[Gladiadores] Rehenes de un imperio

Alethia.

—Ustedes los hombres si que son urgidos... —pase a un lado de los que se encontraban en la arena, ver nuevas caras tan seguido era raro, pareciera que la rebeldía se hacía presente, ahora había otra mujer más.

—Es una lastima que por que se crean bonitas actúen de cierta forma... Cada quien recuerde el papel que tiene por el momento, nosotros los gladiadores y ustedes los esclavos.

—Priscus, deja a la chica en paz o terminaras castigado por provocarla... Las funciones son para nuestro emperador, no para cualquiera.

 

Nixira
No me sorprendió del todo ese beso, lo esperaba después de ese arranque de furia y quizás si necesitaba un contacto de un hombre que no me asqueara. Mire hacia atrás al hombre que supongo en al que se refería y él seguía en el mismo sitio, observándome. Me dio gracia la situación y sin que me importara algún castigo que me pudieran imponer, lo tome de cabello de su nuca y lo bese.

Lo sorprendí, el no se esperaba eso, entre el beso lo mordí y golpee sus testículos, causándole dolor.

—A mí me gusta enseñarle su lugar a las bestias y creo que tu amigo no está muy interesado en domar a esta fiera— lo deje lleno de dolor y me retire de su alcance para evitar peleas más graves. Desde arriba mi mirada era se superioridad y regocijo.

Hasta despues de actuar fue que escuche a una mujer, gracias a las Moiras que no habian sido tan crueles conmigo de dejarme sola. Escuche la mención del emperador y aarrugue mi ceño.

 

Priscus

Antes de que Alethia terminara de hablar, la Gatilla ya me había sorprendido con un cándido beso, y para rematar mi perplejidad con un golpe en mis testículos...

Aguantarme el dolor lo empeoro todo mi rostro se torno rojo y la bilis salio por mi boca mientras la putana se marchaba.

Contenido oculto: Sin ofender

No quiero ofender a nadie con el lenguaje de Priscus, si les resulta muy feo lo cambio

 

Mi risa resonó por todo el lugar con la reacción de hombre, esperaba su contestación pronto o que alguien dijera algo. No le respondí a la mujer por su referencia a mi antiguo “amo” el cual dudo que sepa que estoy así, es más inocente de lo que piensa la mayoría, el sádico es su consejero.

Me paro frente a uno de los muñecos de paja con la espada, observo al hombre tirado en el piso haciendo muecas de dolor y golpeo.

 

Alethia.

—Mujer, en lugar de que te pongas a golpear a los demás y actúes de una forma que niegas, deberías entrenar más, tu primer golpe en lugar de matar a alguien asusta a un roedor, y mira que en la prisión de esclavos hay varios y del segundo no creó que sea muy bueno— voltee a ver Priscus, él se lo busco, sonreí ante lo ocurrido y me acerque un poco a él.

—Creó que tu descendencia termino aquí. —me reí de mis palabras —cuida tus palabras al igual que tú mujer, quiera o no, él es un gladiador. —miré a la chica que se creía una diosa.

 

Priscus

Aun con el dolor en mi rostro me levante y mire a Alethia que seguía ahí y a la Amazona roja... Una vez que estuve seguro de que mi voz no me fallaría llame a un guardia.

La expresión de la mujer cambio y su bellisima piel canela, cambio de tono. —Así que, ¿conoces sus castigos? bien, por que esto no se queda así— Pensé

—Quiero ver a Gallio,— le dije al guardia y este partió,; me dirigí de nuevo a ella—gran error hermosura... aun no me conoces...—Mi ira, es mas grande que su berrinche de indomable.
@Amelie

 

Brazhan


Jamás creí que Priscus fuera de tal manera, me impresioné por aquella actitud dominante. Me dio gracia la cara de la chica cuando el hombre la besó, no quería ni imaginarme lo fiera que se iba a poner después de eso.
Poco a poco me fui acercando más, quería ver con lujos de detalles toda la escena. Esto me olía a romance, en cualquier momento tendríamos ceremonia de compromiso en los subterráneos. Me reí.

Contenido oculto

JAJAJa, Sebastian, te han quitado la chica (???)

 

Mi cara se descompuso un instante pero recupere mi sonrisa, Gallio, lo conocía y por suerte nunca había intentado nada conmigo pero conoce de mi temperamento, puedo soportar unos azoten con una sonrisa en el rostro y sin soltar más que unas lagrimas.

Me volteo, doy la espalda y levanto los harapos que cubren una de mis nalgas para mostrar capas de cicatrices una sobre otras e incluso unos que no se han cerrado todavía, ellas van desde mis muslos a mi espalda baja en líneas paralelas y moretones de todos los colores.

—Puedo soportar unos azotes, bestia. Tampoco sabes nada de mí— le dije mientras miraba sobre mi hombro con mi sonrisa de lado.

 

Priscus

Silbe con admiración; —Buenas nalgas linda, pero no sabes lo que haré por ti..— Me reí fríamente, no la vería hasta hablar con Galio, que hiciera sus suposiciones... estaba bien, si se sentía envalentonada que así fuera...

Me di la vuelta y deje a Alethia, con la Roja amazona.

 

Me rei ante el cumplido, no se que se inventaría ahora que sabe que no me doblegare con unos látigos y cueros, vi a la chica y aun hombre que poco a poco se había acercado a nosotros y mi mal humor volvió, esa mujer se tomaba esto de estar en el Coliseo demasiado enserio y el chico parecía curioso pero tímido.

Vuelvo a golpear la espada contra uno los humanos-paja.

 

Ambrosius

Se acercó a su viejo amigo –¿Hablar con Gallio? – Se acercó a su oído para que sólo el escuchara –¿Acaso te golpeaste la cabeza antes de entrar al Coliseo? Sabes muy bien por qué Gallio te eligió, no lo provoques, ya te quizo humillar entregándote el arsenal del Gladiador más débil del bloque de entrenamiento; no le des más razones...– Se separó de él –Y mucho menos si me tienes a mi... veamos quien se ha vuelto más blando...

Ambrosius se acercó a Nixiras –No me importa la razón por la cual un esclavo llega al Coliseo; no me importa si es joven o adulto; mucho menos si es hombre o mujer– Tomó una espada sin filo del cofre y apuntó su espada al techo para que los demás lo miraran –No permito que un Gladiador; un hermano de armas; sea insultado de esta manera; si ellos no hacen nada es porque saben que hay cosas más importantes en juego; pero si quieres meterte con un Gladiador, primero debes ser uno – Tomó impulso y golpeó un muñeco de paja logrando desarmarlo– Si quieres sobrevivir no sólo debes de ser fuerte sino también inteligente con tus movimientos– Dejó caer la espada al suelo; era por esto que Ambrosius era el Gladiador invicto en la Arena –Hagánme enojar y lo último que verán será el filo de mi espada –Dijo señalando a Scato, el cual sólo le devolvió el mismo gesto. Ambrosius volvió a dirigirse a Nixiras –¿Quieres demostrar lo que en verdad vales? Demuestra tu espíritu e ira de guerrera cuando sea el momento; no aquí, entre sudor y arena–

 

Mi mirada estuvo alza todo el tiempo del discurso, cada vez que pude hice contacto visual, sus palabras ni me gustaban ni me molestaba, no tenía miedo de enfrentar ni a Gallio ni a Ambrosius tarde o temprano moriría y podría ser a manos de su espada o a mano de los guardias pero seguramente la muerte a manos de ellos sería peor que una tortura en la arena.

Lo único que me incomodaba era, que aparte de confiar en sus palabras, creería al otro sin miramientos solo por ser un hermano de armas como lo llamaba, ¡Se matarían entre ellos tarde o temprano! No entiendo su compañerismo.

—No me importa si es uno de los tuyos y yo soy una simple esclava, aunque yo fuese basura no permitiría que otro me tocara— dije imponiéndome frente al invicto —no fue una demostración de ira y espíritu, eso como dices te lo enseñare en la arena, fue un golpe en busca de respeto y el debe entenderlo si no lo hace te prometo que se lo hare saber en el lugar donde todos moriremos.

 

Ambrosius asintió con la cabeza, conforme con lo que había escuchado –Las cosas aquí abajo no son sencillas; no las hagan aún más complicadas– miró fijamente a Nixiras a pesar de ser más alta que él, y le dedicó una palabras en voz baja– Si buscas libertad; debes ser paciente; no agotes las oportunidades; se atenta a los movimientos...– Después de eso se retiró; se acercó a otro Gladiador el cual practicaba con una espada y comenzó a corregir su postura.

 

Nixiras
Me reí de lo que había susurrado, escéptica, yo no creo en la posibilidad de salir de aquí: si eres malo te asesinaran y si eres bueno te retendrán como lo han hecho con el invicto.

Mire a mi alrededor ¿quiénes estaban a mi alrededor? Esperare que alguien se acerque, mi humor estaba mejor, más relajado así que medique a entrenar con las otras armas.

 

Kedoku.

Había estado observando todo recargado en la puerta, desde la parte cuando Nixiras besó a Pricus hasta ahora. ¨Ahora una gata ¿que sigue?¨ me pregunté mentalmente mientras me adentraba a la zona de entrenamiento y comenzaba a disparar flechas a los blancos. Estaba poniendo otra flecha en el arco cuando escucho unos golpes al lado mio, era Nixiras practicando con la daga y el mazo.

—Hmp.— pronuncié mi típico monosílabo mientras volvía a lo mio y disparaba la flecha. El arco era un arma que muy pocas veces utilicé, cuando era libre normalmente asesinaba a los imbéciles con las manos o con alguna botella rota. Recuerdo que aprendí a utilizar el arco cuando el idiota de mi padre aun servía para algo, fue lo único que me enseñó a hacer.— Maldito viejo...— susurré mientras disparaba otra flecha sin siquiera ver.

Contenido oculto

Me disculpo si el lenguaje que uso en Kedoku es algo inapropiado xP

 

—Buen tiro— dije irónica, al parecer no tenía competencia en esa arma, por ahora.

Me sorprendí a mi misma con mi ataque con el mazo, fue realmente fuerte —eso es— me dije a mi misma.

Seguí golpeado, sabía que me había escuchado y que también había visto toda la escena anterior, perfecto.

 

Brazhan


Que decepción, creí que pasaría algo más interesante pero solo fue puro habladerío, aquella mujer parecía estar aferrada a sus ideología. Me dirigí a tomar un arco y comenzar a practicar, si pretendía ser un gladiador debía ser bueno con aquella arma. — Ah…— Suspiré, poniéndome en posición recta para poder disparar bien.

 

Sebastian

Estaba a punto de contestar a su pregunta cuando Priscus se acerco a ella, comenzó a molestarse pues al parecer Nixiras lo había ¿retado? tan solo por verla , bah luego dicen que yo soy el busca pleitos, me quede parada y sin decir una palabra esperando algo interesante, escuche todas sus niñerías, y luego me solté a carcajadas, ahí estaba la clara demostración de que no era el único que hacia eso—jajajaja bueno, los dejo a ambos para que arreglen sus... cosas—dije esto ultimo dudoso y me di la vuelta—Chao—exprese por ultimo y complete con el típico movimiento que solía hacer, me aleje un poco y me senté en una piedra del rincón para ver lo que sucedía, vaya Brazhan ve a entrenar, veamos como lo hace, me dije mientras posaba mi mirada sobre el atento a sus movimientos, quizá pueda aprender algo de el.

 

El muchacho parecía decepcionado de lo que había pasado, si el chico tímido también había tomado un arco.

—¿Acoso no te pareció suficiente espectáculo?— le dije golpeando con el arma que mejor me había ido, el mazo.

El otro, con que había estado hablando hasta yo alejarme de él se rio y se despidió ¿Acaso esta loco o se perdió la mitad de lo que paso?

 

La observé por el rabillo del ojo, no me afectó en nada su sarcasmo ya que es verdad; ese ha sido el peor tiro en la historia. Seguí lanzando flechas, sin importarme sin en verdad daba en el blanco o no, solo quería desahogarme.

—Gracias linda.— le agradecí como si nada, había entendido su sarcasmo pero decidí tomarlo como un verdadero cumplido. Un chico también tomó el arco, se le notaba muy tímido o eso parecía...