[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Sebastian

Di un suspiro, estaba tan canzado que decidi ir a mi habitacion, pero en el camino me encontre con cornelia, note que estaba molesta, supuse que era por su palea, asi que me hacerque a ella y la abraze por la espalda, —Tranquila, las derrotas son buenas— le susurre, depues me aparte de ella quedando de frente, su rostro enojado la hacia verse linda, asi que solte una risa y le robe un beso de pico —Nos vemos luego le dije esperando su reaccion, ovio me golpearia pero antes de que lo hiciera me di la vuelta y continue mi camino a mi habitacion

Contenido oculto: lol

lo bueno es que cuando caro chan regrese sebastian estara muy lejos de cornelia y la no le pegara XDD

 

Laberius

Los últimos días dentro de las oscuros pasillos del subsuelo habían sido tensos, tanto guardias como gladiadores parecían estar bajo un peso invisible y denso. Por mi parte, no sabía que pensar, aún dentro de la jaula a la que fui enviado tras la muerte del emperador, pude distinguir levemente el caos que se desató en el imperio tras la flecha que lanzó aquel gladiador, mis sentidos se frenaron y mi mente permaneció en blanco al observar, como si de una curiosa escena se tratara, el ir y venir de la gente que gritaba histérica por el suceso. Tal vez era una mala persona por sentirme como me sentí en ese entonces pero, me alegro saber que había un cerdo menos en el mundo, aun cuando eso solo significaba que otro cerdo tomaría su lugar...
Efectivamente, nuestro nuevo emperador fue presentado, grande en las batallas pero... un total misterio como emperador. La sensación de inseguridad comenzaba a apoderarse de mi una vez más, seguramente, tras lo ocurrido en la arena, los gladiadores nos las veríamos negras a partir de ahora.
Mientras la refrescante sensación del agua fría caía sobre mi cansado cuerpo, mis ojos permanecían inertes sobre una delgada grieta que permitía entrar un pálido rayo de luz en los baños del subterráneo. algo estaba a punto de cambiar, lo presentía en el aire. "Que los dioses nos amparen..."

 

Efectivamente, la situación era tensa; por fin se les había informado de la noticia; pero alguien faltaba y no lo habían notado. Aparentemente Iulian había salido del subterráneo el día anterior. Algo que posiblemente tenía sentido puesto que su mecenas era el ahora actual Emperador.
Los guardias comenzaban a impacientarse también, algunos murmuraban y los oídos de los Gladiadores presentes podían escucharlos si estaban lo suficientemente atentos para prestar su buen oído "...dicen que el Gladiador no pudo actuar sólo, alguien debió planear esto junto a él..." "... su mecenas fue encontrado culpable y será asesinado esta misma tarde..." "... Laenas, ese es su nombre..." "...¿no era el nuevo organizador? parece que ese puesto está maldito..." "...También han encontrado culpables a otros Gladiadores, se dice que serán ejecutados mañana..." "...no, yo escuché que sería esta misma tarde..."...¿Y los demás mecenas?..." "...al parecer algunos también están siendo investigados, otros están pagando sus cuentas con los últimos combates..." "...hoy será un día tintado de rojo, se los digo; habrá sangre en las paredes..." "...supongo que tienes razón; con Naevius al mando, no perdonará que la Legión perdiera contra el Coliseo..." "...recordemos su frase más célebre en combate, >>rodarán las cabezas de aquellos que sean débiles<<"

Algunos esclavos seguían con sus rutinas; limpiar mesas, arreglar los muñecos de paja y atender las heridas de los Gladiadores. Pero sus movimientos no eran de personas sumisas, eran personas que aún mantenían aquel fuego en su mirada, dispuestos a dar todo por su libertad.

 

Cornelia
Después de tremendo y abusivo acto que había cometido Sebastian estaba segura de que me había sacado de mis casillas, sabía que le gustaba pero en cierto modo era tan desesperante y molesto que dudo el que algún día no muy lejano sienta lo mismo con ese sentimiento de amor. Enseguida le tiraría un gran golpe en su rostro pero vi como huía de la situación, no me molestaría en perseguirlo ya que no sería muy digno y maduro en hacer, por lo que lo dejé irse y me dirigí al camino contrario del que había escogido.

Contenido oculto

ALISSE... ¬¬" abusiva!

 

Opelius

El gladiador sin voz leyó la nota que le fue entregada y la estrujó en sus manos. ¿Qué debía de haber ahora? Necesitaba un vocero; alguien que el resto escuchara y lo siguiera hasta los confines del averno si era posible. Miró a Petro y Pictor y negó; estaban con él pero no eran sus nombres coreados por el resto de los esclavos. Entonces su mirada se posó en la figura omnipresente del Dios de la Arena; el llamado ahora Jinete del Sol. Lo midió de pies a cabeza y gruñó fastidioso. Había generado un odio sin motivo hacia el campeón gracias a la hermandad que compartía con Scato. Pero era momento de dejar todo atrás, él no podía hablar y estaba a la cabeza de algo mucho más grande de lo que podría manejar. Miró nuevamente a Ambrosius y se acercó lentamente, dejandole la carta en una de sus manos al tiempo que con su boca dibujaba en el aire: "No niños. Gladiadores" y luego esbozó una ligera sonrisa mientras le tendría una mano. Era hora de arreglar los asuntos del pasado y concentrarse en el futuro. Pero Opelius sabía que el gran campeón metería a todos en la bolsa y el mudo eso no quería. Sabía que Sebastian podría llegar a traicionarlos y tampoco confiaba en la mujer Cornelia ni en el crío Brazhan. Si realmente querían ser libres, Ambrosisus sabía a quienes llamar y si no, Opelius estaba allí para dictaminar a los elegidos.

 

Sebastian

Me encontraba en mi habitación sentado en mi cama, recargue mis brazos en mis piernas pues de cierta manera estaba cansado, di un suspiro y tome el ultimo trago de mi botella de vino, finalmete se habia terminado, pero por suerte me quedaba otra botella, me sente en el suelo y empese a jugar con la botella vacia, estaba tremendamente aburrido, despues mire al techo y no pude evitar sonreir al recordar la reaccion de Cornelia de hace un momento —Creo que cada dia me odia mas—recargue mi cabeza en la pared y sostube la boquilla de la botella haciendo soniditos

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jajajaja no soy abusiva esque tu eres una salvaje XD

 

Brazhan

Me encontraba dando vueltas por el lugar, no sabía que hacer y tampoco tenía muchas ganas de hacer nada en verdad. De un momento a otro me encontré en frente de mi cuarto ¿Tal vez dormir? Nah, no quería terminar siendo un oso. Así que me asomé por la puerta y vi que Sebastian estaba allí, más no entré. Simplemente dejé ver mi cabeza y como vi que tampoco estaba haciendo nada interesante, cerré la puerta. Otra vez iba a dar una vuelta por el subterráneo.

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Jajaja, si lo sé, soy un payaso u.u Sebastian debe estar como wtf? XD

 

Sebastian

Seguia jugando con la botella como un niñato pues no tenia que hacer, de repente vi como Brazhan se asomaba para despue retirarse, —Que rayos le sucede?— me pregunte, me levante del suelo poniendo la botella en mi cama, abri la puerta totalmente para ver si seguia cerca

 

Brazhan

Rápidamente corrí hasta no ser visible y me quedé detrás de una columna de madera. Eso me hacía recordar a cuando jugaba a las escondidas con mis hermanos, quien solo mi dios sabrá que fue de ellos. — Uf— Me asomé a ver y vi que Sebastian había salido de su cuarto, con cierta cara de desconcierto.

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XD juguemos a las escondidas con Brazhan
El último juego, y la próxima prometemos madurar (?)

 

Cornelia
Caminaba por los alrededores cuando noté la presencia de Brazhan cerca y se estaba ¿escondiendo?. Realmente era raro pero no era de mi importancia, pasé sobre él y me dirigí a mi habitación cuando noté que Sebastian estaba saliendo justamente de ahí. —Te encontré, maldito Sebastian—dije mientras le daba un gran puñetazo en su abdomen, no me importaba si le dolía mucho o no, solamente quería desquitarme, por lo que me metí al cuarto y cerré la puerta a sus espaldas, me dirigí a mi cama y me recosté un rato, tapándome con la cobija.

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Si eres abusiva! y no soy salvaje, talves un poco... pero tu eres un chiflado XD

 

Brazhan

Vi como en ese momento aparece Cornelia y le da un gran golpe, de tan solo ver la cara de Sebastian me largué a reír. Menos mal que ese no era yo o de seguro, la chica me desarmaba en pedazos.

 

Hubo más conmoción dentro del subterráneo, algo importante estaba a punto de suceder. Se podría decir que una legión entraba por la rampa principal, buscaban a todos los gladiadores y en desventaja de cinco contra uno, los sometieron brutalmente. Como el día en el que aún eran esclavos del Coliseo, les colocaron un collar de hierro, ninguno se salvó de esta tortura.
—¿PODEMOS AL MENOS SABER LA RAZÓN DE ESTO?— Gritaba indignado Gaius
— Todos serán juzgados, Zaín, el asesino del antiguo Emperador Cassius...—
—Requiescant in pace— Repitieron al unísono los guardias y soldados interrumpiendo al legionario que hablaba con anterioridad
—... No pudo actuar solo, descubriremos quien más merece morir—
Todos fueron arrastrados a las celdas del subterráneo sin posibilidad de salir.

Contenido oculto

Sólo les recuerdo que Ana inukk estará un poco ausente, nos avisó hace tiempo que iría a una competencia :3

 

Opelius

Miró por última vez a Ambrosius antes de que los guardias los tiren con fuerza al suelo para ponerles el collar. El mudo intentó resistirse pero los golpes fueron con extrema violencia en sus costillas para doblegarlo. ¿Los matarían? la mente del mudo reflejó un pensamiento mientras su collar de hierro era colocado; arrancándole una bocanada de aire. "Para matarnos traigan mucha tropa porque para ello tendrían que matarnos del primero al último. Y eso no será fácil, carroña"

Golpearon al gladiador sin voz y lo arrastraron mientras escuchaba cómo Gaius pedía una explicación. Opelius se torturaba mentalmente por no haber lanzado una flecha al palco para atravesarle el cerebro a Naevius. Zaín había sufrido una muerte con suerte; no tendría que soportar el castigo que ellos estaban por vivir... y solo rezaba con que Ambrosius pudiera leer la carta.

 

Tertius

—Oh, genial, otra vez este collar incómodo —refunfuñé por lo bajo mientras unos hilos de sangre salían de mis fosas nasales. Me trajo el desagradable recuerdo de cuando asesiné al esposo de aquella mujer que le fue infiel, pues fue a raíz de su accidental muerte que se condenó mi vida al Coliseo de Roma.

Los Legionarios, de seguro siguiendo las órdenes de Naevius, nos arrastraron a mí y a mis hermanos hacia un destino incierto. Escuché ciertas habladurías sobre el nuevo Emperador; si llegaban a ser ciertas, tenía que prepararme para el dolor.

Pensé en Lucia... En la forma en que me pidió que sobreviviera, esbozando una última sonrisa desde las fauces del león, sabiéndose perdida, . Nunca tuve miedo a la muerte: sólo a no poder cumplir su deseo. Fue por eso que dejé escapar un rugido e intenté zafarme desesperadamente de las garras de los peones de Naevius, pero un fuerte golpe en la cabeza me dejó inconsciente.

No hubo sueños esta vez.

 

Ambrosius


Lo que temíamos empezaba, a nivel de esclavos comunes; sin beneficios sin gloria... eramos las hormigas bajo las botas de roma.
El mensaje de Opelius era claro, el estaba con nosotros, eso fue una sorpresa, pero agradecí el bendito apoyo, el era un elemento valioso.

Cuando el collar de hierro se dejo en nuestros cuellos nos llevaron a la luz, de un juicio injusto.

Contenido oculto: perdon

Perdónenme... fue semana de auditorias... y pues no he podido hacer tanto como hubiera querido... pero ya estoy de regreso en esto que se ha puesto BUENISIMO!!!!

 

Seis guardias entraron a la celda; dos guardias sometieron a Alethia y la sacaron de la celda; otros dos tomaron a Gaius e hicieron lo mismo que con Alethia; por último tomaron a Opelius. Los demás Gladiadores permanecía encerrados.
–Por órdenes del Emperador, serán cuestionas para dictaminar sus sentencias; los demás permanecerán como esclavos del Coliseo, aún no se define si los juegos se retomarán próximamente. Mañana en la mañana serán trasladados a los aposentos de los esclavos donde se les indicarán sus nuevas funciones–
Los guardias salieron del lugar llevándose a los tres Gladiadores elegidos; serían llevados a la Arena Olimpia a considerar el valor de sus vidas...

Vitrion se acercó a Ambrosius consternado porque se habían llevada a Gaius –¿Qué haremos ahora? Saber muy bien que yo dispuesto a pelear, a pesar de que pelea sea inútil–

 

Laberius

Ni bien hube terminado mi baño, un par de soldados entraron en los cuartos de baño y, cual si de una bestia se trataran, volvieron a colocarme ese molesto collar de acero que me recordó el día en el que ingresé en este lugar, ese día en el que me volví un esclavo, una marioneta de algunos cuantos que solo buscaban una manera de divertir a las masas. Tan pronto como me sacaron a rastras, pude ver como el resto de gladiadores era sometido y arrastrado a las celdas; tal como yo lo era en ese momento. La ira y la impotencia era lo único que podía distinguir en sus rostros, todos eramos arrastrados a un nuevo destino, uno quizás mpas cruel y barbaro que el que ya teníamos...
Mi sangre ardía a cada paso y mis venas saltaban por debajo de mi piel. mis uñas se apretaban contra mi piel para intentar en un mínimo mitigar el cúmulo de emociones que gritaban dentro de mi pecho. No quería este destino, nadie con un mínimo de cordura lo querría. Estar encerrado dentro de este lugar era demasiado sofocante para cualquier alma.
Al ver como las sombras remplazaban a la leve luz que iluminaba e subterráneo e ingresaba en aquella celda húmeda, una profunda tristeza se albergó en mi alma. Como había ocurrido esto? Hasta cuando pagaría mi crimen?

 

Sebastian

Me agarre el abdomen pero no pude evitar soltar una risilla pues su gesto me lo provocaba —a ti no te queda el seño fruncido linda— le dije pero despues cerro la puerta de golpe, de momento vi como Brazhan se escondia de ¿mi? quizas, sonrei ante ese acto, estaba a pundo de ir a "buscarlo" cuando unos guardias me interrumpieron y nos llevaron a nuestras antiguas prisiones, habia escuchado que eran ordenes del ahora emperador, lo que no enendia era el porque, me sente tranquilamente en el antiguo rincon donde solis ver y observar los movimientos de mis compaeros sin decir palabra alguna, lo hice nuevamente, pero esta vez fijaba mi mirada en cierta chica que no podia evitar ver, mi rostro se sentia relajado, pero eso no importaba, seguramente mi cara se reflejava como un completo idioa, pero eso era lo que me hacia hacer esta chica

Contenido oculto: La cara enbobada de Sebastian xD

 

Darius

Sentado en la oscuridad de la jaula como la primera vez que viné aquí, con aquel collar que no deja tragar saliva con comodidad. A veces yo intentaba girarlo para ver la mejor posición que no molestará o lastimara mi garganta, pero la frustración se hacía bastante presente. Nuevo emperador, un nuevo tirano que nos intenta someter, un nuevo personaje en el tablero de ajedrez. Los soldados entran y salen, todos estamos allí encerrados como si fueramos la atracción de un maldito circo clandestino. Cerré los ojos quizás intentara dormir, quizás descansar un poco, pero solo unas palabras de odio y repugnación salieron de boca;

—Emperador de mierda.—dije mientras con mis ojos cerrados posicionaba mi cabeza hacia el techo intentando buscar una postura que me permitiera tragar y descansar con comodidad.

 

Opelius

El gladiador sin voz iba y venía en la pequeña prisión; era puro nervio, como un puma encarcelado que no veía la forma de salir y mutilar a sus captores. El resto a su alrededor no existía, solo sus pensamientos por lo dicho por el nuevo Emperador Naevius. Pero también otra molestia lo inquietaba y era que necesitaba salir de allí con los esclavos. Pero su libertad se veía opacada al pensar en su hermano Scato. Opelius no saldría de allí sin lograr matar al bastardo de Naevius..,. y a su perro faldero llamado Iulian.