Drake Orestes Había perdido el toque completamente. Justo cuando se necesitaba una mínima cosa, ya no estaba a tu alcance. ¿Porque estaba pasando esto? Ya son las dos de la mañana, por amor de Arceus, pinshis dados. ... ¿Quién dijo eso? Pico: 3/5
Drake Orestes Me iba a ir con las manos vacías, que lo estaba viendo. La suerte me jugaba en contra y el pico anterior que se había llevado toda la gloria era sustituido por uno embrujado que hacía todo mal. Esta historia terminaría en el momento en que el pico se rompiera y con él toda la colina al irse abajo llevándome consigo. La Colina Kilima pasaría a llamarse la Llanura Kilima sin adivinar que el cadáver de un adolescente de Sinnoh se encontraba en el subsuelo de lo que antes era una mina de gemas. Vale, ahora sí estaba exagerando. Pico: 4/5
Drake Orestes Con mucho cansancio y algo desmotivado, di los últimos golpes del martillo hasta que se rompió, haciendo una última muesca en la pared del que podía surgir un último milagro. ¡No me hagas volver con más manos vacías, colina! Era vergonzoso. Pico: 5/5
Drake Orestes La tercera es la vencida, dicen. Esperaba fuera real. Esta vez, sin embargo, me centre en buscar un buen lugar. Traté de buscar una zona que estuviera más avanzada que las demás, teniendo así indicios de que al menos a alguien le había ido bien en esa zona. Luego de encontrar tal sitio, empecé con pocas esperanzas.
Drake Orestes Realmente no era necesario un pico. ¡Scizor era tipo acero! Estaba seguro de que sus golpes con sus cuchillas serían más efectivos en la tierra que el pobre pico que me habían entregado. Aunque claro, eso haría que las garras de Scizor perdieran filo, lo que sería contraproducente en combate. Mejor volvía al plan inicial. Pico 2/5
Drake Orestes Por fin después de lo que habían parecido decadas, una gema salió de entre las piedras. Ni siquiera perdí tiempo en recogerla: segui picando estrepitosamente esa misma zona, esperando un milagro. Pico 3/5 Gemas; 1
Drake Orestes Ya con mis dos gemas en mano, lancé el pico al aire y lo vi caer y volverse añicos. No lo necesitaba más por el momento, yo me largaba a Ciudad Zanami. Pero antes, a cobrar.
Drake Orestes Luego de un buen tiempo, había vuelto a la colina a retomar mi trabajo favorito de Udan: picar la colina en busca de gemas. Era bastante tranquilizador, las rocas caían al picar como si fuera tierra, probablemente ya la mayor parte erosionada por el calor constante de la zona. Algunas veces habían pedruscos imposibles de romper, y lo mejor en esos casos era picar alrededor hasta que la piedra caía. Una vez había caído una piedra tan grande que pude hacer el resto del trabajo sentado sobre ella. Así que, sin distraerme más, me puse manos a la obra. Pico: 1/5
Drake Orestes Por el momento no había suerte, y eso que había escogido una buena zona. Con el tiempo me había acostumbrado a inspeccionar bien el terreno a picar, y sabía que lugares donde casi no hubiera restos de otros mineros probablemente aún no había sido bien revisado y tenía más probabilidades de tener gemas escondidas cerca. Al estar usando picos débiles, tenía que centrarme en la menor cantidad de tierra por picar posible. Pico: 2/5
Drake Orestes Nada, no salía nada por el momento. Había que ser paciente, sin embargo. Había buenas rachas, y había rachas terribles donde pasabas las horas bajo el sol sin ninguna ganancia. Eran gajes del oficio. 3/5
Drake Orestes Por fin, luego de intentarlo un buen rato, la primera gema hizo acto de presencia. ¡Genial! Con esto y algo más ya valdria la pena el trabajo hecho. Decidí seguir en la misma zona con más ahínco, porque donde había una bien podía haber otra que le siguiera. 4/5
Drake Orestes La segunda gema no se hizo esperar, aumentando mi confianza con la zona elegida. Seguí picando en el mismo lugar, aunque sabía que muy pronto el pico se rompería sin más. Cuando eso pasará, me daría un viaje rápido por la ciudad y volvería en una exhalación. 5/5
Drake Orestes Luego de ir a buscar otro pico, volví al trabajo nuevamente. Tenía que seguir por el mismo lugar, porque probablemente ahí seguirían las demás gemas escondidas. Esperaba no me tomara mucho tiempo, o la noche me agarraría en la colina. 1/5
Drake Orestes Empecé con el pie izquierdo, pues por más que picaba no salía nada. Aún así solo estábamos calentando, y decidí tomarmelo con calma. Al final de cuentas este trabajo siempre valía la pena. 2/5
Drake Orestes La primera gema cayó al poco tiempo. ¡Genial! Ya faltaba menos. Me guíe del lugar donde había caído la gema para hacer un barrido en horizontal, esperando encontrar más por esa zona. 3/5
Drake Orestes Casi siempre caían seguidas, y está vez la segunda gema no se hizo esperar. A este ritmo, podría avanzar con mayor velocidad para la siguiente prueba. ¡A por todas! 4/5
Drake Orestes Había encontrado un buen lugar, pues la tercera gema no tardó en salir. En algún momento el pico se rompería y tendría que volver por otro, así que hice otro barrido evitando desgastar demasiado la punta del pico, para que durará lo más posible en busca de la cuarta gema. Cuando se rompió, fui directo a cambiarlo. 5/5
Drake Orestes Probablemente en la tercera lograría conseguir más gemas. Decidí intentar picar más arriba que de costumbre, aunque eso significaba que podría caerme piedras en la cara. Era un precio a pagar por conseguir las gemas necesarias para el avance. 1/5
Drake Orestes Había pensando que había encontrado una, pero era un simple pedrusco, que encima casi me cae en la cabeza. Ops. Debía seguir intentando, sin embargo. Ya si veía que no había suerte volvería a intentar por debajo. 2/5
Drake Orestes Nada, nada todavía. Quizás lo estaba planteando mal, y luego de pensarlo un poco decidí volver abajo a seguir con lo que ya conocía. Mejor eso que perder el tiempo sin ganancia alguna. 3/5