—Aguanta eso, Marowak, sé que puedes… y ahora, ¡Huesomerang! MAROWAK: Fantasma/Fuego (Resistente) Geostal Pararrayos: absorbe y atrae movimientos de tipo eléctrico, que además aumentan en 20 su fuerza. En Tormenta, se curará 1/16 de sus PS. Salud: 113/120 Fuerza: 140 (10) Resistencia: 203 (13) Agilidad: 1/1 (49 de Velocidad) (4) Movimientos: -Huesomerang (40 Potencia, Tierra, golpea dos veces) (Usos: 2/2) -Hueso Sombrío (65 Potencia, Fantasma (Base 50, +15 STAB)) -Terremoto (60 Potencia, Tierra) (Usos: 3/4) -Envite Ígneo (90 Potencia, Fuego, recibe 1/4 del daño causado (base 70, +20 STAB)) ATAQUES Z: -Terremoto > Barrena Telúrica (100 Potencia, Tierra, ineludible, sobrepasa protección con 1/2 de potencia)
El hueso en llamas impactó de lleno en Omanyte. El pobre pokémon no pudo soportar tal ataque, tan débil y pequeñajo como era, y cayó debilitado. +180 Experiencia +3 resistencia
—¡Bien hecho, Marowak! —exclamé, felicitando al pokémon de tipo fuego/fantasma. El enemigo no había significado ningún problema. No sabía si era porque era un poco débil… o porque éramos demasiado fuertes. Nos estábamos volviendo fuertes, eso era cierto; Marowak ciertamente había crecido mucho desde que era un pequeño y tímido Cubone que andaba solo por ahí. Y ahora… ahora tenía una fuerza admirable, y una confianza renovada… Pero en ese entonces, todo cambio. Mi Pokégear sonó. Abrí el mensaje, pensando que sería un mensaje del profesor Abeto o algo así… pero la sorpresa fue inmensa al ver de verdad de qué se trataba… [4/5]
Vaya, al fin puedo contactar contigo... Effy. ¿Sabes? Llevamos mucho tiempo observándote. Analizando tus movimientos, tus capacidades, tu fuerza. Y hemos decidido que eres quien andamos buscando. ¿Hm? ¿Y esa voz? Jamás había escuchado aquella voz… ¿cómo había logrado contactar conmigo? Era extraño, cuando ni siquiera mis más cercanos amigos tenían el contacto de mi pokégear… era alguien con recursos, sin duda. Decidí seguir escuchando el resto del mensaje. Le escribo en representación de los Grandes de Galeia. Hemos reconocido tu fuerza, desde que venciste a varios de nuestros compañeros, y hemos determinado que te queremos en nuestras filas. Verás, uno de los miembros de los 18 grandes ha dejado tristemente nuestras filas, de modo que, para seguir siendo 18, necesitamos a un sustituto... o a una sustituta. Y ahí es donde entras tú. Se me ha encomendado la misión de ponerte a prueba. Puedes considerar dicha prueba como cualquiera de las batallas contra Grandes que has tenido hasta ahora, no será diferente... pero, si veo que eres lo bastante apta, te aceptaré en nuestra asociación. Habla Ryu, Grande de los Dragones. Te esperaré en la Pradera Arte. Asegúrate de venir sola; solo tú has sido seleccionada como candidata potencial". ¿Candidata… potencial? ¿Yo? ¿Era en serio? Sí, debía de ser en serio, el tal Ryu no parecía hablar en broma. Yo… ¿una de los Grandes de Galeia? Era cierto que había vencido a Bubbly y Chisp hace no mucho tiempo atrás, pero también era cierto que aquel título no era poca cosa; ambas batallas habían sido muy duras, ¿podría vencer al tal Ryu? Y si lo lograba… ¿eso me haría una de los Grandes? —Ser una Grande de Galeia… —musité por lo bajo—. Nunca me había propuesto algo así… Y era cierto, jamás había pensado en ello como un objetivo, y la verdad era que aún no me decidía si quería ostentar el cargo. Aunque tampoco sabía todo lo que conllevaba eso… quizás lo mejor era regresar a Galeia cuanto antes y al menos escuchar lo que Ryu tenía para decir, ¿no? Y con eso en mente, abrí el portal tal y como Abeto nos había instruido y… regresé, tras lo que parecían ser siglos, a Galeia.
Liza White El portal se desplegó entonces, dejando tras él a mi querido equipo cobijado en el laboratorio del profesor Abeto de nuevo. No necesitaba preocuparme, pues sabía que allí estaban seguros y se encontraban bien. Mi interés ahora era otro, y el lugar al que había ido a parar hablaba por sí solo. ¡Estaba de vuelta en Udan! Mis pasos se volvieron algo acelerados sin siquiera percatarme de ello, y cuando quise darme cuenta estaba corriendo por las inmediaciones de las charchas Mabwawa, en busca de mi equipo. Umiko, Kiba, Ryu... ¿Cómo se encontrarían todos? De repente, mientras corría, algo pareció tapar el sol, creando una repentina sombra a mi alrededor. Supuse que sería alguna nube, pero al alzar la cabeza hallé lo que parecía la figura de un dragón sobrevolando la zona. Escudriñé con la mirada mejor a aquel pokémon, notando que tenía piezas de bayas en sus patas, y que además, se asemejaba mucho a un Salamance Udan. Y fue cuando, entonces, lo identifiqué. —¡Ryu! ¡Ryu, aquí! —grité, alzando los brazos para ser vista. Tuve suerte, porque el imponente dragón acabó por percatarse de mi presencia, y aterrizó en seguida junto a mí levantando una ráfaga de aire que casi se lleva mi gorra. Me acerqué a él y rodeé su largo cuello con mis brazos, encantada de volver a verle—. ¡Ya estoy de vuelta! ¿Han estado bien? El dragón rugió, feliz de verme, y me empujó con su cabeza, invitándome a subir a su lomo. No dudé en hacerlo, pues sería la primera vez que lo haría y me emocionaba montar por primera vez en él. Así, con un fuerte batir de alas en el que tuve que aferrarme con cuidado, el pokémon me llevó donde el resto del equipo aguardaba, esperando por el regreso de Ryu. ¿Quién iba a decirles que aparte de comida, traería a su entrenadora de vuelta?
Liza White Era algo tedioso tener que pasar por un lugar al que en unos minutos volverías a dirigirte. Echaba de menos a Togekiss en estos momentos, pues hacía mucho que había dejado de recorrer la región a pie. Sin embargo, en Udan era distinto. Era más pequeño en extensión, sí, pero aún me quedaban varios lugares por explorar, y siempre resultaba más gratificante hacerlo a pie junto a tu equipo. Explorando, y pasando el rato junto a tus pokémon durante ese recorrido. Todos parecían estar realmente cómodos entre ellos, y eso me alegraba mucho. Ryu llevaba en su lomo al pequeño Dratini, quien iba encantado sobre él, sintiéndose grande por primera vez, mientras que Kiba iba a su lado, observándole enternecido. Quizás recordando cuando era un enano no hacía mucho. Me acerqué a Umiko, quien caminaba junto a mí fiel como siempre, y le sonreí. —Ya no queda mucho para llegar a nuestro último encuentro. ¿Estás nerviosa? Umiko me miró con cierta mueca fingida, como si la estuviese subestimando, y al instante me dirigió una exclamación decidida. Estaba claro que de tal entrenadora, tal pokémon.
Liza White Alcé el anzuelo de pesca nada más llegar de vuelta a las charcas. Probablemente solo le quedase un par de usos antes de volverse inservible, pero deseaba probar mi suerte en esto de la pesca pokémon. Así, me senté junto a mi equipo y lancé el anzuelo, esperando con paciencia al primer pokémon. Contenido oculto No hace falta que me respondas GL, en cuanto acabe con los post voy al mercado y ya te aviso allí
Liza White ¡Bingo, algo había picado! Me levanté lo más rápido que pude, comenzando a tirar del anzuelo en un intento por que no se rompiese. Umiko me ayudó a estabilizarme, y ambas logramos empujar lo suficiente al pokémon para que acabase en tierra. Y ese era ni más ni menos que un... —...Bruxish. Bueno, podría ser peor —me encogí de hombros, tirando una vez más el anzuelo. Un pez era un pez al fin y al cabo. Aunque este fuese horriblemente feo.
Liza White Esta vez no me costó demasiado sacar al pez del agua, por lo pequeño que era. ¡Se trataba de un Wishiwasi, genial! Por ahora llevaba dos peces, me preguntaba si llegaría a ser una buena pesca. —Y el tercero es...
Liza White ¡Otro Wishiwasi, perfecto! Tres peces por ahora, y el anzuelo parecía estar ya bastante desgastado. Con una última tirada será suficiente. Volví al anzarlo al agua, curiosa por mi cuarta pesca. Dratini se asomó a la charca de igual forma, encantado de estar en su habitat.
Liza White Dejamos atrás finalmente ciudad Kikabila, habiendo cumplido una parte del trabajo. 7 joyas... ¡No estaba nada mal! Con aquello, Haku se vería realmente potenciado, lo suficiente para ser de gran ayuda en el combate que se nos avecinaba. Una paradita en el mercado de Mkuu y listos. ¡Solo un poco más!
Emily Hodges —Muy bien, chicos. Nos enfrentaremos a algún pokémon que aparezca por aquí para entrenar, pero nuestro principal objetivo es ir a Ciudad Kikabila para preguntar como evolucionar a Pawniard. ¿Entendido? ¡Pues vamos! Y sin más demora, emprendimos la marcha.
Un curioso Delibird apareció entonces, tabla bajo el brazo. ¡Parecía tener ganas de jugar! DELIBIRD: Agua/Volador Personalidad: Juguetón Surfista: potencia de sus movimientos x1,5 en campo de olas. Salud: 100/100 Fuerza: 150 Resistencia: 100 Agilidad: 3/3 (95 de Velocidad) Movimientos: -Picoteo (65 Potencia, Volador (Base 50, +15 STAB)) -Acua Jet (40 Potencia, Agua, dos puntos de agilidad para esquivarse (Base 30, +10 STAB)) (Usos: 5/5) -Remontada (50 Potencia, Agua, ineludible (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 3/3) -Rayo hielo (60 Potencia, Hielo) (Usos: 4/4)
Emily Hodges Un Delibird típico de Udan se interpuso en nuestro camino, juguetón. Le sonreí. ¡Qué mono! —Es un pokémon de tipo agua pero... Torracat, adelante. Arañazo. TORRACAT: Fuego (Ágil) Mar llamas: x2 movimientos tipo fuego si los ps bajan de 1/4. Normastal Salud: 135/135 (5) Fuerza: 194 (29) Resistencia: 108 (8) Agilidad: 3/3 (124 de Velocidad) (34) Movimientos: -Ascuas (40 Potencia, Fuego (Base 30, +10 STAB)) -Arañazo (20 Potencia, Normal) -Colmillo Ígneo (65 Potencia, Fuego (Base 50, +15)) -Golpes Furia (20 Potencia, Normal, golpea dos veces) (Usos: 2/2) ATAQUES Z: - Arañazo > Carrera Arrolladora (60 Potencia, Normal, ineludible, sobrepasa protección dañando con la mitad de daño)
Delibird aplaudió, y luego se montó sobre su tabla, mientras esquivaba el golpe. Rápidamente, se acercó hacia Torracat para usar Remontada. DELIBIRD: Agua/Volador Personalidad: Juguetón Surfista: potencia de sus movimientos x1,5 en campo de olas. Salud: 100/100 Fuerza: 150 Resistencia: 100 Agilidad: 2/3 (95 de Velocidad) Movimientos: -Picoteo (65 Potencia, Volador (Base 50, +15 STAB)) -Acua Jet (40 Potencia, Agua, dos puntos de agilidad para esquivarse (Base 30, +10 STAB)) (Usos: 5/5) -Remontada (50 Potencia, Agua, ineludible (Base 40, +10 STAB)) (Usos: 2/3) -Rayo hielo (60 Potencia, Hielo) (Usos: 4/4)
Emily Hodges —Aguanta ahí, Torracat. ¡Y vamos con una Carrera Arrolladora! TORRACAT: Fuego (Ágil) Mar llamas: x2 movimientos tipo fuego si los ps bajan de 1/4. Normastal Salud: 23/135 (5) Fuerza: 194 (29) Resistencia: 108 (8) Agilidad: 3/3 (124 de Velocidad) (34) Movimientos: -Ascuas (40 Potencia, Fuego (Base 30, +10 STAB)) -Arañazo (20 Potencia, Normal) -Colmillo Ígneo (65 Potencia, Fuego (Base 50, +15)) -Golpes Furia (20 Potencia, Normal, golpea dos veces) (Usos: 2/2) ATAQUES Z: - Arañazo > Carrera Arrolladora (60 Potencia, Normal, ineludible, sobrepasa protección dañando con la mitad de daño)
¡Zas! El ataque fulminó a Delibird, y... +180 experiencia ¡U-Un momento! ¡Torracat estaba evolucionando! Costará 3700 exp. INCINEROAR: Fuego/Siniestro (Balanceado) Mar llamas: x2 movimientos tipo fuego si los ps bajan de 1/4. Normastal Salud: 195/195 (5) Fuerza: 224 (29) Resistencia: 188 (8) Agilidad: 3/3 (94 de Velocidad) (34) Movimientos: -Ascuas (40 Potencia, Fuego (Base 30, +10 STAB)) -Arañazo (20 Potencia, Normal) -Colmillo Ígneo (65 Potencia, Fuego (Base 50, +15)) -Golpes Furia (20 Potencia, Normal, golpea dos veces) (Usos: 2/2) Quiere aprender... -Lariat Oscuro (65 Potencia, Siniestro, ignora cambios de estadísticas rivales (Base 50, +15 STAB)) (Usos: 6/6) -Cara susto (-2 puntos de agilidad) (Usos: 1/1) -Golpe Mordaza (75 Potencia, Siniestro, impide al rival usar movimientos de sonido (Base 60, +15 STAB)) (Usos: 3/3)
Emily Hodges —¡Hala! ¡Eso fue rápido! —exclamé al ver como Torracat evolucionaba y se convertía en un enorme e imponente Incineroar—. ¡Ahora eres mucho más fuerte! —dije, sonriente, dándole una palmada cariñosa en la espalda. ¿Qué? ¡Ahora era más alto que yo! Una vez conseguido eso, seguimos nuestro camino hacia la ciudad. Contenido oculto Lariat Oscuro y Golpe Mordaza por Arañazo y Golpes Furia. Ya le cambiaré el cristal xD
El portal de la Pradera Arte me trajo directamente al último lugar de Udan que había visitado: las Charcas Mabwawa. Allí encontré a todo mi equipo pokémon tal y como los había dejado al marcharme. Lycanroc se encontraba recostado cerca de la orilla de un lago, con Marowak recostado contra su cuerpo. Scyther permanecía de pie, alerta a cualquier peligro potencial, y Decidueye los vigilaba desde las alturas. El pokémon búho fue el primero en verme y en acercarme; a pesar de haber crecido tanto en tamaño, seguía tan contento de verme como cuando era un pequeño Rowlet. De a poco, los otros tres también se fueron aproximando… y todos parecían alegrarse de que mi vuelta no había tomado mucho tiempo. —Bien, muchachos, en marcha… ¡hacia Ciudad Kikabila!
Mi paso a través de las Charcas Mabwawa esta vez fue mucho más tranquilo. Me encontraba feliz de haber logrado vencer a Cheche, pero más feliz de que había logrado vencerla en el primer intento… parecía ser que mi equipo de Udán se estaba haciendo más fuerte. Sin embargo, no podía evitar pensar en que quizás estaba algo corta de números. Actualmente tenía a cuatro pokémon en mi equipo… quizás necesitaba añadir a nuevos compañeros a mis filas para las batallas venideras. Pero bueno… me preocuparía de eso una vez que terminara con los capitanes menores. Por ahora… ¡capitán del tipo dragón, hacia allá vamos!
