El corazon de la Bestia

Re: El corazon de la Bestia

Antes que nada GOMEN NASAI!!!! onegai acepten mis disculpas ToT no quise estar afuera por tanto tiempo, pero mi pc esta malita, ahorita la uso y esta mala, pero al carriso ¬-¬, aqui les traje 2 contis espero les guste mil besos y apashurros a todas y en verdad Gomen nasai que es lo siento T-T...

El corazón de la bestia​

Capitulo XVII: Creer en el corazón​

​

Perdí el camino que reflejaba el horizonte porque descubrí que el horizonte es solo una línea imaginaria que desaparece cuando llegas hasta ella o sencillamente es tan lejana que nunca llegas, como mis manos que aunque se extiendan no parecen alcanzarte. Luego de aquella impresión aquellos ojos chocolates parecían apagados por la tristeza, aun empapada en lluvia y llanto la joven esclava veía por aquella ventana del monasterio como el día no había nacido cuando ya moría, el sol no salio ese día por la lluvia que seguía cayendo sin piedad.

“Kagome… debes cambiarte…”

-Kagome (aquel día en que lo conocí, era todo tan parecido…)

(Kagome: Disculpe mi atrevimiento pero… ¿Por qué camina bajo la lluvia señor?...

“tengo la esperanza de que limpie mis memorias…”)

“Vamos Kagome… no te dejes vencer…”

-Kagome: yo… solo quería creer… Kaede

-Kaede: creer en que?...

La anciana sacerdotisa solo miraba aquella tristeza acumulándose en esos ojos que normalmente emanaban alegría, sin responder unos pasos entraron en la habitación, Kaede miro como aquella figura hermosa e imponente hablaba firmemente.

-Kikyo: por favor sal Kaede, quiero hablar con ella…

-Kaede: si hermana… aquí te dejo las ropas Kagome… cambiate o te enfermaras…

-Kikyo: hace mas de 12 años conocí a un niño, que me enseño lo hermoso de la vida a pesar de que su vida era un infierno…

Kikyo suavemente levanto su Kimono dejando las sandalias fuera del cuarto, al entrar se sentó en el suelo junto a una vela ya consumida que había dejado Kaede, aquel cuarto era pequeño, la ventana era pequeña y aquellos ojos deseaban perderse en ella.

-Kikyo: el me mostró que nunca estaba sola mientras el estaba a mi lado, y aun cuando no esta lo puedo sentir junto a mi; pero… yo nunca he podido estar cerca de el por completo, cuando es Inuyasha sabe que cuenta conmigo pero al ser la bestia no reconoce ningún rostro…

-Kagome: yo… yo no de eso hablar de eso…

-Kikyo: pero si es lo único que tienes ahora en la cabeza… Kagome… tu eres…

-Kagome: ¡No!... ¿no me entendió?... no deseo hablar de el, o es que acaso usted puede enseñarme a volar con estas alas rotas?... porque eso es lo que tengo… un par de alas que se rompieron esta tarde…

-Kikyo: cuando lo conocí, fue un día de guerra, los humanos atacaban el reino y el monasterio era uno de los blancos mas débiles, no tenemos armas ni guardias… todos salieron, menos yo… el fuego me rodeo y comenzaba a asfixiarme, vi como un joven de ojos profundos y vacíos me salvaba de la muerte; era Inuyasha… por su boca supe que nos casaríamos, y me enseño que la tristeza se lleva dentro del corazón pero que siempre debemos sonreír al mundo, porque en algún momento el mismo mundo nos hará llorar… esta vez te toco a ti llorar Kagome, pero debes aprender a llevar tu procesión por dentro…

-Kagome: no tengo porque sufrir… se exactamente lo que debo hacer…

-Kikyo: ¿matarlo?...

-Kagome: yo deseaba creer que el era verdad y no esta mentira, y en este momento me muero por decirle que ese no es el… y que el mundo se equivoca, que el no es un asesino… que el no es la bestia, porque así me lo dice mi corazón y yo deseo creerle…

-Kikyo: entonces creerle…

-Kagome: y… y mi madre?... puedo engañarme a mi misma y fingir que esto no esta pasando, pero ella lo ve todo desde donde esta, no me perdonara…

-Kikyo: lo único de lo que puedo estar segura es de la muerte Kagome, pero se que tu madre preferiría verte feliz antes de que lo mataras…

-Kagome: es que no entiende… se lo prometí… se lo prometí mientras veía a mi aldea arder…

-Kikyo: tu eres la que no entiende, ¿eres capaz de matar al ser mas importante para ti?...

-Kagome (el ser mas importante para mi?...)

Aquellos ojos café quedaron fijos en aquel hermoso rostro, la Sacerdotisa miraba aquellos ojos confundidos que se posaban ante ella.

-Kikyo: aun no te has dado cuenta Kagome?... Inuyasha es la persona más importante para ti en estos momentos…

-Kagome: te equivocas… el es el asesino de mi madre…

-Kikyo: y tu eres la persona mas importante para el… aunque me duela decirlo…

-Kagome: ¿hasta donde quiere llegar?...

-Kikyo: he visto a Inuyasha convertirse en bestia, y este día ha sido la primera vez que lo he visto reconocer a alguien durante su transformación… y puedo asegurarte que esta vez debe estar recordando todos los asesinatos que cometió hoy… porque tú estabas presente Kagome…

-Kagome: ¿Yo que tengo que ver?...

-Kikyo: tu pudiste lograr que Inuyasha perdonara la vida de Sesshomaru… nunca nadie antes ha visto el rostro de la bestia del Sengoku y ha vivido para contarlo… tu si…

-Kagome: usted también estaba allí…

-Kikyo: pero el no lo supo…

-Kagome: eso no me importa…

-Kikyo: tú tienes el don de ver la verdad dentro de las almas de las personas… y se que tu eres el corazón de la bestia, la misma bestia que te abrazo después de su transformación…

-Kagome (¿el corazón de la bestia?...)

La sacerdotisa se levanto dándole la espalda a la mujer que yacía sentada en el suelo al lado de la ventana.

-Kagome: yo… yo no quiero… no quiero ser su corazón…

-Kikyo: no es cuestión de querer… simplemente lo eres…

-Kagome: entonces su propio corazón lo matara…

-Kikyo: Kagome… mira bien en tus recuerdos y ve quien empuño la espada contra tu madre… antes de que tú empuñes una contra la persona equivocada…

La hermosa sacerdotisa salía lentamente del cuarto poniéndose las sandalias y caminando hacia su izquierda; tomando las ropas secas aquella joven de cabellos azabaches se cambio y solo esperaba que el agua cesara, para salir a buscar a aquel joven de cabellos color plata.

-Kagome (no puedo creer en mi corazón… porque el solo me acerca cada vez más a ti…)

El corazón de la bestia​

Capitulo XVIII: Un desesperado deseo.​

​

Caminando por la tierra de los sueños vi tantos corazones rotos, mares de lágrimas y cielos de olvido, cerré los ojos para no llorar y pose mis manos en lo único que parecía de verdad, era tu dulce rostro que me decía que el mundo no era solo llanto y pena; gracias a ti aprendí a reír y aprendí a volar. La lluvia ceso y aquella joven esclava salio sin avisar a donde; con un chal marrón y un kimono rosa de detalles violetas; se acerco hasta aquel enorme palacio, cuya muralla parecía no tener fin. Por una de las entradas de esclavo se escabullo y corrió por aquel bosque de galería intentando evadir los guardias.

-Kagome (Allí esta…)

Kagome estaba frente a una enorme laguna, y del otro extremo se podía ver una tenue luz, al acercarse una pequeña cabaña se posaba frente a ella. Al entrar pudo ver como un fuego ardía, recién habían echado dentro de el unas ropas llenas de sangre.

“Siempre he deseado que el fuego consuma mi alma… y así ser totalmente una bestia…”

-Kagome: ¿Por qué lo hiciste?...

-Inuyasha: ¿Qué?...

-Kagome: el mantener esa mentira frente a mi, sabiendo que yo buscaba a esa ¡Maldita bestia!... o mejor dicho… que te buscaba a ti…

-Inuyasha: por eso… porque no quería que me vieras con la repulsión con la que me ves ahora…

-Kagome: Mas que repulsión… es odio… así es… te odio Inuyasha… y solamente he venido a vengar a mi madre…

El joven samurai se hallaba en el suelo, su katana estaba a su lado no había visto a los ojos de la joven, solo miraba aquella ropa consumirse en el fuego. Kagome saco aquella daga de su manga y la apunto hacia el joven acercándose lentamente.

-Inuyasha: hazlo… ya no me importa… esta noche puedo sentir como mis garras desgarraban la carne de aquellos demonios… nunca había recordado por completo uno de mis asesinatos…

-Kagome (recuerdas todo?...)

-Inuyasha: tu aldea era la de las flores de Jazmín no?... esa era la ultima aldea rebelde… recuerdo que estaba todo el llamas… y Naraku me gritaba…

“-Naraku: Vamos Cobarde termina con todos estos malditos humanos…

-Inuyasha: No lo haré… Estoy harto que me hagas matar a inocentes…

-Naraku: No es que quieras… ¡¡¡es que lo hagas!!!

-Inuyasha:¡¡¡No Naraku!”!!!”

-Inuyasha: esa noche me arranco a colmillo de acero de la cintura… y me transforme… lo ultimo que recuerdo, es ver como un campo de jazmines se quemaba… nada mas… luego aparecí aquí y queme mis ropas como lo hago ahora…

-Kagome: tu y tus hombre mataron a mi madre y mataron a mi pueblo… no te puedo perdonar…

-Inuyasha: no te detendré… al final haces un bien… soy solo un maldito asesino… que pretendía ser normal y tener una vida… pero al igual que hoy, se repetirán mas y mas asesinatos…

Kagome llego hasta Inuyasha colocando aquella daga en su cuello, no podía ver su rostro, solo pensaba en todo lo que había dicho Kikyo en su cuarto y en las tristes palabras de desesperación de Inuyasha.

-Kagome: Todos venimos al mundo con una meta, al final yo podré terminar con lo que empecé hace ya mas de 10 años… Te encontré maldita bestia y no pienses que me ablandaras el corazón con todas esas palabras…

Inuyasha movió ágilmente su mano colocándola sobre la de Kagome, apuntando la daga a su cuello y mirando aquellos ojos color chocolate.

-Inuyasha: al menos podré morir viendo tus ojos… aquellos ojos que tanto extrañe… haz un corte transversal, no dejes que te tiemble el pulso…

-Kagome (¿Qué haces?...)

-Inuyasha: ¡HAZLO!

Apretando fuertemente el puñal Kagome sentía como la mano de Inuyasha la impulsaba a hacer el corte en su cuello, pero era ella quien recogía la mano para no herir al joven que estaba en el suelo.

-Inuyasha: Maldita sea Kagome… ¡Hazlo!

Kagome veía aquellos ojos brillar con la luz de la luna y mirando al fondo en lo profundo de aquellos ojos podía ver su propia mirada llena de lágrimas.

“-Kikyo: tu eres la que no entiende, ¿eres capaz de matar al ser mas importante para ti?...”

-Kagome: yo no puedo…

-Inuyasha: ¿Qué dices?...

-Kagome: no puedo… tu solo eres el que sujeta la daga Inuyasha, yo solo lucho porque no lo hagas…

-Inuyasha (es verdad… yo soy el que empuña la daga a mi cuello…)

-Kagome: no es un pecado el querer creer en que hay algo más Inuyasha…

La joven se sentó frente a el mirando su rostro en el reflejo de aquella pequeña daga.

-Kagome: Mírame… soy solo un manojo de odio y tristeza… pero tu siempre buscas hacer lo correcto aunque en tu mundo lo bueno esta mal… porque eres solo un…

-Inuyasha: asesino… esa es la palabra que rima con tu oración… en las noches puedo sentir como el llanto de los niños que han muerto en mis manos se convierte en una canción de dolor, y también en este momento puedo ver el alma de aquellos hombres que mate injustamente…

El joven samurai veía aquellas almas nuevamente arrastrándose por toda la habitación, pero la luz que expandía Kagome hacia desvanecerlos cuando intentaban acercarse.

-Inuyasha: pero… contigo ellos no pueden tocarme y el dolor que siempre me invade se desvanece… pero cuando vi tu miedo esta tarde, no pude soportarlo y por ello te rogué que no me vieras…

-Kagome: como no ver lo que esta ante tus ojos…

-Inuyasha: cerrándolos… cerrando tus ojos… quiero cerrar mis ojos y desear que no sepas nada, y que no me temas…

-Kagome: yo deseo… con todo mi corazón no sentir eso…

-Inuyasha: ¿Qué?... ese miedo que ahora sientes por mi?...

Kagome tomo las manos de Inuyasha y coloco su rostro en ellas cerrando los ojos, e intentando abrir su corazón.

-Kagome: el deseo desesperado de mi corazón, es decirte lo mucho que le duele que ya no desees vivir… porque si tu dejas de respirar… mi corazón dejara de latir Inuyasha, porque en este tiempo se que yo vivo por ti y para ti… nunca me dejes Inuyasha… quiero aprender a sentirte, a respirarte y a vivirte…

-Inuyasha: ¿desde cuando sientes eso?...

-Kagome: desde el día en que me defendiste de aquel hombre… supe que… yo era para ti, y creo que mi corazón no se equivoco Inuyasha…

El silencio rondo en la habitación, y poco a poco las gotas de lluvia caían en el suelo ya húmedo; e Inuyasha retiraba sus manos de aquel suave rostro que deseaba seguir tocando.

-Inuyasha: alguien me dijo una vez, que no debía tener a nadie bajo mi protección y le creo a esa persona Kagome… estas equivocada en tus sentimientos y eso es todo…

Inuyasha se levanto apagando el fuego con un tobo de agua que estaba en una de las tantas goteras de la cabaña, miro a Kagome quien se hallaba en el suelo completamente confundida ante aquella respuesta, y miraba como el joven olfateaba el ambiente y luego se asomaba por la ventana. Miro a la joven y la tomo de la mano.

-Inuyasha: debemos irnos… vienen por mi…

-Kagome: ¿Por qué Inuyasha?... es por ella?... es por ella que no me amas?...

Inuyasha no respondió, antes de reaccionar Kagome ya se encontraba corriendo fuera de la cabaña, y dentro de su corazón el dolor se hacia mas fuerte; y solo una pregunta estaba en su mente.

-Kagome (¿Por qué Inuyasha?)

Bueno guapas, espero lo disfruten mil besos, y prometo regresar pronto, MIL GRACIAS A MAYULA *-* QUIEN VINO Y DIO LA INFO *0* (gracias mayuwawa n.n) :saludar:

 

Re: El corazon de la Bestia

Konnichiwa, aqui les traje una conti muy mosha, estaba inspirada ToT, espero que les agrade lo hice con mucho cariño para todas ustedes que han estado siguiendo mi fic ^^ arigato!!!

its: amiga gracias por las correcciones, esta vez tuve mas cuidado al escribir, espero no me haya equivocado, si vez algo mal hazmelo saber ;) besos...

El corazón de la bestia​

Capitulo XIX: Un río revuelto de sentimientos​

Dejando escapar sonrisas que nos roba la vida, esperando que llegue el día en que no importen las horas ni los días, hablando frente a un espejo que repite mis palabras, olvidando el tiempo que transcurre en la tierra, porque no importa cuantas veces tropiece y cuantas veces caiga, tus manos siempre están allí para sostenerme. Aquella noche estaba sin estrellas, nuevamente las nubes deseaban descargar su ira con una lluvia que limpiara al mundo de la oscuridad.

-Kagome: ¿Por qué debemos irnos?

-Inuyasha: Silencio…

Aquellos ojos oro estaban fijos en la ventana mirando alrededor como si buscaran a alguien para atacarlo. Nuevamente la joven empezaba a sentir miedo, recordando aquella transformación; el joven samurai se percato de ello viendo los ojos de la joven, ya no era nada igual; rápidamente apago la fogata con agua y tomándola de la mano se detuvieron en la entrada de la cabaña.

-Inuyasha: Nos sumergiremos en la laguna para distraerlos…

-Kagome: ¿Qué?... ¿Distraer a quien?...

-Inuyasha: solo intenta confiar de nuevo…

-Kagome (¿Confiar de nuevo?...)

Cuidadosamente ambos salieron de la cabaña y se escurrieron hasta la laguna que estaba al lado.

-Inuyasha: entra en la laguna muy despacio… intenta que no se mueva mucho el agua…

-Kagome: esta bien…

La joven entro muy despacio a pesar de que el agua estaba muy fría, Inuyasha miraba como aquella silueta se alejaba suavemente, mirando hacia el como buscando su aprobación, con un largo suspiro Kagome se sumergió; no podía ver el fondo en sus pies, pero la poca luz de la noche dejaba ver un poco la superficie sobre ella, sus cabellos flotaban con gracia, el agua estaba entumeciendo su cuerpo por el frío, vio como una figura se sumergía hasta ella, la joven tenia una de sus manos tapando su nariz, cuando miro hacia arriba pudo ver unas luces que se reflejaban sobre la superficie del lago.

-Kagome (Soldados?...)

Mientras veía a Inuyasha sumergido y acercándose, Kagome ya no aguanto la respiración soltando burbujas por su boca e intentando subir a la superficie sin importar aquellas luces allá arriba, mientras nadaba algo sostuvo su mano impidiéndole subir, Inuyasha poso su boca sobre la de ella dejando pasar oxigeno, evitando que se ahogara y que los delatara.

-Kagome (Inu… Inuyasha…)

El joven podía aguantar mas la respiración por ser mitad bestia, suavemente respiraba dentro de ella, sosteniendo uno de sus brazos y tomándola por la cintura; aunque no era un beso en si, la joven de cabellos azabaches deseaba creer que lo era; luego de un rato cuando aquellas luces habían desaparecido de la superficie, ambos salieron de aquel lago, Kagome temblaba del frío mientras Inuyasha seguía al asecho.

-Inuyasha: vamos a la cabaña… debes cambiarte…

Al entrar, todo a su alrededor estaba en el suelo, la cabaña había sido explorada por completo, estaba completamente irreconocible.

-Kagome: ¿Por qué harían algo así?

-Inuyasha: Sesshomaru… seguro llego al palacio… deben saber que estoy vivo…

-Kagome: No lo mataste?...

-Inuyasha: Mate a sus soldados… mientras lo hacia el escapo… Por aquí debe haber una de tus ropas…

Entre aquellas ropas tiradas y rotas en el suelo, Inuyasha encontró un Kimono rosa intacto.

-Kagome: ese no es mío…

-Inuyasha: si lo es… te lo compre el día en que llegaste, mientras dormías por las heridas en tu espalda…

El joven samurai le entrego el vestido a la joven, el salio sentándose en la entrada siempre vigilante; Kagome se cambio aquellas ropas húmedas, el kimono era perfecto, le quedaba a la medida.

-Kagome (Este hombre que esta conmigo es Inuyasha no la bestia… debo entenderlo…)

-Inuyasha: ¿Lista?...

-Kagome: Si… pero ¿Qué vas a hacer?...

-Inuyasha: tengo todo planeado desde que llegue… pasando el bosque del palacio se llega al río principal del Sengoku… allí hay un bote, pequeño pero nos servirá…

-Kagome: Hasta donde llega ese río?...

-Inuyasha: quiero que escuches muy bien, Kagome el río lleva hasta el muelle, allí los pescadores no dejan pasar hacia el otro reino, allí nos bajaremos, no debes ir al Monasterio… buscaremos la casa del anciano Mioga, nos quedaremos con el seguro nos recibirá…

-Kagome: ¿Por qué dices que no debo ir al monasterio?... tu vendrás conmigo no?...

-Inuyasha: si yo estaré contigo… siempre estoy contigo…

-Kagome: deberíamos irnos de este reino… escapémonos… lejos de aquí…

-Inuyasha: no es lo que tu quieres…

-Kagome: ¿Qué?...

-Inuyasha: a pesar de que intentas de verme como Inuyasha… se que lo único que recuerdas es a la bestia del Sengoku…

-Kagome: ¿te diste cuenta?... perdóname… pero dame tiempo y te juro que todo será como antes…

-Inuyasha: te aseguro que tendrás tiempo… todo el que quieras… y también puedo asegurarte que siempre estaré contigo…

-Kagome: No hables así… parece que te estuvieras despidiendo…

-Inuyasha: ¿Cómo voy a despedirme?... (Sino puedo alejarme de ti…) Ya debemos partir…

La noche comenzaba a llorar, las gotas caían suavemente, Inuyasha tomo una de las camisas en el suelo y se la coloco a Kagome sobre su cabeza; ambos salieron de aquella cabaña, moviéndose bajo la lluvia, los pies pisaban aquella tierra húmeda y se movían lo mas rápido posible, de pronto se escucho un cornetazo que retumbo por el cielo; un cuerno había anunciado la escapatoria de los jóvenes.

-Inuyasha: ya saben donde estamos… ¡corre Kagome!

Tomando la falda del Kimono con una mano y sintiendo como su brazo era alado fuertemente, Kagome corría salpicando el barro sobre sus sandalias; aquel cuerno seguía repicando en el viento; entrando al bosque, Inuyasha pudo sentir en la planta de sus pies como la tierra comenzaba a temblar, lejos del bosque se escuchaban cascos galopando, esta vez los alcanzarían muy rápido; a lo lejos el río estaba furioso, aquellas aguas revueltas dejaban ver un pequeño bote azotado cerca de un pequeño muelle.

-Inuyasha: ese es…

Al llegar Kagome miraba aquellas aguas, mientras que Inuyasha ya podía deslumbrar como pequeñas luces se acercaban de entre los árboles del bosque; la lluvia seguía cayendo imperdonable y nuevamente Inuyasha miro a Kagome, recordando aquella noche.

“-Inuyasha: Vete…

-Kagome: ¿Qué dices?...

-Inuyasha: ¡QUE TE VAYAS!!!

-Kagome: Inu… Inuyasha…

-Sesshomaru: Ya veo… no le has dicho nada a esta mujer de quien eres…

-Inuyasha: CALLATE…
………………………………………………………………………………………………………………………………………

La bestia se acercaba a la joven levantándola y abrazándola. Aun envuelta en llanto y en el asombro.

-Inuyasha: No me veas… solo vete… y recuerda tu promesa…”

-Inuyasha: Kagome… Perdóname…

-Kagome: Vamos… Sube al bote… se están acercando…

-Inuyasha: No Importa cuantas veces te pida perdón verdad?... nunca se ira…

-Kagome: ¿De que hablas?...

-Inuyasha: Sube al bote…

Tomándola del brazo Inuyasha Subió a Kagome al bote, La joven no entendía ¿Por qué actuaba así?; acercando el bote Inuyasha miro a Kagome.

-Inuyasha: No importa cuantas veces te pida perdón, ese miedo que vi aquella noche en la batalla nunca se ira de tu corazón… Puedo vivir con las personas que he asesinado, pero nunca podría vivir sabiendo que un día me levantare y que en tu corazón pudo mas el rencor hacia mi que el amor que me tienes… o peor aun, encontrándote muerta a mi lado y sabiendo que te mate…

-Kagome: Eso no pasara… perdóname si te he hecho pensar eso…

-Inuyasha: Nunca me pidas perdón, no soy quien para perdonar, si embargo te pido perdón a ti… y te doy todo el tiempo del mundo, si mi destino es morir esta noche a manos de esos soldados así será, pero moriré como Inuyasha, no peleare…

-Kagome: Vente conmigo… no me dejes, nunca quise dejar ver mi odio hacia la bestia, ese rencor desapareció al saber que eras tu… ¿Cómo odias a quien amas?...

-Inuyasha: es verdad, el rencor desapareció, pero el miedo en ti es muy fuerte… y ese miedo es hacia mi, porque algún día tengo que admitir, que la bestia y yo somos uno, y eso nunca va a cambiar…

-Kagome: déjame intentarlo, por favor intenta conmigo a desaparecer a la bestia, déjame hacer un milagro para ti…

-Inuyasha: ya estuviste en mi vida y ese es el milagro que me tocaba… nunca podré olvidarte Kagome, y debo decirte que eres todo cuanto amo, por eso debo alejarte, prefiero saberte feliz que envuelta en llanto…

-Kagome: No Inuyasha por….

Tomando su rostro Inuyasha Beso aquellos labios húmedos por la lluvia y por las lágrimas ocultas, Con su mano corto la soga, Kagome sentía como aquel beso se alejaba poco a poco, el bote comenzaba a moverse, e Inuyasha aun yacía en el muelle.

-Kagome: No Por favor, no me dejes Inuyasha…

Extendiendo su mano, Kagome no podía alcanzarlo, las aguas revoltosas la alejaban lentamente. Inuyasha se levanto y miraba entre la bruma y la lluvia como aquella silueta que tanto amaba, se alejaba en aquellas aguas.

-Inuyasha: Te amo Kagome… Gracias por hacerme volar desde mis cenizas…

Tras Inuyasha Los soldados bajaron de sus caballos, Kagome pudo ver como golpearon a Inuyasha el cayo de rodillas sobre aquel muelle, tras un golpe en la cabeza quedo acostado sobre la madera, pero aun en el suelo nunca dejo de ver hacia el río; no importa cuantas veces tropiece y cuantas veces caiga, tus manos siempre están allí para sostenerme.

-Kagome: INUYASHAAAA!!!!

Mil besos y saludos a todas se les quiere muto muto, y gracias por venir y ser tan pacientes con esta tonta Marionetta >.< sayo :saludar: