[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Sebastián

--Lo mismo va para ti mujersuela-- le dije siendo y poniéndome de pie para salir de ahí pasivamente y caminar por los subterráneos --por cierto donde estará el rubio?-- me susurre recordándole ya que la peliroja lo mencionó

 

—Mujerzuelas son las unicas mujeres que has llevado a la cama— le digo, pues nunca fui una de ellas por más que me obligaron intentado que cediera, tengo marcas que muestran lo que luche, me baje de la mesa mostrando que el rubio habia estado detras de mí todo este tiempo: callado y pasivo.

Ocupe el puesto al lado de Vitrion, e ignore a Sebastian.

 

Vitrion

Miró su nuevo plato y dudó un poco, aún así confió en Nixiras y empezó a comer; el sabor no era algo común, aún así era bueno. Detrás de él empezó a escuchar la discusión de su Nixiras con Sebastian, no intervino pues no lo veía necesario, cada quien debía enfrentar sus propios problemas personales, si eso no caía en batalla Vitrion no se movería de ahí.

Iulian

Escuchó la conversación de Nixiras con Sebastian, estaba detrás de Gladiador haciendo muecas de risa hacia Nixiras, en el momento que habían terminado colocó sus manos en los hombros de Sebastian —Efectivamente, tú fuiste el único que quizo enfrentarse a mi, los demás se escudaron con excusas vagas. Por ello se que tienes el valor de un Gladiador, algo que ya no existe aquí desde el día en que dejaron morir a sus supuestos "hermanos"— Esto último lo gritó con enojo —Y sé que tu orgullo es fuerte, aún así aceptas consejos y sé que por ello serás el único que acepte mi ayuda. Puedo enseñarte a pelear con gran precisión, no te forzaré a hacerlo, pero algo dentro de mi sabe que me seguirás... —Dijo soltándolo de los hombros —Espero a los que quieran aprender en la zona de entrenamiento, aquellos con demasiado orgullo pueden quedarse aquí, comiendo...— Esto lo dijo para que todos escucharan, aún así nadie parecía querer moverse de sus lugares.

 

Sebastián

Era casi imposible creer que alguien tuviera los mismos puntos de vista que yo, que almenos alguien en este cuchitril podía comprender e interpretar mis expectativas y objetivos como debería y no sólo me juzgaba burlándose de mi y creyéndose superiores, estábamos en una prisión básicamente, pero eso no quería decir que todo el mundo ya se vino encima, escuche con obtención las palabras del Rubio y como siempre llenas de razón que aún seguían sorprendiendome, le sonreí --claro que aceptó tu ayuda y tus consejos, es un honor que alguien como tu me esté ofreciendo compartir sus conocimientos con alguien como yo -- le dije pues yo sabía que era lo correcto, sin importar lo que los demás me digan o piensen de mi, este chico me enseñó en el poco tiempo que me ha hablado , que aquí no importan las habladurías de los demás, lo que importa es el coraje, el honor y el deceo de pelear, de poner en alto el título de gladiador, al escuchar lo último no lo dudé ni un instante, camine detrás suyo, dirigiéndonos al campo de entrenamiento.

 

Opelius

Gruñó por lo bajo al escuchar las palabras de Iulian y Sebastian. Sin duda no los contaría para su plan; es más, se le ocurría algo mejor. Mucho mejor. Y por eso mismo con el carbón en su mano escribió en un pedazo de tela una pequeña frase a sus hermanos Petro y Pictor.

"Sanguine Frates" -escribió y alcanzó el pedazo de tela a Petro. Arrancó otro pedazo de sus ropas y trazó nuevamente: "¿Alguien más sabe sobre esto?" -y dicho esto los miró uno a uno por turnos. Con sus sentidos alertas como un gato.

 

Los mire con repulsion no entiendo que alguien este tan feliz por estar aquí que ponga todo para ser llamado el más fuerte, a mí me nace esa fortaleza sin que tenga que esforzarme.

Mire a mí hermano y dije -¿así está mejor, Vitrion?

 

Ambrosius

Había pasado la pelea de exhibición, eramos como perros a los que se les enseña bailar para divertir a sus dueños... ¿pero que podíamos hacer ahora...? Mi destino yo mismo lo había marcado...

Salí de mi habitación, y camine al comedor, mi apetito era un chiste, pero debía comer algo me acerque a la barra y tome una uvas algo secas para llevarme a la boca.

Me acerque a mis viejos compañeros, y me senté a lado de Vitrion.

—Te ves mucho mejor Vitrion, eres mas duro de doblar que el metal.... hasta parece que una nueva capa de piel te nacerá...—intente bromear.

 

Iulian

Avanzó con Sebastian hasta el área de entrenamiento, tomó una espada de madera pues sabía que esta era el arma predilecta de Sebastian —Algo que noté en el combate es que te lanzas totalmente de frente, debes aprender a hacer ataques laterales, como aquel ataque especial que hiciste— tomó la espada por el mango y su mano libre la dejó a la altura de su cintura con los dedos completamente juntos — El impacto del golpe dependerá de si usas ambas manos o sólo una; cuando utilizas sólo una mano el ataque es más débil pero tienes mayor defensa, con dos manos el ataque es fuerte pero te vuelves lento y tu defensa es casi nula — Golpeó el muñeco de paja primero con una mano y luego con dos para hacer el ejemplo —Tu tienes mucha fuerza, incluso más fuerza que la mia; pero te expones demasiado a los ataques, es por eso que necesitas saber estos básicos de técnica—

Petro

Comenzó a toser al leer lo que había escrito Opelius, tragó con dificultad por ello dio un sorbo a su tarro con agua helada —Tendremos que hablar de esto en un lugar mejor hermano, vamos a nuestra habitación—Dijo señalando a Píctor el cual seguía comiendo alegremente.

Vitrion

Sonrió a Nixiras —Mucho mejor, gracias hermana— Después miró que Ambrosius se sentaba a su lado y comenzó a hablar —Con comida como ésta...—miró a su plato —Sanar más rápido. Ardor doloroso, a mi molesta mucho. Calor o frío duele. Pero mi orgullo no está lastimado, eso mejor; orgullo tarda más en sanar que la carne—

 

Sebastián

Contenido oculto

y yo que culpa? Los dados me traicionaron D: [/SPOILER ]

Vi cada movimiento que aplico y efectuó en en muñeco de paja mientras escuchaba con atención sus palabras e indicaciones, estaba en lo cierto, recordé aquel "entrenamiento" entre mi hermano y yo, en efecto sólo buscábamos atacar de frente y al parecer eso hacia que quedará en desventaja, asentí con la cabeza y tome mi espada fuertemente intentando copiar lo mismo que hizo él, primero golpee con una mano --con una mano el ataque es débil, pero con mayor defensa -- pronuncie repitiendo el Consejo del Rubio. Tomé mi espada con las dos manos y efectúe otro golpe -- con ambas manos el golpe era fuerte, pero la defensa es casi nula -- volví a repetir memorizando cada palabra, no era nada nuevo pero quise seguir sus pasos, deje caer mis brazos después, aún seguía algo dañado lo cual hacia que mis golpes de entrenamiento fueran un asco, suspire y voltie los ojos, seguramente se pondría a gritarme por el pésimo trabajo que estaba haciendo, o me haría saber que soy un idiota, estaba tan acostumbrado a eso,

 

Escuche las palabras de Vitrion con una sonrisa hasta que empezó a conversar con Ambrosius, una sombra paso por mi rostro apagándolo todo desde mis ojos a mi sonrisa, no puedo evitar que el recuerdo de mí cuerpo lastimado y sangrante por un grupo de imbéciles que me castigaban por el hecho de que no fuese dócil para cumplir con mis "deberes" en sus camas.


También recuerdo la devoción de Alexandro cuando insinué esto, o como Pricus las ignoró monumentalmente para elogiar mi trasero, no puedo entender como aquellos dos hombres si pueden superar esas marcas, que para mi significan fealdad y humillación, Maximos escucho cada uno de mis lamentos antes de morir sin quejarse de ello y yo todavía sigo arrastrando esas cadenas.


Una furia imponente llena mi cuerpo, me acerco al padre de mi hermano; que tiene mucho tiempo desaparecido, y un puñetazo viaja a la velocidad de un rayo caído del Olimpo hasta su mandíbula, dejándolo sangrante de la nariz y su labio roto.

 

Opelius

Asintió y se levantó de su asiento. Golpeó levemente la nuca de Píctor para que preste atención y mi a Petro. Dibujó con sus labios la palabra: "te sigo"

 

Iulian

Caminó hacia él e inspeccionó su posición –Aún tus heridas te están pasando el cobro; pero los golpes son certeros; lo que me preocupa es esto– Se agachó con mucha velocidad y golpeó los tobillos de Sebastian, esto provocó que su cuerpo se comenzara a ir de lado para caer en el suelo; antes de que eso pasara Iulian detuvo a Sebastian de su ropa en el pecho– Tu cadera y tus pies son lo que evitará que caigas, cuídalos pues si caes puedes considerarte muerto– Lo ayudó a reincorporarse– Ahora tu debes tirarme, no ofreceré demasiada resistencia esta vez, aún así no caeré si no lo haces bien–

Zaín

Estaba comiendo un gran trozo de carne cuando recibió aquel golpe en la mandíbula, el cual provocó que la comida también saliera disparada y cayera en la cara de Gaius el cual comía junto a él. El golpe lo había conmocionado, el suelo temblaba para él. Los guardias apuntaron con sus lanzas por si Zaín intentaba responder; pero se quedó sentado en la misma posición, limpiándose su propia sangre con sus ropajes negros. Gaius se limpió la cara mientras los veía desconcertado aún así no interrumpió, en cambio miró de lejos a Vitrion para que con su mirada le explicara que era lo que acababa de pasar; pero Vitrion estaba igual de sorprendido.
–¿Mejor?– Finalmente pudo articular Zaín, después escupió al suelo sacando el exceso de sangre.

Píctor

Miró detenidamente a Opelius, no sabía si buscaba pelea con él. Después Petro repitió el mimso movimiento de Opelius hacia él; después le dijo con las manos que los siguiera.
Avanzaron fuera del comedor dejando a todos ocupados con el reciente golpe de Nixiras hacia Zaín. Entraron a la habitación de Petro y Píctor.

 

Sin sonreír me muevo hasta que mi postura en menos agresiva pero aún se nota cuando ven mis blancos nudillos presionados.

-Si le hacen algo no dudes que tú muerte será lenta y dolorosa.

Mis ojos, sí pudieran, estarían haciendo lo que mis labios prometen pero las lanzas que nos apuntan acabarían con mi vida. Eso y mi orgullo es lo más importante.

 

Sebastián

Asentí con la cabeza poniéndome de pie, de momento me sorprendió que no me haya insultado ni nada de eso, me recargue mis manos en mis rodillas suspirando pues aún el dolor se hacía presente, mientras pensaba en cómo derribarlo, me levante y me acerqué a él no tan rápidamente y me puse detrás de el golpeando por detrás de sus rodillas para intentar doblarlo y hacer que cayera, sin tanta fuerza claro.

 

Un par de esclavos entraron para atender a Zaín, el sólo los empujó para salir del comedor, ambos esclavos lo siguieron.

Iulian

Dobló sus rodillas pero no cayó al piso —Aprecio que no quieras dañarme; pero un entrenamiento también debe tomarse en serio, si aprendes mal en el momento de pelear lo harás mal. Así que si vas a doblarme las rodillas hazlo con la intensión de en verdad tirarme. Si me vuelves a tratar con delizadeza yo te tendré que responder con rudeza— Dijo con una sonrisa mientras se volvía a poner en posición.

 

Sebastián

Reí tras eso pues enserio no quería lastimarlo, por alguna razón me hizo recordar cundo entrenaba con Brazhan, y justo le decía eso mismo, jamás creí que alguien me lo dijera, moví la cabeza de forma positiva y con todas mis fuerzas, hasta ese momento, ejecute un movimiento que una vez vi en una de esas peleas callejeras, puse mi pie atorando el de él y con un brazo lo tome del cuello empujandolo hacia atrás, era imposible que no cayera pues sus piernas estaban prácticamente paralizadas.

 

Iulian

Tomó el brazo de Sebastian y se liberó —Muy bien; ya sabes ataque, defensa y derribamientos básicos, por último te mostraré lo mejor que puedes hacer contra un guerrero —Tomó otra espada de madera —No siempre te enfrentarás a un adversario con un arma, a veces utilizan un arma y un escudo, o dos armas simultáneas; a pesar de ello siempre tendrán un brazo más fuerte que el otro. Es por esto que debes aprender a desarmar, esto es algo que yo puedo hacer fácilmente con mi lanza; pero con espada también es bastante simple— volvió a tirar una espada al suelo y atacó a una mana con la espada restante —Atacas de frente, tu oponente se confiará, esquivará tu ataque predecible y atacará a la abertura de ataque que le ofreciste, normalmente las costillas o el estómago; pero aún tienes una mano, así que cuando su arma se dirije a ti, sólo detienes con una mano el ataque y con tu espada el siguiente, levantas tus brazos y el arma de tu contrincante saldrá volando a tus espaldas, ahí no la podrá alcanzar y tu tendrás la ventaja por un corto periodo antes de que el vuelva a alcanzar su arma— Hizo el ejemplo sacando a volar tu espada —Pero esto sólo funciona para desarmar a personas con espadas, dagas o mazos. Olvídate de los arcos—

 

Sebastián

No podía creerlo, había anulado mi ataque tan fácilmente, pero era normal en el, después de escuchar sus palabras con mucha atención quise ponerlo en práctica, a pesar del dolor que sentía mi cuerpo, no quería dejar de entrenar --quisiera intentarlo -- le dije tomando mi espada y poniéndome en posición de ataque.

 

Iulian

—Me gusta esa motivación, adelante— también se colocó en posición de ataque —Recuerda hacerlo con fuerza, si no lo haces así, mi espada no cederá y jamás la soltaré—

 

Sebastián
Me encamine hacia él y lo ataque de frente con una sola mano "el rival se confirará y atacara mi punto débil" me repetí en la mente esperando su reacción para contratacar.