[Gladiadores] Rehenes de un imperio

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puedo rolear aquí como sí ya hubiera venido del salón

 

Opelius

Me alejé bajo el sol suave y tranquilo de la Arena. Era un hermoso día, fresco y agrdable, y yo sentía el olor fuerte de mis pisadas en la teirra removida bajo mis sandalias.

Pero cuando nos guiaron al subterraneo, los contrafuertes de piedra me miraron acercarme, como si me acecharan, meditativamente. No había pájaros en el aire. No había más nada.
Y cuando me empujaron por el túnel el gran silencio reinaba. Un silencio total, absoluto, roto por las pisadas uniformes de los gladiadores. El viento parecía haberse dormido entre carcajadas o simplemente nunca había soplado por el túnel, excluído de ese mundo de silencio.

Cada vez que camino por este pasillo mi mente se nubla y se burla de mi destino. No pedí nada de esto. Y sin embargo, aquí estoy. Peleando por una vida que me pertenece por derecho… y planeando una venganza que me pertenece por hermandad.

 

Contenido oculto: Alisse

Si puedes xD

Contenido oculto: Ana

Si; está bien, puedes rolear como si hubieras salido del salón esmeralda

Dos esclavos más se dirigieron para curar a Sebastian, corrían en el subterráneo pues se les había hecho tarde; en su transcurso uno chocó con Opelius y el otro con Vitrion, este último le tiró el balde de agua que llevaba consigo.
–¡ARDE!– Gritó Vitrion, pues su espalda aún era sensible al clima.
–Pe...per...perdón– Tartamudeó el esclavo –Olvídalo...– Respondió Vitrion pasándole el balde que estaba en el piso –Tener más cuidado–

 

Sebastian

Pude ver a algunos exclavos entrar corriendo a mi habitacion muy exaltados y apenas con un aliento en sus cuerpos —¡Hey! muchachos tranquilos— Les indique que se relajaran y que no se preocuparan por mi, segui comiendo hasta que se terminaron las uvas, tome la botella de ese delicioso y fino vino y la coloque en una mesa que estaba junto a mi cama —Tengan esto, es como agracecimiento por atender y curar mis heridas, llevenselo cuando erminen— Les hable a los muchachos quienes hacian un buen trabajo, les entregue la canasta con algo de queso que mi mecenas me habia otorgado, a uno de ellos—Es suficiente para todos— Finalice

 

–No podremos llevarlo con nosotros...– Dijo la esclava preocupada
–Nos azotarán si nos ven con algo en las manos– Decía el otro que remojaba los paños para limpirar la sangre

 

Sebastian

Tena razon, ¿en que estaba pensando? —Muy bien entonces comanlo aqui y nadie dira nada, no hay testigos como pueden ver— Les dije mientras señalaba el alrededor, ademas de la puerta, que se encontrava serrada, esos toquesitos que me davan con el trapo humedo para limpiarme me dolian demaciado, pero no expresaba en absoluto nada.

 

Los esclavos se miraron entre si y uno de ellos fue el que se animó a abrir la botella y darle un gran trago —Delicioso...— después la paso a la esclava quien también dio un gran sorbo, y así continuaron hasta llegar al último esclavo.
—Gracias...—Dijo la esclava que terminaba de cubrir sus heridas con harapos limpios y secos.

 

Opelius

Estuve a punto de romperle la cara al idiota que me empujo cuando sentí sus dedos intercalarse en mi mano y dejarme un papel. Lo estrujé en mi puño y caminé hacía el comedor hasta sentarme en una de las mesas. Recién ahí leí la carta detenidamente y sin esperar más la hice añicos en mis manos. Nadie debía de leer la carta y ya sentía la adrenalina correr por mis venas...

Reparé en la gente del comedor. Al primero en acercarme sería a Pictor y Petro. Esos idiotas tenían un aire de confianza que por alguna razón no me hacia dudar. Espere paciente... sin darme cuenta de que mi rodilla derecha no podía detener su movimiento, era puro nervio.

 

Sebastian

Sonrei al ver sus caras satisfecas, pobres, quien sabe cada cuanto les dan de comer —No me agradescan estaos a mono ahora— Dije mientras partia EL QUESO en partes iguales y se los repartia a cada uno — Ahora retírense— Dije para disimular pero con una gran sonrisa al ver que habian terminado con su trabajo bien hecho.

 

Los esclavos comieron rápidamente el queso y salieron de la habitación agradeciendo con expresiones y grandes sonrisas en el rostro.

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Como ya habías comentado mejor edité el post superior. Por lo tanto tu mecenas te había enviado DOS botellas de vino xD y bueno, ya una se la empinaron los esclavos :P

 

Sebastian

Suspire mientras veia como las esclavos se retiravan —Solo de nuevo— Me dije mientras me sentaba en mi cama, rei tras recordar nuevamente lo anterior sobre cornelia —Como pude ser tan estupido — bolvi a susurrar para mi mismo, de repente senti un palpitar enorme en mi pecho tras ese recuerdo .No podía creerlo, ¿sentía algo por aquella chica? Pero porque ella, se supone que mis intereses eran otros, en ese momento recordé esa escena en donde la había besado por primera vez, pero en ese entonces no sentí nada, pero tal vez porque fue demasiado rápido, quizás si sentí algo pero no le tome importancia, ¿o sí?, con el transcurso de los días la fui conociendo, ella era muy fría pero a pesar de ello tenía algo muy peculiar que no podía describir, ¿me sentí atraído por ella? Probablemente, pero no quise aceptarlo, la manara en la que me trataba era algo cruel pero me gustaba, ¿realmente e enamore de Cornelia?, si, si y mil veces sí.

Ahora ¿Cómo se lo diría?, me mataría o tal vez ni me crea, ¿Qué dirán los demás gladiadores? Eso no me importa, que digan lo que quieran, ¿Si se lo decía directamente?, no, aseguraría una patada en la entrepierna, tiene que ser a causa de algo, piensa Sebastián, ¡Piensa!, creo que solo debo ser yo mismo, ¿Un tonto?, bha, estoy tan confundido.

Me recosté en mi cama hundido por mis pensamientos, intentando saber cómo reaccionaría Cornelia por cada idiotez que se me ocurría, paso realmente bastante tiempo, ni siquiera lo había sentido hasta que se me ocurrió una gran idea —Improvisare—

 

Brazhan

Entré al cuarto con el cual compartía con Seastian y Cornelia, desde hace ya, no sabía cuanto. Al entrar estaba Sebastian, sentado en su cama. Me acerqué y me senté en la mía, mientras lo observaba.
A pesar de que estaba todo herido, había una sonrisa en su rostro y eso me intrigó...

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Si sigues así con Cornelia, me voy a tener que ir del cuarto (?)

 

Sebastián
Pude notar la presencia del muchacho y de inmediato me parque de mis pensamientos --debo verme fatal ¿no es aquí-- le dije por la forma en la que me veía, sobe un poco mi hombro para después darle un trago a la primera botella de vino pues aún le quedaba un poco

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pero todavía no pasa nada xD xD

 

Brazhan

Erguí mis hombros ante la pegunta de Sebastian, no se veía tan mal. A lo mejor algunos que otros moretones lo hacían lucir, pues, así. — ¿Creíste que ganarías?— Pregunté susurrante, pues no tenía ganas de hablar después de tanto tiempo con mi pacto de silencio. Pero tampoco quería perderme la respuesta de esa pregunta que se me formuló des hace unos momentos.

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Lo sé, lo sé... XD

 

Sebastian

Verdaderamente me puso a pensar esa pregunta —Por supuesto que no— Le dije sinceramente pues evidentemente el era todo un profecional, entrenado toda su vida para las peleas, y yo solo lo hacia pór bagos conocimientos, basicamente yo solo peleo por instinto, le di otro trago a la botella para despues taparla

 

Laberius

Tras la pelea de Sebastian con Iulian, no tenía mucho en lo que pensar, no tenía apetito y mi único modo de pasar el tiempo era volcar toma mi energía en aquellos maniquíes de paja del salón de entrenamiento, la adquisición de una nueva arma era algo que me entusiasmaba en cierto grado pero últimamente, todo parecía ser un sueño en el que algún espíritu malvado me había sumergido, castigo quizás?. A veces no podía evitar el divagar por mis recuerdos.
Pasando de largo a todos lo presentes en el subterráneo, me dirigí al salón de entrenamiento y comencé mi pequeña rutina de práctica. Unos cuantos golpes y patadas al maniquí, seguidas de un poderoso golpe de mi espada, era todo lo que necesitaba para volver añicos a esa figura inanimada que parecía mirarme con tedio.

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Por qué será que Laberius siempre se pierde en el tiempo y en el espacio. Y por cierto, ahora Sebastian será Eliot???

 

Opelius

El adorador de cerdos y su pareja no llegaban aun. Busqué un plato con mucho de aquel animal en una especie de sopa espesa y la coloqué frente a mi. De seguro el olor lo llamaría, después de todo era una bestia mas. Espero paciente mientras juego con mi plato de comida. No tenía apetito, mi estomago cerrado es una clara muestra de que mi cerebro ocupa otra parte mucho más importante. La euforia me carcome por dentro... ya sentía los latidos de aquél bastardo cayendo ante mis manos.

 

Brazhan

En si mi pregunta había sido más estúpida que yo mismo. Luego de eso, no dije más nada. Solo me quedó sentado en mi cama sin hacer nada, pues, estaba aburrido.

 

Luego de la experiencia un hambre terrible me interrumpió antes de siquiera ir a entrenar, hasta allí me llevaron los pies que me tiemplan esporádicamente por el ejercicio que hicimos.

Sonriente lleno mí plato de todo lo posible pero al reaccionar en algo decidido, antes mirando a mí alrededor, romper mis vestimentas en dos pedazos en una forma que no se notara.

Llené ambas a rebozar de alimentos, algún esclavo pasaría con harapos sucios de sangre de mis compañeros y yo esconderia eso entre ellos: un detalle para Alex y otro para el afortunado esclavo que se arriesgara.

 

Cornelia
Después de pasear por ahí, regresando del coliseo y todas las peleas recientes, me dirigí a mi habitación en la cual me encontré a Brazhan y Sebastian. Me les quedé observándolos por un momento y enseguida me recosté en mi cama.