Ciudad Lienzo (Rol Base)

Aterrizamos a gran velocidad a la ciudad y me dirigí dando saltitos al Centro Pokémon, sin poder dejar de sonreir. Una vez dejé a mi equipo con Joy para que descansaran subí a mi cuarto asignado y tras cerrar la puerta y dejar mis cosas tiradas en el suelo, salté a la cama y traté de dormir un poco pero aún sentía que me quedaban energías. No podía creerme todo lo que pasó en el día y la reciente evolucióna Rhyperior de mi viejo Rhyhorn, que me estuvo acompañando desde hace mucho tiempo en mi viaje. Poco a poco me fui durmiendo hasta quedarme completamente abrazada a la almohada, sin perder la alegría en mi cara.

 

Al llegar, me estiré hacia arriba, y Espeon hacia alante. Devolví a Noivern a su Pokéball, y decidí darme una vuelta.
--Bendito día...--murmuré

 

Desperté tras una buena siesta con más energías aún y salté de la cama para irme a vestir. Me había entrado hambre y no quería tardar mucho en ir a por algo. Una vez me duché y me cambié de ropa, me fui directa abajo pero para mi desgracia el comedor del C.P estaba cerrado...

—Genial...pero eso no quita que no pueda comprarme algo por ahí. —sonreí y eché a correr hacia afuera directa a algún quiosco de la zona.

Una vez compré un dulce para matar el gusanillo caminé de vuelta al centro pero para mi sorpresa me encontré a Des y Espeon de nuevo caminando. Me acerqué a entrenadora y pokémon y en eso recordé algo.

—¡Destiny! ¡Destiny! ¡Destiny! —exclamé mientras me acercaba correteando. —¿Recuerdas ese aviso que nos dieron a las dos sobre el combate que íbamos a tener contra dos de los Ganma? ¿Era en esta ciudad?

 

No me hizo falta averiguar quien era la que llamaba... Reconocería esa voz en cualquier sitio. La miré atendiendo a lo que decía, y empecé ha hacer memoria, pero al no acordarme, decidí sacar el holomisor y mirar.

--Emmmm... Sí, era aquí... espera... ¿¡Cómo que lagartija!?

 

Miré con una gota de sudor en la cara como miraba su holomisor...esta no se acordaba de nada. Reí ante su reacción al leer todo el mensaje y miré a todos lados. Quizás ya estarían por aquí.

—Tranquila...tampoco es el fin del mundo. ¿Crees que estarán por aquí?

Contenido oculto

@GalladeLucario

 

Di una risa macabra, y luego volví a guardar mi holomisor.
--Ya... Pero por aquí llueven hostias, y esos tienen cara da aeropuerto... Pero bueno, me toca contenerme.

 

Di un par de pasitos hasta alejarme unos centímetros de ella por puro miedo y me senté en el suelo para sacar de mi bolsillo una pequeña pelota y comencé a jugar a pasarmela de una mano a otra para no aburrirme con la espera.

 

(Destiny es la hija perdida de Maléfica (?) XDDDDD)

Llevé mis manos tras la cabeza y miré al cielo, pero noté algo raro en mi pokémon psíquico. Empezó a mover la cabeza siguiendo con la mirada algo...

--Gato... ¡Hey! ¡Gato! ¿Qué pasa? -- le pregunté moviendo mi mano derecha frente a él, pero seguía igual

 

(xDDD)

Noté que el Espeon de Destiny me miraba mucho y llegué a entender la cosa, era por la pelotita. Fruncí el ceño levemente sin perder mi sonrisa y me di la vuelta para esta vez pasarmela de mano en mano mientras rodaba por el suelo. Nadie me iba a quitar mi pelota. NADIE.

 

Miré a donde miraba Espeon. Algo difícil, porque tuve que agacharme a su altura.
--Ya veo...-- dije volviendo a estar de pie
Espeon se preparó poniendo su pose de acechador, y cuando se sintiera preparado, saltaría rápidamente.

 

—Espeon ni se te ocurra...—le avisé de espaldas a él sin siquiera voltearme a verle.

 

(@GalladeLucario !!!!! DDDDX Espeon está a punto de cometer un asesinato, y no vienes :c)

Espeon saltó primero a la cabeza de la entrenadora, y rápidamente, pasó al suelo. Velozmente, le arrebató el juguete a Liza, y se alejó un poco.
--Hy que ser crío...

 

(¿Eeeeh? ¿Me querías asesinar? QnQ)

—¡Te dije que no lo hicieras! —exclamé al verlo alejarse y saqué de mala gana a Slaking y Rhyperior para que me la trajeran de vuelta al estilo Black y White.

Una vez Slaking cogió con velocidad al pokémon, le quitó la pelota y se la pasó a Rhyperior quien me la trajo y me la guardé de nuevo en el bolsillo para ver acercarse a los dos, uno de ellos con Espeon cogiendo por la cola. Me crucé de brazos aún en el suelo y le pedí que dejara al pokémon en el suelo para volver los dos a sus respectivas balls.

 

(Es una forma de hablar niña! XD PD: ¡Salseo! XDDDD)

Espeon se sacudió cuando lo soltaron. Odiaba que alguien que no conocía le tocaba. Menudo finolis...
Me reí al ver tal espectáculo, pero paré al ver que Espeon se acercaba y se ponía a dos patas y se apoyaba en mi con sus patas delanteras para que lo cogiera. Aunque pesara, lo cogí, y le acaricié la cabeza.
--Es mala... ¿Verdad?-- susurré riendo, y recibiendo un asentimiento por parte del enojado pokémon

 

Desperté.

Sobre mi pecho dormía el pequeño Shinx. Serperior, junto a la ventana, contemplaba el exterior. Al parecer los demás habían regresado por cuenta propia a sus pokébolas, ya que los esféricos se encontraban desperdigados a lo largo y ancho de la habitación.

Supiré y acaricié la cabeza de Shinx, que ronroneó... Había vivido uno de los sueños más épicos y extraños de toda mi vida, pues todo lo que aconteció en el Laberinto se sintió muy real, demasiado real. Definitivamente, era algo que no podrían enseñar los miles de libros que había leído en aquella biblioteca en la que trabajé cuando apenas era un niño.

Levanté una muñeca y, a contraluz, volví a inspeccionar de cerca la pulsera que me habían hecho llegar. Artefacto curioso, sí señor. Tenía ganas de usarla de vuelta, para seguir estudiando el Claro de los Sueños, pero ya había descansado lo suficiente como para volver a dormirme. Además, tenía que recolectar y ordenar las pokébolas en mi cinturón.

Con cuidado, dejé al dormido Shinx sobre el colchón y me puse a recoger las esferas Alguna habían rodado hasta desaparecer debajo de algún mueble, por lo que tenía que tomarme la molestia de agacharme. Serperior me ayudó en la tarea, que fue bastante rápida.

Sin embargo...

Tenía una pokébola de más... Entonces recordé lo que había pasado en el laberinto.

—Sal de tu pokébola —dije suavemente, arrojándola al centro de la habitación.

Cresselia surgió del interior, y nos miró con bondad.

 

(¡Que no me llames niña! PD: Nah, solo hablamos como gente civilizada (?))

Bufé cruzándome de brazos y mirando a otro lado al escuchar su susurro.

—Y lo dice la loca de los trapos...

 

(Vale vale... OwO PD: Claaaaaaaaroh!!)

--Mis sentimientos por ti son mutuos Liz-- Dije sonriendo si dejar de acariciar la cabeza al pokémon psíquico, el cual empezó a ronronear, pero en su cabeza pasaban varias cosas.

 

—Increíble y maravilloso —alcancé a murmurar, mirando al pokémon legendario que, a partir de ahora, sería parte de mi equipo.

Serperior, si bien siempre mostraba una expresión impasible, también estaba sorprendido ante la aparición de Cresselia. En ese instante, Shinx despertó y, al ver a la Guardiana de los Sueños, se acercó feliz a saludarla. Ella, con mucha bondad, le acarició la cabecita con su hocico. El tipo eléctrico rió, encantado.

Yo también sonreí, feliz de que un pokémon como ella formara parte de nuestro grupo. Me acerqué a Cresselia.

—Bienvenida al equipo —dije.

 

(Bien e.e)

—¿Me tomo eso para bien o para mal? —pregunté un tanto confundida pero preferí dejarlo pasar y tomé mi mochila a modo de almohada para apoyar mi cabeza y tumbarme, aprovechando el césped en el que me encontraba.

 

(Te lo diré después (?))

Espeon decidió bajar, y se sentó en el suelo, al igual que yo, quedando mi pokémon frente a mi.
--Menudos lentorros... ¿Les habrá secuestrado un Hypno?