El corazón de Sesshomaru

Re: El corazón de Sesshomaru

Gracias a todas por la espera, en serio ^^


El corazón de Sesshomaru

Capítulo 20

Un accidente extraño... ¿coincidencias en el futuro?


La demonio comenzó a llorar, mordió su labio inferior para contenerse, pero era inútil, se sentía usada, traicionada. Se había entregado a ese hombre, lo había hecho. Y ahí estaba, con su amante. Para colmo, frente a ella.

-Ala- inquirió firmemente desde donde estaba descansando el youkai.

-Nada- contestó dura y fríamente la mujer.

-Algo te pasa- dijo Sesshomaru

-Déjame en paz, no te quiero escuchar- pronunció ella mientras se paraba del lugar - ¡Me tienes cansada!- explotó de furia la mujer- Me cansa que me engañes con esa estúpida sacerdotisa en mis narices. ¡No te quiero volver a ver!

-Cálmate mujer- interrumpió Kikyo- tu youkai no me interesa en los más mínimo. Yo sólo los ayudaré a matar a Naraku, nada más.

-Para colmo la prefieres a ella maldito- susurró la demonio.


De pronto algo se movió entre los arbustos. Era extraño que ellos no lo hubieran sentido antes. En un segundo los dos youkais y la sacerdotisa se pusieron en guardia a la espera de la criatura, los dos primeros con sus respectivas espadas y la tercera con su arco y flechas. Nada pasaba, demasiado silencio, luego de un rato se escuchó un corte seco. Algo los había tomado de sorpresa, ese “algo” salió a la luz. Era una especie de dragón con cuchillas, parecía herido. No hizo falta que lo remataran, ya que cayó muerto al instante de aparecer.

-¿Eso es todo?-inquirió Alasha con un tono aburrido.

-No- murmuró Kikyo, al girar la cabeza en dirección a Sesshomaru. Éste estaba totalmente lastimado por las cuchillas. Parecía imposible. ¿De dónde habían salido tantas?

El youkai estaba inmóvil, extremadamente herido. Él, el más poderoso tan débil, sólo por una criatura moribunda. ¿Qué clase de monstruo había sido? Alguien demasiado poderoso tal vez.

-Sesshomaru- dijo la demonio- ¿Estás bien?

Él no contestó, respiró agitadamente y se dirigió al camino normal, tambaleaba, estaba terriblemente mal. Apenas hizo un metro de caminata se desplomó en el suelo.

-¡Sesshomaru!- gritaron las mujeres.




Dos días, tres, cuatro ¿acaso importaba? Estuvo inconsciente todo ese tiempo. Cuidado por las dos mujeres, atendido muy bien, cada herida comenzó a sanar de a poco: pero todas ellas tenían veneno, aún para el youkai más fuerte eso era mortal. Los poderes de la sacerdotisa y la habilidad de Alasha ayudaban mucho.

-¿De verdad no eres nada de él?- inquirió la joven de profundos ojos verdes.

-No, claro que no- respondió la otra – sólo quiero matar a Naraku, necesitan mi poder.

-Lo se, pero…

-¿Tienes miedo que te engañe? Descuida, te ama demasiado

-No lo creo.

-Claro que si, él iba a dejarte a un lado con la misión, sólo para que no te expusieras.

-Gracias por decírmelo Kikyo- susurró ella mientras acariciaba el rostro dormido de su amado.


-Ala- murmuró muy bajito una voz masculina al lado de ella

-Mi amor, ya despertaste.- contestó la muchacha con una sonrisa

-¿Qué es todo esto?

.Sufriste heridas- interrumpió Kikyo- con Alasha te curamos, y por lo visto estás mejor.

-¿Qué me atacó?-inquirió él, muy seriamente.

-No lo sabemos, tal vez algo peligroso. Hubo que detener las hemorragias de las heridas, estaban muy infectadas, demasiado. Es una sorpresa que estés vivo.

Sesshomaru se paró del lugar y observó a su alrededor

-¿Dónde está Rin y Jaken?

-Supongo que con tu madre- respondió Ala- Jaken se la llevó a la niña.

-Bien


Él comenzó a caminar, seguido por una seria Kikyo. La otra muchacha lo observaba, admiraba. Esa fuerza que tenía era increíble. No se rendía por nada, ese porte de poder que demostraba era cierto.


-Sesshomaru- dijo la sacerdotisa al mirar hacia la cima de una montaña, el aura de ese lugar se veía extremadamente peligroso- ese es el escondite de Naraku, el final recién empieza.

-Vamos- espetó la Belleza de los Bosques.

-Tú no irás Ala- protestó el youkai.

-Si iré, no me detendrás, si vencemos o morimos lo haremos juntos.

Él la miró algo sorprendido, ese valor, seguridad. ¡Cómo la amaba!

-¡En marcha! –propuso


Continuará….



Próximo capítulo, el final.

Bexos ^^

 

Re: El corazón de Sesshomaru

Es cierto, lamento mucho la tardanza. Tengo varios problemas de salud. En cuanto pueda solucionarlos seguiré. ¿Sí? Espero que no les moleste.
Trataré de tener esto para este fin de semana.

Gracias por la espera.
Atte. Alania.

 

Re: El corazón de Sesshomaru

Aquamarine, ALISSA255555, muchas gracias por su apoyo. Será el penúltimo capítulo, se me hizo muy larga la idea.



El corazón de Sesshomaru.

Capítulo 21- parte 1

Última batalla. ¿Vencerán?

Los terrenos eran algo pedregosos. Costaba atravesarlos, aún para los youkais y la sacerdotisa. Las miradas de los tres se entrecruzaban constantemente. No se podía decir que el miedo los invadía, más bien se trataba de algo de ansiedad. Poder terminar con el híbrido Naraku, se había convertido en un deseo demasiado grande.

Alasha retiró el bastón alado de su cabello y se subió en él. Tendiéndole la mano a Kikyo para que subiera también. Cuando ya estuvieron acomodadas, la muchacha le dijo al gran youkai.

-Sesshômaru. ¿Vienes con nosotras?

Él la miró secamente, no quería que ellas fueran. Prefería ir solo, sin que nadie pudiera correr peligro. Pero tuvo que resignarse y rápidamente se colocó sobre ese medio de transporte, para así llegar más rápido.

Al pisar tierra firme, luego de haber hecho un gran recorrido, cayeron en la cuenta que no estaban solos. El grupo de Inuyasha también estaba allí. Este grupo al ver a Sesshômaru, Alasha y Kikyo, se sorprendió también. El primero en reaccionar fue el híbrido.

-Kikyo- murmuró con cierto cariño, tan normal de él. Ese tono usado cada vez que veía a la sacerdotisa.- ¿Qué haces con ellos?

-He venido a derrotar a Naraku junto a tu hermano. Y parece que contigo también. –respondió ella con su característica frialdad.

Kagome observaba la escena algo perturbada, no le gustaba la idea de que Inuyasha se encontrara con Kikyo. Tenía miedo que él, como siempre, corriera tras ella. Dejando a una chica llorando detrás. Pero confiaba en su amado, él había elegido… pero era tan fácil cambiar de opinión.

La Belleza de los Bosques sonreía disimuladamente. Los tres hermanos reunidos, las sacerdotisas…todo estaba perfecto. Nada podía fallar. Mientras, el youkai miraba la escena de su medio hermano con el cadáver de barro. Le parecía patético el carácter de él, el no poder resistirse a un sentimiento llamado amor… ¿Pero qué pensaba? El demonio también estaba enamorado, enamorado de la hermosa mujer… esa mujer tan fría, tan compañera y tan amiga a la vez. Aún así no entendía a su hermano. Éste tenía a la sacerdotisa de ropas extrañas; peor se rendía ante la otra… que complicado era entender a Inuyasha.

-¿Qué haces acá?- preguntó gélidamente Sesshômaru.

-Eso a ti no te importa- respondió de la misma manera el hanyou.

-Ahora no se peleen- interrumpió Alasha- El objetivo es pelear con Naraku y no con ustedes mismos.

Ninguno de los dos dijo nada, sólo miraron a la mujer que con haber dicho sólo unas palabras, había expresado perfectamente el motivo de la reunión. Miroku, Sango, Shippo, Kagome y Kikyo también permanecieron en silencio, no tenían nada para agregar.

-El castillo queda a pocos kilómetros de aquí.- dijo la youkai.- Kikyo vendrá conmigo; Sango, Shippo y Miroku irán en el gato, Inuyasha, tú llevarás a Kagome contigo. Sesshômaru ¿Puedes ir corriendo junto a nosotros?- propuso.

-No- interrumpió la menos imaginada, Kagome.

-Entiendo- comentó Alasha- Miroku, Shippo, y Kagome irán juntos; Kikyo y Sango en mi bastón, no creo que les cueste dominarlo. Entonces yo iré contigo Inuyasha.

-Bien- acordaron todos, menos el youkai.

Ya cada uno en su puesto, viajaban a gran velocidad hasta el castillo de encuentro. Una pregunta podría ser ¿por qué siempre un castillo? Tal vez a Naraku le gustaba la comodidad, tal vez. Inuyasha llevaba sobre su espalda a la Belleza de los Bosques, le parecía raro, ya que podía llevar a Kikyo y así Ala viajar cómodamente en sus armas.

-Alasha- murmuró- ¿Por qué vienes conmigo?

Ella soltó una sencilla carcajada y le contestó:

-Veo que no eres tan tonto como creía, tengo que explicarte el plan.

-¿A qué te refieres?

-Hay que unir las tres espadas colmillos, cuando yo diga “ya” utilizarás tu bakurihuja, eso es todo.

-Alasha, confío en lo que haces. Algo me dices que tienes razón; pero seré yo quien derrote a Naraku. Agregó en tono burlón.

-Descuida- contestó ella con una gran sonrisa. El plan marchaba perfecto.

Todos viajaban perfectamente hasta que comenzaron a sentir ruidos que los perseguían. Cuando miraron que eran, vieron a los pequeños monstruos que habían atacado a Sesshômaru días antes.

-¡Malditos!- dijo el youkai al tener que sacar su espada para matarlos uno por uno- esto nos retrasará.

-¿Algo se puede hacer?- preguntó la sacerdotisa mientras lanzaba flechas a todos esos individuos.

-¡Kikyo!- gritó la demonio que viajaba con Inuyasha- No derroches tantas flechas. Deja que Sango se encargue de destruir a los seres, tú sólo guía hacía el castillo.

-Bien- contestaron las dos mujeres.

Sesshômaru era el que más trabajo tenía, iba al frente de todos. Mostraba mucha valentía; pero no todo era tan bien. Recibían muchas heridas y golpes, además el camino al castillo parecía cada vez más largo.

-¡Maldición! No llegaremos más- protestó el hanyou.

Pero luego de habar dicho ese comentario, tuvieron que frenar de golpe. Habían llegado.

-¿Qué pasó? – se preguntaron todos sorprendidos.

El castillo era igual al anterior, la niebla cubría mucho el paisaje. Los ruidos a las aves se volvían molestos, cada vez había más. Muchos más.

-Tal vez ya es hora- murmuró un youkai de ojos verdes.

-El final- comentó el hanyou.


Continuará…


Perdón lo corto, espero verlas pronto. ^^