Ciudad Óleo

El pequeño llevaba unos auriculares puestos, y no parecía tener pretensiones de quitárselos. Miraba al suelo con sus ojos azules, y el rostro lleno de pecas no hacía más que confirmar que el color rojizo de su cabello era natural.

Parecía muy callado, tanto, que no respondió directamente a Emily, sino que sacó un pequeño cuaderno y empezó a escribir... cuando terminó, le mostró la hoja a Emily.

"Hola. Sí, soy Paul".

 

El niño miró a Emily otra vez, pero fue por una fracción de segundo. En seguida, apartó la vista a su cuaderno, y escribió. Luego mostró el contenido.

"Era bueno. Estuvo conmigo ese día".

Y escribió más veces en el cuaderno.

"Yo sé quién se lo llevó. Puedo declarar".

 

Asintió, mirando al suelo. Y empezó a escribir.

Interrogatorio:
Sé quién se lo llevó.

"Pude verlos... estoy seguro de que fueron ellos los que se lo llevaron"

"Estábamos jugando, él, yo y Espurr"

"Y entonces aparecieron. Eran muchos, nos rodeaban"

"Y dijeron que querían llevárselo, ellos debieron ser"



... y cerró el cuaderno de un golpe, serio.

 

Frustrado, negó vehementemente con la cabeza. Y corrigió lo que había esrito

Interrogatorio: Actualizado
Sé quién se lo llevó.

"Pude verlos... estoy seguro de que fueron ellos los que se lo llevaron"

"Estábamos jugando, él, yo y Espurr"

"¡Aparecieron fantasmas! ¡Eran muchos fantasmas!"

"Salieron de la nada, cuando fuimos a abrir una puerta... ¡eran de verdad, seguro!"

"Y dijeron que querían llevárselo, ellos debieron ser"

 

Al sentirse presionado, las lágrimas acudieron a los ojos de Paul, que empezó a temblar.

—Eh —dijo George—, no te pases con Paul. Si tienes algo más que decir, que sea mostrando una prueba. No presiones en vano, o... te arrepentirás.

 

—¡Oh! —dijo, por primera vez, revelando una voz sorprendentemente grave. Luego, volvió a escribir.

"Es cierto. ¡Es verdad, creo que estábamos en la casa del terror!"

"Déjame volver a declarar"

Interrogatorio:
Sé quién se lo llevó (2)

¡Es cierto! ¡Estábamos en la casa encantada!

Recuerdo que entramos en la primera sala del ala este, en la planta baja, ¡y allí atacaron los fantasmas!

Puede ser que tengas razón... quizá fuesen solo parte del decorado.

¡Sí, eso tiene sentido, debe ser eso!

 

—¿Eh? —volvió a decir. Golpeó sus labios varias veces con el bolígrafo, y luego frunció el ceño.

"No, pero estoy totalmente seguro de que estábamos en el ala este"

Su rostro palideció.

"Entonces, ¿era verdad? Tenía razón, ¡fueron fantasmas de verdad! ¡Y oí cómo lo decían, que se lo iban a llevar! Ellos fueron".

Interrogatorio terminado.
Obtienes la declaración de Paul.

 

Pero de poco sirvió: Espurr seguía de cara a la pared, ignorando todo a su alrededor, entristecido y con los ojos abiertos enfocados en un punto fijo, en la nada...

 

Ian Lockhart

Frederick aportó lo mismo que me habría aportado el cadaver de Nina, puede que incluso menos. ¿No deberíamos llamar a alguien a que haga una autopsia del cuerpo? Un informe de la autopsia estaría bien, y un distintivo de letrado estaría aún mejor.

Sin demasiadas pistas, me dediqué a observar lo que el resto había juntado: fotos, dibujos y juguetes. ¿A quién se le había ocurrido traer el ábaco como prueba crucial del caso? Ni siquiera era un juguete, era un instrumento para realizar cálculos. Aunque, si solo te dedicabas a mover las piezas de un lado al otro, sí que podía ser un juguete.

Además, al parecer lo había usado hace poco, ya quw las piezas no estaban donde estarían usualmente; como no tenía mucho qué hacer, decidí ir a informarme sobre el ábaco con la persona que se lo había comprado: su madre.

...

—Disculpe que le moste señorita McRoy —exclamé al llegar con ella, soltando una risilla nerviosa, algo ensayada—. Creemos que nos será útil realizar un perfil más detallado de su hijo, y a mí, en lo personal, me ha llamado que entre sus juguetes tuviera un ábaco, y que además parece que lo usa, por la disposición en que está. ¿Podría contarme sobre él?

 

Ellie miró el ábaco de cerca.

—Oh, esto... ¿dónde lo encontraron? Mi hijo siempre lo llevaba encima, y a cada rato estaba cambiando las fichas de sitio. Era como una rutina. Tiene muchas manías y muchos... "TOCs", como los llamaba el psicólogo. A mí no me parece nada grave, así que lo dejaba hacer. Y suelen ser cosas muy particulares y metódicas, como ese ábaco. Desconozco cómo funcionará, pero sé que a cada cierto tiempo, movía las bolitas. Y juraría que lo hacía siempre al pasar la misma cantidad de tiempo, ¿como cada diez minutos o así? No estoy del todo segura, pero jamás se separaba de ese cacharro, necesitaba mover las bolitas cuando correspondía para poder estar tranquilo.

Ábaco actualizado.

 

Lucas Diamond

La investigación... estaba siendo algo compleja, la verdad. No creía entender nada, ¿qué hacía ese mecanismo ahí? ¿Por qué, repentinamente, había acabado en el mismo sitio donde Nina acabó muerta? Y lo peor de todo, ¿por qué juraría haber escuchado ese mismo chirrido cuando apareció el cadáver?

Todo resultaba muy confuso, era hora de investigar un poco más acerca de las pruebas que teníamos. Me llamaba especialmente la atención la fotografía en la que aparecía tan serio, así como el perturbador dibujo. Quizás convendría preguntar a sus amigos, los que acababan de llegar.

Los busqué, se encontraban en la planta baja y estaban juntos. Parecían muy mayores para un chico de seis años... ¿o no? Hablé con uno que parecía llamarse Paul.

—Hola chico. ¿Sabes algo acerca de este dibujo y por qué Ronnei lo pintó?

 

Paul miró de cerca el dibujo, y pareció admirarlo, con la boca abierta, emocionado. Escribió algo, y luego lo mostró.

"Un dibujo bueno, aunque simple y tétrico".

Luego, volvió a escribir.

"Ronnie nos hablaba de sus amigos. Decía que no podía explicarlo, pero que sentía que alguien estaba siempre con él, de algún modo. ¿Podría ser un fantasma?"

Dibujo de Ronnie actualizado.