este post fue difícil y quedó muy raro y asdfgh D: Con esto aprendí no perderme en un rol (? ;-; Espero que sea entendible y asdf... Onurb, dame escafandras Amo a todos los personajes, por cierto<3 Bienvenido al rol, GL <3<3<3 @Noir haz tu post e_e *Huye como siempre* Emma Tyler~ Y ahí estaba, en el Gran Comedor, ansiosa y nerviosa por la Selección. El Sombrero que escogerá mi hogar en Hogwarts... un Sombrero que hablaba, con una voz tan estruendosa... me asustaba un poco, pero a la vez me parecía simpático. Quizás fuese porque él decidirá mucho por mí en tan sólo un instante. Pensar eso me hizo apretar más fuerte la mano de Adam, que no solté ni un momento desde que nos subimos a la barca en el Lago Negro... Me habría gustado saber si lo que vio la chica que nos acompañaba era real, algo verde bajo el agua... De todos modos, la observé un rato, tratando de descubrir si sería buena idea el hablarle. Pero no me animé, y tampoco con el chico que, ya estando en el Hall, tuvo problemas con su personalidad un tanto borde. A lo mejor hice bien en no decir nada... Desde que llegué a Hogwarts mis ganas de fotografiarlo todo desbordaban. Pero tenía que contenerme... Los observaba a todos, tratando de pasar desapercibida, queriendo mediar palabra con alguien sin ser Adam, pero con la pequeña discusión que hubo preferí quedarme a un lado. Y justo al entrar al Gran Comedor tan sólo quería encogerme. Había demasiadas personas. "¿Qué haré si no estoy en la misma casa que Adam?", me puse a pensar sin prestarle mucha atención a los demás alumnos que ya empezaban con la Selección. "Nunca nos separamos, siempre fuimos Adam y Emma; Emma y Adam...uno solo." ¿Pero qué pasaría si, por azares del destino, vamos a parar a casas distintas? No es que no fuésemos a vernos más, pero... me asustaba la simple idea de estar en ese lugar desconocido, lleno de misterios y cosas inusuales, sin Adam a mi lado todo el tiempo. Negué con la cabeza, y dejé de pensar en ello. No servía de nada ponerse nerviosa y pensar en lo que pueda pasar. Tan sólo afrontarlo y... vivir con ello. Adam y yo seguiremos siendo lo que somos. Así que giré mi cabeza para observarlo. Emocionado. Sí, él emocionado, y yo nerviosa. Me permití observar a los demás estudiantes que nos acompañaban, y sonreí. "Sí... no importa qué pase, seguiremos siendo Adam y Emma."
Adam Tyler Podía sentir la pequeña mano de Em apretar la mía en la inmensidad de aquel mágico comedor. Podía notar su temor, su nerviosismo, pero también sabía que en el fondo estaba tan ilusionada como yo. ¿Cómo no estarlo? Sin necesidad de palabras, de gestos... era increíble esa facilidad que teníamos para saber lo que pensaba el otro sin hablar. Pasara lo que pasase ahora, o dijera lo que dijese aquel alucinante sombrero parlante... nosotros siempre estaríamos juntos. Así había sido siempre, y así debía ser. Incluso si nuestras casas eran diferentes, incluso si tuviésemos un inmenso océano de por medio... Ese vínculo de sangre, de gemelos, nos mantendría unidos bajo cualquier circunstancia. Quise decirlo, más la emoción me impidió pronunciar palabra. Tan sólo pude mirarla a los ojos, aquellos tan parecidos a los míos, a los de mamá... y ofrecerle una sonrisa cálida y reconfortante, esperando que eso la hiciese sentir mejor. Ya estábamos aquí, ya no había vuelta atrás. Después de todo ambos nos habíamos mantenido en silencio todo el camino; porque allá donde mirábamos, donde pisábamos, o aquello que tocáramos... hasta la cosa más insignificante era nueva y especial para nosotros. Tenía ese toque intrigante, misterioso... mágico... como de ensueño. ¡Cómo de un libro de fantasía y dragones! Me hubiese gustado hablar más con mis compañeros en aquel pequeño bote, o en la entrada al castillo... pero de mis labios no habían salido más que exclamaciones de admiración y asombro. Todo me mantenía embelesado. Mis ojos brillaban como si fuese el día de Navidad, como si fuese a recibir un montón de regalos. ¡Era tan increíble, tan alucinante! ¡Mucho más de lo que nunca pude imaginar! ¡Ojalá pudiesen verlo papá o mamá, o los animales de la granja! Pensar que estábamos aquí... Que habíamos sido seleccionados para esto, llenaba mi pecho de una sensación cálida y reconfortante. Unos simples chicos de granja como nosotros iban a estudiar hechicería... ¡Wow! Miré la mano que apretaba la mía, como buscando apoyo, y después la miré a ella. Sus ojos mostraba un brillo extraño... titilante. Y yo le sonreí de nuevo. — Hermana— dije, soltando su mano y ofreciéndole mi dedo pequeño—. Pase lo que pase en este lugar, prométeme que te esforzarás en ser una gran maga. Y yo también lo haré. ¡Hagamos que mamá y papá se sientan orgullosos de nosotros!
—Hmm… vaya, vaya, ¿qué tenemos aquí? Interesante, interesante… ¿crees que tu destino en este colegio lo decido yo? Eso es algo ridículo; yo simplemente miro dentro de sus cabezas, y revelo lo que hay dentro de sus corazones. Técnicamente, el destino ya está decidido por ustedes, yo simplemente lo revelo en voz alta… y creo que tu destino es… >> ¡GRYFFINDOR! El muchacho se quitó el sombrero y se marchó a la mesa de los leones, donde Ery Colle y Jane Aoyama aplaudían a la vez que le hacían un lugar en la mesa a su nuevo compañero. McGonagall volvió a mirar su pergamino. —¡Kyllikki, Lumi! Contenido oculto @Kyouko Kiryuu
Ery Colle Recibió a su nuevo compañero con grandes aplausos mientras miraba de nuevo a la persona que llamaban; en todo el viaje no había escuchado su nombre, pero reconoció aquel rostro; era su compañera de bote, sonrió esperando buenas noticias. A su vez estaba nerviosa, aún esperaba por Lumi y por Ricky; y esperar pacientemente no era lo suyo, estaba comenzando a golpetear la mesa.
