Desafiando al destino (Sess-Kag)

Re: Desafiando al destino (Sess-Kag)

Mañana les dejo mis agraecimienos por hoy la conttinuacion.





Finalmente su cuerpo fue sepultado y le pidió a todos los presentes que se retiran. Cuando todos se habían ido se recostó sobre la tumba de Inuyasha mientas sostenía una rosa con las manos –Te vengare Inuyasha, te juro que te vengare- Al decir esto las lagrimas no pudieron dejar de caer de sus ojos mientras que sostenía fuertemente la rosa provocando que sus manos sangraran.

-Te vengare, te vengare aunque eso me cueste la vida-

Capitulo 3 Confusión

Permaneció llorando sobre la tumba de su amado, mientras en su mente veía todos los momentos que habían pasado juntos, aquellos preciosos momentos que daría todo por vivir de nuevo.

Después de tanto llanto y de estar recostada en su tumba decidió levantarse. Su cara estaba hinchada por el llanto y su mano llena de sangre. Esa mano que durante mucho tiempo apretó con una rosa en ella, lo cual le había provocado esas profundas heridas…. Pero que era el dolor físico comparable con el de su alma. Nada. Su dolor era más aya de lo imaginable, de lo que cualquier persona podría sentir.

Vio fijamente la tumba que ahora quedaba completamente sola, adornada simplemente con flores. Y que ahora le causaba más tristeza que todo lo que había vivido.

Recordar…era lo que menos quería. No quería recordar que se lo habían arrebatado. Pero había algo que si quería recordar…que si debía recordar. Cambio súbitamente su mirada hacia su mano, esa mano herida y con sangre coagulada. Eso si le recordaría algo, pero no el dolor de perder a Inuyasha, sino, el jamás olvidar su promesa.

-Te vengare, te vengare aunque eso me cueste la vida-​

Esas frías palabras que lo decían todo. Venganza… eso era lo único que anhelaba. Aquello que ahora más que un anhelo, se había convertido en una promesa.

Y aquellas heridas que pronto se transformarían en cicatrices, serian la marca. La marca de su promesa. Su promesa de Venganza.

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Todos se encontraban muy preocupados por Kagome. No sabían como tomaría finalmente la muerte de Inuyasha y mucho menos que haría después de llegar a la aldea. No querían que se alejara de ellos.

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Su mirada siguió clavada en su mano durante unos segundos, mientras pensaba en que haría en ese momento. En que talvez no pensaría con cordura y sus movimientos serian completamente controlados por su dolor y deseo de venganza.

Pero no, no lo haría. Todos sus movimientos serian calculados e igualmente serian actuados de una manera fría para evitar cometer errores. Seria completamente fría y lo mas importante… se haría fuerte.

Camino algunos pasos y se adentro en el bosque donde el destino le haría una jugarreta.

Pasó lentamente varios árboles y sintió como si alguien se acercara a ella. Levanto suavemente el rostro, intentando ver quien se encontraba en frente de ella. Pero unos fuertes rayos de luz que se escabullían entre los árboles, solo le permitieron ver una cosa. Unos hermosos y profundos ojos miel que se clavaron como flecha en sus ojos. Estaba viéndolo a él…

-Inu…- Estaba a punto de decir su nombre, impresionada por verlo de nuevo. Por ver aquellos hermoso ojos que tanto la enloquecían.

Pero, no, esos no eran sus ojos. Tenían algo diferente. Eran fríos y calculadores, no calidos y dulces como los de Inuyasha. Y mas que nada, no tenían ese brillo en el ojo derecho. Ese brillo que tanto los caracterizaba. Aquel brillo que era causado por la perla negra. Perla que simbólicamente había sido guardada en su ojo derecho para el cuidado de la tumba de su padre.

No esos ojos no eran suyos, esos ojos le pertenecían a … Sesshomaru.

Los rayos de luz disminuyeron y sus sospechas fueron confirmadas. Era él. Él enigmático hermano de Inuyasha … Sesshomaru. No termino de nombrarlo. Bajo la mirada y siguió su camino sin siquiera mirarlo de nuevo. Se sentía tonta por tener un corazón tan débil.

Sesshomaru estaba levemente confundido. ¿Por qué lo había mirado de esa forma? Además estaba a punto de nombrar a su hermano. Tal vez ¿Lo había confundido? No eso no era posible, pero si era así la haría pagar. Pero… ¿Qué era ese poder?¿ Esa era la famosa Perla de Shikón? Ese extraño dije que colgaba de su cuello era la famosa perla.Si estaba seguro de que era ella. Lo que le parecía raro es que había podido arrebatársela a Naraku.

Siguió su camino buscando aquel olor que había percibido momentos antes. El que de hecho también había percibido en las ropas de aquella chica. El olor de Inuyasha, pero ese olor era distinto… le decía que este ya no se encontraba con vida; y mas aun que se combinaba con el olor de Naraku. Al caminar unos pasos encontro lo que buscaba.

Ahí enfrente del el se encontraba lo que confirmaba sus sospechas. Una tumba que en la lapida tenia aquel nombre grabado.

Inuyasha​

La persona que mi corazón jamás podrá olvidar. ​

¡Tonterías!- Pensó- Todavía que se había dejado asesinar por Naraku, fue sepultado como un estupido humano. Lo que debería hacer todo ser viviente es olvidarlo.

El olor del cuerpo de Inuyasha era confuso. Estaba lleno de aquel olor a cerezos que caracterizaba a la humana que lo acompañaba. Y su tumba estaba repleta de su sangre. Se notaba que había estado en sus últimos momentos acompañado por ella. Entonces ella sabia como había muerto y eso era lo que él quería saber.

Su mirada nuevamente se clavo en la tumba, pero el un objeto en especifico. Una extraña rosa color carmín que se encontraba repleta de sangre. Lo había notado cuando la había visto. Su mano derrama un poco de sangre. Ahora sabia cual era el motivo.

Estupidos- Pensó- Que tontos eran los humanos. Eran tan débiles, tal vez ese era su principal motivo por el que los odiaba.

Dio la vuelta y lentamente se retiro del lugar. Ahora lo que debía hacer era buscarla a ella y obtener respuestas.

CONTINUARA….

 

Re: Desafiando al destino (Sess-Kag)

Perdon por la tardanza en la continuacion he estareada y no he podido hacerla tan facilmente, igualmente ahi les dejo la continuacion espero que le haya agradado.


Entupidos- Pensó- Que tontos eran los humanos. Eran tan débiles, tal vez ese era su principal motivo por el que los odiaba.

Dio la vuelta y lentamente se retiro del lugar. Ahora lo que debía hacer era buscarla a ella y obtener respuestas.


Capitulo 4 Respuestas

Caminaba lentamente hacia la aldea. La verdad se sentía temerosa por llegar, no sabia como reaccionar.

Seguía con su uniforme escolar, aquel que se encontraba manchado con la sangre de Inuyasha. Eso le causaba algo de tristeza y quería quitárselo cuanto antes. Pero para hacerlo tenía que llegar a la aldea y eso le seria realmente difícil.

Su mente era nublada por muchas ideas, la muerte de InuYasha, el encuentro con Sesshomaru y su próxima llegada a la aldea. Pero finalmente estaba a unos pasos de llegar ahí y decidió seguir su camino. Entro lentamente a la cabaña donde se encontraban todos y enseguida llamo las miradas de estos.

-Kagome- dijeron todos en unísono para después solo mirarla impresionados.

-Hola Chicos- Respondió tímidamente y con voz baja.

-¿Cómo te encuentras Kagome?-

-Bien Sango solo necesito cambiarme de ropa- Dijo con una sonrisa falsa- Anciana kaede podría prestarme algunas ropas-

-Claro- respondió la anciana mientras salía de la cabaña para buscar las ropas

-Creo que debería descansar señorita Kagome, este día no ha sido nada fácil para ninguno de nosotros, mucho menos para usted-

-No se preocupe Monje Miroku tan solo me cambiare y saldré un momento, necesito pensar-

-Esta bien, lo que usted desee-

La anciana entro a la cabaña con algunos ropajes en sus manos, a Kagome no le impresiono verlos. Eran ropas de sacerdotisa aquellos ropajes que en realidad no le agradaban mucho. Tomo las ropas y salio lentamente de la cabaña dirigiéndose hacia el rió.

La noche era muy bella, la luna era llena lo que hacia una visión de aquel rió más que alucinante. Era una noche fría pero eso realmente no le importo.
Lo único que quería era quitarse esa ropa, se quito lentamente las prendas para después entrar al rió. Un fuerte escalofrió recorrió su cuerpo pero sin pensarlo entro al agua. Al salir tomo aquellas ropas que le había dado la anciana Kaede y se cambio rápidamente.

Seguía bastante confundida no sabia que hacer y eso la hacia sentir inútil. Necesitaba a InuYasha, realmente lo necesitaba.

Se sentó a las orillas del rió para seguir con sus pensamientos. Miraba la luna, era hermosa. Hacían falta pocos días para que fuera luna nueva, para que el perdiera sus poderes. No, no debía pensar mas en el, pero todo se lo recordaba. De su traje saco aquel rosario que le había puesto a InuYasha el día que le conoció. Sabia que se había propuesto ya no recordarlo y que este rosario le impediría cumplirlo, pero no podía quería tener algo de el cerca de ella.

Junto la valiosa perla al rosario para después colocarlo en su cuello. Así podría protegerla, así se sentiría protegida. Miro por algunos instantes la perla, pensando en que era extraño que ahora se encontrase en sus manos, que Naraku había permitido que se la quedase, ¿Seria una trampa? No lo sabía y lo averiguaría .Siguió adentrada por algunos momentos en sus pensamientos, pero aquella voz la interrumpió.

-¿Cómo murió?-

Volteo inmediatamente para de nuevo verlo a el, al hermano de InuYasha, Sesshomaru. Giro el rostro rápidamente, no quería verlo. El no solo se lo recordaba, sino que en momentos lo confundía y eso le causaba dolor. Analizo un poco lo que le había dicho y no pudo detener sus palabras.

-InuYasha- Dijo en voz baja mientras que lo volvía a recordar

¿Como murió?- Recalco ahora con voz fuerte

-No se porque te interesa- Suspiro- Jamás te importo lo que le ocurriera- Kagome no pudo evitar todas las ocasiones que InuYasha había peleado con Sesshomaru y que había perdido el control.

Sesshomaru no hablo. No tenía por que responder eso, pensaba una y otra vez, pero finalmente lo hizo, respondió a su pregunta.

-No creas que me importa su muerte, simplemente me molesta que no haya sido yo quien acabara con el-

Esta respuesta molesto mucho a Kagome y sin pensar en consecuencias se levanto y muy molesta le respondió- Si eso es lo que opinas no te molestes yo jamás te diré el como murió-

Sesshomaru se lanzo rápidamente a ella y la tomo por el cuello –Jamás vuelvas a hablarme así- En ese momento algo llamo la atención de Sesshomaru. La mirada de esa humana no era común. No lo miraba con terror como normalmente lo hacían los humanos que se metían en su camino, sino la veía retadoramente, con odio. La lanzo fuertemente provocando que cayera a varios metros atrás- Crees que solamente puedes decírmelo tu, estas equivocada- Sesshomaru dio la vuelta y lentamente se alejaba.

El golpe había sido muy fuerte, el cuerpo le dolía fuertemente. Pero saco las fuerzas para levantarse y mirarlo como anteriormente lo había hecho. Con odio, lo odiaba por odiar a InuYasha, lo odiaba por no poder hacer nada y tan solo mirarlo mientras se alejaba.

Cayó estrepitosamente al suelo, no le quedaban fuerzas para mantenerse en pie. Sus ojos se cerraban lentamente mientras perdía el conocimiento. Y eso nuevamente le decía una cosa. Tenia que hacerse fuerte

Continuara….