--Entonces debo preguntar que es eso-- el hombre se reía parecía que por sus propios recuerdos, yo intentaba mantener viva una conversación aunque no ayudarbastante nada. --Ron, ron con Coca-Cola y limón.
—La niña sabe, tienes buen gusto...—dijo después de terminar el sorbo de su botella. —Aunque, viendo que eres sangre azul, tienes la posibilidad de probar mejores tragos que una mezcla tan barata como esa ¿no?—dijo mientras se cruzaba de brazos aun con la botella en su mano derecha. —Es una bebida... pero no querrás saber como se fermenta—respondió mientras miraba con mas atención a la chica.
Saqué él dedo medio en un gesto ofensivo. -- Vete a la mierda, como tú dices sí puedo probar cosas caras pero eso es delicioso-- volteo él rostro a un lado con una sonrisa --además no soy una niña imbécil-- con toda la intención pongo un gesto que me hace ver mucho menor y un puchero llena él lugar de mí sonrisa.
Soltó carcajadas al ver y escuchar la reacción de la chica, la niña tenia aptitud. —Relajate, nunca dije que el ron con Coca y limón no fuera deliciosa jaja—dijo mientras terminaba finalmente la botella y la colocaba en la barra, vacía. —¿Practicas la cara que pondrás si te encuentras con una fiera? —dijo con un rastro leve de sarcasmo, se refería al puchero que ahora su compañera ponía en su rostro.
No pude evitar soltar una carcajada debido a esa ocurrencia, la sonrisa ovupo su puesto nuevamente en mi rostro. —Se perfectamente que hacer frente a un bestia y no es precisamente hacer muecas sino observame ahora— unabroma-insulto salio de mi antes de poderlo evitar —anda a que te cojan por cierto— eso si fue un insulto real y de frente pero con la misma cara de diversión.
—Pues eso lo veremos niña...—dijo con una leve sonrisa. —Como digas, pero las damas van primero jajaja...— Respondió ante el intento de insulto de la chica, primera vez que le encontraba una utilidad favorable para si mismo a ese dicho mas viejo que el sujeto que parece picapiedra.
—¡Oh! No lo dudes— le guiño un ojo , hablar sobre sexo o mi vida sexual nunca a sido algo extraño para mí asi que responder a sus bromas no era extraño. —Pero dudo que alguien de aquí de la talla para eso— en realidad habia esta viendo a todos y ninguno a llamado mi atención ni siquiera el tal Hector, su intento de ser atractivo (aunque su fisico lo fuera) es muy trillado al igual que sus modales son ensayados, seguramente puesto en prectica una y otra vez en distintas conquista. Vuelvo a recostarme sobre el mueble debatiendome internamente si tomar o no tomar, allí esta el dilema.
—Oh guao, ¿Hasta tu culo necesita un margen calidad?— Dijo con un tono burlón y cómico para continuar con la conversación antes de soltar unas carcajadas. —¿Dudas que yo sea de la talla? Jajajaja— Dijo mientras que tomaba la pose estúpida que tomaban los que se creían galanes, espalda recta, brazos posicionados y rostros con un gesto que mas que demostrar seguridad y determinación mas bien parece que están aguantando las ganas de ir al baño.
—Especialmente mi culo exige margen de calidad— nunca e podido entender esas mujeres que con tan solo una miradas ya estan abiertas de piernas ¿acaso tendran un botón que apretar y yo he nacido sin el? No lo se, en fin. Mi risa se volvio casi asfixiante, caí al piso y las carcajadas llenan toda l a habitación ante su intento de seducción cuando pude parar de reir, que por cierto tenia mucho sin llorar de risa, le sigo el juego: me siento en el mueble abriendo las piernas a mas no poder, una mas flexionada que la otra, al mismo tiempo mis codos se subieron al respaldar y con una sonrisa en los labios que parecia más una mueca ridicula completa otra de las poses clasicas que algunos hombres utilizaban para decir "estoy bueno y disponible, bebe". —Ven acá y sientate en mi regazo, nena— dige con una voz grave apuntando esa zona con la palma de mi mano.
—Por favor nena, como puedes resistirte a esta dorada cabellera...— Dijo mientras que pasaba su mano por su cabeza rasurada como si estuviera peinándose con su mano. —Jajajajaja— Reía y reía sin parar por la pose que había tomado la chica, entre risas se sentó en el mueble. —No, quiero casarme virgen...— Respondió al juego de la chica el enorme sujeto de tez oscura con un tono afeminado y ridículo tratando de parodiar a las mujeres que dicen que son vírgenes y en realidad están mas usadas que prostitutas en oferta, luego de hacer eso se echó de nuevo a reír.
—No te hagas la dura princesita, sabes que lo deseas— le digo siguiendo el juego intentando contener las carcajadas, cosa que no logro por lo puedo sentir que rompo en risas nuevamente, esta vez no puedo parar hasta haberlas agotado. Respirando entre cortado le digo: —En serio que odio esas frases de ligue— podriamos seguir toda la noche en esto con la cantidad que han intentado utilizar conmigo —por zorras que caen en ellas es que existen. Doy un pequeño golpe en mi mandibula mientras que guiño un ojo, otra actitud que diria "vengan a mi rameras".
—Pero en el mundo siempre abran pendejos y zorras...— Dijo con su tono normal mientras se acomodaba en el mueble. —¿Me creerías si te digo algo?— Dijo ya con un tono mas serio.
Me giro hacia el, eso de no ver a las personas a los ojos me incomoda. Yo prefiero ver a todos de frente y así hallar la verdad en su mirada, siempre e podido confiar en mi instinto para esas cosas. —Dime, no puedo asegurar creer algo que no he oído. Eso sería estupido.— Hable como si fuera la cuestion más obvia del mundo, si iniciamos con que no me gusta ser falsa, las promesas sin fundamento quedan totalmente descartadas.
—Pues... Tengo hambre de nuevo jajajaja—dijo antes de soltar sonoras carcajadas, a pesar de haber comido bastante en la cena, seguía hambriento. —Que lastima que no hay limón... se me antojó la mezcla después que la mencionaste...— Se quejó Rom mientras que tomaba otra botella sin siquiera ver de que era su contenido. Contenido oculto Me tengo que ir e__e PERO VOLVERÉ BITCHES!! (? xD
Mi cara se desencajo ante esa cofesión, ella ya se imaginaba algo más serio; el sueño le habia empezado apegar así que decidio acomodarse en el pequeño espacio del sofa donde el moreno no estaba sentado. Casi ronroneo como un gao al encontrar la posición perfecta y sin moverme apenas puedo hablar por la bruma que rodea mi vision y cerebro. —Mañana— dije refiriendome a la mezcla, —buenas noches.
Jeyce Caminó de su habitación a la sala de estar; sus pies sonaban húmedos ya que andaba descalzo. La iluminación era muy tenue, con colores rojizos y anaranjados; un color que recordaba al atardecer de la jungla. El australiano se sentó frente a su compañero de cuarto, el cual estaba acompañado por una de las concursantes. -Estoy exhausto... el aire acondicionado está perfecto, me adormece. -comentó con una ligera sonrisa, mirando a Rosendo, apartado, en un rincón oscuro con la mirada pérdida por la ventana. -¿Cómo se sienten por la competencia?
Escucho una voz distinta, apenas comprendo lo que dice cuando lucho por salir de la niebla que me rodea, en realidad no entiendo nada hasta que bosteso tapando mi boca. Paso la mano por mis ojos antes de sentarme y recordar algo. —Maldición— recuerdo que mi maquillaje natural consta de pocas pero incluye delineador negro, seguramente parezco un mapache a estas alturas.
Jeyce Lanzó una gran risa; divertido, el australiano era un hombre sumamente transparente y no se veía un mal latente en él, por lo que se extendió un brazo hacia la mujer, señalandole el rostro. -¿Estás bien? No creo que te guste dormir aquí... vas a despertar con dolores en la espalda. -sonrió y se rascó la punta de la nariz mientras cerraba sus ojos y mantenía la sonrisa. -Si lo sabre yo; he dormido en tantos peores lugares que las habitaciones de aquí parecen el paraíso mismo.
La mejor sonrisa que me salio fue una ladina y torcida mueca, hago que el australiano baje su brazo empujando su mano. Todos hemos dormido mal en algun lugar en alguna caceria o algo así pero recuerdo que ellos me creen una pricesita de sangre azul, idiotas. —Puedo soportarlo— me abrace a mi misma luego de reacomodar los guates para que me cubrieran lo más posible, el ambiente habia empezado a refrescar.
Jeyce Se sorprendió por la reacción de la muchacha pero su sonrisa volvió rápidamente a su rostro; se levantó y estiró con ambos brazos mientras dejaba sacar un bostezo largo y teatral. -Bueno, no sé ustedes, pero yo... -se frotó el ojo izquierdo. -Me iré a dormir... -miró al afroamericano. -No prendas la luz al entrar. -dijo riéndose. Odiaba que encendieran la luz mientras él dormía. -Buenas noches, nos vemos en la mañana, señorita. -le dijo a AnaBelt y movió su sombrero en modo de despedida mientras caminaba hacia las habitaciones.