[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Sebastián
--oh, lo siento -- dije soltando su brazo --cornelia parecias muerto ahí arrumbada en la cama -- le dije sonriendo pues después de tanto alboroto que hice con Brazhan me sorprendio que no se hubiera levantado.

 

Cornelia
—¿Me estabas observando dormida? —pregunta un poco furiosa

 

Sebastián

--Jaja no es eso, es que es casi imposible notar como dormías y estabas a punto de caer de la cama --reí tras recordar ese momento

 

Cornelia
—¿Y no tuviste algo de lástima al ver como caía, según tus experiencias?—dije pero en sí no creía nada, puesto a que cuando estoy dormida, suelo no moverme

 

Sebastián
--Claro! Te dejé caer-- dije entre carcajadas --pero te levante y te avente a la cama -- continúe riendo

 

Cornelia
—Claro... como digas—golpeándote en el hombro levemente —Mentiroso...

 

Sebastián

--Es enserio - dije riendo y sobando mi brazo pues aún tenía la herida de aquella flecha del chico quedándome un poco

 

Cornelia
—¡Claro que no! ¿Es cierto eso chico tímido y grosero?—dije mirándolo de reojo

 

Sebastián

--Brazhan estaba dormido -- añadí intentando sonreír

 

Cornelia
—¡Aquí el idiota eres tú! No me hagas quedar como tonta—dije retirándome del lugar

 

Sebastián
--Jaja si no me crees revisa tu moreton en la pierna derecha -- le dije antes de que se alejara

 

Cornelia
Cierro la puerta de golpe y me dirijo al comedor, una vez ahí, tomé algo para comer y tomé asiento en una silla colocada en una esquina —¿Cuál more...—dije al notar la presencia del moretón—Oh... aún así no creo que debió haber sido fuerte—dije dando un mordisco a una pera.

 

Iulian

No paraba de reir ante todo lo que había escuchado y observado —Esperaba que al menos pelearan un poco por combatir conmigo; pero Sebastian se ofrece y todos se libran del deber de una pelea. Se burlan del muchacho por ser el primero en elegir pelear; pero así de rápido ceden... Cada momento que paso aquí me decepciono aún más.— Pasó sus manos por su cabello— Sabía que no tendrían técnica de combate, mucho menos tener modales... —Suspiró— Pero si de algo estaba seguro es que tendrían coraje...—Hizo un ademán con su mano derecha— ¡Ba! La mayoría en este lugar aún parece que tienen el collar de esclavo, ¡Sujetos a las normas y primeras decisiones! —Volvió a suspirar— no valen la pena...

 

Sebastián
Escuche las palabras de aquel rubio y reí al verlo --todos aquí se han resignado desde el momento que pusieron el pie sobre esta pocilga -- le dije levantandome y acercandome a él --muchos ya dan por perdido todo, sus esperanzas y el coraje que tu mencionas, ya no está en ellos --se cruza de brazos y sonríe un poco --no se dan cuenta de que al estar aqui han formado una nueva vida, por eso no enfrentan lo que realmente los esclavisa, su pasado -- suspire y deje caer mis manos --pero Haz entender a estos tercos-- dije algo sarcástico --yo me ofrecí porque tengo sed de combate, en este sitio aprendí a tener un motivo por el que pelear y saber utilizar el título de gladiador -- ríe un poco --se que tu lo entiendes, probablemente si hubiese conocido esta clase de vida antes hubiera acabado como tu, siendo voluntariamente -- puse mi mano sobre su hombro -- espero que tu tampoco me decepciones -- finalice con un tono de broma.

 

Iulian

—Tendrás una gran pelea, y si prestas atención aprenderás un par pasos de combate—

 

Sebastián

Reí un poco --espera lo mismo de mi parte -- palme un poco su hombro y me retire a sentarme en el mismo lugar donde estaba

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amelie escribí todo una Biblia y me respondes con eso Nadamás?

 

-Soy una guerrera, no una bestia para exibir. Deberías recordar que no todos deseamos estar aquí.

Ni los ojos abrí, seguia con los ojos cerrados en la misma posición y recostada de la pared.

 

Dos guardias tomaron de los hombros a Iulian y a Sebastian –Entonces si ya se ha decidido; vamos directamente a la Arena Olimpia, los mecenas esperan–
Los demás guardias recorrieron el subterráneo para informarles a los demás Gladiadores del encuentro, debían estar ahí y presenciarlo, pues después los dejarían elegir nuevo armamento.

 

Los guardias terminaron de llevar a los Gladiadores al subterráneo donde un par de esclavos llevaron a Sebastian directamente a su habitación para ser atendido. Y para su sorpresa, en la cama de Sebastian se encontraba una cesta llena de finos quesos y racimos de uva, y junto a ellos dos buenos vinos, vino que Sebastian ya conocía.
–De tu mecenas; los envió hace unos minutos– Dijo la esclava que atendía las heridas de Sebastian; después le entregó una carta.

 

Sebastian
Me alegre demaciado —¿ un obsequio de mi mecenas? que gran detalle—dije sonriendo y agradeciendo a los guardias y esclavos que estaba precentes, me recoste
y recordé riendo aquella verdadera causa del moretón de Cornelia. FLASBACK No lograba conciliar el sueño, todo estaba tan solitario y silencioso, era considerable, no sabía con exactitud la hora, pero el clima y el ambiente delataban la noche. Me senté en mi cama estirando mis brazos y solté un bostezo breve, baje mis brazos recargándolos en la cama, observé a Brazhan durmiendo como niño bueno — jeje las apariencias engañan — me dije en voz baja, después volteé a ver a mi otra compañera de cuarto, me llamo demasiado la atención esa escena así que me acerqué a su lugar y recargue mis codos en su cama justo al lado de su rostro observando cada detalle, ella no se movía pero trataba de pronunciar algo, me dio aún más curiosidad y me subí a su cama cuidadosamente quedando sobre ella, recargue mi cuerpo en mis brazos que estaban arriba de sus hombros teniendo su rostro frente al mío —¿ Qué tratas de decir? — le susurre, ¿Qué sería? ¿Un lugar? ¿Una fecha? O acaso… ¿Un nombre? Se quedó callada un breve instante e intentó decirlo de nuevo, no lograba escucharla así que me fui acercando lentamente a su boca tratando de descifrar aquella palabra, pero perdí el equilibrio y resbalé cayendo encima de Cornelia, no podía creer la posición en la que había terminado, mis labios se posaron sobre los de ella, el rojo se me subió al rostro pues el “beso” si se le puede llamar así, duro un tiempo considerable pues la impresión no me dejaba reaccionar, me levante en cuanto regrese al mundo real porque si ella se despertaba me aria puré, las cobijas se enredaron en mis piernas y caímos ambos, esto sucedió tan rápido que no pude controlarme y quede sobre su pierna, el pánico se hizo presente y lo único que se me vino a la mente fue cargarla y aventarla a su cama para después llegar a la mía de un salto y hacerme el dormido. Escuche como se despertaba y se quejaba un poco pero en breve se quedó dormida nuevamente, me levante para asegurarme de que estaba bien pues ese golpe y mi peso no la dejarían en buen estado, para mi suerte solo le había formado un moretón en el lugar en donde me caí, me preocupe pero — si se lo digo me matara — me dije pensando en que rayos le inventaría para el día siguiente, eso es algo de lo que nadie puede enterarse. FIN DEL FLASHBAK
Aun conyinuaba siendo atendido, hacian un buen trabajo, tome la canasta y comence a coner un par de uvas.

Contenido oculto: Amelie

¿Puedo darle quesito a los esclavos? pliss no seas cruel, me estan curando XC