[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Brazhan

Me había agarrado de ambas manos, impidiendo que siguiera golpeándolo, Bajé mi rostro, impidiendo que viera mis ojos acuoso. En alguna parte del camino, me estaba quebrando. Maldita sea la hora de atarme el pelo.
Intenté hacer fuerza para que me soltara, pero me sentía muy débil como para siquiera soltarme de un agarre que ni siquiera ejercía mucha presión.

 

sebastian

El chico hacia fuerza para que lo soltara pero fue inutil, yo no queria lastimarlo por eso fue que lo detuve, mas que hacerme daño fisico a mi, se estaba haciendo mas daño interno asi mismo, no conocia muy bien su pasado pero si sabia una parte que era suficiente para saber que habia sufrido demaciado, coloque mi mano en su cabeza recargandola en mi pecho sil levantarle la mirada soltandolo de ambas manos y mi brazo aun herido por su flecha, lo coloque en su espalda otorgandole una especie de abrazo para consolarlo —Tranquilo muchacho— le susurre con voz de armonia

 

Petro

Salió de su habitación con rostro cansado, perder hermanos siempre lo hacía sentirse muy débil, caminó hasta salir de las habitaciones ynpasar por la zona de entrenamiento, ahí vio a Sebastian y Brazhan.
—Ustedes en verdad parecen un par de hermanos, siempre peleando — decía Petro deteniendo ambas armas —Yo los entiendo, mi relación con Pictor es muy parecida; pero siempre sabemos que contamos uno con el otro. Deben de dejar sus rencillas para otro momento, ahora debemos ser más unidos que nunca, defendernos entre nosotros pues es lo único que tenemos en estas paredes—

 

Sebastian

Escuche a Petro decir aquellas palabras —Lo somos, ¿acaso no lo vez?— le dije sin dejar de "abrazar "a Brazhan, pasandome el nudo que se me habia formado en la garganta —Tu tambien eres parte de esta familia, recuerdalo siempre — Continue diciendole

Contenido oculto: Petro

A mi me suena a que petro tambien quiere abrazo. *se acerca a el* abrazo familiar x3

 

Contenido oculto

No e.e Petro no quiere abrazo, Petro busca una salida!!!

Petro

—¡Es tiempo de ir por un gran trozo de cerdo!—decía imaginando su próximo alimiento —Recuerden, nada depeleas— se retiró hacia el comedor

 

Brazhan

Había llegado ese sujeto, que por ierto no conocía del todo bien. Y decía unas cuantas palabras, que me hicieron sacar una leve sonrisa por un momento. Tenía que darle la razón, yo había dejado de tener familia biológica hace ya bastante tiempo, pero había conseguido otra nueva. Tendría que pedirle disculpas a Sebastian, aunque, pensandolo bien, aun me rehusaba a abrir mi boca.
Me erguí, y me puse lo más recto posible. Aún sin levantar la cabeza del todo. Y comencé a caminar, dispuesto a acompañar a ese sujeto al comedor. Pues, no había comido nada.
Me di la vuelta para ver a Sebastian y con la cabeza hice una seña de ''vamos'', por si quería ir conmigo. Aunque, tal vez no lo hiciera.

 

Opelius

Camine con un rumbo fijo y ese era el comedor. Ignore las figuras como era costumbre hacerlo desde que Scato ya no compartía un plato de comida conmigo. Vi a lo lejos la figura del idiota; el niño bonito que soñaba con deseos de espadas y banderas que no tenían significado para mí.

Me sente en una mesa con un plato de comida y comí con mi mente dando vuelta sobre los últimos acontecimientos. Maximos, Cimber muertos… no había hablado casi nada con ambos, pero el primero parecía pronto a llevar tu puesto hermano mío; sí, el tuyo Scato, como el segundo mejor del Coliseo.

Resople y me encog de hombros mientras masticaba. A pesar de lo que creemos, nuestros días están vacíos de nosotros mismos. Pocas veces el hombre se ve. Pocas veces llegar a sentir el pulso de su vida, de sus sentimientos, de su propia existencia. Ciegos y sordos deambulamos por los caminos sin comprender lo que nos rodea.

Voces dormidas que tratan de despertarnos, anhelos insatisfechos, una verdadera vida que se crispa como un puño prisionero. Scato, hermano que oyes mi mente, el hombre es un buen carcelero de sí mismo.
Pero a veces alguien se libera. A veces el pájaro huye de la jaula y se remonta al azul infinito, ebrio de júbilo y de espacio abierto. Pocos lo logran. El hombre atesora sus temores como joyas sucias que no se atreve a mostrar. Uno teme por su oro, el otro por su honor, el otro tiene una esposa hermosa y el rey tiene un trono. Hasta el vagabundo tiembla ante la idea de perder su hogaza de pan duro. Y tú sabes Scato que yo no soy mejor que nadie. No tengo nada para perder y sin embargo me aferro a mi pobreza como un avaro y me asusto cuando debo enfrentar la realidad de mi vida vacía. ¿Qué he hecho de ella?

¿Mujeres, vino y combates? ¿Algún amigo aquí y allá? ¿Alguna piedra alzada en una plaza conmemorando mi nombre y hablando de mi gloria y que será regada por los perros?

Ah… me asusta pensar en mí mismo, mi hermano. Me siento frustrado e inútil y tengo miedo de tener que ser honesto y confesar mi verdad vacía, por más que no pueda hacerlo a causa de mi lengua cortada. Por ello cuento historias cuando mi mente se rebela y grita a mis entrañas: “¿Quién es Opelius? ¿Qué es Opelius?

Y yo respondo: guerrero de viento. Vanidoso de camino. Ambicioso sin entusiasmo. Eso, Opelius. Nada.

La mente es tan compleja, amigo mío, que pocas veces me alegro al saber que no estás más en este plano para compartir la desdicha de nosotros lo simples mortales. A tu salud irá este vaso de vino. A tu salud, hermano. A tu salud…

…Scato.

Contenido oculto

Perdonen, pero me salio el Maximos de adentro y este inspiro a Opelius! xD no volvera a pasar

 

Sebastian

Sonrei tras aquel gesto de Brazhan, y me hacerque siguendoles tragando de nuevo ese maldito nudo, al decir verdad yo no enia familia y ahora aqui esta, deje a un hermano para conocer a otro...

Contenido oculto: Rapuma

siemore he admirado tu forma de actuar con los persoanjes y mas como la narras, te dire un secreto: Maximos era mi personaje favorito, soy tu admiradora en secrto xD

 

Brazhan

Oh, me estaba siguiendo, bien, no iba a comer solo después de todo. Llegamos al comedor me senté en donde casi siempre me sentaba. Palmeé el asiento a mi lado, indicándole a Sebastian que podía sentarse y que no le iba a morder. Después de todo, estaba perdonado, aunque no se lo había hecho saber.

 

Sebastian

Tome aciento al lado de Brazhan mientras servia un plato para cada uno, le coloque uno frente a el t una para mi, lo mire y le sonrei agradaciendole por su amistad para despues tomar aquella jugosa pierna entre mis dedos y darle un mordisco, me doy cuente de que Brazhan tiene unos buenos sentimientos desues de todo.

 

Contenido oculto

No, hombre, ¡espero que vuelva a pasar muchas veces ò_ó !

Tertius
Sentado en la cama de mi habitación leía la carta de mi mecenas Tiberius. Mis ojos la circundaron varias veces, movidos por la esperanza de encontrar algún error en el orden impuesto a las palabras. Era evidente que no era así. Me rasqué la parte trasera de la melena.

—Esto va a ser un dolor de cabeza —murmuraba.

Guardé la misiva entre los pliegues de la túnica. Pero un celador se apareció con otra en la puerta de la habitación, cuando la abrí para dirigirme al comedor. Me la dejó y retiró tan repentinamente como había llegado.

¿Y ahora qué querría Tiberius? Lo supe cuando leí su nueva carta. Suspiré: me solicitaba en la que sería la más incómoda de las audiencias.

***

Entré al comedor porque llevaba bastantes horas sin comer. Mi estómago rugía como un tigre (como un león no… malditos felinos infernales).

Nixiras, Vitrion, Opelius, Brazhan y Sebastian, armando pequeños grupos y cada uno a lo suyo, comían tranquilamente.

Noté que se encontraba también Iulian (@Amelie) con un trozo de pan en la mano. Sonreí ante la idea que se me ocurrió: me acerqué a él, le toqué el hombro derecho con el dedo y, cuando se volteó hacia ese lado, yo ya me encontraba a su izquierda, arrebatándole el pan de las manos.
Con mi botín, me senté triunfante junto a Petro. Lo saludé con amabilidad y, al igual que él, me serví un trozo de cerdo.

—¿Qué opinas de los nuevos gladiadores, hermano Petro? —le pregunté mientras comía y servía vino para los dos.

 

Iulian

Se comenzó al reir al haber caído en la broma, no le molestó que le quitara el pan, había abundante comida en la mesa, tomó y comenzó a mastcar.

Petro y Pictor

—¿Nuevos qué?— dijo atragantándose con el cerdo, Pictor el cual a se encontraba ahí sirviéndose un tarro lleno de agua helada, se comenzó a reir ante el comentario —A Petro le podrías robar su túnica mientras duerme y no se daría cuenta— se sentó a su lado —A decir verdad no hemos conversado con ellos; pero al saber que uno vinompor su cuenta en verdad me perturbó—

 

Tertius

—Igual sensación me atravesó a mí, hermano Pictor —respondí, mirando al sonriente Iulian—. El nombre del que vino por voluntad propia es Iulian y proviene de Ludus Dacicus; hombre de eterno buen humor, vigoroso, acudió a este subterráneo con el único fin de saciar su sed de combate, el parecer le divierte blandir un arma —hice una pausa—. No niego que me agrada ese espíritu que tiene, pero me molesta profundamente el hecho de que se tome como un juego el hecho de ser gladiador… Ustedes pensarán lo mismo, dado el dolor que nos ha provocado las más recientes muertes de nuestros hermanos… —bajé la mirada, pensando en Kedoku y Priscus.

Entonces recordé las cartas de Tiberius y se me ocurrió preguntarles algo:

—Los mecenas Aurelius y Tiberius tendrán una audiencia en breves, sino ahora… Tiberius, además de ser mi mecenas, lo era también de nuestro hermano Maximos, mientras que Aurelius es el de Ambrosius… —estos detalles quizás innecesarios los daba para que Petro captara mejor la pregunta que se venía a continuación:— Díganme… ¿Creen que me hagan pelear contra Ambrosius, para vengar la frustración que a mi mecenas provocó la muerte de Maximos?

 

Petro

Engulló su último bocado y negó con la cabeza —Ya perdió a un Gladiador a manos de Ambrosius y dudo que arriesgue otro sólo por venganza. Ambrosius es un impresionante contendiente el cual se enfrentó a Gaius en su momento y le quitó el primer puesto en su primer intento. Maximos tenía posibilidades de ganarle porque su valentía y entrenamiento previo lo hacían un experto, aún así lo derribaron sin mayor esfuerzo... Tu mecenas estaría poco cuerdo si ahora te lanza a ti al combate—

 

Brazhan

Vi que Sebastian se encontraba algo distraído y serio, decidí quitarle esa seriedad, pero ¿Cómo? Vi la jarra de vino que estaba delante mío y la tomé, estuve un poco reticente si hacerlo o no, pues, tal vez Sebastian se enojaría... ¡Bah! Que importaba.
Sin más, tomé la jarra y se la derramé en la cabeza. Ya no era rubio, ahora era de un tono violeta.

Contenido oculto

@Alisse Madness HAHAHAAHAHAHAHAAHAHA

 

Sebastián

Estaba saboreando esa rica pierna de cerdo hasta que sentí como el vino se derramaba por mi cabeza, solté de golpe en el plato mi comida y voltie bruscamente a ver quien me había hecho aquella bromita, al ver al pequeño Brazhan sosteniendo la jarra y riendo los colores se me subieron al rostro --maldito!--grité sin aguantarme la gracia y soltadome a carcajadas tan sólo de imaginar cuál era mi aspecto, tomé el plato de mi comida lleno de grasa y del vino que había salpicado y se lo unte en el cabello, y me solté a carcajadas por cómo se veía.

 

Brazhan

¿Qué demonios? ¡Grasa! ''¡Sebastian, eres un puerco!'' Insulté mentalmente, mientras que con la yema de los dedos tocaba apenas mi cabello. Una esencia pegajosa se podía sentir en la parte central de mi cabeza. Hubiera preferido que me matara, antes de que me siguiera el juego. Maldito Sebastian, maldita su risa.
Tomé una pierna de pollo que quedaba y se la metí en la boca, así con eso se callaba de una vez.

 

Sebastián

"que rayos con el " pensé masticando el pedazo de carne que me metió ese chico me solté a reír y tome un pedazo de pan aventandolo a su cabeza pero mi sorpresa fue que se quedó pegado en su cabello debido a la grasa que tenía. Supuse que se iba a enojar mucho así que me trague la risa y le dije --lo siento -- acercando mi mano para retirarselo

 

Brazhan

Sentí que algo golpeaba mi cabeza. Vi a Sebastian reírse y pedirme disculpas después de un rato, supuse que el me había hecho algo —de nuevo.— Toqué, y era un... ¡Un pedazo de pan, que se pegó en mi pelo engrasado! Aparté su mano, cuando quiso retirármelo, para agarrarlo yo mismo y metérselo en la boca. Seguido de eso, empujé su silla y lo hice caer.
Si bien yo empecé todo aquello, tampoco iba a dejar que este terminara ganándome. Solo me quedaba esperar, con que me vendría esta vez.

Contenido oculto

Tendrían que poner la guardería del coliseo, en vez de gladiadores (?) Jajajaja, Sebastian y Brazhan tendrán que madurar. XD

 

Sebastián
Me comí el pedazo en pan en el suelo y estire mis piernas girando la silla de Brazhan haciendo que este callera y soltarme a carcajadas. ¿No aceptó mis disculpas? Pues ahora se aguanta.