[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Sebasian

rei al escucharlo —Eso es tan ovio, tus ojos siempre reflejaran lo que eres, y en veces hasta lo que piensas— le respondi tomando esa botella de vino semi bacia dandole un trago,—Ademas me importas, si fuese lo contrario, ni tu nombre sabria— continue dandole otro trago a ese delicioso vino

 

Brazhan

No respondí, implemente me quedé recostado de costado y mirando hacia la pared. — Hmm— hice un ruido con mi boca, como simple respuesta. Pues, no quería hablar tanto.

Contenido oculto

Me siento incomodo estando junto a ustedes ahora, me siento un mal tercio ewe

 

Opelius

Le hizo una seña con su brazo a Petro y le señaló su platillo favorito que se encontraba justo frente a él. Esperó paciente, haciendo tronar los nudillos de sus manos. Cuando vio al guardia acercarse rápidamente guardó un pedazo de carbón que había tomado del piso. No era inteligente que lo vean con algo que se pueda expresar. Escuchó con desdén las palabras del hombre y recordó a Maximos. Ahora era momento para escuchar sus técnicas y el saber de los legionarios... pero ahora el idiota de Iulian destacar. Opelius apretó fuerte el carbón, sin darse cuenta de que lo destruía.

 

Opelius

Le hizo una seña con su brazo a Petro y le señaló su platillo favorito que se encontraba justo frente a él. Esperó paciente, haciendo tronar los nudillos de sus manos. Cuando vio al guardia acercarse rápidamente guardó un pedazo de carbón que había tomado del piso. No era inteligente que lo vean con algo que se pueda expresar. Escuchó con desdén las palabras del hombre y recordó a Maximos. Ahora era momento para escuchar sus técnicas y el saber de los legionarios... pero ahora el idiota de Iulian destacar. Opelius apretó fuerte el carbón, sin darse cuenta de que lo destruía.

 

-¿Qué te pasa hermano?- le pregunté a Vitrion, el único gladiador qué ostenta ese título.

Al escuchar a Iulen o como sea qué se llamará el nuevo le respondo mirando sobre el hombro.

-Es divertido enfrentarse a esos idiotas y tenemos mucho qué ellos no.

 

Petro

Se sentó junto a Opelius y le dio tres palmadas en su espalda, pues le había indicado donde estaba ese magnífico ejemplar de alimento, Pictor se sentó frente a ellos y también comenzó a servirse comida.
—Otra pelea Opelius, no sé si será abierta o será uno a uno; si es abierta contaremos con tus buenos ojos e inflaqueable pulso— Decía mordiendo el pedazo de cerdo —Malditos cerdos, sabes delicioso...—

Vitrion

—Mucho más— Dijo en tomo burlón mostrando la musculatura de sus brazos, después los bajó pues sintió el ardor de su espalda— Ellos si perder, pierden confianza de su gente. Si nosotros perder será lo mismo, sólo nosotros confiar en nosotros. Nosotros tener más por lo que ganar, tendremos victoria. Y burlaremos de todos quienes daño nos han hecho...—

 

-Hay unos cuántos guardias con los qué tiraria a matar sin temor- digo recordado lo mucho qué me hicieron pasar en los escasos meses qué estuve bajo su merced.

-No me dijiste qué te pasa - susurre señalando el plato de mi hermano.

 

Sebastian
me recoste en la cama dejando de lado mi botella y llevando mis manos a la nuca, ¿que aria ahora? estaba muy lastimado como para entrenar y al parecer era lo unico que podia hacer, eso pensaba hasta que mi estomago emitio un sonido de hambre, creo que aquellas uvas que me habia mandado mi mecenas no era suficiente, asi que me levante y me dirigi a dicho lugar, pude notar que habia algunos gladiadores ahi, al parescer platicando, aun estaba adolorido asi que camine lentamente y como podia me sostenia en pie, agarre un plato y una pierna de cerdo tratando de sentarme en un lugar tranquilo.

 

Vitrion

–¡Ah! referirte a mi comida de caballo– Miró su penoso plato de alimento –El dolor quitarme el apetito; yo comer carne para sanar, pero esta vez no tener la mucha hambre como siempre–

 

—Creo que puedo ayudar— me levante quitándole su plato, cuando la carne escasea durante la cacería tenemos que ser creativas para que todas las mujeres de la tribu queden satisfechas, me acerque a la mesa de los alimentos: corte lo que él llamaba comida de caballos y lo mezcle con pequeños trozos de carne.


No permitiré que mi hermano como algo que le desagrada, la combinación es deliciosa y lo suficientemente liviana para que su agotado cuerpo lo digiera.


—No preguntes que tiene, pruébalo— me senté en el mismo lugar esperando su reacción.

 

Sebastián

Sólo sonreía al ver aquellas intenciones de nixiras, no le daba mucha importancia pero me entretenía ver como la peliroja ¿consentia? De alguna manera al gladiador, le di la última mordida a mi pieza de carne, aún tenía hambre así que me levante y tuve que. Pasar por donde estaban ellos, tome más carne, tanto como mi plato aguantará y regresé a mi lugar, caminando lento y sacrifico pues aún me dolía mi cuerpo.

 

—Creo que te dieron una buena paliza, Sebastian— el chico que se habia burlado de mí fuerza ahora casi no puede caminar, graciosa escena la de la Arena, no puedo ni estar molesta despues de haber visitado a Alexandro solo estoy muy cansada.

 

Sebastián

--No molestes -- le dije con una sonrisa, le di una mordida a mi pieza de carne, --ahora no estoy en buen estado para fastidiarte también -- continúe diciendo mientas la veía desde mi lugar y seguía comiendo.

 

—¿Qué te pasa? ¿Acaso ya no deseas impresionar al nuevo idiota?— la ultima vez que hablamos quizo decir que yo no tenia oportunidades contra él cuando sabe perfectamente que mi poder es mayor.

 

Sebastian
--Nunca quise hacerlo presumida -- le grité sonriendo por lo que dijo y recordando que ella divulga ser más fuerte en este lugar --además yo tuve los suficientes genitales para enfrentarlo -- continúe pues ella ni siquiera demostró tener el valor

 

—Dije que lo queria enfrentar pero estabas tan sumido en hacerte el fuerte que no me escuchaste estabas tan desesperado por mostrar tu fuerza a tu mecenas que parecias capaz de hacerle favores sexuales al nuevo para que aceptara pelear contigo, mi volor no esta en mis genitales por si deseas saberlo— allí esta otra vez ese niño inmaduro quequiere complacer al mundo.

 

Sebastián

No pude evitar soltar una sonrisa --almenos yo tengo algo por lo que luchar y cumplo con sí papel de gladiador al complacer a mi mecenas -- le dije sin molestarme pues estaba acostumbrado a que me hablarán así -- y deja de estar celosa, si tanto te gustó dímelo y vamos al salón esmeralda -- le dije pues parecía que hacia una escena de celos pues aseguraba que sólo busco relaciones con otras personas.

 

No me pude contener antes su comentario, las risas salieron de mí de un forma tan descolocada que casi caigo al piso, luego de minutos o una eternidad logro recomponerme con lágrimas en los ojos.

—No pudieses seguirme el paso ni unos minutos, acabo de salir de allí si no escuchaste a mí mecenas hemos pasado casi dos dias encerrados, soy demasiada mujer para un hombre que desee "cumplir su papel como gladiador"— me mefe de él hasta que no pude más y volvi a reir, ¿quién se cree él? No es Priscus, no vale la pena.

 

Sebastián
Seguí riendo y aún más por su reacción --jaja eso me suena a reto? porfavor no me conoces realmente y mucho menos en ese aspecto -- le respondí agarrándome el tórax porque las risas habían ocasionado dolor en esa parte --es más, incluso en este estado podría superarte -- continúe comentando,¿quien se cree para juzgar mis dotes como hombre?

 

—Sigue soñando, niño— Las carcajadas siguen saliendo de mí cuerpo, el chico creia que era lo suficientemente hombre para mí, pero yo dudo que exista alguno.