Ciudad Aerosol

Sentí algo de calor ante tan inesperado halago, pero simplemente decidí limitarme a sonreir y agradecer sus palabras con un honesto y sincero "gracias", mientras mi pokémon esquivaba el Puño Bala.

—Ahora, Gallade, ¡dale con tu Puño Incremento!


GALLADE: Psíquico/Lucha (Balanceado)
Justiciero: Ataques tipo siniestro que reciba este pokémon subirán en 10 su Fuerza.
Salud: 136/136
Fuerza: 280 (80)
Resistencia: 200 (20)
Agilidad: 0/3 (90 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Divide Dolor (Suma los ps de ambos pokémon y los divide en dos, repartiendo entre ambos el resultado) (Usos: 0/2)
-Psico-corte (60 Potencia, Psíquico) (Usos: 3/4)
-Puño incremento (30 Potencia, Lucha, cada vez que se usa aumenta en 10 su fuerza)
-Sombra Vil (30 Potencia, Fantasma, requiere de 2 puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 3/5)

 

El ataque del grandioso Gallad acabó con mi viejo Metagross, era momento de usar algo eficaz, y combatir contra mi fobia de paso...

—Spiritomb... ve—dije, temblando ante la grotesca presencia de mi pokémon.—Usa... eh... ¡Bola Sombra!— me flaqueó la voz, tragué saliva, e intenté disimular mi miedo a los fantasmas.



SPIRITOMB: Fantasma/Siniestro (Resistente)
Aura Negra: 20 más de potencia para ataques de tipo siniestro y fantasma, y 20 menos para tipo hada y psíquico, sea quien sea el ejecutor.
Salud: 100/100
Fuerza: 184
Resistencia: 216
Agilidad: 1/1 (35 de Velocidad)
Movimientos:
-Pulso Umbrío (80 Potencia, Siniestro) (Usos: 4/4)
-Bola Sombra (80 Potencia, Fantasma) (Usos: 3/4)
-Maquinación (Aumenta en 20 la fuerza propia) (Usos: 5/5)
-Sombra Vil (50 Potencia, Fantasma; necesita de dos puntos para esquivar) (Usos: 5/5)

 

Alcé una ceja ante el extraño comportamiento de Ukita… ¿por qué temblaba en presencia de su propio pokémon? Sin embargo, por esa distracción, Gallade no oyó comando de mi parte ni evitó el ataque, recibiendo la bola sombra de lleno en la cara; gracias al sacrificio de Blissey, logró aguantar, pero no sabía por cuanto más, había sido un tremendo golpe…

—Por favor, Gallade, aguanta un poco más… usa Sombra Vil.


GALLADE: Psíquico/Lucha (Balanceado)
Justiciero: Ataques tipo siniestro que reciba este pokémon subirán en 10 su Fuerza.
Salud: 32/136
Fuerza: 280 (80)
Resistencia: 200 (20)
Agilidad: 0/3 (90 de Velocidad) (10)
Movimientos:
-Divide Dolor (Suma los ps de ambos pokémon y los divide en dos, repartiendo entre ambos el resultado) (Usos: 0/2)
-Psico-corte (40 Potencia, Psíquico) (Usos: 3/4)
-Puño incremento (30 Potencia, Lucha, cada vez que se usa aumenta en 10 su fuerza)
-Sombra Vil (50 Potencia, Fantasma, requiere de 2 puntos de agilidad para esquivarse) (Usos: 2/5)

 

El movimiento devastó a mi pokémon, y así perdí el combate. Regresé al fantasma a su pokeball.

—¡Oh demonios, no conté con que la habilidad te beneficiaba a ti también!— Siempre era el mismo problema con él, pero creo que esta batalla me había mostrado algo: A partir de ahora quería entrenar con Effy, que me ayude a mejorar, y ser tan buena como ella eventualmente—. ¡Effy te lo suplico, déjame acompañarte en tu entrenamiento, por favor!— Corrí hacia la muchacha y le rogué.

 

Salí del aeropuerto con una gran sonrisa, acompañado de Fósforo, mi indisciplinado y prepotente Blaziken. Deseosos de poder pelear otra vez, por deporte, en vez de nuestras vidas, para variar. El clima en ciudad Aerosol estaba agradable, el viento soplaba con gusto y el sol no quemaba en lo absoluto.

—¿Dónde estarán Effy y los otros?—le pregunté al inicial poniendo mi mano sobre los ojos para "ver mejor". Saqué mi holomisor y llamé a la entrenadora:

—¡Effy! ¿qué hay? —la saludé con la mano sonriendo—. Estoy en Aerosol, ¿dónde estás? ¡Quiero una pelea!—dije con ánimos a la entrenadora.

 

La batalla llegó a su final en cuanto el ataque impactó contra Spiritomb; al parecer, Ukita no había contado conque Aura Negra beneficiaba tanto a su pokémon como al mío. Pero en cuanto concluyó, el otro entrenador se me acercó y comenzó a suplicar que me pudiera acompañar en el entrenamiento… sonreí con suavidad, ¿cómo podía decirle que no?

—Claro que sí, viajemos juntos… será divertido, aunque no será un entrenamiento ligero, de eso seguro —decidí, cruzándome de brazos. Gallade imitó este gesto. Recordé que mi último viaje de entrenamiento fue con Hubert, Chad y Mitsuki… me preguntaba en que andarían todos ellos, y si resumirían el entrenamiento conmigo si se los proponía…

Y hablando de Roma, mi Holomisor comenzó a sonar; se trataba de Chad, cuyo pequeña imágen holográfica me devolvió una enérgica sonrisa.

—¡Chad! Ukita y yo nos encontramos en Ciudad Aerosol también, frente al centro pokémon —le informé con emoción—. Claro, te esperaremos aquí, dentro del centro pokémon.

Unas frases de despedida después, la conversación terminó. Me dirigí a Ukita nuevamente e ingresamos otra vez al centro pokémon para curar a nuestros compañeros.

Contenido oculto

No se ustedes, pero en mi cabeza los Holomisores se ven así:



Sentí la necesidad de decirlo (?)

 

Drifloon escapo de su pokéball como siempre, le mostré una linda sonrisa, le había dicho que me sentía mejor, ya no estaba mareada, ni con dolor de cabeza.

—Venga Drifloon, estoy bien —comencé a camina seguida de ella —, podemos seguir con nuestro viaje luego de comer algo dulce, como un pastelillo, y a ti te daré algo sabroso —mi animo de siempre comenzó a salir a flote mientras mi cabeza se llenaba de imágenes de dulces y pasteles.

Al llegar al centro pokémon había logrado ver a Effy junto a otro entrenador, me emocione, ella era fuerte y hábil, de seguro me puede ayudar en algo para mejorar.
Entre corriendo buscando a Effy con la vista, al verla nuevamente sonreí, camine hasta ella y la salude con un gesto de mano.

—Hola, Effy —salude con voz enérgica y entusiasta.

 

¡Effy había accedido a entrenar conmigo!

—¡No importa qué tan duro sea, quiero llegar a ser tan bueno como tú Effy!— Después de esto entramos al Centro Pokémon para recuperar las energías de nuestros pokémon, mientras nos atendían, una muchacha se acercó a Effy y la saludó, yo no la conocía, o al menos no la recordaba.

Por otro lado, una llamada de Chad había acontecido antes, lo esperaríamos todavía, él quería luchar contra Effy, quizás podía sacar provecho de esto, hasta un combate cooperativo podría ocurrir si es que la amiga de Effy se animaba, tantas cosas volaron por mi cabeza en torno a mi entrenamiento y progreso.

 

—Me halagas demasiado, Ukita —reí mientras hacíamos nuestro camino hacia el mostrador; era raro recibir tales cumplidos por parte de un entrenador tan bueno que incluso había logrado atrapar al legendario Entei.

La enfermera tomó las pokebolas de Gallade y Blissey, mientras que Ukita le tendió las de Spiritomb, Metagross y Venusaur, y la mujer se puso de inmediato a hacer su trabajo. Mientras aguardábamos, una voz femenina llegó a nuestros oídos, llamando mi nombre; se trataba de Elisa, acompañada por su siempre leal Drifloon, quien acudía a saludarme.

—¡Elisa! Ha pasado mucho tiempo —saludé con emoción, luego procedí a las presentaciones—. Oh, ella es Elisa; Elisa, conoce a Ukita.

 

Llegamos al Centro pokémon minutos después de la llamada con Effy. Entramos por las puertas corredizas para ver a la entrenadora, Ukita y a Elisa en la recepción.

—¡Aquí estoy! —exclamé un poco agotado, apoyandome en mis rodillas. Habíamos hecho una carrera con Fósforo, la cuál naturalmente ganó (con trampas)—¡Hola, Ukita! —lo saludé con la mano recuperando el aliento. Luego miré a la entrenadora del Drifloon—. Hola, Elisa, ¿qué te pasó en Sinnoh? ¿estás bien?—le pregunté. No la había visto después de entrar a la caverna en Monte Corona... de hecho, tampoco había visto a Rojo... pero si a ella le fue bien, supongo que a él también.

 

—Oh, oh, mucho gusto Elisa, yo me llamo Ukitashi, pero puedes llamarme Ukita...— Le extendí la mano como saludo, si era amiga de Eff de seguro era buena chica. Cerca a ella, levitando, había un pokémon, era un... fantasma. Traté de no decir nada y disimular mis nervios, creo hoy era el día de fastidiar a Ukita con su único miedo. Drifloon me miró confundido, o confundida.

En la recepción, agitado y con energías, apareció Chad, el héroe Sinnoh, creo que ese era su nuevo apodo, sonaba con mucho glamour pero la verdad es que poco lo conocía. Su pokémon al que llamaba Fósforo me caía bien.

¡Hola, Ukita! Fue lo primero que dijo al entrar—. ¡Hey, Chad, qué bueno que estés por aquí!

 

Apreté la mano de Ukita con una sonrisa —A mi llámame como gustes, pero mi nombre seguirá siendo Elisa —reí bajo y solté su mano, estaba apunto de pedirle a Effy que me ayudara a mejorar, cuando Chad hizo acto de presencia. Saludo a ambos con mucha energía y luego me pregunto sobre el monte corona, no sabia que responder, ya que no estaba segura de lo que me había pasado.

—No estoy segura de lo que me paso, primero me sentí mareada y luego desperté en la cueva del monte —baje la vista un poco apenada de lo que me paso, no fui de mucha ayuda.

Poco después apareció una chica siendo cargada por un Emboar, el pokemon la dejo frente a nosotros y la mire ladeando la cabeza, a ella no la conocía ni de vista. Drifloon levito alrededor de la chica para luego volver a mis brazos mientras los observaba a todos con curiosidad.

 

—¡Emi, te quedaste dormida!— Reí, Emboar había tenido que traerle desde la banca del parque hasta aquí—. Pues Effy me ganó, pero ahora he decidido entrenar con ella para mejorar mucho. ¿No es genial?

Drifloon seguía mirándome, de reojo pude notarlo... tenía algo contra mí seguramente.

 

Al escuchar lo que Ukita dijo sobre entrenar con Effy sonrió mientras me giraba completamente a él.
—¿Les molestaría si los acompaño en el entrenamiento?, siento que no he mejorado nada en mi viaje —pregunte tanto a Ukita como a Effy, esperaba que me dijeran que si, si no tendría que arreglármelas sola y eso nunca salia bien.

 

—Pues si para Eff no hay problema, yo digo que sí, ¡mientras más, mejor!— De repente la idea escapó de mi cabeza a mis palabras—. ¿Por qué no hacemos un combate cooperativo? Chad quiere enfrentarse a Effy, y yo nunca me he enfrentado a Chad, Elisa, tú podrías hacer equipo con él... ¿Qué les parece?

Tal vez Effy y Chad se traían algo personal, de ser así mi idea no podía darse, tal vez para después sería mejor.

 

Ladee un poco la cabeza en la confusión y Drifloon mi imito, ¿combate cooperativo?, nunca había oído de eso.

—¿Que es un combate cooperativo? —pregunte como niña pequeña que no logra captar lo que su maestro dice, supongo que era como pelear junto a alguien, pero me gustaba aclarar las dudas y no equivocarme luego.

 

Elisa no sabía lo que era un combate cooperativo, ¡era la primera persona que conocía que no sabía lo que eran!

—¡Es algo muy genial!— Inicié—. Se trata de un batalla en la que se enfrentar dos pares de entrenadores, uno pelea al lado de otro, contra otra dúo; lo bueno de esta modalidad, además de que permita conocer diferentes estilos y estrategias, ¡es que puede que dos movimientos aliados se unan y formen un súper movimiento especial!

Traté de ser lo más claro posible, aunque esto de ser profesor no me daba nunca, quizás fue por el entusiasmo de la idea que me precipité a explicarlo todo.

 

—Entonces es luchar en equipo, y dices que yo puedo formar equipo con Chad y tu con Effy —lo dije en palabras simples, en realidad me parecía buena idea, pero me ponía un poco nerviosa debido a que seria la primera ves en la que me encuentro en uno y no quería seguir ruinando las cosas.
Acaricie la cabeza de Drifloon con gesto pensativo —Si por ellos esta bien, supongo que por mi no hay problema.

 

—¡De maravilla entonces!—exclamé contento—. ¿Ustedes qué opinan, Chad, Effy?

Si aceptaban se armaría algo realmente genial, ojalá que sí.

Contenido oculto

@Hey Miguel @Nami Roronoa