el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

Re: el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

inuyasha estaba hasta los nervios, kirara les había dicho que no se preocuparan, pero el estaba oliendo a sangre!, seguramente seshomaru la habría matado, ya se lo esperaba de el, por mucho que fuera una youkay, un taiyoukay como el no se dejaría dominar

estaba preocupado, no sabía que hacer, kirara lo había detenido las ultimas 20 veces que había intentado entrar, pero ya estaba harto, por mucho que esa mononoke lo intentara detener, esta vez entraría, claro que si,

Volvió a levantarse de su lugar, el suelo, lo había prácticamente atado, pero eso a el no le impediría que llegara donde estaba ella, empezó a caminar a grandes zancadas hasta que se encontró con kirara que por vez 21 lo intentaba detener, pero esta vez el fue mas rápido y la aparto de un empujón, algo fuerte, que la tiró al suelo.

Pero en cuanto quiso dar un paso mas, las grandes puertas, se abrieron, dejando salir a dos figuras, estas algo cambiadas

Inuyasha agudizó la vista, y, en cuando pudo divisar bien los que habían salido, su corazón dio un vuelco, y sus ojos se agrandaron a mas no poder.

Seshomaru y kagome, habían salido de la sala, pero ahora estaban cambiados, diferentes;

Sus ropas estaban sucias y echas trizas, sobretodo las de seshomaru, que el dorso lo tenia completamente al descubierto, en cambió kagome, era la mas “arreglada”, sus ropas también estaban echas un asco, pero estaban colocadas de tal manera, para que no se le pudiera ver nada.
La manga derecha del yukata de kagome había desaparecido, el obi, no lo tenia puesto, en la parte del pecho estaba la ropa un poco rasgada, pero no se le veía nada, y, por último, el kimono le llegaba a medio muslo.

El ojo derecho de seshomaru, ahora era de un azul metálico, oscuro y frío, como su acompañante dorado, su piel era algo mas morena, y en sus brazos, se podían divisar unas marcas en forma de arañazos.

Kagome en cambió, tenia ahora, el cabello completamente plateado, su ojo derecho, ahora era de un dorado claro precioso, muy parecido al de seshomaru, mas sin embargo mas claro, mas… blanco, sus garras habían crecido un poco de tamaño.

Los dos ahora tenían algo de su compañero, algo que los identificaba.

Inuyasha no dijo nada, solo pudo mirar, como esas dos figuras impotentes pasaban por su lado sin dirigirle la palabra.

- inuyasha, es mejor, que los dejes, no te escucharán- dijo kirara detrás suyo- es parte de la ceremonia. Para ellos, en el día de hoy, están solos, es un especie de hechizo, para que nadie los interrumpa- dijo a la vez que un resplandor la envolvía, y volvía a ser esa adorable gatita-

-será mejor que hagas caso a kirara, inuyasha- dijo el monje, pensativamente- ella a nacido aquí sabe mas que nosotros de este lugar.- razono-

- keh!- dijo simplemente inuyasha, no soportaba tener que aguantar las quejas y las ordenes de kirara, en menos de medio día, había pasado de ser una adorable gatita, a ser una cotorra, hablando y hablando, taladrándole la cabeza con sus advertencias, suerte que ya no hablaría mas, porque había vuelto a ser un gatito, verdad? Verdad que se callaría?-

Inevitablemente, no pudo evitar girarse para fijar sus ojos en kirara y sacarle la lengua, como diciéndole “ahora ya no podrás hablar”

- Infantil…. ¬¬- dijo sango, a la vez que veía como kirara escondía su cabeza en su pecho-
- A quien le llamas infantil!- gruño furioso inuyasha olvidándose completamente de lo que acababa de pasar-
- Perro tonto- respondió shippo por lo bajo-

Kirara miraba la escena algo sorprendida, ese inuyasha era increíble, se había olvidado de lo que quería hacer!. Miró sango que esta veía como inuyasha perseguía el pobre shippo, y sonrió.
Era en el grupo más raro que nunca se imagino ingresar, pero le gustaba, cada uno de ellos tenia algo especial, solo, que ahora faltaba, la kagome “humana” que ellos habían conocido, para que todo volviera a la normalidad.


Los recién casados, ahora se encontraban en un gran dormitorio, demostrándose con sus cuerpos como se querían, era extraño, pero sus cuerpos habían vuelto a tener sus marcas.

Los cuerpos sudorosos se frotaban carnalmente, sin dejarse de tocar, no se separaban, no querían.
Solo querían amarse como dos humanos, aún que, su raza no era humana, el arte de amar, si que lo era.

Y por ahora, eso es lo que tenían en mente, amarse.

Susurros en extraños idiomas, palabras ahogadas, gritos de placer, tiernamente, se amarían esa mañana, y les importaba un comino, que en ese momento el mundo se derrumbara, ellos por ese día, estaban solos en el mundo, sin nadie, sin interrupciones, sumidos en un extraño hechizo amoroso.

El día era la noche, la noche la mañana, hubo un momento que no estaban seguros si era de día o de noche.

Exhaustos, los dos se desplomaron en la cama, sudorosos, casi sin poderse mover.
Sus cuerpos temblaban, no tenían fuerzas, hacer el amor durante un día entero sin contar el combate, era un logro (digo yo no?¬¬ aún que es algo irreal, poro molaria no? Poder aguantar tanto XD)

Seshomaru se desplomo encima de kagome, mientras jadeaba de cansancio y a la vez de placer,
Kagome por otro lado, tenía la respiración más acelerada que seshomaru, y miraba al techo como si fuera la cosa más interesante que hubiera en la habitación.
Seshomaru con un último esfuerzo se coloco a su lado, intentando aparentar que no estaba cansado, mas sus ojos lo demostraban bien claro, aparte de su cuerpo que temblaba levemente, y mirándola tiernamente le hablo.

- ahora quien es la pervertida?- dio en tono divertido, recordando, que fue ella quien inició primero las caricias al llegar a la habitación-
- no se de que me hablas si a ti te encanta- dijo kagome imitando sus palabras-
- solo sabes repetir las palabras de los otros? ¬¬- pregunto fastidiado, notando que había dicho lo mismo que le había dicho el a ella-
- eso se te podría retribuir a ti también- dijo con una sonrisa
- fastidias mucho-
- yo también te quiero- dijo ella abrazándolo, aún con los brazos algo tembloroso-
- lo se- dijo con superioridad- yo también- dijo besándole la frente, pero, como si de un flash se tratara, noto el molesto olor de su hermano, por unos momentos se había olvidado que el estaba allí, maldito inuyasha, tenia que estar en todos sitios- seguro que no recuerdas nada?- pregunto, sin saber que había dicho, las palabras se le escaparon de la boca, antes de que el las pensara.-
- a que te refieres?- pregunto despegando la cabeza del pecho de seshomaru-
- nada, es igual, déjalo- dijo seshomaru, intentando no pensar mas, mirando a kagome con una mirada neutra, aparentemente-

Estaba preocupado, no quería que ella recordara nada, no quería que ella se volviera a ir de su lado, no lo permitiría, si para que ella se quedara a su lado tenia que matar a inuyasha, lo haría, claro que si.
Sei, le había contado, que si kagome recuperaba sus recuerdos de cuando estaba con inuyasha, las probalidades de que los recordara a todos, a su familia, a sus guarda espaldas, a su origen, incluso hasta el, lo mas probable seria que no recordara nada, que se quedara en blanco, que tuviera que volver a crear recuerdos, y eso no quería, el se sentía muy bien tal y como estaba, no quería que kagome se olvidara de el!

Aún que sei le dijo que las probabilidades de que los recordara serian CASI nulas, por lo que aún había esperanzas, pero tal y como las cosas habían pasado, su esperanza estaba por los suelos

No lo había recordado en 18 años, y a duras penas le pudieron devolver la memoria, pero ahora que estaba con su autentico cuerpo no seria tan fácil, esa posibilidad quedaba descartada.

Miro a kagome, y se fijo como esta no paraba de mirarlo preocupada

- que pasa seshomaru, estas extraño- dijo con un poco de resentimiento en la voz, es que acaso, no la quería?, acaso ahora la querría dejar, aún que eso fuera imposible-
- no pienses lo que no es- dijo seshomaru, cariñosamente intuyendo que algo estaba mal- solo es un pensamiento tonto- dijo besándole la frente-

seshomaru estaba raro, ella lo podía notar, pero, prefirió no decirle nada, esa noche tenían que estar sin peleas, discusiones, o conversaciones tontas, ahora lo que ella quería era; estar a su lado, aún que el no le hablara, y tener la sensación de estar protegida por sus brazos.

El único sitio del mundo, en donde se sentía realmente protegida.

Ya le preguntaría mañana lo que le pasaba, por ahora quería disfrutar de la calidez de sus brazos.

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poco a poco los ojos de kagome se empezaban a abrir, le había dado la sensación de haber estado protegida toda la noche, y había soñado, en tantas cosas “cursis” o “inútiles” como le llamaba seshomaru, pero, era muy bonitos para ella.

Ahora que lo pensaba, a que hora del día debíamos estar?

Se preguntó incorporándose un poco, frotándose un poco los ojos, notando que faltaba algo.
Miró el sitió donde debería estar seshomaru, mas, el no estaba, no estaba en la cama? Pero si ella siempre era la primera en despertar?!
Donde había ido?
Se levanto de la cama sobresaltada, había sido un sueño?, la boda, sus palabras, el tacto de su piel durante horas… lo habría soñado!?
Instintivamente se miró el pecho, viendo ese símbolo, sonrió, como mínimo, no había sido un sueño, pero, entonces donde se encontraba seshomaru?

Abrió la puerta de la habitación con un portazo, y, corriendo, empezó a seguir el olor de seshomaru.

Corría por los pasillos, atropellando al que estuviera de por medio, iba a tal velocidad, que ni ella misma se daba cuenta de que “atropellaba” a todo dios (XD).

De repente, paró en seco, escuchando, con su agudo oído, unas voces conocidas para ella.
Decidió esconderse, cerca del lugar, ocultando su presencia, y incluso su olor, procurando, no hacer ruido, escucho lo que las voces decían.

- no puedo permitir que ella vuelva a recordar- dijo la voz grave y desafiante de seshomaru-
- te crees que soy tonto?- dijo con ironía la voz que parecía de sei-. Pero si la recuperara, puede que no pasara lo que tu tanto temes.

De un momento a otro sei se vio sorprendido por seshomaru, que con un rápido movimiento, lo había cogido por sus ropas, elevándolo unos centímetros.

- Que mi medio hermano este aquí, es solo culpa vuestra, si hubierais tenido la boca callada….- dijo amenazante-
- ahora eso que más da- dijo con frialdad sin moverse o intentar escapar- si tanto quieres “ eso” consíguelo tu mismo, pero te recomiendo que no hagas que kagome se entere, o que te cojan una de tus rabietas, y hagas algo de lo que te arrepientas después- dijo sei acabando con la paciencia de seshomaru-

Furioso, seshomaru lanzo a sei al suelo bruscamente, y se fue de esa habitación.
Mientras que kagome, rápidamente y antes de que el la viera, se escabulló por los pasillos.

Cuando se dio cuenta se encontraba delante de un gran árbol.

Que le pasaba a seshomaru, porque se comportaba tan raro? Y sei? Que siempre le decía las cosas, que era lo que sus guardaespaldas y su marido tenían entre manos?, de que ella no se tenia que enterar?.

No sabia que es lo que tenían en mente, pero parecía que tenia que ver con inuyasha y su grupo, es que acaso, ya los conocía? Es que acaso, cuando estaba “dormida” los había conocido?, no lo entendía, no lo sabia, pero tenia la sensación de que si se lo preguntaba a alguno del grupo de inuyasha se lo dirían.

Pero de algún modo, sabía que seshomaru no se tenía que enterar, con lo que acababa de ver, no llegarían a nada bueno.

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Salió sigilosamente del castillo, de su territorio, asegurándose de que nadie la viera, siendo cautelosa.

Tenía muchas dudas, y ella sabía la persona que le podría contar todo, aún que ella, claro, ya no estaba viva.

Corría por los frondosos bosques, buscando, oliendo, el lugar donde quería ir, ya estaba cerca, lo podía sentir, esa presencia, por muchos años que hubieran pasado, siempre la sentiría.

Se acerco a una aldea, y paro en seco, cerrando levemente los ojos, concentrándose en si misma para poder sentir, de donde provenía exactamente ese poder.

Cuando lo localizo, empezó a caminar lentamente, encontrándose, con que se dirigía hacia el goshiboku (se escribe así?)

Paró en frente del enorme árbol, observando, como en el lugar donde inuyasha estubo inmovilizado, una figura transparente, un espiritu…. Tocaba suavemente esa zona.

La gran sacerdotisa que hace 50 años había muerto por amor, ahora, se encontraba, como tantas veces la había visto hacer, tocando el sitió donde ella, lo habría echo dormir eternamente.

- hola, kagome, cuanto tiempo- dijo el espíritu, girándose hacia kagome, dedicándole una agradable sonrisa, una de las pocas, que esa mujer daba cuando estaba viva, esa sonrisa que solo le dedicaba a ella-
- kikyo, me alegro de verte- dijo kagome también con un gran sonrisa-
- a que has venido, tenia entendido, que a estas horas ya tendrías que estar casada, y hasta con hijos, son 53 años, de mi muerte- dijo con una misteriosa sonrisa-
- haré como que no he escuchado eso- dijo ella- que sabes de inuyasha, y porque seshomaru no quiere que descubra mas- dijo ella algo mas seria, mientras se acercaba al árbol parándose delante del espíritu-
- vaya, las noticias vuelan- dijo kikyo con ironía, sin sacar esa sonrisa de su cara-
- eso parece, pero no entiendo porque seshomaru no me lo quiere decir-dijo preocupada-
- digamos, que te está protegiendo- dijo kikyo ahora mirándola muy seria-
- protegiéndome de que?- pregunto con cara de duda-
- de ti misma.
- De mi misma?- pregunto cada vez mas confundida-
- No quiere que recuerdes- dijo kikyo- si recuerdas, puede, que te olvides de quien eres- dijo kikyo-
- Que recuerde que?, no entiendo nada!- dijo enfadándose consigo misma, mientras veía como kikyo se desvanecía- oye espera, explícate!
- Todo a su tiempo….- era lo único que pudo escuchar antes de que se desvaneciera-

- Maldita sea, porque nadie me dice nada?- se dijo a si misma-


Furiosa soltó una serie de juramentos, mientras su mente le jugaba una mala pasada, haciéndole recordar como se conocieron (kagome y kikyo, claro)

muchas gracias a todas!!! si que les gusto el capítulo anterior, jajaja bueno esque como ya dije sude sangre para acerlo, porque habeces no tenia inspireción,
y ni hablar de este, que no sabia no como seguirlo! siento la demora, pero como minimo no ha pasado del plazo que dije, eso si, es muuuucho mas corto que el anterior, y hace falta recalcar que el anterior era como un.... especial
^^
bueno estoy encantada con sus comentarios, tenia muchas ganas de poner conti pero tenia un problema con uno de mis ordenadores, en uno no tenia internet y en el otro la disquetera no funciona, así que tube que arreglarmelas como podia( tenia la conti en el que no tenia internet)


bueno se qe aburro con mis comentarios asi que espero que les guste este,
apartir de ahora, habran bastantes blasbaks(o como se llamen)
​

 

Re: el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

AAAAAAH!
gomen gomen!! siento que este tardando tanto, pero el capítulo que viene es mas largo que el anterior, mas o menos como la voda (algo mas corto)
y ademas, mes estoy quedando sin inspiración, tengo la idea, pero no se como espresarla, por lo que seguro que habran algunas cosas qe no cuadraran (devido a mi desconcentración)

asi.. que suplico PERDON lo siento de verdad, ademas, estoy en epoca de examenes y la semana que viene hago el examen de coche, el teorico, y estoy euforica!



bueno perodon lo siento pero puede que tarde una semana mas, si es que quiero poner el capitulo entero

 

Re: el secreto mas vien guardado; el padre de kagome?(inux kagomex.. seshomaru?)

Furiosa soltó una serie de juramentos, mientras su mente le jugaba una mala pasada, haciéndole recordar como se conocieron (kagome y kikyo, claro)
flashbak
Se acordaba perfectamente, porque cinco días antes de cumplir años, la conoció.
Se encontraba por un pueblo, en el que la habían convocado para informarle sobre unas extrañas enfermedades.
Atacaban a los humanos, haciendo que su piel se pudriera, y quedaran como momias vivientes, al final morían.
Eso era un tema muy serio, así que decidió ir.
Además, eso podía ser debido a cualquier cosa, tanto como por alguna planta venenosa, como por algún tipo de gran poder.
Decidió investigar, por donde había notado una presencia, aún que la presencia parecía la de un niño humano, el gran poder que desprendía para una pequeña presencia como esa, era inmenso, decidió empezar por ahí.
Lo que no se esperó encontrarse, era a una pequeña niña de aproximadamente 6 años, recostada en el tronco de un árbol, con algunas heridas bastante grabes por todo el cuerpo.
No lo pensó ni dos veces, corrió hacia la niña, para comprobar si aún estaba viva, porque, con su olfato, podía predecir, que si no era atendida pronto, moriría.
Cuando estuvo su lado comprobó su pulso.
Por suerte aún seguía con vida, por lo que con mucha delicadeza la levanto del suelo, yendo lo más rápido que podía hacia una aldea.
Supo, que si no ocultaba su apariencia tendría problemas, asi que adopto forma humana (bueno la típica kagome, pero con un kimono).
Llegó a la aldea, y, por el olor, pudo predecir cual era su familia, aún que cada humano huele distinto, siempre huelen un poco a sus familiares ( al padre a la madre) por lo que le fue bastante fácil.
Llego a la puerta de la modesta cabaña, y, como haciendo que se había perdido, pidió ayuda.
hay alguien! Tengo una niña herida!- pregunto, sabiendo bien que estaban dentro-
Con solo decir eso, una mujer salió apresurada de la cabaña, miro en todas direcciones, hasta que los diviso, su rostro se puso pálido, y si no fuera por su marido (supuso) la mujer hubiera caído desmayada al suelo.
kikyo!- grito el hombre asustado, sujetando a su esposa por los hombros- que ha pasado! Que le a pasado a mi hija!- exigió el hombre, mirando acusadoramente a kagome- que le has hecho-dijo furioso-
yo no le he hecho nada, solo me la encontré herida, le he hecho los primeros auxilios pero no creo que sirvan de mucho, sé esta muriendo, y por eso la traje a esta aldea.-dijo kagome tal y como rajaba, sabía que ese hombre, intuía que no era humana-
No confió en ti. Como se que no has sido tu-dijo acercándose a kagome, mostrándole un artefacto que usaban los monjes (lo que en la montaña de las almas quito el poder espiritual a la espada de inuyasha(no se como se define eso ni tampoco se el nombre así que))-
Si hubiera sido yo, que ganaría llevándola con sus padres- dijo sin cambiar de forma, encontrándole la gracia al asunto, ese monje era bastante poderoso-
...- el hombre no dijo nada, pero seguía con la mirada desafiante, hasta, que pudo oír un quejido de dolor, de la pequeña niña- damela-exigió
kagome se acerco al hombre, y le cedió la niña en sus brazos, acto seguido, y rápidamente, el hombre la quiso purificar, mas no funciono, el rayo de energía que le lanzó a kagome, fue absorbido por su cuerpo (el de kagome) sin hacerle ningún rasguño.
Su mirada se volvió seria, mirando al monje
yo de usted, no utilizaría un kombo así a la ligera, le puede costar la vida-dijo kagome, adivinando a la perfección la técnica del monje, dejándolo impresionado- en vez de preocuparse por si he sido o no yo, se tendría que preocupar de su hija, puede morir.
Después de decir esas palabras, kagome desapareció en un remolino de viento.
-mmm…. Interesante, o sea que esa tal kikyo era la hija del gran higa? Vaya… llegaría muy lejos.- pensó fríamente kagome, cuando estuvo ya fuera de la aldea-
Sabía que esa niña acabaría siendo una gran sacerdotisa, dueña de proteger una gran joya, podía predecir el futuro, y sabía, como… moriría.
Aún que su muerte, cambiando algunos hilos se podría cambiar.
Por alguna razón se sintió observada, bueno se sintió no, estaba siendo observada, podía olerlo en el aire y notarlo, un ser normal y corriente no lo habría notado, por mucho que fuera el mas grande de los youkays.
Porque quien la estaba observando había camuflado su olor y su aura, de una manera increíble, hasta a ella le costo saber si estaba en lo cierto.
Pero, siendo la princesa de criaturas fantásticas, con poderes misteriosos, y además siendo entrenada pos sus dos guarda espaldas, un descendiente directo de suzaku, el dios del sur, y el otro, un vampiro, el más temido desde hacía siglos. no tenia ningún problema.
Podía notar en el aire la velocidad a la que este iba, y sabia con exactitud cuando había alguien, porque el sonido del aire era distinto al chocar con el cuerpo.
Y en el caso de que no hubiera aire, tenia otra técnica desenvolupada, aún que eso, solo lo utilizaba en combates, se gastaba demasiada energía.
Pero ahora eso no importaba, lo que importaba es que estaba siendo observada, y se estaba inquietando, porque la presencia de ese ser, era inmensa, seguramente debería ser un taiyoukay, si no, no se explicaba la cantidad de energía que sentía, ahora que estaba mas concentrada.
Miró hacía todos los lados, intentando localizar de donde venia esa energía, pero, el cabrón era astuto, por alguna razón, su olor y su energía estaban distribuidas por todos los lados en la misma cantidad, estaba rodeada de ese olor, podía notar que estaba cerca, pero no sabía el lugar exacto, así, que viendo que este no la atacaba ni tampoco se mostraba, decidió avanzar como si no hubiera notado su presencia.
Camino unos cuantos metros, aún con su apariencia humana, camuflando su olor, haciendo que pareciera enteramente humana, si ese ser la pensaba atacar, pensando que seria una vulgar humana se llevaría una sorpresa.
Pero, sorprendentemente, no la siguió, ni tampoco se sintió observada cuando camino unos 100 metros de donde había notado esa presencia.
Se habría equivocado? Y no había estado siendo observada?
Descarto esa idea loca, y se encamino, aún con apariencia humana, hacia su castillo, una técnica para mejorar su energía era no utilizándola, convirtiéndose en humana, y entrenándose como tal, cuando mas fuerte se hiciera sin poderes, mas ventajas tendría en las luchas.
Teniendo ese pensamiento en mente, se dispuso a correr, al máximo que el cuerpo humano le permitía.
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ya habían pasado 2 años desde ese encuentro con la pequeña kikyo, y desde entonces, siempre que pasaba por alrededores de esa aldea, siempre se sentía observada, bueno, siempre que se camuflaba como humana.
Desde ese día no había vuelto a ver a esa niña, y por alguna razón sentía que su vida estaba muy atada a ella, ya que esa pequeña niña, conocería dentro de unos años a su “hijo”.
Bueno, suyo no era, era el hijo de inutaisho- sama, antes de morir, le había encargado que lo cuidara, y eso es lo que había echo.
Y pensar que teniendo un hermano este no quiera saber nada de el, pero que se creía, dejar abandonados así a los de su familia!!, y pensar que ella era la prometida de ese youkay, no se podrían llevar nunca bien, es mas, no quería conocerlo!.
No sabía nada de el, solo que era un taiyoukay muy frío, y poderoso, que en ataño estaba muy unido a su padre, pero que cuando este se unió a izayoi-sama, este le despreció, renegando a cuidar a un “sucio medio demonio”.
Eso la ponía histérica.
Por mucho que fuera un medio demonio, su obligación como hermano mayor era de cuidarlo.
Pero eso podía pasar, lo que no podía soportar de ninguna de las maneras era el echo de que lo hubiera querido matar en repetidas veces, claro que ella se mantenía al margen protegiendo a inuyasha su “hijo”, por eso no lo había podido ver nunca.
Y con unos cuantos trucos lo podía confundir, pero eso no bastaba, el tío era persistente.
Parecía que no estaría tranquilo hasta que no viera la sangre de inuyasha correr por sus garras.
Sin darse cuenta, seguramente por costumbre, se había transformado en humana.
Pensando en ese odioso youkay se había transformado en lo que mas odiaba, ja! Si supiera que se podía transformar en humana, no se imaginaba la cara de disgusto que pondría.
Insultándolo mentalmente, diciéndole de todo, no se dio cuenta, y tropezó con alguien, pero antes de que la persona con quien había chocado cayera al suelo, con un rápido movimiento la cogió del brazo levantándola bruscamente.
a, perdón- dijo despistadamente, mirando hacía lo que había cogido- kikyo?- dijo sorprendida, mientras miraba a la niña que había cogido del brazo-
como sabe mi nombre?- pregunto la pequeña niña de ocho años-
bueno….- dijo pensativa, mientras dejaba a la niña al suelo, ya que, la niña estaba de puntillas- digamos que te vi una vez hace dos años- dijo mientras sonería-
dos años?- pregunto la niña intentando hacer memoria-
kagome observo la cara de la niña, mientras daba un paso atrás, para no agobiarla, vio como kikyo parecía recordar algo, y después, levantaba acusadoramente el rostro mirándola furiosa
así que fuiste tu la que casi me mata!?- pregunto furiosa, pero con el miedo en el cuerpo-
quien te ha dicho eso?- pregunto kagome, sabiendo bien que había sido su propio padre-
eso no importa, porque me quisiste matar!- pregunto mientras empezaba a temblar, alejándose unos pasos de ella-
yo no fui, además, porque te tendría que matar, no lo entiendo?- dijo kagome, diciendo la verdad, ella no comía carne humana, entonces porque la tendría que matarla?-
n-no lo se….-dijo atemorizada-
mira, escúchame, yo no fui, no como carne humana, ni tampoco quiero tus poderes, ni mucho menos me gustaría jugar contigo, yo, de ti no quiero nada.- dijo kagome, empezando a hartarse de que la culpara- te encontré herida, te hice las primeras curas, y te lleve al pueblo.- dijo cerrando los ojos fuertemente para no gritarle-
e-entonces porque me ayudaste?- pregunto-
porque quise- dijo con una sonrisa- no tendría sentido que siendo la gobernante del este, matara a mi propio “pueblo” verdad?
Eres la princesa kagome-sama?- pregunto la niña algo mas calmada-
Si- dijo kagome relajándose por fin- pero es un secreto- dijo guiñándole un ojo-
A partir de ese día, cuando coincidían por el pueblo empezaban a hablar, cada vez que se encontraban, kikyo confiaba mas en ella, y kagome, sentía, que tenía una hermana pequeña.
oye… kikyo-chan – dijo kagome con una sonrisa, recostada en el goshiboku-
si?- pregunto kikyo con una gran sonrisa-
ya te han calificado como sacerdotisa?
Que quieres decir?
Tu, como te dije una vez, tienes poderes de sacerdotisa, si no voy mal encaminada, eres la reencarnación de midoriko
Quien era midoriko?- pregunto inocentemente kikyo-
Bueno… era una chica muy poderosa que defendía su pequeño pueblo de los demonios, purificándolos.
Y yo tengo ese poder?
Si, y creo que con el debido entrenamiento serias una gran sacerdotisa-dijo sonriendo- lo que me extraña es que tus padres no lo hayan anunciado ya, con el poder que tienes, serias un gran apoyo para tu pueblo.
………- en ese momento kikyo no hablo, y bajo la mirada-
que pasa?
papa dice que si me convierto en sacerdotisa, estaré en peligro constantemente- dijo preocupada-
eso es cierto- dijo kagome, arrancando una mirada de miedo de kikyo- pero, por otra parte, aún que tu no te convirtieras en una sacerdotisa, los demonios te buscarían para robarte tu poder, el poder que escondes es una gran amenaza, así que tu decides, quieres ser el depredador o la presa?.
-……………
- prénsalo kikyo, quieres que cuando te ataquen no seas capaz de hacer nada, o, que en cambio puedas defenderte sin perder la vida, que es lo que prefieres kikyo, porque, no podrás depender toda la vida de mi, yo no te podré proteger siempre.- dijo kagome haciendo una pausa, y mirando el rostro de la niña que parecía algo asustada, pero también confundida- no, no es que no quiera protegerte, simplemente, tengo obligaciones, como…… casarme.- dijo kagome-
-casarte?
- si, desde pequeña estoy prometida con el youkai del norte, ves, yo también tengo que hacer cosas por obligación- dijo kagome- por lo que oído, mi futuro marido, no es precisamente un “santurrón” pero me aguanto, es mi destino, como el tuyo es ser sacerdotisa.
pero… kagome, yo no tengo valor, no soy fuerte, soy débil- dijo kikyo como excusándote-
entonces eres débil- dijo kagome captando la atención de kikyo- los que antes de probar algo dicen que no lo conseguirán, serán débiles siempre- dijo kagome- lo que tienes que decirte a ti misma, es ; yo puedo hacerlo, yo soy fuerte!
Pero, como puedo decir esto, si no me lo creo ni yo misma?
Tienes que empezar a entrenar, si quieres yo te ayudaré
De verdad?- pregunto kikyo levantándose del suelo- me haré fuerte!?
Claro, pero solo si tienes sentimientos positivos.
Sentimientos positivos?
Sip, por ejemplo, si tu practicas pero no te esfuerzas, serás débil siempre, porque no darás lo mejor de ti, pero en cambió si entrenas constantemente y piensas “lo haré bien” las cosas Irán mucho mejor- dijo con el dedo índice levantado y cerrando los ojos, como si fuera lo mas obvio- no crees?- dijo abriendo los ojos y sonriéndole-
Si.
Entonces, que, aceptas?- preguntó sonriendo-
Hai, sensei- dijo kikyo sonriendo-
Kagome se levanto, mirando hacía a bajo, ya que kikyo era mas bajita que ella, sonrió.
esto es un secreto, tus padres no tienen que saber nada de nada, vale?
Oish (nota: es una forma de decir que si, al maestro)-dijo sonriendo.-
Muy bien, mañana empezaremos.
Después de decir esas palabras, desapareció en un abrir y cerrar de ojos.
Kikyo se sorprendió, normalmente lo que hacía, era caminar, tranquilamente, hacia el este, donde estaba su castillo. Pero esta vez no, además, aún no la había visto con la apariencia youkai, como seria?
Intentando imaginársela, se sumergió en el bosque, en busca de su casa
La princesa de los kikarai, según decían, la youkai más bella y poderosa, estaba impaciente por verla luchar.
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kikyo ya se encontraba esperando a kagome, en el mismo lugar donde se despidieron ayer, no les dijo nada a sus padres, no quería preocuparlos, aún, que sabía que tarde o temprano lo descubrirían, los dos tenían poderes, su padre era un monje extranjero que vino de tierras lejanas, y se enamoro, de la sacerdotisa que actualmente protegía el pueblo, su madre.
Ser hija de dos fuerzas puras hacia que kikyo fuera sumamente poderosa.
Kikyo sabía que sus padres la estaban protegiendo, pero, como había dicho kagome, no podía estar dependiendo de ellos y de kagome siempre, tenia que aprender a ser útil.
- en que piensas?- pregunto una voz muy conocida por ella-
- kagome!- dijo sorprendida, dando un pequeño salto- me has asustado!
- bueno, eso lo tendremos que arreglar, la primera norma es que el enemigo nunca te coja desprevenida-
-y eso como lo hago si no puedo prever por donde me atacara?- pregunto como si fuera lo mas obvio-
-kikyo…- dijo en tono meloso-
- si?
- ¡eso es lo que te iba a explicar pedazo de burra!- grito a todo pulmón, haciendo que la niña se tuviera que tapar los oídos-
- porque me gritas..?- pregunto kikyo aún con las manos en sus orejas-
- porque me has interrumpido, bueno ahora tenemos que irnos a otro sitió, ya lo he preparado todo, y un amigo mío nos ayudará-
- no será un youkai?- pregunto asustada kikyo, kagome ya le había dicho y repetido, que la mayoría de los youkais odiaban a los humanos, y se los querían comer, tenia miedo-
- tranquila no te preocupes, no es el vampiro- le dijo sonriente, mas kikyo aún se asusto mas, un vampiro?! Madre mía, pero con quien se relacionaba!-
- no te asustes, no te hará nada, pero sin su ayuda, no podrás entrenar, hoy lo que te enseñaré, será a localizar las presencias, aún que eso seria las segunda fase del entrenamiento, quiero comprobar algo.
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El entrenamiento empezó, a kikyo le parecía muy fácil ya que no la estaban atacando, solo tenia que sentir la presencia del acompañante de kagome, que en esos momentos se había escondido.
Kagome le había dicho que solo se tenía que concentrar y aislar su mente.
Pero, ahora que ya llevaba un rato, no le parecía tan sencillo como ella creía.
Era complicado, ¡como iba a concentrarse con todos esos ruidos!
Fue imposible, no se podía concentrar, y no localizo la energía espiritual del youkai, estaba decepcionada, no tenia ganas de mirar a kagome a la cara.
tranquila no pasa nada, lo has hecho muy bien kikyo, mañana ven aquí a la misma hora, entendido?
Si…- dijo desanimada-
No te pongas así, lo has hecho muy bien!
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Las semanas pasaron, así como los meses y los años, haciendo que kikio ahora tuviera 13 años, y fuera una pequeña muchachita hermosa, con grandes poderes, capaces de controlarlos a su placer.
Todo en su vida era alegría, por ahora no se había enfrentado a ningún monstruo, solo entrenaba con shota y kagome.
Y en la aldea no tenia que hacer nada, ya que sus padres se encargaban de los monstuos.
Pero, todo eso cambió, ahora tenia una hermana pequeña de 2 años, y sus padres ya no eran igual que antes.
Y, un dia paso.
Una manada de monstruos vinieron en vusca de carne fresca, eran el clan de los leopardos, que, en busca de nuevo territorio, querían invadir el este.
Paso rápido y fugaz.
Kikyo en esos momentos se encontraba recogiendo flores silvestres, había descubierto, que a su hermana kaede le encantaban, y cuando le ponía un pequeño ramo en la cuna, el pequeño bebe pataleaba de felicidad.
No estaba armada, el entrenamiento había acabado, y no tenía porque preocuparse, ya que sus padres montaban guardia.
Así que decidió alejarse de la aldea, porque, según había oído, había algo lejos de la aldea, unas extrañas flores blancas, que solo florecían por la noche, concretamente las noches de luna nueva.
Le pareció que seria un magnifico regalo para su hermanita, así que fue en su busca.
Pero, por el camino, iba tan contenta y desconcentrada, que no se dio cuenta, de la enorme presencia que se acercaba a la aldea.
Y cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde.
Empezó a correr todo lo que sus piernas le daban, parándose de golpe al llegar a la aldea; estaba siendo destruida por los leopardos, y había mucha gente muerta.
Vio con horror como sus padres intentaban ahuyentarlos, y la verdad, lo conseguían, pero la manada era tan inmensa que no llegaban daban abasto.
Decidió entonces, por primera vez, participar en la batalla.
Corrió dentro de la aldea, siendo seguida por unos leopardos.
Le estaban prácticamente pisando los talones, se sentía nerviosa y asustada, y además, sentina que en cualquier momento tropezaría con alguna piedra y estaría perdida.
En medio de su miedo, escucho una voz…
“tranquila, tu tienes poder, puedes vencerles, recuerda quien eres, y que serás en un futuro, kikyo”
Era kagome, estaba segura, como podía saber que estaba en peligro, y si se encontraba en peligro porque no la venia a ayudar?
“kikyo, no podrás depender toda la vida de mi, yo no te podré proteger siempre.”
Otra vez, la voz de kagome volvía a su mente.
Es verdad, no podía estar dependiendo de ella siempre, si lo hacía, que futuro le esperaría, por mucho que hubiera entrenado, si no se enfrentaba al enemigo, de que le servia?
Mientras corría se encontró por el camino un gran palo, paro en seco y lo cogió, girándose y apuntando con el hacia los leopardos
jaja, mira la humana, kei, nos quiera atacar con un palo- dijo uno de los leopardos a otro-
bueno, v-veremos sisisi es solo un palo- dijo kikyo con la voz quebrada-
los dos leopardos rieron al mismo tiempo, lanzándose hacia kikyo, que, esta, cerro primero los ojos, concentrándose en el palo, y acto seguido se lo lanzo a los leopardos, que estos, al ver un simple palo, lo golpearon con la mano para apartarlo.
Grave error, porque del palo, salieron unas descargas purificadoras sumamente fuertes, haciendo que los dos demonios, perdieran el conocimiento, o, que quizás, murieran.
Impresionada por lo que había echo, kikyo se quedo tiesa.
“pero que haces, corre, o es que quieres que te maten!”
Se grito a si misma para despertar, reaccionando a lo que había echo, y corriendo hacia su familia.
Mientras corría, en su mente solo aparecía una palabra, o un consuelo “kagome” es lo que repetía cada vez más veces al ver el desastre en la aldea.
Llego delante de su casa, y la escena la aterro, y le congelo la sangre, su madre, yacía en el suelo, con kaede en brazos, estaba sangrando, seguramente agonizando, pero el bebé que llevaba en los brazos estaba sano, sin ninguna herida, pero eso si, llorando a todo pulmón.
Y su padre, estaba delante de su madre, protegiendo a su hija y a su esposa, aún que de esos dependiera su vida, que por cierto, pendía de un hilo al igual que la de la sacerdotisa.
Sus oponentes eran 5 estaban en desventaja, y con su “arma” (el artefacto raro) el monje, desprendía descargas purificadoras para ahuyentarlos.
No le quedaba mucha vida, ni tampoco mucha resistencia, su ropas estaban rotas, y tenia muchas heridas, parecía imposible que se pudiera mantener en pie.
Tenia que ayudarlos, pero no sabia como, ella solo era una niña de 13 años con poderes que ahora empezaba a dominar, no sabia como ayudarles, y si metía la pata?
Se preguntaba la niña mirando a algún sitio en busca de alguna arma.
Y la encontró, cerca de sus pies estaba el arco de su madre.
Lo tomo sin vacilar, y apunto hacia el enemigo, casualmente también habían unas cuantas flechas.
Su cuerpo temblaba de miedo, y si fallaba, y si no funcionaba?
Su cabeza estaba echa un lío no sabía que hacer.
“tranquila, yo estoy contigo”
Oyó como una voz le decía en la cabeza, era kagome, estaba segura que era ella.
No lo pensó dos veces, lanzo la maldita flecha que purifico a los 5 leopardos, haciendo que la mirada de su padre se posara en ella.
Las piernas le temblaban, había gastado mucha energía, y poco a poco su vista se le nublaba y cayo desmayada.
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kikyo despertó de golpe, se acordaba de algo, pero muy levemente, miro a todas partes, era extraño, se encontraba en una cabaña, cuando ella recordaba haberse desmayado fuera.
Estaba asustada, donde se encontraba?, y si la habían raptado? Por favor que eso no hubiera pasado.
Oyó voces fura, por lo que parecía era la voz de una mujer, hablando con un hombre.
De golpe, la “puerta” de la cabaña se abrió y entro una youkay, la mas hermosa que hubiera visto en su vida, sus cabellos eran largos, hasta las rodillas, recogidos en una cola alta, sus ojos eran dorado, pero un dorado oscuro, apagado, sin embargo, mostraban simpatía, su cuerpo era esbelto, y bestia ropas charrísimas hechas de seda, una tela que no se veía todos los días
Se asusto, aún que parecía amable, no podía descartar que era una youkay poderosísima, lo podía notar en el aire.
quien eres- dijo con miedo, mientras veía como la youkay se le acercaba- que quieres de mi- volvió e decir no recibiendo una respuesta-
Asustada, salto del futón improvisado en el que estaba y se aparto de ella, la youkay, solo sonrió con dulzura, y se acerco a kikyo, que se encontraba acorralada en una esquina
tranquila, kikyo, soy kagome
que?- dijo de lo mas sorprendida, se había imaginado a kagome de muchas formas, pero jamás como la estaba viendo ahora-
oye, no me pongas esa cara- dijo kagome frunciendo el ceño, iluminándose brevemente, dando paso a su forma humana- ves
pero, que hago aquí, y papa? Mama y kaede?- pregunto asustada por lo que les hubiera pasado-
El rostro de kagome se ensombreció, y su voz salio grabe.
Lo siento, de verdad, pero no he podido hacer nada por tu madre, kikyo, tu… madre, esta muerta- dijo kagome asustando a kikyo- y tu con tu padre, no podemos hacer nada por el, le queda poco, kikyo, el quiere verte.
Que…..?- dijo al borde del llanto- y kaede, como esta kaede!- pregunto desesperada-
Por ella no te preocupes, esta bien, una de mis sirvientes la esta cuidando. Pero ella no es lo importante ahora.
Donde esta papá?- pregunto kikyo con lagrimas en los ojos-
Sígueme.
Kagome la guió hacia otra cabaña, donde kikyo entro, y permaneció dentro de ella hasta entrada la noche.
Kagome sabia con exactitud por el olor cuando murió el humano, pero, predijo que cuando kikyo no salio, que estaría desolada, al fin y al cabo, se había quedado prácticamente sola en una aldea que casi no conocía a nadie, era cierto que había nacido en ella, pero su casa estaba apartada de aldea, junto al templo.
Y la gente solo la conocía de vista.
Supo entonces, que cuando saliera de la cabaña, no seria la misma, y no se equivoco. Porque la mirada fría que mostró cuando salio, le sorprendió hasta a ella misma (a kagome)
Después de eso, pasaron 5 años mas, kikyo, cada vez era mas fuerte, protegía a la aldea como ningún otro monje o sacerdotisa antes hubiera echo. Era aplicada en todo lo que hacia, y nunca se arrepentía de lo que hacia, pero, aún así, continuaba siendo esa sacerdotisa tierna que kagome conoció cuando era pequeña.
Ahora ella tenia 18 años, una edad, en donde en esa época, los humanos empezaban a emparejarse y a tener niños.
Para una sacerdotisa, tener una relación, era algo complicado, solo podían tener un hombre en la vida, y además, generalmente perdían los poderes después de que tuvieran hijos.
Era una especie de maldición, cuando tenías una hija, tus poderes se le traspasaban a la niña, haciendo así una cadena cada vez más poderosa.
La primavera, era la época donde había más parejas.
Kikyo, aún que estaba acompañada por el pueblo, por su pequeña hermana, y por kagome. Se sentía sola. Era una extraña sensación
Y como si fuera un milagro, después de dos primaveras mas, cuando ella ya tenia 20 años, lo conoció a el.
A inuyasha.
Fin del flashbak