El Fantasma

Re: El Fantasma

Bueno... finalmente terminé la historia...
creo que extrañaré mucho al Fantasma ._., pero bueno así es la vida y tengo mucha imaginación para muchos fics más!!!!
creí terminar el fic para el miércoles ya que tenía examenes... pero pude adelantarme!!! gracias a todos los que siguieron la historia y me dieron sus criticas!! me ayudarón mucho!!!

Aquí va el último capitulo, ojalá y les guste!!

CAPITULO IV: SU MUERTE.

La verdad es algo que sabemos, puede ser en extremo doloroso. Pero yo elijo mil veces saberla la verdad a que vivir en un engaño… los engaños son un arma de doble filo; si nadie los descubre puedes ser “feliz”. En el caso que se descubran pueden llegar a ser más dolorosos que la misma verdad…

Debajo del sauce lo esperaba. Ya estaba acostumbrada a que me dejara plantada en muchas ocasiones… parece que su vida extrañamente se había tornado más interesante que la mía.

Las esperas siempre me agobiaban, las detestaba más que a nada en el mundo. Para evitar el enojo comencé a mirar al cielo.

-¡Hola!- era el Fantasma o lo que quedaba de él- imaginé que te irías al notar que yo no llegaba.

-Imaginaste bien Fantasma- mi tono evidenciaba molestia- era una de mis opciones principales.

-Lo siento- rió forzadamente- mi novia ocupa todo mi tiempo.

-“Has de amarla mucho”- le dije en irónico, casi burlesco.

-Si. La amo- cuando el notaba enojo en mi solía ser muy cuidadoso- discúlpame… ya estoy aquí.

-No pidas disculpas, son innecesarias-

El fantasma comenzó a cantar. Quizás el aplica lo que dicen comúnmente: “la música calma a las bestias”. Más que calmarme me tenía los nervios de punta. Debía preguntarle sobre los rumores y obligarlo a decirme la verdad.

-Tienes más chicas aparte de tu novia oficial ¿cierto?- ¡sin notarlo lo había dicho!

Se le deformó el rostro. El antifaz con mucho esfuerzo se sostenía…

-El silencio otorga dice mi madre- proseguí- no es malo que tengas muchas novias. Si son felices con eso debería bastar.

-No hay “otras” chicas, sólo una- su mirada estaba llena de rabia- eso lo sabes a la perfección.
-Disculpa- comencé a jugar con mi cabello- por más que recontra jures que lo que dices es verdad, sé que no es así. Fingiré creerte.

-Te demostraré que no hay necesidad alguna de fingir- miró su reloj- ya es hora de que me vaya.

-Escapas… es lo mejor, hasta yo en tu situación lo haría.

-Di lo que quieras. Adiós.

Para mi pesar su reacción evidenciaba lo obvio; todo era cierto. Con todo y eso, no me incumbía su situación.

Nunca he entendido bien los sentimientos de las personas. Creo que estaré toda mi vida intentando comprender, quizás no son los sentimientos de las personas los que deseo comprender, sino que los sentimientos del Fantasma.

-Terminé con mi novia- sentí su voz casi inaudible en mi oído.

-Era de esperar- sonreí- nunca me equivoco con esas cosas querido Fantasma, es uno de los pocos dones útiles que tengo.

-No quería compartir con las demás- miraba el anillo en la palma de su mano que yo suponía que alguna vez su ex había usado en su dedo.

No pude contener mi risa. Reí sonoramente como hace mucho no me lo permitía. El Fantasma era tan crédulo de que una chica normal iba a aceptar compartir al hombre que amaba con no sé cuantas más. Hay personas masoquistas, no lo niego. Pero este no era el caso para el Fantasma.

-Al menos podrías reírte moderadamente.

-Perdón…- tapé mi boca e intente respirar profundo para recobrar la compostura- ¡es que no puedes pedirle semejante estupidez a una chica!

-¿Por qué no?

-Por lo que yo he visto, a las mujeres no les gusta compartir a su amado… a menos que tengas una fantasía erótica u algo así- seguí riendo.

-Bueno, bueno… lo acepto; es una reacción normal la que tuvo.

-Agradece que no apostamos- logré ponerme seria- no me equivoqué si tenías más chicas.

-Si… ahora me quedaré con la segunda.

-Para estas cosas… ¿las personas no tienen un luto amoroso?

-Es que amo de verdad a la segunda.

-¿tienes repuestos para tus novias?, o sea que si la segunda te deja o la dejas te emparejarás con la tercera- solté una carcajada- vaya circo el tuyo.

-No… yo la amo.

-Haz lo que quieras. Es lamentable que no puedas darte cuenta que el amor no es sólo un bello poema, o una realidad adornada con utopías sin sentido.

-¿Por qué no puedes creerme?- me tomó fuertemente del brazo.

-Porque eres voluble e ilógico- corrí mi brazo- es muy fácil decir que sientes algo… pero, dime ¿Con el placer carnal, poemas, engaños, sueños irrealizables; conseguirás ser realmente feliz?

-¡Deja de decir estupideces!- comenzó a forcejear conmigo encolerizado.

-¡Suéltame fantasma! Me duele.

-Sólo dices necedades, ¡basta ya de eso!

-¡Déjame!- lo empujé y su antifaz se cayó al suelo.

Me agaché a recoger el antifaz del Fantasma. Cuando se lo iba a devolver vi lo insoslayable. Ese chico ya no era el Fantasma. Esa persona buena que me ayudó no se encontraba por ninguna parte, sólo quedaba “él”. Un chico humano… de aspecto descuidado, ojeroso como si las noches sin dormir fueran eternas.

-Ya no lo necesito…

-¡No es cierto!... no dejaré que tú hagas desaparecer al Fantasma- comencé a llorar desconsoladamente.

El chico al cual ya no sabía como nombrar se acercó a mí y me abrazó. Como será lo mal que me encontraba que ni el intento de alejarlo hice.

-Yo soy…………- dijo su nombre, un nombre que no cabía en mi mente. Ninguna letra de ese nombre.

-Tú no eres el Fantasma- lo alejé.

-No podía ser siempre ese personaje- tomó mi mano- por favor, ¡yo te cuidaré!

Ahí comenzó el inicio del fin. Él chico se veía envuelto en cosas más turbias debido a sus muchas relaciones.

Casi no lo veía… sus palabras se tornaron duras hacia mi.

Su novia nunca pudo verme al lado de ese chico creía que yo quería separarlos o prestar mi ayuda para confabularme para aquel objetivo. Así que un día el me dejó. Rompiendo cada una de las promesas que hizo.

Pareciera que todo fue un sueño; el Fantasma, su perfume de rosas, la yo triste…
Hay algo que revela que efectivamente el estuvo a mi lado: EL ANTIFAZ. El mismo que protegía su alma, su rostro…

-Espero volver a verlo.

-¿A quién hermanita?- Mi hermana menor era muy curiosa.

-Mmmm… a un hombre muy bueno- mi sonrisa reflejaba paz.

-Hermanita, si no tienes más cuidado las rosas se ahogarán.
-¡Ay Paloma! ¿Por qué no me avisas?

-Es que miraba esa rosa.

-No me digas… mala hermana- refunfuñaba.

-No. Es verdad- apunto a dicha rosa- Mírala.

Un olor conocido a mi olfato apareció: su olor.

Una rosa azul resaltaba entre la multitud de rosas blancas.

-Creo que no es imposible que nos veamos, ¿cierto Fantasma?

-¿Fantasma?, ese quien es hermana.

-Nadie, nadie… ¿vamos Paloma?

El Fantasma era quien deseaba sentir. Si una rosa así floreció en mi jardín, ¿Por qué no volver a vernos?

nota*** si pudieron leer todo eso realmente los amaré ToT!!

 

Re: El Fantasma

Bueno... finalmente terminé la historia...
creo que extrañaré mucho al Fantasma ._., pero bueno así es la vida y tengo mucha imaginación para muchos fics más!!!!
creí terminar el fic para el miércoles ya que tenía examenes... pero pude adelantarme!!! gracias a todos los que siguieron la historia y me dieron sus criticas!! me ayudarón mucho!!!

Aquí va el último capitulo, ojalá y les guste!!

CAPITULO IV: SU MUERTE.

La verdad es algo que sabemos, puede ser en extremo doloroso. Pero yo elijo mil veces saberla la verdad a que vivir en un engaño… los engaños son un arma de doble filo; si nadie los descubre puedes ser “feliz”. En el caso que se descubran pueden llegar a ser más dolorosos que la misma verdad…

Debajo del sauce lo esperaba. Ya estaba acostumbrada a que me dejara plantada en muchas ocasiones… parece que su vida extrañamente se había tornado más interesante que la mía.

Las esperas siempre me agobiaban, las detestaba más que a nada en el mundo. Para evitar el enojo comencé a mirar al cielo.

-¡Hola!- era el Fantasma o lo que quedaba de él- imaginé que te irías al notar que yo no llegaba.

-Imaginaste bien Fantasma- mi tono evidenciaba molestia- era una de mis opciones principales.

-Lo siento- rió forzadamente- mi novia ocupa todo mi tiempo.

-“Has de amarla mucho”- le dije en irónico, casi burlesco.

-Si. La amo- cuando el notaba enojo en mi solía ser muy cuidadoso- discúlpame… ya estoy aquí.

-No pidas disculpas, son innecesarias-

El fantasma comenzó a cantar. Quizás el aplica lo que dicen comúnmente: “la música calma a las bestias”. Más que calmarme me tenía los nervios de punta. Debía preguntarle sobre los rumores y obligarlo a decirme la verdad.

-Tienes más chicas aparte de tu novia oficial ¿cierto?- ¡sin notarlo lo había dicho!

Se le deformó el rostro. El antifaz con mucho esfuerzo se sostenía…

-El silencio otorga dice mi madre- proseguí- no es malo que tengas muchas novias. Si son felices con eso debería bastar.

-No hay “otras” chicas, sólo una- su mirada estaba llena de rabia- eso lo sabes a la perfección.
-Disculpa- comencé a jugar con mi cabello- por más que recontra jures que lo que dices es verdad, sé que no es así. Fingiré creerte.

-Te demostraré que no hay necesidad alguna de fingir- miró su reloj- ya es hora de que me vaya.

-Escapas… es lo mejor, hasta yo en tu situación lo haría.

-Di lo que quieras. Adiós.

Para mi pesar su reacción evidenciaba lo obvio; todo era cierto. Con todo y eso, no me incumbía su situación.

Nunca he entendido bien los sentimientos de las personas. Creo que estaré toda mi vida intentando comprender, quizás no son los sentimientos de las personas los que deseo comprender, sino que los sentimientos del Fantasma.

-Terminé con mi novia- sentí su voz casi inaudible en mi oído.

-Era de esperar- sonreí- nunca me equivoco con esas cosas querido Fantasma, es uno de los pocos dones útiles que tengo.

-No quería compartir con las demás- miraba el anillo en la palma de su mano que yo suponía que alguna vez su ex había usado en su dedo.

No pude contener mi risa. Reí sonoramente como hace mucho no me lo permitía. El Fantasma era tan crédulo de que una chica normal iba a aceptar compartir al hombre que amaba con no sé cuantas más. Hay personas masoquistas, no lo niego. Pero este no era el caso para el Fantasma.

-Al menos podrías reírte moderadamente.

-Perdón…- tapé mi boca e intente respirar profundo para recobrar la compostura- ¡es que no puedes pedirle semejante estupidez a una chica!

-¿Por qué no?

-Por lo que yo he visto, a las mujeres no les gusta compartir a su amado… a menos que tengas una fantasía erótica u algo así- seguí riendo.

-Bueno, bueno… lo acepto; es una reacción normal la que tuvo.

-Agradece que no apostamos- logré ponerme seria- no me equivoqué si tenías más chicas.

-Si… ahora me quedaré con la segunda.

-Para estas cosas… ¿las personas no tienen un luto amoroso?

-Es que amo de verdad a la segunda.

-¿tienes repuestos para tus novias?, o sea que si la segunda te deja o la dejas te emparejarás con la tercera- solté una carcajada- vaya circo el tuyo.

-No… yo la amo.

-Haz lo que quieras. Es lamentable que no puedas darte cuenta que el amor no es sólo un bello poema, o una realidad adornada con utopías sin sentido.

-¿Por qué no puedes creerme?- me tomó fuertemente del brazo.

-Porque eres voluble e ilógico- corrí mi brazo- es muy fácil decir que sientes algo… pero, dime ¿Con el placer carnal, poemas, engaños, sueños irrealizables; conseguirás ser realmente feliz?

-¡Deja de decir estupideces!- comenzó a forcejear conmigo encolerizado.

-¡Suéltame fantasma! Me duele.

-Sólo dices necedades, ¡basta ya de eso!

-¡Déjame!- lo empujé y su antifaz se cayó al suelo.

Me agaché a recoger el antifaz del Fantasma. Cuando se lo iba a devolver vi lo insoslayable. Ese chico ya no era el Fantasma. Esa persona buena que me ayudó no se encontraba por ninguna parte, sólo quedaba “él”. Un chico humano… de aspecto descuidado, ojeroso como si las noches sin dormir fueran eternas.

-Ya no lo necesito…

-¡No es cierto!... no dejaré que tú hagas desaparecer al Fantasma- comencé a llorar desconsoladamente.

El chico al cual ya no sabía como nombrar se acercó a mí y me abrazó. Como será lo mal que me encontraba que ni el intento de alejarlo hice.

-Yo soy…………- dijo su nombre, un nombre que no cabía en mi mente. Ninguna letra de ese nombre.

-Tú no eres el Fantasma- lo alejé.

-No podía ser siempre ese personaje- tomó mi mano- por favor, ¡yo te cuidaré!

Ahí comenzó el inicio del fin. Él chico se veía envuelto en cosas más turbias debido a sus muchas relaciones.

Casi no lo veía… sus palabras se tornaron duras hacia mi.

Su novia nunca pudo verme al lado de ese chico creía que yo quería separarlos o prestar mi ayuda para confabularme para aquel objetivo. Así que un día el me dejó. Rompiendo cada una de las promesas que hizo.

Pareciera que todo fue un sueño; el Fantasma, su perfume de rosas, la yo triste…
Hay algo que revela que efectivamente el estuvo a mi lado: EL ANTIFAZ. El mismo que protegía su alma, su rostro…

-Espero volver a verlo.

-¿A quién hermanita?- Mi hermana menor era muy curiosa.

-Mmmm… a un hombre muy bueno- mi sonrisa reflejaba paz.

-Hermanita, si no tienes más cuidado las rosas se ahogarán.
-¡Ay Paloma! ¿Por qué no me avisas?

-Es que miraba esa rosa.

-No me digas… mala hermana- refunfuñaba.

-No. Es verdad- apunto a dicha rosa- Mírala.

Un olor conocido a mi olfato apareció: su olor.

Una rosa azul resaltaba entre la multitud de rosas blancas.

-Creo que no es imposible que nos veamos, ¿cierto Fantasma?

-¿Fantasma?, ese quien es hermana.

-Nadie, nadie… ¿vamos Paloma?

El Fantasma era quien deseaba sentir. Si una rosa así floreció en mi jardín, ¿Por qué no volver a vernos?

nota*** si pudieron leer todo eso realmente los amaré ToT!!