Le miré y sonreí. --Creo que te juzgué mal antes Alpha, no eres tan creido como pensaba. --reí. Me giré y puse mi oído en la puerta de nuestra habitación. No se oía nada. Esta se a ido. Me puse de pie y suspiré. --Al parecer Destiny se ha marchado sin mi. Creo que iré al comedor, ya que dentro de unos minutos será la comida. ¿Quieres venir conmigo?
--¡Pues marchando al comedor! Bajamos las escaleras y al fondo se encontraba el comedor, uno de mis lugares favoritos. Me di una vuelta por la barra libre. Que podía comer. Todo tenía tan buena pinta... Al fin me decidí por comer pasta y me senté en una de las mesas al lado de la ventana mientras esperaba a Alpha.
Aun no me decidía y esta chica fue rápida- mmm.....creo que comeré carne- tome mi plato y llegue a la mesa- bien llegue- le dije sentándome.
Por fin logramos llegar a Tempera... solté a @Ukita y @Emily para poder localizar un centro pokémon y curar a mis compañeros — Ya vengo... iré al centro pokemon ¿si? — y dicho esto corrí hacia allá lo mas rapido posible
Me senté en una banca luego de que Liza se fuera hacía el centro pokémon, sin darme opurtunidad de contestarle o de preguntarle ¿Cómo supo lo de la nutria? Según yo, sólo lo había pensado, no dicho, así que aquello me sorprendía un poco, sin embargo decidí no preocuparme. Saqué a mis pokémon y jugé un poco con ellos, antes de ver a Dante pasar corriendo; más ésta vez lo dejé pasar, no me interesaba molestarlo por ahora.
Llegue al centro pokemon y le pedi a la enfermera Joy que si podía curar a mis pokémon, ella asintió y no mucho después me los devolvió ya curados, agradecí y salí de allí — ¿Quienes habrán sido los entrenadores de esos pokémon? — me pregunté recordando el combate en la cueva
En cuanto vi a Dante salir del lugar recordé el porque de mi visita a la tienda, saqué varias prendas de mi mochila y me alejé un poco. Siete minutos después estaba plantado en la esquina de la calle, con un traje de anciano sofistcado puesto; incluyendo un bastón, sombrero y monóculo, y me le quedé mirando fijamente hasta que se acercara.
Ya había logrado ver a Ukita y Emily pero si quería volver con ellos tendría que pasar por ese extraño anciano que me miraba fijamente — Ehh... ¿esta usted bien señor? — me atreví a preguntarle
En cuanto Dante hizo contacto visual conmigo puse en marcha mi plan. —Oh, claro jovencito —le dije con voz de viejo, pero con tono de quién tiene demasiada confianza en si mismo—, sólo me gusta pararme aquí y dar recorridos a los turistas, así que ¡Empecemos! —Y sin darle tiempo de reaccionar lo cogí del brazo y lo arrastré hacía donde el estaba hace poco: el centro pokémon. —Esto que ves aquí hijo es el centro pokémon, un lugar donde puedes curar a tus pokémon cuando están heridos, supongo que debe ser nuevo para tí debido a que eres un novato, pero no te preocupes, que para eso estoy yo. —Y lo arrastré al siguiente destino sin darle oportunidad de objetar nada.
— Eh... señor... no soy tan novato aunque lo parezca — dije intentado ubicar el próximo destino que me esperaba siendo arrastrado por el señor
Yo me quede algo alejada y vi como Ian se cambiaba de ropa y luego arrastraba a Dante por varios sitios explicándole cosas. Me reí y luego me senté en un banquito que había por ahí mientras los miraba sonriendo
Ya habia terminado de comer y me retire del centro- ¡A buscar un oponente!- empeze a buscar por la ciudad y note a un anciano arrastrando a un viejo "conocido".
—Nuestro siguiente destino es la tienda pokémon —le dije mientras nos plantabamos frente a ella—, un lugar donde puedes comprar todo lo necesario para tus pokémon: desde pociones hasta esteroides... digo "vitaminas". Sin embargo el servicio es pésimo —le comenté con cierta molestia en mi voz—, así que lo mejor es comprarlas vía pokédex —le dije al tiempo que sacaba la mía—, pero esa es otra historia, ¡Sigamos! —Y así lo tomé del brazo y voví a arrastrarlo.
Ya me estaba dando pena el pobre muchacho así que decidí interferir- Abuelito, no te veía hace años- le hable al anciano y le hice una señal a Dante para que escapara de sus brazos.
—Genial —le dije alegre—, otro muchacho a quién ayudar, ¡Avancemos! —Y los tomé a ambos del brazo para seguir el tour.
Vi la interacción del “chico marvado que odia que atrape pokémons y vive jodiéndome la vida” para salvar a Dante de Ian. Puede que en el fondo no sea tan malo pero en realidad había ganas de ver que más tenía en mente Ian...digo, el abuelito
— Señor... enserio... yo ya conozco todo eso — le dije y luego mire a alpha ahora estaba en la misma situacion que yo — Hola alpha... que lindo tu abuelo... dando recorridos a los turistas — me intentaba soltar del agarre del abuelo pero me era imposible... tenia mucha fuerza