[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Después de completar mí hazaña con un esclavo me dispuse a sentarme en la mesa y comer esa delicia.

 

Brazhan

En ese momento entró Cornelia, esta se nos quedó viendo por unos minutos para luego irse a su cama. Todo bajo la vigilancia de mis ojos. Estaba pensando en hablarle, pero estaba seguro de que pelearíamos nuevamente... O tal vez no. Tal vez deba disculparme, pero no sabía cómo. Me removí incomodo en mi cama buscando las palabras correctas y si es que las llegaba a decir.

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@Caro Chan Hablemos de nuestro orgullo (????)

 

Petro entró al comedor seguido por el aroma que tnto le agradaba; lo que más disfrutaba era comer y su esclavitud no le impedía disfrutarla a su antojo. Destrás de él venía Pictor haciendo burlas hacia Petro con los cerdos.

Iulian también entró al comedor, se notaba que se había bañado después de su combate, su cabello y vestimenta estaba completamente ordenados. Se sentó junto a Vitrion quien estaba comiendo únicamente fruta, raro en él.

 

Sebastian
Pude notar entrar a cornelia, mi corazón salto de la inserción , no dije nada pero mis pensamientos nuevamente me invadieron, pero vi que hablaba con Brazhan así que no quise interrumpirlos

 

Cornelia
—¿Y bien? ¿Qué quieres? —dije en tono serio al ver como Brazhan abría la boca como si quisiera decir algo.

 

Paré de comer cuando vi entrar al grupo y además que Vitrion sólo comía fruta. Me puse de pie hasta sentarme en la mesa, pies en la silla, junto a mi hermano mi espalda hacia el más nuevo.

 

Vitrion rió ante la acción de Nixiras –¡Hermana! ánimos nuevos ver en rostro; muy bien –

El momento agradable en el comedor había terminado; un soldado imperial entró al subterráneo, no venía acompañado de nadie más; caminó hasta el comedor donde la gran mayoría de los Gladiadores se encontraban.

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–Mañana les espera un gran día a ustedes los Gladiadores y a nosotros los Legionarios. Se ha acordado la pelea ya muy común entre nosotros dos, Soldados contra Gladiadores; una lucha de poderes entre los soldados de la capital con lo que se considera: los mejores luchadores de Roma; ustedes. Como es costumbre los combates no serán a muerte; sólo han sido programados para que ustedes puedan sacar el verdadero potencial de sus nuevos armamentos; los mejores de nosotros están en combates fuera de Roma; pero no deben confiarse...– El soldado sonrió y con un ademán de su mano se despidió.

Era un nuevo combate, esta vez no contra traidores; prisioneros o guerreros capturados. La pelea sería contra soldados entrenados en combate.

Iulian se levantó ignorando la espalda de Nixiras –Ellos son guerreros con grandes técnicas de combate; ustedes sólo tienen su bravura y sus músculos. Si lo desean puedo enseñarles; claro... si pueden seguir mis pasos–

 

Brazhan

No me había dado cuenta cuando me había quedado viéndola con la cara abierta. ¿Que hacía? ¿Le contestaba o no? —Emm...— ni siquiera había pensado en como disculparme, tal vez, siendo directo lo resolvería. — Solo, quiero disculparme. — Le dije en tono serio. La verdad no me arrepentía de lo que le había dicho antes, pero sabía que había estado mal y sobre todo, no quería llevarme mal con nadie.

 

Sebastian

Mis ojos se abrieron como plato al escuchar esas palabras saliendo de la boca de Brazhan, el chico porfin se habia aventurado a Disculparse, de alguna manera me senti feliz por hambos, solo falaba que cornelia tambien lo hiciera,

 

Cornelia
Pude escuchar cual difícil era lo que el chico intentaba decir, por lo que me eché a reír en carcajadas.
— ¿Todavía sigues pensando en eso? Creo que eso fue una estupidez de ambos, me disculpo igualmente si así está mejor, pero en sí no me importa, no le tomo importancia a ese tipo de cosas—concluí colocando mi mano sobre el moretón causado con anterioridad. —Por cierto... Sebastian ¿Es verdad eso de la caída? —pregunté al sentir un poco de dolor al tocarlo.

 

Sebastian

—Parte de ello— le dije sentandome en la cama riendo
Al verla tuve una gran duda, ¿estará bien que se lo diga?, nah, claro que esta bien que se lo diga me acerqué a ella la tome del brazo y la voltie hacia mi —Cornelia tengo algo que decirte antes de contarte el resto de la hiatoria— le dije serio y viéndola a los ojos ya no había vuelta atrás, mientras me sentaba en su cama, a su lado

 

Cornelia
—Bien... Dilo rápido que no tengo todo tu tiempo—dije al ver tanta seriedad en él, lo cual era realmente extraño en él

 

Sebastián

No sabía que más decir así que solo mi impulso fue tomar su rostro con mis dos manos sobre sus mejillas y acercarlo al mío, la bese, la bese sin pensarlo, el beso duro mucho tiempo, después la solté esperando a ser golpeado o algo pero antes de que lo hiciera — Escúchame por favor— le dije tomándola de los brazos — Cornelia, para mí es muy difícil decirte esto…— Rayos es más complicado de lo que pensé—Tú me gustas, y me gustas mucho, sé que no hemos pasado mucho tiempo juntos pero si lo sufriente para darme cuenta de lo que siento de verdad. Es por eso que hoy quiero afrontar uno de los retos más grandes de mi vida, y es el de aceptar que te amo—, no estaba tan seguro de las palabras que estaba diciendo pero continúe de todos modos —No sé la manera en que se dieron las cosas, pero siento que en algún puntocomencé a verte como algo más de lo que se supone, deberías significar para mí. No te negaré que traté de ocultar mis sentimientos, bajo excusas vanas como la gratitud o la confusión. Sin embargo, tengo que dejar de mentirme a mí mismo. — Estaba tan seguro de que eso era lo que sentia—No puedo evitar lo que siento por ti, y sé que no quiero hacerlo. Desconozco si a ti te suceda lo mismo. Aún si decidieras no corresponderme, quiero que sepas que jamás dejaré de estar ahí para ti, porque eres lo más importante que tengo en la vida y ni siquiera tengo idea, de cómo no pude haberlo notado antes. — la solté y agache la cabeza dejando caer mis brazos a mis costados — No soy bueno confesando esto, A pesar de todo, quiero atreverme a expresar cuanto me gustas y lo feliz que me hace tenerte cerca. Puede que te parezca una locura, algo irracional tal vez. Lo cierto es que no puedo evitarlo. Es difícil describir como una mirada tuya basta para que sienta vértigo debajo de mis pies y mi ánimo se mantenga durante el resto del día. Tienes un poder que verdaderamente no me puedo explicar y tampoco estoy seguro de querer encontrarle algún sentido. — seguía si creérmelo, acabo de comprobar que el amor hace que te ridiculices frente a esa persona, ¡Por los dioses del olimpo! ¿Qué rayos me pasa? —sea cual sea tu pensamiento después de enterarte de esta confesión, no dejaré de amarte ni de admirarte por la persona que eres, ni de las cualidades por las que has conseguido quedarte con mi corazón. — suspire púes por fin había acabado de desahogarme por completo, me sentí aliviado pues al menos ya lo sabía — puedes golpearme ahora si lo deseas— pronuncie por ultimo resignado, seguramente me odiaría después de todo eso, así que solo me quede parado en seco con la cabeza hacia abajo esperando su reacción. seguramente seria negativa

 

Cornelia
Me quedé paralizada ante tantos comentarios románticos y todo eso de la confesión, esto realmente era bueno para mí, bien sabía que nadie en el mundo me amaba pero esto... Esto es algo que ni yo ni él mismo se lo cree.
—¿Estás seguro de que esos sentimientos sean amor? ¿Amarías a esta mujer que nunca en su vida recibió amor ni conoce lo que se siente? Bien sabes que soy fría y no es por solamente actuarlo, sino, porque no me enseñaron que es "eso" —dije mirándolo por un momento para después agachar mi cabeza —Bien... No sé que se sienta eso de amor pero creo que... Una oportunidad para un chico bobo no está mal, bueno fuera que mi familia me la hubiera dado, sin embargo eso no es posible y no me gustaría ser como esos "seres humanos infelices"—dije algo enfadada al recordar todo. Enseguida le levanté el rostro y me le quedé observando, como es que se sonrojaba, sonreí y ciertamente lo golpeé, no con todas mis fuerzas, ya que no era hora de matar a nadie, sin embargo si con las suficientes fuerzas para sacarle un poco de sangre por la nariz. —El beso no es gratis...—dije volviéndome a acostar y voltearme para otro lado.

 

Sebastian

Cai en el suelo sentado completamente sonrojado por aquella reaccion, dijo que me daria una oportunidad y eso me elegraba demaciado, tanto que le reste importancia a la sangre que me escurria de la nariz, sin mencionar el dolor de todo mi cuerpo tras la caida —Yo te enseñare a amar— le dije levantandome —¿aun quieres la historia del moreton— le dije regresando a mi cama para sentarme

 

Cornelia
—No creo... El sueño está por vencerme y de seguro hiciste alguna tontería como siempre que me haría dejarte inconsciente, si quieres seguir vivo ve y cúrate eso, o dile al chico Brazhan que te ayude...—dije esto último entre bostezos.

 

sebastian

Era cierto, la felicidad me hizo olvidarme de la verdadera razon por la que se lo ocultaba, bien entonces no se lo dire, nunca lo sabra, o almenos por el momento, agarre un arapo que estaba dentro de la canasta que mi mecenas me envio y m lo puse en la nariz que aun sangraba, me quede mirando a Brazhan y me sonroje pues habia precenciado todo

 

Brazhan

Miré toda la escena que había pasado delante de mis ojos. Jamás había creído que Sebastian fuera tan... ¿Romántico? En si, me parecía un comportamiento muy estúpido ya que yo, jamás sería de hacer tal cosa.
Empecé a reírme con la boca cerrada cuando Cornelia lo golpeó. Luego dijo que yo lo ayudara a curarse a lo que me acorté.—Ni creas que te voy a limpiar eso... —Le dije, dándome la vuelta. Poco me interesaba si esos dos andaban de amantes por el subterráneo.

 

Sebastian

—Seria raro de ti que fueras generoso— Le dije con un tono burlon riendome, retire el pañuelo pues mi nariz dejo de sangrar, despues veia a BrazHan con ojos de reto pues sabia que no se quedaria callado

 

Brazhan

—Hmm... — Me quedé mirando hacia la pared y luego sonreí ladinamente. — Mm, es increíble que me conozcas tan bien.— Dije, haciendo énfasis en la palabra ''tan''. Pues, en tan poco tiempo que llevaba ahí este parecía conocerme mucho mejor que nadie. Suponía que era porque casi siempre estoy con él.